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Aurora Lacueva | Ganando voluntades

17 de agosto de 2016 / Por: Aurora Lacueva / Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve/

El mundo de hoy plantea enormes retos a la humanidad, a los cuales no podemos responder con las soluciones educativas del pasado, que ni aun entonces eran muy positivas

La propuesta de transformación curricular que ensayó hasta julio pasado el Ministerio de Educación es buena y merece ser bien explicada y ampliamente difundida, así como cuidadosamente preparada en sus rasgos concretos, tomándose para ello este año escolar que comienza.

Poco se gana generalizándola apresuradamente, entre la confusión y la desinformación, y sin contar con las condiciones suficientes para el trabajo de nuevo tipo que supone. Se trata de una propuesta bien fundamentada, coherente con lo que la mejor investigación y las más ricas experiencias en pedagogía, neurociencias y ciencias sociales nos enseñan acerca de cómo aprenden los seres humanos y cómo la educación puede ayudar a construir una sociedad más justa y feliz. Desde luego, a medida que se discuta y aplique podrá irse perfilando su diseño, subsanando lagunas y errores, y facilitando de modo creciente la expresión en la vida real de los planteles de los grandes referentes y lineamientos establecidos. Pero su enfoque es estimulante y nos abre nuevas perspectivas.

Su amplia discusión nos pondría a pensar sobre la educación que necesitamos para avanzar como país y para desarrollar, como dice la Constitución, el potencial creativo de todas y todos. Sabemos que la coyuntura económica es difícil, y requerimos del gobierno políticas cada vez mejores para afrontarla, tanto medidas rápidas, a corto plazo, como otras de gran aliento. Pero mientras todo eso sucede, no hemos de parar los avances en otras áreas, como la educativa. Es más, ella es parte de la solución a nuestras dificultades actuales.

El mundo de hoy plantea enormes retos a la humanidad, a los cuales no podemos responder con las soluciones educativas del pasado, que ni aun entonces eran muy positivas: el libro de texto, los pupitres en fila, los ejercicios rutinarios, la desvinculación de los contenidos escolares con los grandes problemas vitales… Y no nos sirven los intentos adoctrinadores copiados de todos los autoritarismos del siglo XX: la obligatoria aclamación acrítica de la acción de un gobierno o de un líder, la necia propaganda y el pensamiento único. Por el contrario, la propuesta curricular nos reta a salir de lo trillado y discutir los principios y acciones para una educación transformadora.

lacuevat@hotmail.com

Fuente artículo: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/aurora-lacueva-ganando-voluntades/

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Una Investigación sobre Proyectos Estudiantiles en el Liceo

Por: Aurora Lacueva

lacter@cantv.net

Escuela de Educación, Universidad Central de Venezuela

Caracas

Proyectos estudiantiles: pieza clave de una mejor escuela

Los proyectos estudiantiles se perfilan como unas de las actividades más ricas y potentes que pueden ser emprendidas por una escuela y un liceo comprometidos con la más profunda y crítica educación de los niños, niñas y adolescentes. Entendidos a cabalidad, los proyectos se orientan por lineamientos de gran fuerza formativa: la participación decisoria del estudiantado en el diseño y desarrollo de las actividades de enseñanza, el abordaje de temas amplios de manera problematizadora, la vinculación del estudio escolar con la realidad social viva -desde la más inmediata hasta la global-, la investigación estudiantil como actividad central en la escuela o el liceo, la interdisciplinariedad o, más aún, la transdisciplinariedad como modo fecundo de estudiar la realidad, la investigación-acción comunitaria como elemento relevante para el aprendizaje de nociones, habilidades, actitudes y valores, así como para el propio desarrollo comunal… (Hernández, 2000; Lacueva, 2015; Perrenoud, 2000; Tapia, s.f.; Tonucci, 1999).

