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Autismo: ahora me ves, ahora no me ves

Por: Dniel Comin

365 días por año, 366 si es bisiesto, y un solo día para ser visibles, todo un reto, sobre todo para ser visibles a nivel general. Esto de la visibilización del autismo es como un juego de magia, ahora me ves, ahora no me ves.

Y la verdad es que es bien complejo, se hace famosa la frase de: “El que se mueva no sale en la foto”, pues al parecer nosotros no paramos quietos, porque apenas salimos en ninguna foto, bueno, en redes sociales y compartiendo entre nosotros sí, aunque traspasar la barrera del grupo interesado es tarea compleja, a veces extremadamente difícil.

Esta semana, representantes de las tres federaciones de autismo de España han ido al parlamento, otra vez, a ver si a base de insistir e insistir, consiguen que tomen en cuenta al cerca de medio millón de personas con autismo que hay en España.

El secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Mario Garcés, manifestó este miércoles en el Congreso de los Diputados que en las próximas semanas se aprobará el Plan de Acción de la Estrategia Española sobre Trastornos del Espectro del Autismo

Pero al otro lado del Atlántico, tampoco paran; En México, Guatemala, Nicaragua, Panamá, República Dominicana, Venezuela, Colombia, Chile, Perú, Argentina, …, insisten una y otra vez. De momento se consiguen cosas, pocas, tímidos avances, a veces hasta retrocedes (Como pasó en Colombia), pero ahí andan. Roma no se construyó en un día, o eso dicen.

La cosa es ir e insistir, y si hay que ir mil veces, pues como si son dos mil, al final, poco a poco, se van consiguiendo cosas, sobre todo leyes, que luego no se cumplen, pero eso ya es responsabilidad nuestra, el exigir el cumplimiento claro.

Cada 2 de abril, miles y miles de personas salen a la calle, lanzan globos, hacen eventos, ponen en marcha campañas, salen en medios de comunicación, inundan las redes sociales, …, un inmenso esfuerzo compartido, aunque a veces uno duda de si estamos traspasando la barrera del propio grupo. Es como si nos autoconcienciásemos a nosotros mismos.

Luego hacen alguna película de cierto impacto (Véase Rainman) o alguna serie (The Big Bang Theory) y llegan a todas partes, está por ver hasta qué punto la calidad del mensaje de esas películas o series es mejor o peor, pero bueno, como decía Oscar Wilde: “Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti”, así que la cosa es que, de una forma u otra, la gente hable de autismo.

La cosa es hacer algo, aunque aquí entra en juego algo denominado «sesgo de acción», que viene a ser algo así como: Cuándo no sabemos qué hacer, quizá lo mejor sea hacer cualquier cosa. Y todos a moverse, claro, luego nunca salimos en la foto. Con lo cual, nos enfrentamos a que, debido a una falta de reflexión y de consenso, acabamos haciendo cualquier cosa, aunque ésta tenga poca o ninguna efectividad, pero eso sí, sacaremos pecho diciendo “yo hice esto o yo hice aquello”, sin que nadie se pare realmente a pensar si todo ese esfuerzo realmente sirvió para algo útil.

Y si a eso le sumamos el «sesgo de grupo», que hace que un grupo de individuos sea capaz de tomar decisiones más arriesgadas que en solitario (por ejemplo, los fans de un equipo de fútbol que al acabar el partido lían tremenda batalla campal), pues nos encontramos que hay acciones que, por la “valentía” del grupo que anima, más el sesgo de acción, mucha gente hace cosas que no sirven para gran cosa, más que para engordar egos y alimentar a personajes de corte mesiánico.

Y continuando con los “sesgos”, hoy la cosa va de sociología y psicología cognitiva, si a los anteriores le añadimos el «sesgo cognitivo», que es algo así como alterar la realidad para llegar a un juicio erróneo pero que acomodamos para que parezca bueno (Esto se ve claramente en las votaciones a presidentes, por alguna razón siempre acaba ganando el más malo de todos, luego nadie afirma haberle votado, pero ahí están), y por tanto a una toma de decisiones equivocada. Pues tenemos tremendo coctel, eso sí, explosivo cuando menos.

Y con tanto sesgo, pues tenemos mucho grupo, muchas ideas, muchas formas de moverse para evitar salir en la foto, no sea que salgamos todos juntos y nadie se lleve el mérito. Pero sigo pensando si realmente las cosas que hacemos entre todos -pero por separado- realmente nos benefician a todos. Cada cual tiene su idea, su forma de entender el mundo, su grupo de fans, su idea de cómo hacer las cosas o qué cosas hay que hacer, o sencillamente, hacer cosas, o copiar lo que hace el otro, pero a mi manera, etcétera, etcétera.

Pero, además, nos encanta encasillar: este es de izquierdas, o de derechas, o del Barça, o del Madrid, o es del Norte, o es del Sur, o sigue a este, o sigue al otro, o es alto, o es bajo, o es inteligente, o es idiota, o es lo que sea, la cosa es encasillar al personal, y es que, a quienes hablamos español, nos encanta esto, culpar al otro de lo que generalmente hacemos nosotros mismos, y crear clubes de gente que piensa lo mismo, aunque todos puedan estar equivocados.

Y esto es también aplicable a nuestro mundo laboral, que es un fiel reflejo de nuestra forma de funcionar. Si tienes un empleo y te esfuerzas al máximo te pueden pasar las siguientes cosas:

  • Que tus compañeros de trabajo te digan: Baja el ritmo que nos haces quedar mal a los demás.
  • Que tu jefe esté encantado y cada día te dé más y más responsabilidades, pero sin ascenderte de categoría ni subirte el sueldo.
  • Que tu jefe decida que hay que despedirte, no sea que le quites el puesto a él.
  • Que si das ideas te digan: A usted no le contratamos para pensar.

Con lo cual, al final acabas con la ley del mínimo esfuerzo, ¿para qué me voy a esforzar si luego nunca cambia nada? Si en vez de en un país donde se habla español esto fuese un país donde hablan inglés, probablemente pasaría alguna de las siguientes cosas:

  • Tu jefe procuraría promocionarte y se sentiría orgulloso
  • Tus responsabilidades irían acorde a tu categoría y salario
  • Todo el mundo te pediría que compartieras tus ideas para mejorar
  • Disfrutarías trabajando en equipo

Y aunque los ejemplos previos no son matemática exacta y siempre hay cosas que matizar, la norma general se asemeja bastante a esta situación. Steve Jobs solía decir: “No tiene sentido contratar a personas inteligentes y después decirles lo que tienen que hacer. Nosotros contratamos a personas inteligentes para que nos digan qué tenemos que hacer”. Bien, pues esto tiene mucho que ver en cómo nos organizamos y cómo actuamos.

Por ejemplo, lo del color azul y autismo, es fruto de una campaña llevada a cabo por una asociación de familia de los EE.UU. llamada Autism Speaks, quienes son un ejemplo claro de trabajo con impacto global, luego se podrá estar más o menos de acuerdo con su filosofía, pero es innegable que sus campañas sí trascienden, es más, hay gente que cree equivocadamente que el color azul es el del autismo, cuando en realidad es el color corporativo de esta asociación usado magistralmente en sus campañas de concienciación. Todo un ejemplo de cómo realizar campañas que trascienden. Bueno, y de muchas más cosas, investigación, legislación, programas de atención, …

Y claro, pues como son gringos, pues son cojonudos, fantásticos, espectaculares, los number one. Y todos les copiamos, todos usamos el azul, todos usamos puzles, todos somos una copia del original, pero sin la calidad del original obviamente. Y nos creemos que somos lo más de lo más del mundo mundial, cuando en realidad somos algo así como la réplica Made in China del marketing y la difusión de Autism Speaks. Cosas de la disonancia cognitiva. Pero bueno, la cosa es que se hable, que al final también se trata de eso.

