Impacto/ 3 de junio de 2016/Por: Juan Bustillos
Vergonzoso episodio chiapaneco trae a la mente los trágicos sucesos ocurridos en algunas entidades del país, en especial en Teziutlán, Puebla, y Tlapacoyan, Veracruz
El vergonzoso episodio chiapaneco trae a mi mente los trágicos sucesos ocurridos en algunas entidades del país, en especial en Teziutlán, Puebla, y Tlapacoyan, Veracruz, cuando el general Lázaro Cárdenas emprendió su propia reforma educativa y promovió lo que llamó “educación socialista”.
Conozco como la palma de mi mano la región de Teziutlán y Tlapacoyan; es una tierra generosa que me acogió cuando la familia emigró del Llano en Llamas de Jalisco, por el rumbo donde los muertos cargan cobija porque (Juan Rulfo dixit) en el infierno hace frío; por ahí rondan los fantasmas de Pedro Páramo y Susana San Juan. En las faldas del Chignautla, el duende Chichancatello me hizo periodista chilango.
Cárdenas apenas tenía un año en la Presidencia cuando, en noviembre de 1935, lo que quedaba de los cristeros de la época callista asesinó en territorio teziuteco (la Legua, San Juan Xiutetelco e Ixtipan) a los profesores Carlos Sáyago Hernández, Carlos Pastrana y Librado Labastida Navarrete. Claro, a nombre de “Cristo Rey”.
La maestra Nieves González, que con Sáyago daba clases en Atoluca, salvó la vida, pero fue secuestrada y vejada.
Tlapacoyan está a unos kilómetros de Teziutlán, que por las curvas se hacen eternos; para llegar basta tomar la carretera que conduce a Martínez de la Torre y no desviarse en el Mohon, que lleva a Hueytamalco, Ayotoxoco y Tenampulco. En “Platanoyan”, como le dicen los serranos por su gran producción bananera, el maestro Carlos Toledano fue atado de pies y manos por fanáticos religiosos; sus libros, cuadernos y mesabancos fueron utilizados para asesinarlo en un pira, como en tiempos de la inquisición.
De los 4 maestros asesinados al grito de “¡Viva Cristo Rey!” me platicaron sus sucesores en Teziutlán y Tlapacoyan, en cuyas escuelas aprendió un poco este jalisciense itinerante.
La historia registra episodios similares en otros lugares del país, como Jalisco, Guanajuato, Zacatecas y Colima, por lo menos. Maestros asesinados y desorejados; unos 10 en total. En su honor, Lázaro Cárdenas dispuso que cada 15 de mayo, que desde 1918 es el Día del Maestro, sus nombres se pronunciaran con solemnidad en la ceremonia respectiva. Nunca, ni en Teziutlán o Tlapacoyan, presencié que cumplieran el mandato de Cárdenas. El 15 de mayo es día de descanso obligatorio.
En materia de fanatismo no hay diferencia. Son iguales los criteros de 1935 a los profesores de la CNTE y sus aliados del 2016; quizás lo único diferente es que entonces asesinaban y mutilaban; hoy sólo humillan (aunque lo nieguen, porque también lo hicieron en el 2015), pero poco les falta para igualar o superar a sus antecesores históricos.
Tomado de: http://impacto.mx/noticias/impacto.mx/opinion/contra-la-educacion-antes-los-cristeros-hoy-la-cnte