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Entrevista a Kailash Satyarthi, Nobel de la Paz 2014: «Eliminar el trabajo infantil es una cuestión de honestidad política ¿Priorizamos niños o guerras?»

12 noviembre 2017/Fuente: El Diario

  • El Nobel de la Paz Satyarthi apunta que «solamente cuatro días y medio del gasto militar global servirían para garantizar la educación primaria de todos los niños del mundo».
  • «Lo más importantes es la mentalidad de la gente, que realmente se interiorice que es necesario respetar la infancia de los niños. Y esa mentalidad debe ser contruida a nivel global».
  • «Es responsabilidad de los políticos y de la comunidad internacional invertir más en nuestra infancia».

Kailash Satyarthi (Vidisha, India, 1954), Premio Nobel de la Paz en 2014 e histórico defensor de los derechos de la infancia, desprende paz y sosiego a pesar de que su tarea no es sencilla: lucha por eliminar el trabajo infantil en todo el mundo. Preso aún de la estadística, sigue la estela de su compatriota Mahatma Gandhi en el compromiso con los más débiles y se muestra optimista y autocrítico a partes iguales. A día de hoy, 152 millones de niños, niñas y adolescentes entre 5 y 17 años se encuentran en situación de trabajo infantil. La mitad de ellos lo hacen en actividades peligrosas que ponen en grave riesgo su salud, seguridad o moralidad.

El pasado miércoles fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad Pablo de Olavide como reconocimiento a su trabajo contra la opresión infantil y en favor del derecho de todos los niños y niñas a la educación. Tras participar en el foroEl rol de la sociedad civil en la erradicación sostenida del trabajo infantil y la protección del adolescente trabajador que ha tenido lugar en Sevilla, atiende en exclusiva a  eldiario.es/andalucía en la Fundación Tres Culturas.

La primera llama surgió cuando tenía cinco años y medio y fui a la escuela por primera vez. Me encontré en la puerta de la escuela con un chico que trabajaba recogiendo carbón. Él y su padre nos miraban y preguntaban si se les podía dar algún trabajo. Fue extraño porque yo entendía que todos los niños tenían que ir al colegio. Mi profesora me dijo que no era poco habitual que niños de familias pobres tuvieran que apoyar a sus familias. Mi círculo más cercano me dio una respuesta bastante similar, pero cada día lo veía trabajando en duras condiciones y me sentía muy mal.

¿Qué hizo entonces?

Un día le pregunté al padre y me dijo que nunca había pensado en que su hijo tenía que ir a la escuela porque ni su padre ni su abuelo habían ido nunca. Me miró bastante indefenso y me dijo que ellos estaban hechos para trabajar. No pude entenderlo, pero más tarde comprendí que estaba relacionado con el sistema de castas de la India. Fue un incidente que cambió algo dentro de mí y sirvió para darme cuenta de que la gente asumía que las cosas tenían que ser así, pero yo empecé a cuestionarlo. Tuve una infancia normal como niño de clase media pero me puse con gente cercana a recaudar dinero para apoyar a esas familias y que pudieran comprar libros de texto a sus hijos.

Su labor es difícil, más aún en su país. Incluso ha sido víctima de ataques. ¿Cómo es la situación actual de trabajo infantil en la India y cómo lo vive personalmente?

He sido atacado bastantes veces. Dos de mis compañeros fueron asesinados. Según las estadísticas gubernamenatles, en mi país hay 4,2 millones de niños y niñas trabajadores. Datos no oficiales hablan de 30 millones. La mayoría están en el sector agrícola, aproximadamente un 60%, o en el sector de la construcción. La buena noticia es que las cifras han descendido bastante en los últimos 15 ó 20 años. De acuerdo con el censo de la India, en 2011 había unos diez millones de niños trabajando. No es un número correcto porque la cifra absoluta es más alta pero ha habido un descenso muy marcado. India acaba de aprobar una ley sobre trabajo infantil y ha ratificado los dos convenios de la Organización Internacional del Trabajo. Esto son estadísticas pero la realidad es que el hecho de que un solo niño esté en peligro significa que el mundo no es seguro.

Kailash Satyarthi

¿La educación es la solución a este mal global?

La educación es sin duda la herramienta con mayor efecto preventivo, incluso rehabilitador, pero no es la única medida necesaria. Deberíamos contar con leyes estrictas sobre trabajo infantil y que fueran cumplidas junto a normativas aplicables a las empresas para que no se contrate mano de obra infantil. De igual manera es importante que contemos con medios de protección social para proteger a los padres y madres de estos niños y adolescentes. Lo más importante es la mentalidad de la gente, que realmente se interiorice que es necesario respetar la infancia de los niños. Y esa mentalidad debe ser construida a nivel global.

Desde que se celebró en 1997 en Oslo la I Conferencia internacional contra el trabajo infantil, el mundo está comprometido a eliminarlo pero, ¿por qué no se consigue definitivamente?

Desde Oslo, el dato importante con el que me quedo es que el trabajo infantil se ha reducido en 100 millones. Eso se debe a todos los esfuerzos que se han coordinado y articulado en torno a esta situación. De acuerdo con estimaciones globales, existen aún unos 150 millones.

¿Qué piensa que va a traer la IV Conferencia Mundial sobre la Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil que empieza el próximo martes en Buenos Aires? ¿Se verán modelos de intervención innovadores?

Durante las últimas conferencias hemos hechos muchas promesas, nos hemos comprometido a distintas cosas. Las promesas de la primera Conferencia se reiteraron en la segunda, y así en la tercera. He participado en todas ellas y, sin embargo, creo que siempre hacemos promesas y creamos nuevas cuando todavía no hemos terminado de cumplir con las primeras.

¿A qué promesas se refiere exactamente y por qué no se han logrado cumplir?

Por ejemplo, hemos hablado ampliamente sobre leyes y su cumplimiento. Algo muy simple. También se ha prometido que se iban a destinar más recursos a la educación y sin embargo la comunidad internacional no lo ha hecho. Prometimos que las empresas no iban a emplear niños pero no lo hemos logrado completamente. Estos niños no votan, es decir, no van a venir a exigirnos que cumplamos lo prometido con sus necesidades y sus derechos. Pero lo que tenemos que hacer nosotros es honrar los compromisos que hemos asumido. Es la responsabilidad moral de todo político cumplir con esto.

