La atención mediática relacionada con la vacunación masiva frente al COVID-19 se centra estos días en si se están utilizando las jeringuillas adecuadas para su administración. El debate sobre si es posible aprovechar las seis dosis que incluye cada vial de la vacuna de Pfizer ha llegado a los ciudadanos, preocupados por si podrían vacunarse más personas en menor tiempo, y a los profesionales que se podrían ver obligados a calcular sin precisión la cantidad de producto para una sexta dosis.
El Consejo General de Enfermería ha querido salir al paso y aclarar a los medios de comunicación y a los ciudadanos cómo es el proceso de administración de la vacuna y cuáles serían las jeringuillas idóneas para inocular la dosis precisa, no desperdiciar el producto y preservar la seguridad de las enfermeras.
“Las enfermeras deben tener a su disposición jeringuillas pequeñas que permitan medir la dosis de 0,3ml, en el caso de la vacuna de Pfizer que es sobre la que se ha generado la polémica sobre las dosis. Hay que tener en cuenta que con el proceso de dilución de la vacuna se pierde un poco de producto, pero daría para las seis dosis si se cuenta con jeringuillas precisas y sobre todo de las más nuevas que tienen una especie de abultamiento en el émbolo para que se aproveche la mayor parte del producto”, explica José luis Cobos, vicesecretario general de Consejo General de Enfermería.
Sin embargo, el Consejo General considera que, por encima de todo, debe prevalecer la seguridad de profesionales y pacientes por eso es necesario que las jeringuillas que se emplean para esta campaña de vacunación masiva cuenten siempre con mecanismos de bioseguridad.