Aunque quizá, la parte menos buena de todo esto, y gracias al sesgo de grupo, es que nos enfrascamos en peleas irracionales entre bandas o clanes ¡Al primero que asome la cara se la partimos! Y acabamos en una especie de enfrentamiento entre azules y colorados, solo hay que ver la que se lía periódicamente en redes sociales, espectáculos lamentables. Eso sí, luego cuando unos padres se lían a golpes en un partido de fútbol infantil, los ponemos a caer de un guindo, ya se nos olvidó como ayer mismo hacíamos lo mismo, quizá de forma más cobarde, en plan redes sociales, mensajitos de grupos y cosas por el estilo. Y juzgamos duramente a quienes actúan de forma lamentable a pesar de que nosotros hacemos lo mismo. Todo juicio hacia otro acaba siendo un juicio frente a un espejo.

Y ahí entra el sesgo de acción, hacemos cosas, sobre todo ponernos verdes los unos a los otros, cada cual hace su campaña, no solo para dar difusión, sino para parecer mejor que el otro, y de esa forma, pues conseguimos hacer muchas cosas distintas, normalmente con propósitos individuales o de clan, y finalmente en un intento de apagar nuestras conciencias, esas que, si reflexionáramos, si meditáramos al respecto, veríamos que están tremendamente sucias. Quizá, muchas de las acciones que hacemos tienen un propósito egoísta, de acallar a nuestro Pepito Grillo, a nuestra voz interior que nos dice la verdad, porque, seamos sinceros, a nadie nos gusta que nos digan la verdad de cómo somos en realidad. Pero bueno, al menos, entre tanto lío, pues se hacen cosas, que también es importante.

Tampoco pretendo decir que todas las acciones que se realizan se hallen bajo este prisma tan feo, porque no es cierto, pero sí es cierto que muchas sí se realizan de tal guisa. Y es que estamos como estamos porque somos como somos. Y pensar parece ser un ejercicio destinado a la extinción, y claro, vemos que nos comportamos de forma rígida, inflexible, mostramos poca o nula empatía, tenemos pocas o malas habilidades comunicativas, tenemos problemas de autocontrol y autorregulación emocional, …, no sé, quizá esto les suena ¿verdad?

Pero bueno, entre tanto, nos declaramos azules, que no sé si es fantástico, bueno, malo, o neutro, pero ahí andamos, azuleteando y saliendo a la palestra, mejor o peor, pero bueno, se sale. Iluminamos edificios de azul, nos vestimos de azul, y aunque probablemente la gente en general, no se entere del motivo, que no nos equivoquemos, esto no son los EE.UU. donde sí saben liarla bien liada, pues queda fantástico en las fotos que compartimos en redes sociales, y se hacen grupos, y se hacen actos, y se genera ruido, que, de una forma u otra, a alguien sí le llega seguro.

Y el día 3, regresamos a la realidad, donde nuestros hijos NO tienen derechos, no tienen los medios que necesitan, donde si no eres millonario pues lo tienes bien difícil, donde recibir atención temprana es todo un reto, donde encontrar colegios adecuados es harto complicado, donde encontrar buenos profesionales es extenuante, donde si hablas con mil personas te darán mil versiones de lo mismo.

Y eso es lo que pasa el día 3, que tras la “presunta” fiesta de concienciación, volvemos a la misma y dura realidad de siempre, donde las cosas cambian a paso de caracol, y a veces, hasta vamos como los cangrejos.

Crear conciencia, dar difusión, tener un día mundial, todo esto es realmente importante. Muy importante. Pero no podemos apostarlo todo a un solo día, es como ir al Casino una vez al año, ir a la ruleta, apostarlo todo al 15 y a ver qué pasa, a ver si hay suerte.

No importa si es azul, verde o multicolor, da igual, la cosa es que peleamos por aparecer, aunque sea un día y en realidad casi nadie se entere, pero con una sola persona a la que consigamos concienciar, pues ya mereció la pena el esfuerzo.

Y el día 2, pues salgan a concienciar, da igual si es en grupo o en separado, si van de azul o de verde, si se hace bien, regular o mal, si son original o son copia, no importa, porque hacer cualquier cosa, siempre será mejor que no hacer nada.

Fuente: https://autismodiario.org/2017/03/31/autismo-ahora-me-ves-ahora-no-me-ves/

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Las personas con autismo SÍ tienen teoría de la mente

Por: Daniel Comin

Durante mucho tiempo se ha puesto de manifiesto el déficit en teoría de la mente y los problema de empatía de las personas con autismo. De hecho es uno de los ítems que se consideran destacables en el autismo. Esa dificultad que tienen las personas con autismo para ponerse en la piel o en los zapatos del otro. Bien, una dificultad no implica una carencia, no es lo mismo.

Es cierto que en las manifestaciones conductuales de las personas con autismo podemos pensar que algunas de ellas se generan por esa falta de empatía, es algo que oigo de forma continuada, que si esto que si aquello. No voy a negar la obviedad de que sí se dan esas conductas, de que sí existe una dificultad para realmente entender o interpretar adecuadamente las emociones del otro, pero de ahí a afirmar que hay un déficit o una baja capacidad creo que quizá sea exagerado. De hecho en muchas ocasiones quizá podamos hablar incluso de justo lo contrario, hiperempatía.

Quizá sería más útil hablar de la baja calidad en la teoría de la mente de quienes acusamos de poca teoría de la mente a las personas con autismo. Me explico. En muchas situaciones la persona con autismo tiene una conducta inadecuada, es juzgada por ello y aplicamos técnicas para resolver la conducta, o cambiarla por otra que entendemos más adecuada. Pero pocos se ponen en la piel de la persona con autismo para entender el por qué de esa conducta, es decir, nuestro nivel de empatía hacia la persona es cero. No nos ponemos ni en su piel, ni en sus zapatos, solo juzgamos la conducta, como si no hubiera nada más, y en base a ese juicio decidimos que debe cambiarla por otra.

Este es un ejemplo simple de que acusamos de lo que en realidad es algo que nos compete a nosotros. El niño (por ejemplo) presenta un discurso único (sólo habla de planetas), y automáticamente decimos que no cambia de discurso (el cual aburre a todo el mundo) por su poca teoría de la mente. O el niño hace algo que disgusta al otro (por ejemplo, lo abraza de forma obsesiva, de forma que molesta al otro), y decimos que hace eso y que no se da cuenta de que al otro no le gusta ya que tiene poca empatía. He puesto un par de ejemplos, pero podríamos escribir un libro entero con situaciones que -presuntamente- denotan ese déficit empático o de teoría de la mente.

Bien, no nos damos cuenta de que en estos dos ejemplos el problema no es el déficit del niño, si no más bien una problemática diferente que genera esa situación. Obviamente lo fácil es culpar al otro de su problema. Pongamos un ejemplo concreto:

Marcos es un adolescente con autismo que está “obsesionado” con Marta, una de sus compañeras, también con autismo. La soba de forma continuada, a pesar de que a Marta no le gusta que la soben. Esto es un problema, ya que rápidamente vemos un acoso sexual, una conducta inadecuada, un problema en el desarrollo sexual,…, y podemos añadir una larga lista de “condenas” hacia Marcos. Además esta conducta no solo genera problemas, es que Marcos persiste en ella ¿Qué es lo más normal en el trabajo para regular esto? Usar condicionamientos negativos, esto no se hace, esto está mal, o usamos economía de fichas de forma que Marcos va a tener un modelo aversivo para acabar con esa conducta, un poco el modelo del No, no y mil veces no. A veces incluso funciona.

