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Científicas que inspiran vocaciones

“A mí me gustaría estudiar ingeniería de caminos, arquitectura o alguna carrera de ese tipo porque tiene matemáticas y física. Me han dicho que es una carrera de chicos, que estaré sola en clase o que habrá pocas chicas, pero a mí me da igual”. Quien habla es Alba Montijano, alumna de 3º de ESO del Instituto Miramar de Viladecans (Barcelona), que este 11 de febrero celebra el Día Internacional de la Niña y la Mujer en la Ciencia.

El alumnado de 3º de ESO ha realizado una búsqueda sobre diferentes mujeres referentes en el mundo de la ciencia, la tecnología, las matemáticas y la ingeniería a lo largo de la historia. El profesorado ha repartido unas fotografías y el alumnado ha tenido que buscar información sobre ellas y hacer unas cartulinas que han servido para otra iniciativa: vestir a un maniquí que llevaba una camiseta en el que se podía leer ‘Somos ciencia’ y al que, bajo el lema ‘No sólo eran bonitas’, han construido una falda llena de científicas.

Lo que más le ha gustado a Alba de la jornada de hoy es “conocer a científicas que pasan muy desapercibidas. Esta actividad es una buena herramienta para descubrirlas”. Núria Expósito, que también cursa 3º de ESO, considera que “conocemos a las más habituales, como Marie Curie, pero hay otras que también han hecho cosas importantes y no son demasiado conocidas”.

Alba Montijano y Núria Expósito en el Instituto Miramar de Viladecans | A.B.

Ambas coinciden en que todavía existen oficios que parecen más hechos para mujeres, como la docencia, y otros muy masculinizados, como la construcción. Si bien creen que están habiendo cambios en la sociedad, también ven mucho camino por recorrer. Hoy han aprendido que “no hay carreras de chicos y de chicas, que cada uno se puede dedicar a lo que quiera y que en la ciencia puede haber más chicas”, explica Núria.

Mujeres valientes

El alumnado de 1º y 2º de ESO ha participado en una gincana por todo el centro. Primero, han recibido unas pistas, que eran un párrafo informativo con datos sobre alguna científica referente en su materia. Han buscado por Internet y han recibido hasta tres pistas para asegurar su respuesta. Después, han buscado unos folios con nombre, foto y descripción de las científicas que estaban escondidos en alguna pared, mesa u otros rincones del instituto. Por último, han colgado los documentos por orden cronológico en uno de los pasillos del centro.

Es lo que han hecho Lucía Durán, Valeria Rueda, Judith Artola y Duna García, de 2º, que han hecho un balance positivo de lo que han aprendido: “Nunca se habla de las mujeres científicas o ingenieras, y han hecho cosas que son realmente importantes, que han servido”, resume Lucía. A Valeria le parece “curioso” que muchos siglos atrás ya había mujeres muy relevantes. ¿Y por qué no se conocen? “Porque en esta sociedad se piensa que los hombres son mejores que las mujeres”, responde Judith. Una situación que, afirman, es injusta.

Alumnos de 1º y 2º de ESO buscan información sobre mujeres científicas | A.B.

Están de acuerdo en que las mujeres que hoy han descubierto han sido mujeres valientes porque han ido a contracorriente y opinan que debe viralizarse información sobre ellas porque son referentes y porque pueden ayudar a otras chicas a tener más posibilidades. Duna, por ejemplo, querría ser periodista o trabajar en un laboratorio de cosmética y, elija lo que elija, quiere hacerlo según su criterio. Y Valeria querría ser juez, una profesión sobre la que asegura que también le cuesta encontrar referentes porque ve a muchos más jueces que magistradas.

Se debaten sobre si los tiempos han cambiado. Judith piensa que “la gente dice que sí, pero en realidad no ha cambiado tanto” y Lucía remarca que “ahora las mujeres han salido, han hablado”. “Sí -dice Judith- antes callaban y ahora ya no”. “Las mujeres han hablado, se han quejado y han dicho ‘nosotras tenemos los mismos derechos que los hombres‘ de trabajar o estudiar ciencia, o ingeniería, o arquitectura”, asegura Lucía.

De izquierda a derecha, Valeria Rueda, Judith Artola, Lucía Durán y Duna García | A.B.

También Leire Rodríguez, de 1º de la ESO, ha participado en la gincana. Cree que ha servido para “recordar a las niñas que también pueden ser científicas, porque igual un familiar o alguna persona le dice que no puede serlo”. “Hemos aprendido que, en la ciencia, se pueden hacer varias cosas, se puede ser bióloga o astronauta…”.

Leire sabe que los primeros astronautas eran todos hombres, pero sí ve posible que cada vez haya más mujeres: “Estamos demostrando que pueden estudiarlo las mujeres”. “La gente quizás no es consciente de todo lo que han hecho las mujeres porque no lo han estudiado, pero hoy con el grupo hemos podido investigar quiénes eran”, añade.

Científicas de antes y de ahora

Más allá de la física y química Marie Curie, dos veces galardonada con el premio Nobel, han conocido que ya en el siglo IV nació una filósofa que destacó en los campos de matemáticas y astronomía: Hipatía de Alejandría. Y el instituto se ha llenado de muchos más nombres: Rosa Menéndez, Jessika Meir, Tanva Jovanova, Alicia Magdalena Sintes, Marian Agnesi, Sophie Germain, Katherin Johnson, Hedv Lamarr, Lise Meitner y otras decenas de mujeres influyentes en su materia.

Pero también han conocido a mujeres jóvenes que han acabado recientemente la universidad y que ahora trabajan en puestos tradicionalmente masculinizados. Se trata de Raquel Parrondo, bioinformática ; María Martínez, desarrolladora de software, y Marta Vallverde, biotecnóloga. Las tres han impartido charlas al alumnado de 4º de ESO y han llevado experimentos al aula para explicar sus trabajos.

Marta Vallverde, María Martínez y Raquel Parrondo en un laboratorio del instituto | A.B.

Su experiencia ha sido necesaria para ejemplificar que “hay espacio para todas” en el mundo de la ciencia, como indica Raquel: “Nos faltan referentes a nivel profesional, especialmente en ciencias. En la universidad, el porcentaje de chicas es muy alto y las que obteníamos las mejores puntuaciones solíamos ser las chicas. Es importante mostrar que hay mujeres que están ejerciendo en los distintos campos de la ciencia”.

