Chile: Paula Namur/ Economía / Fuente: Pulso
Xavier Sala i Martín insiste en que el desafío de Chile está en la educación, sin la cual no se logrará hacer mejoras en productividad. Asegura que en materia laboral, se debe defender tanto a sindicatos como a empresas de los abusos.
Se requiere una revolución en educación. Esa parece ser la consigna del economista español y asesor jefe del programa de competitividad del World Economic Forum -que publica cada año el índice Global de Competitividad-, Xavier Sala i Martín. En cada entrevista, en sus charlas e incluso en su último libro “Economía en Colores”, que se lanzó recién en Chile, insiste en que la clave para el desarrollo pasa por revolucionar desde el diseño de la sala de clases, hasta lo que se enseña y cómo se hace. Por eso, aunque nuestro país esté bien encaminado en institucionalidad e infraestructura, si no se mejora en educación, no se avanzará en otros temas centrales para el desarrollo del país.
El académico de Economía de la Universidad de Columbia está de visita en Chile para dar hoy una conferencia en el marco de la Semana de la Construcción 2016, organizada por la Cámara Chilena de la Construcción. El economista acaba de lanzar el libro “Economía en Colores”, que, en sus ocho capítulos, hace un repaso a temas como la educación, innovación empresarial, la ayuda al desarrollo y las finanzas, relacionándolos con la economía.
¿Cómo Chile podría provocar esta revolución educacional?
Lo principal que hay que conseguir es la voluntad política, no porque se necesite más dinero, sino que requiere gastar lo mismo de manera distinta. Primero hay que entender que el problema es que el sistema educativo funcionó para la era industrial, que requería la hiperespecialización, porque cada uno debía ser una pieza sustituible de la misma maquinaria. En la era de la innovación y de la robótica esto ya no es verdad. Necesitas gente capaz de pensar de forma distinta. Las ideas son la conexión de cosas distintas. Y muy a menudo los problemas económicos se resuelven con aspectos de antropología, o los médicos necesitan matemáticas.
¿Cómo se enseña?
Muchas escuelas en el mundo ya están introduciendo sistemas donde se eliminan las asignaturas: hay una sala con 60 alumnos con 3 profesores. Si el tema son los ríos, se enseña el aspecto biológico, económico y físico. Los niños investigan desde distintos puntos de vista y presentarán guiados por los profesores. Empiezan a experimentar la conexión de ideas que será una de las cosas que les permitirán ser creativos. Lo segundo es la capacidad crítica: la gente lee y se lo traga todo porque nos enseñaron a nunca cuestionar a los profesores. Eso mata la curiosidad. Sin curiosidad los niños no van a poder vivir en el futuro.
El gobierno de Chile presentó un plan de medidas para impulsar la productividad. ¿Le parece que abordan los problemas que tiene el país en el plano de productividad?
Me parece que algunas medidas están en buena dirección, como las de atraer nuevas maneras de financiar infraestructuras, permitiendo que los fondos de pensiones, seguros, etc., puedan invertir en infraestructura. La mejor regulación en conectividad con otros países, adjudicación de requerimientos de importación, etc., está en el lado positivo. Pero ninguna de estas medidas habla de la educación. Me sorprende que propongan un plan en el año de la productividad, con medidas y nadie hable de capital humano. Como yo soy un fan de la reforma educativa, sin la cual no se va a solucionar el tema de la productividad y, por cierto, tampoco se va a solucionar el otro gran tema de este país que es la desigualdad, porque esta existe porque hay desigualdad educativa. Sin educación no se va solucionar ni el tema de productividad ni la desigualdad, que son los grandes temas en Chile. Por mejor ambiente institucional e infraestructura que se busque, falta el tema clave de la educación, sin la cual no va a pasar nada en este país. Si se hace un gran plan de productividad y no hay ninguna sola medida que tenga relación con la educación, parece que estás diciendo que, la educación no tiene nada que ver con la productividad, o que tiene que ver pero que no importa.
