Entrevista por MADDI GOIKOETXEA,
Karina Sullón Acosta ha estudiado Lingüística y Estudios Amazónicos en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en Perú. La lingüista trabajó para el Programa de Formación de Maestros Bilingües de la Amazonía Peruana de la Organización Indígena AIDESEP (Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana) y durante los últimos cuatro años ha laborado para el Ministerio de Educación impulsando la educación bilingüe en las comunidades indígenas. Se encuentra en Euskal Herria haciendo un Máster Universitario en Multilingüismo y Educación en la Universidad del País Vasco, está conociendo la experiencia de revitalización del Euskera y la cultura.
¿Qué significa en el Perú actual ser indígena o procedente de un pueblo originario?
Es una pregunta difícil. Tomamos como referencia la llegada de los españoles, es indígena o procedente de un pueblo originario aquella persona que tenga antepasados instalados en el Perú antes de la llegada de los españoles. Pero dentro de esa denominación, la identidad amazónica y la andina son totalmente diferentes, sobre todo por el término indígena que en nuestro país aún es objeto de discriminación.
Por otra parte, nosotros defendemos la auto identificación, puede ser indígena aquella persona que se auto identifique así, no se puede obligar a nadie a identificarse o dejar de hacerlo. La lengua también ha jugado un rol predominante, igual que en Euskadi, y la identificación es más fácil siguiendo esta variable. Pero ¿qué es de aquellos que no saben o no han aprendido a hablar la lengua? Yo he tenido alumnos que por ello no sabían si identificarse como mestizos (se les llama así a las personas que sólo saben hablar castellano) o como procedentes de un pueblo originario, aunque vivan en una comunidad y sus antepasados provengan de ella.
A veces es complicada la autoidentificación para aquellos que tienen un padre o una madre mestizo. En el censo que se va a celebrar en 2017 para recoger los datos de la población indígena nos vamos a encontrar con ese problema. Aparte de eso, los conceptos indígena y originario se diferencian mucho: la primera tiene connotaciones despectivas, sobre todo para los andinos, mientras que los amazónicos se han apropiado de él otorgándole un carácter político y reivindicar sus propios derechos. Los movimientos sociales de los últimos años han difundido el concepto pueblo originario y ha sido mayormente aceptado por la población.
La lengua tiene un papel muy importante en el empoderamiento de los pueblos como forjadora de identidad, por eso puede ser un punto de lucha muy significativo para las organizaciones indígenas.
Sí, pero cuando llegaron los españoles hubo una fuerte represión con respecto a las lenguas originarias. Cuando la escuela llegó a las comunidades indígenas, se les prohibió a los niños hablar su lengua materna, propinándoles castigos y maltratándolos físicamente. Esos niños fueron adultos y ya no querían que sus hijos aprendieran la lengua originaria, por eso hubo una castellanización masiva. Junto con el castellano también entró la religión cristiana, el castellano era la lengua del cristiano, supuso un gran cambio cultural. Hay algunos pobladores que dicen: “La escuela nos quitó nuestra lengua. Ahora que nos la devuelva”. Es tal la responsabilidad la que conceden a la escuela, que en casa algunos padres no les hablan su lengua a sus hijos porque piensan que ésa no es su labor.
Como hemos comentado, nadie niega la importancia de las lenguas, pero dadas las diversas injusticias políticas y económicas que suelen afectar a las comunidades indígenas, como por ejemplo las expropiaciones de la tierra, ¿es prioritaria la lucha por el reconocimiento y la normalización de las lenguas originarias?
No está en primer lugar, lo primero es la defensa del territorio, ellos mismos dicen: Sin territorio, no tenemos vida, no existimos, no somos pueblo. Sin embargo, las organizaciones indígenas tienen sus secretarías y hay una de educación, y generalmente ésta se dedica a la enseñanza y revitalización de la lengua. Entonces desde el estado lo que hacemos es trabajar con estas bases directamente, pero esto es reciente. En Perú todavía falta mucha conciencia respecto a este tema, al parecer los movimientos sociales no se dan cuenta que al perder su idioma pierden un rasgo fundamental de su identidad.
Desde el 2011 la Dirección de Educación Bilingüe del Ministerio de Educación ha hecho muchas campañas a favor de las lenguas originarias, como talleres con la población, pero no es suficiente. Lo que nos está ayudando también son los programas sociales, por ejemplo becan a los jóvenes para que estudien una carrera universitaria si hablan una lengua originaria, o al menos éste es uno de los requisitos. Este tipo de incentivos ayudan muchísimo pero necesitamos más. Desde los movimientos sociales necesitamos conversar más con nuestras bases, es decir, son las mujeres las que transmiten el idioma, y a veces hay pueblos donde las abuelas todavía hablan el idioma pero no lo están transmitiendo a los niños, y cuando mueren esos abuelos se corta la transmisión completamente y ya no hay forma de recuperar el idioma. Esto lo estamos viviendo con algunas lenguas que ya han desaparecido y que cuando quieren recuperarla ya es muy tarde.