¿Confía, como se pretende, en que se acelere la erradicación sostenida del trabajo infantil en todas sus formas para 2025 y la erradicación del trabajo forzoso para 2030?

Creo que sí, porque la IV Conferencia va a dar un impulso muy fuerte y va a haber un nuevo compromiso. Es un dato, pese a todo, pero no es imposible. Necesitamos mucha más honestidad, honestidad política. En último término es responsabilidad de los políticos y de la comunidad internacional invertir más en nuestra infancia. Eliminar el trabajo infantil es una cuestión de honestidad política. Solamente cuatro días y medio del gasto militar global servirían para garantizar la educación primaria de todos los niños del mundo. Esos son solo 22.000 millones de dólares y, sin embargo, nos gastamos 8,1 billones de dólares en gasto militar. ¿Qué priorizamos, niños o guerras?

Trabajo infantil y adolescente. Distribución por regiones. Población de 5 a 17 años

Entiendo que las grandes corporaciones también tienen una gran responsabilidad, ¿no cree?

Sí, pero no hay que omitir la responsabilidad del Estado, porque es su labor implementar leyes y hacerlas cumplir para que no haya trabajo infantil. Es una responsabilidad compartida entre toda la sociedad: los padres de los niños, los maestros, la comunidad como un todo, las entidades religiosas, las empresas,… Pero cuando hablamos finalmente de cumplir las leyes y de crear preceptos constitucionales que protejan a los niños, la responsabilidad última recae sobre los estados. No solo se trata de la responsabilidad social corporativa sino del control a esas empresas.

Más de 9,5 millones de niños, niñas y adolescentes de América Latina y el Caribe han dejado de trabajar en el período 2000 – 2016. ¿En qué sentido la conferencia es una oportunidad para este caso específico?

Entre 2000 y 2012 ha habido un descenso significativo, también en estas zonas, pero la tendencia de reducción en los últimos cuatro años ha sido lenta. El foco se debería poner ahora en los niños a los que es más difícil llegar, a nivel geográfico, cultural, etc, como pudieran ser niños de familias indígenas que viven en lugares más remotos. Es una clave importante la inclusión social y eocnómica para poder avanzar en la erradicación del trabajo infantil en esas zonas. Además, hay que tener en cuenta la vinculación entre trabajo infantil y violencia, porque en los niños sometidos a violencia se ve incrementado el abandono escolar.

Contra el trabajo infantil

La organización liderada por Satyarthi, Bachpan Bachao Andolan, ha ayudado a liberar a decenas de miles de niños en todo el mundo que estaban en condiciones de esclavitud. También fue cofundador de la Campaña Mundial por la Educación (CME) en 1999.

La Declaración de Brasilia sobre el Trabajo Infantil, de 2013, reconoció los significativos avances logrados, especialmente en el periodo 2008-2012, pero llamó a intensificar los esfuerzos. La IV Conferencia Mundial sobre la Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil (Buenos Aires, 14 – 16 de noviembre de 2017) constituye el primer evento global tras la adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en relación directa con la meta 8.7,  lo que representa una oportunidad para comprometer a diferentes actores y avanzar hacia una América Latina y el Caribe libre de trabajo infantil.

La meta 8.7 plantea «adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de personas y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados y, de aquí a 2025 poner fin al trabajo infantil en todas sus formas».

En ese sentido, la Iniciativa Regional América Latina y el Caribe libre de Trabajo Infantil representa un innovador instrumento de cooperación intergubernamental conformado por 27 países.

Fuente: http://www.eldiario.es/andalucia/Kailash-Satyarthi-Premio-Nobel-Paz_0_705529810.html

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Isabel Solé: “Ceñir la lectura a un nivel instrumental es limitador”

Fuente: http://blog.tiching.com

Isabel Solé

“No hay dos personas que lean el mismo libro” ¿Está de acuerdo con esta frase de Edmund Wilson?
Claro que hay muchas personas que leen el mismo libro, lo que quería decir Wilson es que no hay un libro que tenga una sola interpretación. A pesar de que todos leamos el mismo texto, cada uno hace una interpretación peculiar de aquello que ha leído. Esto no es muy diferente a lo que ocurre cuando escuchamos una conferencia, cuando vemos una película o cuando observamos una obra artística. En cada una de nuestra acciones interviene lo que nosotros aportamos a nivel cognitivo y emocional y esto es lo que nos hace llegar a una determinada interpretación.

La forma en la que un niño o niña aprende a leer, ¿de qué manera condiciona su capacidad de aprendizaje?
Para responder esta pregunta deberíamos remitirnos a muchos aspectos que tienen que ver con lo que significa aprender a leer. De forma muy simplificada, podemos decir que la forma en la que un niño aprende a leer determina cómo entiende el papel de la lectura. Lo que puede influir en la capacidad de aprendizaje es que enseñemos que la lectura va más allá de aprender a decodificar la escritura.

¿Qué formas hay de aprender a leer?
Cuando enseñamos a leer de forma que lo importante es entender lo que dice el texto, probablemente la aproximación de estos niños a la lectura estará muy condicionada a esta idea. Cuando la forma de aprender a leer contempla las aportaciones que el niño hace respecto a la lectura, el niño entiende que el texto es algo sobre lo que se puede pensar, reflexionar… Esto le da una visión enriquecida y aprende  que la lectura es un instrumento que le sirve, no solo para saber lo que el texto dice, sino también para revisar sus propias ideas, para aprender…

¿Se tiene esto en cuenta hoy en día en las aulas?
Los estudios indican que se invierte mucho tiempo en que los niños aprendan a leer, es decir, se invierte en los estadios iniciales de la lectura, que son muy importantes, pero se dedica menos esfuerzo a enseñar a utilizar la lectura para aprender contenidos complejos como son los de las áreas curriculares. Es frecuente la creencia cómoda, pero equivocada, de que cuando un niño o niña sabe descifrar textos puede aprender a través de la lectura.

Y, en cambio, ¿cuál es la realidad?
La competencia lectora no es una capacidad que se adquiere, se convierte en estable y se aplica tal cual como si fuera un patrón. Es una capacidad que se moldea, se hace más flexible a medida que vamos leyendo textos de complejidad diversa y que nos sirven para resolver distintas tareas y lograr diferentes objetivos de lectura. Todo esto exige que se enseñe a poder trabajar el texto: relacionar información dispersa, analizar, buscar las ideas principales, etc. A enseñar estos aspectos se presta menos dedicación de la que se debería.

