Aunque la mayoría de países han aumentado su ambición, solo se lograría una reducción del 0,5% de las emisiones para 2030 en comparación con los niveles de 2010.
En noviembre se celebrará en Glasgow una Cumbre del Clima clave para poner en marcha el Acuerdo de París. Uno de los deberes que tienen los países antes de la cita es presentar objetivos climáticos mejores. Eso es lo que han hecho solo hasta finales del año pasado 75 de cerca de 200. Sin embargo, un informe presentado este viernes por ONU Cambio Climático (CMNUCC) advierte de que, si bien los planes son más ambiciosos, las emisiones de gases de efecto invernadero solo se reducirían un 0,5% para 2030 en comparación con los niveles de 2010.
A raíz de los objetivos comunicados, se prevé que las emisiones totales de gases de efecto invernadero de las Partes sean para 2025 un 2% más en comparación a 1990, un 2,2% más en comparación con 2010 y un 0,5% más que el nivel de 2017. Para 2030, se estima que las emisiones sean un 0,7% menos que en 1990, un 0,5% menos que en 2010 y un 2,1% menos que en 2017.
Este dato es alarmante si se tiene en cuenta el mensaje lanzado hace tres años por el IPCC, el grupo internacional de especialistas en cambio climático que asesora a la ONU. En octubre de 2018, publicó un informe especial donde concluía que si el mundo quiere limitar la temperatura en 1,5 °C, las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse para 2030 en aproximadamente un 45% con respecto al nivel de 2010, alcanzando emisiones netas cero en torno a 2050. Y si se quiere limitar el calentamiento global por debajo de los 2 °C, las emisiones deben disminuir en un 25% respecto al nivel de 2010 para 2030 y llegar a cero neto en torno a 2070.
Las conocidas como contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC por sus siglas en inglés) consideradas para el informe representan alrededor del 40% de las Partes que integran el Acuerdo de París y alrededor del 30% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero en 2017. En total, se han presentado 48 NDC de 75 Partes, donde hay que tener en cuenta que la Unión Europea actúa como un bloque único.
«Este informe muestra que los niveles actuales de ambición climática están muy lejos de situarnos en una senda que permita cumplir nuestros objetivos del Acuerdo de París», confiesa Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de cambio climático de la ONU. Por ello, ha querido hacer un llamamiento a todas las partes –incluso a las que han presentado NDC– para que «reflexionen sobre esto y aumenten la ambición». Directamente, Espinosa insta a los países a crear «planes concretos para eliminar los combustibles fósiles lo antes posible» puesto que «lo que necesitamos es mucho más radical y transformador de lo que tenemos ahora».
Según el análisis, realizado por Climate Action Tracker, de las principales economías que han presentado nuevos objetivos, solo Reino Unido, la UE, Argentina, Chile, Noruega, Kenia y Ucrania han representado un cambio de ambición. Japón, Corea del Sur, Rusia, Nueva Zelanda, Suiza y Australia presentaron planes que no mejoraron su objetivo de 2015. El plan climático de Brasil, presidido por el ultraderechista Jair Bolsonaro, carecía de objetivos para reducir las emisiones de aquí a 2030. Tampoco hacía referencia a planes para frenar las crecientes tasas de deforestación.
En cuanto a Estados Unidos y China, se espera que ambos presenten planes más ambiciosos antes de la cumbre sobre el clima que se celebrará el 22 de abril en Estados Unidos. Ambos son los países que más contribuyen al calentamiento global y juntos representan casi el 30% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
La ONU no es optimista
El informe, que es un adelanto de uno más amplio que se presentará antes de la COP 26, resalta que la pandemia de COVID-19 fue mencionada por muchas Partes, aunque la mayoría no han reflejado sus posibles impactos en sus planes climáticos.
Asimismo, las medidas de mitigación más mencionadas en los planes son la generación de energía renovable, seguida de las medidas para la mejora de la eficiencia energética. En este sentido, unas pocas Partes comunicaron objetivos cuantitativos para la proporción (que va del 13 al 100%) de energía renovable en la combinación de electricidad para 2030; algunas de esas proporciones objetivo están dentro o por encima del rango del IPCC del 47 al 65%.
La importancia, también, de la adaptación
El informe no solo ha tenido en cuenta los objetivos de mitigación. En su análisis, ONU Cambio Climático resalta que, en comparación con las NDC anteriores, hay una mayor atención a la planificación de la adaptación. Destacan que los esfuerzos de adaptación se están vinculando con los ODS y se han elaborado sinergias y cobeneficios más específicos entre la adaptación y la mitigación.
Siguiendo con la adaptación, las prioridades de los países siguen centrándose en la alimentación, la seguridad nutricional y la producción de alimentos, los ecosistemas terrestres y de humedales, la salud humana, los recursos de agua dulce, los sectores y servicios económicos clave, la gestión del riesgo de desastres y la alerta temprana, los hábitats humanos y las zonas urbanas, las zonas costeras y la subida del nivel del mar, los ecosistemas oceánicos y los medios de vida y la pobreza.
«Los responsables de la toma de decisiones deben cumplir lo que dicen. Los compromisos a largo plazo deben ir acompañados de acciones inmediatas para poner en marcha la década de transformación que tanto necesitan las personas y el planeta», sostiene António Guterres, secretario general de Naciones Unidas.
Fuente e imagen: http://revistaxq.com