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Los Premios Nobel de este año demuestran por qué la IA va a cambiar la ciencia por completo

La inteligencia artificial ha sido una herramienta clave para lograr varios de los descubrimientos científicos galardonados con el Premio Nobel de este año. ¿Es este el primer paso hacia el primer nobel no humano?

Los Premios Nobel en física y química de 2024 nos han permitido asomarnos al futuro de la ciencia. La inteligencia artificial (IA) ha sido fundamental para los descubrimientos galardonados con ambos premios. Lo que lleva a preguntarse qué pensaría Alfred Nobel, el fundador de los premios, de todo esto.

Veremos con toda seguridad muchas más medallas Nobel entregadas a investigadores que utilizaron herramientas de inteligencia artificial. Mientras esto sucede, podemos encontrar que los métodos científicos galardonados por el comité del Nobel se apartan de categorías sencillas como «física», «química» y “fisiología o medicina”. También podemos ver que los antecedentes científicos de los galardonados mantienen una conexión más vaga con estas categorías. El premio de física de este año recayó en el estadounidense John Hopfield, de la Universidad de Princeton y el británico Geoffrey Hinton, de la Universidad de Toronto. Si bien Hopfield es físico, Hinton estudió psicología experimental antes de gravitar hacia la IA.

El premio de química lo compartieron el bioquímico David Baker, de la Universidad de Washington, y los informáticos Demis Hassabis y John Jumper, ambos de Google DeepMind en el Reino Unido.

Existe una estrecha conexión entre los avances basados ​​en la IA premiados en las categorías de física y química. Hinton ayudó a desarrollar un método utilizado por DeepMind para hacer predecir la forma de las proteínas. Los galardonados en física, en particular Hinton, sentaron las bases del poderoso campo conocido como aprendizaje automático. Este es un subconjunto de la IA que se ocupa de algoritmos, conjuntos de reglas para realizar tareas computacionales específicas. El trabajo de Hopfield no se utiliza particularmente en la actualidad, pero el algoritmo de retropropagación (coinventado por Hinton) ha tenido un tremendo impacto sobre muchas ciencias y tecnologías diferentes. Se trata de redes neuronales, un modelo de informática que imita la estructura y función del cerebro humano para procesar datos. La retropropagación permite a los científicos entrenar enormes redes neuronales. Si bien el comité del Nobel hizo todo lo posible para conectar este influyente algoritmo con la física, es justo decir que el vínculo no es directo.

 

El anuncio de los ganadores del Premio Nobel de Física 2024, John J. Hopfield y Geoffrey E. Hinton. (EFE – Christine Olsson)

Entrenar un sistema de aprendizaje automático implica exponerlo a grandes cantidades de datos, a menudo de Internet. El avance de Hinton finalmente permitió el entrenamiento de sistemas como GPT (la tecnología detrás de ChatGPT) y los algoritmos de IA AlfaGo y AlfaFold, desarrollado por Google DeepMind. Por tanto, el impacto de la retropropagación ha sido enorme.

AlphaFold 2 de DeepMind resolvió un problema de hace 50 años: predecir las estructuras complejas de las proteínas a partir de sus componentes moleculares, los aminoácidos. Cada dos años, desde 1994, los científicos organizan un concurso para encontrar la mejor manera de predecir las estructuras y formas de las proteínas a partir de las secuencias de sus aminoácidos. El concurso se llama Evaluación crítica de predicción de estructuras (CASP). En los últimos concursos, los ganadores de CASP han utilizado alguna versión de AlphaFold de DeepMind. Por lo tanto, se puede trazar una línea directa entre la retropropagación de Hinton y el avance AlphaFold 2 de Google DeepMind. David Baker utilizó un programa informático llamado Rosetta para lograr la difícil hazaña de construir nuevos tipos de proteínas. Tanto el enfoque de Baker como el de DeepMind tienen un enorme potencial para aplicaciones futuras. Atribuir crédito siempre ha sido un aspecto controvertido de los Premios Nobel. Solo un máximo de tres investigadores pueden compartir un Nobel. Pero los grandes avances científicos son colaborativos. Los artículos científicos pueden tener 10, 20, 30 autores o más. Más de un equipo podría contribuir a los descubrimientos galardonados por el comité del Nobel.

Este año es posible que tengamos más debates sobre la atribución de la investigación sobre el algoritmo de retropropagación, que ha sido reivindicada por varios investigadores, así como sobre la atribución general de un descubrimiento a un campo como la física. Ahora tenemos una nueva dimensión del problema de la atribución. Cada vez es menos claro si siempre seremos capaces de distinguir entre las contribuciones de los científicos humanos y las de sus colaboradores artificiales: las herramientas de inteligencia artificial que ya están ayudando a ampliar los límites de nuestro conocimiento.

En el futuro, ¿podremos ver a las máquinas ocupar el lugar de los científicos y a los humanos desempeñar un papel de apoyo? Si es así, tal vez la herramienta de inteligencia artificial obtenga el principal Premio Nobel y los humanos necesiten su propia categoría.

https://www.elconfidencial.com/tecnologia/novaceno/2024-10-11/inteligencia-artificial-premio-nobel-ciencia-futuro-investigacion_3981159/

 

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China influye en Brasil a través de universidades

El mundo académico de Brasil se ve cada vez más amenazado por la influencia de China. En los últimos años, las principales instituciones de enseñanza superior del país, establecieron asociaciones con instituciones chinas a un ritmo cada vez mayor, como la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp) y la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG). Los expertos advierten de los riesgos de este creciente poder blando utilizado por Pekín para promover el modelo chino.

“La influencia de China en las universidades brasileñas nunca ha sido mayor”, dijo a Diálogo el periodista Gabriel de Arruda Castro, editor del periódico brasileño Gazeta do Povo. “Obviamente, esto abre la puerta a la presencia de representantes de un régimen autoritario, lo que no ocurre cuando Brasil establece asociaciones académicas con países como Alemania o Francia”.

En enero de 2023, Castro publicó un artículo señalando la creciente influencia de China en las universidades brasileñas. “Desde entonces, esta influencia incluso ha aumentado”, afirma. “Instituciones como la Universidad de Brasilia (UnB) y la Universidad Federal de Santa María, firmaron otras asociaciones o reforzaron las que ya tenían [con instituciones chinas]”.

Aunque los acuerdos entre universidades brasileñas y extranjeras son habituales, Castro señala que estos países respetan la independencia y la autonomía académica de sus centros de enseñanza. Las universidades chinas, en cambio, están sometidas al estricto control del Gobierno de Pekín. “Desde el punto de vista del régimen chino, no tiene ningún sentido financiar ningún proyecto que pueda criticar al modelo chino”, afirma Castro.

Amenaza silenciosa en Brasil

El poder blando de China también crece en las universidades de todo el mundo. La diferencia es que en Brasil crece silenciosamente, mientras que en otros países está causando preocupación, dice Castro.

En Inglaterra, por ejemplo, un reciente documental de Channel 4 indica que las universidades sufren “la injerencia del Estado chino y la represión de disidentes en suelo inglés. Pekín apunta cada vez más a los campus universitarios para ejercer una fuerte influencia en todo el mundo”, afirma un informe de 2023 del laboratorio de ideas estadounidense Council on Foreign Relations.

En Brasil, en cambio, la influencia china crece sin trabas entre los muros universitarios, dice Castro. “No hay debate en Brasil sobre los riesgos de abrir las puertas, sin mucho cuidado, a un régimen que es autoritario y tiene la costumbre de promover el espionaje”, afirma Castro. “Nadie se preocupa por esto en Brasil”.