¿Todos los niños aprenden a leer al mismo tiempo?
No. Para que los niños puedan aprender a leer, deben entender lo que la escritura representa, su relación con el lenguaje oral. Esto lo explican muy bien Ana Teberosky y Emilia Ferreiro en sus investigaciones. Los niños deben entender qué es un sonido, qué es una letra, deben saber aislar una letra en el conjunto de una palabra, o lo que es más difícil, aislar un sonido en una emisión fonética continua. Deben saber aislar segmentos y hacer correspondencias. Esto es un proceso lento y apasionante, y que cada niño hace a su ritmo, aunque la curiosidad que suelen tener sobre el tema facilita mucho las cosas.

¿Qué influye en este aprendizaje?
Las experiencias que ellos tienen en el lenguaje escrito son muy importantes. Hay familias en las que el lenguaje escrito está muy presente en su día a día y familias en las que lo está menos. De la misma forma que hay familias en las que la música está muy integrada y otras en las que no lo está. Esto hace que para algunos niños el proceso esté más estimulado y pueda ser más rápido, y que en otros niños el proceso vaya más despacio. Aunque nunca es un problema, al final todos los niños lo acaban haciendo.

Y cuando hablamos de aprender a reflexionar y a interpretar los textos, ¿también hay un ritmo individual?
Por supuesto, cada niño aprende todo a su ritmo. Cada alumno llegará a metas diferentes en tiempos diferentes. Además, este es un proceso de ir y venir. Lo que no podemos esperar es que todos hagan lo mismo con un mismo contenido porque sus experiencias y su motivación varían en cada caso.

¿Piensa que un niño o adolescente puede leer cualquier libro o deben tener cierta calidad literaria?
Lo que sería interesante es que los niños tuvieran a su alcance muchas lecturas y que fueran de mucha calidad. Que tengan mucha libertad para poder escoger: todo lo que tiene que ver con el disfrute de la lectura está directamente relacionado con el respeto que tenemos por sus deseos a la hora de escoger.

¿Es un error habitual?
En nuestra formación literaria tiene cabida el habernos equivocado muchas veces con los libros, así como la capacidad de seguir determinadas corrientes o autores, etc. Lo que hay que primar es que los niños lean.

Una interesante reflexión…
Hay maestros o padres preocupados porque los niños solo quieren leer cómics, pero igual ellos solo leen novela policíaca. Lo importante es que los niños se enganchen con la lectura. Cuando vemos que hay mucha reiteración o que se enfocan solo a un género es el momento de invitarles a leer cosas distintas, pero sin hacer uso de la imposición. Como dice Pennac, “el verbo leer, como otros verbos (amar, por ejemplo), tolera mal el imperativo.”

Con un entorno tan estimulante como el que rodea a los niños y niñas hoy en día, ¿cómo se consigue la concentración necesaria para poder comprender aquello que se lee?
La competencia con lo audiovisual es dura, tiene mucho atractivo y exige menos esfuerzo cognitivo. Si un niño puede escoger, seguramente escogerá lo más fácil y lo que socialmente se valora más. Nuestra sociedad no valora mucho el conocimiento ni las características vinculadas a la lectura: la concentración, la pausa, el detalle, la tranquilidad, el silencio. Creo que la mejor manera es que los adultos que forman parte del entorno del niño le inviten a leer y den ejemplo. No intentando que dejen de estar atraídos por otros entretenimientos, pero sí dando valor a la lectura. Es muy importante el papel de las personas que son importantes para ellos.

¿Qué implica la lectura comprensiva? 
En la lectura comprensiva interviene el texto, pero también el formato, el contenido, la densidad informativa… además de lo que aportamos nosotros como lectores: la finalidad con la que leemos, los conocimientos previos, el sentido que le damos a esta lectura, nuestras creencias, etc. Interviene asimismo la capacidad que tenemos para procesar la información del texto y ser estratégicos con ella.

Son muchos factores a tener en cuenta. 
La lectura es una actividad cognitiva muy compleja. Esto explica también que dos lectores no entiendan exactamente lo mismo cuando leen el mismo texto o que un mismo lector aborde un texto en diferentes momentos de su vida y extraiga cosas diferentes. La lectura no es solo “decir” lo que dice el texto,  sino elaborar una interpretación propia para dicho texto, poder comprenderlo y desentrañarlo.

¿Cuáles son las claves para una comprensión lectora óptima?
Todas las condiciones anteriores entran en juego. Muchas veces al leer nos damos cuenta que no entendemos nada: puede ser porque no tenemos suficiente conocimiento previo para entender lo que dice ese texto, quizá porque no sabemos por qué lo estamos leyendo, o porque nos aburre.Es necesario tener en cuenta estas variables, sobre todo desde el punto de vista de la educación. La lectura se enfocará de distinta manera si las lecturas tienen sentido y responden a una finalidad visible para el lector, si se adaptan a sus conocimientos previos. Pero deben tenerse en cuenta todas las variables.

Comenta que con frecuencia la enseñanza de la lectura se orienta a saber qué dice el texto y no a la reflexión libre. ¿Qué podemos hacer para cambiar esta perspectiva?
Saber qué dicen los textos está muy bien, el problema es ceñir la lectura a un nivel puramente instrumental porque esto es limitador. Leer nos permite saber qué dicen otros sobre un tema, pero también nos permite reflexionar pensar sobre lo que nosotros mismos pensamos. Es una función de la lectura más epistémica, orientada a mejorar nuestro conocimiento y de lectura crítica. Sabernos situar delante de los textos es importante.

¿Y cómo podemos llegar a conseguirlo?
Lo que les pedimos a los estudiantes no se puede limitar a que reproduzcan qué dicen los textos, sino que deben ser tareas orientadas a que digan qué piensan de ellos y que encuentren argumentos para apoyar su propia interpretación, relacionándolo con otras cosas que han leído. La simplificación está en no ver la diversidad de formas de ser lector, y de formas diferentes de procesar la información. Es importante saber que seguimos aprendiendo a leer a lo largo de nuestra vida, el aprendizaje de la lectura solo empieza en la escuela.

