A pesar que entre 2008 y 2018, la proporción de personas de entre 25 y 34 años con educación superior aumentó en nueve puntos porcentuales en promedio en los países miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el 14. 3 por ciento de los jóvenes de entre 18 y 24 años no estudia ni trabaja ni recibe formación, revelan los resultados del Panorama de la Educación 2019, elaborado por el organismo multinacional.
Afirma que, en promedio en los países de la OCDE, el 44 por ciento de las personas entre 25 y 34 años tenía un título de educación superior en 2018, frente al 35 por ciento en 2008. Su tasa de empleo era 9 puntos porcentuales superior a la de los adultos con educación media superior y sus ingresos eran un 57 por ciento más altos.
Sin embargo, algunos sectores tienen problemas para encontrar a las personas con la capacitación que necesitan, pues menos del 15 por ciento de los estudiantes de nuevo ingreso en programas de grado estudia ingeniería, manufactura y construcción, y menos del 5 por ciento estudia tecnologías de la información y la comunicación, pese a que estos son los sectores con las tasas de empleo más altas y se prevé que su demanda se mantenga elevada.
Las mujeres están especialmente poco representadas y, en promedio en los países de la OCDE, suponen menos de uno de cada cuatro estudiantes de nuevo ingreso.
En el caso de México, destaca que si bien logró avances en el aumento del nivel educativo en la formación superior, pues la proporción de adultos jóvenes (de 25 a 34 años) que completaron la universidad aumentó del 16 al 23 por ciento entre 2008 y 2018, todavía está muy por debajo del promedio de la OCDE del 44 por ciento.
Agrega que la mayoría de quienes ingresan por primera vez a la educación superior (92 por ciento) eligen un programa de licenciatura, mientras que solo el 9 por ciento se inscribe en programas universitarios de ciclo corto.
En contraste, los países de la OCDE en promedio tienen una distribución más uniforme de los participantes, con un 17 por ciento que ingresan a programas universitarios de ciclo corto, un 7 por ciento de primeros títulos de maestría y un 76 por ciento de programas de licenciatura.
Por lo que respeta a los estudios de posgrado, advierte que en nuestro país es “limitada en su escala y se enfoca solo en algunos campos de estudio”. Destaca que apenas el 0.1 por ciento de los jóvenes de 25 a 64 años en México tienen un doctorado, la proporción más baja entre los países de la OCDE.
En 2017, alrededor de 9 mil 300 personas se graduaron con un doctorado, de las cuales 51 por ciento eran mujeres y 38 por ciento habían obtenido un título en el campo de la educación. Esta es, con mucho, la mayor participación en los países de la OCDE (5 por ciento). El segundo campo más popular fue el de negocios, administración y derecho, que representaron el 25 por ciento de todos los graduados de doctorado, muy por encima del promedio de la OCDE de 9 por ciento.
En promedio en los países de la OCDE, el campo de estudio más común a nivel de doctorado son las ciencias naturales, las matemáticas y las estadísticas (23 por ciento), mientras que solo el 10 por ciento de los graduados de doctorado en México estudiaron este campo.
El nuevo informe de la OCDE, que forma parte de la campaña “Yo soy el futuro del trabajo”,
analiza los sistemas educativos de los 36 países miembros de la OCDE, entre ellos México, así como de Arabia Saudita, Argentina, Brasil, China, Colombia, Costa Rica, India, Indonesia, la Federación de Rusia y Sudáfrica.