El secuestro de la democracia en universidades venezolanas

Por: Miguel Alfonzo

Introducción

A partir de la aprobación de la Ley Orgánica de Educación (LOE) por la Asamblea Nacional (19 de agosto de 2009), la derecha académica insertada y al mando de las universidades tradicionales (no experimentales), cuyas autoridades rectorales forman parte de la Asociación Venezolana de Rectores Universitarios (AVERU), han continuado la política de desconocer el nuevo estado de derecho impulsado por el proceso revolucionario, razón por la cual incurren en desacato con el TSJ para cumplir con lo dispuesto en el art 34 de la mencionada LOE, secuestrando de esta manera la democracia universitaria cuando impiden que la comunidad universitaria exprese sus derechos politicos consagrados en la CRBV.

Cuando en la UCV se iban a realizar las elecciones decanales, sin cumplir con lo contemplado en la LOE, la comunidad universitaria representada por estudiantes, personal administrativo, personal obrero, egresados y profesores interpusieron un recurso contencioso electoral al TSJ el 12 de mayo de 2011 contra el acto administrativo de naturaleza electoral contenido en el Boletín Electoral N° 01112011 dictado por la Comisión Electoral de la UCV, dicho recurso mencionaba: «… por razones de inconstitucionalidad e legalidad, al negar la inclusión de los miembros de la Comunidad Universitaria en la condición de profesores instructores, jubilados y contratados, empleados administrativos y obreros al Registro Electoral conformado para la elección de candidatos a Decanos y miembros del Consejo de Apelaciones; así como negar la inclusión en condiciones de participación paritaria de los estudiantes en el mismo proceso electoral…», por lo que la Sala Electoral del TSJ se pronuncia el 10 de agosto de 2011 y ordena a la referida Comisión Electoral suspender cualquier proceso electoral pautado, hasta tanto no se dicte el nuevo Reglamento de Elecciones Universitarias, el cual deberá «… permitir la participación de todos los integrantes de la comunidad universitaria (profesores -independientemente de su condición y categoría-, estudiantes, personal administrativo, personal obrero y egresados) en los procesos de elección y nombramiento de las autoridades universitarias de la Universidad Central de Venezuela, enunciadas en el articulo 34 numeral 3 de la Ley Orgánica de Educación, e, igualmente, garantizar su participación «plena» y en «igualdad de condiciones«, como lo ordena esa Ley Orgánica«. Esta decisión fue ratificada por esta Sala el 24 de noviembre de 2011.

La mencionada sentencia de la Sala Electoral del TSJ ordena resumidamente: a) «… a la Rectora de la UCV, que en un lapso perentorio, que no podrá exceder de quince (15) días hábiles de la Universidad, contados a partir de la notificación del presente fallo, proceda a convocar al Consejo Universitario, para que ese órgano colegiado, dentro del lapso de treinta (30) días hábiles, reforme y publique el Reglamento de Elecciones Universitarias de la Universidad, a fin de ajustar su contenido a las disposiciones de la vigente Ley Orgánica de Educación y a las consideraciones emitidas por esta Sala«. Este Reglamento, deberá «… permitir la participación de todos los integrantes de la comunidad universitaria (profesores – independientemente de su condición y categoría-, estudiantes, personal administrativo, personal obrero y egresados) en los procesos de elección y nombramiento de las autoridades universitarias de la Universidad Central de Venezuela, enunciadas en el articulo 34 numeral 3 de la Ley Orgánica de Educación, e, igualmente, garantizar su participación «plena» y en «igualdad de condiciones», como lo ordena esa Ley Orgánica, razón por la cual, tampoco podrán establecerse diferencias numéricas del voto profesoral respecto al voto del resto de los integrantes que conforman la comunidad universitaria, incluyendo el voto estudiantil, porque así lo estableció el legislador en ejercicio de su potestad discrecional, y en virtud de la prevalencia de la Ley Orgánica de Educación sobre el mandato contenido en la Ley de Universidades«. b) Asimismo, «… se ordena que una vez sea reformado el Reglamento de Elecciones Universitarias de la Universidad Central de Venezuela, se convoque al proceso de elecciones suspendido por esta Sala, en un lapso perentorio, que no podrá exceder de treinta (30) días hábiles de la Universidad contados a partir de la publicación del mencionado Reglamento en los medios oficiales y habituales de la Universidad». c) «… instruye a las actuales autoridades a objeto de que permanezcan en sus cargos, de manera transitoria, hasta tanto se convoque un nuevo proceso electoral, donde sean elegidas las nuevas autoridades, en el marco del nuevo Reglamento Electoral de la Universidad Central de Venezuela que esta Sala ordena dictar, y sean juramentadas las nuevas autoridades«.

