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La identidad en la lengua

Por: Sergio Alvez

Con más de 15 años de vigencia, la modalidad pedagógica sigue exponiendo limitaciones y desafíos urgentes, que asoman entre avances sostenidos por el esfuerzo desmedido de la docencia y las comunidades. Una mirada desde la provincia de Misiones, donde más de 3500 nutren la matrícula indígena en casi 80 núcleos de la EIB.

La última vez que una escuela de la Educación Intercultural Bilingüe (EIB) acaparó la atención masiva y nacional de los medios de comunicación, fue en junio de 2016, a partir de un episodio malinterpretado, que los propios medios bautizaron “el abanderado descalzo”. Todo surgió a raíz de la divulgación de una fotografía que mostraba a Lorenzo, un adolescente de la comunidad mbya Ñamandu, abanderado de la Escuela Intercultural Bilingüe 948 (Ruiz de Montoya, Misiones), portando justamente el asta y la bandera argentina de ceremonia, en el marco de un acto por el Día de la Bandera. El detalle: Lorenzo estaba descalzo.

La imagen recorrió el país, acompañada de un mensaje lastimero, paternalista, pero sobre todo, plagado de desconocimiento y etnocentrismo. Desde un lugar de indignación, los medios relacionaron directamente la descalcez de Lorenzo con la miseria, obviando otro detalle: esa descalcez no era a consecuencia de carencias sino de costumbre. Es absolutamente natural ver a las y los estudiantes de las escuelas interculturales lucir sus pies descalzos en clase, como en la mayor parte del tiempo de su vida cotidiana. Se trata de una práctica cultural que no guarda relación con la pobreza o la abundancia. Sin embargo, desde los centros urbanos más grandes del país, comenzaron a llegar donaciones de zapatos para “los pobres indiecitos de Misiones”.

Fue el propio Aty Ñeychyro, organización tradicional y política de la Nación Guaraní en Misiones, la que salió a aclarar los tantos ante semejante representación. “Tratar de hacer creer que el problema indígena es el de la pobreza es pretender tapar el monte, el que aún nos dejaron, con un dedo. La demarcación de territorios, una educación bilingüe donde seamos participes de su contenido –como establece la Constitución Nacional y las leyes internacionales que la Argentina ha firmado-, que se respete nuestra espiritualidad, estos son nuestros intereses y por los que queremos ser tapa de diarios y noticias en radio y televisión”, expresó el Aty en un comunicado.

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Por contar con la presencia de una población con más de diez mil habitantes del Pueblo Mbya – distribuida en 110 comunidades- y casi 80 núcleos educativos enmarcados dentro de la Educación Intercultural Bilingüe, la provincia de Misiones sigue siendo un punto interesante para observar desde y hacia dónde va esta variante pedagógica, que para los pueblos indígenas constituye un derecho inalienable, pero que en el país lleva más de 15 años de dispar aplicación.

El mapa de la EIB

Sancionada en 2006, fue la Ley Nacional de Educación (N° 26206) la que introdujo el reconocimiento a la EIB como una modalidad educativa destinada a las infancias y adolescencias indígenas. Inicialmente, la EIB fortaleció la escolarización en el nivel primario, dejando el nivel Secundario y el Inicial para etapas posteriores. Asimismo, cada provincia aplicó el sistema según sus especificidades y las de los pueblos indígenas residentes. Por supuesto, la implementación estuvo y está sujeta a procesos políticos y voluntades gubernamentales.

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Actualmente, la modalidad EIB alcanza a un universo de más de 3500 niños y niñas de las distintas comunidades guaraníes de Misiones. Jorge Acosta (*), educador indígena, le cuenta a Pelota de Trapo que “los beneficios de la educación bilingüe son realmente amplios para nosotros, los Pueblos Originarios. Entre esos aspectos positivos, destacamos el fortalecimiento de la lengua materna, mantener los saberes culturales, aprendiendo a escribir y leer en nuestra propia lengua mbya guaraní”.

A la hora de las deudas, Acosta observa que “falta que se creen más cargos y horas a los docentes indígenas, y contar con una dirección dentro del Consejo General de Educación específicamente abocada a las necesidades de las comunidades y escuelas bilingües”.

El mapa de la EIB en Misiones se divide entre aquellos núcleos destinados a la educación primaria y Nivel Inicial – casi medio centenar -, los establecimientos de educación secundaria y los institutos terciarios o universidades en los cuáles existe matrícula guaraní (actualmente ocho instituciones). Se trata de un bloque absolutamente heterogéneo, en el que la infraestructura, los recursos disponibles y las dinámicas curriculares son disímiles.

La experiencia de Aníbal González, un joven integrante de la Comunidad Perutí (municipio de El Alcázar) que hoy es Licenciado en Trabajo Social por la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), aporta pistas acerca de la rispidez que encuentran en su camino educativo, las infancias y adolescencias mbya.

“Terminé la primaria en la escuela que está en nuestra comunidad, sin problemas. Pero para ir a la secundaria, la única opción era la escuela del pueblo, que no es intercultural. Repetí tres años seguidos, porque me costaba mucho la expresión, el resumen, sentía una falta de acompañamiento total. Tuve que dejar de ir” recuerda Aníbal.

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Tras esa frustración – habitual en los estudiantes mbya que arriban al nivel secundario – Aníbal intenta cursar en una institución educativa de Pueblo Illia (Dos de Mayo), pero la falta de recursos para mantenerse en la residencia, lo llevaron nuevamente a la deserción escolar. “Nos cerraron la puerta, no pudimos terminar la secundaria faltando muy poco. Ahí decidí probar en Posadas, y me inscribí en un bachillerato donde pude terminar la secundaria con bastante dificultad” contó el trabajador social.

Sobre su vida universitaria, indicó que “mi idea era estudiar Arquitectura, pero la única posibilidad era una institución privada. Entonces opté por una tecnicatura, pero la cantidad de recursos que nos pedían y yo no tenía, especialmente computadora, me hizo abandonar. Así llegué a la UNaM para estudiar Trabajo Social, dónde puede recibirme”.

Hoy, Aníbal ayuda y acompaña a estudiantes mbya en sus periplos académicos, y pide que “se fortalezca una política integral que promueva y ayude a sostenerse en el sistema universitario a los estudiantes que provienen de comunidades guaraníes”.