Entendamos que Marcos es un joven de 15 años, con un lenguaje verbal no muy extenso, con un nivel de comprensión no muy extenso, con un nivel de lectoescritura medio a bajo, y que presenta un desfase importante en su desarrollo “cognitivo” respecto a su edad. Obviamente Marcos es un adolescente, le gusta Marta, y no tiene inhibiciones ni parece entender que eso de sobar a Marta esté mal.

Bien, partamos de la base de que obviamente Marcos sí tiene un problema para entender que a Marta no le gusta que la manosee ni entiende de inhibiciones sexuales es más, no entiende por qué todos se enfadan con él. Veamos una posible forma de abordar esta situación. Partamos de la premisa de que a Marcos le encanta comer pollo frito pero odia profundamente comer hígado guisado. Exponemos a Marcos a una situación sencilla:

Marcos, hoy vas a comer con Marta. Para ti hoy hay pollo frito, y para Marta hay hígado guisado ¿Cómo te sientes Marcos? Obviamente dirá que contento porque va a comer su plato favorito ¿Cómo se siente Marta? Dirá que fatal, porque el hígado es algo que él odia. Quizá no se plantee si a Marta le gusta o no el hígado, pero esa cuestión la vamos a soslayar en este momento. Pero Marcos es capaz de transferir sus emociones negativas sobre el hígado guisado a Marta. A continuación, le preguntamos a Marcos como se siente cuando manosea a Marta, obviamente nos dirá que bien, nadie hace algo que no le guste de forma voluntaria. Bien, podemos usar el ejemplo anterior de la comida. Cuando Marcos soba a Marta se siente como cuando come pollo frito, pero Marta siente que come hígado guisado. Por tanto, Marcos se siente bien pero Marta no ¿Tú quieres que Marta se sienta mal? Marcos dirá que no, él no quiere que Marta se sienta mal, ya que es capaz de ver que, a través de sus propias emociones ante la situación de comer hígado guisado, Marta está en una situación que es desagradable. Por tanto, Marcos deja de manosear a Marta, ya que el no quiere perjudicar a esa chica que en realidad le atrae.

En este ejemplo no hemos tenido que usar aversivos, ni condicionamientos negativos, ni hemos tenido que emplear mucho tiempo, lo que hemos hecho es explicar de forma comprensible a Marcos una situación y su consecuencia usando un referente que Marcos conoce y comprende. Si Marcos deja de hacerlo al entender el efecto de su acción, pues no tiene un déficit en la teoría de la mente, ni tiene un problema de empatía, lo que no podía era entender el por qué de la reacción de Marta o de la gente de su alrededor. Lo que había era un modelo de enseñanza no adecuado a Marcos. Quizá nadie se puso en la piel ni en los zapatos de Marcos para explicarle de forma comprensible el efecto de su conducta.

Pero veamos otro ejemplo, vayamos a un muchacho o muchacha con autismo de alto funcionamiento. La persona que está obsesionada con un tema (Los planetas, por ejemplo), y su discurso es único, y cuando habla, solo habla de eso, y aburre hasta a las paredes. El resultado es que la gente le huye, como es lógico. El juicio es que como no es capaz de empatizar con los demás debido a su déficit pues lo hace y lo hará hasta el fin de los días. Y aquí entramos en otro tema, que da para mucho, las obsesiones, pero que trataremos de forma independiente en otro artículo, en este momento hablaremos más de cómo impacta en lo relativo a la empatía y la teoría de la mente. Bien, pues sobre este aspecto, muy habitual, vemos el juicio negativo, la traslación de culpa es fácil, solo que aquí además ponemos más etiquetas, además de su déficit empático tiene conductas obsesivas, con lo cual aumentamos más la visión negativa de la persona, esto obviamente se da porque nadie se puso en los zapatos ni en la piel de esta persona, pero claro, es más fácil juzgar al otro que a uno mismo.

Nadie parece pararse a reflexionar el por qué esta persona solo tiene un discurso, por qué no es capaz de cambiarlo, y muchos otros por qués. Sin embargo, sabemos que si cambiamos nosotros el chip, si nos ponemos en su piel, seremos capaces de ayudar a esta persona a poder cambiar el discurso, a interesarse por otras cosas, etc. Muchas veces (que no siempre) la conductas obsesivas están relacionadas con un modelo de regulación o de búsqueda de reducción de la ansiedad o incluso de tener un determinado placer. Es como si hablar de planetas, o de tener soliloquios sobre planetas, o de leer sobre planetas, o de ver vídeos sobre planetas produjera en la persona el efecto de un ansiolítico. Y cuando sacamos de manera forzada a esa persona de esa zona de confort, explota su ansiedad. Esa conducta obsesiva que le produce placer, hace que cuando hable con alguien lo haga sobre ese tema placentero, quizá no entienda porqué, algo que a él le produce placer, a otro no se lo produzca, a lo mejor esto es un problema en cómo le enseñamos y no en su capacidad de empatía, ya que cuando una persona que adora hablar de planetas, encuentra a un interlocutor que habla de planetas, realmente disfrutan de forma conjunta, hay mucha empatía y mucha comunicación válida entre esas dos personas. No les falla la empatía, lo que falla es otra cosa. Y no suele ser culpa suya.

Bien, en resumen, debemos entender que no es una cuestión de poca empatía (aspecto que en mi opinión viene a apoyar esas viejas, rancias y adocenadas teorías sobre el modelo de la psicopatía asociada al autismo en tiempos pasados), es una cuestión del modelo de aprendizaje, de como expresan sus propias emociones, de cómo ha sido o está siendo su vida y de como el entorno les condiciona.

El hecho de que seamos incapaces de entender su expresividad emocional no se las elimina, sencillamente nosotros, los neurotípicos, los normales, somos incapaces de ver o de sentir, quizá los que tenemos un problema de teoría de la mente o de empatía seamos nosotros.Vemos la paja en el ojo ajeno pero no vemos la viga en el propio.

Fuente: https://autismodiario.org/2017/01/06/las-personas-autismo-tienen-teoria-la-mente/

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Genética del autismo ¿Qué sabemos?

Por: Daniel Comin

Todo lo relacionado con el autismo y la genética es extremadamente complejo, cada día aparecen nuevos datos que -paradójicamente- complican aun más la comprensión de los aspectos de la genética del autismo. El genoma humano es extremadamente complejo y aún nos falta mucho por descubrir, pero cada día que pasa, los datos van cerrando más el gran círculo de la genética humana y su relación con el autismo.

En la actualidad la pruebas genéticas han dado un gran salto (y mejoran de forma cuasi exponencial a medida que la tecnología avanza). No hace tanto la única prueba que se realizaba era la prueba de cariotipo, hoy se realiza la prueba de hibridación genómica comparativa o CGH (por sus siglas en inglés Comparative Genomic Hybridization), también conocida como Array CGH de alta resolución (Normalmente de 180 a 400K, aunque ya hay pruebas de mayor alcance) y también podemos encontrar pruebas de secuenciación masiva del exoma. El precio de un array de 400k ronda los 600-700€ y el de un Exoma ronda los 1250€. En España estas pruebas las hace la Seguridad Social, y son por tanto gratuitas.

