Uruguay/Noviembre de 2017/Fuente: El Observador
La clase se divide en grupos. A cada equipo se le entrega una receta para elaborar brochettes de frutas. La receta dará distintas combinaciones de frutas posibles. Luego, los equipos tendrán que escribir en una hoja dos tipos de brochettes que se pueden elaborar siguiendo el algoritmo -es decir un conjunto ordenado de instrucciones que permite completar una tarea-. Este ejercicio llamado «Cocinero robot» busca que los alumnos puedan identificar diferentes posibilidades de ejecución de un algoritmo y que practiquen el «ensayo y error».
Lo que se aplica es el denominado «pensamiento computacional». Se trata de una forma de enseñar que apunta a que los estudiantes aprendan a plantearse problemas y sus soluciones, cumpliendo una secuencia determinada de pasos en el proceso.
«Acercarse a la tecnología, es un desarrollo emocional. El chico se da cuenta de que él es capaz, que puede crear cosas y eso genera su empoderamiento. La creatividad es un músculo que requiere de muchos fracasos y hay que ejercitarlo constantemente», expresó Roberto Saint Martin, un ingeniero mexicano fundador de Robotix, la escuela de robótica para niños más grande América Latina, y que estuvo en Montevideo la semana pasada.
Saint Martin participó el miércoles 8 de noviembre de la presentación de la publicación «Pensamiento Computacional. Un aporte para la educación de hoy», que fue elaborado en conjunto por la Fundación Telefónica Movistar y la organización Gurises Unidos. El manual ofrece herramientas y ejercicios para que los docentes enseñen con esta técnica.
Ambas organizaciones trabajan juntas desde hace algunos años en este campo. Saint Martin recordó que en el año 2013 algunos alumnos que participaron del proyecto fueron seleccionados en un concurso de la NASA y quedaron el segundo lugar. «Esos niños siguieron adelante pese a los retos en su vida, no es que fuesen genios, ellos fueron creciendo error tras error hasta lograr un objetivo», afirmó.
La educación tradicionalmente está enfocada en que los problemas y las soluciones ya están predefinidos. El desarrollo del pensamiento computacional no se centra en el uso de las tecnologías, sino que busca producirlas, es decir solucionar problemas. Un problema es un hecho real o imaginario que incomoda al intelecto produciendo la necesidad de una solución. Ayuda a tomar decisiones de una manera ordenada, secuenciada y lógica, sin ambigüedades.
A juicio de Saint Martin aunque se hable de tecnología, en realidad se habla de «empoderamiento; es como un medicamento que cura».
El trabajo en conjunto entre la organización y la fundación implicó una investigación previa para que después se pudiese llevar adelante en las clases con diferentes proyectos. «Esto es un proceso continuo de cambio, aquellas propuestas que tuvieron un buen resultado o que lograron los objetivos que buscamos, fueron las que fuimos sistematizando», explicó Mauro Scopise, integrante de Gurises Unidos y uno de los creadores del proyecto.
Por su parte, el director de la organización, Gonzalo Salles, aseguró a El Observador que están convencidos de que el pensamiento computacional «es una herramienta que ayuda y desarrolla habilidades y competencias» que son fundamentales para la educación.
Como parte de la investigación, en el año 2015 trabajaron con las escuelas 299, 119 y 63, el liceo 42, de Montevideo, y la escuela 181 de Las Piedras, en Canelones. En el 2016 continuaron trabajando con la escuela 299 y sumaron la propuesta al liceo 65 y al 33, a la UTU Malvín Norte, al centro juvenil Santa María y al aula comunitaria número 5 de Montevideo.
En esta propuesta participaron hasta el momento, seis mil estudiantes, 500 docentes de todo el país y 70 centros educativos de Maldonado, Montevideo y Treinta y Tres.
El resultado de ese trabajo fue el manual en el que se rescatan aquellas propuestas educativas que resultaron efectivas para que otros docentes las usen como referencia.
La idea de usar el pensamiento computacional en la educación, como expresó el psicólogo Roberto Balaguer, quien participó en la creación de la guía, es que «hay enormes desafíos estructurales por delante y el pensamiento computacional seguramente no sea capaz de resolverlos a todos, pero al menos les dará a los niños y a los adolescentes herramientas que los harán sentir menos indefensos, mejor provistos para enfrentar esos desafíos».
Los jóvenes interactúan, se comunican y aprenden a través de diversas formas que incluyen el uso de las tecnologías. En 2016, el 83% de los hogares uruguayos tenían acceso a internet y actualmente el 96,7% de los adolescentes y jóvenes entre 14 y 19 años son usuarios, según la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento (Agesic).
«Son propuestas para aplicar en el contexto real. Pudimos ver cómo chicos que a veces quedan afuera del sistema, ahora se interesaron en esto y tienen una motivación. Es una temática que hace que se sitúen en el aula de otra forma frente a la tecnología. Ellos pueden ser más críticos con la tecnología», sostuvo Clara Darino, una de las creadoras del proyecto en Gurises Unidos.
Por su parte, Jorge Delgado del departamento de Información de Primaria, adelantó que dados los buenos resultados, en el 2018 buscarán llegar a unos 200 maestros más. «La formación es una necesidad para ver de qué manera las tecnologías aportan a la educación», dijo. La idea de Gurises Unidos es ampliar el trabajo con docentes y estudiantes, explicó Emilio Bonetti, coordinador de la organización.
Fuente: https://www.elobservador.com.uy/el-pensamiento-computacional-un-arma-mejorar-la-educacion-n1140760