Desde una mirada profesional, la doctora en Antropología Social, Yamila Nuñez, que integra un equipo interdisciplinario abocado a analizar el paso de los estudiantes guaraníes por la universidad pública, señala que “el reconocimiento a la diversidad cultural comenzó muy tardíamente en Argentina”. Cuenta, a su vez, que las prácticas tendientes a incorporar a la población indígena, por ejemplo, en el sistema educativo formal, “no se llevaron a cabo de manera homogénea, sino que en diferentes momentos y bajo modalidades diferentes Hoy hace falta mucho material pedagógico en todos los ámbitos, para que en nuestra educación formal la interculturalidad esté cada vez más presente”.

Regresión

 Jorgelina Duarte, cuyo nombre mbya es Jachuka Rete, es la máxima autoridad de la Comunidad Tamandua, y en 2019, participó de la 42° Sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, realizada en Ginebra, Suiza.  Lo hizo junto a miembros de Comunidades Guaraníes en Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay que conforman el Consejo Continental de la Nación Guaraní (CCNAGUA). En su exposición, Duarte expresó que “el Pueblo Mbya Guaraní de la Provincia de Misiones, es uno de los pocos Pueblos que todavía habla su lengua, entonces queremos defendernos ante las amenazas de debilitación, mediante diversas políticas públicas que se implementan en nuestras Comunidades. En las escuelas no se está poniendo en práctica debidamente la educación bilingüe e intercultural, por más que está establecida en nuestra Constitución Nacional”.

En sintonía con esta visión, un informe especial del Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (ENDEPA), trabajado a partir de los encuentros de educadores indígenas que promueve la organización, se titula “A medias tintas” e indaga en “el Estado de la EIB en Argentina”.

Dentro del análisis de los últimos años, el informe enuncia que “en 2017 el por entonces Ministro de Educación de la Nación Esteban Bullrich anunció en un acto en la provincia de Río Negro, que se daba inicio a una ‘nueva Campaña del Desierto, pero no con la espada sino con la educación’, expresiones ampliamente repudiadas por todo el arco indígena, académico y movimientos de Derechos Humanos. Al mismo tiempo se producen modificaciones importantes que desjerarquizan a la EIB en la estructura ministerial, así el Programa de EIB se convierte en un equipo de trabajo que se encuentra dentro de la Dirección de Políticas Socio-Educativas, con tendencia a acciones más bien focalizadas, provocando una regresión en las políticas en la materia”.

Profundizar

En 2018, a los 25 años, Anselmo Fernández egresó del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya, como el primer Profesor de Educación Secundaria en Lengua y Literatura oriundo de una Comunidad Mbya Guaraní. Hoy dicta clases en diferentes escuelas interculturales de la provincia. Ante la consulta, Anselmo sostiene que “las escuelas tienen que dar más espacios para trabajar materias base desde una perspectiva intercultural, porque eso no aparece, sino que se le da lugar a la cultura mbya desde otros lugares e incluso con actividades extracurriculares”.

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Anselmo Fernández.

Esto implicaría, para Fernandez, la posibilidad de “profundizar dentro del aula, un ida y vuelta entre teorías y prácticas y que los chicos se puedan interesar aún más por estas temáticas”.

Situado en Cerro Moreno, municipio de Gobernador Roca, el Instituto de Educación Intercultural Bilingüe Tajy Poty, es el único núcleo intercultural que además adopta la forma de Escuela de la Familia Agrícola Guaraní. Actualmente acuden allí 119 adolescentes y jóvenes- de entre 14 y 30 años- proveniente de 20 comunidades ubicadas en 9 municipios diferentes.

Su rector, Diego Dávalos, afirma que se trata de “un sistema pedagógico de alternancia, donde los alumnos pasan periodos semanales entre la escuela y sus comunidades. Seguimos notando que los beneficios de la educación intercultural bilingüe son la inclusión y acceso de las comunidades a la educación formal, el fortalecimiento de la Lengua madre y de las prácticas culturales ancestrales, partiendo desde un reconocimiento de la cosmovisión espiritual y la interacción con en medio ambiente natural”.

En simultáneo, Dávalos reconoce que “hay que mejorar la formación docente en la modalidad, profundizar la formación de Auxiliares Indígenas, el acceso a bibliografía bilingüe, y el conocimiento de la lengua y cultura Mbya”.

Estudiantes mbya del Instituto, se encuentran participando del concurso nacional promovido por una empresa, “Fruteá tu escuela”, cuyo primer premio es el abastecimiento de frutas frescas a la escuela durante todo un año. Para ver y apoyar la producción audiovisual concursante, realizada en el marco de la EIB,  se puede ingresar al siguiente link: https://bit.ly/3Lu6bZt.

Volviendo a las necesidades y desafíos, Ramón F. (17), estudiante de la comunidad Comunidad Mbya Mbokajatay, de San Ignacio, subraya que “es importante tener computadoras y conectividad. Hay algunas escuelas y comunidades donde hay, pero en la mayoría no y eso es un gran problema”.

Extractivismo: una amenaza constante

Al igual que la salud, la espiritualidad, la cultura y el bienestar general, para las comunidades Mbya, la educación también depende de un aspecto fundamental: el acceso al territorio y la naturaleza. Sin monte y sin tierra, nada es posible de llevar a cabo. Entonces, ¿qué sucede con la educación en los pueblos indígenas cuando el modelo extractivista vulnera derechos territoriales en las comunidades?

El caso de la Puente Quemado 2, comunidad ubicada en el municipio de Garuhapé, sirve para esbozar una respuesta. Desde la ruta nacional hasta la comunidad, hay un dificultoso tramo de 20 kilómetros terrados. El paisaje muestra por momentos, esplendorosas fracciones de selva paranaense, interrumpidas abruptamente por los pinares. En enero de este año, a raíz de los incendios de los pinares que rodean el territorio de la comunidad, se quemaron 330 hectáreas de la aldea. “Perdimos monte, medicina, cultivos y viviendas. Los pinares son de la empresa multinacional Arauco, que está invadiendo nuestro territorio desde hace años” denuncia el cacique Santiago Ramos.