Creo que en Euskadi fue más fuerte eso, y es algo que admiro, que la misma población se pusiera fuerte y decidieron hacerlo. Allá nos falta eso todavía. En Perú, si hay una reunión sobre lenguas originarias y otra sobre el territorio, derrames de petróleo o concesiones, el presidente de la organización indígena irá a la reunión sobre el territorio, no va a querer quedarse en una reunión para hablar de cómo trabajamos con la lengua, y no es porque no quiera, sino porque hay prioridades. Están siendo tan vulnerados en el tema de derechos sobre su territorio que están muriendo a causa de la contaminación ambiental.
Desde la academia también ha habido influencia positiva y negativa en la recuperación de las lenguas. Lo negativo es que por ejemplo, llegaban algunos proyectos de investigación, grababan el idioma, hacían documentos, publicaciones…y nunca más volvían a las comunidades. Y esto generó desconfianza entre los indígenas: “Ellos me roban mi idioma, se lo van a vender a Europa o a Estado Unidos… No, que me paguen”. Y entonces comenzaron a pagarles por trabajar con ellos y analizar el idioma. Cuando nosotros llegábamos a algunas comunidades lo primero que nos decían los abuelos era que cuánto les íbamos a pagar para que nos enseñaran su idioma. Con todo esto quiero decir que ha habido muchos factores que han jugado en contra del proceso de recuperación y normalización de las lenguas indígenas.
Es bien sabido que las lenguas reflejan una determinada cultura, pero es quizás en el caso de las comunidades originarias donde mejor se aprecia esto. Tal y como tú dijiste, las lenguas originarias no se pueden traducir al español porque no sería posible transmitir de la misma forma la cosmovisión que ofrecen. Háblanos de esa cosmovisión.
La concepción que tienen del territorio, por ejemplo, es totalmente distinguida a cómo lo concebimos nosotros, los pueblos indígenas son los mayores defensores del medio ambiente. La concepción que tienen del territorio es más integral, nosotros decimos “Mundo”, el círculo ése donde situamos los países… ellos, en cambio, ven varios mundos que están integrados. Para ellos la luna y el sol no son astros, son sus hermanos, personas que se transformaron, al igual que los animales, que también son hermanos. Su forma de cazar refleja bien lo que acabo de decir: un cazador cualquiera mata a los animales indiscriminadamente y vende su carne por dinero. Los indígenas, en cambio, piensan que cada animal tiene un ser que los protege, la Madre Naturaleza, y no se puede matar a todos porque ésta acabará haciéndome daño a mí. Entonces soy parte de, no es que yo mando sobre.
El territorio no se puede suplantar porque ahí están sus lugares sagrados, cuando los niños nacen entierran su cordón umbilical ahí, como un acto simbólico, hay una conexión con la tierra. La película de Avatar cuenta algo parecido y por eso en una de las comunidades donde estuve comentaban: “Pero esa es nuestra historia, ¿quién ha vendido nuestra historia a Estados Unidos?”. La cosmovisión está muy vinculada con la lengua por las cargas semánticas: nosotros en castellano decimos “cielo”; ¿y qué es para nosotros el cielo? ¿Es el espacio donde puede estar dios o algo así? Le vamos dando connotaciones, el término cielo tiene un significado muy particular y muy propio. Por ejemplo, unos miembros del pueblo Shipibo-Konibo me intentaban explicar lo que ellos entendían por “Nai” ‘cielo’, me decían: “Pero no es el cielo que tú estás pensando, es un espacio donde habitan seres…”.
Los Shipibo-Konibo tienen cuatro mundos: hay un mundo en el que estamos nosotros, junto a los animales y el resto de la naturaleza; hay otro al que van los seres que se mueren, hay otro donde están los seres espirituales, hay otro mundo que es del agua…; para los amazónicos el agua es fundamental, creen que debajo del río hay otro planeta, con vida, con otra gente… Esa gente incluso enamora a los que viven en la superficie: hay un delfín de río al que llaman “Bufeo” con el que se dice que hay que tener cuidado porque se lleva a las mujeres y si éstas no regresan, no es porque se hayan ahogado ni nada eso, significa que ya se han acostumbrado a vivir bajo el agua. Yo al principio no creía pero cuando he estado en la selva me han pasado cosas extrañísimas… Dicen que el pez raya es el sombrero de las personas que viven bajo del agua. Unos alumnos míos me contaron una vez que vieron a un hombrecito al lado del río que luego desapareció, afirmaron que se trataba de un ser del agua. Pero cada vez se ven menos, y se piensa que es porque cada vez hay menos vida, las empresas están explotando los recursos naturales del territorio.
En una investigación que realizamos, hubo muchos términos que no pudimos traducir del shipibo-konibo al castellano, ahora estoy tratando de traducir una receta, pero es muy complicado, porque ellos para decir “picar” tienen como diez palabras diferentes dependiendo de qué vas a picar.
