Educación Básica y Tesla

Por: Claudia Santizo*

Parece que la inversión económica y la educación básica son áreas de política distantes o que no se relacionan directamente; sin embargo, conviene reflexionar sobre la forma en que se han estado elaborando las políticas públicas en los últimos 30 años.

La idea dominante es que la inversión crea empleo, nuevos negocios y con ello una mayor recaudación de impuestos. Con la inversión hay una derrama económica hacia la población y con la recaudación el gobierno financia educación, salud y otros programas sociales. Este conjunto de efectos es el paradigma de la derrama del bienestar. Esta perspectiva justificó la reforma del estado en el gobierno de Salinas de Gortari en la década de 1990 y aún mantiene su vigencia.

La inversión de Tesla, que se ubicará en el  municipio de Santa Catarina, causa gran regocijo y altas expectativas. Se debe cuestionar, sin embargo, si esos beneficios  inlcuyen a la población asentada en la zona donde se ubicará Tesla. Son múltiples los casos en zonas del país en donde se genera riqueza pero es escasa o nula la derrama de beneficios para sus comunidades. Las hidroeléctricas en Chiapas están rodeadas de comunidades con carencias en educación y salud, lo mismo ocurre con campos petroleros y refinerías en Veracruz y Tabasco, en las zonas turísticas de Guerrero, Quintano Roo y otros estados, así como en las zonas industriales del Bajío y del Norte del país.

Me gustaría señalar el significado de las inversiones económicas en el contexto de la educación básica en las zonas donde se ubican esas inversiones. El motivo no es el repetido argumento de contar con mano de obra calificada. La generación actual de niños que entran a la escuela a los 6 años y los que salen de secundaria a los 15 años, marcan un horizonte de tiempo de 3 a 12 años para que esos niños tengan su mayoría de edad. Hay que pensar en el futuro a partir de los problemas presentes de esos niños y adolescentes.

Educación básica en Santa Catarina

En el ciclo escolar 2020-2021[i] en el municipio de Santa Catarina hay un total de 180 escuelas, 65 de preescolar general, 83 primarias generales y 32 secundarias generales y técnicas. Es una población estudiantil de 40,546 alumnos.

NIVEL Alumnos escuelas
Preescolar general         6,979            65
Primaria general       22,909            83
Secundaria general y técnica       10,658            32
Total       40,546          180

El estado de los aprendizajes en Santa Catarina está valorado con la última prueba PLANEA en centros escolares aplicada en 2018[ii] a estudiantes de 6º de primaria y en 2017[iii] a estudiantes de 3º de secundaria. El resultado de estas pruebas no difiere de las deficiencias mostradas de manera generalizada en el sistema educativo del país.

La prueba PLANEA revela que en Santa Catarina, en promedio, 42.5% de los alumnos de 6º grado de escuelas públicas tuvieron un nivel insuficiente de aprendizaje en lenguaje y 55.4% un nivel insuficiente en matemáticas. Cabe anotar que las diferencias por escuela son amplias, pero ahora sólo interesa señalar su promedio.

Turno Número de escuelas primarias Porcentaje promedio de alumnos en el nivel insuficiente
en Lenguaje en Matemáticas
JORNADA AMPLIADA 6 40.4 56.1
MATUTINO 28 36.0 48.6
TIEMPO COMPLETO 20 39.3 51.6
VESPERTINO 28 51.8 64.8
Total 82 42.5 55.4

En 3º de secundaria los resultados de PLANEA mostraron que, en promedio, 41.9% de los estudiantes tuvieron aprendizajes insuficientes en lenguaje y 65.9% en matemáticas.

Turno Número de Escuelas Secundarias Porcentaje promedio de alumnos en el nivel insuficiente
en Lenguaje en Matemáticas
JORNADA AMPLIADA 1 48.5 71.4
MATUTINO 13 33.6 63.1
NOCTURNO 4 59.4 80.1
TIEMPO COMPLETO 3 26.7 45.6
VESPERTINO 11 48.8 69.2
Total general 32 41.9 65.9

Inversión social en educación

El término inversión puede sesgar su significado hacia una interpretación meramente económica, por ello utilizo el término inversión social hasta no encontrar otro más apropiado.

El programa de Escuelas de Tiempo Completo y el de Jornada Ampliada constituyen experiencias educativas que están en mejor posición para considerar una inversión social de carácter local en Santa Catarina. La experiencia de estos programas muestra su relevancia. Su propósito no sólo es aumentar el número de horas de clase sino ocupar tiempo en otras actividades escolares donde diversos beneficios se extienden a las madres y padres de familia.

