Argentina/02 de Junio de 2018/La Capital
Hay un acuerdo en quienes enseñan y recurren al cine en sus clases: valen tanto las películas que puede sugerir el docente como las que aportan los estudiantes. Y por supuesto, entran en las recomendaciones los documentales y las series.
Didáctica y evaluación
Soledad López da clases de didáctica en los profesorados de instrumentos, composición, canto y dirección coral de la Escuela de Música de la Facultad de Humanidades y Artes (UNR). «Para desarrollar el vínculo de la educación y las artes he trabajado en el aula y sugerido a mis estudiantes películas tales como: Los coristas, Estrellas en la tierra, La sonrisa de la Mona Lisa, El profesor de violín, esta última incorporada por sugerencia de un estudiante», menciona la profesora universitaria.
Si se trata de avanzar en temas propios de la materia, como «los modelos didácticos, la relación educador/educando, la organización en el aula, los modos de asumir la docencia», suele compartir en sus clases fragmentos de los filmes Arriba Hazaña, La lengua de las mariposas, El espejo tiene dos caras, Tiempo modernos, Lecciones de vida, Un lugar en el mundo y el documental de Mario Piazza La Escuela de la Señorita Olga. Además de fragmentos de La educación prohibida y el programa de televisión Situación límite «Exámenes» (de Archivos Históricos RTA). «Por lo general propongo como evaluación de cierre de estas temáticas, que miren una película completa, para analizar distintos casos de situaciones de enseñanza y de aprendizaje y confrontarlas con diversos aportes teóricos con respecto a los distintos modelos didácticos», detalla Soledad y agrega que «los estudiantes muestran mucho entusiasmo por este recurso, tanto dentro del aula como en el trabajo posterior; buscan y comparten películas y series vinculadas a temas que desarrollamos en Didáctica (materia), ya que es una forma de ejemplificar, de materializar, analizar y discutir sobre categorías y autores que vamos abordando». Otros filmes que aportan la profesora y los estudiantes de sus clases son La sociedad de los poetas muertos, La ladrona de libros, La ola y Escritores por la libertad.
En clases de inglés
Ana Miotti es profesora de inglés, actualmente vicedirectora de la Escuela Secundaria 572. «Siempre me resultó casi imposible trabajar en clase un filme entero en inglés, por lo que muchas veces recurrí a cortos o escenas en lugar de películas completas (a veces con subtítulos en español o inglés y otras veces sólo con audio). Me resulta muy valioso el material que se incluye en el blog Film English (film-english.com/blog/). Tiene planes de clases preparados alrededor de cortos, animaciones o publicidades. El material siempre es de calidad y permite ser aprovechado para el análisis más allá de lo estrictamente lingüístico», comenta Ana del cine y sus clases de inglés. Destaca el cortometraje a In a Heartbeat (En un latido, en español), sobre el amor entre dos adolescentes gays, como una propuesta especialmente interesante para trabajar en nivel secundario.
En las charlas cotidianas con sus alumnas y alumnos, Ana dice que aparecen películas para recomendar, «desde los clásicos que ellos no han visto por ser muy jóvenes, hasta películas más modernas». Cita como ejemplo The arrival (o La llegada): «Ideal para trabajar desde lengua o lengua extranjera, ya que tiene como protagonista y heroína a una experta en lingüística. Su tarea consiste en descifrar y traducir el mensaje que unos extraterrestres intentan transmitir a la humanidad. Me parece que para los últimos años del nivel secundario sería apropiada, ya que además de los temas relacionados con la comunicación, también da pie para analizar a quiénes consideramos «diferentes» y cómo la amenaza de una posible guerra a escala global, afecta la política y la vida de los líderes de diversos países».
«Siga ese auto!»
«A veces las películas son parte estricta de la planificación, las utilizamos como «un caso» para analizar y en esa mirada sobre la película/caso se ponen en juego diversas perspectivas vinculadas a los textos de estudio, pasando por impresiones propias de cada uno. En otras ocasiones, las películas acuden a la clase de modo espontáneo, como parte del diálogo con los alumnos. Surgen de mi propio fondo cultural o del de los estudiantes y dan pistas a quienes las siguen para avanzar en la construcción de la propia formación», cuenta la profesora Mariana Caballero que trabaja en los profesorados de formación docente del Normal Nº 1 y del Instituto Nº 28 Olga Cossettini.
«A los estudiantes les decimos —continúa Mariana— que cuando una película atrapa hay que hacer como los detectives en las películas de misterio: se suben a un taxi y le dicen al chofer «Siga ese auto». En temas de cultura una vez que algo nos gusta hay que decirse a uno mismo «Siga a ese director, o actor, o guionista»». La educadora tiene su propia lista de películas a las que seguir en sus clases y que comparte: Awka Liwen, con guión de Osvaldo Bayer, es el filme con el que inicio el año de cursado en sus clases de historia social de la educación y política educativa argentina. «Nos brinda un pantallazo general sobre nuestra historia desde la perspectiva de los menos favorecidos, construyendo lo que algunos autores llaman justicia curricular», explica.
Para las clases de teoría del currículum y didáctica apela a «la bella película Shunko, de Lautaro Murúa»; y si se trata de trabajar en sociología de la educación, un buen recurso es el documental brasileño La isla de las flores, «que ayuda a desnaturalizar la vida cotidiana, a preguntarse y ver más allá de lo que parece obvio».