En esta misma línea, se pronuncia María: “No tener referentes mujeres en ciertos ámbitos puede hacer que quizás no te plantees ciertas carreras. Hay que dejar de lado los prejuicios y explorar diferentes oportunidades, diferentes opciones de carreras que quizás en un primer momento no te llamen la atención o que piensas que hay más representación de hombres. Es importante darte la oportunidad de que te guste”.

Marta también hace énfasis en que, en el ámbito académico, donde ella se encuentra y ve una dedicación al 100% en el trabajo, es necesario conciliar la profesión con la vida y las cargas familiares que todavía tienen las mujeres. “Es muy complicado. Aún hay que realizar muchos cambios. Se debe tener la oportunidad de conciliar la investigación, por ejemplo, con tu vida personal, y las mujeres también podemos acceder a ella”.

La entrada Científicas que inspiran vocaciones se publicó primero en El Diario de la Educación.

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La ciencia no es cosa de hombres (ni de mujeres): Un debate necesario.

Por: Luz Palomino/CII-OVE 

La ciencia, en su esencia más pura, es un esfuerzo humano por comprender el universo y nuestro lugar en él. No debería conocer de género, raza o credo. Sin embargo, la realidad nos muestra que la ciencia, como muchas otras áreas de la sociedad, ha sido históricamente un campo dominado por hombres. Esta situación no solo es injusta, sino que también limita el potencial de la ciencia para abordar los desafíos que enfrenta la humanidad.

La ciencia no tiene género, pero la historia sí

A lo largo de la historia, las mujeres han sido excluidas de los espacios científicos.Según la UNESCO, menos del 30% de los investigadores en el mundo son mujeres. Esta cifra es aún más baja en campos como la ingeniería y la inteligencia artificial, donde solo 1 de cada 5 profesionales es mujer. Además, solo el 3% de los premios Nobel en ciencias han sido otorgados a mujeres, un dato que refleja la invisibilización histórica de sus contribuciones.

Esto no se debe a una falta de capacidad, sino a barreras estructurales y culturales. Por ejemplo, un estudio de la American Association of University Women (AAUW) reveló que las niñas comienzan a perder interés en las materias sobre: ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, a partir de los 12 años, debido a estereotipos de género y falta de modelos femeninos. Otro estudio de la revista Nature reveló que las mujeres científicas tienen menos probabilidades de recibir financiación para sus investigaciones y de ser publicadas en revistas de alto impacto.

En América Latina, aunque el 45% de l@s investigadores son mujeres, estas suelen concentrarse en áreas como las ciencias sociales y la educación, mientras que su presencia en ingenierías y tecnologías es significativamente menor.

Las causas de esta brecha de género son múltiples y complejas. Entre ellas, destacan:

  • Estereotipos de género: Desde la infancia, se inculcan estereotipos que asocian la ciencia con lo masculino y desalientan a las niñas a seguir carreras estas carreras.
  • Falta de modelos a seguir: La falta de mujeres científicas visibles como modelos a seguir refuerza la idea de que la ciencia no es para ellas.
  • Discriminación y acoso: Las mujeres en la ciencia a menudo enfrentan discriminación y acoso en el ámbito laboral, lo que puede llevarlas a abandonar sus carreras.
  • Dificultades para conciliar la vida personal y profesional: Las mujeres científicas a menudo enfrentan dificultades para conciliar su vida personal y profesional, especialmente en áreas como la maternidad.

El mito de la «ciencia masculina»

La idea de que la ciencia es «cosa de hombres» es un mito que ha sido desmentido por numerosas contribuciones femeninas. Algunos ejemplos incluyen:

  • Marie Curie: Primera mujer en ganar un Nobel y la única en ganarlo en dos categorías (Física y Química).
  • Rosalind Franklin: Su trabajo fue esencial para el descubrimiento de la estructura del ADN, aunque su contribución fue minimizada.
  • Katherine Johnson: Matemática de la NASA cuyos cálculos fueron clave para el éxito de las misiones espaciales.
  • Lise Meitner: Descubrió la fisión nuclear, pero el Nobel de Química de 1944 fue otorgado a su colega masculino.

A pesar de estos logros, muchas mujeres han sido relegadas al olvido o sus descubrimientos han sido atribuidos a hombres. Esto no solo es injusto, sino que perpetúa la idea errónea de que la ciencia es un campo exclusivamente masculino.

La ciencia no es «cosa de mujeres» tampoco

La ciencia no es «cosa de mujeres» ni «cosa de hombres»; es un esfuerzo humano que trasciende el género. La diversidad en la ciencia no se trata de reemplazar un género por otro, sino de garantizar que todas las personas, independientemente de su identidad de género, tengan las mismas oportunidades de contribuir.

¿Por qué es importante la diversidad en la ciencia?

La diversidad no es solo una cuestión de justicia, sino de eficiencia. Según un estudio de la consultora McKinsey, los equipos diversos son 15% más propensos a superar a sus homólogos en innovación y rentabilidad. Además, incluir a personas de diferentes géneros, culturas y perspectivas permite abordar problemas globales de manera más efectiva.

Por ejemplo, en el campo de la medicina, la falta de diversidad en los ensayos clínicos ha llevado a tratamientos menos efectivos para las mujeres. En tecnología, la falta de perspectiva femenina ha resultado en productos que no satisfacen las necesidades de tod@s l@s usuari@s.

Para lograr una ciencia verdaderamente inclusiva, es necesario:

  1. Educar sin estereotipos: Fomentar el interés en la ciencia desde la infancia, sin distinción de género.
  2. Visibilizar a las científicas: Dar a conocer sus contribuciones y crear referentes femeninos.
  3. Políticas de igualdad: Implementar medidas que promuevan el acceso y la permanencia de las mujeres en la ciencia.
  4. Apoyo a la conciliación: Ofrecer opciones de cuidado infantil y horarios flexibles en instituciones científicas.
  5. Apoyar la investigación y los programas que promueven la participación de las mujeres en la ciencia.