Los investigadores llevan ya muchos años recopilando información sobre genética, uno de los mayores centros de recopilación de datos lo gestiona la Fundación Simons en su programa SFARI, donde se está recopilando toda la información sobre investigación genética y autismo. Pero quizá el mayor éxito ha sido el abrir completamente todos los datos sobre investigación y bases de datos, de forma que investigadores y científicos de todo el mundo puedan conectarse entre ellos y compartir sus avances. Y todo esto ha generado ya algunos efectos positivos. Veamos algunas de las consecuencias del estudio de la genética del autismo.

A primeros de agosto

un equipo de científicos de la Universidad de Princenton y de la Fundación Simons han empezado el trabajo de etiquetado de los genes implicados en el autismo. Para ellos han desarrollado un software con una base de inteligencia artificial, el cual ha empezado a identificar unos 2.500 genes involucrados, ampliando la cifra de los 65 previos que se conocían. Hasta la fecha los investigadores estimaban que el conjunto de genes involucrados rondaban entre los 400 y los 1.000 genes, pero existían muchas lagunas, ya que se requería hacer un cruce masivo de datos.

Este nuevo trabajo ayudará a los investigadores a poder comparar y generar enlaces entre los diferentes genes, para de esta forma intentar comprender mejor las causa/efecto de las alteraciones genéticas. Gracias a este nuevo sistema informático, los investigadores podrán ser más eficaces en su trabajo. Este proyecto está en línea en la web asd.princeton.edu.

Algunas de las conclusiones y resultados previos han destacado que la proteína SYT1 en la variación en el número de copias (CNV) 12q21.2-21.31 presenta duplicaciones o deleciones, siendo altamente relacionado con el autismo. Otro gen, el OLFM1 en la CNV 14q11.2-21.1, se relaciona con retrasos en el desarrollo y compromiso cognitivo. En el caso del DIP2C y el RSBN1, se encuentra que tienen una expresión específica durante el desarrollo fetal. La agrupación del DIP2C en el gen C8 y una mutación de novo LGD del DIP2C, se hallan relacionadas en la Simons Simplex Collection.

Bien, este galimatías de genes y siglas, nos vienen a decir que: la interacción entre la expresión de determinados genes en determinados momentos, están directamente involucradas en cómo se conforma el cerebro durante el desarrollo fetal. Dicho en palabras comprensibles: Los genes contienen lotes de instrucciones y “mapas” de construcción. Estos se van activando de forma a veces secuencial y a veces de forma concomitante, es decir, hay procesos de construcción que realizan llamadas múltiples y otros procesos realizan llamadas secuenciales. Esto es como construir un edificio. Durante la construcción hay procesos secuenciales: Vamos a realizar una excavación para la cimentación, después echaremos acero y hormigón, y así sucesivamente. Y hay procesos simultáneos o concomitantes, por ejemplo: Vamos a instalar el cableado eléctrico, y a la vez instalamos la conducción de agua fría y la caliente, y además estamos colocando las puertas.

Bien, algo que vamos a ver muy a menudo son las CNV o variación en el número de copias. Una CNV se define como el segmento de ADN igual o mayor de 1 kb cuyo número de copias es variable si se compara con un genoma de referencia. Es decir, que la variación en el número de copias es cuando un número de copias de un gen particular cambia de un individuo a otro. Las deleciones y las duplicaciones en ciertos “puntos calientes” del genoma son mucho más frecuentes entre los niños con autismo que en la población general. Sin embargo, identificar cuáles de los genes en estos intervalos cromosómicas son patógenos sigue siendo un reto. Por ejemplo, las CNV más comunes en el autismo se encuentran en 16p11.2, 15q11-13, 15q13.3, 1q21.1, 22q11, 7q11.23, 17q12, 3q29 ¡Ojo! Más comunes no significa que sean las únicas, sino que se dan de forma más frecuente.

Por ejemplo, un estudio

sugiere que los cambios en el número de copias en el locus 16p11.2 (el más ampliamente estudiado, y una de las CNV más comunes vinculadas con el autismo) puede afectar a la señalización de RhoA y la dinámica del citoesqueleto de actina, y se cree que está vinculado al fenotipo del autismo. Y otros muchos más estudios apoyan este aspecto, y sabemos que el gen SNAP25 es uno de los genes que median en la regulación de los procesos neuronales.

Y otro estudio

, este de 2016, nuevamente nos trae que una duplicación de BOLA2, en la región cromosómica del 16p11.2, está también relacionado con el autismo (hasta lo que sabemos en el 1% de los casos estudiados), este mismo equipo de investigación ya presentó datos previos 

en 2014 en una comparación extensa del BOLA2.

¿Entendieron algo?

Realmente todo lo que se relaciona con aspectos genéticos es extremadamente complejo, recibimos muchas consultas de familias que tienen un informe genético de su hijo que dice que tiene una deleción o duplicación en un determinado gen, y realmente no saben qué hacer con esa información, si es relevante o no, cual es su origen, cómo afecta a su hijo o hija. Y muchas veces sencillamente se les ha entregado el informa del Array CGH y nadie les explicó absolutamente nada, o se lo explicaron con tanto detalle que salieron totalmente mareados. Datos como los que hay en los párrafos previos pueden no decirnos nada si no somos un especialista ¡Qué narices es eso de que los tres genes que unen 17q12 con el ciclo celular (BRCA1, MSH2, H2AFX) están ya sea directa o indirectamente implicados en la reparación del daño en el ADN!

Bien, vamos a intentar aclarar algunos aspectos que tienen que ver con los informes genéticos del autismo de la forma más comprensible posible, si usted ha llegado hasta aquí -aunque es probable no haya entendido mucho de lo expuesto- significa que está interesando ¡Enhorabuena, llegó a al parte escrita en lenguaje humano!

Nuestros genes contienen toda la información para la vida, el crecimiento, nuestras características físicas (y algunas psíquicas), incluso si tenemos mayor predisposición a tener algún tipo de enfermedad. Esta información genética también contiene las instrucciones para la creación de la vida. Es decir, que cuando la mujer se queda embarazada, la combinación genética de ella y el padre, más la herencia propia y familiar de los progenitores, más las posibles alteraciones genéticas imprevistas (provocadas por efectos medioambientales, o sencillamente, de forma espontánea. Las alteraciones genéticas imprevistas también forman parte del proceso evolutivo), crean el programa de “construcción” del bebé.

El desarrollo del feto es una milagro de la ingeniería genética. Millones de instrucciones se activan de forma continuada para dar forma al bebé, si será niño o niña, si será rubio o moreno, si tendrá la piel clara u oscura, si sus ojos serán azules o castaños, etcétera. Pero también están las instrucciones para crear el cerebro, quizá una de las partes más complejas de construir. Y en ocasiones algo falla o tiene un funcionamiento inesperado. Estas alteraciones en el proceso de construcción tiene que ver, precisamente con todo ese galimatías de siglas y cifras expuesto previamente. Hay determinados genes que contienen información para la construcción de determinadas áreas del cerebro, y que debido a esas alteraciones, que se están empezando a descubrir, generan que el cerebro, durante la etapa fetal, se construya de una forma diferente. Esta construcción inesperada genera que la información que el cerebro procesa, no funcione de la forma esperada, y genera por tanto esas dificultades que el niño con autismo manifiesta.

