España: Estos son los malos hábitos que la sociedad percibe como buenos.

  • Trabajar más de la cuenta o querer agradar sobre todas las cosas pueden ir en tu contra.

    Contestar emails de trabajo por la noche o en vacaciones, intentar llevar la perfección a todas las parcelas de la vida o pretender agradar a todo el mundo. Son comportamientos socialmente aceptados e incluso premiados, pero no tan acertados para el bienestar.

    Europa/España/Junio 2013/Autor: Rocio Navarro Macias/Fuente:http://www.lavanguardia.com/

Definirse ‘workaholic’:

La línea entre ser un profesional de alto rendimiento y la adicción al trabajo es muy fina. Trabajar más de 70 horas semanales, llevarse el trabajo a casa, con amigos o incluso en vacaciones no es saludable.

Lo demuestra un estudio de la universidad de Bergen que indica que losworkaholicos tienen más tendencia a padecer trastornos psiquiátricos. En concreto un 33,8% muestra ansiedad, en comparación con el 11,9 de personas no adictas al trabajo. La depresión afecta al 8,9% del total, mientras que solo incide en el 2,6% de quienes ajustan su jornada

“La sociedad actual funciona de tal manera que el trabajo parece ir creciendo en importancia relativa. Términos como el éxito se implantan, como algo que creemos muy importante, como nuestro objetivo vital.

La competitividad aparece cada vez más temprano, y eso evidentemente favorece el crecimiento del workaholism”, indica Iago Taibo Corsanego, experto en psicología positiva y mindfulness y director de positivarte. Estas personas buscan tener el control, aunque son incapaces de delegar y trabajar en equipo. A ello suele unirse una baja autoestima que intentan compensar con el trabajo.

 “La alternativa positiva al ‘Workaholism’ es el ‘engagement’. Aunque puede tener algunas similitudes con la adicción al trabajo, la gran diferencia es la felicidad, el número de emociones positivas. Y el trabajador engaged también disfruta mucho de sus otras áreas vitales porque no cae en la obsesión laboral”.

¿Y que significa ser un trabajador engaged? Son personas comprometidas con la organización para la que trabajan y que están motivados para contribuir a cumplir los objetivos empresariales. Pero sobretodo con un sentido propio de bienestar y felicidad personal.

Rutinas que rompan la obsesión, cumplir con los horarios y desarrollar lacapacidad de no pensar más en el trabajo al salir, con actividades como el mindfulness, pueden mejorar calibrar la incidencia laboral en el entorno vital.

Ser perfeccionista:

“El sistema refuerza inconscientemente (o no) la obsesión por la perfección”, asegura Taibo. Aunque se considera una cualidad, parece que los perfeccionistas tienen un lado oscuro. Así lo refleja una investigación llevada a cabo por la Universidad de Kent.

El estudio identifica diferentes tipos de perfeccionismo y no te gustaría pertenecer al menos a estos dos. Por una parte, están los perfeccionistas socialmente prescritos que buscan la aceptación social y, que según indican, tienen baja autoestima y frecuentemente se sienten inferiores.

Las personas del segundo grupo se caracterizan por imponerse metas irrealizables y preocuparse poco por las normas sociales, no son sociables y tienden a ser vanidosos.

Según el trabajo de Joachim Stoeber, director de la investigación, solo el grupo de perfeccionistas auto-orientados tendría valores positivos, entre ellos preocuparse por las normas sociales y por las expectativas de los demás.

“Una persona que encaje en este perfil debería ponerle límite: marcar determinadas horas para realizar una tarea y llevarla al nivel óptimo. Hay que organizarse para mantener ese intervalo y poder dedicarse también a otras cosas”, añade Taibo.

Entregarse al deporte:

El running está de moda, pero puede que prepararse a diario para competir en la maratón de tu ciudad no sea tan buena idea. Un Estudio realizado por el Centro de Investigación contra el Cáncer de Alemania analizó a personas con enfermedades coronarias estables y descubrió que afectaban a unas personas concretas.

Tanto aquellos que llevaban una vida sedentaria como los que hacían ejercicio a diario o practicaban deportes extenuantes más de 15 horas a la semana, tenían más riesgo de morir en los próximos diez años que aquellos que entrenan algunas veces por semana.

Pero no solo el cuerpo puede resentirse de pasar demasiadas horas en el gimnasio. A nivel psicológico puede incrementar rasgos como la obsesión, la inseguridad y la baja autoestima.

“La cultura parece valorar más el envoltorio que el contenido. Prima el físico (temporal) versus los valores (esencial, permanente). Lo consideramos una forma de buscar la felicidad y nos perdemos en los placeres sensuales, que además tienden a engancharnos y a llevarnos a la compulsión como el resto de factores”, cuenta el psicólogo.

Querer agradar:

A partir de ahora, si quieres mejorar tu salud di siempre lo que te pase por tu mente. Fingir por agradar es un hábito para descartar, según asegura un estudio realizado por la Universidad de Notre Dame.

Su autora, Anita E. Kelly congregó a 72 personas y las dividió en dos grupos: el de la sinceridad y el de control. Al primero les indicó que habrían de ser honestos y sinceros en todos los aspectos, incluso en cosas pequeñas como si alguien pregunta por qué se ha llegado tarde. Durante cinco semanas se registró el comportamiento de ambos perfiles y aquellos que no tuvieron que maquillar sus opiniones ni actos presentaron menos problemas de salud, como dolores de cabeza o tensión.

Fuente:http://www.lavanguardia.com/vivo/psicologia/20160605/402298379498/estos-son-los-malos-habitos-que-la-sociedad-percibe-como-buenos.html

Imagen: 

http://www.lavanguardia.com/r/GODO/LV/p3/WebSite/2016/06/05/Recortada/img_larago_20160605-150402_imagenes_lv_otras_fuentes_gettyimages-96239697-kVvD-U402298379498OSF-992×558@LaVanguardia-Web.jpg

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