¿Qué quiere decir exactamente?
Hay que dar a conocer la lectura en todas sus dimensiones, no hay ninguna razón por la que la lectura se deba enseñar únicamente de manera reproductiva o instrumental. Esto exige que entendamos qué significa leer y para qué nos sirve la lectura. Cada disciplina científica tiene su manera peculiar de codificar la información, por lo que exige una forma determinada de leer y de escribir. El aprendizaje de la lectura no puede limitarse a aprender a leer textos narrativos en una determinada etapa del sistema educativo: aprender a leer de forma profunda, crítica y epistémica es un proceso que no se desprende de lo anterior, y al que hay que prestarle la atención que se merece a lo largo de toda la escolaridad.

¿Se deben propiciar espacios educativos para la lectura?
Todo lo que favorezca la lectura está muy bien. En los primeros cursos de escolaridad esto se entiende bien: hay espacios cómodos con estanterías con libros en un ambiente agradable y cuidado. También ayuda la idea de que no se puede leer todo en cualquier lugar. Yo,  si voy en el metro,  puedo leer un correo o una novela -¡aunque seguramente no la disfruto igual que en una hamaca!-, pero no un ensayo, o una propuesta de contrato, que requieren mayor concentración.

¿Deben tener una característica especial?
Lo que es más importante de estos espacios es que se utilicen, y que lo utilicemos todos. Que no sea un espacio donde los niños van cuando han acabado una tarea, o cuando el profesor está haciendo otra tarea (corrigiendo, por ejemplo), porque entonces tiene una consideración como “de relleno”. Si la lectura importa, entonces debe tener un tiempo para todos, incluidos los profesores. Quizá ellos serán, para algunos estudiantes, los únicos adultos significativos a los que pueden ver leyendo.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/isabel-sole-cenir-lectura-nivel-instrumental-es-limitador/

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Entrevista a Xavier Aragay: “Estamos preparando a los estudiantes para un mundo que no existe”

Con 25 años de experiencia en gestión del sector educativo, Xavier Aragay, experto internacional en liderazgo para el cambio e impulsor del Reimagine Education Lab, quiere ampliar su ayuda a la comunidad docente de cara a un cambio que ve muy necesario. Para ello, ha elaborado este libro en el que, a través de 21 pasos, muestra el mejor camino para reimaginar la educación actual de un modo práctico.

¿Qué le llevó a escribir un libro como éste?

He tenido la oportunidad de visitar muchas escuelas y universidades de más de 16 países distintos. Fruto de mis observaciones, diálogos y debates con equipos directivos y maestros surgió una reflexión: cuando afrontamos la transformación de una escuela, hay una serie de temas que no se hablan o, si se hace, es con un enfoque muy técnico. Por eso, me pareció que debía poner sobre la mesa lo que, desde mi punto de vista, es el principal problema el cual se resume en los temas que se tratan en el libro… con un enfoque muy original.

Como bien comenta en el prólogo, no es un libro al uso. ¿Qué llevó a elegir este formato más práctico?

El objetivo principal es ayudar a los directivos, a los responsables de las escuelas y al resto de agentes que forman parte del cambio a modificar lo que yo llamo ‘marcos frontales’. Para ello, este es un libro que desea que el lector lo haga suyo, que lo subraye, que lo garabatee, que escriba en él sus pensamientos y opiniones generadas con la lectura.

¿Qué objetivo tiene este ‘Reimaginando la Educación’ de cara a los alumnos?

Nuestra responsabilidad como educadores es que los chicos y chicas que van a pasar en la escuela aproximadamente 15 años (de los 3 a los 18) tengan las herramientas necesarias para ser ciudadanos completos, con proyectos vitales intensos dentro del mundo en el que va a vivir.

¿Y a la comunidad docente?

La percepción de los educadores, en los centenares de escuelas que he podido visitar, es que hoy estamos preparando a los estudiantes para un mundo que no existe. Es el mundo que viví yo como alumno, el cual ha cambiado muchísimo. También la educación, en lo relativo a la esencia del método de enseñanza, que está anclada en lo realizado hace más de 100 años. Por eso creo que es urgente reimaginar la educación.

¿Por qué, hoy en día, debemos realizar este proceso sin demora?

Me sorprendió que la mayoría de las escuelas, cuando quieren llevar a cabo un cambio, sólo piensan en hacer más cosas. Por eso han entrado (en los últimos 20-25 años) en una dinámica muy intensa en lo relativo a actividades. Es como si pensasen que una buena educación es la que hace que los niños y las niñas estén constantemente activos. Y yo creo que es precisamente lo contrario: debe dar tiempo a reflexionar, a vivir. Por ello, el primer ingrediente del libro es ‘parar’ y mirar al centro educativo de un modo distinto.

Una mirada que también debe llevarnos al mejor camino a seguir por nuestra escuela…

Cuando me piden que vaya por los centros educativos a explicar la experiencia que he vivido, piensan que les voy a mostrar una nueva técnica. Y no es eso. Quiero ofrecer una nueva mirada, que nos detengamos y observemos. Por ejemplo, si contemplamos las aulas de Secundaria, la mayoría de los alumnos están desconectados de lo que estamos haciendo. Es como si no fuera con ellos. Por eso, es tan necesario visualizar.

Y tras ver lo que tenemos, hemos de diagnosticar sus males para llegar a la solución…

Es algo que no se debe hacer sólo. Además, el análisis se prevé profundo si lo que queremos es conocer porque no funcionan las cosas. Hemos de conocer porque no se consigue que los alumnos desarrollen esas herramientas que les van a ayudar en el futuro. Y debemos hacerlo sin miedo.

Sin miedo y bien equipados…

Hemos de hacerlo personalmente y como equipo. Yo insisto en el primero ya que pienso que la escuela son personas que hacen cosas unas con otras para que terceras puedan bucear hacia su vocación, cualquiera que sea ésta. Eso no quita que se deba poner el foco en el grupo, ya que no hablamos de liderazgos personales sino compartidos.

En ese equipo deben encontrarse todos los agentes interesados, sin excepción…

Para conseguir el cambio es necesario que la comunidad educativa participe. No es el tema de un iluminado, de una persona que sabe de pedagogía y tiene un proyecto a nivel individual. Por ello, hay que implicar a los educadores, a los alumnos (que son fundamentales), a las familias y al entorno. No debe ser una burbuja cerrada.

