Africa/Niger/PrensaIE
Los centros de enseñanza que permanecían cerrados desde el 20 de marzo han reabierto el 1 de junio, pero la situación y la seguridad de miles de docentes siguen en la cuerda floja.
os centros de enseñanza que permanecían cerrados desde el 20 de marzo han reabierto el 1 de junio, pero la situación y la seguridad de miles de docentes siguen en la cuerda floja.
Más de 18 000 escuelas de primaria, además de las de secundaria y las de formación técnica y profesional, han reabierto sus puertas en Níger en un contexto de confusión generalizada. En una entrevista del 28 de mayo, Issoufou Arzika Nanaïjé, secretario general del Syndicat National des Enseignants du Niger (SNEN), expresó su preocupación por una serie de problemas.
En primer lugar, por la seguridad: las condiciones son de hacinamiento, con entre 60 y 100 alumnos por aula. Por ello, el día 1 de junio fue imposible mantener el distanciamiento físico. Existe además la creencia de que los niños no son muy vulnerables a la COVID-19. Sin embargo, la carga viral en las clases superpobladas puede ser considerable. Además, pronto comenzará la temporada de lluvias y más de la mitad de las escuelas son chozas de paja, especialmente en zonas rurales.
Los problemas ya existentes se han agravado
Arzika Nanaïjé añadió que la COVID-19 ha agravado problemas ya generalizados entre los docentes. Para cubrir las necesidades de personal, el ministerio responsable de la educación primaria había contratado a más de 2500 docentes, la mayoría de los cuales se incorporaron en diciembre de 2019. A estos docentes se les exigió la incorporación a su destino antes de que se les efectuara ningún pago, lo que les obligó a endeudarse y a ejercer en situación de pobreza total, sin recibir remuneración alguna. Cuando los centros cerraron sus puertas en marzo, estos docentes tuvieron que apañárselas solos para abandonar los lugares remotos a los que habían sido destinados. La administración, también paralizada, no atendió sus reclamaciones y aún no ha pagado los salarios que estos trabajadores esperan desde hace meses (hasta cinco meses en algunos casos).
Para colmo, según Arzika Nanaïjé, las autoridades les han exigido que vuelvan a sus puestos el 25 de mayo para retomar las clases el 1 de junio de 2020.
Tras la intervención del SNEN, el Ministerio de Economía ha respondido que el salario del mes de mayo de 2020 estaba en camino. Sin embargo, la administración no se ha pronunciado respecto a los salarios de enero, febrero, marzo y abril de 2020.
Además, el Ministerio de Educación ha decidido unilateralmente ampliar su horario, obligándolos a trabajar los sábados, además de los días lectivos normales (de lunes a viernes). Arzika Nanaïjé ha lamentado especialmente que esto se haya hecho sin ningún tipo de acuerdo previo.
Los docentes están muy preocupados por el abandono escolar
Por otra parte, el SNEN está sumamente preocupado por la situación de los alumnos, la mayoría de los cuales no ha proseguido con sus estudios durante dos meses debido a la gran brecha digital. Menos de un cuarto de los alumnos cuenta con algún tipo de acceso al aprendizaje a distancia (principalmente a través de la radio o la televisión). A los docentes también les preocupa el riesgo de abandono escolar al que se enfrentan los alumnos.