Pero también hay fases postnatales, donde la información genética también adquiere especial relevancia, por ejemplo, a partir de una determinada edad, en el cerebro del bebé (alrededor de los 4 a 12 meses de edad) se pone en marcha un proceso de poda sináptica, es decir, se eliminan las neuronas sobrantres. Esta información está almacenada en los genes, y esto es algo que parece no ocurrir de forma esperada en los niños con autismo. Este hecho también se relaciona con problemas motóricos ligados a la duplicación cromosómica 15q11-13. Estas alteraciones en la expresión genética también están relacionadas con alteraciones en la conformación de la corteza cerebral de los niños con autismo durante el proceso del embarazo.

Por tanto hay dos aspectos, los prenatales y postnatales, y además aspectos ligados a la epigenética, que generan estas alteraciones que conducen al autismo.

¿Y qué hago una vez me dan estos datos?

Alguna familia me ha mostrado los datos del informe genético de su hijo y a continuación me han preguntado que es lo que en base a esa información genética debían hacer para ayudar a su hijo, o para qué diantres servía saber que su hijo tenía una duplicación cromosómica compensada, por poner un ejemplo.

Pues sirve para saberlo, y para que esa información ayude a la ciencia, y gracias a eso, pues tendremos la capacidad de disponer de biomarcadores para hacer un diagnóstico de autismo con un análisis genético, en vez de recurrir a las pruebas diagnósticas actuales, que son lentas, caras y en muchas ocasiones incorrectas. Incluso podríamos disponer de una prueba prenatal del autismo, con todas las consideraciones éticas que eso conlleva. Y quizá en un futuro dispongamos de fármacos genéticos, que ayuden o resuelvan esas alteraciones en la expresión genética, y por tanto podrían usarse para resolver esas alteraciones o actividad inusitada de los genes afectados.

Pero en lo que responde a la pregunta del ¿Vale, perfecto, todo eso es muy interesante, pero ahora qué hacemos? Pues lo mismo que si no tuvieran esa información, seguir trabajando para mejorar la calidad de vida del niño. Muchas familias gastan cantidades importantes de dinero en análisis genéticos con la esperanza que les darán la respuesta que desean, y además la solución. Hoy esto no va a suceder. No significa que tener esa información sea irrelevante, pero a día de hoy, con lo que sabemos, descubrir que un niño tiene o no una alteración en su genética no debe cambiar la forma en la que vayamos a trabajar con él. La información a día de hoy, es solo eso. Un conocimiento, que es muy útil a la ciencia, pero que a lo mejor requerimos de 5, o 10 ,o 15 años (no lo sé), para que esa información tenga una aplicación específica inmediata.

¿Entonces no tiene ninguna aplicación real?

Pues sí y no. Habrán casos en que exista algún tipo de alteración genética conocida que genere algún tipo de insuficiencia o alteración, y que quizá pueda ser tratada. Pero quizá no sea algo relacionado directamente con el autismo. También puede servir para acertar mejor un diagnóstico, por ejemplo si la persona tiene Síndrome de Rett. O quizá pueda ser útil para saber qué acciones específicas, a nivel farmacológico podemos realizar, o justo lo contrario, qué fármacos jamás deberíamos darle. Pero no duden que no van a curar a su hijo (al menos hoy, más adelante, ¿quién sabe?).

Cómo citar este artículo: Daniel Comin, «Genética del autismo ¿Qué sabemos?», en Autismo Diario, 12 Agosto, 2016, https://autismodiario.org/2016/08/12/genetica/.

Bibliografía:

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Nuttle X, Giannuzzi G, Duyzend M, Schraiber J, Narvaiza I, Sudmant P, et al. Emergence of a Homo sapiens-specific gene family and chromosome 16p11.2 CNV susceptibility. Nature. 2016;536: 205–209.
4.
Xander N et al. Abstract: Human-specific gene evolution and structural diversity of the chromosome 16p11.2 autism CNV. San Diego, California; 2014.

Fuente: https://autismodiario.org/2016/08/12/genetica/

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Autismo y sexualidad: Mitos, tabúes, inhibiciones y otras lindezas

Por: Daniel Comin

Si hay algo que genera problemas en el correcto desarrollo de las personas con autismo es todo lo que tiene que ver con la educación sexual, y curiosamente es una de las cosas que peor se trata, que menos se aborda, y de lo que menos se habla, generalmente por los errores sobre sexualidad que los propios neurotípicos tienen ¡Cómo va a enseñar quien no sabe!

Y es que nuestra sociedad libre, democrática, moderna, tecnológica, avanzada, bla, bla, bla, tiene a un montón de ciudadanos con un concepto errado de la sexualidad. Esta visión alterada ha sido afianzada por aspectos religiosos, tabúes de todo tipo, segregación, supremacismo, incultura,…, en fin, uno de esos males que desde tiempo inmemorable aquejan a nuestra sociedad.

Y claro, pensamos que sexualidad es algo solo relacionado con la práctica sexual, el coito, la fornicación, cópula, etc, etc. Aspectos que incluso han sido vistos como algo sucio e impuro. Incluso, a día de hoy, sigue habiendo gente que piensa que la fornicación fuera del matrimonio es pecado mortal, se abrirá la tierra y caerás directo al infierno, a ver si así se te pasa el calentón. Y es que el sexo se ve como algo sucio. Presumo que quienes dicen y piensan eso no son capaces de hacerse la representación mental de su madre y su padre echando un polvo. Porque no nos engañemos, a día de hoy es la única forma natural de tener hijos.

De igual manera, esa visión reduccionista, pecadora, sucia y horrible, ha maltratado a la mujer, considerando que su periodo menstrual era algo impuro, y por tanto convirtiendo a la mujer en algo impuro. Otro de esos mitos estúpidos que aun perdura a día de hoy en más mentes de las que cabría desear.

Si sumamos que la sociedad en su conjunto, es cínica y tiene doble moral, y además somos unos ignorantes en lo que a sexualidad se refiere, pues apañados estamos. Es curioso que los EE.UU., ese país de dura moral que castiga todo pecado, sea también el mayor productor de pornografía del mundo. Y es que a mayor prohibición de algo, mayor deseo, y además, más mitos y más aberraciones.

La sexualidad no es solo tener sexo, la sexualidad es algo más extenso e importante. Forma parte del conocimiento integral y del conocimiento del cuerpo, de nuestro propio respeto, de nuestras emociones y relaciones afectivas, de nuestra esencia como seres humanos. La sexualidad no es solo genitalidad, aunque la englobe, la sexualidad también es el respeto al otro, es el cambio permanente de nuestro cuerpo. La sexualidad es biológica, emocional, espiritual, física, básica y necesaria. La sexualidad es nuestra propia identidad como seres humanos, diversos y sociales. La sexualidad conforma la familia, al individuo, a la pareja, a todos en general. La sexualidad es como una red inalámbrica que conecta a todos los seres humanos, ahora bien, si no tienes bien configurado el sistema igual te piratean.

Por tanto, para estar bien configurados hay que estar formados, de forma serena y limpia, porque la sexualidad es el individuo, y no podemos, bajo ningún aspecto coartar ninguno de los múltiples aspectos que conforman la sexualidad, ya que eso viola los derechos de la persona.

Y además, dentro de la sexualidad se encuentra la orientación sexual de cada persona, que sea la que sea, siempre ha de respetarse, siempre. No hacerlo es nuevamente una vulneración de derechos. Y no, la orientación sexual de una persona no la define, no importa si eres heterosexual, homosexual, transgénero o lo que sea, eso no te define como persona.