Son lineamientos que surgen de promisorias experiencias didácticas y potentes teorizaciones pedagógicas desarrolladas por lo menos desde principios del siglo XX y que reciben cada vez mayor respaldo a la luz de las investigaciones en pedagogía, neurociencias, psicología, sociología y antropología: permiten obtener lo mejor de los seres humanos que en conjunto están aprendiendo. Pero hay que tener en cuenta que, como toda tarea educativa compleja, los buenos proyectos no son labores fáciles, a cumplir de buenas a primeras, sin mayor preparación y repitiendo siempre una rutina muy trillada. Ellos demandan estudio, planificación, ensayo, reelaboración, en un interesante trabajo pedagógico que las y los educadores pueden poco a poco ir construyendo, contando con la orientación de las autoridades educativas, apoyándose entre sí y con sus estudiantes, y convocando la colaboración de la comunidad educativa y también de las instituciones universitarias de formación docente. La educación por proyectos constituye para las y los educadores una opción estimulante, formativa, retadora y potencialmente muy satisfactoria. Si bien, por supuesto, más exigente en tiempo y estudio que la clase llamada tradicional, de exposiciones memorísticas estudiantiles, ejercicios y cuestionarios.

En años recientes, realicé dos investigaciones sobre proyectos estudiantiles en el liceo. La primera, a partir de un cuestionario respondido por 84 educadoras y educadores en ejercicio. Y la segunda, para una exploración más profunda del tema, basada en ocho entrevistas a docentes especialmente seleccionados. Presento aquí un resumen de la primera pesquisa, la cual puede consultarse de manera integral en Lacueva (2012).

 

La experiencia venezolana

En Venezuela, ha habido experiencias de educación por proyectos o similares al menos desde hace siete décadas (Prieto Figueroa y Padrino, 1940/2008); sin embargo, las mismas no lograron masificarse y permanecer en el tiempo, debido a múltiples y negativas circunstancias externas e internas a las escuelas y liceos. Una excepción sería el proyecto presente desde 1973 en el currículo oficial del último año de la educación media (Ministerio de Educación, 1973a y 1973b), y que consiste en llevar a cabo una pequeña actividad de investigación libremente escogida, desarrollada en grupo reducido o de manera individual. Es verdad que este requisito es cumplido a veces como un formalismo, pero en otras ocasiones toma un carácter más auténtico y provechoso. Toda la experiencia histórica acumulada puede alimentar a la etapa actual, cuando se ha vivificado de manera renovada el interés en torno a la educación por proyectos: efectivamente, en los últimos quince años este enfoque pedagógico ha ido adquiriendo inédita importancia en nuestro país, como también en otros países del continente suramericano.

En el caso de Venezuela, se incorporó al currículo oficial de los primeros seis grados de la educación básica a partir de 1998 (Ministerio de Educación, 1998) y fue retomado, con cambios importantes, en los diseños de la escuela y el liceo bolivarianos desde 2002, ya bajo el gobierno de Hugo Chávez (Ministerio de Educación y Deportes, 2004a, 2004b, 2006a, 2006b). Más recientemente, la Ley Orgánica de Educación (Venezuela, 2009) en su artículo 14 establece que “la didáctica estará centrada en los procesos que tienen como eje la investigación, la creatividad y la innovación, lo cual permite adecuar las estrategias, los recursos y la organización del aula a partir de la diversidad de intereses y necesidades de los y las estudiantes”. Precisamente, la educación por proyectos es uno de los principales enfoques que cumple con lo estipulado en el instrumento legal.

Al presente se encuentra en ensayo un nuevo currículo para la Educación Media, donde la presencia de los proyectos se mantiene, y donde se refuerza incluso aún más que en anteriores iniciativas la índole investigativa, crítica, democrática y socialmente pertinente de la labor estudiantil en el liceo.

 

Escuchando a las y los docentes

Como indiqué anteriormente, en la investigación aquí resumida realicé una consulta por escrito a un grupo diverso de 84 docentes en ejercicio de nivel medio general, de los cuales 47 tenían experiencia de trabajo por proyectos y 37 carecían de ella. En todos encontré manifestaciones de apertura y receptividad al trabajo por proyectos, la gran mayoría lo considera potencialmente positivo, lo recomienda y se manifiesta dispuesto a ponerlo en práctica. Sin embargo, gran parte de estos educadores y educadoras estima que el aporte que los proyectos están hoy ofreciendo a sus estudiantes es mediano o escaso.