La ciencia no es «cosa de hombres» ni «cosa de mujeres»; es un esfuerzo colectivo que debe ser accesible para todos. El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia es una oportunidad para reflexionar sobre las barreras que persisten y trabajar hacia un futuro más inclusivo. La diversidad en la ciencia no solo es justa, sino necesaria para enfrentar los desafíos globales. Es momento de dejar atrás los estereotipos y construir un mundo donde la ciencia sea verdaderamente para tod@s.

Mientras la ciencia es universal, las oportunidades no lo son. Es momento de actuar, no solo el 11 de febrero, sino todos los días, para construir un futuro donde las niñas y mujeres puedan contribuir plenamente al avance científico y tecnológico.


Fuentes consultadas:

  1. UNESCO (2021). Datos sobre la brecha de género en la ciencia.
  2. American Association of University Women (AAUW). Why So Few? Women in STEM.
  3. McKinsey & Company (2018). Delivering through diversity.
  4. National Geographic (2020). Mujeres en la ciencia: Una historia de invisibilidad.

 

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Los Premios Nobel de este año demuestran por qué la IA va a cambiar la ciencia por completo

La inteligencia artificial ha sido una herramienta clave para lograr varios de los descubrimientos científicos galardonados con el Premio Nobel de este año. ¿Es este el primer paso hacia el primer nobel no humano?

Los Premios Nobel en física y química de 2024 nos han permitido asomarnos al futuro de la ciencia. La inteligencia artificial (IA) ha sido fundamental para los descubrimientos galardonados con ambos premios. Lo que lleva a preguntarse qué pensaría Alfred Nobel, el fundador de los premios, de todo esto.

Veremos con toda seguridad muchas más medallas Nobel entregadas a investigadores que utilizaron herramientas de inteligencia artificial. Mientras esto sucede, podemos encontrar que los métodos científicos galardonados por el comité del Nobel se apartan de categorías sencillas como «física», «química» y “fisiología o medicina”. También podemos ver que los antecedentes científicos de los galardonados mantienen una conexión más vaga con estas categorías. El premio de física de este año recayó en el estadounidense John Hopfield, de la Universidad de Princeton y el británico Geoffrey Hinton, de la Universidad de Toronto. Si bien Hopfield es físico, Hinton estudió psicología experimental antes de gravitar hacia la IA.

El premio de química lo compartieron el bioquímico David Baker, de la Universidad de Washington, y los informáticos Demis Hassabis y John Jumper, ambos de Google DeepMind en el Reino Unido.

Existe una estrecha conexión entre los avances basados ​​en la IA premiados en las categorías de física y química. Hinton ayudó a desarrollar un método utilizado por DeepMind para hacer predecir la forma de las proteínas. Los galardonados en física, en particular Hinton, sentaron las bases del poderoso campo conocido como aprendizaje automático. Este es un subconjunto de la IA que se ocupa de algoritmos, conjuntos de reglas para realizar tareas computacionales específicas. El trabajo de Hopfield no se utiliza particularmente en la actualidad, pero el algoritmo de retropropagación (coinventado por Hinton) ha tenido un tremendo impacto sobre muchas ciencias y tecnologías diferentes. Se trata de redes neuronales, un modelo de informática que imita la estructura y función del cerebro humano para procesar datos. La retropropagación permite a los científicos entrenar enormes redes neuronales. Si bien el comité del Nobel hizo todo lo posible para conectar este influyente algoritmo con la física, es justo decir que el vínculo no es directo.

 

El anuncio de los ganadores del Premio Nobel de Física 2024, John J. Hopfield y Geoffrey E. Hinton. (EFE – Christine Olsson)

Entrenar un sistema de aprendizaje automático implica exponerlo a grandes cantidades de datos, a menudo de Internet. El avance de Hinton finalmente permitió el entrenamiento de sistemas como GPT (la tecnología detrás de ChatGPT) y los algoritmos de IA AlfaGo y AlfaFold, desarrollado por Google DeepMind. Por tanto, el impacto de la retropropagación ha sido enorme.

AlphaFold 2 de DeepMind resolvió un problema de hace 50 años: predecir las estructuras complejas de las proteínas a partir de sus componentes moleculares, los aminoácidos. Cada dos años, desde 1994, los científicos organizan un concurso para encontrar la mejor manera de predecir las estructuras y formas de las proteínas a partir de las secuencias de sus aminoácidos. El concurso se llama Evaluación crítica de predicción de estructuras (CASP). En los últimos concursos, los ganadores de CASP han utilizado alguna versión de AlphaFold de DeepMind. Por lo tanto, se puede trazar una línea directa entre la retropropagación de Hinton y el avance AlphaFold 2 de Google DeepMind. David Baker utilizó un programa informático llamado Rosetta para lograr la difícil hazaña de construir nuevos tipos de proteínas. Tanto el enfoque de Baker como el de DeepMind tienen un enorme potencial para aplicaciones futuras. Atribuir crédito siempre ha sido un aspecto controvertido de los Premios Nobel. Solo un máximo de tres investigadores pueden compartir un Nobel. Pero los grandes avances científicos son colaborativos. Los artículos científicos pueden tener 10, 20, 30 autores o más. Más de un equipo podría contribuir a los descubrimientos galardonados por el comité del Nobel.

Este año es posible que tengamos más debates sobre la atribución de la investigación sobre el algoritmo de retropropagación, que ha sido reivindicada por varios investigadores, así como sobre la atribución general de un descubrimiento a un campo como la física. Ahora tenemos una nueva dimensión del problema de la atribución. Cada vez es menos claro si siempre seremos capaces de distinguir entre las contribuciones de los científicos humanos y las de sus colaboradores artificiales: las herramientas de inteligencia artificial que ya están ayudando a ampliar los límites de nuestro conocimiento.

En el futuro, ¿podremos ver a las máquinas ocupar el lugar de los científicos y a los humanos desempeñar un papel de apoyo? Si es así, tal vez la herramienta de inteligencia artificial obtenga el principal Premio Nobel y los humanos necesiten su propia categoría.

https://www.elconfidencial.com/tecnologia/novaceno/2024-10-11/inteligencia-artificial-premio-nobel-ciencia-futuro-investigacion_3981159/

 

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China influye en Brasil a través de universidades

El mundo académico de Brasil se ve cada vez más amenazado por la influencia de China. En los últimos años, las principales instituciones de enseñanza superior del país, establecieron asociaciones con instituciones chinas a un ritmo cada vez mayor, como la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp) y la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG). Los expertos advierten de los riesgos de este creciente poder blando utilizado por Pekín para promover el modelo chino.

