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Entrevista Isabel Grana Gil: «La escuela se está quedando muy sola»

19 Febrero 2017/Fuente: diariodesevilla/Autor: Encarna Maldonado

  • Isabel Grana inició en 2001 en la Universidad de Málaga, junto a Carmen Sanchidrián y Francisco Martín Zúñiga, el estudio de la depuración de los profesores durante el franquismo.
  • El equipo ha revisado 2.445 expedientes de docentes de institutos de toda España que fueron investigados por el régimen para comprobar si eran afectos al sistema.
  • El 27% de ellos fueron sancionados, algunos, como Antonio Machado, incluso después de muertos. También ha analizado la depuración en las escuelas normales que formaban a los maestros a través de vías alternativas, porque esos archivos han desaparecido.

-¿Qué significa para un país depurar a sus maestros?

-Significa poner en tela de juicio su esencia y su historia, porque la educación es la transmisión de los valores que tenemos no sólo como personas, sino como unidad nacional.

-Ha estudiado durante años cómo el franquismo investigó a los profesores de instituto y de las escuelas normales que formaban a los maestros. ¿Qué es lo que más le ha impactado?

-Muchas cosas. De hecho, hemos dejado esta investigación por salud mental. Ya no podíamos más. Me ha llamado la atención el expediente a una profesora sancionada porque su marido era manifiestamente republicano. Finalmente la confirmaron con los mismos argumentos porque al ser mujer de tenía, como buena esposa, que seguir a su marido y hacer lo que él dijera. Otra profesora fue sancionada primero por la República por ser de derechas y católica. Al comenzar la Guerra Civil el Gobierno republicano también depuró porque no quería profesores que no fueran de su cuerda. Sin embargo, al terminar la guerra volvió a ser sancionada por haberse quedado en la zona republicana. Acabó en un sanatorio psiquiátrico.

-¿Maestros y profesores siempre bajo sospecha?

-Gil de Zárate, director general de enseñanza a mitad del siglo XIX, dijo en el Congreso: «Admitámoslo, quien controla la educación controla el país». Si te fijas, en Europa, donde no hay fronteras y donde las leyes permiten la libre circulación de estudiantes universitarios, cada país sigue teniendo leyes educativas propias, porque la identidad de un país se transmite a través de la educación obligatoria.

-¿Sigue el pulso Iglesia- Estado?

-Sí. La Iglesia se encargó de la formación hasta la mitad del siglo XIX cuando se conformaron los estados nación y los gobiernos quisieron el control de la educación. La Iglesia se negaba porque suponía perder influencia, y hasta hoy.

-¿Cuál es el problema actual de la enseñanza?

-Ser analfabeto ahora no es no saber leer y escribir, sino no saber interpretar lo que se lee y escribe. Nos falta que todos esos analfabetos dejen de serlo. Necesitamos una educación crítica que enseñe a pensar y es complicado sobre todo porque la escuela en este momento se está quedando muy sola. Las redes sociales, que tienen cosas buenas, aquí no hacen ningún favor. Si un niño lee algo en una red social y el maestro le dice lo contrario, él cree lo que ha leído en internet. La autoridad de la escuela se ha difuminado. Antes lo que decía un maestro iba a misa, ahora los padres le dicen al maestro lo que tiene que hacer. Por ejemplo, hay un movimiento contra los deberes.

-¿Es un desafío a la autoridad del maestro?

-De alguna manera. No quiero decir que los niños deban hacer cuatro horas de deberes al día pero tampoco los padres tenemos que decir a los maestros qué tienen que hacer.

-El fondo, entonces, es falta de reconocimiento social.

-La falta de reconocimiento está ahí. Aquí todo el mundo entiende de educación. El padre dice qué tiene que hacer el maestro, los niños deciden si el maestro tiene o no razón y la sociedad socava su autoridad, pero luego la culpa de todos los males sociales la tiene la escuela. Además, el niño está cinco de 24 horas en la escuela y, sinceramente, no se le puede pedir tanta responsabilidad. Los encargados de la educación son las familias. La escuela está apara ayudar.

-Los malos resultados que obtenemos en PISA, ¿deben preocupar?

-Sí, sobre todo porque las diferencias dentro de España son enormes. Madrid y Castilla y León son de los primeros de Europa, mientras Andalucía está casi a la cola.

-¿Esa heterogeneidad tiene razones socioeconómicas o políticas?

-¡Ojalá lo supiera!, aunque creo que responde sobre todo a diferencias socioeconómicas. Navarra tenía un 50% de alfabetización cuando en Andalucía íbamos por el 10%. La mitad de la población del País Vasco y Navarra va a la universidad y en Andalucía no pasamos del 25%. Ese lastre lo llevamos. Además, al tener más problemas socioeconómicos la comunidad andaluza tiene que hacer un esfuerzo mayor en el nivel primario de la educación, mientras otras comunidades ponen el esfuerzo en secundaria y la universidad.

-Un rector acusado de plagio, un catedrático condenado por abuso… ¿Qué pasa en la universidad?

-Empieza a resquebrajarse su prestigio… Pero si ciertas cosas, que posiblemente siempre han ocurrido, salen ahora a la luz es porque la universidad se ha democratizado y se ha hecho más transparente.

Fuente de la entrevista: http://www.diariodesevilla.es/entrevistas/escuela-quedando-sola_0_1109889033.html

Fuente de la imagen: http://images.diariodesevilla.es/2017/02/17/entrevistas/escuela-quedando-sola_1109899049_65191332_667x375.jpg

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Entrevista a Anita Román: «El Mineduc debe tener una matrona en todos los colegios»

América del Sur/Chile/19 Febrero 2017/Fuente y Autor: cnnchile

Durante el 2016, la cifra de embarazos adolescentes en Chile disminuyó en un 18%. A raíz de esto, en entrevista con CNN Chile, la presidenta del Colegio de Matronas de Chile, Anita Román, comentó que «debemos sentirnos orgullosos como país», y agregó que esto fue un trabajo de 10 años.

La experta indicó que la cifra ha mejorado bastante desde el año 2006, donde se hizo un estudio que mostró que la situación era crítica. «Era tan grave el asunto que llegamos a asistir a niñas que a los 15 años ya tenían su segundo hijo», informó. 

Dentro de los factores que influyeron en esta baja, Román señaló que luego de esta situación crítica «el Ministerio de Salud dio las primeras señales de hacer una política en serio para este tema», y recalcó que «el paradigma que hay que cambiar es que la mirada que se tienen hoy en día de la sexualidad del adolescente, no es la misma que tenemos los no adolescentes», ya que «el promedio de inicio de la actividad sexual es desde los 14 años».

Por otro lado, enfatizó que «Si en Chile hay 200.020 partos, hay que pensar que por lo menos hay 20 mil partos de niñas adolescentes». 