Entre quienes han aplicado esta estrategia se aprecia variedad en el tipo de proyectos que se dice desarrollar: de aprendizaje, comunitarios, de formación general… Así como en el modo de trabajo que se manifiesta seguir y en sus conexiones. También hay variedad en el tipo de actividades realizadas, en las modalidades de comunicación de resultados y en las audiencias a quienes esa comunicación se dirige. No sólo variedad entre los docentes, sino en la práctica pedagógica de cada docente interrogado: no se señala un solo patrón de trabajo que se repita rígidamente. Estimo que una de las ventajas de la educación por proyectos es precisamente la diversidad de posibilidades que ofrece, la cual permite responder a múltiples necesidades e intereses del estudiantado y a diferentes prioridades formativas. Las y los docentes interrogados parecen estar aprovechando bien tal ventaja.

Sin embargo, es necesario cuidar la cristalización de rasgos que contradicen la esencia de esta estrategia pedagógica. Puede apreciarse entre las respuestas la presencia de proyectos escogidos y diseñados sin ninguna participación estudiantil, este tipo de actividades no deberían llamarse “proyectos” sino “unidades didácticas” o “trabajos integrados”, por ejemplo. Tampoco es sana la rigidez temática que obliga a todo un plantel a trabajar sobre el mismo asunto, supuestamente derivado de necesidades comunitarias. Es preferible dejar en manos de cada grupo-clase la escogencia de los asuntos alrededor de los cuales van a girar sus proyectos de aprendizaje. De esta manera el liceo se abre a la activa participación decisoria de las y los estudiantes en su propio aprendizaje: de sus experiencias diarias, de lo que les llega a través de medios de comunicación, de las vivencias que el propio liceo propicie, de anteriores proyectos… surgirán las inquietudes para estos trabajos. La acción organizada, pertinente y efectiva del liceo en/con su comunidad requiere una modalidad especial de proyecto, más masivo, a más largo plazo, centrado en el aprendizaje-servicio estudiantil, y que debe correr paralela a los proyectos de aprendizaje de cada grupo-clase.

El rol de la integración de áreas en los proyectos amerita considerarse de modo crítico. No es que se integre por integrar, como una obligación. La médula de los proyectos está en la investigación estudiantil, la integración de áreas se busca porque ayuda a menudo a que esa investigación sea más completa y profunda. Asumir la integración como un requisito ineludible lleva a vinculaciones artificiosas y forzadas. Me parece entonces importante cómo, al preguntarles por la finalidad de los proyectos donde han participado, las y los docentes destacan cinco grandes finalidades en primera instancia: enseñar a investigar, integrar asignaturas, generar acciones socialmente útiles, formar en capacidades generales importantes como la cooperación y el razonamiento, y vincularse con la realidad local o global. Alcanzar el equilibrio y, más allá, el equilibrio en la interrelación entre estas cinco grandes finalidades, resultaría excelente y hacia ello deberíamos apuntar.

Muchas preguntas quedan planteadas, entre ellas: cómo incrementar la participación decisoria del estudiantado en los proyectos, cómo realizar proyectos comunitarios que verdaderamente aporten algo a la comunidad y a la vez impliquen aprendizaje para las y los estudiantes, cómo incrementar y/o consolidar el carácter auténticamente investigativo de los proyectos, por encima de la simple búsqueda documental o las presentaciones lúdicas. Necesitamos así mismo preguntarnos cómo evitar los proyectos “academicistas” y lograr la vital conexión con la realidad local, nacional o global, ayudando a las y los estudiantes en esa lectura crítica del mundo que han buscado pedagogos como Paulo Freire (Freire, 2000). También, cómo evaluar los proyectos de manera justa y equilibrada, que aprecie y celebre los aportes de cada estudiante y alerte sobre las debilidades que debe superar en el próximo futuro. Importa interrogarse sobre cómo organizar al profesorado del plantel para lograr la integración de áreas que efectivamente necesite cada proyecto y asegurar después el seguimiento del trabajo. Y cómo organizar al estudiantado para su mejor esfuerzo colaborativo tanto en el pequeño equipo como en el grupo-clase en su conjunto. Finalmente, no podemos olvidar cuestionarnos acerca de cuáles son los apoyos y aportes que las autoridades educativas nacionales y estadales deben ofrecer para permitir una educación por proyectos de calidad.

