¿Te has detenido a pensar en qué pasaría si dejáramos de ver el mundo por un momento en rosa y azul? ¿Sin límites ni estereotipos? Somos much@s los que creemos en que tod@s podemos desarrollar nuestro máximo potencial, haciendo precisamente eso que nos apasiona.
Por ejemplo, estas navidades, una cadena de juguetes sacó un catálogo navideño “no sexista”, en el que simplemente aparecían niñas y niños jugando indistintamente con todo tipo de juguetes. Además de la repercusión que tuvo en prensa (¡su mejor estrategia publicitaria!), una madre escribía y decía lo siguiente:
“Hola, me dirijo a ustedes para darles mi apoyo y enhorabuena por el catálogo que han sacado estas navidades. […] Es la primera vez que veo una foto de un niño jugando con un carrito de bebé (y además, ¡rosa!) y niñas jugando con coches, herramientas, etc. Quiero darles las gracias por ello ya que me afecta de forma personal. […] Podría parecer una tontería, pero no lo es. Durante años he sufrido violencia de género y tengo dos niños de 6 años (mellizos) […]. Intento que tengan una visión lo menos machista posible del mundo que les rodea. Mis hijos han jugado con carritos de bebé, cocinitas, etc. Pero se hacen mayores y viven en esta sociedad que tenemos… Cuando cogen un catálogo se saltan las páginas rosas porque son de “niña” y buscan las páginas de chicos, con juegos más agresivos y “machotes”. A mis hijos les gustan las manualidades, las pulseras de cuentas y de gomitas, las casitas de figuras […], pero no miran otras por ser muy “rosas”. Espero que otras cadenas de juguetes tomen ejemplo. Trabajan ustedes para un público muy importante por estar creciendo, formándose, tomando hábitos… Por tanto y en resumen: GRACIAS Y ENHORABUENA”.
Ha habido un gran número de videos y campañas de sensibilización contra los estereotipos y por la igualdad, como HeForShe, Let Toys Be Toys, Childhood Gender Roles In Adult Life, #LasNiñasPueden, algunas de las cuales ilustran con perfecta sencillez el fondo del problema a través de jóvenes, niños y niñas absolutamente conmovedores: #LikeAGirl; o Slap her son dos maravillosos ejemplos.
Sin embargo, junto con algun@s colegas del BID, vimos que esta visión del tema, en la mayoría de los casos, es unilateral. Queríamos transmitir que, con los estereotipos, de género no sólo las niñas o las mujeres pierden: tod@s perdemos. Eso es, de alguna manera, lo que esa madre trata de decir en su mensaje a la compañía de juguetes.
También queríamos enfatizar que buena parte de estos estereotipos se transmiten en la escuela. ¿Sabías, por ejemplo, que las brechas de aprendizaje entre niñas y niños cuando entran al colegio son casi inexistentes y que se van acentuando con los años? ¿Sabías que según los resultados de la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA – por sus siglas en inglés) las niñas promedio chilenas y colombianas de 15 años han perdido respecto a los niños del mismo grupo más de medio año escolar en matemáticas, pero que el niño promedio argentino o uruguayo ha perdido casi un año entero de escolaridad en lenguaje respecto a las niñas? ¿Sabías que en algunos países esas diferencias no existen o se han revertido?
Por eso decidimos lanzar esta campaña. Porque la escuela es un lugar clave para la socialización. Queremos llegar a chicas y chicos, a los maestros, a los padres, a la comunidad. No es tan difícil como parece. Inténtalo. Cuando elijas un regalo, cuando clasifiques a la gente a la ligera y decidas sin darles una oportunidad de mostrar cuáles son sus capacidades, cuando opines sobre sus formas de vestir, cuando pienses en tu futuro o en el de los demás… Acuérdate de que el mundo no es solo rosa y azul: ¡Quítate los lentes de los estereotipos!