Además, la experta aseguró que las responsabilidades recaen en la educación sexual ya que «El Ministerio de Educación tiene y debe tener en todos los colegios una matrona o un matrón, porque la educación la hace el profesor, pero la entrega de los métodos anticonceptivos por ley lo hacen los matrones y los médicos».

Ver la entrevista: https://youtu.be/4-mvalF-I68

Fuente de la entrevista: http://www.cnnchile.com/noticia/2017/02/17/pdta-del-colegio-de-matronas-el-mineduc-debe-tener-una-matrona-en-todos-los

Fuente de la imagen: http://img.emol.com/2015/05/18/anita-roman15189-l0x0_16523.jpg

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Alexandra Elbakyan: «Es cierto, robo a los editores para darselos a los científicos»

Roma /smoda.elpais.com
Como cualquier pirata informático que se respete, no deja huellas y huye de los focos. La Robin Hood de la ciencia internacional tiene 28 años, se llama Alexandra Elbakyan, es de origen kazajo y licenciada en informática. Y, sobre todo, es una pirata informática que lucha por el libre acceso universal a los estudios científicos, y está considerada la heredera de Aaron Swartz, el cofundador de Reddit.

Cinco gigantes editoriales —Reed Elsevier, Spring, Wiley, Blackwell, Sage y Taylor&Francis— publican la mitad de los estudios realizados en todas las universidades del mundo. Y los blindan, como “sheriffs de Nottingham”, dice, tras costosas barreras de pago —hasta 40 dólares por artículo—que impiden la consulta a estudiantes e investigadores sin recursos. La solución que Alexandra lanzó en 2011 es Sci-Hub.cc: un sitio que ofrece gratis todo tipo de estudios. Ahora la revista Nature, a pesar de que en teoría es su enemiga, la ha incluido en la lista de las 10 personas más importantes para la ciencia en 2016.

Pregunta: ¿Cómo nació Sci-Hub?

Respuesta: En 2009, para hacer mi tesis, tenía que consultar una treintena de estudios. Todos eran de pago, con el acostumbrado precio medio de 30 dólares cada uno. Era demasiado para mí, así que me dirigí a la Red: ya había descargado gratis libros técnicos de páginas piratas y pensaba que podría hacer lo mismo con los estudios. En realidad no era tan fácil. Me encontré con una comunidad de piratas, donde me explicaron cómo evitar las barreras de pago. Y en un par de años lancé Sci-Hub.

P: ¿Cómo funciona?

R: Si introduces el código identificativo del estudio que necesitas, Sci-Hub lo busca en la base de datos LibGen, que contiene ya 62 millones de estudios piratas. Si el estudio todavía no está allí, lo recuperamos del sitio al que pertenece utilizando las credenciales de investigadores que las han puesto a nuestra disposición.

P: Hay quien sostiene que está perjudicando a la ciencia: el dinero que recaudan los editores científicos sería vital para el sistema.

R: Es falso. Desde luego, publicar un estudio tiene costes, pero muchos de los autores no ganan nada, se conforman con el prestigio de las revistas. Hay incluso estudios de hace 10 o 20 años que todavía hoy solo se pueden consultar previo pago. ¿Cómo es posible? La verdad es que los beneficios obtenidos mediante el acceso restringido son mucho más elevados de lo que sería necesario para cubrir los costes de publicación: solo Elsevier gana aproximadamente 130 millones al año.

P: ¿Cuál es la reacción de los científicos ante su trabajo?

R: Ninguno se ha quejado de que sus estudios estuvieran disponibles en Sci-Hub. Al contrario, se reconoce lo que hacemos, que beneficia también a la Universidad. Incluso la de Harvard, la más rica del mundo, ha admitido que ya no puede hacer frente a los precios que imponen los editores para que sus investigadores puedan acceder a los artículos.

P: ¿Cuál es su límite?

R: Sobre todo en los meses en que los accesos crecieron más, el sitio se caía por el exceso de tráfico, hasta el punto de que algunos me pidieron que ofreciera un acceso de pago a Sci-Hub para limitar el número de usuarios. Me pareció algo muy irónico.

P: ¿Cómo se defenderá de los pleitos de los editores?

R: Mis servidores están en Rusia. En Estados Unidos no tengo nada, de modo que no hay nada de qué incautarse.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2017/02/06/ciencia/1486399819_243966.html

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“Sin las familias y la comunidad no puede hacerse buena escuela” Entrevista al sociólogo Jordi Collet

Europa/España/18 Febrero 2017/Autor: Pau Rodriguez/Fuente: Diario la Educación 

Entrevista al sociólogo Jordi Collet, que con Antoni Tort publica el libro ‘Familias, escuela y comunidad’: «Las familias no deben ponerse en el diseño metodológico de la escuela, pero sí que lo tienen que conocer».

Se empieza discutiendo sobre el papel de las familias en la escuela de sus hijos y se acaba defendiendo la implicación de todo el territorio en el modelo educativo. Así avanza esta entrevista al sociólogo Jordi Collet, y así se desarrolla el libro que ha escrito con el pedagogo Antoni Tort -ambos de la Universidad de Vic-, Escuela, familias y comunidad, coeditado por El Diari de lEducació -junto con Octaedro-, y que a partir de hoy podrán recibir todos los suscriptores.

En el libro identifica diferentes tipos de familias: las visibles, invisibles y las hipervisibles. ¿A qué se refiere?

Nos referimos a que las diferentes familias tienen voces, presencias y visibilidades desiguales que hay que tener muy en cuenta. Por ejemplo, esto ocurre en las relaciones informales en la escuela, pero también en las participaciones en las AMPA o los consejos escolares, la investigación ha detectado que se dan procesos de colonización. Es decir, que puede haber escuelas con un 90% de familias recién llegadas pero que al AMPA sólo tienen adultos blancos y autóctonos. Hay familias que tienen mucha voz y mucha visibilidad -incluso son hipervisibles- y los hay que no tienen -invisibles-, y la escuela debe ser consciente de qué familias tiene y qué le llegan y pensar en cómo hacerla más participativa y democrática con todos. Porque si no recurrirá al tópico: “Hay familias -invisibles- que no vienen porque no les interesa”. Y no es verdad.

Muchas familias migrantes no se acercan a la escuela porque no entienden el idioma. Esto lo explican muchos maestros.

Y no sólo el idioma, sino los códigos informales. A las familias de clase media los es más fácil. Pero si vengo de fuera hay pautas culturales que desconozco, y que pueden marcar mi relación con el tutor. Estas son las familias invisibles; las visibles suelen ser de clase media.

¿A qué relaciones te refieres cuando hablas de códigos informales?