“La influencia de China en las universidades brasileñas nunca ha sido mayor”, dijo a Diálogo el periodista Gabriel de Arruda Castro, editor del periódico brasileño Gazeta do Povo. “Obviamente, esto abre la puerta a la presencia de representantes de un régimen autoritario, lo que no ocurre cuando Brasil establece asociaciones académicas con países como Alemania o Francia”.

En enero de 2023, Castro publicó un artículo señalando la creciente influencia de China en las universidades brasileñas. “Desde entonces, esta influencia incluso ha aumentado”, afirma. “Instituciones como la Universidad de Brasilia (UnB) y la Universidad Federal de Santa María, firmaron otras asociaciones o reforzaron las que ya tenían [con instituciones chinas]”.

Aunque los acuerdos entre universidades brasileñas y extranjeras son habituales, Castro señala que estos países respetan la independencia y la autonomía académica de sus centros de enseñanza. Las universidades chinas, en cambio, están sometidas al estricto control del Gobierno de Pekín. “Desde el punto de vista del régimen chino, no tiene ningún sentido financiar ningún proyecto que pueda criticar al modelo chino”, afirma Castro.

Amenaza silenciosa en Brasil

El poder blando de China también crece en las universidades de todo el mundo. La diferencia es que en Brasil crece silenciosamente, mientras que en otros países está causando preocupación, dice Castro.

En Inglaterra, por ejemplo, un reciente documental de Channel 4 indica que las universidades sufren “la injerencia del Estado chino y la represión de disidentes en suelo inglés. Pekín apunta cada vez más a los campus universitarios para ejercer una fuerte influencia en todo el mundo”, afirma un informe de 2023 del laboratorio de ideas estadounidense Council on Foreign Relations.

En Brasil, en cambio, la influencia china crece sin trabas entre los muros universitarios, dice Castro. “No hay debate en Brasil sobre los riesgos de abrir las puertas, sin mucho cuidado, a un régimen que es autoritario y tiene la costumbre de promover el espionaje”, afirma Castro. “Nadie se preocupa por esto en Brasil”.

Instituto Confucio

Parte de la influencia china en las universidades brasileñas es inyectada a través de asociaciones con el Instituto Confucio, una organización vinculada al Ministerio de Educación chino, cuya misión oficial es difundir su cultura y su lengua.

Con sedes en más de 150 países, el Instituto afirma en su portal que las asociaciones están “basadas en los principios de respeto mutuo, consulta amistosa, igualdad y beneficio mutuo”. Pero la organización es criticada en varios países por socavar la libertad académica en las universidades que la acogen, participar en actividades de espionaje industrial y militar, y promover las opiniones del régimen chino en temas como Taiwán.

El 13 de agosto de 2020, el Departamento de Estado de los Estados Unidos designó al Instituto Confucio como “misión extranjera” de China, y señaló en un comunicado que “promueve la propaganda global de Pekín y su campaña de influencia maligna en las aulas. Los Institutos Confucio están financiados por la República Popular China y forman parte del aparato de propaganda e influencia global del Partido Comunista Chino”.

En 2023, la Oficina Federal Alemana para la Protección de la Constitución, calificó al Instituto Confucio como herramienta de influencia política. Afirmó en su informe anual que “Las actividades y formas de cooperación de China amenazan con socavar la libertad académica en el ámbito de la educación y la investigación”, publicó la agencia alemana de noticias Deutsche Welle.

Mientras tanto, en Brasil, el Instituto Confucio se extiende a gran velocidad. En la actualidad, 13 universidades brasileñas cuentan con filiales de la organización. La más reciente se creó en septiembre de 2023, en la Universidad Federal de Bahía (UFBA), mediante un acuerdo con la Universidad de Shanghai.

Según el sitio web de la UFBA, también hay filiales del Instituto Confucio en la Universidad Federal Fluminense, la Universidad Estatal Paulista, la Unicamp, la UNB, la UFMG, la Universidad Federal de Río Grande do Sul, la Universidad de Pernambuco, la Universidad Federal de Ceará, la Universidad Estatal de Pará (UEPA), la Fundación Armando Alvares Penteado, la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro y la Universidad Federal de Goiás.

Castro afirma que, por lo general, las asociaciones con el Instituto Confucio no implican que China envíe fondos directamente a las universidades. Pekín sólo paga a los profesores de mandarín en los espacios físicos existentes. De este modo, las universidades no se benefician económicamente de las asociaciones, pero sí de estrechar lazos con China.

“Obviamente, en estos casos no se cuestiona la visión oficial del régimen. Por tanto, la promoción de la cultura china se mezcla con la promoción del régimen chino”, afirma Castro. “En mi investigación no encontré ninguna perspectiva crítica de China”.

El resultado de estas asociaciones suele ser la exaltación del modelo chino en las universidades brasileñas. La Universidad Federal de Santa Catarina y la UEPA, por ejemplo, ofrecieron en los últimos años el curso en línea: China 1949-2025: de un país muy pobre a la mayor economía del mundo. El programa incluía temas como La ayuda rusa, 100 años del Partido Comunista Chino, El socialismo chino, y Becas en China, según los portales de las universidades.

Asociación tecnológica

La otra forma de influencia china en las universidades brasileñas son las asociaciones de innovación tecnológica en áreas como la agricultura. “Son áreas que requieren inversión financiera, y las universidades públicas brasileñas no siempre tienen esa capacidad. Así que China interviene ayudando a financiar laboratorios, por ejemplo, teniendo en cuenta la importancia de Brasil como exportador de materias primas agrícolas”, dice Castro.

En su opinión, estas iniciativas pueden entrañar un gran riesgo de espionaje. “Tal vez porque no es percibido como un adversario directo de China, Brasil tiene un poco menos de este aspecto [del espionaje]. Pero tal vez haya aquí un ‘espionaje blando’: saber dónde está Brasil en determinadas áreas de conocimiento, para luego utilizarlo como ventaja estratégica en una posible competencia en algún área o para ofrecer soluciones”, dice.