Aquí en Puente Quemado, funciona un aula satélite de la Escuela Intercultural Bilingüe 657. Todos los días, la docente Ana Isabel Lagos transita los aventureros 20 kilómetros hasta Puente Quemado 2, donde desde junio del año pasado es la única docente a cargo. En la comunidad no hay agua potable ni luz. Son 27 los alumnos y alumnas de entre 6 y 17 años, que cursan de primero a séptimo grado. En un salón de madera, con dos pizarrones colgados y el mobiliario básico, la maestra se las ingenió para dividir imaginariamente tres aulas diferentes. Además, todas las tardes al terminar las clases, Ana junto a un grupo de madres, les sirven la merienda a los estudiantes descalzos.

“Estamos ante un gran desafío, por eso necesitamos urgentemente mejorar las condiciones, empezando por la infraestructura. Está en juego el futuro de estos niños y jóvenes. Necesitan oportunidades. Hasta ahora sólo cuatro alumnos terminaron la primaria, pero no tienen chances de seguir cursando el nivel secundario, por la distancia.  Es necesario generar esa herramienta. También pedimos que se incluya nivel inicial, que se sume otra docente, y que podamos contar con un tinglado” solicita la maestra.

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Santa sueña con ser maestra.

Sobre el episodio del incendio y la lucha que la comunidad lleva adelante en defensa de su territorio, el cacique Ramos asegura que “nuestros niños y jóvenes luchan con nosotros, ellos conocen la importancia de defender sus derechos y tienen un sentido muy grande de pertenencia a la comunidad. Pero es necesario que el Estado nos garantice el territorio y a nuestros jóvenes la posibilidad de terminar la secundaria e ir a la universidad; ese es el futuro que ellos quieren, poder estudiar y que la comunidad esté en paz en su territorio, en el monte”.

Santa, tiene 13 años, está en quinto grado y quisiera ser maestra.  Ariel, de 17, anhela ser ingeniero y hacer construcciones innovadoras en su comunidad. Daniel, cumplió catorce, va a sexto grado y desea ser profesor de educación física. Las voces infantiles de Puente Quemado 2 se multiplican alrededor del cronista ante la pregunta. Medicina, Arquitectura, Informática, Abogacía, Deportes. Los sueños se esparcen de a docenas en las suaves voces guaraníticas. Para que eso ocurra, la EIB debe superar todas sus limitaciones, profundizar sus procesos y eliminar toda barrera que impida el acceso y la permanencia de jóvenes indígenas en todos los niveles del sistema educativo formal.

(*) Jorge Acosta es además referente del Consejo Educativo Autónomo de Pueblos Indígenas (CEAPI) y miembro del área de Educación Intercultural Bilingüe (AMEIB) que funciona dentro del Ministerio de Cultura, Educación, Ciencia y Tecnología (MCECyT) de la provincia.

Fuente de la información e imagen: https://desinformemonos.org

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En México, la música para niños está en el olvido

Por: Jaime Quintana Guerrero/ 


“Sin niños con conocimientos distintos en cultura, este país se va al traste. Los niños son la vanguardia, son ellos los que en un futuro nos van a gobernar, los que van a estar manejando el país, por ello es muy importante brindar la cultura”, señalan Valentín Rincón, quien formó parte del histórico grupo musical para niños Los Hermanos Rincón, y Cuca Serrato, académica, promotora y cómplice de aventuras con Valentín.

¿Qué pasa con las instituciones? ¿Por qué ustedes tienen que promocionar de mano en mano sus discos y libros para niños?, se pregunta a Valentín Rincón y Cuca Serrato en entrevista con Desinformémonos. “Tengo cuarenta años que me han preguntado eso. Lo cierto es que vino el neoliberalismo todavía peor. Lo que más importa ahora es el dinero nada más, y los valores sociales internos que tienen una profundidad no interesan. Desafortunadamente, los niños no interesan a las instituciones. Tendríamos que preguntarle a ellas qué está pasando, por qué no promueven más a los artistas que realizan cosas para niños”, expone el compositor y músico.

Cuca Serrato, quien también es promotora, menciona que Valentín Rincón ha concursado en tres convocatorias del proyecto que emite el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), “pero la música de niños es para ellos de quinta o sexta categoría”. “Valentín ha aportado mucho para la formación de los niños, cuando muera lo van a valorar y eso ya para qué”, reflexiona Serrato.

“En España o Cuba, la música de Los Hermanos Rincón es un legado cultural. En México hace falta que se promueva a los que escriben y les cantan a los niños, porque parece que no les importa” expone.

Breve historia

Los Hermanos Rincón es un grupo que se va formando en los años 60 y consolida su nombre en 1972, y es en 1977 que graban su primer disco.

“Nosotros comenzamos con el nombre de Los Hermanos Rincón en 1972, en Radio Universidad, en el programa El Rincón de los Niños, que producía Roció Sanz. Fue ella quien nos bautizó. En ese tiempo se escuchaba mucho Cri-Cri, que era obra del compositor Francisco Gabilondo Soler, pero en realidad éramos muy pocos los que nos dedicábamos a cantarle a los niños”.

“Crecimos de dos personas en el grupo a seis”, relata Valentín, quien recuerda a Eréndira, Gilda, César y a dos amigas más que se unieron. Además de cantar, presentaban la música con títeres para los niños.

A los niños les cantamos, expone Valentín Rincón, “porque tienen muchos intereses como los adultos. A los niños les puede interesar todo lo que les interesa a los adultos y hasta más. A los niños les llama la atención un gusanito que camina encogiéndose y estirándose. ¿Y por qué se encoje?, se preguntan los niños, o por qué una lagartija no tiene cola. Les puede interesar desde un gusanito hasta una lagartija, o los niños que limpian parabrisas en una esquina, o una familia que no tenga papá. Les interesa todo, y no existe un género para niños. No podemos encajonar la música para niños, cantemos rock, jazz, vals”, aclara el historio músico.