En la relación entre tú, maestro, y yo, padre o madre. ¿Te he de dar la mano? ¿Dos besos? ¿Tratarte de usted? Todo esto, si no lo sé, me aleja de ti. Es lógico. Para algunas familias chinas la maestra es una figura muy reputada, y en muchas ocasiones se pueden preguntar quién son ellos para atreverse a decirle según qué. Para entenderlo de una manera global, a veces utilizamos una metáfora: la escuela es como un país donde hay gente que llega con pasaporte y otros son extranjeros y no conocen sus mecanismos de participación, las tareas, los códigos …

¿Qué puede hacer una escuela o un instituto para implicar a las familias? Sobre todo aquellas que le son invisibles.

Lo primero que tiene que hacer, como siempre, es hacerse la pregunta. Y a partir de aquí, hay muchos campos donde avanzar: desde la página web -quién la hace, a qué responde, quién entra…- hasta revisar las entrevistas y reuniones con los padres y madres. En la universidad siempre decimos que es importante que los maestros comiencen las entrevistas con tres cosas positivas de cada niño, porque si no los hay que acaban convirtiéndose en un auténtico interrogatorio. Debemos ser conscientes de que las familias son diversas y desiguales y buscar las formas de eliminar los elementos y barreras de incomprensión mutua.

Si tuvieras que resumir por qué la participación familiar es importante para un centro educativo, ¿qué dirías?

Las familias son parte de la solución: sin ellas y sin la comunidad no puede haber una buena escuela. Si excluyes la familia, dejas fuera uno de los actores principales de la educación. Si hay escuelas es porque hay familias que tienen hijos -cuando no tienen, se cierran escuelas, como hemos visto-. El origen de esto tiene que ver con la historia de la escuela, que en España se remonta al siglo XIX con la ley Moyano, que construye un sistema educativo que se opone a las formas de socialización de las familias, al considerar -seguramente con razón- que educaban mal a los niños. Para ello se creó una escuela para las masas que fuera cerrada, con especialistas dentro para educar a los niños. Pero eso construyó una “gramática escolar” profunda que ahora nos cuesta mejorar. Por ejemplo: arquitectónicamente en las escuelas no hay salas para las familias. ¿Dónde esperan cuando van a una entrevista con el tutor de tus hijos?

¿Depende…?

En muchos casos estorbas, en el pasillo… La escuela no está pensada para la comunidad educativa, sino para los niños y maestros. Pero con las diferentes familias implicadas, la escuela es mejor. Y con la comunidad, también. Cuanto más alejadas están las familias, sobre todo las de clases populares y las recién llegadas, más propensión hay al fracaso. La participación de las familias vulnerables facilita el éxito escolar de todo el mundo. Por lo tanto, es también una cuestión de desigualdades, que sólo se subvierte si el sistema educativo se hace estas preguntas y da respuestas inclusivas.

¿Hay casos de escuelas que hayan conseguido hacer participar a las familias menos visibles?

Claro. ¡Por suerte cada día más! Lo hacen sabiendo que cuanto más normas haya y cuanto más inflexibles y más cerradas sean, menos participarán las familias alejadas. Debemos construir una “gramática blanda” de la escuela: con porosidad, espacios y momentos de encuentro… Hacer que la relación sea fácil. Hay ejemplos. La entrada a la escuela, en vez de ser a las 9 en punto, podría ser durante un margen de quince minutos, para que los maestros salgan fuera, las familias entren en el aula… Así estableces un espacio de diálogo y comunicación, aunque sea informal. Quizás, si las madres tuvieran este tiempo para comentarte cosas, luego a las 17  no habrá líos en el WhatsApp [ríe]. También hay casos donde las familias participan en la evaluación de la escuela, porque es necesario que nos digan cómo la ven, y casi siempre lo hacen en positivo pero con ideas de mejora.

Aun así, cuando planteamos la implicación de padres y madres en la escuela sólo nos viene a la cabeza, de entrada, el AMPA y las extraescolares. ¿Por qué?

Por las relaciones de poder que se dan dentro de la escuela, La pregunta es: ¿cómo construir un gobierno de la escuela más democrático? Que implique más presencia y más responsabilidades compartidas de docentes, niños, familias y comunidad. Si no, nos puede pasar como con la participación ciudadana: que a las familias sólo los dejaremos escoger los colores del banco del patio.

Así pues, ¿deberían poder tomar parte del diseño del modelo educativo?

La ley dice que deben poder participar en el proceso educativo de sus hijos, estar informadas y tener un lugar en los espacios de gobierno del centro. Deben poder colaborar, pero no desde una perspectiva de poder en que uno dice al otro lo que tiene que hacer. A veces, en una entrevista, el maestro le dice a la familia: “Lo que deberían hacer en casa es…”. Hombre, no.

También ocurre al revés: familias que dicen al maestro que tiene que hacer.

Exacto, lo mismo. Y en ambos casos se genera un conflicto. Por eso la escuela debe evolucionar hacia ser un espacio democrático. Y eso no quiere decir que todo el mundo decida sobre todo. Las familias no deben ponerse en el diseño metodológico y educativo, pero sí que lo han de conocer y se ha de explicar. Hay elementos que, además, permiten buscar acuerdos, como es el caso de los deberes, que implican a familia, maestro y niño. Tiene que haber un lugar y un reconocimiento de voz, de capacidades, de saberes y de poderes para todos.

¿Ha detectado si cada vez más las familias quieren decidir sobre todo lo que pasa dentro del aula? Algunos maestros lo manifiestan.

Sobre todo las de clase media. Cuando esto ocurre, tienes dos respuestas: cerrarles la puerta o atender la demanda latente de estas familias, que no es otra que la de tener un lugar en la escuela. Si a esa familia “pesada”, que todo el día agobia, le das un lugar, le dices con hechos que es importante para el centro, esto se acaba.

Jordi Collet / © Sandra Lázaro García

Entre los debates escolares que más afectan a las familias hemos citado los deberes. Hay otro: los horarios. ¿Deben poder decir algo?

¡Es clave! La escuela condiciona enormemente los horarios de las familias. Debemos evitar lo ocurrido en secundaria, donde de nuevo el 80% de los centros deciden unilateralmente que hacen horario de mañana. ¿Y las diferentes familias? ¿Y los adolescentes y sus diferentes realidades? Esto no lo pueden decidir los institutos o la Consejería solos. Ante medidas como estas hay casos como los de Olot o Granollers, donde se plantea, con estas u otras palabras, un modelo de escuela a tiempo completo. Es decir, donde hay un trabajo en red para coordinar los horarios de todas las educaciones en función de las necesidades de los alumnos y las realidades familiares, escolares, deportivas, musicales…

¿Una escuela es como es en función de las familias que tiene?

No sólo… La tarea de los profesionales es muy importante. Son una pieza clave. Hay institutos o escuelas que tienen una población muy similar y unos resultados y una tasa de fracaso muy diferente.

Este año Generalitat y Síndic de Greuges (Defensor del Pueblo) han puesto en marcha un principio de acuerdo para combatir la segregación escolar. ¿Las familias han de implicarse a la hora de reducir esta lacra?