Instituto Confucio

Parte de la influencia china en las universidades brasileñas es inyectada a través de asociaciones con el Instituto Confucio, una organización vinculada al Ministerio de Educación chino, cuya misión oficial es difundir su cultura y su lengua.

Con sedes en más de 150 países, el Instituto afirma en su portal que las asociaciones están “basadas en los principios de respeto mutuo, consulta amistosa, igualdad y beneficio mutuo”. Pero la organización es criticada en varios países por socavar la libertad académica en las universidades que la acogen, participar en actividades de espionaje industrial y militar, y promover las opiniones del régimen chino en temas como Taiwán.

El 13 de agosto de 2020, el Departamento de Estado de los Estados Unidos designó al Instituto Confucio como “misión extranjera” de China, y señaló en un comunicado que “promueve la propaganda global de Pekín y su campaña de influencia maligna en las aulas. Los Institutos Confucio están financiados por la República Popular China y forman parte del aparato de propaganda e influencia global del Partido Comunista Chino”.

En 2023, la Oficina Federal Alemana para la Protección de la Constitución, calificó al Instituto Confucio como herramienta de influencia política. Afirmó en su informe anual que “Las actividades y formas de cooperación de China amenazan con socavar la libertad académica en el ámbito de la educación y la investigación”, publicó la agencia alemana de noticias Deutsche Welle.

Mientras tanto, en Brasil, el Instituto Confucio se extiende a gran velocidad. En la actualidad, 13 universidades brasileñas cuentan con filiales de la organización. La más reciente se creó en septiembre de 2023, en la Universidad Federal de Bahía (UFBA), mediante un acuerdo con la Universidad de Shanghai.

Según el sitio web de la UFBA, también hay filiales del Instituto Confucio en la Universidad Federal Fluminense, la Universidad Estatal Paulista, la Unicamp, la UNB, la UFMG, la Universidad Federal de Río Grande do Sul, la Universidad de Pernambuco, la Universidad Federal de Ceará, la Universidad Estatal de Pará (UEPA), la Fundación Armando Alvares Penteado, la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro y la Universidad Federal de Goiás.

Castro afirma que, por lo general, las asociaciones con el Instituto Confucio no implican que China envíe fondos directamente a las universidades. Pekín sólo paga a los profesores de mandarín en los espacios físicos existentes. De este modo, las universidades no se benefician económicamente de las asociaciones, pero sí de estrechar lazos con China.

“Obviamente, en estos casos no se cuestiona la visión oficial del régimen. Por tanto, la promoción de la cultura china se mezcla con la promoción del régimen chino”, afirma Castro. “En mi investigación no encontré ninguna perspectiva crítica de China”.

El resultado de estas asociaciones suele ser la exaltación del modelo chino en las universidades brasileñas. La Universidad Federal de Santa Catarina y la UEPA, por ejemplo, ofrecieron en los últimos años el curso en línea: China 1949-2025: de un país muy pobre a la mayor economía del mundo. El programa incluía temas como La ayuda rusa, 100 años del Partido Comunista Chino, El socialismo chino, y Becas en China, según los portales de las universidades.

Asociación tecnológica

La otra forma de influencia china en las universidades brasileñas son las asociaciones de innovación tecnológica en áreas como la agricultura. “Son áreas que requieren inversión financiera, y las universidades públicas brasileñas no siempre tienen esa capacidad. Así que China interviene ayudando a financiar laboratorios, por ejemplo, teniendo en cuenta la importancia de Brasil como exportador de materias primas agrícolas”, dice Castro.

En su opinión, estas iniciativas pueden entrañar un gran riesgo de espionaje. “Tal vez porque no es percibido como un adversario directo de China, Brasil tiene un poco menos de este aspecto [del espionaje]. Pero tal vez haya aquí un ‘espionaje blando’: saber dónde está Brasil en determinadas áreas de conocimiento, para luego utilizarlo como ventaja estratégica en una posible competencia en algún área o para ofrecer soluciones”, dice.

“Esto es más o menos lo que hacen en África por otros medios. Es decir, satisfacen la demanda local de forma pragmática al principio, pero hacen que estos países dependan cada vez más de China”, agrega Castro.

“Antes de entrar en asociaciones, incluidas las que implican recursos financieros, con regímenes extranjeros autoritarios como China, nuestros investigadores deberían ser un poco más cuidadosos. Lo mismo deberían hacer los gobiernos, que casi siempre son los mantenedores de estas universidades”, remarca Castro.

https://dialogo-americas.com/es/articles/china-influye-en-brasil-a-traves-de-universidades/

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«El océano se está desbordando»: ONU lanza un SOS global ante informes de que el nivel del mar en el Pacífico sobrepasa la media mundial

Una «catástrofe mundial» pone en peligro las islas del Pacífico y el mundo debe responder a los impactos devastadores y sin precedentes de la subida del nivel del mar «antes de que sea demasiado tarde», advirtió el jefe de las Naciones Unidas.

El secretario general de la ONU, António Guterres, lanzó el martes un mensaje global de alerta «Save Our Seas» (Salvemos nuestros mares) desde la nación insular de Tonga, en el Pacífico, con un llamamiento al mundo para que «aumente masivamente la financiación y el apoyo a los países vulnerables» en grave peligro por la crisis climática provocada por el ser humano.

«El océano se está desbordando», dijo Guterres. «Es una situación disparatada: la subida de los mares es una crisis enteramente provocada por la humanidad. Una crisis que pronto se agravará a una escala casi inimaginable, sin ningún bote salvavidas que nos lleve a un lugar seguro».

La terrible advertencia de Guterres se hizo durante una reunión del Foro de las Islas del Pacífico en Nukuʻalofa, la capital de Tonga, y coincidió con la publicación de dos informes de la ONU que detallan cómo la crisis climática está acelerando cambios desastrosos en el océano.

La temperatura de la superficie del mar en el Pacífico suroccidental ha aumentado tres veces más rápido que la media mundial desde 1980, según el informe sobre el estado del clima de la Organización Meteorológica Mundial.

Y el nivel del mar en la región ha subido casi el doble que la media mundial en los últimos 30 años, según el informe.

En ese tiempo, según el informe, las olas de calor marinas han duplicado su frecuencia y se han vuelto más intensas y prolongadas.

Los océanos han absorbido el 90% del calentamiento global, causado por los humanos que queman combustibles fósiles que liberan contaminación que atrapa el calor, según el informe.

Este calentamiento de los océanos está impulsando la subida del nivel del mar, ya que el agua se expande cuando se calienta, y el deshielo de las capas de hielo y los glaciares ha aumentado el volumen.

Los más vulnerables

Las islas del Pacífico están siendo golpeadas más duramente que la mayoría, sufriendo un «triple golpe» de calentamiento de los océanos, subida del nivel del mar y acidificación, que está dañando los ecosistemas, perjudicando los cultivos, contaminando las fuentes de agua dulce y destruyendo los medios de subsistencia.

El empeoramiento de las inundaciones y las tormentas tropicales ya están devastando las islas. Según el informe, en 2023, 34 «fenómenos de peligro hidrometeorológico» relacionados principalmente con tormentas o inundaciones condujeron a más de 200 muertes y afectaron a 25 millones de personas en la región.

El océano está «experimentando cambios que serán irreversibles durante siglos», declaró la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo.

