Plan Universidad en Casa deja a la educación superior a su suerte
Varias universidades del país se enfrentan a la precariedad de los servicios públicos y falta de recursos tecnológicos para cumplir con este plan.
Caracas. Más de un mes de cuarentena ha pasado desde que se planteó culminar la educación superior con el respaldo del Plan Universidad en Casa. Pero desde hace más de una década las universidades se enfrentan a la precariedad de los servicios públicos, falta de recursos tecnológicos y a plataformas educativas caídas. Los “vacíos” de este plan evidencian que se ha dejado a su suerte la enseñanza universitaria a distancia.
Lo poco que se conoce sobre este programa es lo que ha dicho el ministro de Educación Universitaria, César Trompiz: “90 % de las universidades del país se han unido al plan. Este se va a extender hasta agosto cuando venga el próximo periodo vacacional. La metodología a utilizar será la de clases a distancia, en la cual se hará uso de la llamada telefónica, mensajes de texto, el correo electrónico y mensajería a través WhatsApp”.
Varias universidades públicas y autónomas han emitido comunicados en los que expresan alternativas y fijan posición sobre el Plan Universidad en Casa. Entre ellas la Universidad Central de Venezuela (UCV), Universidad de Oriente (UDO), Universidad del Zulia (LUZ), Universidad de los Andes (ULA) y la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL).
Por su parte, la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (Fapuv) informó que se desconocen los objetivos, recursos disponibles, metas, cronogramas, mecanismos de consulta a las universidades y proyectos especiales que podrían requerir para las actividades formativas.
Para la educadora y profesora de la UCV, Nazarelys Blanca, se debe mostrar un documento técnico que sustente el plan e indicadores para la medición y resultados esperados.
“La educación a distancia comprende más que solo enviar contenidos y asignaciones. Es necesario que se conozca públicamente el estado de la infraestructura tecnológica del país. Además, es importante saber cuáles herramientas, más allá del portafolio educativo, que es en la nube, se pueden aplicar para llevar a cabo el proceso de enseñanza y aprendizaje. Esto se debe incluir en la discusión de políticas sociales sectoriales pertenecientes a la educación”, aclaró.
Sin presupuesto
La deficiencia de los servicios de las universidades y el poco presupuesto que reciben son de vieja data. Como consecuencia de la situación económica del país, desde 2008 las distintas casas de estudios reciben retazos de presupuesto impuestos por el Ejecutivo, que solo cubre gastos de nómina, por lo que invertir en recursos e infraestructura tecnológica se hace cuesta arriba.
La Comisión de Presupuesto de 11 universidades nacionales informó que durante 2019 disminuyeron los recursos económicos y de logística. Por ejemplo, para este año la UCV apenas alcanzó a pagar sueldos y salarios de enero. De 2000 a 2017 la universidad ha perdido, en promedio, 48 % de financiación pública y las asignaciones para infraestructura bajaron 66 %.
Blanca dijo que es necesario invertir no solo en la infraestructura que albergará el proceso de enseñanza y aprendizaje de manera virtual, sino también en la formación docente para el uso y manejo de las tecnologías de la investigación y la comunicación (TIC).
Servicios y plataformas caídas
Uno de los mayores desafíos para los estudiantes universitarios ha sido lidiar con las constantes fallas del servicio de Internet. Según un estudio publicado en marzo 2020 por Speedtest Global Index, portal que mide la velocidad de Internet en el ámbito internacional, la conexión en los hogares venezolanos se encuentra en el penúltimo lugar. De 176 países, Venezuela se ubica en el puesto 175 con 3,67 Mbps.
A las fallas de este servicio, se le suma la crisis del Sistema Eléctrico Nacional. El colapso de marzo de 2019 continúa este año. En Caracas los bajones de luz son diarios, mientras que en las regiones pasan horas sin electricidad.
Cameron Navas, estudiante de la ULA, aseguró que el servicio de Internet es intermitente y que debe lidiar con los datos móviles para hacer las tareas y evaluaciones. “Se nos va la luz a diario entre 6 y 12 horas. Tengo una laptop que a veces se traba y se pone lenta, y la conexión no ayuda para nada. He tenido que avisar a los profesores para que estén prevenidos por si no puedo estar presente durante las clases virtuales. Esto de verdad que desmotiva muchísimo”, lamentó.