Todo el mundo se debería implicar: el Departamento de Enseñanza, los municipios, la inspección, las escuelas… Y las familias. El problema es que en un contexto de casi mercado como el que tenemos, por más actuaciones que hagas para combatir la segregación, creo que nunca podrás luchar por completo contra la voluntad de las clases medias de escoger centro, porque tienen voz y voto. En mi opinión, lo que hay que hacer es desactivar las lógicas que rigen la actual elección de escuela, y en esta línea hice una propuesta para seguir pensando: que cada municipio o territorio -de entre 20.000 y 50.000 habitantes- tenga una sola escuela: la escuela-municipio.

Esto me lo tendrás que desarrollar un poco…

En un territorio de 20.000 habitantes tienes una escuela municipal, que está ubicada en diferentes edificios, y donde se agrupan los profesionales en función de diferentes criterios; docentes que, además, ya no son de una sola escuela, sino que son del territorio. Así la escuela trabaja con todo el municipio, con el museo, el teatro, el centro cívico, el horno, el taller mecánico, el estudio de arquitectura… Mi propuesta es pensar en una sola escuela-municipio, pero en realidad haciendo que las escuelas sean equivalentes, como ha propuesto recientemente Barcelona. ​​Y desactivas la elección. Es un poco lo que pasa en Finlandia.

Estaríamos hablando de municipalizar la educación.

Sí, está vinculado a este debate. Tú apuntas a la escuela-municipio, y luego ya verás cómo se agrupan. Desactivas el núcleo y la lógica del problema, que es la elección en un contexto como el nuestro, que es de casi-mercado.

¿Cómo encaja en este modelo la concertada?

No lo tengo resuelto. Pero en el debate sobre la pública-concertada también nos tenemos que poner de forma seria, porque está mal resuelto. Es un debate donde todos se sienten agraviados: la concertada porque está infrafinanciada y por eso las familias tienen que pagar, porque sus maestros hacen más horas; la pública, porque la concertada tiene menos alumnado recién llegado y de clases populares, etc…. Hay que resolver de manera positiva, y creo que la municipalización de la educación tal vez podría ayudar.

Volviendo al papel de las familias en la segregación. ¿Hay una parte de responsabilidad que debe recaer sobre ellas? Los estudios dicen que las familias huyen de las escuelas más estigmatizadas.

Cada vez más familias de clase media tienen las bases materiales de su bienestar en el conocimiento. En este sentido, la educación lo es todo para ellos. Si vivimos en un mundo de competición global donde cada persona se tiene que construir un proyecto personal competitivo, la elección de escuela deviene determinante para tus hijos. ¿Por qué hay gente dispuesta a mentir para ir a una escuela? ¿A exagerar una celiaquía? La sociología dice que la gente se adapta a las reglas del juego; y si estas son de competición y distinción, las familias juegan a ello. Pero, en mi opinión, no se trata de culpabilizar. A nadie. Desde la sociología, de lo que se trata, es de atacar las lógicas de fondo, las que nos llevan a la competición.

El libro habla de escuela, familia… Y comunidad. ¿Qué es la comunidad?

Tiene que ver con el ayuntamiento, que todavía tiene poco papel en la educación formal pero mucho a lo largo de la vida -cuna, adultos, PFI, apoyo escolar…-. También con las familias, con el territorio y la distribución urbanística, etc. Y con todas las educaciones que son tan importantes para la socialización: con el deporte, el ocio, la música, el arte, las lenguas, internet… Y los vecinos y las asociaciones, claro.

A menudo se invoca la participación de la comunidad de forma genérica en la educación, pero ¿es posible hacer que todos estos agentes tomen parte del día a día de una escuela o de un instituto?

Por suerte hay cada día más territorios, rurales o urbanos, que avanzan hacia aquí. Tiene que ver con las ciudades educadoras, los planes educativos de entorno, con los proyectos educativos de ciudad, las zonas educativas, las zonas educativas rurales, etc. Debemos coordinar y poner en plural las educaciones. ¿Quién lleva la educación de 0 a 3 años? ¿Y los comedores? ¿Y las extraescolares? ¿Quién accede a las escuelas de música del municipio? Las clases populares, no mucho. Con los idiomas, lo mismo. Si las viejas desigualdades estaban vinculadas a la obtención de un título, las nuevas tienen que ver con todo lo que le rodea. Y aquí los municipios tienen, además de incumbencia como en lo educativo, competencias y capacidades para hacer mucho como demuestran día a día decenas de territorios en todo el país.

Las llamadas oportunidades educativas.

Exacto. Los ayuntamientos deben pensar de los 0 a los 100 años una oferta educativa potente, de servicio público y bien financiada también para romper desigualdades. ¿Por qué los niños y niñas de clases populares en mi barrio con la flauta dulce en la escuela y los otros con la flauta travesera en la escuela de música y la orquesta de turno? Esto se debe resolver, y se debe hacer desde la comunidad.

En Girona algunos profesores de escuelas de música daban clase en escuelas, dentro del plan de entorno municipal.

Acercar la comunidad y las oportunidades educativas en la escuela es una opción muy interesante. Cuando dices a una madre que vaya a aprender el idioma en el centro cívico quizás no va, pero si le dices que venga a la escuela, quizá sí. ¿Por qué la música en la escuela no la puede hacer la escuela de música para todos? ¿Y el deporte? ¿Por qué la escuela es un espacio cerrado? En Badia del Vallés en la etapa 0-3 trabajan conjuntamente pediatría, guardería, espacios familiares, ayuntamiento… En Hospitalet hacen redes educativas 0-6. En Berga se promueven acciones para conciliar horarios laborales y familiares. En Sabadell se hace el programa ciudad-escuela. En Barcelona el programa Éxito. El trabajo de comunidad educativa a los pequeños municipios… Y así mil ejemplos en todo el país. ¡Al final estamos hablando de hacer las cosas en común y para todos! Construir lógicas diferentes, entender que todo el territorio es educador, preguntarnos cómo hacer de la piscina municipal -que es un espacio muy educativo- un lugar para todos, donde participen las familias. ¡La idea de fondo, en realidad, no es otra que hacer las cosas juntos! Cómo educar juntos y juntas en un proyecto socializador potente a lo largo y ancho de la vida sin barreras para nadie.

Estamos hablando de un cambio cultural, de concepción de qué es la educación.

