Por: Jennifer Muñiz Y Sharon Jiménez
El coronavirus cambió aceleradamente la forma en que se imparte la educación, ya que la escuela y el hogar se combinan en el mismo espacio tras el cerco epidemiológico que nos confinó en casa desde hace más de un año. Además de los problemas que existen en la educación que reciben aquellos jóvenes con menos recursos, falta de conexión a internet, situaciones familiares y económicas complicadas, tal como nos lo muestra el Informe de Perfil de Estudiante de nuevo ingreso de la UACM del año 2019, existe un problema muy importante: la salud mental de los estudiantes.
El impacto psicológico en estudiantes universitarios mexicanos se vio reflejado por la presencia de síntomas como estrés, problemas para dormir, ansiedad y sobre todo depresión.
El Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México reveló en mayo de este año que, en la Línea de la Vida, un servicio de atención telefónica para la atención de crisis emocionales, se han atendido 41 mil 412 llamadas entre enero de 2020 y marzo de 2021, todas relacionadas con estados emocionales, tales como ansiedad, depresión, insomnio y tentativa de suicidio. La Línea de la Vida es un servicio dedicado a la atención y promoción de la salud mental, así como a la prevención, recuperación, y rehabilitación de sustancias psicoactivas y emergentes.
El psicólogo Giovanni De La Peña, especialista en estas condiciones de salud, afirma que seguirán aumentando los problemas de salud mental debido a la pandemia de COVID 19.
“Existirán mayores niveles de ansiedad, depresión e ira, las cuales se fueron acumulando en cada persona que estaba en confinamiento, pues no podían expresarlas como suelen hacerlo cotidianamente cuando se podía salir de casa. Si juntamos las noticias catastróficas que día a día se mantuvieron, es posible que afecten a las personas causando mal humor, tristeza, etc.”.
Una de las afectaciones que más se ha intensificado durante esta cuarentena, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la depresión, qué en esta condición psicoafectiva multifactorial, la persona afectada es propensa a cambios emocionales y a sentimientos de tristeza.
Hanna vive en Iztapalapa y tiene 20 años, y desde que comenzó el confinamiento se encuentra estudiando en línea al igual que muchos estudiantes en el país. Ella narra en entrevista, ha tenido problemas de depresión que ha tenido qué atender “La verdad todo ha sido muy pesado, estoy inscrita a cinco cursos de tres horas cada uno. Si las clases fueran presenciales no tendría ningún problema con eso, pero las condiciones lo hacen bastante difícil. He estado a punto de rendirme y decir: ya basta, me siento deprimida”, dice Hanna.
La depresión de Hana ha intervenido en sus estudios y eso la mantiene preocupada todo el tiempo, y relata que “además de la depresión he sufrido de insomnio, me cuesta mucho dormir, veo el reloj a las tres, cuatro de la mañana, y tengo clases a las siete. No puedo ni levantarme ni concentrarme. Me cuesta mucho estar tranquila porque pienso y pienso, me canso mentalmente. Me estresa mucho que a veces hay temas que no me entran, el semestre pasado abandoné dos cursos, me sentía sin ganas de seguir, ya no hacía tareas ni entraba a clases”.
¿Por qué está afectando tanto la depresión a los universitarios?, De La Peña explica algunas razones que llevan a los estudiantes a sufrir depresión: “las personas somos seres sociales que estamos en constante movimiento, conociendo y aprendiendo, al quitar eso, el estudiante comienza a ser monótono, al grado de llegar al aburrimiento, desesperación y a no sentirse útil. Parte de la vida es tener un propósito o alguna meta que queremos lograr, pero si solo estamos en casa, nadie nos observa, somos seres con necesidades de aceptación por parte de algún grupo con el cual nos sintamos pertenecientes, esto puede afectar a las personas, y si agregamos la presión que genera estudiar en la universidad, se genera depresión, no es un hecho, pero sí un factor que influye”.
El psicólogo recomienda solicitar ayuda profesional en cuanto se muestren síntomas de depresión: “Cuando observamos a alguien que no se quiere levantar de su cama, que todo le aburre y que no encuentra una motivación para seguir con su vida cotidiana, es necesario pedir ayuda profesional, recurrir a especialistas o grupos de ayuda que puedan levantar el ánimo de la persona. No es recomendable tomarlo a la ligera o pensar que solos pueden. El especialista deberá de dar opciones para el tratamiento, por lo general es encontrar motivación o actividades que la persona vuelva a disfrutar dentro de su vida. Hay que recordar que cada persona es diferente y va a necesitar tratamiento de acuerdo con su diagnóstico”.
Desde los canales virtuales de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México se proporcionan recursos para atención psicológica gratuita, entre las que destaca la línea telefónica del Centro de Investigaciones en Psicoanálisis y Ciencias Sociales (CEPCIS) para brindar apoyo psicológico a los estudiantes uacemitas, una estrategia convenida por ambas instituciones, que contempla el apoyo de especialistas en salud mental que brindan servicio psicológico de forma gratuita a la comunidad de esa universidad. Para brindar ese servicio, los especialistas del CEPCIS solicitan a los estudiantes un correo con su matrícula y nombre completo.
*Este reportaje fue producido por estudiantes del Taller de Periodismo de Investigación del plantel Tezonco de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).
Fuente: https://desinformemonos.org/depresion-afecta-a-estudiantes-universitarios-durante-pandemia/