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“Sin las familias y la comunidad no puede hacerse buena escuela” Entrevista al sociólogo Jordi Collet

Europa/España/18 Febrero 2017/Autor: Pau Rodriguez/Fuente: Diario la Educación 

Entrevista al sociólogo Jordi Collet, que con Antoni Tort publica el libro ‘Familias, escuela y comunidad’: «Las familias no deben ponerse en el diseño metodológico de la escuela, pero sí que lo tienen que conocer».

Se empieza discutiendo sobre el papel de las familias en la escuela de sus hijos y se acaba defendiendo la implicación de todo el territorio en el modelo educativo. Así avanza esta entrevista al sociólogo Jordi Collet, y así se desarrolla el libro que ha escrito con el pedagogo Antoni Tort -ambos de la Universidad de Vic-, Escuela, familias y comunidad, coeditado por El Diari de lEducació -junto con Octaedro-, y que a partir de hoy podrán recibir todos los suscriptores.

En el libro identifica diferentes tipos de familias: las visibles, invisibles y las hipervisibles. ¿A qué se refiere?

Nos referimos a que las diferentes familias tienen voces, presencias y visibilidades desiguales que hay que tener muy en cuenta. Por ejemplo, esto ocurre en las relaciones informales en la escuela, pero también en las participaciones en las AMPA o los consejos escolares, la investigación ha detectado que se dan procesos de colonización. Es decir, que puede haber escuelas con un 90% de familias recién llegadas pero que al AMPA sólo tienen adultos blancos y autóctonos. Hay familias que tienen mucha voz y mucha visibilidad -incluso son hipervisibles- y los hay que no tienen -invisibles-, y la escuela debe ser consciente de qué familias tiene y qué le llegan y pensar en cómo hacerla más participativa y democrática con todos. Porque si no recurrirá al tópico: “Hay familias -invisibles- que no vienen porque no les interesa”. Y no es verdad.

Muchas familias migrantes no se acercan a la escuela porque no entienden el idioma. Esto lo explican muchos maestros.

Y no sólo el idioma, sino los códigos informales. A las familias de clase media los es más fácil. Pero si vengo de fuera hay pautas culturales que desconozco, y que pueden marcar mi relación con el tutor. Estas son las familias invisibles; las visibles suelen ser de clase media.

¿A qué relaciones te refieres cuando hablas de códigos informales?

En la relación entre tú, maestro, y yo, padre o madre. ¿Te he de dar la mano? ¿Dos besos? ¿Tratarte de usted? Todo esto, si no lo sé, me aleja de ti. Es lógico. Para algunas familias chinas la maestra es una figura muy reputada, y en muchas ocasiones se pueden preguntar quién son ellos para atreverse a decirle según qué. Para entenderlo de una manera global, a veces utilizamos una metáfora: la escuela es como un país donde hay gente que llega con pasaporte y otros son extranjeros y no conocen sus mecanismos de participación, las tareas, los códigos …

¿Qué puede hacer una escuela o un instituto para implicar a las familias? Sobre todo aquellas que le son invisibles.

Lo primero que tiene que hacer, como siempre, es hacerse la pregunta. Y a partir de aquí, hay muchos campos donde avanzar: desde la página web -quién la hace, a qué responde, quién entra…- hasta revisar las entrevistas y reuniones con los padres y madres. En la universidad siempre decimos que es importante que los maestros comiencen las entrevistas con tres cosas positivas de cada niño, porque si no los hay que acaban convirtiéndose en un auténtico interrogatorio. Debemos ser conscientes de que las familias son diversas y desiguales y buscar las formas de eliminar los elementos y barreras de incomprensión mutua.

Si tuvieras que resumir por qué la participación familiar es importante para un centro educativo, ¿qué dirías?

Las familias son parte de la solución: sin ellas y sin la comunidad no puede haber una buena escuela. Si excluyes la familia, dejas fuera uno de los actores principales de la educación. Si hay escuelas es porque hay familias que tienen hijos -cuando no tienen, se cierran escuelas, como hemos visto-. El origen de esto tiene que ver con la historia de la escuela, que en España se remonta al siglo XIX con la ley Moyano, que construye un sistema educativo que se opone a las formas de socialización de las familias, al considerar -seguramente con razón- que educaban mal a los niños. Para ello se creó una escuela para las masas que fuera cerrada, con especialistas dentro para educar a los niños. Pero eso construyó una “gramática escolar” profunda que ahora nos cuesta mejorar. Por ejemplo: arquitectónicamente en las escuelas no hay salas para las familias. ¿Dónde esperan cuando van a una entrevista con el tutor de tus hijos?

¿Depende…?

En muchos casos estorbas, en el pasillo… La escuela no está pensada para la comunidad educativa, sino para los niños y maestros. Pero con las diferentes familias implicadas, la escuela es mejor. Y con la comunidad, también. Cuanto más alejadas están las familias, sobre todo las de clases populares y las recién llegadas, más propensión hay al fracaso. La participación de las familias vulnerables facilita el éxito escolar de todo el mundo. Por lo tanto, es también una cuestión de desigualdades, que sólo se subvierte si el sistema educativo se hace estas preguntas y da respuestas inclusivas.

¿Hay casos de escuelas que hayan conseguido hacer participar a las familias menos visibles?

Claro. ¡Por suerte cada día más! Lo hacen sabiendo que cuanto más normas haya y cuanto más inflexibles y más cerradas sean, menos participarán las familias alejadas. Debemos construir una “gramática blanda” de la escuela: con porosidad, espacios y momentos de encuentro… Hacer que la relación sea fácil. Hay ejemplos. La entrada a la escuela, en vez de ser a las 9 en punto, podría ser durante un margen de quince minutos, para que los maestros salgan fuera, las familias entren en el aula… Así estableces un espacio de diálogo y comunicación, aunque sea informal. Quizás, si las madres tuvieran este tiempo para comentarte cosas, luego a las 17  no habrá líos en el WhatsApp [ríe]. También hay casos donde las familias participan en la evaluación de la escuela, porque es necesario que nos digan cómo la ven, y casi siempre lo hacen en positivo pero con ideas de mejora.

Aun así, cuando planteamos la implicación de padres y madres en la escuela sólo nos viene a la cabeza, de entrada, el AMPA y las extraescolares. ¿Por qué?

Por las relaciones de poder que se dan dentro de la escuela, La pregunta es: ¿cómo construir un gobierno de la escuela más democrático? Que implique más presencia y más responsabilidades compartidas de docentes, niños, familias y comunidad. Si no, nos puede pasar como con la participación ciudadana: que a las familias sólo los dejaremos escoger los colores del banco del patio.

Así pues, ¿deberían poder tomar parte del diseño del modelo educativo?

La ley dice que deben poder participar en el proceso educativo de sus hijos, estar informadas y tener un lugar en los espacios de gobierno del centro. Deben poder colaborar, pero no desde una perspectiva de poder en que uno dice al otro lo que tiene que hacer. A veces, en una entrevista, el maestro le dice a la familia: “Lo que deberían hacer en casa es…”. Hombre, no.

También ocurre al revés: familias que dicen al maestro que tiene que hacer.

Exacto, lo mismo. Y en ambos casos se genera un conflicto. Por eso la escuela debe evolucionar hacia ser un espacio democrático. Y eso no quiere decir que todo el mundo decida sobre todo. Las familias no deben ponerse en el diseño metodológico y educativo, pero sí que lo han de conocer y se ha de explicar. Hay elementos que, además, permiten buscar acuerdos, como es el caso de los deberes, que implican a familia, maestro y niño. Tiene que haber un lugar y un reconocimiento de voz, de capacidades, de saberes y de poderes para todos.

¿Ha detectado si cada vez más las familias quieren decidir sobre todo lo que pasa dentro del aula? Algunos maestros lo manifiestan.

Sobre todo las de clase media. Cuando esto ocurre, tienes dos respuestas: cerrarles la puerta o atender la demanda latente de estas familias, que no es otra que la de tener un lugar en la escuela. Si a esa familia “pesada”, que todo el día agobia, le das un lugar, le dices con hechos que es importante para el centro, esto se acaba.

Jordi Collet / © Sandra Lázaro García

Entre los debates escolares que más afectan a las familias hemos citado los deberes. Hay otro: los horarios. ¿Deben poder decir algo?

¡Es clave! La escuela condiciona enormemente los horarios de las familias. Debemos evitar lo ocurrido en secundaria, donde de nuevo el 80% de los centros deciden unilateralmente que hacen horario de mañana. ¿Y las diferentes familias? ¿Y los adolescentes y sus diferentes realidades? Esto no lo pueden decidir los institutos o la Consejería solos. Ante medidas como estas hay casos como los de Olot o Granollers, donde se plantea, con estas u otras palabras, un modelo de escuela a tiempo completo. Es decir, donde hay un trabajo en red para coordinar los horarios de todas las educaciones en función de las necesidades de los alumnos y las realidades familiares, escolares, deportivas, musicales…

¿Una escuela es como es en función de las familias que tiene?

No sólo… La tarea de los profesionales es muy importante. Son una pieza clave. Hay institutos o escuelas que tienen una población muy similar y unos resultados y una tasa de fracaso muy diferente.

Este año Generalitat y Síndic de Greuges (Defensor del Pueblo) han puesto en marcha un principio de acuerdo para combatir la segregación escolar. ¿Las familias han de implicarse a la hora de reducir esta lacra?

Todo el mundo se debería implicar: el Departamento de Enseñanza, los municipios, la inspección, las escuelas… Y las familias. El problema es que en un contexto de casi mercado como el que tenemos, por más actuaciones que hagas para combatir la segregación, creo que nunca podrás luchar por completo contra la voluntad de las clases medias de escoger centro, porque tienen voz y voto. En mi opinión, lo que hay que hacer es desactivar las lógicas que rigen la actual elección de escuela, y en esta línea hice una propuesta para seguir pensando: que cada municipio o territorio -de entre 20.000 y 50.000 habitantes- tenga una sola escuela: la escuela-municipio.

Esto me lo tendrás que desarrollar un poco…

En un territorio de 20.000 habitantes tienes una escuela municipal, que está ubicada en diferentes edificios, y donde se agrupan los profesionales en función de diferentes criterios; docentes que, además, ya no son de una sola escuela, sino que son del territorio. Así la escuela trabaja con todo el municipio, con el museo, el teatro, el centro cívico, el horno, el taller mecánico, el estudio de arquitectura… Mi propuesta es pensar en una sola escuela-municipio, pero en realidad haciendo que las escuelas sean equivalentes, como ha propuesto recientemente Barcelona. ​​Y desactivas la elección. Es un poco lo que pasa en Finlandia.

