La red de escuelas públicas, a cargo de la organización no gubernamental (ONG) “Hand in Hand”, se ha ganado elogios de grupos cívicos de la comunidad internacional, del sindicato de maestros estadounidenses “AFT” y hasta de la Casa Blanca, por su modelo de integración y coexistencia entre judíos y palestinos.
Sus más de 1,200 estudiantes y 5,000 maestros y padres de familia dan fe no sólo del éxito académico de la red escolar -hay una larga lista de espera- sino también de su trabajo conjunto por lograr una plena integración en la sociedad civil.
Por ello no sorprende que el recinto en la escuela Max Rayne, en Jerusalén, reciba constantes visitas de líderes del Congreso y del gobierno de EEUU, y activistas cívicos, académicos, y periodistas de todo el mundo, que llegan a sus puertas con la misma pregunta sobre una zona de conflicto: “¿Cómo hacer para no odiar ´al otro´?”
Un rechazo al odio
En sus seis escuelas en todo Israel, estudiantes judíos y árabes en primaria y secundaria no sólo comparten techo sino que aprenden sus materias tanto en hebreo como en árabe simultáneamente y celebran sus respectivas fiestas, demostrando que, pese a la violencia que consume a la región en el Medio Oriente, ellos se niegan a verse como “enemigos”.
Es lo que intentó un grupo ultraderechista judío cuando, el 29 de noviembre de 2014, ocasionó un incendio en una aula de primer grado de la escuela Max Rayne, dejando además grafiti con mensajes como “muerte a los árabes” y “no hay coexistencia con el cáncer”, en alusión a esa minoría.El incidente no dejó heridos pero sirve de constante recordatorio a los maestros y padres sobre la constante labor que tienen por delante.
En entrevista con este diario al ofrecer un paseo por la escuela, Joel Meshi, de la organización “Hand in Hand”, detalló el apoyo que el colegio sigue recibiendo, como prueba de que los grupos extremistas “no lograrán frenar el diálogo” de reconciliación.
“Es algo que causa mucha tristeza, frustración y hasta miedo, eso de ser atacado por promover la tolerancia y por tratar de enseñar a la gente a que deje de lado el odio. Pero lo que nos da ánimo es ver cuánto apoyo estamos recibiendo dentro y fuera de Israel, y de grupos que vienen de todo el mundo a visitarnos… porque nuestra fortaleza yace en enseñar tolerancia”, dijo.
Unidad e integración
Baste un recorrido por las aulas y pasillos del recinto en Jerusalén para constatar la labor de los maestros por fomentar la unidad e integración de los estudiantes judíos y palestinos, guiados por la creencia de que ambos grupos pueden superar los estereotipos que se tienen “del otro” y compartir espacios sin perder su identidad cultural y religiosa.
Fuente de la Noticia: http://www.eldiariony.com/2016/04/10/escuelas-bilingues-en-israel-sirven-de-modelo-para-coexistencia-pacifica-en-medio-oriente/
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