En estos momentos a nivel global imperan dos lógicas. Una es la neoliberal: para tener escuelas mejores, tienen que competir. Aquí estarían los casos de Inglaterra o Suecia con las free schools. La otra es la neoconservadora, que tiene que ver con la idea de control: lo que deben hacer las escuelas es lo que dice el Gobierno. A veces estas lógicas están entrelazadas y se retroalimentan. Pero lo que vemos con la investigación es que ninguna de las dos funciona a medio plazo. ¿Qué podemos contraponer a esto? El hacerlo juntos. Comunizar las educaciones. La UNESCO dice que la educación es un bien común. Pues comunicémoslo. Este verbo nos permite construir otra lógica, que se puede ver aplicada a diferentes niveles: en el plano municipal en el trabajo en red, pero también en el trabajo en los claustros -trabajamos juntos, en vez de hacerlo por separado de manera aislada-, también en el aula, donde hacemos que los alumnos cooperen, aprendan a construir conocimiento ya crecer juntos, como ocurre en fuerza escuelas, en algunos institutos, en las escuelas de segunda oportunidad, en las guarderías, las escuelas de personas adultas… Hacemos escuela juntos con las familias y la comunidad. Si cosemos todas estas actuaciones, si las conectan, estaremos trenzando una lógica alternativa. Es la idea del co-munitzar: co-construir escuelas, co-producir conocimiento, co-educar (en el sentido de la “mirada violeta” que propone la Marina Subirats) y también de educar juntas personas diferentes, co-gobernar- de manera más democrática, convivir… y sin olvidar la lucha constante contra las desigualdades y por una igualdad de oportunidades para todos.

Jordi Collet / © Sandra Lázaro García
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Entrevista a Shirley Campbell Bar. «No éramos negros hasta que entramos en contacto cono los Europeos, Éramos solo personas»

Por: Javier Bragado. El Norte de Castilla. 17/02/2017

Shirley Campbell Bar es una costarricense culta de maneras pausadas y suaves. Hasta que le cuestionan por la situación de los afrodescendientes, los negros que en Latinoamérica sufren como minoría en una zona pobre del mundo. Entonces alza la voz porque surge su vertiente activista, la que se apoya en sus facetas como poeta y como antropóloga para ilustrar la realidad de su cultura. Entre pausas resuena su mensaje y sus ojos transmiten con energía el papel asumido por aquellos que no pueden. Encadena su discurso de reflexiones, toma aire y atruena con la fuerza de sus argumentos y el poder de su narración a través de la palabra, heredera de su poema ‘Rotundamente negra’, que ha conectado con la realidad de su continente más allá de las razas.

Usted da conferencias a lo largo del mundo como la que ofreció en La Casa de América de Madrid como poeta, antropóloga y activista, pero ¿Cuál es su faceta principal?

Creo que al final yo como mujer afrodescendiente tengo una responsabilidad que cumplir. Yo no llegué aquí sola. Tengo el don de la palabra y tengo que usarla para beneficio de quienes me trajeron hasta aquí. Yo hago activismo a través de la poesía. Esa soy yo: mujer negra activista y poeta.

Ha elegido el activismo a través del campo más minoritario de la literatura: la poesía. ¿Es más difícil transmitir su mensaje con versos?

Depende. Hoy reconozco que tengo un don; no siempre lo reconocí de esa forma. No sólo tengo el don de poder escribir sino también el don de poder decir mi poesía, que no todo el mundo lo tiene. Uno escoge los espacios en donde quiere moverse. Yo un día escogí ser poeta para los pueblos a quienes represento. Los temas míos son importantes… para mí es muy importante el tema de la autoestima, que ha sido tan manoseado en los pueblos afrodescendientes. Es importante mi poesía porque es importante que una mujer negra esté hablando de las mujeres negras. Para los niños es importante ver figuras arriba que se sientan orgullosas de quienes somos, de donde venimos y a donde nos dirigimos.

“Las mujeres negras necesitan sentir que su imagen es una imagen que se valora porque nadie nunca se lo dijo”

Ha publicado cuatro libros pero es principalmente conocida por ‘Rotundamente negra’, un poema que reivindica el orgullo del negro. ¿Qué siente al ver que es tan popular?

Las mujeres lo tomaron como propio. Es maravilloso y muy emotivo ver cómo está en camisetas, bolsos, en los emblemas de las asociaciones de afroadescendientes, en telenovelas populares… está aquí mismo en España en catalán en un proyecto con mujeres dominicanas. En Brasil, que es una lengua diferente, lo corean. ¿Sabe qué significa eso? Que las mujeres están sedientas de sentirse valoradas. Las mujeres negras necesitan sentir que su imagen es una imagen que se valora porque nadie nunca se lo dijo. Nadie les dijo que es una imagen hermosa. Tenemos que desaprender las ideas que nos impusieron, yo no puedo darle la espalda a eso. Nosotros no tenemos muchos poetas, en mi país se pueden contar con estos cuatro dedos, en América Latina somos pocos. Uno no le puede dar la espalda a los pueblos a los que uno representa; eso se llama traición. No creo que tenga derecho. Estoy levantada sobre los hombros de mis ancestros. El don que tengo lo tengo que utilizar para los que me trajeron y vienen atrás.

Campbell, en la Casa América de Madrid.
Campbell, en la Casa América de Madrid.

¿Por qué en Estados Unidos hay movimientos y defensa en favor de los negros y en el resto de América Latina no ha surgido algo igual?

Tiene que ver con un problema estructural de las poblaciones negras en América Latina. No es que Estados Unidos no lo tenga, que lo tuvo, pero favoreció mucho la lucha de los derechos civiles en los años sesenta y eso favoreció la apertura en diversos medios que nosotros tardíamente no es están llegando. Efectivamente, si bien hay y no voy a decir que no existan desde hace mucho tiempo, sin embargo habemus pocas poetas que tomamos como bandera el tema de la literatura como instrumento de reivindicación. Por eso son importantes todas las iniciativas. De todas formas, en los últimos tiempos hubo más iniciativas. Ha habido globalización en todas los aspectos, nos hemos conocido. Hemos conocido que las luchas son las mismas en toda América Latina, que nuestros países son los mismos con unas pocas diferencias por los números.

“Habemus pocas poetas que tomamos como bandera el tema de la literatura como instrumento de reivindicación”

Yo soy antropóloga y trabajo en otras cosas también. Sin embargo, el arte como arte es una cosa fantástica. No es folclore es arte. Tenemos una tradición oral milenaria, es una cosa que tenemos que reivindicar y poner al servicio de nuestros pueblos como cantos de libertad.

El problema es que la cultura negra no ha sido transmitida por los afrodescendientes en América Latina. ¿Conseguirán conservarla?

Es una de las banderas, de mi trabajo. Tenemos que contar nuestra propia historia, nosotros estamos atrás. En Estados Unidos ellos tienen una producción fabulosa intelectual, con todos los problemas que tienen. A nosotros todavía nos falta mucho. La tradición oral es complicada. Es valiosísima porque es por ella que estamos vivos, pero el riesgo es que se va a perder si no hacemos una sistematización, si no la ponemos en libros o en diferentes tipos de producción que se puedan tocar para que no se pierda. Es uno de los retos en esta década de los afrodescendientes: recuperar esa sabiduría que no va a estar ahí siempre. Nosotros somos los llamados a poner toda esa sabiduría al servicio de nuestros pueblos y no sólo eso, sino exigir un reconocimiento en la construcción de las identidades nacionales porque en América Latina los negros están ahí. Son los afrodescendientes, siempre han estado ahí y no necesariamente las cultural nacionales reconocen esa producción folclórica o cultural como parte del acervo de los países. Es un reto. Eso es una producción valiosísima no solo para el acervo.