“Para conseguir el cambio es necesario que la comunidad educativa participe. No es el tema de una persona que sabe de pedagogía y tiene un proyecto a nivel individual”.

A todos ellos se les debe ofrecer un proyecto que, en cierta medida, les sorprenda. Para esto… ¿Es necesario partir de cero o el proyecto actual aún tiene que ofrecer para nuestro proceso de “reimaginación”?

Nadie puede hacer una tabla rasa y olvidar todo lo que había. Yo planteo un método con el que ya he experimentado y es el poner al alumno en el centro. El problema hoy en día es que el currículo y los contenidos han ido ganando espacio y, desde mi punto de vista, hay que desplazarlos ya que son sólo una herramienta para llegar a un sitio. Lo que hay es que tratar que la persona, gracias a unas habilidades (a unas competencias), afronte la vida en el tiempo que le va a tocar. Educar a persona no es abrir cerebros para implantar conocimientos.

Las acciones que llevemos a cabo deben estar bien planificadas para evitar el fracaso…

Todo es un proceso. Es imposible cambiar la educación de la noche a la mañana. Se han de variar primero los marcos mentales de todos los miembros de la comunidad educativa y, tras esto, realizar un conjunto de acciones coordinadas en el tiempo, la cuales suelen llevar entre 2 y 5 años. Por eso, se requiere de un orden.

Y de una buena comunicación… ¿Cómo debe ser ésta y a quien se dirige?

Hay que comunicar a todos los miembros de la comunidad educativa, de forma franca y directa, tanto lo que somos como lo que funciona (y lo que no). Y hemos de hacerlo con ilusión de cambio. También debemos rebajar el nivel técnico de las explicaciones, ya que a veces puede que no se nos entienda. Hemos de tener en cuenta que estamos educando personas.

Para conseguir el cambio es necesario que la comunidad educativa participe. Hay que implicar a los educadores, a los alumnos, a las familias y al entorno.

Las mismas a las que, en ocasiones, les cuesta participar de primeras… ¿Cómo se puede romper esa barrera y convencerles desde un principio de que el cambio es necesario?

A partir de la pasión y el contagio. Los líderes de cualquier transformación han de ser apasionados, han de creer que la educación puede cambiar. Así podrán movilizar a las energías del cambio.

¿Qué nos espera una vez a partir de aquí?

Espero una eclosión de ganas de cambiar, de reimaginar la escuela. Tenemos una gran oportunidad de reimaginarla, de transformarla, de mirar al futuro en lugar de anclarnos en el pasado y en lo que hemos hecho.

Fuente de la entrevista: http://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/xavier-aragay-reimaginar-educacion/

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“Los nuevos espacios generan nuevas formas de participación en las escuelas”. Entrevista a Silvia Sasot y Esther Belvis

Europa/España/11 Noviembre/Autora: Mar Domènech Bert/Fuente: El país

Entrevista a Silvia Sasot y Esther Belvis creadoras de la guía creativa del proyecto Hack the School, espacios por el aprendizaje y la convivencia

Cuando nos preguntan sobre la educación escolar automáticamente pensamos en el maestro, las asignaturas, los libros de texto o en la mera acción de estudiar. Pero la educación es mucho más, en todo proceso de aprendizaje también influyen otros elementos algo más abstractos que juegan un papel muy importante. Hablamos de los espacios arquitectónicos, de la relación con los compañeros y en general de la implicación y motivación de toda la comunidad. La arquitecta Sílvia Sasot y la pedagoga Esther Belvis nos cuentan porque es tan necesario repensar la escuela en este sentido.

PREGUNTA. ¿Por qué os interesa mezclar arquitectura y pedagogía?

RESPUESTA. Las dos compartimos el objetivo de querer mejorar el bienestar de las personas en el marco de la educación. La colaboración entre el binomio arquitectura (Sílvia) y pedagogía-arte (Esther) nos da la posibilidad de explorar y tener una aproximación más contemporánea a la educación, basada tanto en la interdisciplinariedad como en el cuidado por el entorno y las personas.

P. ¿Qué es Hack the School y cómo surgió?

R. Hack the School es una iniciativa de la Fundació Bofill para promover pequeñas transformaciones en los espacios de las escuelas participantes con la ayuda de un arquitecto. El proyecto tiene formato de reto, ya que lo se pretende es que las escuelas pasen a la acción. Nosotras diseñamos la guía creativa para acompañar el proceso de las comunidades educativas y ayudar a dinamizar distintos procesos de cambio.

P. Vuestro proyecto propone repensar los espacios en las escuelas ¿Por qué es tan necesario?

R. Proponemos repensar la escuela como un espacio de convivencia y aprendizaje pensado desde distintos ámbitos. Tradicionalmente la mirada ha sido principalmente técnica y muy homogénea. Los espacios de la escuela vienen regulados por unas leyes desactualizadas que determinan como son, y en consecuencia también, como no pueden ser. Nos interesa aprender a pensar fuera de este marco y crear otros espacios que acompañen a los procesos de cambio educativo y cultural de los centros actuales.

P. No es solo una cuestión de mover las mesas de sitio. ¿Qué elementos tenemos que tener en cuenta para hacerlo?

R. Consideramos que mover las mesas debe entenderse como el resultado de un proceso de reflexión, experimentación y empoderamiento de la comunidad educativa. Insistimos en que para hacer cambios útiles, es necesario que se establezcan procesos de cambio que impliquen a todos, y donde haya un diálogo entre arquitectura y educación. Cada escuela debe generar aquellos espacios que respondan a su identidad y a las necesidades de su comunidad.

Parece que el tema “espacios educativos” nos lleve siempre a hablar de “cosas”. Nuestra mirada siempre es partir de las personas como individuos únicos y como miembros de la comunidad. Por eso, proponemos una aproximación más humanista que nos permita tomar decisiones sobre como los espacios determinan el bienestar, las relaciones entre las personas, las posibilidades de autonomía y autoregulación, la creatividad, etc.

P. ¿Pueden llegar a decidir juntos los alumnos, las familias y el profesorado?

R. Los resultados obtenidos en Hack the School, así lo demuestran. Para nosotras el mayor logro, no han sido los cambios en los espacios sino como a través de estos se han generado nuevas formas de comunicación y participación en las escuelas. A menudo, hablar de espacios permite abrir un espacio de conversación sobre otros aspectos más profundos y humanísticos relacionados con la educación y la convivencia en el centro.

