Guayaquil, a la zaga en el examen estudiantil

La prueba Ser Bachiller ubica a la ciudad en el puesto 72 entre 113 cantones evaluados. Expertos analizan la situación.

Los resultados de la prueba Ser Bachiller, que evalúa a los estudiantes que terminan la etapa colegial, deja a Guayaquil muy mal parada, no solo en lo que se refiere a la calidad educativa, sino en el puesto en que quedó ubicada, de acuerdo con un ranking que escoge desde las notas más altas hasta las más bajas, de entre 113 cantones del país.

Según esos resultados, que son tomados desde el periodo 2015-2016 hasta el 2017-2018, se establece que 65 de cada 100 alumnos tienen calificaciones elementales e insuficientes. Además, se muestra que la urbe está en el puesto 72, de acuerdo con un ranking de los cantones del país con base en el Índice de Promedio Global Ajustado (IPGA), que elimina el efecto del nivel socioeconómico para conocer el desempeño real y dar más valor al rendimiento escolar.

Incluso, Guayaquil aparece en el listado por debajo de ciudades más pequeñas en cuanto a desarrollo. Allí se puede observar que con un promedio de 774 puntos obtenidos en la evaluación Ser Bachiller en el 2015-2016, bajó a 754 puntos en el 2017-2018.

Entre los 10 mejores cantones se destaca Latacunga, que tiene el mayor porcentaje de estudiantes con rendimiento excelente en matemáticas. Mientras que entre los 10 últimos cantones con mayor población con peores evaluaciones están Guayaquil (en el puesto 72) y Quito (68).

Guayaquil representa el 15,67 % de la población evaluada, registrando el 13 % de estudiantes con conocimientos excelentes en matemáticas, 21 % satisfactorios, 31 % elementales y 35 % insuficientes; y en lenguaje únicamente el 9 % alcanzó resultado excelente.

Estos resultados generan muchas preguntas, entre ellas identificar por qué las ciudades con mayor población tienen calificaciones de aprendizaje bajas, y altos porcentajes de rendimientos insuficientes, cuando se podría asumir que en los cantones más grandes se encuentran los maestros con mayor preparación.

Max Núñez, coordinador de proyectos de Fundación Edúcate y quien en los últimos años ha realizado análisis profundos de la calidad educativa de la ciudad, reconoce que desde hace una década se ha dado un avance importante para la educación en términos de inversión, infraestructura y cobertura. “Nosotros tenemos una escolarización muy alta, pero la calidad educativa no va de la mano con eso”, anota.

A su criterio, los resultados de las pruebas son una fotografía de lo que está pasando en la actualidad. “Si vemos que de un año a otro comienzan a bajar los niveles educativos, lo primero que debe incentivarse es el trabajo en el aula”, para mejorar el aprendizaje.

Roberto Briones, analista educativo y catedrático universitario, cree que estos resultados obedecen a que en Guayaquil hay una exagerada obediencia al cumplimiento de lo que el ministerio dice, en desmérito de la enseñanza pedagógica que los alumnos reciben.

“Se exige que todos los libros tengan en el mismo contenido y los colegios guayaquileños lo cumplen; pero los planteles de otras provincias van más allá de lo que dice el libro y enseñan más de lo que quieren enseñar. Por eso tienen mejores resultados”, recalca.

En cambio Walter Matamoros, con 30 años de experiencia en el magisterio y con una maestría en Neuropedagogía, cree que para aspirar a una educación de calidad se requiere de la transformación del modelo pedagógico que deje atrás la memorización como herramienta para el aprendizaje, docentes calificados, capacitación profesional que fomente la innovación educativa, mejoramiento del clima escolar, educación para la ciudadanía y generación de competencias digitales para maestros y alumnos.

Fuente:http://www.expreso.ec/guayaquil/serbachiller-educacion-colegios-escuelas-guayaquil-FI2192227

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