Es así que con este artículo 34 (numeral 3) de la LOE, se habían creado las condiciones objetivas para una mayor democratización en las elecciones en las universidades tradicionales de sus autoridades rectorales y decanales, al permitir que todos los miembros de la comunidad universitaria ejerzan su derecho político en igualdad de condiciones.

Sin embargo, a medida que transcurría el tiempo, y se acercaba el final de las diferentes gestiones de las autoridades de las instituciones universitarias tradicionales, sus respectivas comisiones electorales iniciaban los procesos para la realización de las elecciones para esos cargos, pero se comenzó a evidenciar que tales procesos no estaban ajustados a la LOE, reflejando claramente que estas autoridades no aceptaban los preceptos de esta ley orgánica. Esta negativa por parte de estas autoridades elitescas, indica su escaso talante democrático cuando les tocan sus privilegios. No aceptaron el derecho político que tienen todos los miembros de la universidad para elegir sus autoridades en igualdad de condiciones, tal como lo expresa la ley, e incluso, introdujeron la impugnación de tal artículo ante el TSJ.

Éstos últimos hechos condujeron a que los diferentes sectores universitarios viéndose vulnerados en sus derechos políticos, tuvieron que accionar una serie de mecanismos, similares a los que realizaron los miembros de la comunidad universitaria de la UCV, para hacer letra viva el ya famoso artículo 34 de la LOE, por lo que todos los procesos electorales para escoger futuras autoridades fueron impugnados por el TSJ gracias a la lucha articulada y certera de los miembros universitarios afectados por esta negación.

A pesar de todos estos hechos firmes y claros de la Sala Electoral, los miembros del Consejo Universitario (CU) de la UCV incumplieron la sentencia del TSJ, cuando deciden de manera írrita el 07 de marzo del 2012 aceptar la propuesta de la Comisión Electoral de la UCV de un «Cronograma de Eventos Puntuales para el desarrollo del Proceso Electoral para la Elección de Rector (a), Vicerrector (a), Académico, Vicerrector(a) Administrativo y Secretario(a) de la Universidad Central de Venezuela» para el período 2012-2016, lo que contravendría la orden previa de la Sala Electoral del TSJ a la Universidad, de suspender cualquier proceso electoral pautado, hasta tanto no se dictara el nuevo Reglamento de Elecciones Universitarias, instrumento que aún no había sido reformado ni publicado. Es por ello que la Sala Electoral toma la decisión el 17 de mayo de multar por 200 unidades tributarias (Bs. 18.000,00 para ese entonces), para cada uno de los miembros del CU de la UCV, a los ciudadanos Cecilia García Arocha, Nicolás Bianco, Bernardo Méndez, Amalio Belmonte, Leonardo Taylhardat, Guillermo Barrios, Adelaida Struck, Irma Behrens de Bunimov, Rafael Infante, Margarita Salazar, Vincenzo Lo Mónaco, María Esculpi, Emigdio Balda, Aura Yolanda Osorio, Humberto García Larralde, Inírida Rodríguez, Rómulo Orta, Alberto Fernández, Humberto Mendoza, Juan Sandoval, Luken Quintana, William Gil, Luis Matos y Cesar Arias, todos miembros del Consejo Universitario ucevista, excepto a los profesores Baldo Alesi y Miguel Alfonzo, quienes votaron en contra.

Sin embargo, cuatro (04) días después, el 21 de mayo la Sala Constitucional del máximo tribunal con ponencia de su presidenta, Luisa Estella Morales, dejó sin efecto la sentencia de desacato así como la multa impuesta a los integrantes del Consejo Universitario , mientras revisan el fallo inicial que diera lugar a la acusación de desacato. Específicamente, el desacato en que incurrieron fue por «la decisión N° 104, del 10 de agosto de 2011, mediante la cual el Máximo Tribunal ordenó, entre otras cosas, reformar el reglamento electoral de esa casa de estudios para adecuarlo a los postulados de la Ley Orgánica de Educación (que consagra la participación igualitaria de todos los miembros en los procesos electorales) y no convocar a nuevos comicios internos mientras esa reforma no se efectuara».