Entonces para poder entendernos con una persona indígena en castellano por cada palabra tendríamos que andar dándonos explicaciones, y eso sería imposible…
La cosmovisión de un pueblo se entiende mejor en la lengua que habla el pueblo. Traducirlo al castellano tiene sus complejidades y no se va a entender igual. Sin embargo, en el castellano amazónico, por ejemplo, aparecen muchos términos que probablemente sean provenientes de lenguas indígenas. Algunos atribuyen el origen de esos términos a la lengua kukama-kukamiria. Se trata de suplir las necesidades, hay muchos términos integrados en el castellano que no sabemos ni de qué lengua originaria provienen. Por la influencia de las diferentes lenguas, en Perú tenemos muchos castellanos pero varias cosas de la cosmovisión se pierden en ese camino. En el Euskera también debe haber palabras que no se sabe cómo traducir al castellano.
Hay algunas, pero tanto como cosmovisión no diría yo…
Puede que esté oculto, todavía no se ha descubierto. La cosmovisión está en los abuelos, en el caso del Euskera habría que ver si todavía persiste eso. Yo estoy aprendiendo un poco de Euskera porque sé que si estudio la cultura vasca desde el castellano me voy a encontrar con muchas lagunas. En Euskadi se ha logrado revitalizar la lengua con el Euskera Batua (euskera estándar), quizá no tanto como quisieran, pero han logrado revitalizarlo, ya es tan natural, que no están yendo más atrás de lo que hay. ¿Qué hay detrás de ese idioma? Por ejemplo, seguramente se denomine de forma diferente a cada uno de los cortes que hacen los aizkolaris, detrás de eso hay una cosmovisión.
Mi tesis de estudios amazónicos trata de reconstruir la cultura Muniche a partir de la lengua que actualmente está a punto de desaparecer, y esta lengua tiene muchos clasificadores: todas las cosas de forma larga tenían un determinado morfema, las que son ovaladas, etc. Hay denominaciones en su lengua para los seres espirituales, todo eso es cosmovisión, es decir, cómo yo percibo el mundo y que a través de la lengua voy manifestándolo.
¿Qué has podido observar en Euskal Herria? ¿Cómo relacionas la situación que vivimos aquí y la de Perú?
Me ha llamado la atención la historia del Pueblo Vasco y la revitalización de la lengua. Yo escuché en Perú que el Euskera estuvo a punto de desaparecer y que lograron revitalizarlo, pero estando acá me di cuenta que es una lengua que ahora tiene también un poder político. Lo primero que me llamó la atención es andar por la calle y escuchar la lengua, porque a veces dicen que han revitalizado la lengua pero no la escuchas. Me encantaría ver eso en Perú, tú vas caminando por Lima y poder escuchar el Quechua o el Shipibo, o cualquier lengua indígena de las 47 que tenemos. Por otra parte, también me interesó el uso de la lengua en los medios de comunicación masivos: radio, televisión… Que se extienda más allá de la escuela, que se den clases en euskera en la universidad… A veces en clase de la maestría nos pedían que pensáramos algo innovador para el euskera, pero yo decía ¡caray, pero si lo tienen todo! Ya quisiera que nosotros tengamos algo de eso en Perú.
De acá me ha sorprendido mucho que asignen un presupuesto para promover la lengua. Yo creo que lo que se necesita es que los jóvenes reaccionen más y lo hagan suyo, es decir, por parte del gobierno vasco y las personas mayores han puesto mucha inyección, y algunos jóvenes también, pero no lo veo tan masivo. Cuando lo hagan suyo… ¡olvídate! Creo que el castellano no lo van a querer usar…es lo mismo que pasa en Inglaterra: el inglés y el inglés, sólo algunos saben castellano. Acá se siente que el Euskera todavía es la lengua minoritaria.
Para finalizar, ¿Cuáles crees que son los principales obstáculos que tenéis en Perú respecto a la revitalización de las lenguas y el reconocimiento de los pueblos originarios?
El primer factor es la discriminación por desconocimiento, hay personas que discriminan pero estoy casi cien por cien segura que es por desconocimiento. Si nosotros empezáramos a trabajar desde la escuela, desde muy niños que existen pueblos, lenguas y estas diversidades, no habría tanta discriminación como la hay ahora.
Por otra parte, nos obstaculizan los intereses políticos: desafortunadamente dependemos de la voluntad política de cada gobierno, si al gobierno no le interesa fortalecer la identidad de los pueblos o apoyar en su educación y en el desarrollo de las lenguas originarias, simplemente no asigna presupuesto, no hay inversiones, no hay nada. En cuanto a los movimientos indígenas, como ya he mencionado, ahora están muy preocupados con el tema del territorio y la revitalización de la lengua originaria pasa, en algunas situaciones, a un segundo plano, aparte de que las organizaciones indígenas no reciben financiación o es mínima y para trasladarse de un lugar a otro requieren presupuesto.
En los hogares, algunos padres no quieren que sus hijos sufran discriminación como les pasó a ellos, por lo que falta trabajar mucho con las familias para aliviar ese dolor que sintieron, que sigue siendo reciente. La mayoría de pueblos está superando las dificultades y están luchando por revitalizar o desarrollar su lengua originaria. Existe un movimiento positivo que debemos seguir apoyando en circunstancias favorables o desfavorables.
Fuente: http://www.revistapueblos.org/?p=20657