Para defender la educación

En mi pasado artículo mencioné algunas iniciativas factibles para mejorar nuestra educación a corto plazo. Sabemos que los acuerdos entre Gobierno y oposición no son fáciles de alcanzar y mientras se concretan –como esperamos- se necesita al menos aminorar el deterioro. Así, sería una ayuda ofrecer transporte gratuito a estudiantes y docentes gracias a un servicio temporal al efecto, especialmente en las comunidades que más lo necesiten.

El Programa de Alimentación Escolar es otro tema clave: muchos niños y niñas no están comiendo bien, y eso repercute en su presente y su futuro. Es urgente asegurar su alimentación diaria de calidad. Desde enero se anunciaron acuerdos con FAO y Unicef para fortalecer el PAE. Pero hay que ir más allá: estudiosos de la economía han recomendado lograr un convenio del tipo Petróleo por Alimentos, utilizado ya en países como Irak.

Un convenio de este tipo permite eludir las abusivas sanciones externas, vendiendo petróleo con el apoyo de las Naciones Unidas. De esta manera los ingresos entran directamente a un fondo supervisado, que sólo se puede usar para alimentos, medicinas y equipos para la propia producción petrolera y la agricultura. El impacto de un acuerdo como éste sería notable.
Las y los docentes necesitan poder vivir de su profesión: sin docentes no hay escuela. Hay que atender al incremento de sus salarios y otros beneficios, hoy pulverizados. También hay que recuperar el servicio médico que reciben. Ellas y ellos merecen prioridad en la atención del Ipasme, e inversiones en instalaciones y equipos para los centros que utilizan. No pueden ser “un usuario más” de sedes deterioradas y colapsadas.

Revisar y enriquecer los textos de la Colección Bicentenario y los contenidos de las computadoras Canaima es barato y a la vez tiene peso en el mejoramiento general de la educación. Sólo exige remunerar adecuadamente a los equipos de diversos especialistas involucrados. Importante seleccionar personas bien capacitadas: no cualquiera sirve sólo porque tenga un título de profesor o de diseñador gráfico. Es necesario que los textos, sean impresos –más costosos- o en digital, lleguen a manos de las y los estudiantes, sobre todo de aquéllos en mayores dificultades.

Fuente del artículo: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/para-defender-la-educacion/

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Aurora Lacueva

Aurora Lacueva se graduó como profesora de educación secundaria en el Instituto Pedagógico de Caracas, tiene dos maestrías de la Universidad de Stanford (EEUU) y un doctorado de la Universidad de Barcelona (España), todos en el área educativa. Es profesora de la Escuela de Educación de la Universidad Central de Venezuela, en Caracas. Se ocupa de temas de pedagogía general y enseñanza de las ciencias, dentro de un enfoque crítico, y ha publicado libros y artículos en ese campo. Ha colaborado con docentes en trabajos de investigación-acción en la escuela, guiando sus tesis de licenciatura y maestría.