2.- Situación actual

Aún hoy las comunidades universitarias están esperando el veredicto del TSJ, específicamente de la Sala Constitucional que decidió revisar el dictamen de la Sala Electoral que obligaba a las universidades tradicionales a cambiar su reglamento electoral para que se adaptara a la LOE. Ésto ha ocasionado que a todas las autoridades rectorales de estas universidades se les hayan vencido sus periodos reglamentarios, incluso, ocurriendo situaciones en que hay rectores que ya tienen 14 años ejerciendo el cargo, como el caso de la UCLA, perdiendo todo tipo de legitimidad.

Esta situación anómala e irregular, ha producido significativos daños, no solamente al seno de estas comunidades universitarias, cuyos miembros no han podido ejercer la plena democracia para elegir sus autoridades, sino que además existen generaciones de estudiantes que no han conocido unos comicios universitarios para esos cargos. De manera adicional, la permanencia de la ultraderecha en dichos cargos ha impedido al Estado venezolano adelantar las políticas revolucionarias al interior de estas instituciones. Todas estas autoridades son opositoras al gobierno revolucionario del presidente Chávez, y ahora, al presidente Maduro, y su larga permanencia les ha permitido crear estructuras de poder hegemónicas en estas universidades por lo que han podido usarlas para ejercer acciones conspirativas contra el Estado. Asimismo, estos largos años de direccionar a las universidades, muchas de estas autoridades han creado una red arquitectónica en el funcionamiento de estas instituciones que les ha facilitado diversos actos de corrupción de los fondos públicos sin ningún tipo de control, creándose un nivel de impunidad que llega a niveles grotescos.

Finalmente, estas autoridades universitarias de la UCV han literalmente abandonado las funciones inherentes a sus cargos, por lo cual el campus universitario y sus instalaciones, Patrimonio Cultural de la Humanidad, se hunden por la desidia y campea la inseguridad personal e institucional, todo lo cual es consecuencia de la irresponsabilidad directa de la Rectora Garcia Márquez.

Es por ello que hoy podemos decir, que tanto sectores opositores como los sectores revolucionarios de estas universidades, están pidiendo a gritos que sucedan las elecciones de sus autoridades universitarias. Todos, están cada vez más conscientes de la enorme necesidad de cambiar a estas autoridades quienes no han logrado progresos significativos de sus universidades, más bien, han permitido que se aloje en estas casas de estudios una inercia que ahoga y asfixia a la academia. La esencia de la universidad se ha desvanecido.

Por otra parte, los niveles de excelencia tecnocrática se han perdido, lo cual tratan de explicar por la ejecución de presupuestos supuestamente insuficientes, pero que además son muy mal manejados. Confrontamos la ausencia de iniciativas innovadoras, de planes renovadores acordes a los cambios del país, la presencia de un personal académico agotado y desmoralizado, muchos de los cuales han renunciado a sus cargos o se han jubilados en plena edad productiva intelectual, trabajadores que no encuentran sentido a su trabajo. Todo esto ha creado la poderosa necesidad de renovar a tales caducas autoridades universitarias.

2.1.- Situación de los diferentes gremios universitarios.

En la UCV existen numerosos sindicatos (SINATRA, APUFAT, SUTRA, SINTRA, ETC) y un gremio profesoral (APUCV), cuyas directivas, en su mayoría, lamentablemente, han expresado una clara oposición al gobierno nacional. Incluso, algunas de esas directivas se han aliado con las autoridades rectorales para crear condiciones de molestias y perjuicios en el seno de los trabajadores y profesores, reflejadas en permanentes situaciones de retrasos de pagos, paros injustificados, entre otros, inculpando al gobierno nacional, con el fin de ocasionar acciones conspirativas claramente evidenciadas por la abierta alianza existente entre la directiva de la APUCV y la MUD, desdibujándose así los auténticos intereses que debe tener ese gremio con su profesorado.

