Por: ABC
La mejor actividad que pueden hacer los niños durante sus vacaciones es leer un rato cada día para eludir el fenómeno llamado «pérdida estival».
Tras diez meses en las aulas, los alumnos afrontan un largo paréntesis vacacional que redunda en una pérdida de conocimientos motivada por el parón que, en términos de aprendizaje escolar, supone el período de descanso. ¿Qué hacer para contrarrestar este efecto? «La mejor medicina contra la «pérdida estival» es leer un ratito cada día», argumenta Héctor Ruiz Martín, investigador en psicología cognitiva del aprendizaje, director de la International Science Teaching Foundation (ISTF) e impulsor de los proyectos educativos Science Bits y Math Bits.
Este fenómeno de «desaprendizaje» lleva a los alumnos a experimentar cierta regresión respecto a lo aprendido durante el curso. «Y es una pérdida que afecta a todos los alumnos. Según los estudios disponibles, lo hace especialmente en tres aspectos: en cuestiones de cultura general, en matemáticas y en competencia lectora. Sobre todo, en estos dos últimos», Añade Ruiz.
Recientemente, la International Association for the Evaluation of Educational Achievement (IEA) advertía, a través de un informe realizado entre 600.000 niños de 9 y 10 años de todo el mundo, para medir su rendimiento en matemáticas y ciencias, que los alumnos españoles se encuentran, desde hace años, medio curso académico por detrás de la media de países de la OCDE. Un aspecto que puede afectar severamente su desarrollo profesional futuro y que se ve agravado por la «pérdida estival».
Leer acorta diferencias
«Lo más preocupante –razona el experto de referencia en ámbito educativo– es que diversos estudios reflejan que la pérdida en el ámbito de la lectura es la que más afecta de manera desigual a los alumnos, en función de sus oportunidades y hábitos».
Al contrario, estudios como el Summer Learning and the effects of schooling de Barbara Heyns revelan que los niños que leen más libros en verano son los que más desarrollan su competencia lectora, sean del grupo socioeconómico que sean. «Asimismo, el uso de las bibliotecas públicas es el mejor predictor de las ganancias en vocabulario», añade Héctor Ruiz.
Más aún, el estudio de 2014, Scholarly culture and academic performance in 42 nations, basado en los datos obtenidos en las pruebas PISA muestra que uno de los mejores predictores de la competencia lectora de los niños es la cantidad de libros que tienen en casa. «Este factor es predictivo, incluso cuando se tienen en cuenta las diferencias socioeconómicas y el nivel educativo de las familias. De hecho, es el factor con mayor poder de predicción de los anteriores», argumenta el investigador.
Un experto de referencia
Héctor Ruiz es un experto de referencia en el ámbito educativo. Autor de varios libros sobre psicología cognitiva del aprendizaje, ha sido docente tanto a la secundaria como la Universidad. Su carrera científica se ha desarrollado en centros de investigación de los EE. UU. como la Universidad de Washington o el Jet Propulsion Laboratory de la NASA (California).
En los últimos 15 años ha liderado proyectos de didáctica y comunicación de la ciencia, así como de tecnología educativa, que han impactado en centenares de miles de alumnos en Europa y América. Además, ha sido asesor educativo de varios gobiernos e instituciones educativas en España, Asia y Latinoamérica.
Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-verano-leer-para-no-desaprender-202108200045_noticia.html