“Esto es más o menos lo que hacen en África por otros medios. Es decir, satisfacen la demanda local de forma pragmática al principio, pero hacen que estos países dependan cada vez más de China”, agrega Castro.

“Antes de entrar en asociaciones, incluidas las que implican recursos financieros, con regímenes extranjeros autoritarios como China, nuestros investigadores deberían ser un poco más cuidadosos. Lo mismo deberían hacer los gobiernos, que casi siempre son los mantenedores de estas universidades”, remarca Castro.

https://dialogo-americas.com/es/articles/china-influye-en-brasil-a-traves-de-universidades/

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«El océano se está desbordando»: ONU lanza un SOS global ante informes de que el nivel del mar en el Pacífico sobrepasa la media mundial

Una «catástrofe mundial» pone en peligro las islas del Pacífico y el mundo debe responder a los impactos devastadores y sin precedentes de la subida del nivel del mar «antes de que sea demasiado tarde», advirtió el jefe de las Naciones Unidas.

El secretario general de la ONU, António Guterres, lanzó el martes un mensaje global de alerta «Save Our Seas» (Salvemos nuestros mares) desde la nación insular de Tonga, en el Pacífico, con un llamamiento al mundo para que «aumente masivamente la financiación y el apoyo a los países vulnerables» en grave peligro por la crisis climática provocada por el ser humano.

«El océano se está desbordando», dijo Guterres. «Es una situación disparatada: la subida de los mares es una crisis enteramente provocada por la humanidad. Una crisis que pronto se agravará a una escala casi inimaginable, sin ningún bote salvavidas que nos lleve a un lugar seguro».

La terrible advertencia de Guterres se hizo durante una reunión del Foro de las Islas del Pacífico en Nukuʻalofa, la capital de Tonga, y coincidió con la publicación de dos informes de la ONU que detallan cómo la crisis climática está acelerando cambios desastrosos en el océano.

La temperatura de la superficie del mar en el Pacífico suroccidental ha aumentado tres veces más rápido que la media mundial desde 1980, según el informe sobre el estado del clima de la Organización Meteorológica Mundial.

Y el nivel del mar en la región ha subido casi el doble que la media mundial en los últimos 30 años, según el informe.

En ese tiempo, según el informe, las olas de calor marinas han duplicado su frecuencia y se han vuelto más intensas y prolongadas.

Los océanos han absorbido el 90% del calentamiento global, causado por los humanos que queman combustibles fósiles que liberan contaminación que atrapa el calor, según el informe.

Este calentamiento de los océanos está impulsando la subida del nivel del mar, ya que el agua se expande cuando se calienta, y el deshielo de las capas de hielo y los glaciares ha aumentado el volumen.

Los más vulnerables

Las islas del Pacífico están siendo golpeadas más duramente que la mayoría, sufriendo un «triple golpe» de calentamiento de los océanos, subida del nivel del mar y acidificación, que está dañando los ecosistemas, perjudicando los cultivos, contaminando las fuentes de agua dulce y destruyendo los medios de subsistencia.

El empeoramiento de las inundaciones y las tormentas tropicales ya están devastando las islas. Según el informe, en 2023, 34 «fenómenos de peligro hidrometeorológico» relacionados principalmente con tormentas o inundaciones condujeron a más de 200 muertes y afectaron a 25 millones de personas en la región.

El océano está «experimentando cambios que serán irreversibles durante siglos», declaró la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo.

«Las actividades humanas han debilitado la capacidad del océano para sostenernos y protegernos y a través del aumento del nivel del mar están transformando a un amigo de toda la vida en una amenaza creciente».

En un segundo informe publicado el martes, el equipo de acción climática de la ONU afirmó que la crisis climática y la subida del nivel del mar «ya no son amenazas lejanas», especialmente para el Pacífico.

Las islas del Pacífico sólo representan el 0,02% de las emisiones mundiales, pero están «singularmente expuestas», dijo Guterres.

«Se trata de una región con una elevación media de apenas 1 ó 2 metros sobre el nivel del mar, donde cerca del 90% de la población vive a menos de 5 kilómetros de la costa y donde la mitad de las infraestructuras se encuentran a menos de 500 metros del mar», dijo.

Si el mundo continúa su camino de calentamiento a 3 °C por encima de los niveles preindustriales, las islas del Pacífico pueden esperar registrar al menos otros 15 centímetros de subida adicional del nivel del mar para 2050 y más de 30 días de inundaciones costeras al año, según el informe.

En 2021, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático concluyó que es «inequívoco» que el ser humano ha provocado la crisis climática y que ya se han producido «cambios generalizados y rápidos», algunos de ellos irreversibles.

Según el informe del martes, «las nuevas investigaciones sobre los ‘puntos de inflexión’ climáticos y la dinámica de las capas de hielo están haciendo saltar las alarmas entre los científicos ante la posibilidad de que la futura subida del nivel del mar sea mucho mayor y se produzca antes de lo que se pensaba».

Aunque las islas del Pacífico se enfrentan a impactos «severos y desproporcionados» de la subida del nivel del mar, se trata de un problema global que plantea «grandes riesgos para la seguridad y la sostenibilidad de muchas islas bajas, populosas megaciudades costeras, grandes deltas agrícolas tropicales y comunidades árticas», señalaron los responsables del clima.

Ambos informes hacen un llamamiento a los líderes mundiales para que mejoren los sistemas de advertencia temprana para las comunidades vulnerables, aumenten considerablemente la financiación para la resiliencia y la adaptación, y realicen recortes profundos, rápidos e inmediatos de las emisiones para mantener el calentamiento global dentro del límite de aumento de 1,5 °C, un umbral crítico que los líderes mundiales acordaron no superar para evitar impactos climáticos catastróficos.

«La crecida de los mares viene a por todos nosotros», dijo Guterres. «El mundo debe mirar al Pacífico y escuchar a la ciencia… si salvamos el Pacífico, también nos salvaremos a nosotros mismos».