P. ¿Qué impresiones habéis obtenido?

R. En primer lugar nos sorprendió la respuesta del proyecto ya que quisieron participar más de 170 escuelas de Cataluña y finalmente se seleccionaron a 30 para poder gestionar la transformación. Esto nos parece un indicador claro de la necesidad de repensar el espacio y cómo esta necesidad no coincide con el sistema que tenemos, la demanda es real. También nos sorprendió la capacidad creativa de todos los centros para hacerse suyo el reto y adaptarlo a su concepto pedagógico, y la movilización de toda la comunidad educativa de cada centro con una ilusión compartida.

P. ¿Cómo tiene que ser el entorno de un niño para que este aprenda? ¿Tanto influye?

R. Cada niño es diferente y tiene una forma distinta de aprender y percibir el entorno que le rodea. Lo importante es ofrecer entornos versátiles que permitan generar distintas metodologías, donde el docente y el alumnado puedan dialogar y generar aquellas dinámicas y formas de estar en el espacio que favorezcan tanto la convivencia como el aprendizaje. De alguna manera, abogamos por una escuela sensible que responda a las necesidades y retos de la realidad educativa del día a día. Pero está claro que hay temas muy básicos relacionados con el bienestar del cuerpo humano que hay que tener en cuenta. Como no pasar ni frío ni calor, acceso a luz natural, respirar un aire de calidad, no exponerse a condiciones acústicas desagradables, posibilidad de movimiento, gestión de los estímulos visuales, etc.

P. ¿El espacio aula entre cuatro paredes caducará? ¿Hacia dónde vamos? ¿Cómo creéis que será la escuela del futuro?

R. Nos gustaría que hubiera muchas escuelas del futuro, o esto es lo que vemos en algunos países del extranjero. Cada comunidad educativa construye o transforma una escuela adecuada a su contexto concreto a través del diálogo creativo y atreviéndose a experimentar. Evidentemente en estas escuelas podrá haber aulas entre cuatro paredes pero también habrá otros espacios. Quizás es posible que el concepto de aula evolucione y se haga más complejo siempre de la mano de la propuesta pedagógica. Transformar los espacios donde convivan varios grupos, donde los profesores puedan trabajar en equipos, donde los niños se sientan seguros y a la vez libres. Nos parece un buen reto.

P. ¿Este cambio de visión sobre los espacios, también se podría trasladar a espacios públicos enfocados a los niños? Me refiero a parques, bibliotecas, ludotecas, etc.

R. Todos los espacios son educadores. Nosotras apostamos por una mirada más atenta y centrada en el niño, que transgreda una arquitectura centrada en el objeto. Nuestra propuesta siempre es crear espacios desde una mirada más humana, y eso también puede incluir el concepto del espacio en sí mismo. Ahora pensamos en bibliotecas para libros, ludotecas para juguetes, parques para columpios. ¿Qué pasaría si creamos los espacios para la infancia donde puedan convivir libros, juguetes, columpios junto con experiencias artísticas, experiencias científicas, experiencias familiares y aquellas que aún no sabemos imaginar? Nos parece importante centrar el discurso en la experiencia de lo que la persona siente y experimenta y no en el objeto de la experiencia (libro, juguete, columpio, etc.).

P. Recientemente habéis presentado el proyecto de Hack School en Londres. ¿En qué países la arquitectura y pedagogía ya es una realidad?

R. Hay varios países que se están planteando el reto y cada uno a su manera como Australia, Dinamarca, Finlandia, Austria, Holanda y muchos otros más. Normalmente son países donde la legislación no es limitante. Cada contexto cultural ofrece miradas distintas, y oportunidades, pero todos construyen desde un concepto del aprendizaje más contemporáneo y desde una cultura concreta. La raíz de la diferencia que percibimos se encuentra en el concepto de infancia y niño-a de cada país y el tipo de relación cultural entre adultos y niños.

P. Habláis siempre de un cambio de cultura para poder cambiar los espacios. Pero, ¿este cambio de cultura es posible en nuestro país?

R. ¡Claro que es posible! Desafiamos los modelos y los estándares que indican una única manera de hacer las cosas. Es cierto que podemos aprender de las experiencias e ideas que vienen de otros países, pero cada escuela debe ser coherente con su filosofía educativa y entorno. Es una cuestión de confianza, formación y autonomía en lo que se refiere al centro, pero también es necesaria voluntad política para revisar las leyes que determinan la arquitectura en lo que se refiere a los espacios educativos. Estamos viviendo un momento muy interesante, muchas familias jóvenes ya son el cambio de cultura que altera el status quo.

P. ¿Qué tenemos que hacer para llevarlo a cabo?

R. Nosotras aconsejamos a las comunidades educativas a empezar por acciones pequeñas en espacios comunes. Las acciones pequeñas permiten explorar y facilitar el disfrute y logro compartido. Por otro lado, los espacios comunes permiten implicar a más personas de la comunidad y abren el debate para pensar qué tipo de comunidad y educación se quiere crear y compartir. Un truco sería seleccionar un espacio olvidado de la escuela e iniciar un diálogo para devolverle la vida, es en este punto donde la guía que hemos diseñado puede ayudar mucho a poner un poco de orden durante el proceso.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2017/11/03/mamas_papas/1509709334_897521.html

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Entrevista a Cornelia Funke: «Los niños no leen porque el colegio les agota»

Fuente: El País/Autora: ELISA SILIÓ

Casi cada año, la superventas Cornelia Funke (Dorsten, Alemania, 1958), visita la Feria del Libro de Madrid para “corresponder” a Siruela, que la edita en España “con un mimo y una delicadeza en las tapas y el papel que solo es comparable con Japón y Alemania”. En esta ocasión, presentó la cuarta entrega de su serie de fantasía Reckless, que en cada tomo repasa los cuentos de un lugar, en esta ocasión Rusia.Funke, que ha vendido 20 millones de libros infantiles y juveniles, no entiende que se trate de “narrar las historias como si fueran televisión, videojuegos o películas”. “Los vemos como competencia de los libros y no como hermanos. Debemos respetarlos”, apostilla.