Por su parte, Cuca serrato menciona: “yo no soy del grupo de Los Hermanos Rincón, yo aparecí en la vida de Valentín tiempo después, pero yo siempre, al igual que muchos, escuchaba el programa de Rocío Sanz. En ese entonces yo decía «cuando tenga hijos les voy a poner la música de Los Hermanos Rincón». Cuando ellos se consolidaron, en México estábamos viviendo el movimiento estudiantil de 1968 y yo estaba estudiando la preparatoria de la UNAM”, recuerda la maestra Serrato.

En el programa El Rincón de los Niños, de Radio Universidad, se escuchaba a Charo Cofré, Ángel Parra y Violeta Parra. En Cuba surgía la idea de que en los países no debería existir el analfabetismo, entonces “coincidíamos con Roció Sanz y Los Hermanos Rincón en la necesidad de la música para niños”, puntualiza Cuca Serrato.

De Contador a Cantador

“Yo estudié la carrera de contador y me recibí. Soy contador público, y claro que de contador a cantador sólo hay una letra de diferencia. Estudié, también en la UNAM, la carrera de músico, entonces tengo las dos carreras, la de cantador y de contador. Después me fui dedicando más a la música, que en realidad era mi vocación”, recuerda Valentín.

Valentín recuerda cómo llegaron a la radio: “Yo manejaba rumbo a mi trabajo de contador, por el Periférico. Escuchaba la radio y eran las misma canciones del día anterior. Pensé entonces llevarles las mías, fue un pensamiento elemental. Llegué a mi casa, preparé un cassette, y pedí una cita con la productora de El Rincón de los Niños. Me acuerdo muy bien que escuchaba con mucha atención y aplaudía con mucho entusiasmo, así empezamos en 1972, y después grabamos el primer disco en 1977”.

La Vaquita de Martin fue la primera canción de Valentín para niños, compuesta luego de que su hermana, Gilda Rincón, le habló sobre una convocatoria.

La Vaquita de Martin, Hermanos Rincón:

Gilda Rincón, explica su hermano, comenzó a hacer muchas letras, por ejemplo las de El Niño RobotEl Gusanito Medidor y El Trenecito, famosas en España y Cuba.

“Son canciones muy sencillas y tienen gracia e ingenio, tienen la sencillez para los niños”, expone Cuca Serrato. “Son ya una institución Los Hermanos Rincón porque llevan muchas generaciones escuchándolos. En España son muy conocidos y también el disco Cosas de Niños. Son canciones que se retomaron y cantaron por varios intérpretes españoles como Miguel Bosé, Ana Belén, Victor Manuel, Mocedades. Son clásicos infantiles, compuestas por Cri-Crí y los Hermanos Rincón”, recalca la mujer, quien difunde y organiza junto con Valentín nuevas aventuras.

La rúbrica de ferrocarriles de España fue la canción de El Trenecito. Sin embargo, a pesar de décadas de trabajo, no se obtienen recursos para seguir produciendo, explica Cuca Serrato.

El Trenecito, Hermanos Rincón:

Valentín Rincón recuerda que cuando cumplieron 25 años, se celebró un concierto en el Teatro Tepeyac y se grabó el disco La Bola de cuates canta a los Hermanos Rincón, en donde los grupos que ya había en ese momento grabaron, cada uno, dos canciones. Estuvieron ese día Kitzia, Maru y Coco, María Eva Avilés, Grupo Cántaro, Pepe Frank y Oscar Chávez.

“Tenemos que escribir una anecdotario”, se propone Valentín Rincón en complicidad con Cuca Serrato. Valentín recuerda: “Resulta que Cruz Mejía, que es muy amigo de Gabriel San Vicente, de Son de la Ciudad, platicó sobre la canción La Vaquita de Martín, que tenía ya 25 años de vida musical. Dijeron que esa vaquita ya llevaba 25 años y no tenía becerro y compusieron El Becerro de la Vaca de Martín”.

El Becerro de la Vaca de Martín:

Cuentan que una vez dieron una función e hicieron algunos chistes para presentar cada canción, que a veces salían unos títeres que les gustaba mucho a los niños, el títere de El Niño Robot , que era muy realista y los saludaba a los niños y ellos querían darle la mano. En las funciones, dicen, había mucha participación de su público.

“Un día estábamos en la Sala Netzahualcóyotl para presentar una canción que se llama La Comidita. Hicimos un pequeño juego que era fingir que teníamos hambre y ese era el juego. Pero antes de que me dieran comidita para cantar la canción, se subió un niño con galletas y nos la repartió, que para que no tuviéramos hambre. Fue fantástico”, cuenta Valentín. También en Zamora, Michoacán, la canción del Changuito Rockanrolero se presentaba con un títere “muy bello y muy realista”, relata Cuca.

Tras varios minutos de recordar anécdotas, Valentín Rincón reflexiona sobre la velocidad del tiempo: “todo ahora es más rápido, principalmente por los medios de comunicación y el internet. Los niños están acostumbrados a todo muy rápido y quieren que todo sea así”.

“Nosotros tuvimos un programa, Los Hermanos Rincón, que duró 14 años en Radio UNAM. Se llamaba Trovando para los niños, y ahí nos pedían las canciones de siempre. Presentábamos la misma dinámica de nuestras funciones, dando un ritmo más radial, pero no acelerado, y les gustaba. Yo pienso que el niño es siempre un niño receptivo, que quiere aprender, preguntar y estar atento a las respuestas, y absorbe todo lo que puede”, comparte el maestro músico y compositor.

Un disco muy importante es El Abecedario, explica a su vez Serrato. “Aunque ellos nunca quisieron ser educativos, se les da natural, y estas son canciones por cada letra del abecedario, de la A hasta la Z, todo lleno de ingenio, tanto las letras, que toda son Gilda Rincón, como la música, que es de Valentín”, enseña la maestra Serrato.

Hermanos Rincón, La Letra A:

La mujer trae de su memoria una función en la iglesia de San Ángel en la que los hijos de una persona que vendía fruta en la calle fueron a la función. La madre, narra Cuca, escuchó todo, y aunque no vio la función compró el disco. “Me pagó con monedas de 20 centavos, esas de cobre. Ella compró el abecedario porque quería que sus hijos aprendieran”, dice.