«Las actividades humanas han debilitado la capacidad del océano para sostenernos y protegernos y a través del aumento del nivel del mar están transformando a un amigo de toda la vida en una amenaza creciente».

En un segundo informe publicado el martes, el equipo de acción climática de la ONU afirmó que la crisis climática y la subida del nivel del mar «ya no son amenazas lejanas», especialmente para el Pacífico.

Las islas del Pacífico sólo representan el 0,02% de las emisiones mundiales, pero están «singularmente expuestas», dijo Guterres.

«Se trata de una región con una elevación media de apenas 1 ó 2 metros sobre el nivel del mar, donde cerca del 90% de la población vive a menos de 5 kilómetros de la costa y donde la mitad de las infraestructuras se encuentran a menos de 500 metros del mar», dijo.

Si el mundo continúa su camino de calentamiento a 3 °C por encima de los niveles preindustriales, las islas del Pacífico pueden esperar registrar al menos otros 15 centímetros de subida adicional del nivel del mar para 2050 y más de 30 días de inundaciones costeras al año, según el informe.

En 2021, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático concluyó que es «inequívoco» que el ser humano ha provocado la crisis climática y que ya se han producido «cambios generalizados y rápidos», algunos de ellos irreversibles.

Según el informe del martes, «las nuevas investigaciones sobre los ‘puntos de inflexión’ climáticos y la dinámica de las capas de hielo están haciendo saltar las alarmas entre los científicos ante la posibilidad de que la futura subida del nivel del mar sea mucho mayor y se produzca antes de lo que se pensaba».

Aunque las islas del Pacífico se enfrentan a impactos «severos y desproporcionados» de la subida del nivel del mar, se trata de un problema global que plantea «grandes riesgos para la seguridad y la sostenibilidad de muchas islas bajas, populosas megaciudades costeras, grandes deltas agrícolas tropicales y comunidades árticas», señalaron los responsables del clima.

Ambos informes hacen un llamamiento a los líderes mundiales para que mejoren los sistemas de advertencia temprana para las comunidades vulnerables, aumenten considerablemente la financiación para la resiliencia y la adaptación, y realicen recortes profundos, rápidos e inmediatos de las emisiones para mantener el calentamiento global dentro del límite de aumento de 1,5 °C, un umbral crítico que los líderes mundiales acordaron no superar para evitar impactos climáticos catastróficos.

«La crecida de los mares viene a por todos nosotros», dijo Guterres. «El mundo debe mirar al Pacífico y escuchar a la ciencia… si salvamos el Pacífico, también nos salvaremos a nosotros mismos».

 

«El océano se está desbordando»: ONU lanza un SOS global ante informes de que el nivel del mar en el Pacífico sobrepasa la media mundial

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Álvaro Salazar Vélez: STEAM una más del modelo educativo neoliberal que poco o nada aportara al desarrollo de la ciencia en Colombia  

Este es un sencillo escrito sobre la irrupción del movimiento STEAM en el contexto educativo colombiano. Este escrito de naturaleza crítica y reflexiva se elabora a partir de mi experiencia como profesor de matemática y física por más de 30 años en la secundaria y universidad.

 

Trato de analizar la aportación, pertinencia y viabilidad del movimiento STEAM en el proceso de mejora que requiere la educación científica en el país.

 

Es difícil negar que, en los últimos tiempos, todo lo relacionado con el movimiento STEM, o STEAM si se añade la A de artes, ha tomado un protagonismo grande en el ámbito de la enseñanza de la ciencia.

 

Se trata, sin ninguna duda, del término de moda, ponga STEAM en su vida académica y seguro que todo le irá mejor, o, parafraseando el título de una canción de Amaral, SIN STEAM NO SOY NADA.

 

STEAM se fomenta, de manera obsesiva en el panorama educativo colombiano dejando de lado que una buena parte del profesorado no tiene claro qué implica una educación enmarcada en este movimiento, ni reúne, en su inmensa mayoría, las habilidades y capacidades docentes necesarias para llevar a cabo este en el aula con garantías y autonomía suficientes, convirtiendo su aplicación en una verdadera improvisación

 

Esta dificultad se acentúa de manera significativa cuando STEAM se intenta aplicar en los niveles educativos más básicos, primaria y básica secundaria.

 

El movimiento STEAM, ha llegado al contexto educativo, como llego la neuro psicopedagogía, solo para vender humo de forma un tanto ruidosa, pero sin ningún asidero real.

 

El movimiento STEM surge en Estados Unidos, durante la década del 90, con un claro propósito económico-productivo: promocionar las disciplinas que constituyen la base para mejorar la competitividad del país y toma impulso en Latinoamérica con un claro trasfondo político-económico de corte neoliberal.

 

Esta perspectiva neoliberal de la educación STEAM se ha extendido como reflejo de la Globalización hegemónica existente en el mundo y se aplica porque es una orden de los organismos multilaterales del crédito. Sin importar si es malo o bueno.

 

 

 

El nombre STEAM en inglés le permite venderse con más glamur al denominado ámbito curricular científico-tecnológico; el cual, en nuestro contexto educativo siempre ha incluido las matemáticas, las ciencias de la naturaleza y la tecnología, ósea STEAM es vino viejo en odres nuevos.

 

Lamentablemente, desde el ámbito de la pedagogía se está contribuyendo a esta concepción ingenua de la tecnología y la ciencia al aplicarlo sin ningún análisis crítico de sus consecuencias para la formación de los estudiantes.

 

Cuando se habla de tecnología en educación, básicamente se hace referencia exclusiva al uso de herramientas TIC en los procesos de enseñanza/aprendizaje.

 

Con el STEAM se nos está engañando, diciendo que la gran diferencia del movimiento STEAM, es intentar ir más allá de lo que se ha hecho con la tecnología..

 

STEAM aparece, como un nuevo enfoque educativo de integración curricular, olvidando adrede que existen propuestas anteriores, enmarcadas en la idea de fusionar varias materias escolares del ámbito científico-tecnológico, que han resultado poco eficaces y de escasa trascendencia en la práctica educativa

 

Por qué STEAM puede ser diferente, si la carrera docente y los planes de formación del profesorado en ciencias siguen prácticamente igual tras décadas de formación.

 

Ahora el movimiento STEAM irrumpe en nuestro contexto educativo, cuando todavía no han terminado de madurar otros enfoques y planteamientos didácticos, que también fueron sugeridos antes como la panacea educativa.

 

Me refiero, por ejemplo, al aprendizaje por proyectos, el aprendizaje basado en problemas, el aprendizaje mediante indagación, y el enfoque Ciencia-Tecnología-Sociedad (CTS), con sus distintas variantes y misceláneas.

 

Entonces, la pregunta es: ¿Qué pruebas empíricas provee la investigación didáctica sobre la efectividad del enfoque STEAM?

 

Algo grave es que el modelo STEAM olvida o no enfoca adecuadamente la perspectiva social y humanística ligada al desarrollo científico y no integra aspectos de las ciencias sociales y humanas.

 

Al hilo de todo esto, quisiera comentar también que encuentro cierta falacia en el discurso del movimiento educativo STEAM cuando se apela a que, con este, se promueve una analogía escolar del quehacer de los profesionales de esas materias, como si estos fuesen profundos conocedores de la ciencia.

 

Si lo que persigue la educación STEAM, es mejorar la competencia científico-tecnológica de la ciudadanía, desde mi óptica esto es falso pues este modelo no viene a aportar nada nuevo.