Estaríamos hablando de municipalizar la educación.

Sí, está vinculado a este debate. Tú apuntas a la escuela-municipio, y luego ya verás cómo se agrupan. Desactivas el núcleo y la lógica del problema, que es la elección en un contexto como el nuestro, que es de casi-mercado.

¿Cómo encaja en este modelo la concertada?

No lo tengo resuelto. Pero en el debate sobre la pública-concertada también nos tenemos que poner de forma seria, porque está mal resuelto. Es un debate donde todos se sienten agraviados: la concertada porque está infrafinanciada y por eso las familias tienen que pagar, porque sus maestros hacen más horas; la pública, porque la concertada tiene menos alumnado recién llegado y de clases populares, etc…. Hay que resolver de manera positiva, y creo que la municipalización de la educación tal vez podría ayudar.

Volviendo al papel de las familias en la segregación. ¿Hay una parte de responsabilidad que debe recaer sobre ellas? Los estudios dicen que las familias huyen de las escuelas más estigmatizadas.

Cada vez más familias de clase media tienen las bases materiales de su bienestar en el conocimiento. En este sentido, la educación lo es todo para ellos. Si vivimos en un mundo de competición global donde cada persona se tiene que construir un proyecto personal competitivo, la elección de escuela deviene determinante para tus hijos. ¿Por qué hay gente dispuesta a mentir para ir a una escuela? ¿A exagerar una celiaquía? La sociología dice que la gente se adapta a las reglas del juego; y si estas son de competición y distinción, las familias juegan a ello. Pero, en mi opinión, no se trata de culpabilizar. A nadie. Desde la sociología, de lo que se trata, es de atacar las lógicas de fondo, las que nos llevan a la competición.

El libro habla de escuela, familia… Y comunidad. ¿Qué es la comunidad?

Tiene que ver con el ayuntamiento, que todavía tiene poco papel en la educación formal pero mucho a lo largo de la vida -cuna, adultos, PFI, apoyo escolar…-. También con las familias, con el territorio y la distribución urbanística, etc. Y con todas las educaciones que son tan importantes para la socialización: con el deporte, el ocio, la música, el arte, las lenguas, internet… Y los vecinos y las asociaciones, claro.

A menudo se invoca la participación de la comunidad de forma genérica en la educación, pero ¿es posible hacer que todos estos agentes tomen parte del día a día de una escuela o de un instituto?

Por suerte hay cada día más territorios, rurales o urbanos, que avanzan hacia aquí. Tiene que ver con las ciudades educadoras, los planes educativos de entorno, con los proyectos educativos de ciudad, las zonas educativas, las zonas educativas rurales, etc. Debemos coordinar y poner en plural las educaciones. ¿Quién lleva la educación de 0 a 3 años? ¿Y los comedores? ¿Y las extraescolares? ¿Quién accede a las escuelas de música del municipio? Las clases populares, no mucho. Con los idiomas, lo mismo. Si las viejas desigualdades estaban vinculadas a la obtención de un título, las nuevas tienen que ver con todo lo que le rodea. Y aquí los municipios tienen, además de incumbencia como en lo educativo, competencias y capacidades para hacer mucho como demuestran día a día decenas de territorios en todo el país.

Las llamadas oportunidades educativas.

Exacto. Los ayuntamientos deben pensar de los 0 a los 100 años una oferta educativa potente, de servicio público y bien financiada también para romper desigualdades. ¿Por qué los niños y niñas de clases populares en mi barrio con la flauta dulce en la escuela y los otros con la flauta travesera en la escuela de música y la orquesta de turno? Esto se debe resolver, y se debe hacer desde la comunidad.

En Girona algunos profesores de escuelas de música daban clase en escuelas, dentro del plan de entorno municipal.

Acercar la comunidad y las oportunidades educativas en la escuela es una opción muy interesante. Cuando dices a una madre que vaya a aprender el idioma en el centro cívico quizás no va, pero si le dices que venga a la escuela, quizá sí. ¿Por qué la música en la escuela no la puede hacer la escuela de música para todos? ¿Y el deporte? ¿Por qué la escuela es un espacio cerrado? En Badia del Vallés en la etapa 0-3 trabajan conjuntamente pediatría, guardería, espacios familiares, ayuntamiento… En Hospitalet hacen redes educativas 0-6. En Berga se promueven acciones para conciliar horarios laborales y familiares. En Sabadell se hace el programa ciudad-escuela. En Barcelona el programa Éxito. El trabajo de comunidad educativa a los pequeños municipios… Y así mil ejemplos en todo el país. ¡Al final estamos hablando de hacer las cosas en común y para todos! Construir lógicas diferentes, entender que todo el territorio es educador, preguntarnos cómo hacer de la piscina municipal -que es un espacio muy educativo- un lugar para todos, donde participen las familias. ¡La idea de fondo, en realidad, no es otra que hacer las cosas juntos! Cómo educar juntos y juntas en un proyecto socializador potente a lo largo y ancho de la vida sin barreras para nadie.

Estamos hablando de un cambio cultural, de concepción de qué es la educación.

En estos momentos a nivel global imperan dos lógicas. Una es la neoliberal: para tener escuelas mejores, tienen que competir. Aquí estarían los casos de Inglaterra o Suecia con las free schools. La otra es la neoconservadora, que tiene que ver con la idea de control: lo que deben hacer las escuelas es lo que dice el Gobierno. A veces estas lógicas están entrelazadas y se retroalimentan. Pero lo que vemos con la investigación es que ninguna de las dos funciona a medio plazo. ¿Qué podemos contraponer a esto? El hacerlo juntos. Comunizar las educaciones. La UNESCO dice que la educación es un bien común. Pues comunicémoslo. Este verbo nos permite construir otra lógica, que se puede ver aplicada a diferentes niveles: en el plano municipal en el trabajo en red, pero también en el trabajo en los claustros -trabajamos juntos, en vez de hacerlo por separado de manera aislada-, también en el aula, donde hacemos que los alumnos cooperen, aprendan a construir conocimiento ya crecer juntos, como ocurre en fuerza escuelas, en algunos institutos, en las escuelas de segunda oportunidad, en las guarderías, las escuelas de personas adultas… Hacemos escuela juntos con las familias y la comunidad. Si cosemos todas estas actuaciones, si las conectan, estaremos trenzando una lógica alternativa. Es la idea del co-munitzar: co-construir escuelas, co-producir conocimiento, co-educar (en el sentido de la “mirada violeta” que propone la Marina Subirats) y también de educar juntas personas diferentes, co-gobernar- de manera más democrática, convivir… y sin olvidar la lucha constante contra las desigualdades y por una igualdad de oportunidades para todos.

Jordi Collet / © Sandra Lázaro García
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Entrevista a Shirley Campbell Bar. «No éramos negros hasta que entramos en contacto cono los Europeos, Éramos solo personas»

Por: Javier Bragado. El Norte de Castilla. 17/02/2017

Shirley Campbell Bar es una costarricense culta de maneras pausadas y suaves. Hasta que le cuestionan por la situación de los afrodescendientes, los negros que en Latinoamérica sufren como minoría en una zona pobre del mundo. Entonces alza la voz porque surge su vertiente activista, la que se apoya en sus facetas como poeta y como antropóloga para ilustrar la realidad de su cultura. Entre pausas resuena su mensaje y sus ojos transmiten con energía el papel asumido por aquellos que no pueden. Encadena su discurso de reflexiones, toma aire y atruena con la fuerza de sus argumentos y el poder de su narración a través de la palabra, heredera de su poema ‘Rotundamente negra’, que ha conectado con la realidad de su continente más allá de las razas.

Usted da conferencias a lo largo del mundo como la que ofreció en La Casa de América de Madrid como poeta, antropóloga y activista, pero ¿Cuál es su faceta principal?

Creo que al final yo como mujer afrodescendiente tengo una responsabilidad que cumplir. Yo no llegué aquí sola. Tengo el don de la palabra y tengo que usarla para beneficio de quienes me trajeron hasta aquí. Yo hago activismo a través de la poesía. Esa soy yo: mujer negra activista y poeta.

Ha elegido el activismo a través del campo más minoritario de la literatura: la poesía. ¿Es más difícil transmitir su mensaje con versos?

Depende. Hoy reconozco que tengo un don; no siempre lo reconocí de esa forma. No sólo tengo el don de poder escribir sino también el don de poder decir mi poesía, que no todo el mundo lo tiene. Uno escoge los espacios en donde quiere moverse. Yo un día escogí ser poeta para los pueblos a quienes represento. Los temas míos son importantes… para mí es muy importante el tema de la autoestima, que ha sido tan manoseado en los pueblos afrodescendientes. Es importante mi poesía porque es importante que una mujer negra esté hablando de las mujeres negras. Para los niños es importante ver figuras arriba que se sientan orgullosas de quienes somos, de donde venimos y a donde nos dirigimos.

“Las mujeres negras necesitan sentir que su imagen es una imagen que se valora porque nadie nunca se lo dijo”

Ha publicado cuatro libros pero es principalmente conocida por ‘Rotundamente negra’, un poema que reivindica el orgullo del negro. ¿Qué siente al ver que es tan popular?

Las mujeres lo tomaron como propio. Es maravilloso y muy emotivo ver cómo está en camisetas, bolsos, en los emblemas de las asociaciones de afroadescendientes, en telenovelas populares… está aquí mismo en España en catalán en un proyecto con mujeres dominicanas. En Brasil, que es una lengua diferente, lo corean. ¿Sabe qué significa eso? Que las mujeres están sedientas de sentirse valoradas. Las mujeres negras necesitan sentir que su imagen es una imagen que se valora porque nadie nunca se lo dijo. Nadie les dijo que es una imagen hermosa. Tenemos que desaprender las ideas que nos impusieron, yo no puedo darle la espalda a eso. Nosotros no tenemos muchos poetas, en mi país se pueden contar con estos cuatro dedos, en América Latina somos pocos. Uno no le puede dar la espalda a los pueblos a los que uno representa; eso se llama traición. No creo que tenga derecho. Estoy levantada sobre los hombros de mis ancestros. El don que tengo lo tengo que utilizar para los que me trajeron y vienen atrás.

Campbell, en la Casa América de Madrid.
Campbell, en la Casa América de Madrid.

¿Por qué en Estados Unidos hay movimientos y defensa en favor de los negros y en el resto de América Latina no ha surgido algo igual?

