Colombia/07 de Abril de 2018/Reseña Por: Guillermo Camacho/El Espectador
La agrupación Fuerza Negra nació en 2013 y es una creación del coreógrafo y artista Nair Antonio Pérez. Sus integrantes fueron ganadores del Congo de Oro en el Carnaval de Barranquilla en su edición correspondiente a 2018.
Fuerza Negra está conformada por niños y jóvenes del suroccidente de Barranquilla, provenientes en especial de barrios como La Manga, Nueva Colombia, Me Quejo y Nueva Esperanza. Las problemáticas que siempre han aquejado a estos barrio son la pobreza, el consumo de sustancias psicoactivas, la violencia intrafamiliar, los embarazos adolescentes y el surgimiento de pandillas, así que esta iniciativa nace como respuesta a esta situación y busca, por medio de la danza y el teatro, cambiar las repercusiones negativas que recaen sobre sus territorios de influencia.
Al comienzo, en Fuerza Negra solo participaban mujeres, pues los estereotipos y los señalamientos de que la danza era únicamente para mujeres no permitían la vinculación de hombres. Cuando arrancó el proyecto, era muy marginal, hasta que ganaron un concurso que se realizaba en el barrio La Esmeralda para festejar el Día de los Niños, en 2008. En ese entonces el colectivo se llamaba Las Divas del Futuro.
Ese triunfo inicial impulsó el surgimiento de Fuerza Negra, a pesar de que muchas de sus integrantes comenzaron a quedar en embarazo y la organización no tenía cómo hacerle frente a esta situación. Sin embargo, era la danza el único espacio diferente para ocupar el tiempo libre.
“Si ellas hubieran seguido conmigo, su futuro hubiera sido otro” cuenta Nair Antonio Pérez, quien agrega que en ese entonces solo eran diez niñas las que participaban en el colectivo. La primera presentación que hicieron fue en el barrio La Manga con la visita de la exalcaldesa de Barranquilla Elsa Noguera. “Ahí fue cuando el barrio nos conoció y determinó la importancia de nuestras manifestaciones tanto para el territorio como para la ciudad”.
Estas situaciones también motivaron a Fuerza Negra para crear otro grupo, cuyo propósito era alejar a las jóvenes en situación de vulnerabilidad de las problemáticas que afectaban al barrio. Pérez, director artístico, cuenta que Fuerza Negra es un nombre que se dio por el impulso con el que se ejecutaba cada movimiento en el baile y el ímpetu que se le imprimía a cada proyecto.
Fue por medio del voz a voz que se dio a conocer este iniciativa artística, en la que muchos de los niños y jóvenes que la integran son familia. En Fuerza Negra hay primos, hermanos, amigos o paisanos.
Poco a poco fueron ganando reconocimiento y fama en Barranquilla, en donde los ritmos eran africanizados y se apostaba por puestas en escena diferentes e innovadoras, lo que motivó a otros chicos de los barrios a inscribirse en el proyecto. Para ingresar a Fuerza Negra el principal requisito es ir bien en el colegio, reconocerse como afro, tener amor por la danza, el arte y, sobre todo “darla toda con mucha fuerza, como su nombre lo dicta”.
En Fuerza Negra principalmente se bailan música afrodance y manifestaciones de la músicas modernas africanas, como coupé décalé, don bolo y soukous, entre otros. La preparación de las coreografías comienza con movimientos cotidianos y así trabajan secuencias de acciones.
Más adelante, cada bailarín propone un tema y las ideas se van incorporando a la coreografía final. Sus integrantes abordan también el folclor colombiano, pero siempre enfocándolo “a lo nuestro”, como llaman ellos las tradiciones de África.
Ritmos como el bullerengue, el sexteto, la pulla, el baile negro, la tambora y el mapalé se ha convertido en las fuentes principales de Fuerza Negra. En el momento de montar cualquier coreografía se trabaja en grupos, se reúnen diez bailarines y se construye una propuesta, y la que más guste a la mayoría, se monta como espectáculo.
En la actualidad, el colectivo está conformado por 110 integrantes, con los que se han ganado varios reconocimientos. Niños y jóvenes con educación primaria, bachillerato, universitaria y carreras técnicas se mueven al ritmo de este sueño colectivo.
El trabajo en equipo ha permitido que cada líder pueda conocer el trabajo del otro, de manera que lo que haga uno es útil para la labor de otros. La agrupación se financia con recursos propios que se buscan durante el año, en bazares, rifas y actividades como los denominados helados bailables.
Desde su nacimiento, Fuerza Negra ha fortalecido los lazos comunitarios y culturales del territorio. El primer evento masivo en el que participó el colectivo fue el Carnaval del Suroccidente, en 2015. Un año más adelante sus integrantes se inscribieron en el Carnaval de Barranquilla y en el Carnaval de los Niños, ganando por primera vez el codiciado Congo de Oro.
Después la agrupación montó la obra Mi herencia africana, escrita y dirigida por Nair Antonio Pérez, en la que se vinculan danza y teatro, y en su desarrollo se relata la llegada del hombre y de la mujer negra a América. En 2017 sus integrantes fueron ganadores del portafolio de estímulos de la Secretaria de Cultura de Barranquilla, con la obra Mezclas y amores, estrenada en noviembre en el teatro de Bellas Artes, en la capital del Atlántico.
Fuerza Negra es un ejemplo para el país, porque a pesar de las dificultades existen nuevas maneras de crear, de ser y de estar. Este 2018, la agrupación recibió el Torito de Oro por el Carnaval del Suroccidente y el Congo de Oro como mejor grupo de danza, en el Carnaval de Barranquilla. Estos premios siguen motivando a estos jóvenes a seguir bailando por lo que creen y luchan.
Esta agrupación de danza, nacida en lo mas profundo de Barranquilla, representa muy bien el legado del pueblo palenquero por su libertad y autonomía, exhibiendo la labor de la gente luchadora que sigue a la sombra de un país en busca de su reconciliación. “Y qué mejor manera de trasformar los sueños si no es creyendo en lo que hacemos bailando”, concluye su director.
Fuente: https://www.elespectador.com/entretenimiento/gente/fuerza-negra-bailar-al-ritmo-de-los-suenos-articulo-747934