El último disco se llama De Rusia a China pasando por la tienda de Jonás y trae canciones como La Bruja Baba Yagá, que es una leyenda rusa; El Dragón de Chan Klon, sobre la leyenda china del dragón que quiso comerse al sol y dejarnos a todos a oscuras; y el Can Labrador, una canción que escrita por Cuca Serrato, escogida en la Escuela Nacional de Música y musicalizada con orquesta de niños en la Sala Xochipilli, en Coyoacán.

La música y las letras para niños

Valentín Rincón y Cuca Serrato se dedican desde hace 22 años a escribir. Su producción es amplia y es toda para niños. El Adivinancero, Trabalenguero, JuegueroAjedrecero , son algunos de sus libros-juguetes de bolsillo, ilustrados por Alejando Magallanes.

“Existen otras maneras de estar con los niños, y ahora son los libros. Sin renunciar a la música, aquí comienza la segunda etapa. Acabamos de grabar nuevas canciones como Piruetas en el Crucero, que habla de los niños que trabajan realizando piruetas para pedir dinero, y seguimos produciendo, aunque tenemos poco en los escenarios”, dice Rincón.

Sin embargo, Valentín, explica Cuca Serrato, “diario compone música, y ambos les cantamos y les escribimos a los niños, porque son el presente y el futuro”.

Fuente de la información: https://desinformemonos.org

Fotos: Moisés Quintana Guerrero

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Infancias, género y adultocentrismo: invisibilidad, mandatos y violencias

Por: Florencia Difilippo

La autora de esta nota se pregunta: ¿qué valor le damos a las experiencias, existencias, percepciones y decisiones de lxs niñxs?

Vamos a comprar un juguete o una prenda de regalo, y quien nos atiende no podrá evitar hacernos la gran pregunta de rigor: “¿Es niño o niña?”. Si le decimos que eso no importa, quedará con una sensación de desconcierto, paseándose entre rosas y celestes, entre robots y bebés de plástico, sin saber específicamente qué ofrecernos.

Las infancias están marcadas por el género y es en ese momento vital, de tanta importancia, que ya, según el sexo asignado, se les exige que se comporten como nenas o varones; asumiendo y esperando “heterosexualidad” en todos los casos.

Según esta clasificación binaria, las infancias tendrán que vestir pollera o pantalón, hacer una fila u otra en los patios de las escuelas y actuar coherentemente con el sexo con el que han sido leídxs.

Si ven a una niña con otra niña, le preguntarán por su amiga y, si la ven con un niño, la interrogarán tal vez por su posible o presumido novio. Esto sigue sucediendo a lo largo de la vida, la “heterosexualidad obligatoria, lamentablemente, no se acaba con la niñez.

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(Imagen: Ana Medero)

Dirán que exageramos, pero merece especial atención y cuidado que normalicemos dar pistolas a los niños y cocinas a las niñas, naturalizando en ellas, a través del juego, las tareas de cuidado y, en los niños, la violencia. Los juegos refuerzan estereotipos y roles que son determinantes en las desigualdades de género. Sin embargo, pueden ser también herramientas de transformación que acerquen a las infancias a la creatividad, al entendimiento de lo colectivo y lo “común”; aquello que entienden muy bien, pero que lxs adultxs nos dedicamos de manera eficiente y sistemática a que lo desaprendan y lo olviden.

También podemos celebrar algunas victorias que se dan, en gran parte, en el terreno de la literatura. Ya no hay solo princesas en los cuentos que ofrecen las librerías. Proliferan ahora otras narrativas, que pretenden desmontar estereotipos y, muchas veces, visibilizar a las niñas y a las mujeres, otorgándoles un rol protagónico y no secundario como venía sucediendo.

Creemos que hemos avanzado muchísimo con las infancias y, desde luego, algunos pasos necesarios se han dado. A partir de la Convención de los Derechos del Niño, se ha consagrado al niño (y a la niña) como sujeto de derecho, a la doctrina de la protección integral frente a la de la situación irregular, que concebía al niñx como objeto de protección del Estado, de la sociedad y de la familia. Desde este cambio de paradigma, se ha ido progresando, en las legislaciones y en las prácticas judiciales, en darle lugar a las voces de las infancias. No obstante, queda mucho por conquistar y revertir en materia de derechos y de prácticas.

Consideramos que la niñez es la “preparación” para llegar a la adultez, una etapa de aprendizaje, de la cual nosotrxs poco y nada tenemos que aprender. Sin embargo, pese a ser desoídxs y discriminadxs, niñeces de todo el mundo alzan su voz, se organizan y participan de la vida comunitaria. Existen, por ejemplo, sindicatos de niñas, niños y adolescentes trabajadorxs en Perú, Bolivia, Colombia, Argentina, Chile, México, Guatemala, Ecuador y Venezuela, y a nivel regional, el Movimiento Latinoamericano y del Caribe de Niñas, Niños y Adolescentes Trabajadores (MOLACNATS).

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(Imagen: Fernando Bordón para La tinta)

Pero, ¿qué ocurre en lo cotidiano? En reuniones, en dinámicas familiares, en espacios públicos y privados, ¿qué valor le damos a las experiencias, existencias, percepciones y decisiones de lxs niñxs? Sus visiones, decisiones y deseos no tienen el mismo peso ni igual “seriedad” que las nuestras.

Vivimos en sociedades marcadas por un adultocentrismo que configura relaciones de asimetría y de poder entre el mundo adulto y las infancias, y a esto le damos muy poco lugar y relevancia a la hora de hablar de desigualdades. Así, se toma como punto de referencia al adulto y, más precisamente, al hombre adulto, blanco, cis, heterosexual y de clase media. Es él quien detenta el máximo lugar de privilegios, dando lugar, por consiguiente, a una serie de opresiones hacia el resto de sujetos.

Aquí (y no solo aquí) es que género e infancias se cruzan una y otra vez. Del mismo modo en que cuestionamos la subordinación de las mujeres a los hombres, debemos cuestionarnos la subordinación de la niñez al mundo adulto. Como decía Monique Wittig, “el pensamiento dominante se niega a analizarse a sí mismo para comprender aquello que lo pone en cuestión”. Es imprescindible y urgente ponernos en cuestión, reconocer el lugar de privilegio desde el cual nos vinculamos con las niñeces y comenzar a desentrañar todo aquello que nos hace ver a lxs adultxs como la única voz y existencia legítima.