Tiene que ver con un problema estructural de las poblaciones negras en América Latina. No es que Estados Unidos no lo tenga, que lo tuvo, pero favoreció mucho la lucha de los derechos civiles en los años sesenta y eso favoreció la apertura en diversos medios que nosotros tardíamente no es están llegando. Efectivamente, si bien hay y no voy a decir que no existan desde hace mucho tiempo, sin embargo habemus pocas poetas que tomamos como bandera el tema de la literatura como instrumento de reivindicación. Por eso son importantes todas las iniciativas. De todas formas, en los últimos tiempos hubo más iniciativas. Ha habido globalización en todas los aspectos, nos hemos conocido. Hemos conocido que las luchas son las mismas en toda América Latina, que nuestros países son los mismos con unas pocas diferencias por los números.

“Habemus pocas poetas que tomamos como bandera el tema de la literatura como instrumento de reivindicación”

Yo soy antropóloga y trabajo en otras cosas también. Sin embargo, el arte como arte es una cosa fantástica. No es folclore es arte. Tenemos una tradición oral milenaria, es una cosa que tenemos que reivindicar y poner al servicio de nuestros pueblos como cantos de libertad.

El problema es que la cultura negra no ha sido transmitida por los afrodescendientes en América Latina. ¿Conseguirán conservarla?

Es una de las banderas, de mi trabajo. Tenemos que contar nuestra propia historia, nosotros estamos atrás. En Estados Unidos ellos tienen una producción fabulosa intelectual, con todos los problemas que tienen. A nosotros todavía nos falta mucho. La tradición oral es complicada. Es valiosísima porque es por ella que estamos vivos, pero el riesgo es que se va a perder si no hacemos una sistematización, si no la ponemos en libros o en diferentes tipos de producción que se puedan tocar para que no se pierda. Es uno de los retos en esta década de los afrodescendientes: recuperar esa sabiduría que no va a estar ahí siempre. Nosotros somos los llamados a poner toda esa sabiduría al servicio de nuestros pueblos y no sólo eso, sino exigir un reconocimiento en la construcción de las identidades nacionales porque en América Latina los negros están ahí. Son los afrodescendientes, siempre han estado ahí y no necesariamente las cultural nacionales reconocen esa producción folclórica o cultural como parte del acervo de los países. Es un reto. Eso es una producción valiosísima no solo para el acervo.

¿Por qué ha ocurrido?

Hemos contribuido de manera justa pero no se nos ha reconocido. Eso es parte de lo que tenemos que hacer. Estamos llamados a contar nuestra propia historia, hemos sido contados por otros. La historia la cuentan los vencedores, ya los sabemos, y no hemos sido contados de manera justa. Para eso tenemos el obstáculo de que somos pobres y no tenemos el mismo acceso a esa misma producción. Lo sé por experiencia personal. Mi trabajo, lo digo con mucho orgullo pero con mucha tristeza, también se ha diseminado por América Latina a través de la oralidad porque alguien leyó un poema mío y fue y lo dijo. Yo he ido a comunidades remotas en Ecuador y me dicen: ‘Guau, usted es la del poema’. Ellas nunca tuvieron un libro en su mano, nunca, pero saben el poema.

“Nosotros estamos arrinconados en los pueblos más pobres, en al periferia y es difícil acceder”

Le debo a la oralidad, pero no es justo y no está bien. No soy la única. En mi país hay cuatro publicados, pero hay otros que están intentando publicar. Esto tiene que ver con la marginalidad estructural de nuestros países. Nosotros estamos arrinconados en los pueblos más pobres, en al periferia y es difícil acceder a esos medios que son propiedad de una élite. La tradición oral es importante pero no podemos quedarnos con la oralidad como algo en sí mismo. Tiene que estar en blanco y negro para que llegue a la mayor cantidad de gente posible porque pertenece a la identidad nacional, no es del pueblo negro. Nosotros hemos contribuido a construir la identidades nacionales de nuestros países.

En Occidente no se asocia el hombre negro a América, salvo por Estados Unidos. ¿Se sienten olvidados?

Yo conozco la historia y la situación, pero obviamente uno no lo nota tanto de la posición en que hoy vengo, pero es la realidad. Hay una palabra me gusta mucho. Hemos sido ‘invisibilizados’. Yo vivo en Estados Unidos, en Nueva York. Nosotros no existimos, los afroamericalatinos no existimos, pero eso está cambiando lentamente.

Campbell posa en Casa América.
Campbell posa en Casa América.

Cuando digo que soy de Costa Rica la gente se sorprende. ¿Cómo Costa Rica? La gente me ve y nadie se imagina que soy de América Latina. Se imaginan que soy del Caribe o de cualquier país africano porque la ignorancia puede más que cualquier cosa. Cuando les hablo en español hasta me dicen ‘guau, que bien que habla español’. La gente no asocia el tema de los negros con América Latina, los latinos tienen un fenotipo que no va con el mío. Tiene que ver obviamente con que la migración de los afroamericanos es más reciente que las de Estados Unidos o incluso en Europa, entonces la gente la gente tiene la figura que los latinos no son como yo. Esto es ‘invisibilización’. Los mismos latinos me ven a mí y asumen que soy de cualquier otra parte que no es América Latina, se asombran cuando sabemos que hay 200 millones de afrodescendientes que se reconocen como tales. Están los otros que no se reconocen, pero que se ven como yo. Al final es esa c’ histórica. Por eso hablamos fuerte, por eso levanto la voz, porque estoy hablando por quienes no pueden hablar porque están atrás y yo si puedo hablar.

¿Qué opciones una mujer negra hoy en América?

Más que las que tuvo mi abuela, pero la opción es seguir luchando. La ventaja que tenemos hoy es que ahora nos reconocemos, sabemos dónde estamos, que estamos en todos los países de América Latina y que podemos darnos las manos. Hace 20 años no sabíamos que había negros en Argentina, pensábamos que no había negros en México, que en Paraguay no había negros o en Chile. Ahora sabemos que estábamos en todas partes. ¿Por qué no habrían de haber, si fuimos esclavos en todas partes? Esa es la gran pregunta que hoy nos hacemos.

La opción es ir ganando espacios. Es una opción triste porque eso no es justo, no es justo que tengamos que luchar por una culpa que no tenemos, no es justo que tengamos que estar luchando por un pecado que no cometimos porque a nuestros pueblos les cuesta mucho reconocer el pecado original. Mi hermana (Epsy), que es la que es parlamentaria (fue candidata a presidenta de Costa Rica), lo que le ha costado es que en el mismo país en que uno vive le cuestionan cómo es que puede hablar por su país. Yo soy tan costarricense como cualquiera, nací en este suelo y tengo el derecho de hablar, pero todavía en la parte de atrás de su cabeza o en la de adelante tiene el hecho de que al final lo ven a uno como que uno pertenece. Infelizmente no pertenecemos a ninguna parte.

Lo que está claro es que se enorgullecen de usar la palabra negro, término que en Europa se emplea generalmente como insulto y en España no se usa por el concepto actual de lo políticamente correcto. En cambio, los negros sí pueden emplear su palabra con orgullo. ¿Por qué no se adopta en general en ese sentido?

“Si me da la gana ser negra lo soy y como nací siendo negra me gusta ser negra porque me tuve que defender muchas veces porque negro era para insultarme”

Es una lucha ganada. Ahora somos negros, afrodescendientes, pero yo reivindico la palabra negro porque nos la ganamos a pesar de que fue una palabra impuesta. Como siempre decimos, no éramos negros hasta que entramos en contacto con los europeos, éramos sólo personas y nos convertimos en negros al contacto con los europeos y tomó una significación negativa que hasta hoy no se ha limpiado. Sin embargo, crecí siendo negra con todo lo que eso implica. Ha habido toda una resignificación del término que hoy yo reclamo porque yo me llamo como me da la gana. Yo no quiero ser nombrada. Yo decido nombrarme. Si me da la gana ser afrodescendiente lo soy, si me da la gana ser negra lo soy y como nací siendo negra me gusta ser negra porque me tuve que defender muchas veces por ser negra porque negro era para insultarme. En el proceso nos fuimos ganando el término. Sí, soy negro, ¿y qué? Soy negra y a mucha honra.

Campbell, tras la entrevista en Casa América.
Campbell, tras la entrevista en Casa América.

Por último, ¿qué significa ser ‘rotundamente negra’? ¿Cuál es el mensaje de su poema?

Ser rotundamente negra es ser rotundamente yo, la persona que yo quiero ser, la persona que construí para ser, la persona que tiene una historia que viene mucho más atrás de 500 años. Ser rotundamente negra es ser lo que me da la gana, lo que decido ser. Ser rotundamente hermosa o no serlo pero esa hermosura no está solamente en mis rasgos físicos como persona, está también en mi historia en lo que quiero enseñarle a mis hijos. Ya yo vi mi poema de ‘rotundamente negro’, recientemente vi un poema que lo adaptaron para el día del indígena. Eso me llena de un gran orgullo, aunque honestamente no lo hice pensando en eso porque cuando uno escribe sólo escribe con un sentimiento, pero nunca piensa a dónde va a llegar el poema.

Ser rotundamente negra significa ser lo que quiero ser. Rotundamente ser lo que tengo derecho a ser. Ser hermosa o no, pero ser yo y que me permitan ser yo, no tener que estar explicando siempre por qué tengo, qué tengo, de dónde vengo, para dónde voy… Yo soy lo que soy y ya, porque a nadie más le piden explicaciones de quién es. A mí siempre me cuestionan porque no pertenezco, porque soy siempre una extranjera aunque llegué hace 300 años, aunque llegué hace 100 años o el año pasado. Soy lo que soy y lo que decido ser.

Fuente: http://www.elnortedecastilla.es/internacional/america-latina/201701/29/eramos-negros-hasta-entramos-20170129014913-rc.html

Fotografía: J. R. Ladra

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Marcos Garasa: «Hoy, la innovación educativa no se limita a los congresos, está en las redes sociales»

Marcos Garasa fue profesor, después se hizo consultor y formador de profesores y ahora ha vuelto al aula «porque la echaba de menos». Claro que su aula es universitaria, en el máster de profesorado de la pública Rey Juan Carlos de Madrid. Garasa también se encarga de asesorar a los profesores que quieran presentarse al IV concurso Proyecta Innovación, que organiza la Plataforma Proyecta, el espacio educativo de la Fundación Amancio Ortega y la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre. El plazo termina el día 20 de abril.

-¿Qué puede aportar a los profesores que quieran presentarse al concurso Proyecta Innovación?

-La visión de 360 grados de haber estado en el aula, coordinando proyectos y gestionándolos y ahora en la consultoría. A veces ocurre que se prepara algo con la visión de túnel del aula, y debe hacerse algo más profundo y no solo con el objetivo inmediato de los alumnos de una clase.

-Ha sido jurado de los premios Proyecta Innovación. ¿Qué destacaría de las propuestas que vio?

