América del norte/Estados Unidos/25 Abril 2019/Fuente: Prensa Latina
En un artículo difundido en Internet, Warren sostuvo que su plan está destinado a dar a cada estadounidense la oportunidad de asistir a una universidad pública de dos o cuatro años sin pagar un centavo en matrícula o cuota.
Asimismo, busca ‘que la universidad gratuita sea verdaderamente universal’, al hacer que la educación superior de todo tipo sea más inclusiva y esté disponible para todos los estudiantes, especialmente de bajos ingresos, negros y latinos, sin la necesidad de que se endeuden.
De acuerdo con la senadora, su propuesta eliminaría 50 mil dólares en deuda de préstamos estudiantiles a cada persona con un ingreso familiar de menos de 100 mil dólares al año, mientras que quienes tienen ingresos hasta 250 mil dólares también recibirían reducciones.
Un análisis económico de los principales expertos en préstamos estudiantiles determinó que el plan cancelaría al menos una parte de la deuda para el 95 por ciento de las personas que tienen ese tipo de compromisos económicos, y la eliminaría de forma completa para el 75 por ciento, señaló Warren.
La iniciativa de la miembro de la Cámara Alta incluiría, asimismo, la creación de un fondo de 50 mil millones de dólares para los Colegios y Universidades Históricamente Negras y las Instituciones de Servicio a Minorías.
Además, dispondría de fondos federales adicionales para los estados que demuestren mejoras considerables en las tasas de inscripción y graduación de estudiantes de bajos ingresos y de color.
Según la aspirante a la Casa Blanca, expertos consideran que su medida de cancelación de deuda crearía un estímulo económico, y ‘un estudio tras otro muestran que las inversiones en educación superior ofrecen enormes rendimientos por cada dólar’.
Warren denunció que los estados han ido invirtiendo menos por estudiante en las universidades comunitarias y en las públicas de cuatro años, mientras las propias escuelas han aumentado la matrícula y las cuotas para compensar la brecha.
En lugar de intervenir para responsabilizar a los estados, o para pagar más y mantener los costos razonables, el Gobierno federal optó por una tercera opción: empujar a las familias que no pueden costear los precios escandalosos de la educación superior a pedir préstamos, señaló.
Datos difundidos en febrero pasado arrojan que 44 millones de estadounidenses tienen algún tipo de deuda estudiantil, la cual alcanza 1,5 billones (millones de millones) de dólares a nivel nacional.