Por su parte, la ONG Aula Abierta, en colaboración con otras organizaciones, creó un formulario que fue aplicado a 114 estudiantes de universidades públicas y privadas ubicadas en la región occidental, andina y central de Venezuela.
Los resultados reflejaron que 60,5 % de los encuestados recibieron indicaciones de sus profesores para utilizar plataformas virtuales e impartir clases a distancia, mientras que 32,5 % reportó que no. 71,9 % de los estudiantes consideró que la calidad del servicio de Internet afecta el desempeño de las actividades académicas y 65,8 % indicó que la calidad de los datos móviles también dificulta el acceso a la educación. El porcentaje restante señaló lo contrario.
El consejero universitario de la UCV, Jesús Mendoza, indicó que una de las alternativas ante la precariedad de los servicios ha sido dar recomendaciones sobre cómo ver materias a distancia. Además, garantizar la reprogramación según el tiempo perdido e incluso está la posibilidad de retirar alguna materia después de la cuarentena sin afectar la eficiencia académica.
Otro aspecto que dificulta la educación a distancia es que las plataformas diseñadas por varias universidades están caídas, tienen poco uso o les falta actualizarse. En el último comunicado del Consejo Universitario de la UCV se menciona la posibilidad de utilizar el portal Campus Virtual. Sin embargo, se exigió que debe ser fortalecida y que requiere de inversión.
“Sinceramente, no es una buena plataforma web. Se queda pegada y necesita actualización. Actualmente, hay 310 materias registradas en este Campus, pero la gran mayoría de los profesores utiliza otras plataformas digitales para dar clases como Google Classroom o Zoom. El problema es que la universidad no cuenta con ningún tipo de presupuesto. Sé que hay una propuesta ante el Consejo Universitario de un nuevo programa con ayuda de la Escuela de Computación de la Facultad de Ciencias”, explicó Mendoza.
Captura de pantalla de Campus Virtual UCV.
Sortean dificultades
Algunas universidades privadas como la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), la Universidad Metropolitana (Unimet) y la Universidad Católica Santa Rosa (Ucsar) iniciaron sus actividades en la modalidad virtual. Todas cuentan con sus propias plataformas de e-learning (educación en línea).
María Laura Jiménez, estudiante de Comunicación Social de la UCAB, contó que los profesores canalizan las clases a través de distintas plataformas como Zoom, WhatsApp, Instagram, Facebook y Módulo 7, aula virtual de la universidad. Les envían lecturas y asignaciones por estos medios. Las evaluaciones son grupales, algunas escritas y otras prácticas. Quienes no pueden acceder a las clases en vivo tienen la oportunidad de verlas grabadas.
“Yo tuve que quedarme en Apure por la cuarentena. Aquí hay bajones de luz todos los días, razón por la que se me va el Internet cada vez que ocurre. Me ha pasado que tengo una clase a las 9:00 a. m. y me la he perdido. Incluso a uno de mis profesores se le cayó la videollamada tres veces, pero a pesar de esto nos motivó a continuar. Esto es un reto porque hay muchos problemas. A veces uno se frustra, pero, aun así, se puede seguir con la mejor actitud, planteándote una meta, y con mucha paciencia”, sostuvo Jiménez.
Ante los “vacíos” que presenta el Plan Universidad en Casa, varias instituciones públicas y autónomas han decidido continuar de manera virtual con aquellas materias cuyo contenido de evaluación sea solo teórico.
Yudith Aular, rectora encargada de la Universidad del Zulia, aseguró que todas las facultades y núcleos de esta casa de estudios tienen propuestas sobre cómo continuar las clases a distancia, que incluye la evaluación de los estudiantes que cuentan con acceso a los servicios básicos.
Se plantearon las ideas ante el Consejo Universitario el pasado miércoles 6 de mayo. “Sabemos que hay un mínimo de estudiantes que no podrá acceder a las clases, pero también estamos buscando alternativas para que nadie quede excluido. En el caso de las materias que son estrictamente presenciales como, por ejemplo, las de Medicina, se dejarán para el próximo semestre”, aclaró Aular.
La Facultad de Humanidades y Educación de LUZ tiene proyectos para apoyar en la salud mental ante la situación de confinamiento y van a prestar apoyo a través de aulas virtuales.
Fuente de la Información: https://cronica.uno/plan-universidad-en-casa-deja-a-la-educacion-superior-a-su-suerte/
Una respuesta a “Venezuela: Plan Universidad en Casa deja a la educación superior a su suerte”
Los comentarios están cerrados.