 

Referencias

Freire, P. (2000). Pedagogía del oprimido. 53a. edición. México: Siglo XXI. (Orig.: manuscrito en portugués, 1968).

Hernández, F. (2000). Los proyectos de trabajo: la necesidad de nuevas competencias para nuevas formas de racionalidad. Educar, 26, 39-51.

Lacueva, A. (2012). Proyectos estudiantiles en el liceo: Experiencias y reflexiones de docentes. Paradigma, XXXIII (2), 27-63. Disponible en http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_issues&pid=1011-2251&lng=es&nrm=iso                                        http://www.scielo.org.ve/pdf/pdg/v33n2/art03.pdf

Lacueva, A. (2015). La investigación en la escuela-casa de la cultura. Proyectos, actividades y recursos. [Libro en línea]. Saber UCV, Repositorio Institucional de la Universidad Central de Venezuela. Caracas. Disponible en http://saber.ucv.ve/jspui/handle/123456789/13004 Y también en https://www.researchgate.net/publication/286264390_La_investigacion_en_la_escuela-casa_de_la_cultura_Proyectos_actividades_y_recursos

Ministerio de Educación, República de Venezuela. (1973a). Ciclo Diversificado, Mención Ciencias, Programa de Biología, Segundo Año. Caracas: Autor.

Ministerio de Educación, República de Venezuela. (1973b). Ciclo Diversificado, Menciones Ciencia, Agropecuaria y Asistencial. Programa de Química, Segundo Año. Caracas: Autor.

Ministerio de Educación. (1998). Reforma Educativa Venezolana. Caracas: Autor.

Ministerio de Educación y Deportes, República Bolivariana de Venezuela. (2004a). Escuelas Bolivarianas. Avance cualitativo del proyecto. Caracas: Autor.

Ministerio de Educación y Deportes, República Bolivariana de Venezuela. (2004b). Liceo Bolivariano. Adolescencia y Juventud para el Desarrollo Endógeno y Soberano. Serie “Educación como Continuo Humano”, Nº 4. Caracas: Autor.

Ministerio de Educación y Deportes, República Bolivariana de Venezuela. (2006a). Liceo Bolivariano. Adolescencia y Juventud para el Desarrollo Endógeno y Soberano. Construcción de currículo y teoría pedagógica nacional. Caracas: Autor.

Ministerio de Educación y Deportes, República Bolivariana de Venezuela. (2006b). Proyecto educativo integral comunitario: una gestión que se construye en conjunto. Educere, 10 (34), 551-554.

Perrenoud, Ph. (2000). Aprender en la escuela a través de proyectos: ¿por qué?, ¿cómo? Revista de Tecnología Educativa, XIV (3), 311-321. Disponible en http://www.unige.ch/fapse/SSE/teachers/perrenoud/php_main/php_2000/2000_26.html

Prieto Figueroa, L. B. y Padrino, L. (1940/2008). La Escuela Nueva en Venezuela. Caracas: El Perro y la Rana.

Tapia, Ma. N. (s. f.). Aprendizaje y servicio solidario: algunos conceptos básicos. [Documento en línea]. Disponible en  http://www.iadb.org/Etica/Documentos/per_tap_apren.doc

Tonucci, F. (1999). La investigación como alternativa a la enseñanza. ¿Enseñar o aprender? 2ª. edición. Caracas: Laboratorio Educativo.

Venezuela, República Bolivariana de (2009). Ley Orgánica de Educación. Caracas: Imprenta Nacional y Gaceta Oficial.