Aunado a esto, casi todas estas asociaciones presentan una directiva ilegitima (excepto por SINTRA y APUFAT), se les han vencido, igual que a las autoridades rectorales, sus periodos reglamentarios. No han llamado a elecciones para que sus agremiados puedan renovar sus representantes. Nuevamente se secuestra a la democracia. Con esta larga permanencia, estas directivas han podido crear una poderosa hegemonía de poder en contra de los trabajadores, mediante campañas de comunicación y algunas veces, chantajes, prebendas y manipulaciones para mantener su poder en el seno de los trabajadores, quienes se sienten abandonados, traicionados, y están buscando el apoyo de otros sectores para lograr revertir esta grave situación.

Por otra parte, la posición de la masa trabajadora universitaria sobre la LOE y su ya mencionado artículo 34 y las consecuentes elecciones suspendidas por el TSJ ha sido clara y firme. Están dispuestos a apoyar su derecho al voto. En realidad no existe impedimento para realizar tales elecciones siendo importante destacar que ya existe una propuesta de reglamento electoral ajustado a la LOE en el CU-UCV, que fue el resultado de la inacción de las autoridades en elaborar dicho Reglamento Electoral. Este Reglamento fue elaborado por los grupos progresistas de la UCV, quienes decidimos construir colectivamente una propuesta de reglamento electoral ajustado a la LOE durante numerosos meses de trabajo durante el año 2012. En este proceso se articularon los diferentes sectores universitarios, empleados, obreros, estudiantes y profesores para la discusión, reflexión y realización de tal reglamento, a través de talleres, mesas de trabajo y reuniones, y cuya versión final fue entregada por los representantes de estos colectivos en la sesión del Consejo Universitario de la UCV del 08 de mayo del 2012. Todo esto para la búsqueda de la realización de las elecciones rectorales. Lamentablemente hasta el día de hoy, después de más de 4 años de su recepción en el CU-UCV no se ha discutido en esta máxima instancia de la UCV ni muchos menos consumado su aprobación, instancia que está obligada por la sentencia que recibiera del TSJ.

De todo lo anterior puede deducirse que las autoridades de la UCV se han negado en forma pública, notoria y permanente en cumplir la LOE y por lo tanto, negar el derecho político que tienen TODOS los miembros de la comunidad universitaria a elegir sus autoridades. Esto ha sido una lucha de décadas que comenzó en los años setenta del pasado siglo con el frustrado proceso de Renovación Universitaria por la clase trabajadora y estudiantil buscando la igualdad en el voto, y gracias al gobierno revolucionario de Hugo R. Chávez F, se pudieron establecer las bases legales para hacer realidad este sueño de numerosas generaciones ucevistas.

La comunidad hace una fuerte exhortación para que de una vez por todas, se solicite de manera inmediata a la Sala Constitucional del TSJ se pronuncie sobre le sentencia de la Sala Electoral. Esta suspensión indefinida ha complicado mucho el escenario político de la UCV y de otras universidades que están en las mismas condiciones. Es hora de las decisiones, es parte de la lucha, queremos justicia y que nuestros derechos sean respetados.

Es importante destacar que hasta la fecha, no hemos aprovechado nosotros, como gobierno por un lado, y como actores universitarios del proceso, los elementos que nos dio la misma ley para lograr su implantación, así por ejemplo, existen en la LOE figuras operativas revolucionarias tal como el Consejo Contralor (CC), el cual ayudaría a iniciar los cambios a lo interno, ya que este órgano estará integrado por todos los miembros de la comunidad y su elección requiere un nuevo reglamento. Este CC solo requiere que el CNU lo apruebe y no esperar la modificación de la actual ley de universidades o la promulgación de una nueva. Este escenario político de los CC en todas la Instituciones Universitarias permitirá la discusión política de los nuevos elementos que junto con los lineamientos del Plan de la Patria, Sector Universitario, que ya existen, podrían ayudar a configurar la nueva ley de Educación Universitaria (LEU), para la cual debemos comenzar a trabajar, que es en esencia construir nuestro socialismo, a pesar de han transcurrido unos 18 años del proceso revolucionario.

