Perú: El abuso del poder en plena pandemia

Ser vacunados en silencio, por ser familiar o parte del gobierno, y luego firmar un contrato con la empresa que ‘regaló’ las dosis es corrupción; es la situación que vive Perú.

Además del expresidente Martín Vizcarra y su mujer, varios altos funcionarios peruanos recibieron en secreto y «de cortesía» vacunas de Sinopharm, un grave escándalo que abre una nueva crisis política y ha levantado profundas dudas sobre todo el proceso experimentación y aprobación de la vacuna en Perú.

Entre septiembre y enero último, con dosis del estudio que se hacía con la vacuna de Sinopharm, se produjeron estas inoculaciones, de las que no se informó y que afectaron a personas con poder para influir sobre la compra de las mismas, lo que provocó una serie de renuncias aceptadas de inmediato por el actual mandatario, Francisco Sagasti.

Salidas

Han renunciado canciller, Elizabeth Astete, así como del viceministro de Salud Pública, Luis Suárez, después de que la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, exigiera saber quiénes se habían inmunizado de forma irregular con esas dosis.

«La asignación de 2.000 dosis adicionales para el equipo de investigación y personal relacionado con el estudio no fue en momento alguno materia de decisión por parte del Gobierno actual», indicó el mandatario sobre el lote de vacunas enviado junto a las dosis para el ensayo con 12.000 voluntarios en su país.

Sagasti agregó que, «ante la revelación de que algunos altos funcionarios públicos se habrían vacunado con estas dosis adicionales, el Ministerio de Salud ha dispuesto una investigación sumaria para esclarecer estos hechos».

El ministro de Salud, Oscar Ugarte, explicó que la investigación determinará cuántas personas se han vacunado con esas dosis, pues en este momento se desconoce, pero que el presidente Sagasti «ha dado esa orden: todo aquel que está vacunado queda fuera».

Contrato millonario

Con respecto a la canciller, Ugarte confirmó que su inmunización se hizo en enero pasado, «después de la firma del contrato» de compra de 38 millones de vacunas con Sinopharm, de las cuales el primer lote con un millón de dosis se acaba de recibir en el país.

En un comunicado público, la ya exministra señaló que es consciente «del grave error que cometí, razón por la cual decidí no recibir la segunda dosis».

Astete dijo que aceptó el ofrecimiento de hacerse inocular la primera dosis de la vacuna de Sinopharm el 22 de enero pasado «de lo que entendía se trataba de un remanente del lote de vacunas a cargo de la Universidad Cayetano Heredia».

Lo hizo, explicó, por «no poder darse el lujo de caer enferma» en el contexto de su labor en la lucha contra la covid-19. EFE

Silencio en Ecuador

En enero arribaron las primeras 8.000 vacunas Pfizer contra la Covid-19 al país, desde entonces, se aseguró que llegarían semanalmente hasta completar el primer lote de 86.000, hasta finales de este mes; sin embargo, hasta hoy, no se recibió otra vacuna. Se ha consultado sobre el proceso, pero nadie responde. Lo último que se mencionó -ayer-, a través de un comunicado, fue que en este año habrá 18 millones de vacunas.

Fuente e imagen:  https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102340763/el-abuso-del-poder-en-plena-pandemia
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