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Roma ha comenzado un proyecto piloto que se podría extender a otras regiones
Vestidos con monos amarillos, mascarillas de colores y coronas de plástico en la cabeza, un equipo de enfermeros se presentaba este martes en un colegio de Fiumicino, a las afueras de Roma. Los pacientes eran niños de tres a seis años, los primeros en someterse en Italia a los test de saliva para detectar la covid-19. El proyecto piloto ha comenzado ya en algunas escuelas de la capital y pronto podría extenderse a otras ciudades.
El mecanismo es sencillo. Los niños deben chupar, como si fuese un caramelo, un bastoncillo y después escupir en una pequeña probeta. La única condición es no haber comido ni haberse lavado los dientes en la última media hora. Por el momento se está utilizando sólo con los más pequeños, ya que es menos invasivo que las tradicionales pruebas nasofaríngeas.
Se trata de un test de antígenos, pero a diferencia de las pruebas rápidas, las muestras hay que enviarlas a laboratorio. La respuesta llega en unas pocas horas, durante el día, lo que reduciría los tiempos de las PCR, pero todavía no servirían para sustituir a los test nasales de antígenos que permiten hacer cribados masivos con resultados en media hora.
El Instituto Spallanzani de Roma, el hospital de referencia en la capital para enfermedades infecciosas, analizó hace unos días dos modelos de test de saliva realizados por empresas italianas: uno con resultado inmediato y otro que requería análisis de laboratorio. Concluyó que este último tenía una sensibilidad idéntica a las pruebas rápidas de antígenos, por lo que lo validó. El más veloz, que ofrecía una respuesta en cinco minutos, no era del todo fiable y quedó descartado.
“Tenemos capacidad para hacer unas 200 pruebas de saliva al día, con lo que consideramos que es un mecanismo excelente para añadir un nuevo sistema de rastreo. Ya conocemos los buenos resultados de las PCR, de las pruebas rápidas y ahora también de los test de saliva”, afirma Giuseppe Quintavalle, responsable sanitario del área de salud de Roma en el que ha comenzado este proyecto. Por tanto, el objetivo de momento no es sustituir unos test por otros, sino añadir un instrumento más.
Con los test de antígenos de saliva ocurre lo mismo que con los nasofaríngeos, es decir, que en caso de positivo es necesario realizar una PCR para confirmarlo. Durante los cinco primeros días las pruebas de antígenos tienen una sensibilidad casi igual a las de las PCR -las más fiables, pero también más lentas-, mientras que pasado ese tiempo su eficacia baja al 70% u 80%.
El director de microbiología de la Universidad de Padua, Andrea Crisanti, aseguraba hace unos días en una entrevista en NIUS que “no existe un test perfecto para todas las situaciones”. “Las pruebas de saliva son útiles para hacer un cribado. Si, por ejemplo, quiero saber si en los colegios hay mucha transmisión viral, en lugar de hacer un PCR, que es invasivo y requiere una logística mayor, hago el test de saliva. Si no hay ningún positivo en la escuela, termina ahí. Por el contrario, si hay varios positivos, paso a la PCR, porque el salivar me va a dejar fuera varios casos”, opinaba.
Cribados en los colegios
La región de Lazio, cuya capital es Roma, ha sido pionera con las pruebas de saliva para los alumnos de preescolar. Se prevé que harán un millón de controles de este tipo. Mientras que con los más mayores están haciendo cribados mediante test nasofaríngeos de antígenos en ésta y otras zonas de Italia.
Empezó el Véneto y, poco a poco, se fueron sumando otros territorios. En total, las regiones han ordenado la compra de unos siete millones de test, casi tantos como estudiantes hay en Italia. La ministra de Educación, Lucia Azzolina, informó esta semana de que sólo el 0,02% de los alumnos y el 0,04 de los profesores se han contagiado, por lo que consideran un éxito la vuelta a las clases.
Italia por delante de España
Mientras en España han comenzado recientemente las pruebas masivas de antígenos, en Italia ya se llevaban realizando desde mediados de agosto en los aeropuertos. De hecho, quien llegue desde España debe someterse a uno de estos controles, con resultados en media hora. Italia ya los ha incorporado también a los colegios y ahora añade los de saliva.
Aunque España hace actualmente 2,38 test por cada 1.000 habitantes por los 1,02 que está realizando Italia, el sistema italiano parece más eficaz. Detecta los casos antes y mantiene una incidencia mucho menor: 48 positivos por cada 100.000 habitantes por los 305 que registra España.
Fuente e imagen tomadas de: https://www.niusdiario.es/internacional/europa/italia-test-saliva-colegios_18_3023220184.html