Fuente de la Foto:

http://www.fundacite-zulia.gob.ve/

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Universidades y Canaimas

América del Sur/Venezuela/22 de Julio de 2016/Autora: Aurora Lacueva/Fuente: Diario Últimas Noticias

Las computadoras Canaima necesitan enriquecerse con mayor número de contenidos relevantes y sugestivos. Desde luego, es importante que el estudiantado pueda conectarse a Internet gracias a ellas para así acceder a escritos, imágenes, videos, demostraciones, audio… producidos fuera de nuestras fronteras. Pero disponer de buenos contenidos realizados por nosotros mismos atendiendo a nuestra realidad resulta imperativo. Las universidades, especialmente aquellas con programas de formación docente, pueden ayudar mucho en la producción de esos recursos: lecturas amenas, imágenes ilustrativas, videos de conferencias breves o de debates entre expertos, sugerencias para trabajos de campo, propuestas para laboratorios y talleres creativos, simulaciones, problemas, demostraciones, entre otros.

Correspondería al Ministerio del Poder Popular para la Educación fijar las pautas de los diversos tipos de contenidos que se desean, de acuerdo con los grandes fines de nuestra educación establecidos en la Constitución y las leyes, así como evaluar los materiales entregados, a fin de optimizarlos. Y les tocaría a las universidades interesadas organizar equipos con sus profesores y sus estudiantes de pregrado y posgrado, a objeto de producir esos materiales necesarios para las Canaima. Se trata de una labor sistemática, que implica tiempo, conocimiento y dedicación, y que bien cabe como trabajo de tesis o como trabajo de ascenso profesoral.

Activar las universidades en proyectos de largo aliento financiados por el Estado es parte del esfuerzo por la Venezuela productiva que hoy está en primer plano. Y no toda la producción necesaria es de alimentos, medicinas o viviendas, con su extrema importancia. También requerimos producción cultural, en este caso, materiales educativos para escuelas y liceos. Por eso, conviene movilizar nuestras casas de estudios de tercer y cuarto nivel hacia iniciativas de tal naturaleza: ellas enseñarían y aprenderían a la vez al incorporarse a ese tipo de trabajo, y recibirían útil financiamiento adicional gracias al mismo. Son iniciativas de ganar-ganar, que dinamizan a las universidades vinculándolas más estrechamente a la solución de necesidades nacionales, a la vez que resultan en productos útiles.

Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/aurora-lacueva-universidades-canaimas/

Fuente de la imagen: http://hadware201.blogspot.com/p/produccion-el-nivel-de-produccion.html

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Aurora Lacueva | La política debe educar

Caracas / 20 de julio de 2016 / Por: Aurora Lacueva / Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve/

¿Es una ingenuidad pretender que la política nos eduque?

¿Es una ingenuidad pretender que la política nos eduque? Estamos acostumbrados a oír que la política “es muy sucia” y que todo se vale en el juego por ganar o conservar poder. Se acepta como normal que ser hábil y exitoso en política implica engañar a la población, maniobrar para incumplir leyes incómodas, atropellar al contrario si es posible… Esta forma de pensar es parte de un “sentido común” enraizado en el autoritarismo, que logra hacernos ver con resignación o indiferencia las peores prácticas y que nos impide exigir algo mejor. Frente a tan negativa actitud, el maestro Prieto Figueroa dijo en una entrevista poco antes de morir: “No hay que distanciar ni separar lo pedagógico de lo político. Cuando se hace esa separación se pierde el sentido de lo pedagógico y no se alcanza el sentido total de lo político”.

En efecto, la acción política debe ser pedagógica o, al menos, debe aspirar a serlo. En el difícil momento que vivimos esto se hace aún más necesario, y lo esperamos especialmente de un gobierno que asume el socialismo. La primera faceta de esta política con contenido pedagógico es la de la participación: el liderazgo debe incitar a nuestro involucramiento. Todas y todos, como ciudadanos, tenemos el derecho y el deber de ser también políticos. Contamos con una Constitución que nos ofrece herramientas para ello, en el marco de un sistema que supera el de la democracia representativa y se orienta hacia la democracia participativa. Actuando en política vamos cada día aprendiendo más del poder y de la sociedad, y nos capacitamos para una acción de creciente calidad. Porque no se trata de“participar” como obcecados seguidores o como receptores de dádivas, carentes de pensamiento propio y de reflexión crítica.

