Europa/España/21 de diciembre de 2016/Fuente: el mundo
David Calle, el único candidato español al Nobel de los Docentes, explica su método para que los estudiantes se enganchen a las Matemáticas y a las Ciencias
«Las clases se dan como hace 30 años. Y las redes sociales sirven para algo más que para ver vídeos de gatitos»
David Calle es un ingeniero madrileño reconvertido en profesor que graba las lecciones de Matemáticas y Ciencias en la buhardilla de su casa y las retransmite por YouTube. Lo que empezó en 2011 con formas modestas pero innovadoras se ha convertido en el canal educativo en habla hispana más importante del mundo. Cerca de 28 millones de alumnos han visto sus clases.
La semana pasada, David Calle fue elegido uno de los 50 candidatos mundiales -el único español- al Global Teacher Prize, conocido como el Nobel de los profesores y dotado con un millón de euros. Su nominación indica que algo está cambiando en la forma de entender la educación. En la edición de 2015, fue preseleccionado César Bona, un docente que utilizaba un método original pero que seguía siendo un maestro de escuela, al fin y al cabo. El elegido para el premio que la Fundación Varkey entregará en Dubai el próximo 19 de marzo es, en cambio, un youtuber.
«Las redes sociales sirven para algo más que para ver vídeos de gamers o gatitos. Los smartphones permiten hacer cálculos complejísimos en un segundo. Siempre les digo a mis chavales: ‘¿Os imagináis lo que podrían haber hecho Newton o Tesla si hubiesen tenido a su alcance lo que vosotros tenéis junto a vuestro dedo índice’? Pero no estamos haciendo mucho por enseñar a nuestros alumnos el uso correcto de la tecnología, cómo puede ayudarnos y cómo sacarle partido», señala David Calle a EL MUNDO.
Este docente de 43 años imparte las clases de forma virtual. Graba vídeos de 10 minutos con explicaciones divertidas y contesta las dudas de sus alumnos, unas 100 diarias, a través del ordenador. Todo lo que cuelga en su canal y en su academia digital Unicoos es gratuito.
Trabajar duro
En realidad, su método para dar clase no dista tanto del tradicional. Su truco es insistir todo el rato a sus alumnos en que, con esfuerzo, podrán conseguir lo que se propongan. «Simplemente consigo transmitirles pasión, energía y, sobre todo, esperanza; la sensación de que, si trabajan duro, no hay casi nada que pueda pararles, la idea vital de que no deben rendirse nunca», explica.
¿Qué sentido tiene decirles esto cuando la mitad de la población juvenil española está en paro? «La vida da muchas vueltas pero, cuanto más preparados estén, más fácil les será aprovechar las oportunidades que puedan presentárseles», responde.
Tiene un libro que se llama No te rindas nunca (Temas de hoy). En él intenta que cale el mensaje de que «lo realmente importante en la vida no es alcanzar resultados excepcionales y obtener dieces, sino que el alumno sea todo lo mejor que pueda llegar a ser». «Hay que valorar si ha pasado de sacar un tres a un cuatro, a base de trabajar duro, mucho más que la nota que haya podido sacar», indica. «Lo importante es que un alumno sea capaz de superarse y obtener su mejor versión. En cuanto empiezan a entender lo que consideran imposible, empiezan a resolver por sí mismos sus problemas, comienzan a mejorar sus notas y el trabajo ya está hecho».
A David Calle no le convencen los ránkings ni el Informe PISA. Dice que «lo realmente importante es educar a personas íntegras e inculcarles valores universales, espíritu de lucha, trabajo en equipo e inteligencia emocional».
Casos de la vida cotidiana
Estos valores los introduce con una enseñanza práctica. «Por mi formación como ingeniero, suelo centrarme en el lado práctico de las cosas y adorno los ejercicios con ejemplos cotidianos, fragmentos de las películas que ven o el último trending topic del que están hablando».
«Vivimos rodeados de ecuaciones, fórmulas o reacciones químicas, y todo lo que les apasiona, aunque sólo sea usar el móvil o jugar a vídeojuegos, tiene que ver con las Ciencias. Si además hablas como ellos, piensas como ellos e intentas que se lo pasen bien, las clases pueden ser mucho más divertidas. Y cuando empiezan a sacar mejores notas, ya no hay quien los pare».
¿Qué piensa de los chicos que quieren ser como El Rubius? «En la mayoría de los casos, los padres no somos conscientes de lo que nuestros hijos ven en YouTube. Que quieran ser El Rubius, en el fondo, aunque no lo comparta, es normal, del mismo modo que quieren ser Messi o Chris Pratt. Creen que ser millonarios como ellos es sencillo y desconocen el enorme trabajo y dedicación que conlleva todo lo que han conseguido. Lo ven como la salida más fácil. Pero la vida es otra y es implacable.Por eso me encantaría que prefiriesen ser los mejores médicos, abogados o ingenieros. O los mejores electricistas. La vida es algo más que ganar dinero».
Opina que «el sistema educativo español, como el de muchos otros países, está obsoleto, salvo maravillosas excepciones, y se sigue impartiendo clase del mismo modo en el que se hacía hace 30 años, cuando no existía internet». ¿Cómo sería su sistema educativo soñado? «Tengo la convicción de que debemos cambiar el modelo actual, con deberes de diferentes asignaturas, nunca interrelacionadas. ¿Por qué no ponernos de acuerdo y hacer que nuestros alumnos realicen proyectos multidisciplinares que involucren todo lo impartido en clase? ¿Por qué no deberes de Historia, Matemáticas e Inglés a la vez? ¿Y por qué no dar una vuelta a la clase (los anglosajones lo llaman flipped classroom) y hacer que los deberes sean ver vídeos y algunos (y concretos) ejercicios relacionados?».
Cómo convertirse en uno de los mejores docentes
- Cuando comenzó en esto, hace cinco años, David Calle no quería salir en los vídeos porque tenía pánico escénico y apenas sabía de edición, producción o redes sociales. Él era propietario de una pequeña academia presencial en Madrid, pero muchas veces llegaba a casa desanimado porque no le daba tiempo a explicarles a sus estudiantes todo lo que necesitaban. Su mujer, que estaba enganchada a un canal de belleza, le convenció para que grabara sus clases.
- «Muchos alumnos me pedían que abriera la academia por las noches o los fines de semana, que era cuando tenían que enfrentarse solos a sus problemas. Así que decidí subir vídeos a YouTube, con las dudas que solían tener siempre. Me puse a ello con toda la energía del mundo, con la única intención de poder ayudarles, estuvieran donde estuvieran», recuerda.
- Por aquel entonces, la estadounidense Khan Academy ya llevaba tiempo funcionando, pero en España no había muchos canales de enseñanza de Ciencias. Y, salvoJulioProfe, en Colombia, ningún docente se mostraba en persona. «Decidí que, si quería empatizar con mis alumnos, era preferible que me vieran a que sólo contemplaran una tableta llena de números o una mano escribiendo fórmulas. Y me puse a ello, con toda la humildad y la pasión posibles».
- Ahora hay cientos de canales dedicados a las Ciencias, pero a David Calle le siguen desde todo el mundo. Tiene 700.000 subscriptores en Youtube, aunque las estimaciones realizadas por esta compañía apuntan a que son cerca de 28 millones los que han visto alguna vez sus vídeos. Además, acumula 175.000 likes en Facebook y 30.000 seguidores en Twitter.
Fuente: http://www.elmundo.es/sociedad/2016/12/19/5856bfc9ca4741f6368b45b5.html
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