 

«El océano se está desbordando»: ONU lanza un SOS global ante informes de que el nivel del mar en el Pacífico sobrepasa la media mundial

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Álvaro Salazar Vélez: STEAM una más del modelo educativo neoliberal que poco o nada aportara al desarrollo de la ciencia en Colombia  

Este es un sencillo escrito sobre la irrupción del movimiento STEAM en el contexto educativo colombiano. Este escrito de naturaleza crítica y reflexiva se elabora a partir de mi experiencia como profesor de matemática y física por más de 30 años en la secundaria y universidad.

 

Trato de analizar la aportación, pertinencia y viabilidad del movimiento STEAM en el proceso de mejora que requiere la educación científica en el país.

 

Es difícil negar que, en los últimos tiempos, todo lo relacionado con el movimiento STEM, o STEAM si se añade la A de artes, ha tomado un protagonismo grande en el ámbito de la enseñanza de la ciencia.

 

Se trata, sin ninguna duda, del término de moda, ponga STEAM en su vida académica y seguro que todo le irá mejor, o, parafraseando el título de una canción de Amaral, SIN STEAM NO SOY NADA.

 

STEAM se fomenta, de manera obsesiva en el panorama educativo colombiano dejando de lado que una buena parte del profesorado no tiene claro qué implica una educación enmarcada en este movimiento, ni reúne, en su inmensa mayoría, las habilidades y capacidades docentes necesarias para llevar a cabo este en el aula con garantías y autonomía suficientes, convirtiendo su aplicación en una verdadera improvisación

 

Esta dificultad se acentúa de manera significativa cuando STEAM se intenta aplicar en los niveles educativos más básicos, primaria y básica secundaria.

 

El movimiento STEAM, ha llegado al contexto educativo, como llego la neuro psicopedagogía, solo para vender humo de forma un tanto ruidosa, pero sin ningún asidero real.

 

El movimiento STEM surge en Estados Unidos, durante la década del 90, con un claro propósito económico-productivo: promocionar las disciplinas que constituyen la base para mejorar la competitividad del país y toma impulso en Latinoamérica con un claro trasfondo político-económico de corte neoliberal.

 

Esta perspectiva neoliberal de la educación STEAM se ha extendido como reflejo de la Globalización hegemónica existente en el mundo y se aplica porque es una orden de los organismos multilaterales del crédito. Sin importar si es malo o bueno.

 

 

 

El nombre STEAM en inglés le permite venderse con más glamur al denominado ámbito curricular científico-tecnológico; el cual, en nuestro contexto educativo siempre ha incluido las matemáticas, las ciencias de la naturaleza y la tecnología, ósea STEAM es vino viejo en odres nuevos.

 

Lamentablemente, desde el ámbito de la pedagogía se está contribuyendo a esta concepción ingenua de la tecnología y la ciencia al aplicarlo sin ningún análisis crítico de sus consecuencias para la formación de los estudiantes.

 

Cuando se habla de tecnología en educación, básicamente se hace referencia exclusiva al uso de herramientas TIC en los procesos de enseñanza/aprendizaje.

 

Con el STEAM se nos está engañando, diciendo que la gran diferencia del movimiento STEAM, es intentar ir más allá de lo que se ha hecho con la tecnología..

 

STEAM aparece, como un nuevo enfoque educativo de integración curricular, olvidando adrede que existen propuestas anteriores, enmarcadas en la idea de fusionar varias materias escolares del ámbito científico-tecnológico, que han resultado poco eficaces y de escasa trascendencia en la práctica educativa

 

Por qué STEAM puede ser diferente, si la carrera docente y los planes de formación del profesorado en ciencias siguen prácticamente igual tras décadas de formación.

 

Ahora el movimiento STEAM irrumpe en nuestro contexto educativo, cuando todavía no han terminado de madurar otros enfoques y planteamientos didácticos, que también fueron sugeridos antes como la panacea educativa.

 

Me refiero, por ejemplo, al aprendizaje por proyectos, el aprendizaje basado en problemas, el aprendizaje mediante indagación, y el enfoque Ciencia-Tecnología-Sociedad (CTS), con sus distintas variantes y misceláneas.

 

Entonces, la pregunta es: ¿Qué pruebas empíricas provee la investigación didáctica sobre la efectividad del enfoque STEAM?

 

Algo grave es que el modelo STEAM olvida o no enfoca adecuadamente la perspectiva social y humanística ligada al desarrollo científico y no integra aspectos de las ciencias sociales y humanas.

 

Al hilo de todo esto, quisiera comentar también que encuentro cierta falacia en el discurso del movimiento educativo STEAM cuando se apela a que, con este, se promueve una analogía escolar del quehacer de los profesionales de esas materias, como si estos fuesen profundos conocedores de la ciencia.

 

Si lo que persigue la educación STEAM, es mejorar la competencia científico-tecnológica de la ciudadanía, desde mi óptica esto es falso pues este modelo no viene a aportar nada nuevo.

 

 

Para mí, lo preocupante del movimiento educativo STEAM es:

 

Que no haya sido conceptualizado y analizado adecuadamente antes de aplicarlo en las aulas de clase.

 

Que una parte importante de propuestas educativas enmarcadas bajo el lema

de STEAM sean, en realidad, aquellas que hasta hace poco eran propuestas de enseñanza de la ciencia.

 

Que no exista un marco bien fundamentado y específico de conocimiento didáctico del contenido para la educación STEAM, ni sobre la naturaleza epistemológica de ese conglomerado de materias con vistas a una buena enseñanza.

 

Que no existan programas de formación de profesorado y propuestas de enseñanza realistas para su implementación en las aulas.

 

Que antes de aplicar el modelo no se hallan contextualizado los contenidos escolares del ámbito científico-tecnológico en la realidad social y cultural que circunda al alumnado.

 

A lo anterior hay que añadir que, en la formación de las y los futuros docentes en el ámbito científico-tecnológico, participa profesorado universitario que no tiene la preparación y trayectoria académica necesarias en las didácticas correspondientes, convirtiendo la formación en un negocio, típico asunto típico de la universidad neoliberal

 

Me parece desconcertante que la educación en el modelo STEAM se promueva desde la didáctica de la ciencia con una naturalidad y firmeza tales, que me atrevo a decir que se trata de un caso de posverdad dentro de una disciplina académica.