Por su parte, las y los dirigentes auténticos son aquellas y aquellos que hablan al pueblo con sinceridad, sin falsedades o medias verdades, y que propician el máximo protagonismo de la población siguiendo el lema popularizado por el chavismo: “mandar obedeciendo”. No obnubilan, no apelan a lo emocional para arrastrarnos tras ellas y ellos, sino que explican las situaciones de manera honesta, reconocen sus errores, consultan para superarlos, y nos alejan de caer en los abismos de la violencia y el odio ciegos.

lacuevat@hotmail.com

Fuente artículo: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/aurora-lacueva-la-politica-educar/

Foto: http://consultacalidadeducativa.me.gob.ve/wp-content/uploads/2014/07/023.png

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Aurora Lacueva | Las Canaima pueden dar más

Se anuncia que para este mes ya serán cinco millones las computadoras Canaima entregadas por el Gobierno a estudiantes de educación básica y a sus docentes. Se alcanza así un nuevo hito: hay que ver lo que significa hacer llegar a tantos niños, niñas y adolescentes una versátil y poderosa tecnología como esta. Pero, paralelamente a la continuada distribución de las máquinas, hace falta seguir avanzando en la calidad de los programas y contenidos que las mismas ofrecen. Así se ha reconocido en el Ministerio del Poder Popular para la Educación (Mppe), como lo apreciamos en un reciente foro. Las autoridades piensan que las Canaima no deben verse como una especie de libro de texto digital, con información escueta sobre los temas programáticos junto a algunos ejercicios y juegos didácticos. Coincido con el ministerio en que hay que priorizar el uso de los programas que permiten al estudiantado un trabajo creativo con el equipo: escribir, consultar Internet, hacer gráficos, pintar… Y es acertado esforzarse porque tales programas sean fáciles de usar y expeditos.

Sin embargo, no solo ellos son importantes, también los contenidos variados, formativos y vinculados a nuestro contexto son de primera necesidad. Por ejemplo, sugerencias para laboratorios y trabajos de campo abiertos y semiabiertos (“Cómo estudiar los suelos”, “Seres vivos de nuestra comunidad”…), o para talleres creativos (“Cocina sana y sabrosa”, “Aparatos que se mueven con el agua”). Junto a ellas conviene incorporar ideas para proyectos de investigación y proyectos de servicio comunitario. Sin olvidar los problemas sustanciosos, “como de la vida real”, cuya resolución invite a aprender cosas nuevas (“¿Por qué aparecieron masas de peces muertos en la costa?”, “¿Podemos ahorrar energía en el hogar y la escuela?”). Son muy didácticas y atractivas las buenas simulaciones, por ejemplo, “Buscando yacimientos petrolíferos” o “Reforestando cuencas de nuestros ríos”. Y muchos videos pueden incorporarse: estudiantes investigando, demostraciones, paneles de expertos debatiendo… Igualmente resultan útiles los escritos explicativos, realizados por autores que dominen el contenido y la didáctica del mismo, y enriquecidos con ilustraciones y videos. Hay mucho por hacer.

Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/aurora-lacueva-las-canaima-pueden-dar-mas/

Imagen: http://cdn.noticiaaldia.com/wp-content/uploads/2014/05/is_25571.jpg

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Un plus para el liceo (II)

Aurora Lacueva

Toda política que proteja a la familia en áreas como empleo, vivienda, alimentación y salud contribuye a mantener a las y los adolescentes en las aulas. Pero también el liceo o la escuela técnica necesitan cambiar. Centrándonos hoy en el liceo, podemos darnos cuenta de que una institución monótona, desvinculada de los grandes temas vitales y, por el contrario, atrapada en un acartonado academicismo y una disciplina autoritaria o de indiferente “dejar-hacer” no ayuda a retener a sus estudiantes. Y no ofrece la educación estimulante y profunda que ellas y ellos requieren.