-El valor de los profesores para hacer cosas nuevas. He visto cosas que no había pensado que se hiciesen en Galicia. En centros rurales o de villas pequeñas se hacen proyectos fantásticos.

-¿Hacia dónde va la innovación?

-Creo que es una mezcla de trabajo por proyectos, gammificación (que no es otra cosa que psicología aplicada para motivar al alumno) y uso de la tecnología para cosas como la Flipped Classroom. A veces pienso que somos con un disyóquey, que la valía está en administrar correctamente todos nuestros recursos.

-¿Qué importancia tienen las nuevas tecnologías?

-No podemos decir nuevas tecnologías, porque ya no lo son. La tecnología debe ser transparente, líquida, que nos permita realizar tareas de una manera ágil y rápida, sin notarlo. En los últimos años el hardware ha evolucionado muchísimo, pero también ha cambiado el software. Hoy hay programas buenísimos para hacer de todo. Los profesores deben utilizar la tecnología como un medio, como en su vida personal. Pero creo que en general la competencia digital docente hay que mejorarla un poco.

-Usted siempre habla del trabajo en red, de compartir experiencias y aprendizaje.

-Es lo primero que les digo cuando doy un curso a profesores. La endogamia de los centros se debe a que no se abren las ventanas, y si lo hiciésemos veríamos cosas maravillosas. En las redes hay un mundo fantástico para colaborar y crear conjuntamente. Antes ibas a un congreso y es donde coincidías con otros profesores e intercambiabas ideas y experiencias. Ahora, toda la innovación se mueve en la redes sociales, el enjambre del que ya hablaba Jean Piaget.

-¿Una experiencia gallega se puede trasladar a Andalucía?

-Es que creo que no depende del profesor, sino del proceso de aprendizaje, y los jóvenes aprenden igual en todas partes.

-¿Qué le diría a quienes critican las innovaciones en la escuela?

-Que la clase magistral no hay que abandonarla. La clase tradicional y la memorización del alumno son muy necesarias, hacen falta, pero la cuestión es que no son suficientes, no producen aprendizaje significativo. Lo que ocurre es que los profesores llevamos trescientos años de trayectoria academicista y nos cuesta dejarla. Pero si lo haces, las expectativas se ven recompensadas tan rápidamente que cuando se prueba uno no vuelve atrás.

-¿Cómo se da el salto de lo tradicional a la innovación?

-Formándose, mirando a otros…, aunque creo que sería muy interesante que una vez se pase media vida útil del profesor [risas], este pueda disponer de dos años para investigar, para salir del aula y analizarlo todo. Cambiaría su práctica docente, ya que el flujo del río de la clase muchas nos impide reflexionar.

-¿Necesitan más tiempo para el estudio los maestros?

-Defiendo que en vez de tres convenios como hay, de la pública, privada y concertada, haya solo uno que contemple 20 horas semanales de docencia y 10 para diseñar experiencias. Si tienes 28 horas semanales de docencia, tutoría y guardias es imposible hacerlo.

-¡No lo es si desaparece tu tiempo libre! Los profesores invierten muchas horas de su vida privada en eso.

-Sí, es cierto, es cierto.

-¿Defiende la creación de un MIR de profesores para formar a los maestros y no «dejarlos solos ante el peligro»?

-¡Me alegra que me hagas esa pregunta! [risas] Cuando yo terminé la carrera, Filología inglesa, era un técnico muy cualificado pero nadie me había enseñado a dar clase. Una asignatura de tres meses y seis días de práctica no sirven para nada. Profesores de la Universidad Rey Juan Carlos estamos pensando en crear un máster de profesorado que sea realmente un MIR: uno o dos años de práctica en las clases con docentes y que el alumno pase por todos los cursos de infantil y primaria, un Practicum verdaderamente serio, que se complete con formación en educación emocional y tecnología. Todavía estamos lejos de conseguirlo, pero es uno de nuestros objetivos.

Fuente:http://www.lavozdegalicia.es/noticia/educacion/2017/02/16/marcos-garasa/00031487263717833526427.htm

Imagen: www.lavozdegalicia.es/sc/x/default/2017/02/16/00121487279763552294755/Foto/z16f7005.jpg

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Pedagogía de la ternura, la que enseña a los niños a confiar en sí mismos

La educadora cubana Lidia Turner Martí opina que es un momento ideal para el movimiento pedagógico latinoamericano

Lidia Turner Martí es una pedagoga cubana con tantos títulos y trayectoria académica en su haber que demandaría varias líneas presentarla. Sin embargo, tiene una habilidad que la diferencia de inmediato de otros pensadores de la educación: logra decir de la manera más simple y emotiva las reflexiones más profundas. Habla así de escuchar a los niños y jóvenes, de dar lugar a la creatividad en las aulas y de algo más hermoso todavía: de la pedagogía de la ternura.

Doctora en ciencias pedagógicas, profesora de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona (Cuba) y autora de numerosos libros y publicaciones, Lidia Turner Martí pasó por Rosario en la semana en que la ciudad le rindió un homenaje al Che en el 85º aniversario de su nacimiento, con una serie de actividades organizadas por el Centro de Estudios Latinoamericanos Ernesto Che Guevara (Celche).

La entrevista se da luego de una larga jornada para esta educadora —que pisa los 80— de encuentros, presentaciones de libros y charlas con jóvenes y maestros. Nada le impide ser generosa con el tiempo y hablar de qué se trata eso de unir educación y ternura en un libro, del momento fantástico que vive Latinoamérica para que los educadores se encuentren en un gran movimiento, y de paso de compartir alguna anécdota de su oficio docente.

—Además de un libro de su autoría, ¿a qué más llama “pedagogía de la ternura”?

—Hemos llamado así a la base de la pedagogía martiana. Es decir, desde hace años estamos investigando, analizando, todas las obras de José Martí (escritor y patriota cubano) para extraer de ahí su teoría. El escribió pero no publicó un libro sobre teoría pedagógica. Las ideas fundamentales de su pensamiento están en cómo trabajar con un ser humano al que estamos educando, para que pueda sacar lo mejor de sí en su proceso de formación. Esa es la síntesis. Estamos probando su obra en la práctica, con niños, en las clases, con maestros o en actividades entre escolares de América latina. La respuesta es la que nos dice si es correcta, si realmente es la que nos da su fruto.

—¿Qué encontraron en común esas pruebas y ensayos sobre la pedagogía de la ternura?

—Lo común es que los niños, los adolescentes y jóvenes tienen tantas potencialidades que pueden desarrollar y que muchas veces pasan por la escuela y no las desarrollan. En este último libro que estamos editando sobre “Educación y ternura”, destinado a los docentes y padres, decimos que hay una obra importante que hacer y es la de trabajar bien con los niños todas sus posibilidades. Otra cosa que es común aquí es que los dejemos hacer. Es decir, que si piensan algo, que lo escriban; si quieren decir algo, que lo digan. Es la única manera de ayudar a su desarrollo pleno. Y algo muy importante que es acostumbrar a los niños a que confíen en sus posibilidades. Pensemos en esta clasificación, que a veces hacemos, de aventajados o no aventajados, del que sabe o no sabe. Por el contrario, esta pedagogía va dirigida a la confianza del ser humano en sí mismo, desde las primeras edades; eso le da una gran fortaleza para avanzar en la vida. Hemos tomado también el pensamiento de avanzada de Latinoamérica, donde tenemos tantos grandes pedagogos.

—¿De alguna manera propone recuperar el pensamiento latinoamericano en materia de pedagogía?

—Claro, en una charla reciente mencioné a uno muy importante: Simón Rodríguez. Hay que conocerlo, pero también tenemos que unirles otros tantos como Gabriela Mistral o el mismo Maestro Iglesias. En Cuba, estamos investigando y analizando sus aportes a la educación, porque es con ellos con quienes se enriquece. Y ese es el movimiento que debemos desarrollar: tomar nuestra visión pedagógica progresista y enriquecerla con la actual.

—Y de los maestros actuales, ¿qué rescata?

—El espíritu de innovación. Martí decía que en los maestros “crear” era la palabra de los jóvenes, igual que buscar cosas nuevas, nuevas formas y siempre innovar. Pero también eso lo dijo Simón Rodríguez con su “inventamos o erramos”. Es decir, esa idea debe darse con la creatividad, el niño y el maestro. Simón Rodríguez afirmaba que hay que enseñar a los niños a ser preguntones porque si no lo son se pueden convertir en estúpidos, en charlatanes que repiten lo que les dicen. Eso hoy tiene una vigencia tremenda. Creo que la pedagogía actual está en tomar al niño, al adolescente no como objeto, sino como un sujeto que actúa, que aprende y al que hay que escuchar. La demanda de la educación actual pasa porque aprendan por sí mismos, que no aprendan sólo porque les enseñan sino que puedan apropiarse de formas para aprender.

—Latinoamérica está viviendo un momento muy interesante de cambios políticos, con Venezuela, Ecuador, Bolivia, Brasil, Uruguay y la Argentina, entre otros países. ¿Cómo formar un movimiento pedagógico que los aproveche?

—Este momento es muy importante para la unidad de los educadores. Existe una organización que se creó en “Pedagogía 90” (congreso internacional) a solicitud de varios países y que es la Asociación de Educadores de Latinoamérica y el Caribe (Aelac), que ahora debe cobrar mucha más vida porque tenemos las condiciones para eso. Hay que dialogar, discutir, pasarnos experiencias de un país a otro. Esas son las primeras cosas que nos debemos los educadores. Es un momento ideal para ganar en intercambio.

—¿Qué la unió a la educación?

—Cuando estudiaba yo no pensaba en ser maestra. Llegué a dar clases por una necesidad. En esa época si no trabajaba no podía estudiar (antes de la Revolución). Por ahí llegué a la docencia, trabajando en una escuela con niños de primero y segundo grados. Pero después que se ha trabajado con niños ya no los puedes dejar. Soy de las que piensa que la vocación no nace con la gente, sino que se hace con la práctica. Ya hace 40 años que enseño en la Universidad de Ciencias Pedagógicas de La Habana y no lo dejaría por nada. Uno siente el gusto de compartir, de influir sobre todo en los jóvenes.

—Si tuviera que elegir una anécdota que la haya unido a la educación, ¿con cuál se quedaría?