 

 

Para mí, lo preocupante del movimiento educativo STEAM es:

 

Que no haya sido conceptualizado y analizado adecuadamente antes de aplicarlo en las aulas de clase.

 

Que una parte importante de propuestas educativas enmarcadas bajo el lema

de STEAM sean, en realidad, aquellas que hasta hace poco eran propuestas de enseñanza de la ciencia.

 

Que no exista un marco bien fundamentado y específico de conocimiento didáctico del contenido para la educación STEAM, ni sobre la naturaleza epistemológica de ese conglomerado de materias con vistas a una buena enseñanza.

 

Que no existan programas de formación de profesorado y propuestas de enseñanza realistas para su implementación en las aulas.

 

Que antes de aplicar el modelo no se hallan contextualizado los contenidos escolares del ámbito científico-tecnológico en la realidad social y cultural que circunda al alumnado.

 

A lo anterior hay que añadir que, en la formación de las y los futuros docentes en el ámbito científico-tecnológico, participa profesorado universitario que no tiene la preparación y trayectoria académica necesarias en las didácticas correspondientes, convirtiendo la formación en un negocio, típico asunto típico de la universidad neoliberal

 

Me parece desconcertante que la educación en el modelo STEAM se promueva desde la didáctica de la ciencia con una naturalidad y firmeza tales, que me atrevo a decir que se trata de un caso de posverdad dentro de una disciplina académica.

 

El STEAM me parece una teoría que, aunque no está probado si funciona, se pone de moda, se promueve y acepta por una parte importante de la sociedad y la comunidad educativa solo porque lo mandan los dueños del poder.

 

Porque la pregunta clave es: ¿Debe la didáctica de la ciencia promocionar un enfoque educativo que no ha demostrado ser útil a maestros y comunidad educativa?

 

El propósito de este escrito es analizar con una mirada crítica particular la llegada del movimiento STEAM al ámbito educativo colombiano.

 

Por otra parte, soy consciente de que, en el debate sobre el futuro de la educación STEAM, como sucede con otros muchos asuntos educativos, hay quienes ven el vaso medio lleno, quienes lo ven lleno y quienes lo vemos vacío.

 

Personalmente, no soy optimista, que el desarrollo e implementación del modelo STEAM se traduzca en propuestas sólidas, bien fundamentadas y efectivas para mejorar la alfabetización científica de la ciudadanía.

 

De hecho, a lo largo de mi trayectoria docente siempre fue una constante desarrollar con mi alumnado planteamientos educativos basados en la integración de contenidos de diferentes áreas curriculares; principalmente enmarcados en el enfoque CTS

 

Mi escepticismo con el enfoque STEAM se deriva, del panorama actual de la formación del profesorado de ciencias.

 

Hace años se vienen apuntando las dificultades y mejoras necesarias en la formación , con relación al profesorado de niveles educativos elementales sin que se haga nada al respecto.

 

Incluso, hasta el punto de cuestionarse si la formación en pedagogía y didáctica de la ciencia es objetivamente viable con maestros de Primaria.

 

Por tanto, me resulta inevitable pensar que el movimiento STEAM llega a la enseñanza de la ciencia como una nueva distracción en el proceso de mejora que requiere, a todas luces, la educación científica básica en este país

 

Soy plenamente consciente de todas las características que debería reunir un buen profesorado de ciencia y del camino que aún queda por recorrer para conseguirlas en nuestro contexto educativo

 

Espero que este escrito crítico contribuya a un debate profundo en torno a la promoción y posibilidades reales del enfoque STEAM, en el contexto educativo de este país.

Cortesía del Autor para el Portal Otras Voces en Educación

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Ciencia, ética e IA: un decálogo para una integración responsable

Por: Melissa Guerra Jáuregui

En el Research Lab del IFE, el R4C-IRG Grupo de Investigación Interdisciplinar: Pensamiento complejo para todos y la Unidad de Tecnología Educativa, elaboró un conjunto de buenas prácticas para la integración responsable de la IA en ciencia. Conoce más sobre la relación de la ética y la investigación aquí.

El rol de la Inteligencia Artificial (IA) dentro del campo científico ha revolucionado la forma de hacer ciencia. Gracias a ésta, se ha facilitado y optimizado el trabajo en la investigación científica, desde la automatización de procesos, el análisis de grandes cantidades de datos o patrones, hasta nuevas formas de gestionar, crear y examinar infinidad de recursos.

Los avances en la tecnología han permitido que la interacción humano-máquina sea más sencilla con la implementación de comandos (prompts), sin tener la necesidad de saber sobre programación avanzada.

Sin embargo, existen preocupaciones sobre el uso de la IA en el ámbito científico (así como en muchas áreas), por ejemplo, la integridad en investigación, el uso y la privacidad de los datos, entre otras. Por tanto, la ética se convierte en un imperativo para crear lineamientos sobre el uso honesto y responsable de la inteligencia artificial.

La IA como potenciador de la investigación científica

Actualmente, se considera a la IA como una herramienta imprescindible dentro del quehacer científico. Dentro del cúmulo de actividades que se pueden realizar con esta tecnología dentro del campo de investigación, se encuentran las siguientes:

  • Escritura académica.
  • Gestión, análisis, modelado e interpretación de datos.
  • Elaboración de tablas e imágenes.
  • Corrección de estilo (tono, estilo, etc.), traducción y parafraseo.
  • Simulaciones.
  • Búsqueda y organización de recursos.
  • Generador de títulos y palabras clave.

A tal efecto, la Universidad de Galileo ha creado la guía “Cómo utilizar ChatGPT para la investigación científica: Prompts efectivos”. Este manual práctico, didáctico y robusto se enfoca en la creación de prompts especializados para potenciar la investigación científica mediante la IA generativa.

Estas y otras herramientas impulsan el avance en el área de la investigación, mismas que conforme pasa el tiempo se mejoran en diseño, desarrollo y despliegue para asegurar versiones actualizadas y optimizadas para los end-users de estos instrumentos tecnológicos.

De acuerdo con Rocael Hernández-Rizzardini, Director del GES (Galileo Educational System) de la Universidad Galileo:

 

“La diversidad de herramientas de IA Generativa, provee al investigador actual de una tecnología para acelerar los diversos procesos científicos, muchos de los cuales previamente se hacían con una asistencia computacional básica, pero ahora se proveen capacidades para rápido análisis de contexto profundo, conectar información que antes estaba dispersa, y asistir con IA los diversos procesos de investigación”.

Por tanto, es fundamental que se planteen estrategias, que tengan una base ética y de legalidad, para que los procesos y el mismo conocimiento científico no se vea afectado por las implicaciones de la IA, perpetuando el progreso de la ciencia y el bienestar de la humanidad.

