España: Ciencia para los más pequeños

Europa/España/10 de febrero de 2017/Fuente: abc.es

El título del proyecto, «e-NanoCiencia», no debe inducir a equívoco alguno, pues se trata de eso precisamente: de ciencia orientada a los más pequeños. Con esta premisa, un equipo de nueve profesores, la mayoría del colegio público Guadalquivir, de Mairena del Aljarafe, y dos que actualmente son docentes en otro centro del municipio, se ha alzado con el primer premio Antonio Domínguez Ortiz sobre innovación y mejora de la práctica educativa en la XXVIII edición de estos reconocimientos que concede la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía.

Francisca Romero, María del Pilar Brazo, Ana María López, Concepción Áurea Losada, María Inmaculada Martín, María Mar Noriega, Visitación Rodríguez, Pedro Jesús Olmedo y David Morato, son los autores de este trabajo que propone un modelo de implantación de la ciencia en las etapas de Infantil y Primaria, y fundamentalmente en esta última.

El planteamiento básico para estas edades «no es tanto transmitir información o conocimientos científicos, como proporcionar experiencias sugerentes sobre los fenómenos o procesos del mundo físico y natural que rodea al alumnado», explica Francisca Romero, quien confiesa la «grata sorpresa» que ha causado en los artífices del proyecto la concesión de este premio, que viene a coronar una labor ya dilatada en el tiempo y no exenta de dificultades.

«Nuestros alumnos juegan con las actividades que ponemos a su disposición y, como consecuencia de ese juego, van aprendiendo, casi sin darse cuenta, los principios que sustentan un experimento determinado. Despertamos así su curiosidad —tercia María Mar Noriega— e intentamos que sean ellos los que quieran saber más y no nosotros los que les obliguemos a aprender».

El uso de material reciclado, así como de otros elementos muy cercanos a los más pequeños (cartulina, fieltro, piezas de Lego, patines, colchonetas, golosinas…), son algunos de los principales instrumentos de esta experiencia. «Cuando comenzamos con el tema de la estructura molecular utilizamos, por ejemplo, gominolas y lacasitos para construir las moléculas de agua…», relata Romero, quien subraya el carácter «lúdico» y «riguroso» que han imprimido a esta metodología, con actividades que pretenden abarcar el currículum oficial andaluz de ciencias en Primaria.

«Los niños y niñas de esta etapa tienen un conocimiento muy intuitivo de los fenómenos naturales y cuando les planteas una posibilidad que entra en conflicto con lo que piensan, les choca mucho y despiertas su curiosidad hasta que llegan a lo que llamamos el momento eureka, que es cuando al niño se le ilumina la cara y va llegando a conclusiones. Ese momento —añade— no tiene precio para nosotros». En este aspecto incide también Pilar Brazo, para quien «lo más importante es que el alumno no dé las cosas por hechas porque lo lee en el libro o lo dice el profesor».

Aprender a resolver problemas en situaciones reales, ejercitar la capacidad deductiva, el fomento del sentido crítico… son algunos de los múltiples beneficios que depara el desarrollo del pensamiento científico en el alumnado de entre 6 y 12 años. Y de todo ello ha dejado constancia este equipo del colegio Guadalquivir con el material resultante de su proyecto, que incluye una guía didáctica, cuatro manuales para el profesorado con 17 temas y más de 180 experimentos, fichas para el alumnado y modelos cumplimentados y con orientaciones para los docentes.

«La última reforma ha introducido un bloque de competencia científico-tecnológica en Primaria, si bien en la mayoría de colegios se está haciendo como se puede y con pocos medios, porque es complicado», lamenta Francisca Romero quien destaca, no obstante, la labor que en este sentido vienen desarrollando los centros de formación permanente del profesorado.

Así, con mucho esfuerzo y grandes dosis de voluntarismo, lo que comenzó hace siete años a partir de la inquietud de un grupo de profesores por introducir la experimentación en la asignatura de Conocimiento del Medio, ha ido convirtiéndose en una experiencia muy práctica que puede ser aplicable en Secundaria y al alumnado con necesidades educativas especiales. En este recorrido han sido decisivas también otras iniciativas que han contribuido a llevar a buen puerto el proyecto. Romero destaca el impulso que para ellos ha supuesto el programa Profundiza de la Junta —«no sólo por la ayuda económica, sino por enseñarnos a trabajar en este tipo de experiencias»—, así como la Feria de la e-NanoCiencia que el centro viene celebrando desde 2011 con la implicación de toda la comunidad educativa.

En ella se exponen los trabajos científicos elaborados por alumnos y profesores durante el curso, se realizan experimentos en directo y se muestran carteles explicativos de las distintas actividades en castellano e inglés, dado el carácter bilingüe del colegio. La participación de los padres y del propio ayuntamiento en esta feria subrayan el reconocimiento que la «e-NanoCiencia» ha sabido granjearse en este centro sevillano.

Fuente: http://sevilla.abc.es/sevilla/sevi-ciencia-para-mas-pequenos-201702040822_noticia.html

Imagen: sevilla.abc.es/media/sevilla/2017/02/04/s/colegio-mairena-premio-kbW–620×349@abc.jpg

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