—Tengo un montón. Pero si tuviera que elegir, diría que una de las grandes emociones de mi vida fue y es que cada vez que estoy en lugares diferentes, en la propia Cuba o en el extranjero, y que puedo tener alguna dificultad o problema que resolver, el que me ha salvado en ese momento es un antiguo alumno. Es verdad que llevo como 60 años dando clases, pero hay momentos que estoy en un lugar, que no sé que hacer y es ahí cuando alguien me dice: “Profesora, ¿le pasa algo?” o surge esa pregunta: “Profesora, ¿usted se acuerda de mí?”. También me ha ocurrido estar en un aeropuerto y que alguien se me acerque y me diga: “Yo fui su alumno”. Cuando eso ocurre, a un maestro le reafirma lo grande que es su labor. Volvería a ser docente, maestra si tuviera que escogerlo. Porque es con el vínculo con el ser humano y con la comunicación con lo que uno puede ayudar. Me parece que esa es la alegría que sienten los educadores.

Fuente: http://www.lacapital.com.ar/pedagogia-la-ternura-la-que-ensena-los-ninos-confiar-si-mismos-n1237384.html

Fotografía: H.Rio

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Entrevista a Jordi Collet «Sin las familias y la comunidad no puede hacerse buena escuela»

17 de febrero de 2017/Fuente: el diario de la educación

Entrevista al sociólogo Jordi Collet, que con Antoni Tort publica el libro ‘Familias, escuela y comunidad’: «Las familias no deben ponerse en el diseño metodológico de la escuela, pero sí que lo tienen que conocer».

Se empieza discutiendo sobre el papel de las familias en la escuela de sus hijos y se acaba defendiendo la implicación de todo el territorio en el modelo educativo. Así avanza esta entrevista al sociólogo Jordi Collet, y así se desarrolla el libro que ha escrito con el pedagogo Antoni Tort -ambos de la Universidad de Vic-, Escuela, familias y comunidad, coeditado por El Diari de lEducació -junto con Octaedro-, y que a partir de hoy podrán recibir todos los suscriptores.

En el libro identifica diferentes tipos de familias: las visibles, invisibles y las hipervisibles. ¿A qué se refiere?

Nos referimos a que las diferentes familias tienen voces, presencias y visibilidades desiguales que hay que tener muy en cuenta. Por ejemplo, esto ocurre en las relaciones informales en la escuela, pero también en las participaciones en las AMPA o los consejos escolares, la investigación ha detectado que se dan procesos de colonización. Es decir, que puede haber escuelas con un 90% de familias recién llegadas pero que al AMPA sólo tienen adultos blancos y autóctonos. Hay familias que tienen mucha voz y mucha visibilidad -incluso son hipervisibles- y los hay que no tienen -invisibles-, y la escuela debe ser consciente de qué familias tiene y qué le llegan y pensar en cómo hacerla más participativa y democrática con todos. Porque si no recurrirá al tópico: “Hay familias -invisibles- que no vienen porque no les interesa”. Y no es verdad.

Muchas familias migrantes no se acercan a la escuela porque no entienden el idioma. Esto lo explican muchos maestros.

Y no sólo el idioma, sino los códigos informales. A las familias de clase media los es más fácil. Pero si vengo de fuera hay pautas culturales que desconozco, y que pueden marcar mi relación con el tutor. Estas son las familias invisibles; las visibles suelen ser de clase media.

¿A qué relaciones te refieres cuando hablas de códigos informales?

En la relación entre tú, maestro, y yo, padre o madre. ¿Te he de dar la mano? ¿Dos besos? ¿Tratarte de usted? Todo esto, si no lo sé, me aleja de ti. Es lógico. Para algunas familias chinas la maestra es una figura muy reputada, y en muchas ocasiones se pueden preguntar quién son ellos para atreverse a decirle según qué. Para entenderlo de una manera global, a veces utilizamos una metáfora: la escuela es como un país donde hay gente que llega con pasaporte y otros son extranjeros y no conocen sus mecanismos de participación, las tareas, los códigos …

¿Qué puede hacer una escuela o un instituto para implicar a las familias? Sobre todo aquellas que le son invisibles.

Lo primero que tiene que hacer, como siempre, es hacerse la pregunta. Y a partir de aquí, hay muchos campos donde avanzar: desde la página web -quién la hace, a qué responde, quién entra…- hasta revisar las entrevistas y reuniones con los padres y madres. En la universidad siempre decimos que es importante que los maestros comiencen las entrevistas con tres cosas positivas de cada niño, porque si no los hay que acaban convirtiéndose en un auténtico interrogatorio. Debemos ser conscientes de que las familias son diversas y desiguales y buscar las formas de eliminar los elementos y barreras de incomprensión mutua.

Si tuvieras que resumir por qué la participación familiar es importante para un centro educativo, ¿qué dirías?

Las familias son parte de la solución: sin ellas y sin la comunidad no puede haber una buena escuela. Si excluyes la familia, dejas fuera uno de los actores principales de la educación. Si hay escuelas es porque hay familias que tienen hijos -cuando no tienen, se cierran escuelas, como hemos visto-. El origen de esto tiene que ver con la historia de la escuela, que en España se remonta al siglo XIX con la ley Moyano, que construye un sistema educativo que se opone a las formas de socialización de las familias, al considerar -seguramente con razón- que educaban mal a los niños. Para ello se creó una escuela para las masas que fuera cerrada, con especialistas dentro para educar a los niños. Pero eso construyó una “gramática escolar” profunda que ahora nos cuesta mejorar. Por ejemplo: arquitectónicamente en las escuelas no hay salas para las familias. ¿Dónde esperan cuando van a una entrevista con el tutor de tus hijos?

¿Depende…?

En muchos casos estorbas, en el pasillo… La escuela no está pensada para la comunidad educativa, sino para los niños y maestros. Pero con las diferentes familias implicadas, la escuela es mejor. Y con la comunidad, también. Cuanto más alejadas están las familias, sobre todo las de clases populares y las recién llegadas, más propensión hay al fracaso. La participación de las familias vulnerables facilita el éxito escolar de todo el mundo. Por lo tanto, es también una cuestión de desigualdades, que sólo se subvierte si el sistema educativo se hace estas preguntas y da respuestas inclusivas.

¿Hay casos de escuelas que hayan conseguido hacer participar a las familias menos visibles?

Claro. ¡Por suerte cada día más! Lo hacen sabiendo que cuanto más normas haya y cuanto más inflexibles y más cerradas sean, menos participarán las familias alejadas. Debemos construir una “gramática blanda” de la escuela: con porosidad, espacios y momentos de encuentro… Hacer que la relación sea fácil. Hay ejemplos. La entrada a la escuela, en vez de ser a las 9 en punto, podría ser durante un margen de quince minutos, para que los maestros salgan fuera, las familias entren en el aula… Así estableces un espacio de diálogo y comunicación, aunque sea informal. Quizás, si las madres tuvieran este tiempo para comentarte cosas, luego a las 17  no habrá líos en el WhatsApp [ríe]. También hay casos donde las familias participan en la evaluación de la escuela, porque es necesario que nos digan cómo la ven, y casi siempre lo hacen en positivo pero con ideas de mejora.

Aun así, cuando planteamos la implicación de padres y madres en la escuela sólo nos viene a la cabeza, de entrada, el AMPA y las extraescolares. ¿Por qué?

Por las relaciones de poder que se dan dentro de la escuela, La pregunta es: ¿cómo construir un gobierno de la escuela más democrático? Que implique más presencia y más responsabilidades compartidas de docentes, niños, familias y comunidad. Si no, nos puede pasar como con la participación ciudadana: que a las familias sólo los dejaremos escoger los colores del banco del patio.

Así pues, ¿deberían poder tomar parte del diseño del modelo educativo?

La ley dice que deben poder participar en el proceso educativo de sus hijos, estar informadas y tener un lugar en los espacios de gobierno del centro. Deben poder colaborar, pero no desde una perspectiva de poder en que uno dice al otro lo que tiene que hacer. A veces, en una entrevista, el maestro le dice a la familia: “Lo que deberían hacer en casa es…”. Hombre, no.

También ocurre al revés: familias que dicen al maestro que tiene que hacer.

Exacto, lo mismo. Y en ambos casos se genera un conflicto. Por eso la escuela debe evolucionar hacia ser un espacio democrático. Y eso no quiere decir que todo el mundo decida sobre todo. Las familias no deben ponerse en el diseño metodológico y educativo, pero sí que lo han de conocer y se ha de explicar. Hay elementos que, además, permiten buscar acuerdos, como es el caso de los deberes, que implican a familia, maestro y niño. Tiene que haber un lugar y un reconocimiento de voz, de capacidades, de saberes y de poderes para todos.

¿Ha detectado si cada vez más las familias quieren decidir sobre todo lo que pasa dentro del aula? Algunos maestros lo manifiestan.

Sobre todo las de clase media. Cuando esto ocurre, tienes dos respuestas: cerrarles la puerta o atender la demanda latente de estas familias, que no es otra que la de tener un lugar en la escuela. Si a esa familia “pesada”, que todo el día agobia, le das un lugar, le dices con hechos que es importante para el centro, esto se acaba.

Jordi Collet / © Sandra Lázaro García

Entre los debates escolares que más afectan a las familias hemos citado los deberes. Hay otro: los horarios. ¿Deben poder decir algo?

¡Es clave! La escuela condiciona enormemente los horarios de las familias. Debemos evitar lo ocurrido en secundaria, donde de nuevo el 80% de los centros deciden unilateralmente que hacen horario de mañana. ¿Y las diferentes familias? ¿Y los adolescentes y sus diferentes realidades? Esto no lo pueden decidir los institutos o la Consejería solos. Ante medidas como estas hay casos como los de Olot o Granollers, donde se plantea, con estas u otras palabras, un modelo de escuela a tiempo completo. Es decir, donde hay un trabajo en red para coordinar los horarios de todas las educaciones en función de las necesidades de los alumnos y las realidades familiares, escolares, deportivas, musicales…

¿Una escuela es como es en función de las familias que tiene?

No sólo… La tarea de los profesionales es muy importante. Son una pieza clave. Hay institutos o escuelas que tienen una población muy similar y unos resultados y una tasa de fracaso muy diferente.

Este año Generalitat y Síndic de Greuges (Defensor del Pueblo) han puesto en marcha un principio de acuerdo para combatir la segregación escolar. ¿Las familias han de implicarse a la hora de reducir esta lacra?

Todo el mundo se debería implicar: el Departamento de Enseñanza, los municipios, la inspección, las escuelas… Y las familias. El problema es que en un contexto de casi mercado como el que tenemos, por más actuaciones que hagas para combatir la segregación, creo que nunca podrás luchar por completo contra la voluntad de las clases medias de escoger centro, porque tienen voz y voto. En mi opinión, lo que hay que hacer es desactivar las lógicas que rigen la actual elección de escuela, y en esta línea hice una propuesta para seguir pensando: que cada municipio o territorio -de entre 20.000 y 50.000 habitantes- tenga una sola escuela: la escuela-municipio.

