18 de octubre de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com
David Cortejoso
¿Cuáles son los principales riesgos de Internet?
Hay muchos riesgos en Internet, pero cabría diferenciar entre los que atañen a los menores y los que afectan a los adultos. Los más conocidos y, posiblemente, los que comportan actualmente mayores riesgos son el cyberbullying, el grooming y el sexting.
¿En qué consisten?
El cyberbullying es el acoso de toda la vida pero trasladado a la red, que se acostumbra a producir entre menores de edades similares y sin fines sexuales. En cambio, el rasgo principal del grooming es la diferencia de edad, ya que en este caso es un adulto el que acosa a un menor y siempre en busca de un fin de índole sexual. Por último, el sexting es un problema que está experimentando un preocupante boom, y consiste en el envío de imágenes y vídeos a través de Internet con contenido erótico y pornográfico, ya sea entre menores o adultos.
Un tema complicado de combatir…
Sí, ya que una vez enviado este material perdemos todo el control sobre él y dependemos, no sólo de la persona que lo recibe, sino también del servidor al que vaya dirigido o de los hackers que puedan apoderarse de este tipo de contenido.
¿Cuáles son las edades en que existe un mayor riesgo de caer en este tipo de situaciones?
Cada problemática tiene sus franjas de edad de mayor riesgo. Por ejemplo, el sexting tiende a darse en edades más altas, entre los 14 y los 18 años. Pero no es el caso del cyberbullying, que en algunos casos se produce a partir de les siete u ocho años y puede llegar a alargarse hasta los 18 años.
¿Cómo podemos proteger a nuestros alumnos e hijos de estos riesgos?
El primer paso para la prevención es la sensibilización. Si estos riesgos no se conocen, difícilmente vamos a poder proteger a los menores. Lo fundamental es que, tanto padres como educadores, conozcan estos peligros y sepan cómo actuar y cual es la mejor manera de prevenir a sus hijos o alumnos.
¿La sociedad está concienciada sobre estos riesgos?
Existe todavía bastante desconocimiento. Sí que es verdad que los medios de comunicación le están dando mayor cobertura a este tipo de sucesos y que empieza a haber una cierta sensibilidad por parte de la población, pero esta concienciación no se está materializando todavía ni en educadores ni en los padres.
¿Qué acciones concretas pueden realizarse para proteger a los menores?
Siempre he defendido que la educación en el ámbito de las TIC debe ser tecnológica y conductual. La tecnológica, tanto en el colegio como en el hogar, consiste en sentarnos junto a los niños delante del ordenador, la tablet o la consola, y enseñarles desde muy pequeños su funcionamiento. Por su parte, la conductual requiere enseñar a comportarse de forma educada, como lo hacemos en el mundo real pero, en este caso trasladado a Internet. De esta forma, también creamos vínculos que propiciarán que en el futuro recurran a nosotros si se enfrentan a un problema de esta índole.
Y en concreto, ¿se puede hacer más desde los centros educativos?
Creo que sí. Los colegios deberían establecer programas preventivos y de intervención, de sensibilización, protocolos de actuación y desarrollar actividades complementarias con el uso de las nuevas tecnologías.
¿Están los educadores preparados para actuar en estos casos?
Lamentablemente creo que todavía no suficientemente. Si bien es cierto que hay muchos educadores que se están preocupando por estas problemáticas y se están formando para combatirlas mejor. Debemos tener en cuenta que los profesores están en una posición ideal para poder prevenir y educar a los menores sobre estos riesgos, por lo que resulta fundamental que cuenten con una buena formación.
¿Hasta qué punto los padres deben controlar lo que hacen sus hijos en Internet?
No se trata de espiarles sino de prevenirles. Actualmente existen muchas herramientas para controlar lo que los menores hacen en la red, pero si este seguimiento se hace bajo parámetros basados en la confianza y si se educa al niño desde muy pequeño sobre estos riesgos, los menores podrán llegar a entender mejor el control que podamos llegar a ejercer sobre ellos.
¿A qué edad se les debe empezar a educar?
Cada vez más jóvenes. Soy partidario de hacerlo cuando empiezan a tener algún contacto con estos dispositivos. Por ejemplo, si a los cuatro o cinco años ya les dejamos jugar con nuestra tablet, debemos sentarnos con ellos y empezar a educarles sobre su funcionamiento.
Con la llegada de Internet y su constante evolución, ¿se han incrementado los riesgos de acoso a adolescentes?
Estamos viviendo un auge en este tipo de problemáticas. El anonimato bajo el que te puedes refugiar en la red propicia que determinadas personas, que no se hubieran atrevido a acosar en el entorno real, se lancen a intentarlo en Internet.
Finalmente, ¿qué consejo le darías a un adolescente para protegerse ante el acoso virtual?
Lo primero es que utilicen las nuevas tecnologías con cabeza, con precaución y prevención. Nunca deben confiarse al 100% de la persona que está al otro lado de la pantalla y que acudan a los adultos y se apoyen en ellos, antes de lanzarse al vacío. Debemos hacerles entender que Internet es un mundo paralelo que hemos creado que tiene consecuencias en el mundo físico.
Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/david-cortejoso-la-educacion-de-las-tic-debe-ser-tecnologica-y-conductual/