 

El STEAM me parece una teoría que, aunque no está probado si funciona, se pone de moda, se promueve y acepta por una parte importante de la sociedad y la comunidad educativa solo porque lo mandan los dueños del poder.

 

Porque la pregunta clave es: ¿Debe la didáctica de la ciencia promocionar un enfoque educativo que no ha demostrado ser útil a maestros y comunidad educativa?

 

El propósito de este escrito es analizar con una mirada crítica particular la llegada del movimiento STEAM al ámbito educativo colombiano.

 

Por otra parte, soy consciente de que, en el debate sobre el futuro de la educación STEAM, como sucede con otros muchos asuntos educativos, hay quienes ven el vaso medio lleno, quienes lo ven lleno y quienes lo vemos vacío.

 

Personalmente, no soy optimista, que el desarrollo e implementación del modelo STEAM se traduzca en propuestas sólidas, bien fundamentadas y efectivas para mejorar la alfabetización científica de la ciudadanía.

 

De hecho, a lo largo de mi trayectoria docente siempre fue una constante desarrollar con mi alumnado planteamientos educativos basados en la integración de contenidos de diferentes áreas curriculares; principalmente enmarcados en el enfoque CTS

 

Mi escepticismo con el enfoque STEAM se deriva, del panorama actual de la formación del profesorado de ciencias.

 

Hace años se vienen apuntando las dificultades y mejoras necesarias en la formación , con relación al profesorado de niveles educativos elementales sin que se haga nada al respecto.

 

Incluso, hasta el punto de cuestionarse si la formación en pedagogía y didáctica de la ciencia es objetivamente viable con maestros de Primaria.

 

Por tanto, me resulta inevitable pensar que el movimiento STEAM llega a la enseñanza de la ciencia como una nueva distracción en el proceso de mejora que requiere, a todas luces, la educación científica básica en este país

 

Soy plenamente consciente de todas las características que debería reunir un buen profesorado de ciencia y del camino que aún queda por recorrer para conseguirlas en nuestro contexto educativo

 

Espero que este escrito crítico contribuya a un debate profundo en torno a la promoción y posibilidades reales del enfoque STEAM, en el contexto educativo de este país.

Cortesía del Autor para el Portal Otras Voces en Educación

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Ciencia, ética e IA: un decálogo para una integración responsable

Por: Melissa Guerra Jáuregui

En el Research Lab del IFE, el R4C-IRG Grupo de Investigación Interdisciplinar: Pensamiento complejo para todos y la Unidad de Tecnología Educativa, elaboró un conjunto de buenas prácticas para la integración responsable de la IA en ciencia. Conoce más sobre la relación de la ética y la investigación aquí.

El rol de la Inteligencia Artificial (IA) dentro del campo científico ha revolucionado la forma de hacer ciencia. Gracias a ésta, se ha facilitado y optimizado el trabajo en la investigación científica, desde la automatización de procesos, el análisis de grandes cantidades de datos o patrones, hasta nuevas formas de gestionar, crear y examinar infinidad de recursos.

Los avances en la tecnología han permitido que la interacción humano-máquina sea más sencilla con la implementación de comandos (prompts), sin tener la necesidad de saber sobre programación avanzada.

Sin embargo, existen preocupaciones sobre el uso de la IA en el ámbito científico (así como en muchas áreas), por ejemplo, la integridad en investigación, el uso y la privacidad de los datos, entre otras. Por tanto, la ética se convierte en un imperativo para crear lineamientos sobre el uso honesto y responsable de la inteligencia artificial.

La IA como potenciador de la investigación científica

Actualmente, se considera a la IA como una herramienta imprescindible dentro del quehacer científico. Dentro del cúmulo de actividades que se pueden realizar con esta tecnología dentro del campo de investigación, se encuentran las siguientes:

  • Escritura académica.
  • Gestión, análisis, modelado e interpretación de datos.
  • Elaboración de tablas e imágenes.
  • Corrección de estilo (tono, estilo, etc.), traducción y parafraseo.
  • Simulaciones.
  • Búsqueda y organización de recursos.
  • Generador de títulos y palabras clave.

A tal efecto, la Universidad de Galileo ha creado la guía “Cómo utilizar ChatGPT para la investigación científica: Prompts efectivos”. Este manual práctico, didáctico y robusto se enfoca en la creación de prompts especializados para potenciar la investigación científica mediante la IA generativa.

Estas y otras herramientas impulsan el avance en el área de la investigación, mismas que conforme pasa el tiempo se mejoran en diseño, desarrollo y despliegue para asegurar versiones actualizadas y optimizadas para los end-users de estos instrumentos tecnológicos.

De acuerdo con Rocael Hernández-Rizzardini, Director del GES (Galileo Educational System) de la Universidad Galileo:

 

“La diversidad de herramientas de IA Generativa, provee al investigador actual de una tecnología para acelerar los diversos procesos científicos, muchos de los cuales previamente se hacían con una asistencia computacional básica, pero ahora se proveen capacidades para rápido análisis de contexto profundo, conectar información que antes estaba dispersa, y asistir con IA los diversos procesos de investigación”.

Por tanto, es fundamental que se planteen estrategias, que tengan una base ética y de legalidad, para que los procesos y el mismo conocimiento científico no se vea afectado por las implicaciones de la IA, perpetuando el progreso de la ciencia y el bienestar de la humanidad.