Recomendaciones para implementar IA en investigación

Estas son las recomendaciones elaboradas por el R4C-IRG Grupo de Investigación Interdisciplinar: Pensamiento complejo para todos y la Unidad de Tecnología Educativa del Instituto para el Futuro de la Educación (IFE) sobre el uso de la IA generativa en el quehacer científico:

  1. Garantizar la integridad científica y ética al emplear IA en la investigación: se debe considerar como una herramienta auxiliar, pero no como una solución definitiva.
  2. Asegurar la confidencialidad de datos personales y cumplir con las normativas globales de protección de estos: se debe realizar durante todo el proceso de su uso.
  3. Efectuar un análisis crítico de los datos generados por IA: mediante elreconocimiento de sus limitaciones técnicas y la influencia de la calidad de los prompts en los resultados.
  4. Verificar y validar rigurosamente la información obtenida: asegurar la validez y la relevancia de los resultados, y asumiendo la responsabilidad en su interpretación y aplicación.
  5. Documentar detalladamente los métodos y herramientas utilizados: especificar claramente la autoría y el grado de contribución de la IA en los resultados de la investigación.
  6. Actuar activamente para identificar, reducir y evitar sesgos en la investigación: promover un uso íntegro y responsable de esta tecnología.
  7. Mantenerse continuamente actualizado sobre los avances en IA: diversificar la experimentación con herramientas, y fomentar su uso creativo y efectivo en la investigación.
  8. Realizar revisiones periódicas y adaptaciones de las normativas de IA: se debe asegurar una alineación continua de los principios éticos con la integridad científica.
  9. Fomentar la colaboración interdisciplinaria para enriquecer el intercambio de conocimientos: aprovechar la sinergia entre la IA y el conocimiento humano.
  10. Compartir activamente fuentes de IA relevantes para la investigación y ofrecer formación a otros investigadores sobre su aplicación efectiva.

Es importante destacar que la inteligencia artificial contiene en sí un entorno fluctuante, por lo que su diseño, desarrollo e implementación seguirá en constante crecimiento, así como la adaptación de los lineamientos éticos. Es inevitable pensar que esta tecnología no irrumpa en todas las esferas que atañen al ser humano.

En este sentido, Nacho Despujol de la Universitat Politècnica de València, menciona lo siguiente:

 

“La evolución de las herramientas de inteligencia artificial ha entrado en una fase de crecimiento exponencial con lo que, quien no esté preparado para incorporarlas, estará en una importante desventaja en un plazo muy breve, pero, como toda herramienta nueva de gran potencia, su uso inadecuado conlleva riesgos importantes, por lo que es imprescindible sentar unas bases adecuadas para empezar lo antes posible de forma correcta”.

Por ende, la forma de realizar investigación se ha reformulado gracias a la IA, por lo que es necesario reflexionar y accionar sobre las implicaciones éticas que esto conlleva.

Ética, ciencia e IA

Para entender el campo de la ética y la inteligencia artificial (AI ethics) se debe comprender un concepto que le brindó las bases a esta nueva disciplina: la ética de las máquinas (machine ethics or machine morality).

Esta noción se refiere a la creación y adhesión de las máquinas a los principios éticos durante los procesos de toma de decisiones. Aborda las cuestiones del estatus moral de las máquinas, es decir, si se les debe atribuir derechos legales y morales. Su esencia es de carácter interdisciplinario y multidisciplinario, esto al estar dentro del dominio de la ética de la tecnología (technology ethics).

¿Por qué es importante la ética en la ciencia?

Los esfuerzos por incorporar la ética dentro del campo tecnológico, y más en una era en donde los sistemas se vuelven más pragmáticos, automáticos e inteligentes, se debe a que existe una necesidad de regulación y acción ante una gran variedad de nuevos retos, entre los cuales se encuentran los siguientes:

  • Privacidad y vigilancia
  • Manipulación de la conducta
  • Opacidad y falta de transparencia
  • Sesgos (sistemático, modelado, exclusión, interpretación, etc.)
  • Interacciones humano-máquina
  • Impacto en el campo laboral
  • Ética de las máquinas
  • Estatus moral de las máquinas/sistemas inteligentes
  • Singularidad tecnológica

Integraciones éticas

Generales

Existen múltiples modelos que buscan la integración de la ética en el dominio de las máquinas y los sistemas inteligentes:

En la investigación científica

A raíz de la integración de la inteligencia artificial en la investigación científica surgen nuevos dilemas éticos y de integridad que deben estudiarse en profundidad. Del mismo modo, se debe analizar el impacto que los sesgos en los algoritmos puedan tener sobre el conocimiento científico.

Miguel Morales, Director del área de Educación Digital de la Universidad de Galileo, expone que:

 

“La implementación de la IA en la investigación debe ser guiada por principios éticos sólidos, que aseguren la integridad, la equidad y la responsabilidad en todas las etapas del proceso investigativo. Solo así podremos confiar plenamente en los hallazgos generados y en su capacidad para contribuir positivamente a la sociedad”.

Por ende, para responder a estos desafíos éticos (sesgos, integridad, responsabilidad, etc.), los sistemas inteligentes deben priorizar que su desarrollo y diseño se enfoque en la transparencia, así como en su capacidad de ser explicable (explainable AI) y auditable.

Además, se debe considerar el término de la gobernanza ética de la IA (AI ethical governance), puesto que se requieren lineamientos y reglas que puedan ser flexibles y adaptables para guiar el desarrollo e implementación responsable y exitoso de la tecnología, asegurando el progreso y el conocimiento.

La integración de la ética en la investigación científica es un proceso que requiere de colaboración en diversas áreas. Por tanto, demanda un enfoque con educación, transparencia, responsabilidad y participación proactiva.

El impacto de la IA en las publicaciones científicas

Las instituciones y los equipos de investigación deben tomar en cuenta las nuevas normas y lineamientos editoriales sobre el uso de la IA en investigación, puesto que cada editorial tiene distintos grados de aceptación y uso en sus publicaciones. Esto con el fin de promover la legalidad, ética e integridad del trabajo científico.

Es imperativa la actualización y la noción de estas nuevas modificaciones para que las y los investigadores conozcan los alcances y limitaciones del uso de la IA para ciertas casas editoriales científicas.

La finalidad de estas regulaciones demarca la preocupación de la comunidad científica por la búsqueda de los marcos legales, éticos y de integridad dentro de la investigación con IA.


La integración de la IA con la ciencia es un campo amplio que debe ser explorado y empleado con fines benéficos para la humanidad. Se requiere de responsabilidad, transparencia, así como de principios éticos y académicos para su despliegue sea en pro de la investigación, alineado al marco de la legalidad.

Tampoco hay que olvidar que, gracias a su exponencial crecimiento, se debe tener una mente flexible que pueda seguir el paso de su avance y de los cambios que esto pueda traer al campo científico.

Fuente de la información e imagen:  https://observatorio.tec.mx

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La era de la anticiencia

Por: Paulette Delgado

 

A nivel mundial son cada vez más las personas que no creen en la ciencia. ¿Qué es lo que provoca esta actitud y qué efectos tienen en la sociedad?

A través del tiempo, la creación, el alcance y la repercusión de mitos sobre la comunidad científica han estado bajo la influencia de diversos factores: política, religión, sociedad, psicología y economía. Sin embargo, algunos persisten mucho después de que la evidencia científica sólida ha presentado explicaciones alternativas. Parece que la sociedad ha descendido a una Edad Oscura en la que los científicos son presentados como enemigos y conspiradores con intereses globales.

No hay mejor ejemplo de esto que lo que comenzó hace cuatro años por estas fechas, la pandemia por COVID-19 de 2020, un suceso que cobró la vida de millones de personas. Durante esta época la respuesta de muchas personas fue no creer en el virus ni en la comunidad científica, que comprobó su gravedad y creó una vacuna para salvar a millones de personas.

Las vacunas suelen ser desarrolladas por científicos médicos que trabajan día y noche tratando de desarrollar nuevas curas, nuevas vacunas, no es algo que ocurre de la nada. Estas deben pasar por un sistema de seguimiento avanzado y ser avalado por sistemas gubernamentales como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés), en el caso de Estados Unidos, que han sido construidos y utilizados por décadas.