En ese sentido, resulta valioso el enfoque del cambio curricular oficial para el nivel, actualmente en ensayo en cerca de setenta planteles. La idea es alejarse de la simple transmisión de contenidos disciplinarios aislados y, por el contrario, alentar la conexión de las diferentes disciplinas entre sí y con la palpitante vida fuera de las aulas, moviéndose desde lo planetario hasta lo local y lo personal. Además, se plantea ofrecer a las y los jóvenes otras actividades más allá de sus clases, creando un liceo donde se puedan (¡y se quieran!) pasar muchas horas: en clases dinámicas, de investigación y producción, pero también haciendo deporte, integrando un grupo ecologistao formando parte de un taller de teatro, etcétera.

Esta propuesta afronta dos grandes obstáculos. Uno es económico: un liceo con más horas de actividades, que además sean diversificadas, es más costoso. En lo inmediato, seguramente deberá empezarse con opciones más restringidas y menor carga horaria total, apuntando a alcanzar lo deseado conforme la economía mejore. Otro obstáculo es pedagógico: no es sencillo pasar de la enseñanza tradicional a la que se plantea, ni aún para quienes tienen que hacer los planes de estudios. Tales planes han de elaborarse sin prisas y con mucha dedicación. Y tanto profesores como estudiantes necesitan más materiales de apoyo. Así, se impone la progresividad. Por cierto, entre las posibilidades “más allá del salón de clase” puede interesar a muchos jóvenes de Cuarto y Quinto Año la oportunidad de capacitarse para el trabajo: acuerdos con el INCES podrían abrir esta opción, tocando campos de interés según la localidad. (lacuevat@hotmail.com).

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Un plus para el liceo

Por: Aurora Lacueva

¿Cómo lograr que todas y todos quienes empiezan el Primer Grado completen su educación básica obligatoria once o doce años después, graduándose de bachilleres o de técnicos medios? Desde 1999 hemos avanzado en ese sentido, pero todavía nos falta. Ese año 48% de los jóvenes de las edades correspondientes se encontraba cursando la Educación Media, mientras que para el 2014 era ya76%. Un progreso notable, que debe no solo mantenerse sino incrementarse. Los retrocesos son posibles: recientemente se alerta acerca del cierre de secciones en diversos liceos por falta de alumnado y de hecho, según estadísticas oficiales, la deserción ha aumentado. Al parecer las dificultades económicas que vivimos inciden en esa situación. En todo caso, hacen falta políticas que favorezcan la permanencia de las y los adolescentes en las aulas. No hay una sola respuesta, son diversas las iniciativas que pueden contribuir a lograrlo y es este enfoque multifactorial el más seguro hacia el éxito.

Todo lo que refuerce el “vivir bien” de las familias contribuye a mantener a las y los jóvenes en los salones de clase. Resaltamos que, a pesar de las limitaciones en el presupuesto nacional,han continuado los programas de viviendacomo la Gran Misión Vivienda Venezuela y Barrio Nuevo,Barrio Tricolor. La salud es igualmente clave, por lo que el relanzamiento de Barrio Adentro hay que aplaudirlo; aunque hubiera sido mejor no tener que relanzarlo, manteniéndolo siempre en los mejores términos. Las políticas se entretejen: hasta las pensiones de las que disfrutan ahora muchas abuelas y abuelos o los microcréditos disponibles para las madres pueden así mismo ayudar a que las y los adolescentes de la casa sigan estudiando. Por eso los 15 motores hacia la Venezuela productiva anunciados por el gobierno pueden mover también la escolaridad, si logran el financiamiento y las condiciones cambiarias que necesitan para su funcionamiento.

Pero lo que sucede dentro del plantel importa, y mucho, para evitar la deserción. Es así que nuestras instituciones de nivel medio necesitan transformarse, dando lugar a nuevas maneras de estar y de estudiar en ellas. Para empezar requieren siquiera de “algo más”, un plus, que permita retener a su estudiantado. Seguiremos. (lacuevat@hotmail.com).

Publicado primeramente en Ultimas Noticias Venezuela.

Fuente de la imagen: http://www.nicolasmaduro.org.ve/noticias/inaugurado-liceo-bolivariano-hugo-chavez/#.Vx_nStThDcs

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