31 de diciembre de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org
Por: Gustavo Alvira
El programa de desarrollo profesional Enfrentando el Pasado explora como las vivencias personales del conflicto de los docentes afectan la forma y los contenidos que llevan al aula.
La publicación Learning peace: Transitional justice and education (Aprender paz: Justicia transicional y educación) está disponible de forma gratuita en ingles en los portales de UNICEF y del Centro Internacional para la Justicia Transicional o ICTJ por sus siglas en ingles. En los próximos meses, Palabra Maestra publicará semanalmente un resumen de algunos de los capítulos de cada sección de la publicación que exploran la relación entre la justicia transicional y la educación.
A continuación, el resumen del capítulo “Enfrentando el Pasado– transformando el futuro: Un programa de desarrollo profesional para maestros de historia en Sudáfrica” de la tercera sección de la publicación, titulada “Sociedad civil, educación y justicia transicional”.
En este capítulo, Dylan Wray explora el programa de desarrollo profesional Enfrentando el Pasado y su papel capacitando a los maestros sudafricanos para enseñar acerca del régimen de apartheid y la transición que le siguió como resultado de una reforma curricular obligatoria tan solo algunos años después de la transición. Este programa no solo llenó el vacío en la capacitación de los maestros al brindarles herramientas, apoyo y conocimientos para sus aulas, sino que también enfatiza el elemento emocional de este tipo de enseñanza para los maestros que vivieron el apartheid.
En 1996 comenzó el proceso de transición y reconciliación en Sudáfrica a cargo de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR). En sus recomendaciones, la CVR reconoció que, aunque su labor había sido importante para el momento histórico por el cual atravesaba el país, el sector de la educación sería esencial para que sus hallazgos se convirtieran en garantías de no repetición para futuras generaciones.
Aun así, el ministerio de educación sudafricano puso toda su energía en reformar los currículos sin tomar en cuenta que los maestros de historia no estaban preparados para enseñar el apartheid, el cual apenas terminaba, en sus aulas. Muchos maestros que vivieron conflictos armados entran a sus aulas con sentimientos de dolor, rabia, culpabilidad, indiferencia o vergüenza, o en muchos casos, una mezcla de todos estos sentimientos. Por lo tanto, es oportuno prestar especial atención al pasado reciente de los propios maestros y a cómo vivieron el conflicto.
Aunque en un principio se discutió la posibilidad de adoptar un currículo en el que no se recomendaba abordar el apartheid ya que esto pudiese resultar doloroso para algunos maestros o podían percibirlo como algo contra productivo para ese momento histórico, el ministro de educación Kader Asmal decidió que la enseñanza de la historia debía ser un tema central y obligatorio en los nuevos currículos escolares.
Asmal, quien fue uno de los principales arquitectos de la CVR, comisionó el estudio Valores, Educación y Democracia, el cual se convirtió en la inspiración para el nuevo currículo obligatorio a nivel nacional. El estudio concluyó que la enseñanza del pasado reciente era una herramienta indispensable para la no repetición: “Un pasado plagado de violaciones de derechos humanos no puede prevenir, pero si puede ser un recordatorio eficaz para no repetir los errores del pasado. No seamos ingenuos. El ser humano tiene una capacidad singular para olvidar sus errores. Solo la combinación de memoria y democracia puede minimizar el riesgo de la repetición. La memoria debe estar presente como base de este proceso.”
El programa de desarrollo profesional Enfrentando el Pasado
El programa fue el resultado de una alianza entre el Departamento de Educación de la Provincia Occidental del Cabo, la organización norteamericana Facing History and Ourselves y el museo del holocausto de la Ciudad del Cabo.
El nuevo currículo requería un nuevo tipo de enseñanza basada en casos de estudio históricos que pasan de la enseñanza de conceptos como la justicia y la responsabilidad a través de la enseñanza de la historia mundial y que luego fomentan la reflexión en el contexto local.
Enfrentando el Pasado está basado en cinco principios orientadores:
1) Los maestros enseñan mejor cuando aprenden lo que enseñan
2) El aprendizaje se guía por el alcance y la secuencia
3) El aprendizaje ocurre en el la cabeza y en el corazón
4) Para explorar el pasado, se debe volver la mirada lentamente
5) En este momento, estamos preparados para contar nuestras historias
1) Los maestros enseñan mejor cuando aprenden lo que enseñan
Los maestros aprenden como enseñar mejor cuando hacen lo que piden de sus estudiantes en el aula. Si los maestros quieren involucrar a sus estudiantes, generar discusiones, fomentar la reflexión y el pensamiento crítico, deben experimentar por sí mismos como viven sus estudiantes ese proceso. Esto es importante porque es muy posible que cuando ellos fueron estudiantes, no tuvieron este tipo de experiencia en el aula. De este modo también pueden medir sus propias expectativas y saber qué es viable dentro de un aula bajo dicha dinámica.
Para que esto suceda, la capacitación de los maestros exige que asuman constantemente el papel de sus estudiantes.
2) El aprendizaje se guía por el alcance y la secuencia
La metodología alcance y secuencia se enfoca en cómo se construyen las identidades nacionales e individuales y como dichas identidades determinan nuestros comportamientos y nuestra toma de decisiones.
La metodología explora como la formación de las identidades nacionales puede excluir a ciertos grupos y generar estereotipos que la sociedad acepta gradualmente. Así mismo resalta la importancia de la toma de decisiones éticas en el contexto de casos históricos donde las decisiones de un individuo fueron determinantes para la historia. Por último, la metodología crea espacios de reflexión para que los estudiantes (en este caso los maestros) hagan conexiones con el presente y se den cuenta que sus propias decisiones son determinantes para los contextos en los que viven.
3) El aprendizaje ocurre en el la cabeza y en el corazón
El programa abre espacios para el involucramiento emocional e intelectual de los maestros durante los seminarios de capacitación. Por ejemplo, una de las metodologías que emplea el programa consiste en ejercicios de escritura donde el docente utiliza una hoja dividida en dos en donde, al ver un video de casos históricos de conflictos, anota hechos históricos en una columna y sus reacciones emocionales a esos hechos en la otra.
4) Para explorar el pasado, se debe volver la mirada lentamente
El programa nunca empieza tratando el apartheid ni la discriminación en general en Sudáfrica. El programa llega a esas conversaciones de forma gradual y casi indirecta. La primera parte del programa les enseña a los docentes de la Alemania Nazi y del movimiento de derechos civiles en Estados Unidos. Estos casos, que son aparentemente distantes, pero que en ciertos aspectos pueden ser análogos a las experiencias de los docentes, se utilizan como puente para generar conversaciones acerca de sus vivencias personales.
5) En este momento, estamos preparados para contar nuestras historias.
La CVR fue un espacio para elucidar la verdad de las más graves violaciones de derechos humanos. Sin embargo, la mayoría de los sudafricanos no fueron víctimas de estas violaciones. Fueron víctimas de una discriminación constante durante décadas que no reconoció la CVR. Por lo tanto, es importante crear espacios para que los maestros se expresen y reflexionen sobre sus experiencias y como estas pueden afectar la forma en que le enseñan a sus estudiantes.
El programa consiste de dos seminarios de inducción, que son complementados con cuatro talleres de refuerzo y materiales y herramientas de apoyo que están constantemente a la disposición del maestro.
Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/articulos-informativos/como-se-prepararon-los-maestros-sudafricanos-para-ensenar-la-historia