Según una investigación del Centro Peterson de Atención Médica y KFF, de junio de 2021 a marzo de 2022 hubo alrededor de 234.000 muertes evitables por COVID-19 en Estados Unidos si tan solo las personas que contagiaron del virus se hubieran vacunado. Tan solo en el estado de Texas, se estima que 40,000 personas murieron porque se negaron a vacunarse.

Hablando sobre su experiencia con las vacunas durante la pandemia, el doctor Robert Froehlke dijo para el New York Times “Antes podíamos convencer más gracias a nuestra experiencia y formación.” Ahora, dice que cita los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades u otras fuentes oficiales solo para no ser acusado de ser un cómplice de alguna gran conspiración.  «Es muy preocupante esta falta de confianza», dice el Dr. Froehlke.

La verdad es que la falta de confianza no es algo nuevo. En 1998, el académico desacreditado, Andrew Jeremy Wakefield, publicó en The Lancet  el paper The MMR vaccine and autism: Sensation, refutation, retraction, and fraud, una investigación engañosa que afirmaba un vínculo entre la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola y el autismo. Esta publicación después se demostró ser falsa, lo que hizo que Wakerfield fuera eliminado del registro médico. Aun así, miles de personas siguen creyendo en su estudio, a pesar de haber sido desacreditado.

Otro ejemplo fuera del campo de la medicina es el de la Tierra y aquellos que creen que es plana, a pesar de que existen fotografías y videos demostrando lo contrario. O también uno de los temas más importantes de nuestro tiempo: el cambio climático. Sin duda, esta era de la anticiencia ha traído no solo desinformación, sino consecuencias mortales.

Esta falta de confianza a datos de fuentes fidedignas viene de la mano de la era de la posverdad y las noticias falsas que han ganado popularidad. Esto se ha intensificado por la facilidad con la que se comparte y consume la información en las redes sociales. La manera en la que las personas producen, comparten y consumen noticias, desempeña un papel fundamental en la manera en que se distribuyen datos erróneos. Aquellos que comparten y publican suelen ser aquellos con pocos conocimientos o habilidades para evaluar contenidos.

El científico y doctor especialista en pediatría, Peter Jay Hotez, publicó un libro titulado The Deadly Rise of Anti-science: A Scientist’s Warning donde explica que si bien las fuerzas anticientíficas no son nuevas, en los últimos años se han vuelto más organizadas, mejor financiadas y adoptadas por ideologías políticas.

La comunidad científica se ha visto fuertemente atacada por esas fuerzas, al grado que el propio Peter Hotez ha recibido amenazas y hasta fue acosado en su casa, pero este no es un caso aislado. Según Hotez, cerca de  dos de cada cinco científicos que hablaban sobre COVID-19 y las vacunas de manera pública, recibieron ataques similares. Una encuesta de Nature realizada a 300 científicos corrobora estos datos, afirmando que decenas de investigadores compartieron historias de amenazas de muerte o amenazas de violencia física o sexual por hablar sobre el coronavirus. Estos ataques han sido por parte de grupos antivacunas y, en muchos países, por políticos.

¿Por qué la gente está en contra de la ciencia?

La fundación benéfica Wellcome llevó a cabo una investigación sobre el estado de la ciencia y la sociedad publicada en noviembre del 2021 que contó con la participación de 119 mil personas de 113 países. En este estudio se explica que la confianza en los científicos está estrechamente relacionada con la fiabilidad en los gobiernos nacionales, tanto así que se vuelve difícil desentrañar dónde termina la credibilidad de uno y comienza la del otro. ¿Entonces el movimiento anticiencia tiene sus raíces en la política? No. La política solo desencadena o amplifica esas actitudes, los fortalece en sus creencias anticientíficas, no las crea.

Entonces, ¿por qué cuando a diferentes personas se les proporciona la misma evidencia, científica algunos la aceptan mientras que otros la rechazan? ¿Cuáles son los principios psicológicos que explican las opiniones anticientíficas de las personas? Una investigación de Aviva Philipp-Muller, Spike W. S. Lee y Richard E. Petty  publicada en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS)especifica cuatro bases centrales que impulsan estas actitudes. Estas anotaciones se basan en décadas de investigaciones sobre persuasión, influencia e identidad social, procesamiento de información y las actitudes mismas.

  1. Cuando un mensaje científico proviene de fuentes percibidas como carentes de credibilidad.
  2. Cuando los destinatarios abrazan la pertenencia social o la identidad de grupos con actitudes anticientíficas.
  3. Cuando el propio mensaje científico contradice lo que los destinatarios consideran verdadero, favorable, valioso o moral.
  4. Cuando hay un desajuste entre la entrega del mensaje científico y el estilo epistémico del receptor.

Cada uno de estos puntos involucra antecedentes específicos y provoca distintos matices de reacción psicológica. A pesar de esto, las cuatro bases están conectadas al revelar maneras en las cuales la información científica choca con el contenido o el estilo de pensamiento ya arraigado en las personas. Estos conflictos resultan difíciles de aceptar y sencillos de rechazar, lo que complica la comunicación efectiva de información científica. Sin embargo, esta dificultad se vuelve más superable una vez que se esclarecen sus fundamentos subyacentes.

La fuente del mensaje científico

La mayoría de las personas dependen de científicos, periodistas, funcionarios de salud, políticos o líderes de opinión para construir su comprensión del mundo. Tradicionalmente, cuanto más creíble era la fuente, más probable era que la gente aceptara su información y se dejara persuadir. Esto nos lleva de regreso a la anécdota del doctor Robert Froehlke que decía que ser doctor era suficiente para que sus pacientes le creyeran, pero ahora carece de credibilidad, en especial sobre temas como las vacunas, ¿por qué?

La credibilidad, según la publicación de la revista PNAS, se compone de tres pilares: “experiencia (es decir, poseer habilidades y conocimientos especializados), confiabilidad (es decir, ser honesto) y objetividad (es decir, tener perspectivas imparciales de la realidad”. Si alguien percibe que el científico o la científica no cuenta con estos tres pilares, son percibidos como inexpertos o parciales y no serán capaces de cambiar la opinión del público.

Aunque anteriormente a estos expertos se les veía con experiencia y competencia, ahora se cuestiona la veracidad de sus hallazgos, desde las ciencias sociales hasta las médicas. Según los autores de la investigación, esto se debe a que su credibilidad se puede ver socavada por la misma misión de la ciencia donde ocurren debates legítimos, defendiendo perspectivas, teorías, hipótesis, hallazgos y recomendaciones diferentes, a veces contradictorias. Estas contradicciones hacen ver a la comunidad científica como no creíble.

Otro punto es que muchas veces las investigaciones son financiadas por farmacéuticas, empresas, instituciones de élite u organizaciones gubernamentales, lo que afecta su fiabilidad, ya que muchos no creen en ellas. Además, la percepción que la gente tiene de las y los científicos es que son fríos e insensibles, además de ateos, por lo cual, muchos conservadores no confían en sus hallazgos por ir en contra de sus creencias.

Destinatario del mensaje científico

Aviva Philipp-Muller, Spike W. S. Lee y Richard E. Petty mencionan que existen investigaciones sustanciales que hablan de la teoría de la identidad social y como los grupos sociales a los que pertenecen las personas influyen en su respuesta a la información que reciben. Es decir, que las identidades sociales juegan un papel en las actitudes y comportamientos anticientíficos, ya que las personas tienden a rechazar la información científica incompatible con sus identidades.