Esto me lo tendrás que desarrollar un poco…

En un territorio de 20.000 habitantes tienes una escuela municipal, que está ubicada en diferentes edificios, y donde se agrupan los profesionales en función de diferentes criterios; docentes que, además, ya no son de una sola escuela, sino que son del territorio. Así la escuela trabaja con todo el municipio, con el museo, el teatro, el centro cívico, el horno, el taller mecánico, el estudio de arquitectura… Mi propuesta es pensar en una sola escuela-municipio, pero en realidad haciendo que las escuelas sean equivalentes, como ha propuesto recientemente Barcelona. ​​Y desactivas la elección. Es un poco lo que pasa en Finlandia.

Estaríamos hablando de municipalizar la educación.

Sí, está vinculado a este debate. Tú apuntas a la escuela-municipio, y luego ya verás cómo se agrupan. Desactivas el núcleo y la lógica del problema, que es la elección en un contexto como el nuestro, que es de casi-mercado.

¿Cómo encaja en este modelo la concertada?

No lo tengo resuelto. Pero en el debate sobre la pública-concertada también nos tenemos que poner de forma seria, porque está mal resuelto. Es un debate donde todos se sienten agraviados: la concertada porque está infrafinanciada y por eso las familias tienen que pagar, porque sus maestros hacen más horas; la pública, porque la concertada tiene menos alumnado recién llegado y de clases populares, etc…. Hay que resolver de manera positiva, y creo que la municipalización de la educación tal vez podría ayudar.

Volviendo al papel de las familias en la segregación. ¿Hay una parte de responsabilidad que debe recaer sobre ellas? Los estudios dicen que las familias huyen de las escuelas más estigmatizadas.

Cada vez más familias de clase media tienen las bases materiales de su bienestar en el conocimiento. En este sentido, la educación lo es todo para ellos. Si vivimos en un mundo de competición global donde cada persona se tiene que construir un proyecto personal competitivo, la elección de escuela deviene determinante para tus hijos. ¿Por qué hay gente dispuesta a mentir para ir a una escuela? ¿A exagerar una celiaquía? La sociología dice que la gente se adapta a las reglas del juego; y si estas son de competición y distinción, las familias juegan a ello. Pero, en mi opinión, no se trata de culpabilizar. A nadie. Desde la sociología, de lo que se trata, es de atacar las lógicas de fondo, las que nos llevan a la competición.

El libro habla de escuela, familia… Y comunidad. ¿Qué es la comunidad?

Tiene que ver con el ayuntamiento, que todavía tiene poco papel en la educación formal pero mucho a lo largo de la vida -cuna, adultos, PFI, apoyo escolar…-. También con las familias, con el territorio y la distribución urbanística, etc. Y con todas las educaciones que son tan importantes para la socialización: con el deporte, el ocio, la música, el arte, las lenguas, internet… Y los vecinos y las asociaciones, claro.

A menudo se invoca la participación de la comunidad de forma genérica en la educación, pero ¿es posible hacer que todos estos agentes tomen parte del día a día de una escuela o de un instituto?

Por suerte hay cada día más territorios, rurales o urbanos, que avanzan hacia aquí. Tiene que ver con las ciudades educadoras, los planes educativos de entorno, con los proyectos educativos de ciudad, las zonas educativas, las zonas educativas rurales, etc. Debemos coordinar y poner en plural las educaciones. ¿Quién lleva la educación de 0 a 3 años? ¿Y los comedores? ¿Y las extraescolares? ¿Quién accede a las escuelas de música del municipio? Las clases populares, no mucho. Con los idiomas, lo mismo. Si las viejas desigualdades estaban vinculadas a la obtención de un título, las nuevas tienen que ver con todo lo que le rodea. Y aquí los municipios tienen, además de incumbencia como en lo educativo, competencias y capacidades para hacer mucho como demuestran día a día decenas de territorios en todo el país.

Las llamadas oportunidades educativas.

Exacto. Los ayuntamientos deben pensar de los 0 a los 100 años una oferta educativa potente, de servicio público y bien financiada también para romper desigualdades. ¿Por qué los niños y niñas de clases populares en mi barrio con la flauta dulce en la escuela y los otros con la flauta travesera en la escuela de música y la orquesta de turno? Esto se debe resolver, y se debe hacer desde la comunidad.

En Girona algunos profesores de escuelas de música daban clase en escuelas, dentro del plan de entorno municipal.

Acercar la comunidad y las oportunidades educativas en la escuela es una opción muy interesante. Cuando dices a una madre que vaya a aprender el idioma en el centro cívico quizás no va, pero si le dices que venga a la escuela, quizá sí. ¿Por qué la música en la escuela no la puede hacer la escuela de música para todos? ¿Y el deporte? ¿Por qué la escuela es un espacio cerrado? En Badia del Vallés en la etapa 0-3 trabajan conjuntamente pediatría, guardería, espacios familiares, ayuntamiento… En Hospitalet hacen redes educativas 0-6. En Berga se promueven acciones para conciliar horarios laborales y familiares. En Sabadell se hace el programa ciudad-escuela. En Barcelona el programa Éxito. El trabajo de comunidad educativa a los pequeños municipios… Y así mil ejemplos en todo el país. ¡Al final estamos hablando de hacer las cosas en común y para todos! Construir lógicas diferentes, entender que todo el territorio es educador, preguntarnos cómo hacer de la piscina municipal -que es un espacio muy educativo- un lugar para todos, donde participen las familias. ¡La idea de fondo, en realidad, no es otra que hacer las cosas juntos! Cómo educar juntos y juntas en un proyecto socializador potente a lo largo y ancho de la vida sin barreras para nadie.

Estamos hablando de un cambio cultural, de concepción de qué es la educación.

En estos momentos a nivel global imperan dos lógicas. Una es la neoliberal: para tener escuelas mejores, tienen que competir. Aquí estarían los casos de Inglaterra o Suecia con las free schools. La otra es la neoconservadora, que tiene que ver con la idea de control: lo que deben hacer las escuelas es lo que dice el Gobierno. A veces estas lógicas están entrelazadas y se retroalimentan. Pero lo que vemos con la investigación es que ninguna de las dos funciona a medio plazo. ¿Qué podemos contraponer a esto? El hacerlo juntos. Comunizar las educaciones. La UNESCO dice que la educación es un bien común. Pues comunicémoslo. Este verbo nos permite construir otra lógica, que se puede ver aplicada a diferentes niveles: en el plano municipal en el trabajo en red, pero también en el trabajo en los claustros -trabajamos juntos, en vez de hacerlo por separado de manera aislada-, también en el aula, donde hacemos que los alumnos cooperen, aprendan a construir conocimiento ya crecer juntos, como ocurre en fuerza escuelas, en algunos institutos, en las escuelas de segunda oportunidad, en las guarderías, las escuelas de personas adultas… Hacemos escuela juntos con las familias y la comunidad. Si cosemos todas estas actuaciones, si las conectan, estaremos trenzando una lógica alternativa. Es la idea del co-munitzar: co-construir escuelas, co-producir conocimiento, co-educar (en el sentido de la “mirada violeta” que propone la Marina Subirats) y también de educar juntas personas diferentes, co-gobernar- de manera más democrática, convivir… y sin olvidar la lucha constante contra las desigualdades y por una igualdad de oportunidades para todos.

Jordi Collet / © Sandra Lázaro García
Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/02/14/sin-las-familias-y-la-comunidad-no-puede-hacerse-buena-escuela/
Imagen: eldiariodelaeducacion.com/wp-content/uploads/2017/02/Jordi-Collet-©-Sandra-Lázaro-2-768×513.jpg
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Jurjo Torres Santomé y Luis Bonilla-Molina conversan sobre la OCDE como Ministerio de Educación Global

En La Otra Mirada Educativa

Jurjo Torres Santomé conversa con Luis Bonilla-Molina sobre la reforma educativa española y su relación con la OCDE como Ministerio de Educación Global

 

Entrevistado(a): JURJO TORRES SANTOMÉ (JTS)

Entrevistador: LUIS BONILLA-MOLINA (L.B)

 

Continuamos con las entrevistas de “La Otra Mirada educativa” En esta oportunidad las entrevistas indagan la relación de calidad de la educación con las reformas y contrarreformas educativas que se implementan a nivel mundial, así como las propuestas y modelos de evaluación de los sistemas educativos a nivel internacional, y las agendas emergentes en el debate educativo mundial.

Este trabajo constituye un esfuerzo independiente de investigación y de pedagogía política sobre las transformaciones educativas a escala planetaria cuyo desarrollo es realizado por el accionar colectivo de un equipo de voluntarios(as) en toda Venezuela quienes forman parte del Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) adscrito al IESALC UNESCO, la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa y el Grupo de Trabajo (GT) de CLACSO sobre Reformas y Contrarreformas Educativas en el mundo.  Pueden comunicarse con Luis Bonilla-Molina escribiendo a lbonilla@unesco.org o a luisbo@gmail.com

Las opiniones y enfoques de esta entrevista no comprometen a las organizaciones e instituciones que auspician el trabajo investigativo y son de exclusiva responsabilidad del entrevistador y los entrevistados.

Perfil del Entrevistado(a): catedrático español en la Universidad A en la Coruña de Universidad, didáctica y organización escolar. Ha dictado cátedra en la Universidades de Salamanca y Santiago de Compostela y en otras universidades del mundo. Su último libro publicado (2011) “Justicia Curricular: El caballo de Troya de la cultura escolar”

LUIS BONILLA-MOLINA: ¡Buenos días! Bienvenidos y bienvenidas todas y todos a este nuevo encuentro en  La Otra Mirada Educativa.

Nuevamente, contamos con Jurjo Torres Santomé, catedrático español; quien nos conversará el día de hoy, respecto a la Reformas Educativas en España, a partir de la LOMCE, la Ley Wert, el estado actual de los cambios educativos en ese país y su vinculación a las políticas neoliberales internacionales. ¡Bienvenido, Jurjo!

JURJO TORRES SANTOMÉ: Encantado de estar aquí otra vez.

LUIS BONILLA-MOLINA: Jurjo, ¿Qué fue la LOMCE?, ¿qué significó la reforma de la LOMCE, impulsada por el ministro Wert?

JURJO TORRES SANTOMÉ: ¿Qué significó? No!. ¿Qué significa? Porque ya está en vigor toda. Ya fue entrando en vigor en varios plazos y en este año, ya entró por completo en todas las etapas del sistema educativas. El sistema educativo español está gobernado bajo esa ley.