Es necesario resaltar que todo este escenario obliga a que la mayoría de los miembros de la comunidad universitaria de la UCV, sean más conscientes de su papel protagónico para los cambios necesarios de la institución, entendiéndose como comunidad universitaria a los sectores de estudiantes, profesores, egresados y trabajadores, incluyendo al sector obrero, tal como define la vigente LOE en su artículo 34 «la participación colectiva de todos estos sectores universitarios la garantiza nuestra constitución«. La comunidad universitaria en su práctica diaria debe hacer realidad tales principios, creando los espacios, momentos y estructuras necesarias que garanticen y motiven la articulación de los diversos sectores que con sus diversos intereses particulares, conduzcan a una universidad mucho más democrática y auténtica, identificada con los grandes intereses nacionales.

3.- Conclusión

Este panorama complejo, tenso, y multivariado, es un reto, no sólo para los universitarios revolucionarios, y comunidad universitaria en general, sino también para el Estado. A través de sus poderes públicos EL Estado debe apoyar a que en estas universidades se cumpla la LOE, por tratarse de un acto revolucionario. Especialmente, el MPPEUCT, ente rector de la Educación universitaria, está obligado a impulsar el logro de estos objetivos vitales para la comunidad universitaria.

En la situación actual la Elección de las cuatro Autoridades Rectorales se lleva a cabo con el voto del Claustro Universitario, constituido según la Ley de Universidades vigentes (LEU) sólo por Profesores y estudiantes, los cuales son mayoritariamente opositores, por lo cual la situación no cambiaria, y es por ello que las actuales autorides se niegan a acatar la LOE.

Por el contrario, la aplicación de la LOE permitirá politizar las universidades ya que todos los grupos establecerían una lucha política que debemos aprovechar para iniciar y sostener una batalla de las ideas, que es el motor propulsor de los cambios o la generacion de nuevas estructuras socialistas al interior de las instituciones Universitarias. No obstante, si se establece el voto 1x1x1 como lo estipula la LOE y lo ratifica el TSJ, aun son bajas las probabilidades que en lo inmediato, para el movimiento universitario de izquierda en alcanzar un triunfo electoral en la UCV, producto de que los votantes profesorales, y estudiantiles no nos son mayoritariamente favorables, con respecto a las elecciones de cualquier tipo.

Sin embargo, debemos ver el avance político que se lograría con obligar a la derecha a aceptar las leyes revolucionarias y a la CRBV, al mismo tiempo que se obtiene una nueva estructura organizativa de los movimientos socialistas, que son esenciales para continuar con la lucha política y la creacion de la nueva Universidad que se requiere para el país. Sería un enorme logro político, de una gran significancia simbólica, el que estos trabajadores y trabajadoras, y estudiantes puedan ejercer el voto, aplicando los preceptos de la LOE no solamente para cambiar a las autoridades rectorales, sino porque también sería un triunfo del pensamiento de igualdad que impulsó ardientemente el Comandante Chávez, inspirado en el pensamiento de Ezequiel Zamora. Intentar seguir en la vía inercial de no hacer nada, porque NO estan dadas las condiciones, sería continuar entregando a la derecha universitaria, los bonos para que se perpetúen en el poder, y sigan propiciando la educación reduccionista, con principios neoliberales a las nuevas generaciones, haciéndolas contrarias a la lucha por la soberanía y la independencia, y al concepto de Patria, que nos rescató el comandante Eterno Hugo Rafael Chávez Frías.

Estas elecciones van a ocasionar movimientos internos sumamente significativos que con una orientación política definida, clara y firme crearán nuevos escenarios, con una comunidad universitaria que en su práctica diaria hará realidad tales principios, creando los espacios, momentos y estructuras necesarias que garanticen y motiven la articulación de los diversos sectores que con sus diversos intereses particulares, conduzcan a una universidad mucho más democrática y auténtica, identificada con los grandes intereses nacionales.

Finalizamos con la significante frase del maestro Simón Rodríguez » O inventamos o erramos» y la de nuestro Libertador Simón Bolívar «¡Que los grandes proyectos deben prepararse en calma! 300 años de calma, ¿no bastan?

Fuente:http://www.aporrea.org/educacion/a241424.html

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Miguel Alfonzo

Docente Universitario. Representante del MPPEUCT ante el Consejo Universitario de la UCV