Y dicho todo esto, si ya en general lo de la sexualidad no lo llevamos muy bien, o no tenemos las ideas claras, ahora viene cuando entra alguien con autismo en escena. Y aquí la cosa se complica, porque en función de las necesidades de apoyo de cada persona, casi podemos decir que les vamos a crear unos problemas u otros.

Aun recuerdo una vez en determinado lugar, estando yo con mi amiga Elaime Maciques, cuando una madre nos vino a preguntar en qué forma podía evitar que su hijo -ya un adulto- tuviera deseos sexuales. Básicamente nos estaba preguntando por fármacos u otro aditamento que generase cierta castración en ese hombre. Pero es que apenas un momento después aparece otra madre defendiendo la sexualidad de su hijo, un tipo de gran tamaño, ya un adulto. Y al principio iba bien, hasta que afirma con orgullo que ella se encargaba de masturbar a su hijo para que saliera ya despachado y a gusto de su casa.

En el primer caso tuve que parar a Elaime, quien se enojó al ver como esa señora pretendía castrar a su hijo, quitarle ese derecho. En el segundo caso, casi nos quedamos en estado catatónico los dos. Y esto es bastante habitual ¿Convierte eso en malas madres a esas dos mujeres? No, dudo que en ningún momento pensaran que hacían nada malo, ni la primera castrando, ni la segunda en su violación incestuosa. Es que no eran conscientes, su propia educación las había llevado a pensar y actuar así, de esa forma tan increíble.

Y bien, quizá alguien pueda pensar que eso son casos aislados, pues no, es más habitual de lo que nos parece. Muchas veces se pretende convertir a las personas con autismo en seres asexuados, en niños eternos. La cantidad de traumas que podemos crear es tremenda. Eso es una agresión consentida por todos. Y da igual el nivel de necesidades de apoyo que la persona requiera, porque si requieren de mucho apoyo los asexuamos y/o esterilizamos, y si requieren de poco apoyo los estigmatizamos. Malo en cualquier caso.

En los últimos 5 años habremos organizado más de 50 eventos, talleres, cursos, jornadas,…, solo en una ocasión tuvimos que cancelar un acto por poca participación, y adivinen de qué era el taller. Efectivamente, un taller de sexualidad. Algo de lo que en realidad no tenemos ni idea, y de lo que casi nadie se atreve a saber.

¿Y qué cosas se enseñan en la sexualidad?

Pues muchas cosas. Y desde edades temprana. Niños y niñas con buena educación sexual son poco propensos a recibir abusos sexuales, eso que a todos nos da pavor, que cada vez que oímos que alguien abusó de un niño nos rasgamos las vestiduras. Pues bien, si el niño tiene buena educación sexual va a ser mucho más difícil que sea abusado.

Enseñamos relaciones afectivas, sí, eso también es sexualidad. Hablamos de respeto, de privacidad, de normas sociales, de comunicación, de procesos biológicos como la menstruación. Cosas tan cotidianas como esas. Nada hay más dramático que ver a una niña de 10 años, con autismo pre-verbal, que sale del baño de colegio con sus braguitas manchadas de sangre en los tobillos y con una cara de pánico porque no sabe que diantres le está pasando ¡En qué maldito momento alguien pensó que no había que explicarle a esa niña la menstruación!

También se enseñan valores, expresiones afectivas, habilidades sociales, a tener límites,… La sexualidad forma parte de la vida de la persona, y es OBLIGATORIO enseñarla. Nos esforzamos como locos para que nuestro hijo siga incrustado en un aula y que lleve el ritmo académico, pero no hacemos ni caso a sus necesidades básicas, nos empeñamos en que sepa álgebra, escribir sin faltas de ortografía y que sepa cual es la capital de Turkmenistán, que no dudo que son cosas importantes en la vida. Un día tienes que ir a Asjabad por trabajo y hay que saber que es la capital de Turkmenistán, algo importante en la vida de todos.

Pero luego nuestra hija o hijo no tiene ni idea de la menstruación, de los cambios físicos, de lo que ello conlleva, de su propio cuerpo, etc, etc. Eso sí, tendrán un trauma de por vida pero son capaces de ubicar Asjabad en un mapa.

¿Y por qué es tan importante que demos una correcta educación sexual?

Pues porque en la vida de la persona va a tener más relevancia una sexualidad adecuada que saber donde está Asjabad. Porque le vamos a dar herramientas para evitar abusos. Le vamos a evitar sustos y traumas. Haremos que su desarrollo sea más armónico. No tendrá dudas que quizá resuelva de forma poco adecuada. Conseguiremos que tenga un desarrollo sexual adecuado. Evitaremos conductas sexuales inadecuadas o fuera del contexto social.

Educuar en sexualidad es educar para la vida, para la sociedad, nos pasamos las noches llorando con esa especie de mantra sadomasoquista de ¡Qué será de mi hijo cuando yo falte!, mantra que convierte a nuestro hijo en incapaz, ya que, sin mamá y papá, parece que se vaya a morir en tres minutos dada su inutilidad. Pero luego no dedicamos unas horas a prepararlo para la vida, ya que por norma nos vamos a morir antes que ellos, así que el mejor legado que podemos darles es el prepararlos para vivir en este mundo, que es en el que viven ellos.

Por todo esto y por mucho más hay que educar en sexualidad. Y si quieren saber más sobre sexualidad, hagan clic AQUÍ. Siéntanse orgullosos de no trasladar a sus hijos sus traumas y miedos.

Fuente: https://autismodiario.org/2017/01/20/autismo-sexualidad-mitos-tabues-inhibiciones-otras-lindezas/

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De cómo robamos infancias de forma absurda y no nos damos cuenta

Por: Daniel Comin

Estoy un poco cansado de ver la gran cantidad de sobre-exigencias que tiene un niño con autismo, muy cansado de ver como deben esforzarse 40 veces más que cualquier otro niño para conseguir agradar, complacer, satisfacer, o cumplir las expectativas de otros ¿Han olvidado que a pesar del autismo siguen siendo niños?

Estoy cansado de que niños y niñas, que por el hecho de tener autismo, y por tanto, problemas sensoriales, de comunicación, motrices,…, es decir, que -debido a una serie de dificultadas- el mundo les resulta hostil y complejo, y que a pesar de todo eso, estén sometidos a tremenda presión de forma sostenida.

Van de un lado al otro en un incansable baile de terapias, entran y salen de gabinetes, colegios, salas, …, hasta los juguetes que les compran son ¡para niños con autismo!, ¡por Dios! ¡Que paren el mundo que me bajo! En qué momento alguien decidió que ¡NO ERAN NIÑOS!

No parecemos darnos cuenta que nuestra conducta obsesiva, rígida e inflexible que pretende mejorarlos a toda velocidad, de lo que sea que tengan, les está robando su infancia. Creo que los que encajamos en el diagnóstico de autismo somos los demás, no ellos. El único diagnóstico que un niño debiera recibir es el de infancia temporal. Porque tristemente la infancia se va, y en muchos casos, nuestros niños no se enteraron de que la tenían, ni la disfrutaron.

Se nos ha olvidado algo básico, empecinados en conseguir encajarlos en nuestro mundo imperfecto, lleno de normas y reglas, las cuales, nosotros mismos nos pasamos la vida criticando, pero no movemos un dedo por cambiarlas, se nos ha olvidado vivir. Y de paso, convertimos a nuestros hijos en una especie de satélite de su propia vida, donde ni pinchan, ni cortan, ni participan. No son niños, solo son autismos. No tienen porque cumplir nuestras expectativas.

