Por: Filiberto Francisco Mateo Martínez
Hacer comunidad requiere la participación de docentes, estudiantes, familias, organizaciones sociales, autoridades educativas y políticas, y de la …
Con la reforma educativa introducida en 2019 y conocida como Nueva Escuela Mexicana (NEM), además de la integración de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), se ha incrementado la relevancia de la comunidad (SEP, 2019) dentro del objetivo de proporcionar una formación integral a niñas, niños, adolescentes y jóvenes (NNAJ) con equidad y excelencia.
Una de las características de la NEM es su estructura abierta, la cual permite conocer y reconocer a las poblaciones históricamente excluidas y discriminadas por razones sociales, culturales, económicas y étnicas. La apuesta es clara: hacer comunidad desde la escuela, un espacio abierto para la construcción de una nueva sociedad con sentido de pertenencia e interdependencia.
Ello demanda de un trabajo conjunto bajo un enfoque de interculturalidad, a fin de reconocer la diversidad de comunidades y contextos donde interactúan las escuelas. Al efecto, resulta necesario incorporar conocimientos, saberes y experiencias de sus habitantes, es decir, concretar la vinculación comunidad escuela, con objeto de enriquecer la labor docente y lograr la formación integral de NNAJ.
Hacer comunidad requiere la participación de docentes, estudiantes, familias, organizaciones sociales, autoridades educativas y políticas, y de la sociedad en general, para la construcción de la NEM que queremos, en el entendido de que la educación es un bien público y común que nos debe importar, independientemente de que nuestros hijos o familiares asistan a la escuela o hayan concluido su formación académica.
Tradicionalmente, se ha dejado a la escuela la tarea de formar a la ciudadanía; sin embargo, de cara a los nuevos retos que tienen México y la humanidad, es necesaria la participación de todas y todos en la búsqueda del bienestar social. La educación es el camino para la transformación de la sociedad y, por ende, todas y todos estamos convocados a la tarea de formar ciudadanos con conocimientos, valores, actitudes y saberes necesarios para propiciar su bienestar personal y el desarrollo de la sociedad de la que son parte.
Yo, tú, nosotros… ¡hagamos comunidad! como un compromiso colectivo para lograr la transformación progresiva de las comunidades y entornos escolares. Incorporemos la diversidad cultural de México a las escuelas; recuperemos y reconozcamos los aportes de la medicina tradicional, los mecanismos de elección de autoridades, la gastronomía, las fiestas, la indumentaria y las lenguas… con la idea de favorecer el acceso al mismo trato, a las mismas oportunidades, a una educación con justicia social.
En este número de Educación en Movimiento, Mejoredu propone a sus lectoras y lectores la oportunidad de seguir reflexionando sobre la importancia de hacer comunidad y reconocer la existencia y la coexistencia del ser humano. ¡Hagamos comunidad! para conocer las opiniones, sugerencias, experiencias y conocimientos de los colaboradores de esta edición.
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Editorial publicado en el Boletín Educación en Movimiento núm. 18 (tercera época) de Mejoredu.
Fuente de la información e imagen: https://profelandia.com