Un “cuadernillo” de feminismo para adultos

Redacción: El País

‘Juegos Reunidos Feministas’ es un libro de actividades tan pedagógicas como macarras para aprender y desaprender sobre el patriarcado y la igualdad

«Aviso. Vamos a emplear el femenino genérico mucho, así que acostúmbrate si eres un tío. Si eres de la RAE, tómate un tranquimazín y llama a la línea de la esperanza que habilitaremos en breve para ti. Queremos ayudarte: se puede salir del infierno en que te encuentras». Así, dentro de un recuadro azul sobre el anaranjado de una melena afro, comienza Juegos Reunidos Feministas (Planeta, 2019), un libro que su autora llama «cuadernillo». En parte lo es, cumple con la función pedagógica asociada a esos libritos de actividades que inundan los veranos de los escolares desde hace más de medio siglo, pero a lo macarra.

Una de las ilustraciones del interior del libro.
Una de las ilustraciones del interior del libro. ANA GALVAÑ
Dice la autora que es una propuesta sencilla con contenido complejo contra «esa masa que cree que el feminismo es lo que no es y además cree que sabe mucho sobre eso». Escalona sintetiza la definición, aunque sabe que es «reduccionista»: «El feminismo es el movimiento que defiende la igualdad social, política y económica entre mujeres y hombres». Y punto, no hay más. O al menos no debería haberlo.

«Incomprensiblemente», todavía hay quienes argumentan que el objetivo de las feministas es colocarse «por encima de los hombres», o repiten aquello de «ni machista ni feminista». «Y no, obviamente no es eso. Tampoco es que peleando por ser iguales caigamos en la misma mierda en la que están ellos metidos», apunta la editora, convencida de que, a quien no le gusta la palabra es porque la asocia a señoras quemando sujetadores hace unas cuantas décadas. «El feminismo es diverso y poliédrico y con líneas de pensamiento que engloban muchas filosofías».

Una de las páginas de 'Juegos Reunidos Feministas'.
Una de las páginas de ‘Juegos Reunidos Feministas’.
Si fuese por ella, haría un envío del libro a ciertos señores: «Con un afán social y de progreso». Ella no habla de coches porque no sabe, y opina que quien no tiene ni idea sobre feminismo debería hacer lo mismo «y no repetir como un eco argumentos estúpidos que han leído en redes sociales o han escuchado por ahí». «Que revisen sus creencias, que es algo muy feminista», explica.

A lo largo de los últimos años el movimiento ha experimentado un crecimiento exponencial que no solo ha arrastrado a mujeres y hombres, sino que ha conseguido que muchas y muchos de ellos reflexionaran sobre sus propios comportamientos: «Todas estamos criadas en el patriarcado, tenemos actitudes machistas, como también racistas, homófobas… Cuestionarse a una misma desde el feminismo también implica esas otras revisiones».

Como también cuenta en el libro, los derechos no son un pastel en el que si tú coges los demás tienen menos: «Es todo lo contrario. Se refuerzan unos y otros». En ese refuerzo, el feminismo es parte imprescindible, «y un aprendizaje, un camino constante de deteccion de prejuicios, actitudes y maneras de comportarse que pueden estar infiltradas en tu día a día». El libro de Escalona y Galvañ sirve para barrer algunas.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/02/21/mujeres/1550746986_860101.html

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