Esa es una ley que se constituye en un claro ejemplo respecto a lo que son las políticas de globalización neoliberal expresadas en reformas educativas y como estas van imponiendo su filosofía del mundo y la sociedad. Las medidas generadas por la LOMCE, como sistema educativo, se está entroncando dentro de los otros subsistemas que forman todo lo que es un gobierno.

Una de las cosas que a mí me gustaría reflexionar, es que debemos estar conscientes que el Ministerio de Educación no es el único ministerio que gobierna un país; sino que el gobierno de un país está constituido por un conjunto de gobiernos.  Desde esa perspectiva, si tú miras lo que ha hecho este gobierno verás como en los últimos tiempos en todos los ministerios se tomaron decisiones de un calado enorme, se hicieron legislaciones completamente nuevas, eso sí, todas con la misma filosofía. Y si analizas lo que pasó en cada uno de esos casos o las leyes que sacaron los ministerios de administraciones públicas, de justicia, de sanidad y trabajo, todos encontrarás resistencias en todos ellos; todos estamos criticando los mecanismos y las formas cómo nos aplican la misma medicina.

Y si esos gobiernos están regidos y guiados por esas ópticas, propias del neoliberalismo, pues lo que van a hacer en realidad esos principios en el sistema educativo es que lo van a privatizar; eso es muy visible.  El neoliberalismo lo que quiere es que el Estado desaparezca y, entrar a competir con lo que pueda significar una actividad de negocio.  Las grandes líneas de negocios que el Estado de bienestar -no los Estados socialistas, sino el Estado de bienestar-  habían asumido para sí, aún  dentro del capitalismo, eran los sistemas de sanidad, educación y seguridad social de los trabajadores.  Los sistemas de sanidad era fundamentalmente públicos –nosotros tenemos una sanidad que realmente es muy buena-a la que también le están haciendo la misma política que al sistema educativo. Otra era el sistema educativo, otro el sistema de pensiones. Por ello estamos viendo que todo lo que era el Estado de bienestar se viene abajo mientras se privatiza todo.

Entonces, lo que los neoliberales están buscando es cómo se va a privatizar la educación. Y para privatizar la educación construyen, amplían y exageran una narrativa según la cual el sistema educativo público es de mala calidad. Es entonces ahí donde entran a jugar todas esas pruebas comparativas internacionales, como pueden ser PISA, PIRLS, TIMSS-R, TIMSS; todo ese cúmulo de pruebas que se aplican internacionalmente. Son, como diría Paul Virilio, “bombas informacionales”. Lanzan esa información –recuerda que los resultados de PISA  se hacen públicos en todos los países del mundo, el mismo día y a la misma hora-  y es como si lanzaran una bomba, con la cual nos dicen a los países que tenemos un sistema educativo horroroso,  y –por lo tanto- que ellos nos van a señalar lo que consideran que está mal y, lo que hay que reformar para que mejore o se corrija esta situación.

LUIS BONILLA-MOLINA: La educación privada y la educación concertada forman parte de esta dinámica?

JURJO TORRES SANTOMÉ: Una de las políticas claras del neoliberalismo educativo, construir el fracaso de ese sistema educativo público, decir que no tiene solución y que los mejores –donde hay menos fracaso- es gracias a la educación privada y a la educación concertada. Un problema adicional, es que en la educación concertada está desapareciendo y convirtiéndose en privada, porque es una forma, también, de adelgazar lo que es lo público. Es decir, si lo público lo tenemos que compartir entre aquellos que quieren una educación privada, adelgazamos el sistema educativo público, lo dejamos sin recursos para poder disfrutar de esa educación de calidad.

Entonces, si te das cuenta, en todos los países lo que está creciendo no es la educación privada, sino la concertada. La concertada tiene dos características que son: la propiedad del centro es privado, pero el dinero para mantener ese sistema educativo es público; es una cosa curiosa de privatización. Para justificarlo suelen decir que no pueden discriminar, que los centros concertados están obligados, de alguna forma, a seguir reglas determinadas, las cuales todos sabemos que no se cumplen.  Lo cierto es que este tipo de instituciones hay más flexibilidad y sigue habiendo negocio, ahí se hacen de mucho dinero público a través de muchos factores.

LUIS BONILLA-MOLINA: La LOMCE interviene en el concepto de ciudadanía?

JURJO TORRES SANTOMÉ: Entonces, una es esa dimensión del proceso asociado a la LOMCE que ya describimos. Y la otra, para subrayar así más fuertemente, son las repercusiones de esta ley donde todo el sistema educativo que había estado destinado a conformar un tipo de personalidad. La sociedad industrial necesitaba educarnos como trabajadores y trabajadoras, por ello, cuando analizábamos el curriculum oculto de esa escuela decíamos “es que allí se enseña mucho a obedecer, a callar, a entrar en fila, a ser evaluado sin rechistar”. Claro, esas eran las destrezas, las competencias, que te exigían el trabajo en una sociedad de grandes factorías,  donde había miles y miles de trabajadoras y trabajadores; entonces había que disciplinar esos cuerpos y disciplinar esas mentes, y eso era lo que hacia la escuela del capitalismo del siglo XX.

Cuando llegó la democracia, había que educar para una ciudadanía democrática y, por ejemplo en España, a medida que empezamos entrar a la democracia el sistema educativo empezó a decir “tenemos que enseñarle a los estudiantes lo que es la democracia y aprender a funcionar como personas demócratas”.  En ese caso el sistema educativo se llenaba, por un lado de asignaturas sobre valores sociales, éticos, ciudadanía; y sobretodo se incidía en la necesidad de metodologías que enseñasen a trabajar en equipo etcétera, etcétera. O sea, a trabajar entre personas que somos interdependientes.

Ahora ¿qué tipo de personalidad quiere construir es la nueva ley? Pues, una diferente.  La LOMCE es una ley que se acomoda, que hace viable, que perpetúa y garantiza la sobrevivencia de ese neoliberalismo educativo. Entonces, la LOMCE promueve una educación que desarrolle un tipo de personalidad y mentalidad también acorde. Es una personalidad neoliberal, muy competitiva, que pasa todo el santo día invirtiendo todo hacia sí mismo. El resultado de este modelo educativo es una persona que se está vendiendo a sí mismo, exigiendo papeles: “certifícame que estuve aquí, que estuve allá” para intercambiarlos en el mercado de trabajo. Son, como se suele decir, los empresarios de sí mismos. Tú te conviertes en un auto empresario de ti mismo. Ello conlleva a la construcción de una personalidad totalmente conservadora; y eso explica, por ejemplo, porque se puso obligatoria religión como asignatura en todos los cursos del sistema educativo. Religión es una asignatura de oferta obligatoria, pero que se oferta de manera optativa por parte del estudiante respecto a otra; es decir, se elige entre dos: una que se llama educación cívica, y otra que se llama religión. Como religión la dan los curas y la controla la iglesia, ellos son muy generosos dando notas; y eso, lógicamente, hace que los estudiantes aunque no practiquen o no quieran, o sean laicos o ateos –lo que sea- se matriculen ahí porque se aprueba con muy buena nota y ello influye para las medias, para las reválidas, para pasar de cursos, etcétera.

 Y son esas las personalidades que se pretenden formar desde el sistema educativo.  Personalidades que por un lado son neoliberales, por otro lado del tipo conservador.  Claro está que tienen otro lado, otra dimensión que es la mentalidad neocolonial, que es hacer a esas personas neocoloniales.  Se trata de enseñar a ver que “lo que importa”, que “lo único importante”, la “única historia” es aquella que aporta a los países colonizadores, al primer mundo.  Es una educación que se orienta a explicar que no tenemos dependencias de nada ni con los demás, lo único que hacemos es actos de caridad y de ayuda, pero no de colonización, de explotación.

LUIS BONILLA-MOLINA: Esa es un poco la perspectiva de las ONGs?

JURJO TORRES SANTOMÉ: una cosa que a mí me espanta, son las prácticas de muchas ONGs que trabajan en temas de educación; otra cosa son las que trabajan en cuestiones de salud, que pueden tener otro rol. Pero cuando a mí me dicen que se montan para ir educar a Namibia o para hacer planes educativos en cualquier país africano o latinoamericano, uno se sorprende y dice: ¡hombre! Eso es lo que hacía los colonizadores, que iban a llevar su cultura -porque ellos no tenían cultura y había que educarlos.

LUIS BONILLA-MOLINA: Tú has trabajado el tema curricular por años.  ¿Cómo se expresa esto en ese campo en específico?

JURJO TORRES SANTOMÉ: Cuatro de las características tiene esos tipos de personalidad y, que todo el curriculum en el que se basa el sistema educativo van a visibilizar fácilmente. Se trata de construir ese homo economicus, ese homo consumem, ese tonto racional -que decía Amartya Sen sobre algunas características de este tipo de personalidad-; pero también, es el homo debter, es el hombre endeudado.

El curriculum expresa esta realidad.  Por ejemplo, a pesar que la Constitución española no se puede modificar, porque requiere muchos acuerdos entre todos los partidos -lo cual es prácticamente  imposible-  de la noche a la mañana, a través de un acuerdo entre el Partido Popular y el PSOE, modificaron un artículo de la Constitución. El artículo modificado contempla la obligación de pagar las deudas públicas antes de hacer un presupuesto. Es decir, a la hora de elaborar un presupuesto de un país, lo primero es pagar lo que tú debes a los bancos extranjeros, a los gobiernos de los países extranjeros; mejor dicho, a los bancos más que a los gobiernos.  Y eso tuvo una repercusión directa en el sistema educativo.  De repente, PISA comenzó a evaluar una materia nueva frente a las tres clásicas (competencias en lenguaje, matemáticas y  educación científica), que es la educación financiera.  No es la educación económica, sino que es acostumbrarte a eso; tú no cuestionas la estructura económica de tu país, lo único que aprendes es cómo se pide préstamos o hasta dónde puede endeudarse una persona, y cosas de ese estilo.

Y la otra personalidad que construye el sistema educativo es ese homo numericus, que es el hombre que está en todo momento cuantificado. Yo te podría decir la cantidad de calificaciones que tengo. Te puedo decir en publicaciones en que número del ranking estoy. Los estudiantes vamos teniendo, todos nos vamos acostumbrando a tener un número de algo, algo que nos va jerarquizando. Ese homo numericus, tiene la cualidad de constituirte como miembro de la “sociedad neopanóctica”. Con ese número sabes y puedes exigir cosas para ti y, puedes vigilar a quienes teniendo menores puntuaciones se adelanten o sean elegidos para otra cosa, etc. Es una dinámica auténticamente perversa. Y claro, son números, sistemas, modos de evaluación, que esa es la cultura que estamos ahora teniendo y que poco se cuestiona. Tú no ves un debate sobre la racionalidad de eso, cómo se está midiendo eso; si el tipo de pruebas con la que se mide son realmente relevantes y significativas; de eso, nada.