¿De qué manera las reformas tanto laboral como la idea de crear una nueva Constitución en Chile van en contra de lo que están haciendo otros países desarrollados?
No conozco el debate de la Constitución aquí. Pero el tema de las legislaciones laborales, no es que se esté haciendo una cosa en Europa y otra aquí. Las cosas son cíclicas. En Europa también de repente se pone de moda ser más regulador y proteccionista y de repente más liberales. No hay una tendencia general. Las crisis van moldeando los puntos de vista de los políticos y esto va cambiando. En España eran muy liberales a raíz de la crisis porque mandaban los socialistas, pero ahora hay oposición a la liberalización laboral.
¿Qué rol debieran tener los sindicatos en la economía? En Chile el Tribunal Constitucional acaba de declarar inconstitucional una parte esencial de la reforma laboral que habla de la titularidad sindical en caso de huelga.
Insisto, no sé nada de la Constitución chilena ni del Tribunal Constitucional, pero a nivel global es importante que los trabajadores estén protegidos, y que no haya desamparo ante los abusos de las empresas, pero también pasa lo mismo al revés: a veces las empresas están desamparadas ante los abusos de los trabajadores, y no pienso en Chile, sino en Francia: cuando los controladores aéreos franceses deciden hacer una huelga salvaje, toda Europa colapsa. Los abusos son malos por ambas partes. Hay que encontrar mecanismos civilizados de proteger a los trabajadores, sin necesidad de perjudicar a los que no tienen nada que ver con tu conflicto y esto demasiado a menudo no pasa: se piensa que la forma de proteger al trabajador es darle un poder de perjudicar a todo el mundo. Y al tener la capacidad de perjudicar, a través de una huelga salvaje, los empresarios van a ceder. Yo creo que eso no es bueno. Es bueno proteger a los trabajadores sin darles la capacidad de abusar. Del mismo modo, hay que proteger a las empresas sin darles la capacidad de abusar.
La reforma tributaria en Chile produjo incertidumbre en el país, entonces ahora que ya está aprobada y se está aplicando, ¿se reduce la incertidumbre? ¿mejora el ambiente de negocios?
El saber cuáles son las reglas del juego es importante, y aquí hay mucha demagogia de la derecha de que los impuestos altos son malos. Pero Suecia es un país que funciona y tiene impuestos elevadísimos. La clave no son los altos impuestos, sino qué hace el gobierno con esos impuestos. Lo mismo pasa al revés: Hong Kong y Singapur funcionan, y los impuestos son bajos. Por lo tanto, se puede funcionar con impuestos altos y con impuestos bajos.
¿Cuál es el problema entonces?
Cómo se gasta. Si en un país los impuestos son elevados y el dinero desaparece en los profundos bolsillos de quién sabe quién, entonces es un problema. El otro problema es la injusticia de que unos pueden dejar de pagar y otros no; que unos puedan evadir y otros no, hace que la gente se sienta discriminada. Esa injusticia de que el gobierno no haga nada por evitar la evasión es un problema. Por lo tanto, el debate no debería ser tanto sobre impuestos altos o bajos, el tema es: teniendo impuestos altos, qué se hace con ellos.
¿Cómo se fiscaliza esa evasión?
La responsabilidad es del gobierno. A la izquierda, que le gusta tanto que el gobierno intervenga, lo primero que debe exigir es que el gobierno haga lo único que sabe hacer bien, que es recaudar. Si es incapaz de recaudar, ¿cómo le vamos a confiar la educación de nuestros hijos? Si lo único que debe hacer usted, que es recaudar, lo hace mal, ¿cómo va a gestionar hospitales? Primero demuestre que puede y quiere hacerlo.
Fuente: http://www.pulso.cl/noticia/economia/economia/2016/05/7-84441-9-xavier-salaimartin-sin-educacion-no-se-solucionara-ni-el-tema-de-la.shtml
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