Agencias de la ONU instan a avanzar hacia un enfoque integral de la educación en sexualidad

UNESCO/30 Agosto 2018

A 10 años de la publicación de su primera edición, la UNESCO dio a conocer el 30 de agosto de 2018 la traducción al español de la versión revisada de las Orientaciones técnicas internacionales sobre educación en sexualidad. El documento aboga por una educación integral en sexualidad de calidad que promueva la salud, el bienestar, el respeto por los derechos humanos, la equidad de género y que empodere a niños, niñas y jóvenes a llevar vidas saludables, seguras y productivas.

“Basada en la última evidencia científica, las Orientaciones técnicas internacionales sobre educación en sexualidad reafirman la posición de la educación en sexualidad dentro de un marco de derechos humanos y equidad de género”, afirmó la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay: “Promueve un aprendizaje estructurado sobre sexualidad y relaciones en una manera positiva y centrada en el interés superior de las personas jóvenes. Mediante la delimitación de los elementos esenciales que componen a los programas de educación en sexualidad efectivos, las Orientaciones permiten a las autoridades de cada país diseñar un currículo integral que tenga un impacto positivo en la salud y el bienestar de las personas jóvenes”.

Las Orientaciones técnicas están diseñadas para asesorar a quienes están a cargo de la formulación de políticas educativas de todos los países, incluyendo el diseño e implementación de programas científicamente correctos y apropiados para niños, niñas y jóvenes de 5 a 18 años.

El documento, que se encuentra basado en una revisión del estado actual de la educación en sexualidad en el mundo y en las mejores prácticas realizadas en las diversas regiones, demuestra que la educación en sexualidad:

  • Ayuda a las y los jóvenes a ser más responsables en su actitud y comportamiento con respecto a la salud sexual y reproductiva.
  • Es esencial para combatir el abandono escolar de las niñas debido al matrimonio precoz o forzado, el embarazo adolescente y los problemas de salud sexual y reproductiva.
  • Es necesaria porque en algunas partes del mundo dos de cada tres niñas informaron que no tenían idea de qué les estaba pasando cuando comenzaron a menstruar, y porque las complicaciones asociadas al embarazo y al parto son la segunda causa de muerte entre las jóvenes de 15 a 19 años.
  • No adelanta ni aumenta la actividad sexual, la conducta de riesgo sexual o las tasas de infección ITS/VIH. También presenta evidencia que muestra que los programas que promueven únicamente la abstinencia fallan en prevenir la iniciación sexual temprana, o en reducir la frecuencia y el número de parejas sexuales entre jóvenes.

Las Orientaciones identifican la urgente necesidad de una educación integral en sexualidad de calidad para:

  • Proporcionar información y orientación a los y las jóvenes sobre la transición de la infancia a la adultez y enfrentar los desafíos físicos, sociales y emocionales involucrados en este proceso.
  • Abordar los desafíos que presentan los problemas de salud sexuales y reproductivos, que son particularmente difíciles durante la pubertad, incluyendo el acceso a métodos anticonceptivos, embarazo precoz, violencia basada en el género, infecciones de transmisión sexual (ITS), el VIH y el SIDA.
  • Crear conciencia sobre la prevención y transmisión del VIH, de las cuales solo el 34% de las personas jóvenes del mundo pueden demostrar conocimiento científicamente correcto.
  • Complementar o contrarrestar la gran variedad de información de calidad variable que las personas jóvenes encuentran en internet, así como ayudar a enfrentar los casos cada vez más comunes de acoso cibernético.

Mary Guinn Delaney, asesora regional de la UNESCO en Educación para la Salud y el Bienestar para América Latina y el Caribe, afirma que esta publicación constituye “una oportunidad para la región, dado que provee de nuevos conocimientos en materias que en la actualidad son muy relevantes, como el acoso cibernético y la violencia de género. Este documento servirá de referencia para continuar profundizando el desarrollo conceptual de la Educación Integral en Sexualidad, para la elaboración de contenidos curriculares y para la implementación de programas, ya sea para diseñar nuevos o revisar la estructura y contenidos de los ya existentes”.

Mary Guinn Delaney. Foto: UNESCO Santiago

Asimismo, la asesora destaca el aporte de América Latina y el Caribe en el proceso de actualización de las Orientaciones, especialmente los insumos entregados en la Consulta Regional de Personas Expertas en Educación Integral en Sexualidadrealizada en la Ciudad de Panamá en octubre de 2016. En dicha reunión, expertos de diversas instituciones y países de la región entregaron sus perspectivas y recomendaciones que fueron consideradas para la elaboración de esta versión revisada.

“En América Latina y el Caribe y en el mundo existe una diversidad muy amplia de contextos en los que se imparte educación en sexualidad con variados currículos, estructura educacional, culturas y prioridades. Estas Orientaciones que publicamos son de aplicación voluntaria y no vinculantes, pero son contundentes, basadas en un marco conceptual universal, apoyado por evidencia científica y con contenidos y recomendaciones aplicables a cualquier país del mundo”, señaló Claudia Uribe, directora de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago).

Las Orientaciones técnicas internacionales sobre educación en sexualidad fueron elaboradas por la UNESCO en colaboración con ONUSIDA, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), ONU Mujeres y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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UNESCO

La UNESCO es un organismo especializado de las Naciones Unidas. Se fundó el 16 de noviembre de 1945 con el objetivo de contribuir a la paz y a la seguridad en el mundo mediante la educación, la ciencia, la cultura y las comunicaciones. La constitución firmada ese día entró en vigor el 4 de noviembre de 1946, ratificada por veinte países. En 1958 se inauguró su sede principal, en el distrito VII de París. Su directora general es Irina Bokova. A 2014, cuenta con 195 Estados miembro y ocho miembros asociados.