¿Por qué ha ocurrido?

Hemos contribuido de manera justa pero no se nos ha reconocido. Eso es parte de lo que tenemos que hacer. Estamos llamados a contar nuestra propia historia, hemos sido contados por otros. La historia la cuentan los vencedores, ya los sabemos, y no hemos sido contados de manera justa. Para eso tenemos el obstáculo de que somos pobres y no tenemos el mismo acceso a esa misma producción. Lo sé por experiencia personal. Mi trabajo, lo digo con mucho orgullo pero con mucha tristeza, también se ha diseminado por América Latina a través de la oralidad porque alguien leyó un poema mío y fue y lo dijo. Yo he ido a comunidades remotas en Ecuador y me dicen: ‘Guau, usted es la del poema’. Ellas nunca tuvieron un libro en su mano, nunca, pero saben el poema.

“Nosotros estamos arrinconados en los pueblos más pobres, en al periferia y es difícil acceder”

Le debo a la oralidad, pero no es justo y no está bien. No soy la única. En mi país hay cuatro publicados, pero hay otros que están intentando publicar. Esto tiene que ver con la marginalidad estructural de nuestros países. Nosotros estamos arrinconados en los pueblos más pobres, en al periferia y es difícil acceder a esos medios que son propiedad de una élite. La tradición oral es importante pero no podemos quedarnos con la oralidad como algo en sí mismo. Tiene que estar en blanco y negro para que llegue a la mayor cantidad de gente posible porque pertenece a la identidad nacional, no es del pueblo negro. Nosotros hemos contribuido a construir la identidades nacionales de nuestros países.

En Occidente no se asocia el hombre negro a América, salvo por Estados Unidos. ¿Se sienten olvidados?

Yo conozco la historia y la situación, pero obviamente uno no lo nota tanto de la posición en que hoy vengo, pero es la realidad. Hay una palabra me gusta mucho. Hemos sido ‘invisibilizados’. Yo vivo en Estados Unidos, en Nueva York. Nosotros no existimos, los afroamericalatinos no existimos, pero eso está cambiando lentamente.

Campbell posa en Casa América.
Campbell posa en Casa América.

Cuando digo que soy de Costa Rica la gente se sorprende. ¿Cómo Costa Rica? La gente me ve y nadie se imagina que soy de América Latina. Se imaginan que soy del Caribe o de cualquier país africano porque la ignorancia puede más que cualquier cosa. Cuando les hablo en español hasta me dicen ‘guau, que bien que habla español’. La gente no asocia el tema de los negros con América Latina, los latinos tienen un fenotipo que no va con el mío. Tiene que ver obviamente con que la migración de los afroamericanos es más reciente que las de Estados Unidos o incluso en Europa, entonces la gente la gente tiene la figura que los latinos no son como yo. Esto es ‘invisibilización’. Los mismos latinos me ven a mí y asumen que soy de cualquier otra parte que no es América Latina, se asombran cuando sabemos que hay 200 millones de afrodescendientes que se reconocen como tales. Están los otros que no se reconocen, pero que se ven como yo. Al final es esa c’ histórica. Por eso hablamos fuerte, por eso levanto la voz, porque estoy hablando por quienes no pueden hablar porque están atrás y yo si puedo hablar.

¿Qué opciones una mujer negra hoy en América?

Más que las que tuvo mi abuela, pero la opción es seguir luchando. La ventaja que tenemos hoy es que ahora nos reconocemos, sabemos dónde estamos, que estamos en todos los países de América Latina y que podemos darnos las manos. Hace 20 años no sabíamos que había negros en Argentina, pensábamos que no había negros en México, que en Paraguay no había negros o en Chile. Ahora sabemos que estábamos en todas partes. ¿Por qué no habrían de haber, si fuimos esclavos en todas partes? Esa es la gran pregunta que hoy nos hacemos.

La opción es ir ganando espacios. Es una opción triste porque eso no es justo, no es justo que tengamos que luchar por una culpa que no tenemos, no es justo que tengamos que estar luchando por un pecado que no cometimos porque a nuestros pueblos les cuesta mucho reconocer el pecado original. Mi hermana (Epsy), que es la que es parlamentaria (fue candidata a presidenta de Costa Rica), lo que le ha costado es que en el mismo país en que uno vive le cuestionan cómo es que puede hablar por su país. Yo soy tan costarricense como cualquiera, nací en este suelo y tengo el derecho de hablar, pero todavía en la parte de atrás de su cabeza o en la de adelante tiene el hecho de que al final lo ven a uno como que uno pertenece. Infelizmente no pertenecemos a ninguna parte.

Lo que está claro es que se enorgullecen de usar la palabra negro, término que en Europa se emplea generalmente como insulto y en España no se usa por el concepto actual de lo políticamente correcto. En cambio, los negros sí pueden emplear su palabra con orgullo. ¿Por qué no se adopta en general en ese sentido?

“Si me da la gana ser negra lo soy y como nací siendo negra me gusta ser negra porque me tuve que defender muchas veces porque negro era para insultarme”

Es una lucha ganada. Ahora somos negros, afrodescendientes, pero yo reivindico la palabra negro porque nos la ganamos a pesar de que fue una palabra impuesta. Como siempre decimos, no éramos negros hasta que entramos en contacto con los europeos, éramos sólo personas y nos convertimos en negros al contacto con los europeos y tomó una significación negativa que hasta hoy no se ha limpiado. Sin embargo, crecí siendo negra con todo lo que eso implica. Ha habido toda una resignificación del término que hoy yo reclamo porque yo me llamo como me da la gana. Yo no quiero ser nombrada. Yo decido nombrarme. Si me da la gana ser afrodescendiente lo soy, si me da la gana ser negra lo soy y como nací siendo negra me gusta ser negra porque me tuve que defender muchas veces por ser negra porque negro era para insultarme. En el proceso nos fuimos ganando el término. Sí, soy negro, ¿y qué? Soy negra y a mucha honra.

Campbell, tras la entrevista en Casa América.
Campbell, tras la entrevista en Casa América.

Por último, ¿qué significa ser ‘rotundamente negra’? ¿Cuál es el mensaje de su poema?

Ser rotundamente negra es ser rotundamente yo, la persona que yo quiero ser, la persona que construí para ser, la persona que tiene una historia que viene mucho más atrás de 500 años. Ser rotundamente negra es ser lo que me da la gana, lo que decido ser. Ser rotundamente hermosa o no serlo pero esa hermosura no está solamente en mis rasgos físicos como persona, está también en mi historia en lo que quiero enseñarle a mis hijos. Ya yo vi mi poema de ‘rotundamente negro’, recientemente vi un poema que lo adaptaron para el día del indígena. Eso me llena de un gran orgullo, aunque honestamente no lo hice pensando en eso porque cuando uno escribe sólo escribe con un sentimiento, pero nunca piensa a dónde va a llegar el poema.