Ahora mismo, nos resulta una obviedad que la historia ha sido escrita sin las mujeres, pero no tan evidente que las infancias prácticamente no aparecen en ella. Las niñeces también viven y sufren el cambio climático, la pobreza, los conflictos y las violencias estructurales. Estamos desoyéndolxs en nuestras propias casas, pero también en los lugares de toma de decisiones, perdiéndonos de su valioso aporte a nuestras vidas y al diseño de políticas públicas capaces de atender a sus necesidades.

Imagen de portada: Gentileza Equipo Extensionista UNC.

Fuente de la información:  La Tinta

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Es deber del científico social denunciar al poder

Por: Mirtha Hernández

El deber del científico social es denunciar al poder, señalar las consecuencias de sus acciones, indicar por qué las políticas neoliberales y la criminalización del pensamiento terminan por deshumanizarnos, afirmó el sociólogo y académico de la Universidad Complutense de Madrid, Marcos Roitman Rosenmann.

“Es allí donde el pensamiento crítico latinoamericano está haciendo su lucha: está construyendo, pero es una pelea que se da en las aulas, en la política, en lo cotidiano, en la familia, en los elementos que nos configuran como seres humanos y científicos sociales”, dijo al participar en la conferencia Retos y desafíos del pensamiento crítico latinoamericano y caribeño.

En el evento, efectuado como parte del XXXIII Congreso Latinoamericano de Sociología Alas México 2022, aseguró que no hay pensamiento crítico sin crítica al poder, y si no se critica al poder no hay pensamiento subversivo, sino “domesticación”.

El pensamiento, añadió Roitman, trae consecuencias y una de ellas es la capacidad de tomar decisiones. Así, las ciencias sociales tienen un papel fundamental en la construcción y explicación no sólo del saber de lo humano sino de la dirección y construcción de lo humano. Los seres humanos, por ejemplo, pueden optar por educarse en la democracia o en el individualismo y egoísmo, en la cooperación o en la competitividad.

En ese sentido, agregó, las ciencias sociales son parte de la lucha política por apropiarse de la realidad, del lenguaje, de las palabras, de los conceptos. “Si no tenemos palabras para enunciar el mundo, otros lo harán por nosotros: dirán lo que es democracia, lo que es gobernabilidad, la libertad. Otros construirán lo que es dominación; por ello, en definitiva, el pensamiento y la teoría forman parte de la lucha política”.

Quien fue coordinador para España del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso) acotó que el pensamiento subversivo no se explica por lo que se puede hacer, sino por lo que se debe hacer y por ello se le criminaliza.

Papel de los intelectuales

Gilberto López y Rivas, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia, expuso que hablar del pensamiento crítico conduce a la discusión del papel de los intelectuales y de la academia en la sociedad capitalista.

Además, señaló que no es nuevo que científicos den sustento a prácticas de racismo, neocolonialismo, entre otras. Relató que hace décadas, en el contexto de la revolución cubana, 140 sociólogos formaron parte del Proyecto Camelot, mediante el cual se buscaba conocer las causas de las revoluciones sociales y contar con políticas para prevenirlas.

En el evento efectuado en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, consideró que la transnacionalización ha agravado los problemas de la humanidad y nos tiene al borde de un colapso civilizatorio. Por ello, el pensamiento crítico debe vincularse a la congruencia ética y a impulsar el poder popular y las distintas formas de democracia participativa.

Vía remota, Néstor Kohan, académico de la Universidad de Buenos Aires, Argentina, manifestó que una de las tareas principales del pensamiento crítico latinoamericano es enfrentar y contrarrestar la contrainsurgencia en las ciencias sociales, pues hay instituciones de este orden que, disfrazadas de organizaciones no gubernamentales, cooptan a académicos y científicos sociales para legitimar el actual orden capitalista.

Fuente de la información e imagen:  Gaceta UNAM

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Gráfica por Ayotzinapa

El Caso Ayotzinapa “fue un crimen de Estado”, pues “todas las autoridades federales, estatales y municipales estuvieron informadas” de lo que ocurría la noche del 26 de septiembre de 2014 sin que intervinieran para impedir la “desaparición y asesinato” de los 43 normalistas de la Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, declaró el subsecretario de Derechos Humanos de Gobernación, Alejandro Encinas, al presentar el informe de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia en el Caso Ayotzinapa.

A casi ocho años de los hechos, Encinas señaló frente a los padres de los estudiantes que la desaparición de sus hijos contó con “un encubrimiento al más alto nivel”, pues las autoridades de los tres niveles de gobierno supieron en tiempo real sobre “la toma de camiones, del traslado de estudiantes a Iguala, de su llegada al Rancho del Cura y a la caseta de Iguala, su arribo a la central de autobuses, de los hechos de persecución y de violencia de que fueron objeto” por parte del cartel Guerreros Unidos.

Las conclusiones preliminares del informe enfatizan que el ejército y la Marina tuvieron conocimiento de lo que sucedía no sólo porque sobrevolaron drones sobre la zona de los hechos, sino también porque había un infiltrado de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) en la normal de Ayotzinapa, bajo el mando del teniente de infantería Marcos Macía Barbosa, del 27 Batallón.

“La Sedena tenía dentro de la normal al soldado Julio César López Patolzin, quien estaba realizando informes para la secretaría en la escuela. Era el responsable de informar lo que acontecía en las asambleas y de las movilizaciones, e incluso estaba informado de los actos preparatorios de la marcha de 2 de octubre”, para la que los estudiantes se organizaron para conseguir los autobuses en los que se transportarían a la Ciudad de México.

El último reporte de López Patolzin, uno de los 43 desaparecidos, fue a las diez de la mañana del 27 de septiembre de 2014, “sin que sus mandos hicieran ninguna acción para garantizar su integridad y su búsqueda, como lo establece el protocolo para militares desaparecidos, que, de haberse aplicado, hubiera permitido no solamente proteger la integridad y buscar al soldado López Patolzin, sino a todos los estudiantes”, dijo Encinas.