Es normal que un individuo tergiverse los hallazgos científicos para adaptarlos a sus valores y descarten aquellos que amenacen su identidad cultural. Por ejemplo, si a una persona le gustan los videojuegos, es más probable que acepte investigaciones hablando de sus beneficios que aquellos que hablan del daño a la salud.

Más allá de esto, existen personas que se identifican con grupos que ignoran y cierran por completo el pensamiento, las recomendaciones y la evidencia científica en general, como los famosos “antivacunas”. Estas personas suelen relacionarse con identidades personalmente significativas como políticas y religiosas.

Philipp-Muller, Lee y Petty advierten que  “un matiz y una advertencia importante, sin embargo, es que, aunque los científicos puedan caracterizar a algunos grupos sociales como anticiencia, los individuos que se identifican con estos grupos podrían no pensar que repudian explícita o conscientemente la ciencia”.

En la publicación, los autores mencionan que creen que sus puntos de vista son más sólidos desde el punto de vista científico que de los expertos, se respaldan en pseudociencia en varios casos y actúan efectivamente en contradicción con el método científico para la generación y aceptación del conocimiento científico.

El peligro ocurre cuando estos individuos albergan sentimientos hostiles contra las personas que tienen opiniones distintas; se dejan llevar por la antipatía. Estos son los que llegan al punto de la violencia como la que vivieron los científicos durante la pandemia de COVID-19 por personas  que tienden a rechazar los mensajes científicos.

El mensaje científico

En ocasiones, cuando la información científica contradice las creencias existentes de las personas, estas pueden rechazar incluso la evidencia científica más sólida, porque albergar cogniciones contradictorias es rechazado, a esto se le llama disonancia cognitiva. 

La disonancia cognitiva surge cuando un individuo está expuesto a información que entra en conflicto con sus creencias, actitudes o comportamientos existentes, provocando malestar. La verdad es que es más fácil rechazar una pieza de información científica que revisar todo un sistema de creencias existentes que uno ha acumulado e integrado en una visión del mundo a lo largo de los años, a menudo reforzada por la influencia social. Aviva Philipp-Muller, Spike W. S. Lee y Richard E. Petty lo confirman afirman señalando que  “rechazar la información científica novedosa es a menudo el camino de menor resistencia que revisar las actitudes moralizadas existentes”.

A veces estas creencias provienen de la misma ciencia con información científica previamente aceptada, pero ahora obsoleta o errónea, como es el caso del estudio de Andrew Jeremy Wakefield que “comprobaba” que las vacunas provocan autismo. Por un tiempo, esa información provenía de una fuente confiable, un médico y científico, pero después fue comprobado que no era cierto. Para muchas personas, esta sigue siendo una investigación válida porque no va en contra de lo que llevan creyendo durante años.

Por otro lado, es verdad que en los últimos años han aumentado las noticias falsas, las cuales se han distribuido más rápido debido a las redes sociales. Estas suelen propagarse más rápido porque evocan reacciones emocionales más fuertes, además de parecer ser más novedosas que las verdaderas. Una vez que esta se ha difundido es difícil corregirla, especialmente cuando infiltra un grupo porque se ve de confianza por ser compartida por alguien afín.

Desajuste entre la entrega del mensaje científico y el estilo epistémico del destinatario

Hay ocasiones en las que la información científica no entra en conflicto con el individuo, pero, aun así, es rechazada; esto ocurre por la manera en que esta es entregada, ya que puede estar en desacuerdo con el estilo de pensamiento de una persona sobre el tema o su enfoque general para el procesamiento de la información. A esto se le llama estilo epistémico.

Según la publicación de PNAS hay cuatro tipos diferentes dimensiones del estilo epistémico: el nivel de interpretación, el enfoque regulatorio, la necesidad de cierre y la necesidad de cognición.  El primero se refiere a cómo las personas suelen no aceptar las investigaciones científicas debido a que su nivel de abstracción es diferente. Por ejemplo, si las personas piensan en el cambio climático de manera abstracta (degradación ambiental global), la información concreta sobre el ahorro de carbono puede ser menos efectiva.

El segundo es el enfoque regulatorio, que es cuando alguien puede centrarse en las pérdidas en lugar de ganancia. Por ejemplo, describir una vacuna como 90 % efectiva puede ser menos efectivo que describirla como 10 % ineficaz para las personas que se enfocan en evitar riesgos. Otro estilo epistémico es cuando el individuo tiene una necesidad de cierre, no toleran la incertidumbre, por lo que rechazan la información que no es definitiva o concluyente. Por último, está la necesidad de cognición, que es cuando la persona no disfruta procesar, por lo que es menos receptiva a la información compleja que se le entregue, por más de alta calidad que sea.

¿Qué podemos hacer ante las actitudes anticientíficas?

Para combatir las actitudes anticientíficas, se pueden implementar las siguientes estrategias:

  1. Aumentar la percepción de la ciencia como una fuente de información creíble.
  2. Disminuir la identificación con grupos anticientíficos.
  3. Aumentar la aceptación de la información científica.
  4. Adaptar el mensaje al estilo de pensamiento del receptor.

En el primer punto se trata de cómo la gente ya no ve a los científicos como fuentes creíbles, más bien, los ven como inexpertos, poco confiables, y parciales. Para abordar esa visión sobre la calidad de su trabajo, estos deben mejorar la validez de su investigación y establecer la reproducibilidad de sus hallazgos. Además, deben comunicar al público cuando hay un debate, cuál es el desacuerdo y como esto es inherente al proceso científico y es saludable. Aunado a esto, deben contactar periodistas, funcionarios de salud, políticos o líderes de opinión clave y unir fuerzas, ya que es más fácil acceder al público cuando se llega a ellos por medio de fuentes que ya confían.

Además de esto, la comunidad científica debe esforzarse en usar un lenguaje que transmita su mensaje de forma clara y precisa, pero que sea accesible para una audiencia general. Aquí nuevamente es importante recalcar la importancia de acercarse a los medios de comunicación como lo es el Observatorio IFE, que pueden hacer resúmenes no profesionales para los que no son expertos, pero estén interesados en obtener la información al respecto en términos que comprenden.

En el segundo punto, las y los divulgadores científicos deben apelar a identidades sociales compartidas con su audiencia. Pueden utilizar estrategias como involucrar identidades sociales que comparten con la audiencia, ayuda a reducir la hostilidad y aumentar la receptividad. Más allá de encontrar estas agrupaciones, también pueden formar grupos con objetivos compartidos, estos puntos ayudan a aumentar las posibilidades de que su mensaje sea escuchado y aceptado por aquellos que inicialmente pueden ser más reacios a la información científica.

La comunidad científica también debe esforzarse por ganarse la confianza de grupos que históricamente han sido explotados o excluidos por la comunidad científica, aquellas personas que han sido utilizadas como objetos de estudio. Los investigadores pueden trabajar en colaboración con miembros de estas comunidades, desarrollar competencias culturales e involucrar a estas comunidades oprimidas y racializadas.

Para llevar a cabo el tercer punto se debe capacitar a la población en razonamiento científico. Enseñar a las personas cómo evaluar la calidad de la información científica puede ayudarlas a aceptar evidencia científica de alta calidad, incluso cuando contradice sus creencias. Aunado a esto, advertir a las personas sobre la información falsa y luego refutar puede ayudarlos a resistir mejor, a creer en datos erróneos.