Entiende que los niños se decanten de forma natural por lo audiovisual. “En algunos países, los menores tienen que trabajar y eso se denuncia. Pero, si calculamos las horas que los niños deben dedicar al colegio y a los deberes, también se puede calificar como trabajo. Están tan cansados que no pueden aguantar un libro; es un desafío. La imagen, en cambio, es algo que relaja más”.

“Los niños no tienen tiempo de jugar fuera. No conectan con la naturaleza. Para mí es el verdadero problema”, se lamenta la autora, quien alaba los programas de lectura estadounidense: “¡Los niños escriben ya poesía en la guardería! Es curioso, porque los americanos se creen que los europeos animan mejor a leer”.

Residente en Los Ángeles (EE UU), va a intercalar la escritura del siguiente tomo de Reckless con la conversión del cuento y la película El laberinto del fauno en una novela. Es un encargo de su autor, el cineasta Guillermo del Toro, con quien ya colaboró en 2010. Coescribieron un guion basado en un corto del español Rodrigo de Blaas, pero DreamWorks no lo ha rodado. “Es demasiado complejo para Hollywood”.

“A todos nos gustan las tareas imposibles y El fauno lo es”, piensa Funke, quien casi ha acabado el borrador. “Se queda muy cercano a la película”; ahora busca “incluir más cosas sin perder la estructura original”. “Cené con Guillermo y le pregunté qué era lo más importante. Me dijo que ambientarlo en Galicia. He leído mucho de losmaquis. Sabía que eran unos rebeldes, pero no un movimiento. Quiero insertar los cuentos gallegos en el bosque”, indica.

Siruela ha reeditado cinco de sus obras sobre las peripecias de una pandilla, Las gallinas locas. “Mi editor me pidió escribir una vez algo real, sin enanos y hadas. Y metí todo lo malo que mi madre me había contado de mi abuela y a los niños que había conocido como trabajadora social”. El resultado fue todo un éxito en Alemania que aspira a repetir en España. «Había muchísimas pandillas en Alemania que se llamaban también Las gallinas locas y se ponían plumas. En uno de los libros, una niña se enamora de otra y las bibliotecarias me daban las gracias. O en otro un padre maltrata a su hijo. Me decían que no podía hacer algo tan serio, pero dije: ‘Al contrario, la vida es así: hay momentos banales y trágicos».

Fuente de la noticia:http://cultura.elpais.com/cultura/2016/06/09/actualidad/1465486107_681540.html?id_externo_rsoc=fbads_corneliafunke_eshm1850

Fuente de la imagen: http://ep01.epimg.net/cultura/imagenes/2016/06/09/actualidad/1465486107_681540_1465486257_noticia_normal_recorte1.jpg

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Entrevista a Alfredo Hernando: “La escuela debe estar conectada con el entorno y buscar el éxito de su alumnado”

Fuente y Autor: Educaciontrespuntocero

Educador e investigador, Alfredo Hernando ha escrito ‘Viaje a la escuela del siglo XXI. Así trabajan los colegios más innovadores del mundo’, un libro editado por Fundación Telefónica. La obra pone el broche de oro al proyecto escuela21, una iniciativa que le permitió embarcarse en un viaje muy especial buscando aquellas escuelas pioneras en sus metodologías de enseñanza.

En tu opinión, ¿qué características debe reunir una escuela para considerarla innovadora?

Nos encontramos en un momento muy bueno en España, con iniciativas que buscan el éxito y que lo están haciendo a través de proyectos de innovación. Una escuela sobre todo tiene que ser abierta, es decir, conectada con el entorno y buscar el éxito para sus alumnos con independencia de dónde vengan y cuáles sean sus necesidades y características.

Para lograr ese éxito pasan dos cosas fundamentales. Hemos pasado de un modelo de escolarización universal, que hemos logrado en gran parte del mundo desarrollado, a un modelo en el que hay que buscar y descubrir el máximo potencial de cada estudiante; y para eso, es para lo que se innova. Estamos poniendo el foco en la palabra innovación, pero creo que la escuela tiene otras palabras mucho más importantes como son apertura, inclusión, éxito en resultados, creatividad, etcétera. Quizás, poco a poco, tengamos que sustituir y hablar de cómo una escuela crece y mejora.

La escuela tiene otras palabras mucho más importantes como son apertura, inclusión, éxito en resultados, creatividad, etcétera.

¿Cómo surgió la idea del proyecto escuela21 y qué te motivo a ello?

Me sumergí en el proyecto hace algo más de tres años y lo que me impulsó fue lacuriosidad de encontrar a esas escuelas que tenían una historia de éxito documentada y que estaban siendo pioneras en lo que hacían. Por ejemplo, el instituto High Tech High de San Diego (California) fue pionero al plantearse cómo formalizar el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), crear una estructura pedagógica y llevarla al aula con contenido curricular y con éxito.

También me decidí porque estaba trabajando con muchos colegios y profesores (viendo grandes experiencias que se llevaban a cabo en nuestro país) y me interesó alzar la mirada y decir cómo podemos aprender más todos, recoger lo que ocurría en otros centros y que cualquiera pudiera tomar ese material para trabajar en su cole.

¿Cómo son las escuelas que conociste en ese viaje?, ¿qué fue lo que más llamó tu atención?

Son escuelas que están teniendo éxito con independencia del entorno, el lugar donde se encuentran y sus necesidades. Todas son públicas o concertadas, por tanto el efecto socio-económico es bajo y lo más importante es que el efecto escuela y mejora en la vida de los alumnos. Además, aunque son distintas y poseen una personalidad diferente en contextos diversos, cuentan con características comunes a la hora de poner los horarios, el espacio, la metodología… Todo está al servicio de las necesidades de cada estudiante, llegando a niveles de organización, de flexibilización y forma de trabajar del profesorado.

Por ejemplo, cuando es mejor para un alumno que descanse y qué tiene que hacer en ese tiempo o qué se entiende por descanso. Se toman decisiones en base al aprendizaje y la mejora, no en relación a otras cuestiones organizativas que aun siendo importantes no son prioridad. Es la idea de buscar el éxito para todos y de un claustro de docentes que trabaja en equipo y que acepta el desafío que esto supone con sus limitaciones, pero que a pesar de esas dificultades logran el éxito para todos sus estudiantes.

Todo está al servicio de las necesidades de cada estudiante, llegando a niveles de organización, de flexibilización y forma de trabajar del profesorado

¿Y los alumnos qué estudian en ellas?