Ocho años después de la Noche de Iguala, “no hay indicio alguno de que los estudiantes se encuentren con vida; todos los testimonios y evidencias acreditan que fueron arteramente ultimados y desaparecidos”, agregó el funcionario, que presidió la Comisión para la Verdad.

Encinas señaló que si bien “se acredita plenamente la colusión de autoridades de distintos órdenes de gobierno, como los policías municipales de Iguala, Cocula, Huiztuco Tetecuacuilco, con Guerreros Unidos para llevar a cabo la desaparición de los muchachos”, las investigaciones sobre el caso aún no han concluido.

Al momento de recibir las conclusiones de la Comisión, los padres y madres de los 43 declararon que emitirían su postura una vez que valoraran la información y contaran con la opinión de los expertos del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), pero su abogado y vocero, Vidulfo Rosales, adelantó que “para decir que ya se sabe lo que ocurrió estamos lejos”.

 

Fuente de la Información e imagen:  https://desinformemonos.org

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La pandemia deja al descubierto todas las formas de desigualdad

Por: Daniel Robles

 

En el contexto del XXXIII Congreso Latinoamericano de Sociología Alas México 2022, organizado por la Asociación Latinoamericana de Sociología y la Universidad Nacional Autónoma de México, investigadores y expertos científico-sociales de América Latina y el Caribe analizan los graves escenarios de precariedad y desigualdad que se presentan en la región, y debaten sobre las diferentes rutas y opciones para recomponer el tejido social en estos tiempos de pandemias y pospandemias.

Angélica Cuéllar Vázquez, presidenta del Congreso Latinoamericano y vicepresidenta de Alas, destacó que la pandemia ha dejado al descubierto todas las formas de desigualdad posibles, mismas que se agudizaron con una crisis económica que sigue a la alza, por lo que ahora toca el turno a las y los expertos de las Ciencias Sociales para presentar alternativas sobre como reconstruir los lazos y las relaciones sociales, siempre con una mirada crítica.

Detalló que en este congreso están programadas más de cuatro mil 500 ponencias y al menos 90 paneles organizados en 30 grupos de trabajo de las más diversas temáticas sociológicas y antropológicas, que buscan presentar opciones viables que permitan abatir las terribles desigualdades. “Esta pandemia ha sido abordada por los biólogos, por los médicos y por los especialistas de la salud pública, pero creo que las ciencias sociales tenemos muchas cosas que analizar y muchas propuestas que hacer; es el turno de las ciencias sociales para analizar esta crisis, desde la visión de los sociólogos, politólogos, antropólogos, internacionalistas y comunicólogos. Desde ciencias sociales tenemos mucho que decir.”

Para comprender la realidad latinoamericana y caribeña en un contexto de pospandemia, el Congreso Alas México 2022 se plantea reflexionar y debatir desde un enfoque y un pensamiento crítico latinoamericano, sobre las otras pandemias que se intensificaron con el encierro obligado por la Covid-19: violencia de género, racismo, pobreza, desempleo, deterioro ambiental, violencia intrafamiliar, migración, entre otras.

De acuerdo con las reflexiones iniciales descritas en la convocatoria del Congreso, en América Latina y el Caribe la pandemia expuso, sin filtros, una realidad social precaria en dimensiones no imaginadas. Intensificó los malestares y con ello la necesidad de buscar formas de transformar la realidad. Mientras aumentaban los niveles de contagio en la región, crecía el descontento social, producto de las medidas de restricción social, el incremento del desempleo, la transición imprevista a la educación virtual, el cierre de los espacios públicos y otras múltiples medidas gubernamentales.

Feria del Libro

El Congreso Latinoamericano de Sociología también se enriquece con el acompañamiento de una Feria del Libro en la que participan 43 casas editoriales, además de la presentación de 180 libros.

Cuéllar Vázquez subrayó que es muy importante la presencia y participación de la UNAM y de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales en este ejercicio analítico de los sociólogos sobre el periodo que estamos atravesando. Yo creo que es un espacio inmejorable, dijo, para analizar en dónde estamos parados y hacia donde queremos caminar.

Recordó que la Asociación Latinoamericana de Sociología tiene 72 años de vida y todos los grandes pensadores latinoamericanos han participado en esta agrupación contribuyendo al pensamiento crítico latinoamericano, como es el caso del maestro Pablo González Casanova, quien fue presidente de la asociación en dos ocasiones.

Los trabajos del XXXIII Congreso Latinoamericano de Sociología Alas México 2022 se llevan a cabo durante toda esta semana en cuatro sedes: Ciudad Universitaria, en la Ciudad de México; el Centro Peninsular de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNAM, en Mérida Yucatán; la Universidad de Guadalajara, en Jalisco; y en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. El programa y el resumen de las ponencias se pueden consultar en www. alas2022.com.

TEMAS

Dentro de los temas que se consideran en los diferentes paneles y ponencias magistrales del congreso destacan:

  • Pandemia, políticas, alimentación y salud para el buen vivir.
  • Administración de justicia en México: impunidad, inseguridad y violación a los derechos humanos.
  • Cuerpos y emociones, hoy: algunas lecturas críticas.
  • Retos y desafíos de la educación y las ciencias sociales en la pandemia.
  • Cambiar la universidad desde la crítica antipatriarcal: el caso de la Universidad Nacional Autónoma de México.
  • La transformación de la política, el sistema de salud y la pandemia en México.
  • Feminismos, género y pandemias.
  • Sociedades en movimiento.
  • Colapso ecológico y pandemias.
  • Crisis social y migraciones.

Fuente de la información e imagen:  Gaceta UNAM

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Pedagogías emancipatorias: resistencia epistémica y emocional en el movimiento zapatista en México

Por: Carolina Elizabeth Díaz Iñigo* Y Francisco De Parres Gómez**

RESUMEN

Este artículo aborda la relación entre la pedagogía crítica zapatista y la resistencia epistémica y emocional que la hacen posible. En este sentido, en una primera parte desarrollamos la relevancia de las emociones como parte concomitante de la colonialidad de la afectividad, en el marco de la colonialidad del poder. Posteriormente, analizaremos tres ejemplos de la resistencia epistémica y emocional de las comunidades zapatistas: 1) La educación autónoma zapatista; 2) la participación de las mujeres bases de apoyo; y finalmente, 3) los eventos públicos convocados por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Todo ello, como parte de la construcción de otros significados en torno a la educación, no solo al interior del movimiento zapatista, sino también al exterior de las comunidades.