Un estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad, IMCO[iv], estimó que el gasto público en el ciclo escolar 2019-2020 en las Escuelas de Tiempo Completo fue de $2,596 pesos por alumno. Sin pretender hacer un cálculo financiero preciso, una inversión social para ampliar la jornada escolar en las escuelas de Santa Catarina representaría un gasto anual de un poco más de 100 millones de pesos, o bien en 10 años un gasto cercano a 1,000 millones de pesos. Este gasto de 10 años representaría apenas 1% del monto anunciado de la inversión de Tesla que será de al menos 5 mil millones de dólares, unos 100 mil millones de pesos.

Gasto por alumno en escuelas con extensión de horario 2,596 pesos
alumnos de educación básica en Santa Catarina, ciclo 2020-2021 40,546 alumnos
Gasto anual estimado por ampliar jornada escolar 105’257,416 pesos
Años de  gasto para ampliar la jornada escolar 10 años
Gasto de 10 años en ampliar la jornada 1,052’574,160 pesos
Inversión Tesla, 5 mil millones dólares, $20 pesos por dólar 100,000’000,000 pesos
Porcentaje de la inversión de Tesla que representa el gasto de 10 años para ampliar la jornada en escuelas de Santa Catarina 1.1%

Desarrollismo y desarrollo

La idea predominante en los últimos 30 años es que el papel del gobierno es crear las condiciones para fomentar las inversiones que impulsen el crecimiento económico y el bienestar social. Es indudable que algunos grupos sociales se han beneficiado del crecimiento económico pero otros no. Esta situación genera y reproduce la desigualdad social. Como se anotó, la derrama de bienestar no permea a la población con mayores necesidades y no beneficia siquiera a la población de las zonas donde se ubican las inversiones.

Para vincular una inversión económica con la inversión social hay obstáculos aparentemente infranqueables, principalmente por la forma en la que  se piensa a las políticas públicas. Considerar impuestos a las inversiones privadas resultaría una herejía en la perspectiva dominante de la derrama de bienestar. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que algunas empresas privadas desarrollan una estrategia de relaciones públicas mediante la cual otorgan a algunas escuelas apoyos como la entrega de materiales o equipos, o pintan las escuelas. Estas acciones visten de responsabilidad social a la inversión. Es decir, las empresas privadas están conscientes, o preocupadas, de que no sólo deben ser vistas como máquinas de dinero para sus inversionistas.

El festejo por el monto de la inversión de Tesla sirve para delimitar grosso modo una zona, el municipio de Santa Catarina, donde se debe considerar una política pública que víncule los objetivos de inversión, pública o privada, con los objetivos, o mejor dicho con el compromiso bien definido del bienestar social local.

Un compromiso específico para sostener la inversión social en programas como Escuelas de Tiempo Completo y el de Jornada Ampliada en una zona delimitada como Santa Catarina es un caso viable para elaborar una política de inversión económica que al mismo tiempo incluya inversión social. Cómo hacerlo es un tema de diseño. Seguramente habrá incentivos fiscales para Tesla. Dentro de éstos se pueden considerar compromisos bien definidos de inversión social en el municipio. Lo que aquí sugiero es establecer compromisos concretos entre la empresa y el gobierno estatal con la educación pública básica.

Sería inesperado que en un estado como Nuevo León, cuna de grandes capitales y y empresas, se introdujera un nuevo enfoque de política pública para la inversión económica y social diferente a la perspectiva dominante desde hace 30 años. Sin embargo, la mejor situación de Nuevo León, en comparación con otros estados, hacen posible pensar en compromisos específicos para la educación relacionados con proyectos de inversión como el de Tesla.

Un proyecto social en las zonas donde se ubican las inversiones obliga a establecer compromisos específicos, y no promesas ambiguas de un bienestar que nunca llega a la población. Las carencias sociales son amplias, y hay múltiples factores a considerar, pero en un primer acercamiento la educación y la salud son las dos áreas de política cuyas acciones específicas locales pueden tener un mayor efecto para mejorar la calidad de vida de la población.


[i] SEP. Datos abiertos alumnos, docentes y escuelas (Formato 911). Fin de cursos 2020-2021. En https://siged.sep.gob.mx/SIGED/

[ii] SEP. (2018). Base de datos completa 2018 PLANEA Distribuidor. http://planea.sep.gob.mx/ba/base_de_datos_2018/

[iii] http://planea.sep.gob.mx/ba/base_de_datos_2017/

[iv] IMCO. Escuelas de Tiempo Completo: Un programa para combatir la desigualdad educativa, en https://imco.org.mx/wp-content/uploads/2022/07/Escuelas-de-Tiempo-Completo_Final-1.pdf

*Profesora-investigadora en la UAM Unidad Cuajimalpa

Fuente de la información:  https://www.educacionfutura.org

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