Recomendaciones para implementar IA en investigación

Estas son las recomendaciones elaboradas por el R4C-IRG Grupo de Investigación Interdisciplinar: Pensamiento complejo para todos y la Unidad de Tecnología Educativa del Instituto para el Futuro de la Educación (IFE) sobre el uso de la IA generativa en el quehacer científico:

  1. Garantizar la integridad científica y ética al emplear IA en la investigación: se debe considerar como una herramienta auxiliar, pero no como una solución definitiva.
  2. Asegurar la confidencialidad de datos personales y cumplir con las normativas globales de protección de estos: se debe realizar durante todo el proceso de su uso.
  3. Efectuar un análisis crítico de los datos generados por IA: mediante elreconocimiento de sus limitaciones técnicas y la influencia de la calidad de los prompts en los resultados.
  4. Verificar y validar rigurosamente la información obtenida: asegurar la validez y la relevancia de los resultados, y asumiendo la responsabilidad en su interpretación y aplicación.
  5. Documentar detalladamente los métodos y herramientas utilizados: especificar claramente la autoría y el grado de contribución de la IA en los resultados de la investigación.
  6. Actuar activamente para identificar, reducir y evitar sesgos en la investigación: promover un uso íntegro y responsable de esta tecnología.
  7. Mantenerse continuamente actualizado sobre los avances en IA: diversificar la experimentación con herramientas, y fomentar su uso creativo y efectivo en la investigación.
  8. Realizar revisiones periódicas y adaptaciones de las normativas de IA: se debe asegurar una alineación continua de los principios éticos con la integridad científica.
  9. Fomentar la colaboración interdisciplinaria para enriquecer el intercambio de conocimientos: aprovechar la sinergia entre la IA y el conocimiento humano.
  10. Compartir activamente fuentes de IA relevantes para la investigación y ofrecer formación a otros investigadores sobre su aplicación efectiva.

Es importante destacar que la inteligencia artificial contiene en sí un entorno fluctuante, por lo que su diseño, desarrollo e implementación seguirá en constante crecimiento, así como la adaptación de los lineamientos éticos. Es inevitable pensar que esta tecnología no irrumpa en todas las esferas que atañen al ser humano.

En este sentido, Nacho Despujol de la Universitat Politècnica de València, menciona lo siguiente:

 

“La evolución de las herramientas de inteligencia artificial ha entrado en una fase de crecimiento exponencial con lo que, quien no esté preparado para incorporarlas, estará en una importante desventaja en un plazo muy breve, pero, como toda herramienta nueva de gran potencia, su uso inadecuado conlleva riesgos importantes, por lo que es imprescindible sentar unas bases adecuadas para empezar lo antes posible de forma correcta”.

Por ende, la forma de realizar investigación se ha reformulado gracias a la IA, por lo que es necesario reflexionar y accionar sobre las implicaciones éticas que esto conlleva.

Ética, ciencia e IA

Para entender el campo de la ética y la inteligencia artificial (AI ethics) se debe comprender un concepto que le brindó las bases a esta nueva disciplina: la ética de las máquinas (machine ethics or machine morality).

Esta noción se refiere a la creación y adhesión de las máquinas a los principios éticos durante los procesos de toma de decisiones. Aborda las cuestiones del estatus moral de las máquinas, es decir, si se les debe atribuir derechos legales y morales. Su esencia es de carácter interdisciplinario y multidisciplinario, esto al estar dentro del dominio de la ética de la tecnología (technology ethics).

¿Por qué es importante la ética en la ciencia?

Los esfuerzos por incorporar la ética dentro del campo tecnológico, y más en una era en donde los sistemas se vuelven más pragmáticos, automáticos e inteligentes, se debe a que existe una necesidad de regulación y acción ante una gran variedad de nuevos retos, entre los cuales se encuentran los siguientes:

  • Privacidad y vigilancia
  • Manipulación de la conducta
  • Opacidad y falta de transparencia
  • Sesgos (sistemático, modelado, exclusión, interpretación, etc.)
  • Interacciones humano-máquina
  • Impacto en el campo laboral
  • Ética de las máquinas
  • Estatus moral de las máquinas/sistemas inteligentes
  • Singularidad tecnológica

Integraciones éticas

Generales

Existen múltiples modelos que buscan la integración de la ética en el dominio de las máquinas y los sistemas inteligentes:

En la investigación científica

A raíz de la integración de la inteligencia artificial en la investigación científica surgen nuevos dilemas éticos y de integridad que deben estudiarse en profundidad. Del mismo modo, se debe analizar el impacto que los sesgos en los algoritmos puedan tener sobre el conocimiento científico.

Miguel Morales, Director del área de Educación Digital de la Universidad de Galileo, expone que:

 

“La implementación de la IA en la investigación debe ser guiada por principios éticos sólidos, que aseguren la integridad, la equidad y la responsabilidad en todas las etapas del proceso investigativo. Solo así podremos confiar plenamente en los hallazgos generados y en su capacidad para contribuir positivamente a la sociedad”.

Por ende, para responder a estos desafíos éticos (sesgos, integridad, responsabilidad, etc.), los sistemas inteligentes deben priorizar que su desarrollo y diseño se enfoque en la transparencia, así como en su capacidad de ser explicable (explainable AI) y auditable.

Además, se debe considerar el término de la gobernanza ética de la IA (AI ethical governance), puesto que se requieren lineamientos y reglas que puedan ser flexibles y adaptables para guiar el desarrollo e implementación responsable y exitoso de la tecnología, asegurando el progreso y el conocimiento.

La integración de la ética en la investigación científica es un proceso que requiere de colaboración en diversas áreas. Por tanto, demanda un enfoque con educación, transparencia, responsabilidad y participación proactiva.

El impacto de la IA en las publicaciones científicas

Las instituciones y los equipos de investigación deben tomar en cuenta las nuevas normas y lineamientos editoriales sobre el uso de la IA en investigación, puesto que cada editorial tiene distintos grados de aceptación y uso en sus publicaciones. Esto con el fin de promover la legalidad, ética e integridad del trabajo científico.

Es imperativa la actualización y la noción de estas nuevas modificaciones para que las y los investigadores conozcan los alcances y limitaciones del uso de la IA para ciertas casas editoriales científicas.

La finalidad de estas regulaciones demarca la preocupación de la comunidad científica por la búsqueda de los marcos legales, éticos y de integridad dentro de la investigación con IA.


La integración de la IA con la ciencia es un campo amplio que debe ser explorado y empleado con fines benéficos para la humanidad. Se requiere de responsabilidad, transparencia, así como de principios éticos y académicos para su despliegue sea en pro de la investigación, alineado al marco de la legalidad.

Tampoco hay que olvidar que, gracias a su exponencial crecimiento, se debe tener una mente flexible que pueda seguir el paso de su avance y de los cambios que esto pueda traer al campo científico.

Fuente de la información e imagen:  https://observatorio.tec.mx

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