Nuestros propios miedos, nuestras propias expectativas están limitando a nuestros niños, les hemos condenado a vivir bajo el yugo de nuestro propio miedo, de nuestras propias inhibiciones. Nos hemos olvidado de que en las cosas simples y sencillas se encuentra la verdadera felicidad, se nos ha olvidado que nada hay más importante en el Universo que ese beso espontáneo, esa caricia, esa mirada cómplice que nos llama a jugar, a tirarnos por el suelo, a henchir nuestros pulmones con el aire de la vida y soplarlo con todas nuestras fuerzas sobre la tripa de nuestro hijo y obtener unas sonoras y estruendosas pedorretas ¡Cómo si eso solo se pudiera hacer con un bebé de 9 meses!

Nuestra amargura, nuestra depresión, nuestra insatisfacción general por la vida que estamos viviendo, sí, la misma que -y seamos claros- también se lo está poniendo difícil a nuestros niños y a nosotros, pero eso no es excusa para dejar de demostrar, de profesar una profunda locura de amor continuado. De parecer totalmente locos a los ojos de los “normales”, de comportarnos como si hoy fuese el último día de nuestra vida. Porque en el fondo ¿quién sabe si no es realmente el último día de nuestra vida?

Déjense de buscar un propósito a las cosas y empiecen a buscar el sentido, que no, no es lo mismo. A veces nos vemos embutidos por nosotros mismos en una locura de odio, furia, mala leche, o como prefieran denominarlo, hacia el mundo en general. Que obviamente hay muchas razones de peso para ello, tampoco caigamos en el modelo de superfelicidad en medio del horror, pero hay que ser muy, muy cuidadosos de no caer en la amargura que el mundo nos provoca, en muchas ocasiones porque el mundo no entiende, o no da cabida, o no le da la santa gana de ayudar a nuestros hijos. Esto es así, y al ritmo que van las cosas va a seguir igual durante algún tiempo.

Pero aquí el orden de los factores sí altera el producto. Ojo a nuestros propios estados emocionales. Está muy bien ir a pelear como fieras por los derechos de nuestro hijo, que en el fondo es pelear por los derechos de todos. Pero si el entorno es hostil -que lo es- y cuando llegamos a casa tenemos las heridas demasiado abiertas, si abrazamos a alguien lo vamos a llenar de sangre. Espero entiendan la metáfora.

Y es que esto no es fácil, no hay magia, ni hostias consagradas que resuelvan nada de forma inmediata. Pero en el momento que usted cruce la línea invisible que separa la fortaleza de la amargura, está firmando el principio del fin.

Cada vez que sienta que no puede más, que su hijo ha tenido una crisis infernal, que el Gobierno de turno le ha jodido, que el colegio de turno no hace nada bien, que el médico, terapeuta, psicólogo, o lo que sea, no tiene ni idea de lo que hacen, pues se fastidia, se limpia la sangre de las heridas y se pone las pilas. Porque es su obligación, porque para eso es madre o padre, pero porque sobre todo cuando haga lo que le voy a proponer a continuación se va a sentir muy liberado, es como alcanzar el nirvana.

Una vez usted piense que el mundo y todo lo que le rodea le odia, quiero que piense que solo le quedan 6 horas de vida, y más le vale aprovecharlas. Así que vuélvase absolutamente loca o loco, cómase a su hijo o hija a besos, revuélquense por el suelo, ¡hagan pedorretas!, jueguen, busquen formas imaginarias en las nubes, cuenten estrellas, cuenten cuentos, dense un baño de los de ponerlo todo perdido, coman pasteles hasta reventar, aunque luego el subidón de azúcar los tenga en pie hasta las 3 de la mañana, hagan algo divertido, sean niños. Procuren puntuar para, por un tiempo determinado, entrar en el diagnóstico de infancia temporal, y eso háganlo con sus hijos. Posiblemente las primeras veces que usted lo haga su hijo se quede en shock pensando ¡qué diantres comieron hoy mis padres!, pero le va a gustar seguro ¡A quien no le gusta que le quieran! Y tras esa especie de terapia de amor desaforado, de ese estado de embriaguez amorosa, estarán todos cansados, pero con una inmensa sonrisa en la cara ¿Cuanto vale la sonrisa de nuestros hijos? ¿Y la nuestra? Porque la nuestra también cuenta.

Cuando no esperas nada de un niño, es cuando él está dispuesto a dártelo todo. Son niños, no maquinas. Trátenlos -por tanto- como lo que son, porque eso es empezar a respetarlos a ellos, es contender con su dignidad, y con la de la infancia. Hay que predicar con el ejemplo. Esa debe ser la esencia de la paternidad.

En la película de 1997 “La vida es bella”, una historia tremenda y dura, aunque quizá es una de esas películas que hay que ver al menos una vez en la vida, Roberto Benigni (Director, co-guionista y protagonista) nos muestra como un padre que es encerrado en un campo de concentración nazi junto con su hijo, consigue, en medio del horror y las privaciones de la guerra y el holocausto, hacer que su hijo, no solo sobreviva a la dureza y hostilidad del entorno, además preserva la integridad emocional de su hijo.

No les pido tamaña heroicidad, pero sí que entiendan que si su mente solo navega entre aguas turbulentas, si solo desean como único propósito de su vida que su hijo alcance determinadas metas, posiblemente pierdan el sentido de la vida, la suya y la de los que les rodean.

Fuente: https://autismodiario.org/2017/01/18/robamos-infancias-forma-absurda-no-nos-damos-cuenta/

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Revolucionando el modelo educativo del autismo

Pero hay dos artículos que considero básico leer previo a continuar la lectura de este artículo, ya que contienen datos que les permitirán comprender el verdadero alcance del tema que vamos a tratar, y que influye directamente en lo que en la práctica diaria muchos profesionales ya habían caído en la cuenta, y es que repetir hasta la saciedad de forma mecánica las cosas puede ser un muy mal camino para enseñar al niño con autismo. El primer artículo que deben leer (4 minutos de lectura, contiene vídeo de 7 minutos) es el referido a “La Teoría del paisaje resaltado en el Trastorno del Espectro del Autismo”, y el segundo, un magnífico artículo de David Alejandro Torres (8 minutos de lectura), una de esas joyas que tenemos el gusto de publicar (y que generalmente obtienen escasas lecturas, algo paradójico sin duda), en “Desarrollando una realidad compartida por medio del lenguaje en niños con autismo” podrán encontrar las claves que quizá les hagan falta para poder entender el verdadero alcance de lo que leerán a continuación.

Un estudio publicado en la revista Nature Neuroscience ha tocado el aspecto del modelo educativo basado en la repetición en personas con autismo y sus efectos. Para ello el equipo de investigación creo dos grupos de trabajo, 10 personas con autismo de alto funcionamiento y 9 personas para el grupo de control (Es decir, neurotípicos), quienes participaron en un estudio para evaluar la validez del modelo basado en repetición para poder enseñar habilidades y conocimientos a personas con autismo. El estudio muestra que la formación de las personas con TEA para adquirir nuevos conocimientos mediante la repetición de la información, realmente perjudica su capacidad para aplicar ese conocimiento aprendido a otras situaciones. Este hallazgo cuestiona los enfoques educativos populares diseñados para las personas con TEA que se centran en la repetición. Por ejemplo, a los niños con autismo se les puede enseñar lo que es un perro, mostrándoles una imagen de un perro,  y la repetición de la palabra “perro” una y otra vez. Pero, cuando se les enseña, a continuación, lo que es un gato o incluso muestran a otro tipo de perro, los conocimientos previos no se transfieren, y tienen que aprender esta nueva información a partir de cero.