Ser rotundamente negra significa ser lo que quiero ser. Rotundamente ser lo que tengo derecho a ser. Ser hermosa o no, pero ser yo y que me permitan ser yo, no tener que estar explicando siempre por qué tengo, qué tengo, de dónde vengo, para dónde voy… Yo soy lo que soy y ya, porque a nadie más le piden explicaciones de quién es. A mí siempre me cuestionan porque no pertenezco, porque soy siempre una extranjera aunque llegué hace 300 años, aunque llegué hace 100 años o el año pasado. Soy lo que soy y lo que decido ser.

Fuente: http://www.elnortedecastilla.es/internacional/america-latina/201701/29/eramos-negros-hasta-entramos-20170129014913-rc.html

Fotografía: J. R. Ladra

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Marcos Garasa: «Hoy, la innovación educativa no se limita a los congresos, está en las redes sociales»

Marcos Garasa fue profesor, después se hizo consultor y formador de profesores y ahora ha vuelto al aula «porque la echaba de menos». Claro que su aula es universitaria, en el máster de profesorado de la pública Rey Juan Carlos de Madrid. Garasa también se encarga de asesorar a los profesores que quieran presentarse al IV concurso Proyecta Innovación, que organiza la Plataforma Proyecta, el espacio educativo de la Fundación Amancio Ortega y la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre. El plazo termina el día 20 de abril.

-¿Qué puede aportar a los profesores que quieran presentarse al concurso Proyecta Innovación?

-La visión de 360 grados de haber estado en el aula, coordinando proyectos y gestionándolos y ahora en la consultoría. A veces ocurre que se prepara algo con la visión de túnel del aula, y debe hacerse algo más profundo y no solo con el objetivo inmediato de los alumnos de una clase.

-Ha sido jurado de los premios Proyecta Innovación. ¿Qué destacaría de las propuestas que vio?

-El valor de los profesores para hacer cosas nuevas. He visto cosas que no había pensado que se hiciesen en Galicia. En centros rurales o de villas pequeñas se hacen proyectos fantásticos.

-¿Hacia dónde va la innovación?

-Creo que es una mezcla de trabajo por proyectos, gammificación (que no es otra cosa que psicología aplicada para motivar al alumno) y uso de la tecnología para cosas como la Flipped Classroom. A veces pienso que somos con un disyóquey, que la valía está en administrar correctamente todos nuestros recursos.

-¿Qué importancia tienen las nuevas tecnologías?

-No podemos decir nuevas tecnologías, porque ya no lo son. La tecnología debe ser transparente, líquida, que nos permita realizar tareas de una manera ágil y rápida, sin notarlo. En los últimos años el hardware ha evolucionado muchísimo, pero también ha cambiado el software. Hoy hay programas buenísimos para hacer de todo. Los profesores deben utilizar la tecnología como un medio, como en su vida personal. Pero creo que en general la competencia digital docente hay que mejorarla un poco.

-Usted siempre habla del trabajo en red, de compartir experiencias y aprendizaje.

-Es lo primero que les digo cuando doy un curso a profesores. La endogamia de los centros se debe a que no se abren las ventanas, y si lo hiciésemos veríamos cosas maravillosas. En las redes hay un mundo fantástico para colaborar y crear conjuntamente. Antes ibas a un congreso y es donde coincidías con otros profesores e intercambiabas ideas y experiencias. Ahora, toda la innovación se mueve en la redes sociales, el enjambre del que ya hablaba Jean Piaget.

-¿Una experiencia gallega se puede trasladar a Andalucía?

-Es que creo que no depende del profesor, sino del proceso de aprendizaje, y los jóvenes aprenden igual en todas partes.

-¿Qué le diría a quienes critican las innovaciones en la escuela?

-Que la clase magistral no hay que abandonarla. La clase tradicional y la memorización del alumno son muy necesarias, hacen falta, pero la cuestión es que no son suficientes, no producen aprendizaje significativo. Lo que ocurre es que los profesores llevamos trescientos años de trayectoria academicista y nos cuesta dejarla. Pero si lo haces, las expectativas se ven recompensadas tan rápidamente que cuando se prueba uno no vuelve atrás.

-¿Cómo se da el salto de lo tradicional a la innovación?

-Formándose, mirando a otros…, aunque creo que sería muy interesante que una vez se pase media vida útil del profesor [risas], este pueda disponer de dos años para investigar, para salir del aula y analizarlo todo. Cambiaría su práctica docente, ya que el flujo del río de la clase muchas nos impide reflexionar.

-¿Necesitan más tiempo para el estudio los maestros?

-Defiendo que en vez de tres convenios como hay, de la pública, privada y concertada, haya solo uno que contemple 20 horas semanales de docencia y 10 para diseñar experiencias. Si tienes 28 horas semanales de docencia, tutoría y guardias es imposible hacerlo.

-¡No lo es si desaparece tu tiempo libre! Los profesores invierten muchas horas de su vida privada en eso.

-Sí, es cierto, es cierto.

-¿Defiende la creación de un MIR de profesores para formar a los maestros y no «dejarlos solos ante el peligro»?

-¡Me alegra que me hagas esa pregunta! [risas] Cuando yo terminé la carrera, Filología inglesa, era un técnico muy cualificado pero nadie me había enseñado a dar clase. Una asignatura de tres meses y seis días de práctica no sirven para nada. Profesores de la Universidad Rey Juan Carlos estamos pensando en crear un máster de profesorado que sea realmente un MIR: uno o dos años de práctica en las clases con docentes y que el alumno pase por todos los cursos de infantil y primaria, un Practicum verdaderamente serio, que se complete con formación en educación emocional y tecnología. Todavía estamos lejos de conseguirlo, pero es uno de nuestros objetivos.

Fuente:http://www.lavozdegalicia.es/noticia/educacion/2017/02/16/marcos-garasa/00031487263717833526427.htm

Imagen: www.lavozdegalicia.es/sc/x/default/2017/02/16/00121487279763552294755/Foto/z16f7005.jpg

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Pedagogía de la ternura, la que enseña a los niños a confiar en sí mismos

La educadora cubana Lidia Turner Martí opina que es un momento ideal para el movimiento pedagógico latinoamericano

Lidia Turner Martí es una pedagoga cubana con tantos títulos y trayectoria académica en su haber que demandaría varias líneas presentarla. Sin embargo, tiene una habilidad que la diferencia de inmediato de otros pensadores de la educación: logra decir de la manera más simple y emotiva las reflexiones más profundas. Habla así de escuchar a los niños y jóvenes, de dar lugar a la creatividad en las aulas y de algo más hermoso todavía: de la pedagogía de la ternura.

