Por: Carlota Fominaya
Se calcula que el tiempo que estuvieron los niños frente a una pantalla durante el confinamiento ha aumentado un 50% en comparación con la situación antes del aislamiento. Estos nuevos hábitos adquiridos como consecuencia de la pandemia tienen efectos nocivos en el desarrollo neurocognitivo de los menores, que afectan a su aprendizaje, a su vista, oído, al sueño e, incluso, a sus funciones metabólicas y cardiovasculares.
En este contexto, «pensamos que es más necesario que nunca considerar la adopción de soluciones que los mantengan ocupados con un componente interactivo saludable que no dificulte su desarrollo», apunta Mäelle Chassard, la fundadora de Mi Fábrica de Historias de Sikii. Este este pequeño dispositivo, similar a una radio, sin ondas ni pantallas, «es capaz de crear verdaderos cuentos de hadas a través de teclas multifunción que les permite participar en el desarrollo de la historia. El niño puede, de hecho, seleccionar el héroe que prefiere, el compañero y el lugar y el objeto, lo que sin duda estimula su imaginación, creatividad y lenguaje sin pantallas».
Para Mäelle Chassard, el hecho de permitir a los niños escuchar y crear sus propias historias convierte a «Mi fábrica de Historias» en una «alternativa estupenda a las pantallas y dispositivos móviles». «Es muy importante que los juguetes, además de ser una forma de entretenimiento para los niños, favorezcan también su desarrollo y aprendizaje… de una manera divertida».
Y sin duda, «es una forma muy entretenida de estimular el lenguaje de los niños. Una de las cosas que he aprendido a lo largo de los años, desde que nació Sikii, es que los recursos de audio son una excelente herramienta para apoyar y ampliar el aprendizaje de los niños. Son idóneas para fomentar la capacidad de imaginación y apoyar la exploración de los niños del mundo que les rodea porque tienen que evocar lo que oyen».
Mediante los audiolibros, explica, «el niño tiene la oportunidad de escuchar nuevas palabras, aprenderlas y ser capaz de comunicarlas y repetirlas correctamente. Si los niños escuchan las historias pueden aprender un modelo para para crear, estructurar y contar sus propias historias oralmente. De esta manera están sentando unas bases para la lectura y la escritura». Tanto es así que, asegura, «algunos colegios de Francia están utilizando “Mi Fábrica de Historias” para observar el efecto real que tiene en los niños, aunque aún no tenemos datos».
Es una forma, continúa Chassard, «de practicar jugando la capacidad de escucha, una herramienta muy importante y crucial para el desarrollo del lenguaje y la comunicación del niño, así como para la lectura y la interacción social. Las actividades auditivas ofrecen oportunidades para que los niños practiquen y consoliden estas habilidades y, además, añaden un elemento multisensorial a una actividad».
Su propia editorial, Les Éditions Lunii, ofrece un rico catálogo de historias para ayudar a desarrollar la memoria auditiva así como el vocabulario. Creemos que los niños se desarrollan a través del aprendizaje, la curiosidad y el acceso a contenidos diversos para desarrollar su propio pensamiento crítico.
Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-como-escuchar-audiolibros-ayuda-hijo-desarrollar-lenguaje-y-ampliar-vocabulario-202012040210_noticia.html