Este particular se puede dar con la imagen de un automóvil, si mostramos un sedán y lo identificamos con el concepto genérico de «automóvil», quizá cuando vean un todoterreno no sean capaces de incluirlo en el grupo automóvil, y deban de crear modelos de memoria para identificar un sedán, un compacto, un SUV, un todoterreno, una pequeña furgoneta,…, pero que realmente no sean capaces de identificar estos diferentes modelos de vehículo dentro del grupo genérico de automóvil. Identifican de forma individual y no de forma genérica.

Vemos como los aspectos relacionados con las inferencias o la intersubjetividad no se aplican aquí, generando un factor negativo relacionado con la repetición mecánica, ya que la repetición mecanizada obvia estos aspectos, al igual que vimos en uno de los artículos citados en lo referido a la objetividad/subjetividad que afecta a los procesos cognitivos y de aprendizaje.

Han habido pocas investigaciones sistemáticas sobre los mecanismos fundamentales por los que la información es adquirida por las personas con TEA, así como en las posibles razones de su aprendizaje atípico y restringido”, dijo Marlene Behrmann, profesora de Neurociencia Cognitiva de la Universidad Carnegie Mellon, y miembro en el Center for the Neural Basis of Cognition (CNBC). “Este estudio comienza a arañar la superficie del fenómeno.”.

Para el citado estudio, y usando una pantalla de ordenador, un grupo de adultos con TEA y un grupo de control, fueron entrenados para encontrar la ubicación de tres barras diagonales rodeadas por líneas horizontales. Se pidió a ambos grupos que identificaran las barras diagonales durante ocho sesiones de práctica diaria y se midió su velocidad y precisión en la respuesta. Las barras quedaron en el mismo lugar durante los primeros cuatro días y fueron re-ubicadas a un segundo lugar en la pantalla durante cinco a ocho días. Los resultados mostraron que durante los primeros cuatro días, con las barras diagonales en el primer lugar, el aprendizaje fue equivalente para el grupo con TEA y el grupo de control. Sin embargo, una vez que la ubicación de las barras diagonales cambió, hubo una diferencia sustancial. Para el grupo de control la transición se llevó a cabo sin problemas en el nuevo contexto y su rendimiento siguió mejorando. Sin embargo, los participantes con TEA tuvieron mal desempeño cuando se cambió la ubicación de destino y no fueron capaces de mejorar su rendimiento, lo que indica que no han recibido ningún beneficio del aprendizaje inicial de la primera ubicación. Aún más interesante, nunca fueron capaces de aprender la segunda ubicación, tal y como sí sucedió con la primera, lo que demuestra una injerencia en el aprendizaje que puede reflejar las consecuencias de la extensa repetición.1

Es como si hubieran mostrado un aprendizaje específico, fijo e inflexible, ya que el aprendizaje de la primera ubicación influyó negativamente en su capacidad para aprender la segunda ubicación”, dijo Hila Harris, autora principal del estudio, del Instituto Weizmann. “Era crucial establecer el experimento de esta manera para que nosotros, inicialmente, pudiéramos observar el aprendizaje en las personas con TEA en una tarea sencilla, bien establecida, pero luego también documentar la dificultad en la transferencia del conocimiento según el experimento avanzaba”, dijo Dov Sagi del Instituto de Ciencia Weizmann.

A continuación, los investigadores buscaron la manera de eludir la especificidad. Con un nuevo grupo de adultos con TEA y control, repitieron el mismo experimento, pero esta vez en ocasiones insertaron pantallas “ficticias” que no contenían ninguna barra diagonal.

Esta vez, cuando la ubicación de las barras cambió en el quinto día, el grupo TEA aprendió de manera eficiente la nueva ubicación.

Nuestra conclusión es que, si por cualquier motivo, la repetición se rompe, esta «pausa» permite que el sistema visual tome algo de tiempo para descansar, permitiéndoles  aprender de manera eficiente y luego generalizar”, dijo David Heeger de la Universidad de Nueva York. “La estimulación repetida conduce a la adaptación sensorial la cual interfiere con el aprendizaje al hacer que éste adapte a condiciones específicas. Sin la adaptación, el aprendizaje es más eficiente y se puede trasladar a otros modelos”.

Las personas con autismo necesitan ser enseñadas en maneras que apoyen o promuevan la generalización y no en formas que refuercen más la especificidad”, dijo Nancy Minshew, profesor de psiquiatría y neurología en la Universidad de Pittsburgh y en la articulación de la CMU-Pitt CNBC. “Por ejemplo, en el contexto de aprender lo que es un perro, el uso de una amplia gama de ejemplos de perros, e incluso otros animales, de forma más generalizada, incorpora la variabilidad desde el principio y promueve el aprendizaje de un concepto amplio en lugar de un ejemplo específico.”

Este tipo de estudios deben promover el uso de metodologías de aprendizaje que no se basen en modelos instructivos, ya que éstos van a incidir en potenciar modelos rígidos que no van a beneficiar para nada el aprendizaje posterior, potenciamos patrones rígidos y con poca capacidad de generalizar, y esto en suma va a complicar la adquisición de conocimientos más abstractos. Incluso en el modelo de relaciones sociales podemos evitar que se generen esos patrones mentales que permitan esa flexibilidad tan importante a la hora del día a día. Son innumerables los testimonios de familias y personas con autismo que precisamente inciden en esta rigidez a la hora de enfrentar situaciones -a veces muy cotidianas- que requieren de cierta capacidad de generalizar para poder resolver de forma satisfactoria una situación. Volvamos por un instante al tema del automóvil, si un chico fija la idea de automóvil en el sedán familiar y le dicen, no cruces la calle si ves acercarse un automóvil, y resulta que lo que viene es un SUV y el SUV no lo he integrado en el concepto general de automóvil, ¿cruzo o no? No obviemos la rigidez propia del autismo, o la literalidad.

Pero de igual forma debemos ser cuidadosos de no incurrir en confusión, de ahí que el uso de apoyos visuales se conviertan en poderosos aliados. De la misma forma que trabajar absurdos visuales es necesario, y bien hecho tremendamente divertido, podemos hacer lo mismo para trabajar la generalización de una forma adecuada. El juego como siempre se convierte en un increíble aliado para evitar que el niño se aburra y que aumente la atención, y de la misma forma potenciamos el propio interés del niño. Trabajar con modelos que nos ayuden a una naturalización del proceso de aprendizaje, incorporando el ensayo en contextos naturales, dará un resultado no solo más duradero, sino que generará la capacidad de la persona para extrapolar aprendizajes a situaciones diferentes.

Bibliografía:

Hila Harris, David Israeli, Nancy Minshew, Yoram Bonneh, David J Heeger, Marlene Behrmann, Dov Sagi. Perceptual learning in autism: over-specificity and possible remedies. Nature Neuroscience, 2015; DOI: 10.1038/nn.4129

Con información provista por la Carnegie Melon University, de la nota de prensa de Shilo Rea, y de la nota de prensa de la revista Nature Neuroscience “Releasing the handbrake on autism”.

Fuente: https://autismodiario.org/2015/10/18/revolucionando-el-modelo-educativo-del-autismo/

Imagen: https://i1.wp.com/autismodiario.org/wp-content/uploads/2015/10/educacion.jpg?resize=750%2C400&ssl=1

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¿Cómo mejorar el modelo de intervención del autismo?

Por: Daniel Comin

 

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