Un ida y vuelta
Para el profesor Marcos Gastón Zencic el cine es un recurso muy valioso, lo que justifica que siempre les recomiende películas a sus estudiantes, en especial porque asegura que muchos de los contenidos que se tratan en el aula pueden resultar más fáciles de comprender. Al momento de enseñar, comparte tanto películas completas como fragmentos. Marcos es director de la Escuela Nuestra Señora de Itatí y da clases en la Eempa del Colegio del Sur y en la Técnica 660.
Dos películas recientes con las que trabajó y nombra son El hombre de al lado, de Mariano Cohn y Gastón Duprat. «Utilizo esta película para trabajar la otredad y la sugiero para ver con jóvenes de segundo año en adelante». Otra es Cuestión de principios, de Rodrigo Grande. «La utilizo para trabajar las definiciones de ética y moral. La vemos con los jóvenes a partir de tercer año». «Lo interesante —señala— es que, muchas veces, se da un ida y vuelta. Los jóvenes también nos recomiendan sus películas o series. Considero muy importante poder mirarlas y ver que podemos «sacar de ellas» para hacerles una devolución. Sería algo así como intentar acortar la brecha generacional en lo que a cine respecta».
Para pensar y debatir la orientación vocacional
Sergio Enrique es psicólogo, especialista en temas de orientación vocacional. Dice que el cine es un medio más en su tarea profesional: «En mis actividades de orientación vocacional suelo compartir recursos audiovisuales con los jóvenes que están intentando construir sus proyectos de vida. Y si bien una película puntual no es el primer recurso, me gusta mucho poder discutir con ellos pelis distópicas donde los jóvenes son protagonistas».
«Daniel Korinfeld (psicólogo) ha analizado, de una manera muy clara e inteligente, cómo socialmente circulan en la actualidad determinadas narrativas y representaciones en torno a los jóvenes, que anudan ciertos significantes particulares sobre la idea de futuro: «Hoy pareciera que el futuro es un lugar plagado de amenazas. El futuro tiende a ser, sobre todo, el futuro temido». Este futuro temido podemos pensarlo como un tipo particular de cronotopo en la narrativa juvenil contemporánea. Según Mijail Bajtín, si examinamos los géneros discursivos preponderantes en cada época podemos acceder a la comprensión de su tonalidad emotiva. Para él, la predominancia de ciertos géneros literarios, en un determinado momento histórico, permite captar la singularidad de éste. Y de este modo, el lenguaje y sus variaciones son vías de acceso privilegiados a las transformaciones de la historia social. Así, un examen sobre ciertos éxitos de la literatura juvenil contemporánea puede considerarse como una puerta de acceso a la comprensión del presente».
Siguiendo la línea de esa argumentación, en la nómina de películas que menciona figuran aquellas que han sido un éxito de venta en el terreno de la literatura juvenil a nivel mundial: Batalla Real (1999) del libro de Koushun Takami; las trilogías Los juegos del hambre (2008-2010), de los libros de Suzanne Collins; Divergente (2011-2013) de los libros de Verónica Roth, y El corredor del laberinto (2009-2011) de los libros de James Dashner. También cita la película El dador de recuerdos (2014) de la obra de Lois Lowry. Recurre además a los videos de Youtube, para trabajar con jóvenes que están finalizando la escuela secundaria: el de la Murga la Mojigata (Vocación) y el de la Murga Cayó la Cabra (Cuplé sobre el trabajo). También los pone en discusión en los espacios de formación de profesionales psi y con jóvenes ingresantes. Enrique coordina el Sistema de Tutorías de Pares en Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas (UNR).
En filosofía y pedagogía
Laura Bravi es profesora de filosofía en la Escuela Secundaria Nº 551 y de pedagogía en los profesorados de inglés, biología, nivel inicial, nivel primario y de discapacitados intelectuales, en el Instituto Superior Nº 16 y en el Normal Nº 2. Describe al cine «como una valiosa y creativa estrategia didáctica para poner a disposición de los estudiantes y de diferente modos». Para sus clases se vale de los filmes en forma completa o de fragmentos. Para este último caso, pone como ejemplo El mundo de Sofía, basado en el famoso libro de Jostein Gaarder. Elige algún pasaje que pueda relacionar con lecturas propuestas o experiencias cotidianas de sus estudiantes. «La mayoría de las veces evito recomendar guías y elaboración de preguntas a posteriori de la proyección porque de alguna manera mata el encanto de la propuesta cinéfila», apunta y subraya que «además del contenido por el cual se elige una película, intento transmitir el amor por el cine, disfrutar ver un material audiovisual por el sólo hecho de verlo».
Falta de espacios adecuados
La profesora destaca como recurso a valorar los Archivos fílmicos por parte del Ministerio de Educación de la Nación (hasta 2015), «que facilitó y promovió la inclusión del cine en el aula, acercando las películas originales y guías didácticas para abordarlas». Y señala un dato clave de la realidad de las escuelas, que suele conspirar con los deseos de llevar el cine a la escuela: «La falta de tecnología y espacios para mirar cine en las escuelas e instituciones públicas desgasta, frustra un poco el disfrutar del cine in situ, ya que hay pocos proyectores, pantallas, equipos de audios y salas acondicionadas para tal fin».