Pongamos por caso conductas del día a día comunes que al principio pasan desapercibidas. Sonaba la campaña porque tocaba recreo y muchos de ellos seguían trabajando porque estaban embarcados en la construcción de algo o en el diálogo, por ejemplo. No había una distinción entre el espacio del ocio y del trabajo: los niños entendían que estaban en algo que les gustaba, que es aprendizaje, y seguían.

Muchas de estas escuelas inician el proceso de mejora conestudiantes con necesidades muy variadas, en contextos difíciles y es ahí donde surge la innovación. Sus necesidades de aprendizaje también son distintas y para dar una respuesta inician estos procesos de mejora tanto en la escuela como por parte del profesorado.

De las metodologías que has tenido la oportunidad de conocer, ¿cuáles destacarías?

El tema de los paisajes de aprendizaje me parece vital y es necesario en la escuela española, por lo que supone ser capaz de crear itinerarios para alumnos con diferentes necesidades, con actividades variadas, integrando el currículum, con los criterios de evaluación… Me parece que es una metodología que tiene que tener un espacio. También se encuentra todo el cambio que supone el ABP y me parece muy importante –asimismo- empezar a trabajar la organización y el edificio digital de las escuelas. Existe mucho contenidos (redes sociales, página web o contenidos propios de actividades, ente otros) y hay que garantizar que los centros puedan seguir creciendo y mejorando. Por otro lado, se encuentran las herramientas de evaluación, dominarlas es lo que hace que aseguremos la calidad de la metodología y del resultado con los alumnos.

Ser capaz de crear itinerarios para alumnos con diferentes necesidades, con actividades variadas, integrando el currículum, con los criterios de evaluación…

En el caso de España, ¿cómo son nuestras escuelas innovadores frente a otros modelos internacionales?

En la obra se recogen algunas que son referencia internacional, pero existen otras muchas que ahora mismo están en procesos increíbles de mejora gracias a los equipos de profesores que las integran. Hablamos no sólo de crecimiento único de cada escuela sino de un cambio completo de lo que se entiende que es el modelo de escuela: como se supone que tiene que ser el edificio, los horarios… Una buena noticia es que ahora mismo tengo señaladas otras 25 escuelas que están siendo pioneras con éxito en la forma de trabajar, lo que hace que el modelo siga creciendo y mejorando.

Incluso se ha atrevido a formular un decálogo que invita al docente a diseñar a través de sencillos pasos un aula innovadora, ¿cuál ha sido la respuesta de los alumnos?

Se entiende que cuando entramos a ése aula, lo que tenemos que hacer es empezar a trabajar y no sentarnos a trabajar. Y es que muchas veces hablamos del espacio con demasiada poca seriedad. El tema del espacio como el tercer profesor está surgiendo ahora mismo en nuestro país. Si cambias un poco el espacio mejoras el aprendizaje y  si haces cambios en su concepción regulas la conducta de lo que pasa en él, porque si yo invito a los docentes a que sólo pueden transmitir desde un sitio determinado del aula lo que hago es liberarla y dejarla para trabajar, porque los alumnos tienen que hacer algo.Parece un cambio muy sencillo, pero resulta radicalmente distinto a llegar a una clase y esperar sentado y en silencio a que alguien me diga lo que hacemos hoy o escuchar al profesor durante la próxima media hora.

Si cambias un poco el espacio mejoras el aprendizaje y si haces cambios en su concepción regulas la conducta de lo que pasa en él

Fuente de la entrevista: http://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/alfredo-hernando-la-escuela-estar-conectada-entorno-buscar-exito-alumnos/35768.html

Fuente de la imagen: http://www.educaciontrespuntocero.com/wp-content/uploads/2016/05/Captura-de-pantalla-2013-09-18-a-las-10.27.07-1115493_630x210-500×167.png

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Camilla Croso: «Fortalecer los sistemas públicos de educación y garantizar la gratuidad educativa son las únicas maneras de superar las desigualdades y discriminaciones estructurales de nuestras sociedades

Por ALER

En el marco de la movilización regional que impulsa la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) “¡Financien lo Justo!: Por una educación pública y gratuita para todas y todos”, la Asociación Latinoamericana de Educación y Comunicación Popular (ALER) realiza entrevistas para discutir los retos y avances en el financiamiento educativo de América Latina y el Caribe.

En ese contexto, ALER dialogó con Camilla Croso, coordinadora general de la CLADE y presidenta de la Campaña Mundial por la Educación, quien subraya los mensajes clave y demandas principales de dicha movilización, por la cual se insta los Estados de la región a que cumplan sus compromisos con el financiamiento de la Agenda de Educación 2030 y la realización de las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 4, referido a la educación, destinando el 6% de su Producto Interno Bruto (PIB) y el 20% de su presupuesto público total a la educación pública.

Croso señaló, asimismo, la importancia del financiamiento educativo público para garantizar la gratuidad de la educación y asegurar su calidad. “El lucro en la educación no es compatible con el derecho a la educación. Como el lucro es un fin en sí mismo, no hay compromiso de sectores que se orientan por el lucro con la igualdad, ni con la equidad, o la formación ciudadana”.

La coordinadora general de la CLADE también aborda la labor de incidencia promovida por la Campaña y redes de organizaciones de la sociedad civil aliadas, ante las Naciones Unidas y los gobiernos nacionales de la región, con miras a presionar por una mayor inversión en la educación pública. Comenta, además, la importancia de la lucha de la sociedad civil por la justicia fiscal y tributaria, destacando que mucho del dinero que se podría destinar a la educación pública hoy se pierde por prácticas de evasión fiscal o políticas tributarias que favorecen a las personas más ricas y las grandes empresas, en detrimento de los derechos de la mayoría de la población.

Escuche a continuación la entrevista completa.

Entrevista: ALER – María Cianci Bastidas
Producción: CLADE – Fabiola Munhoz y Samuel Grillo
Transcripción: CLADE- Marina González y Samuel Grillo

Fuente: http://semanalatinoamericana.campanaderechoeducacion.org/index.php/noticias/regional/95-fortalecer-los-sistemas-publicos-de-educacion-y-garantizar-la-gratuidad-educativa-son-las-unicas-maneras-de-superar-las-desigualdades-y-discriminaciones-estructurales-de-nuestras-sociedades

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