Se trata de que usted se dé cuenta de que lo que les interesa a l@s

zapatistas no son las certezas, sino las dudas. Porque pensamos que las

certezas inmovilizan, o sea que un@ queda tranquil@, content@, sentad@

y no se mueve, como que ya llegó o ya supo. En cambio, las dudas,

las preguntas hacen que un@ se mueva, que busque, que no esté tranquil@,

que esté como inconforme, como que no le pasa el día o la noche. Y

las luchas de abajo y a la izquierda, compas, nacen de las inconformidades,

de las dudas, de la intranquilidad. Si un@ se conforma es porque está

esperando que le digan qué hacer o ya le dijeron qué hacer. Si un@ está

inconforme, está buscando qué hacer.

(Subcomandante Insurgente Moisés, director de la Escuelita.

Subcomandante Insurgente Galeano, Conserje de la

Escuelita, México, Julio del 2015)

Introducción

El presente texto surge de la experiencia de dos antropólogos sociales que han acompañado de manera presencial, como activistas Adherentes a la Declaración Por La Vida (2021) las actividades de las comunidades zapatistas desde hace por lo menos diez años. Nos posicionamos desde el pensamiento crítico en lo que Sol Hurtado (2016) define como una Antropología Enraizada o en una línea similar, lo que Alberto Arribas (2015) propone como Antropología Colaborativa, mismas que hacen explícita la propia experiencia transubjetiva de quienes investigan, reconociendo que nos identificamos ideológicamente con los fenómenos que trabajamos. Ello, más allá de ser un filtro de valencia negativa, es una explicitación que se potencia de forma positiva, ya que pone en relevancia la dialéctica al situar a los investigadores en continua interacción con una realidad compleja en constante dinamismo. En otras palabras, las interacciones al hacer trabajo académico-militante afectan a quien lo realiza y, al mismo tiempo, quien investiga tiene efectos sobre lo que se intenta observar. Lo que predomina desde estos posicionamientos, es el hecho de que quienes escriben, se identifican desde su subjetividad epistémica-ideológica-política, con las ideas de transformación social y proyectos de construcción autonómica planteados por el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

En un contexto más amplio que apela al compromiso ético de las ciencias, no podemos obviar que toda producción de conocimiento se encuentra entrecruzada por el poder de manera geopolítica. Al mismo tiempo, desde la Antropología Enraizada y Colaborativa, nos posicionamos como parte del pensamiento crítico que se produce desde los movimientos sociales, al participar de organizaciones como la Red Universitaria Anticapitalista (RUA), el Colectivo Paso Doble, el Colectivo Transdisciplinario de Investigaciones Críticas (COTRIC) y el Colectivo Llegó la Hora de los Pueblos, agrupaciones principalmente de corte político, dedicadas al acompañamiento y vinculación entre las resistencias globales en reivindicación de las demandas zapatistas. De acuerdo a lo anterior, nuestra metodología se basa en el acompañamiento de las resistencias, predominando la observación participante y la recopilación de información principalmente cualitativa con la asistencia a la mayoría de los eventos mencionados en este escrito, lo que logra la compresión a profundidad de los procesos de construcción de epistemologías Otras y conocimientos, siendo un punto crucial, nuestra asistencia a la Escuelita Zapatista, ejercicio de enseñanza-aprendizaje realizado por las comunidades autónomas en el año 2013.

A continuación, abordaremos la relación entre la pedagogía crítica zapatista y la resistencia epistémica y emocional que la hacen posible y practicable en la cotidianidad de las comunidades autónomas. Para ello, desarrollaremos desde la vertiente teórica de la decolonialidad, el lugar que ocupan las emociones en la conformación de procesos de dominio. Posteriormente, analizaremos tres ejemplos de cómo se desafía este proceso de opresión en nuestro caso de estudio. En primer lugar: analizaremos la educación autónoma zapatista y su función en la resistencia hacia el racismo y negación de las poblaciones originarias en México, en este proceso el arte de las comunidades es crucial; en segundo lugar, abordaremos la participación de las mujeres bases de apoyo como uno de los pilares que dan cuenta de la emergencia de emociones que desafían la colonialidad de la afectividad, lo que favorece la construcción de una política hecha desde las mujeres que se opone y cuestiona no solo el orden patriarcal, sino también el racista; y finalmente, los eventos públicos convocados por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) donde la sociedad civil de México y el mundo, ha conocido la consolidación y el proceso de construcción de una pedagogía emancipatoria zapatista, la cual propicia el intercambio de saberes y el encuentro entre diversos. A partir de estos tres ejes, mostraremos el vínculo entre la pedagogía emancipatoria zapatista y la resistencia emocional y epistémica que la sustenta.

PARA LEER EL TEXTO COMPLETO FAVOR DE DESCARGARLO AQUÍ:

https://www.academia.edu/82755804/Pedagog%C3%ADas_emancipatorias_resistencia_epist%C3%A9mica_y_emocional_en_las_iniciativas_del_movimiento_zapatista_en_M%C3%A9xico

TE INVITAMOS A LEER EL DOSSIER COMPLETO: «Educación y experiencias de aprendizaje desde los movimientos comunitarios-populares en el Sur Global» editado por Alberto Colin Huizar, Edgars Martínez Navarrete, Lia Pinheiro Barbosa y Bruno Baronnet.

*Carolina Elizabeth Díaz Iñigo. Doctora en Antropología Social por la Universidad Iberoamericana. Maestra y licenciada en Antropología Social por el CIESAS y la UAM respectivamente. Investigadora en el Laboratorio sobre Activismos y Alternativas de Base LACAB, en la UNAM. Cofundadora del Colectivo Transdisciplinario de Investigaciones Críticas (COTRIC)

**Francisco De Parres Gómez. Doctor y maestro en Antropología Social por la ENAH y la UV

respectivamente. Licenciado en Comunicación Social por la UAM-X. Cofundador del Colectivo Transdisciplinario de Investigaciones Críticas (COTRIC).

Fuente Original: Revista Runas – Journal Of Education and Culture

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