Doctora en ciencias pedagógicas, profesora de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona (Cuba) y autora de numerosos libros y publicaciones, Lidia Turner Martí pasó por Rosario en la semana en que la ciudad le rindió un homenaje al Che en el 85º aniversario de su nacimiento, con una serie de actividades organizadas por el Centro de Estudios Latinoamericanos Ernesto Che Guevara (Celche).

La entrevista se da luego de una larga jornada para esta educadora —que pisa los 80— de encuentros, presentaciones de libros y charlas con jóvenes y maestros. Nada le impide ser generosa con el tiempo y hablar de qué se trata eso de unir educación y ternura en un libro, del momento fantástico que vive Latinoamérica para que los educadores se encuentren en un gran movimiento, y de paso de compartir alguna anécdota de su oficio docente.

—Además de un libro de su autoría, ¿a qué más llama “pedagogía de la ternura”?

—Hemos llamado así a la base de la pedagogía martiana. Es decir, desde hace años estamos investigando, analizando, todas las obras de José Martí (escritor y patriota cubano) para extraer de ahí su teoría. El escribió pero no publicó un libro sobre teoría pedagógica. Las ideas fundamentales de su pensamiento están en cómo trabajar con un ser humano al que estamos educando, para que pueda sacar lo mejor de sí en su proceso de formación. Esa es la síntesis. Estamos probando su obra en la práctica, con niños, en las clases, con maestros o en actividades entre escolares de América latina. La respuesta es la que nos dice si es correcta, si realmente es la que nos da su fruto.

—¿Qué encontraron en común esas pruebas y ensayos sobre la pedagogía de la ternura?

—Lo común es que los niños, los adolescentes y jóvenes tienen tantas potencialidades que pueden desarrollar y que muchas veces pasan por la escuela y no las desarrollan. En este último libro que estamos editando sobre “Educación y ternura”, destinado a los docentes y padres, decimos que hay una obra importante que hacer y es la de trabajar bien con los niños todas sus posibilidades. Otra cosa que es común aquí es que los dejemos hacer. Es decir, que si piensan algo, que lo escriban; si quieren decir algo, que lo digan. Es la única manera de ayudar a su desarrollo pleno. Y algo muy importante que es acostumbrar a los niños a que confíen en sus posibilidades. Pensemos en esta clasificación, que a veces hacemos, de aventajados o no aventajados, del que sabe o no sabe. Por el contrario, esta pedagogía va dirigida a la confianza del ser humano en sí mismo, desde las primeras edades; eso le da una gran fortaleza para avanzar en la vida. Hemos tomado también el pensamiento de avanzada de Latinoamérica, donde tenemos tantos grandes pedagogos.

—¿De alguna manera propone recuperar el pensamiento latinoamericano en materia de pedagogía?

—Claro, en una charla reciente mencioné a uno muy importante: Simón Rodríguez. Hay que conocerlo, pero también tenemos que unirles otros tantos como Gabriela Mistral o el mismo Maestro Iglesias. En Cuba, estamos investigando y analizando sus aportes a la educación, porque es con ellos con quienes se enriquece. Y ese es el movimiento que debemos desarrollar: tomar nuestra visión pedagógica progresista y enriquecerla con la actual.

—Y de los maestros actuales, ¿qué rescata?

—El espíritu de innovación. Martí decía que en los maestros “crear” era la palabra de los jóvenes, igual que buscar cosas nuevas, nuevas formas y siempre innovar. Pero también eso lo dijo Simón Rodríguez con su “inventamos o erramos”. Es decir, esa idea debe darse con la creatividad, el niño y el maestro. Simón Rodríguez afirmaba que hay que enseñar a los niños a ser preguntones porque si no lo son se pueden convertir en estúpidos, en charlatanes que repiten lo que les dicen. Eso hoy tiene una vigencia tremenda. Creo que la pedagogía actual está en tomar al niño, al adolescente no como objeto, sino como un sujeto que actúa, que aprende y al que hay que escuchar. La demanda de la educación actual pasa porque aprendan por sí mismos, que no aprendan sólo porque les enseñan sino que puedan apropiarse de formas para aprender.

—Latinoamérica está viviendo un momento muy interesante de cambios políticos, con Venezuela, Ecuador, Bolivia, Brasil, Uruguay y la Argentina, entre otros países. ¿Cómo formar un movimiento pedagógico que los aproveche?

—Este momento es muy importante para la unidad de los educadores. Existe una organización que se creó en “Pedagogía 90” (congreso internacional) a solicitud de varios países y que es la Asociación de Educadores de Latinoamérica y el Caribe (Aelac), que ahora debe cobrar mucha más vida porque tenemos las condiciones para eso. Hay que dialogar, discutir, pasarnos experiencias de un país a otro. Esas son las primeras cosas que nos debemos los educadores. Es un momento ideal para ganar en intercambio.

—¿Qué la unió a la educación?

—Cuando estudiaba yo no pensaba en ser maestra. Llegué a dar clases por una necesidad. En esa época si no trabajaba no podía estudiar (antes de la Revolución). Por ahí llegué a la docencia, trabajando en una escuela con niños de primero y segundo grados. Pero después que se ha trabajado con niños ya no los puedes dejar. Soy de las que piensa que la vocación no nace con la gente, sino que se hace con la práctica. Ya hace 40 años que enseño en la Universidad de Ciencias Pedagógicas de La Habana y no lo dejaría por nada. Uno siente el gusto de compartir, de influir sobre todo en los jóvenes.

—Si tuviera que elegir una anécdota que la haya unido a la educación, ¿con cuál se quedaría?

—Tengo un montón. Pero si tuviera que elegir, diría que una de las grandes emociones de mi vida fue y es que cada vez que estoy en lugares diferentes, en la propia Cuba o en el extranjero, y que puedo tener alguna dificultad o problema que resolver, el que me ha salvado en ese momento es un antiguo alumno. Es verdad que llevo como 60 años dando clases, pero hay momentos que estoy en un lugar, que no sé que hacer y es ahí cuando alguien me dice: “Profesora, ¿le pasa algo?” o surge esa pregunta: “Profesora, ¿usted se acuerda de mí?”. También me ha ocurrido estar en un aeropuerto y que alguien se me acerque y me diga: “Yo fui su alumno”. Cuando eso ocurre, a un maestro le reafirma lo grande que es su labor. Volvería a ser docente, maestra si tuviera que escogerlo. Porque es con el vínculo con el ser humano y con la comunicación con lo que uno puede ayudar. Me parece que esa es la alegría que sienten los educadores.

Fuente: http://www.lacapital.com.ar/pedagogia-la-ternura-la-que-ensena-los-ninos-confiar-si-mismos-n1237384.html

Fotografía: H.Rio

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