Los divulgadores científicos deben presentar argumentos sólidos, bien razonados y fundamentados para alterar incluso las actitudes arraigadas. Si se puede, enmarcar la información científica de acuerdo con los valores morales del destinatario puede aumentar su receptividad al mensaje. En general, es importante utilizar una variedad de estrategias para aumentar la aceptación de la información científica, especialmente cuando contradice las creencias y actitudes de las personas. Por último, para adaptar el mensaje al estilo de pensamiento del receptor, las y los científicos deben identificar el estilo de pensamiento del destinatario y adaptar el mensaje a ese tipo de pensamiento.

La realidad es que la ciencia está atravesando una crisis, ya que no es aceptada ni vista como una fuente confiable como lo era antes y como se mencionó, esto trae muchas consecuencias en la sociedad en todos los sentidos, no solo lo social, sino también en la salud y bienestar de la sociedad. Otra área importante es el rol que tiene el profesorado y la educación en esta era de anticiencia. ¿Cómo puede un educador enseñar sobre algo que sus alumnos no creen? Además, esto también limita el tipo de conocimiento que pueden impartir. Por ejemplo, cada vez se vuelve más urgente enseñar sobre cambio climático, pero si las familias y los propios estudiantes tienen fuertes actitudes anticiencia, ¿qué pueden hacer los docentes?

Para cubrir este tema y hablar más en profundidad del rol del profesorado en esta problemática, próximamente estaré publicando un artículo al respecto, espérenlo.

Fuente de la información e imagen:  https://observatorio.tec.mx

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La OEI en el congreso de Didácticas de las Ciencias: impulsando la innovación educativa

La OEI en el congreso de Didácticas de las Ciencias: impulsando la innovación educativa

 

Este evento de gran relevancia, que reúne a expertos, educadores e investigadores para intercambiar sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje de las ciencias naturales, las ciencias exactas y las ciencias técnicas en la educación general y superior, representa un hito significativo en el impulso de la innovación educativa en la región iberoamericana.

 

Del 25 al 28 de marzo se desarrolló el XII Congreso Internacional Didácticas de las Ciencias y en el XVII Taller Internacional sobre la Enseñanza de la Física, que se realizó en modalidad presencial y virtual, en el Palacio de Convenciones de La Habana. La OEI, comprometida con la mejora continua de la educación en la región, se une a esta iniciativa para contribuir al fortalecimiento de las didácticas de las ciencias. El programa científico propone cinco simposios sobre la enseñanza de la Física, la enseñanza y aprendizaje de la Matemática, Química, Biología y las Ciencias de la Tierra y el Espacio, el empleo de los recursos informáticos y el desarrollo de competencias digitales en el proceso de enseñanza y aprendizaje de estas disciplinas.

 

El congreso abordó temas fundamentales relacionados con las didácticas de las ciencias en todos los niveles educativos. Desde estrategias innovadoras para la enseñanza de diversos contenidos, hasta la integración de la tecnología digital en el aula, se presentaron prácticas pedagógicas exitosas con el fin de contribuir con la calidad de la educación en Cuba y en toda la región.

 

Durante el evento, se llevaron a cabo conferencias magistrales, mesas redondas, talleres y presentaciones de trabajos científicos, que brindaron a los participantes la oportunidad de compartir conocimientos, debatir ideas y establecer redes de colaboración. Participaron docentes, investigadores, estudiantes y profesionales interesados en contribuir al avance de la educación en Cuba y en la región.

 

La OEI, mediante una intervención especial a cargo de Iosmara Fernández Silva, directora de la oficina de la OEI en Cuba, intercambió sobre las principales contribuciones de la organización a las didácticas de las ciencias, fundamentalmente a partir de la relación entre las prioridades de los ejes misionales Educación y Universidad Iberoamérica 2030 con el Instituto Iberoamericano de Formación y Aprendizaje para la Cooperación, desde los cuales se derivan acciones y proyectos que potencian:

 

-La transformación digital educativa mediante la formación de competencias digitales en los docentes.

 

-La innovación educativa mediante el desarrollo de estrategias y metodologías activas en educación así como el fomento de habilidades que doten a los educandos de las herramientas necesarias para tener más y mejores oportunidades.

 

-El fortalecimiento de los sistemas de ciencia, tecnología e innovación, así como la divulgación y educación científica

 

-La mejora de la calidad educativa y la promoción de la innovación, la investigación y la evaluación en todos los niveles, el desarrollo de la labor docente y el fomento de una educación inclusiva, mediante los programas formativos de la escuela de educación del instituto.

Se destacó cómo desde el área de educación en la OEI, los principales objetivos de la innovación educativa están dirigidos a contribuir con la mejora de los aprendizajes de los estudiantes y el fortalecimiento de capacidades de los docentes mediante el desarrollo de competencias STEM, así como proporcionar a los docentes las herramientas didácticas, materiales específicos y recursos para trabajar en las aulas de acuerdo con los objetivos pedagógicos definidos.

 

Durante la presentación se enfatizó en el papel de la Red iberoamericana de innovación educativa, cuyo objetivo es propiciar una comunidad educativa iberoamericana que apueste por la innovación en las aulas. Sus objetivos están dirigidos a promover la innovación como la base pedagógica de las escuelas iberoamericanas, fomentar la cooperación entre los sistemas educativos de toda la región e impulsar de forma creativa los objetivos de desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.

 

En este contexto, se resalta la importancia de la Noche Iberoamericana de los Investigadores como un espacio propicio para enriquecer las didácticas de las ciencias. Mediante actividades prácticas y experimentos, esta iniciativa facilita la interacción entre instituciones educativas, entidades de ciencia, tecnología e innovación y universidades, lo cual fomenta la colaboración y el intercambio de conocimientos.Se sugiere a los participantes la consulta de un monográfico en la Revista Iberoamericana de Educación, dedicado a dos números enfocados en las nuevas metodologías de enseñanza de las ciencias. Este recurso permitiría profundizar en las tendencias actuales y ofrecería herramientas valiosas para mejorar la práctica docente en este campo.

 

https://rieoei.org/RIE/issue/view/EduCientifica1

https://rieoei.org/RIE/issue/view/EduCientifica2

 

Además, se destacan los cursos ofrecidos por la Escuela de Educación del Instituto Iberoamericano de Formación y Aprendizaje para la Cooperación, los cuales son fundamentales para fortalecer las didácticas de las ciencias. Estos cursos proporcionan conocimientos actualizados y prácticas innovadoras que contribuyen significativamente al desarrollo profesional de los educadores en esta área.

 

La participación de la OEI como coauspiciador del congreso refleja su compromiso continuo con el fortalecimiento de la educación en Iberoamérica. Mediante su amplia experiencia y liderazgo en el ámbito educativo, la OEI aporta su experiencia en la promoción de una enseñanza de las ciencias inclusiva, innovadora y de calidad. El Congreso de Didácticas de las Ciencias, con el respaldo de la OEI, representa una oportunidad única para impulsar la mejora continua de la enseñanza y el aprendizaje de las ciencias, fortaleciendo así las bases para el desarrollo sostenible y el progreso social en Iberoamérica.

La presencia de la OEI en este congreso subraya su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, en particular con el ODS 4: «Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para

Fuente: https://oei.int/oficinas/cuba/noticias/la-oei-en-el-congreso-de-didacticas-de-las-ciencias-impulsando-la-innovacion-educativa

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