Este proceso lo comenzamos el siglo XX, allá por 1910, con los test de inteligencia pero ya a mediados de siglo lo pusimos en cuestión; descubrimos lo erróneo de las fórmulas, de las maneras de medir y de cuantificar aquellos de las dimensiones cognitivas, de la inteligencia, aquellas dimensiones de nuestra inteligencia. De repente –incluso comenzamos hablar de los paradigmas cualitativos y de las metodologías cualitativas- y ahora volvimos otra vez al positivismo más duro y rancio para el mundo de las ciencias sociales.

LUIS BONILLA-MOLINA: Perfecto, nos conversaste sobre el marco teórico general de la LOMCE.

JURJO TORRES SANTOMÉ: Sí, esas son como las filosofías que tiene debajo y luego las diferentes medidas para hacer viables eso.

LUIS BONILLA-MOLINA: ¿Y cuáles fueron las medidas más punitivas, más de carácter neoliberal, que implicó la LOMCE?

JURJO TORRES SANTOMÉ: La primera de todas, es el discurso de la privatización que se apoya en otros discursos sobre la libertad de elección. Pues claro, que es un discurso muy vendible a muchas personas, a las personas que tienen menos formación. La idea que se promueve es reflexionar menos sobre eso porque, tú puedes elegir el centro que quieras y dices: “¡Ah, fenomenal!”. Es como si entraras a un supermercado y pudieras elegir. Claro, de repente tú dices ¡qué bueno”! Entro en un supermercado y puedo elegir, pero sólo entre estos productos, porque aquel otro producto ya me cuesta mucho. Entonces, la elección requiere saber qué condiciones económicas tienes, sobretodo sobre qué base, sobre qué argumentos elige una familia y, dice que este centro es mejor que otro; donde está el debate sobre lo que es un buen centro educativo. Eso no lo hay.

Entonces, dónde van hacer la trampa, la hacen sobre los resultados de los estudiantes en las pruebas; con lo cual, yo siempre digo que esta forma de evaluación nos está metiendo -ahí oculto-  un principio, que es totalmente erróneo y peligrosísimo, que es: ya vivimos una sociedad de igualdad de oportunidades y, por lo tanto, las diferencias individuales se basan solamente en el esfuerzo.

Si tú te das cuenta, en este momento el único argumento que están diciendo para explicar, por ejemplo el fracaso escolar, es que los estudiantes no se esfuerzan. Eso omite las condiciones de vida de los estudiantes, sus familias, los recursos, su experiencia vital, el entorno cultural en el que están viviendo, el barrio en el que vive o la ciudad; todo eso se omite y  ya parece que hay igualdad de oportunidades. Por lo tanto, pues lógicamente, en una sociedad en la que existiese plena igualdad de oportunidades, pues la diferencias individuales, a mí se me ocurre, que sólo tendrían  dos explicaciones: o genéticas – y hasta la manipulación genética en ese caso seguro resolvería-; y la otra, es el esfuerzo personal. Fíjate que peligroso es ese tipo de filosofía.

Entonces, la privatización se va haciendo diciéndoles a las familias que elijan. Las familias, lógicamente, van a elegir los colegios privados o concertados en los cuales se está diciendo que los estudiantes sacan las “mejores” calificaciones; y eso, de alguna forma publicitariamente, lo venden como si ese colegio es mejor que otro.

Claro, eso lleva una plataforma enorme. Fíjate, PISA –que es una prueba que ponemos muchas personas en cuestión- te dice que cuando tomamos en consideración el contexto sociocultural, el capital cultural de las familias de los chicos y chicas que escolariza cada centro, no hay ningún estudio, ni un solo estudio, que diga que el colegio privado es mejor que el colegio público; ninguno, cuando se toma se toman en consideración esas dimensiones de clase social o raza, discapacidades. Entonces, eso es lo peligroso.

Claro, tiene especial importancia si tú piensas que mi país (España) es el segundo país de Europa –Bélgica es el primero, el segundo somos nosotros- en cuanto al crecimiento de los colegios privados y concertados. Esta es una cosa inaudita, porque los demás países,  son incluso mucho más lentos en este afán privatizador. En Alemania no entienden cómo es eso, que si la escolaridad es obligatoria, tiene que existir un colegio privado. Ellos saben que eso se puede hacer en la pública. Finlandia tiene el 1% de colegios privados, mientras que nosotros tenemos escolarizados entre un 35% y un 40% en este momento en los centros privados concertados.

Pero, ¡cuidado!, que esa cifra es también engañosa, porque uno dice: ¡bueno, un 30%!, aún de un 70%.  Un 70 y pico por ciento está en la pública. Pero eso es como la media; cuando dicen, la media de riqueza de un país, pero para ello juntan el capital de Nancy Ortega con el mío, entonces yo salgo multimillonario, si esa es la media. Pero si tú vas mirando la media y vas mirando por territorios, tú te encontrarás que quien hace que el número no sea tan visible y, no se demuestre el progreso tan enorme y tan descarado de la privatización, el crecimiento tan brutal que tienen las escuelas privadas y concertadas, es que las comunidades más pobres tienen menos colegios privados.  Pero sobre todo ¿quién no tiene colegios privados? Los núcleos rurales y los barrios más marginales. Si tú miras lo que son las ciudades y los centros donde viven las clases medias, con anterioridad llamadas las clases altas, ahí la inmensa mayoría ya va a colegio privados y concertados.

Entonces, claro, eso genera otro problema; y es que si los tienen poder vemos todos que mandan a sus hijos e hijas a los colegios privados y concertados.  Yo –que no tengo poder- intentaré también ver cómo los puedo meter ahí, porque que ahí es donde va la gente que merece la pena, los otros se convierten cada vez en centros-guetos, donde están los grupos sociales más desfavorecidos y todos juntos. Entonces, claro, eso es un peligro enorme, porque el peligro para mí fundamental, es que: si te educan por separado, vas a vivir por separado.

El problema es que segregamos, si educamos cada colectivo social por separado.  En este momento en el siglo XXI en Europa, no tenemos ni un solo espacio en el que esas personas que son diferentes puedan estar juntos. El único espacio de socialización que existe en este momento, es la institución escolar, los demás ya están todos privatizados y ya ahí van por grupos.  Funcionan –como suelo decir  yo- como clubes: si tú eres aficionado a esto y te gusta esto vas aquí, si te gusta lo otro vas allí. Pero ya no hay un sitio donde nos enseñen a vivir juntos a las personas que somos diferentes en sexo, sexualidades, religiones, clases sociales, de todo, inteligencias, etc.  Y Claro, ese es para mí el mayor peligro.

El avance de la privatización es auténticamente escandaloso y además es una privatización que es religiosa, porque ten en cuenta que la inmensa mayoría de los colegios privados y concertados están en manos de la iglesia católica y, claro, esos tienen un ideario.  Es decir,  las finalidades de esos centros son: uno, hacer negocio, negocio económico, y otro, además, prioritariamente, hacer negocio simbólico.

Claro, que el aprendizaje del laicismo y el trabajo del laicismo sólo se puede hacer en una institución pública, no en una institución privada.  Es muy difícil que en una institución privada, puedan existir aprendizajes laicistas, eso es muy difícil

LUIS BONILLA-MOLINA: Jurjo, si tú planteas el plano de la formación docente, ¿qué estaría contemplando la LOMCE? En el plano de la formación docente ¿la LOMCE contempló cambios sustantivos?

JURJO TORRES SANTOMÉ: No, no se metió en eso. Pero se mete de alguna forma indirecta. Es decir, eso se va a hacer en el currículum, por ejemplo, para formar ese homo numericus, consumer, debitor y economicus, para formar esa personalidad neoliberal, conversador y colonialista.  Lo que van a hacer es primar aquellas materias que sólo puedan incidir en eso o que de alguna forma te “des-socialicen”.

¿Y eso cómo se hace? Bueno, pues, entre otras cosas, poniendo como obligatorias las revalidas y exámenes externos. El Estado en mi país les pasa a todos los niños al finalizar el tercero de educación primaria, con ochos años, una prueba para ver que están aprendiendo en las escuelas. Pero, ¿esa prueba de qué es? De compresión, de expresión oral y escrita y cálculo.  Con esto ya le están diciendo al profesorado: ¡Miren! Lo importante son estas dos materias: expresión oral, escrita y cálculo.

 En sexto de primaria, al finalizar la educación primaria, con doce años, les vuelven aplicar otra prueba externa que la controla el Ministerio, exclusivamente el ministerio. ¿Qué mide?, ¿qué van a evaluar? Comunicación lingüística, matemáticas, ciencia y tecnología.

Si tú haces un listado de que materias nadie evalúa es lo que llamamos la educación integral. Si tú hablas de la educación integral ¿en que dimensiones hay que educar? En eso caso estarías viendo escuelas que trabajen ampliamente las ciencias sociales, las ciencias humanas, el mundo todo, las artes, pero eso en el presente parece no preocuparle a nadie. No hay ni una sola materia de este tipo, que sea obligatoria, que alguien evalúe externamente; y, por lo tanto, le diga a los centros: ¡cuidado, que esto es importante!

Si a mí me evalúan o me miden externamente sólo en determinadas dimensiones, como las que el Estado me dice que hay que priorizar; pues, lo que vamos hacer todos es dar más horas de matemáticas, más horas de ciencias y más horas de lenguaje, y las demás menos.

Luego tienes las revalidas al finalizar la educación obligatoria.  Luego tienes PISA, que con los quince años te mide estas tres dimensiones, más una cuarta que es la educación financiera. Pero PIRLS, que es otra prueba internacional que se pasa en cuarto de primaria, mide la lectura y tiene eximidas las matemáticas en cuarto de primaria, con nueve años.

Entonces, claro, qué están haciendo que el mundo de las ciencias sociales, de las humanidades y de las artes esté pasando a ser secundario.  Y esas son las materias que te descentran, en el sentido que te enseñen a ponerte en el punto de vista de otra persona.  Es decir, el mundo de la literatura es el mundo donde aprendemos a soñar, a imaginar, a entender a las otras personas; porque te pones en el punto de vista del otro. Porque claro, tú lees una buena novela y te emocionas, y ves y percibes que hay otras personas que viven de otras formas.  Tú no te podrías imaginar que esa otra persona pudiese estar sintiendo eso sino te colocas en su rol; es decir, son las materias que nos enseñan a ponernos en el punto de vista de otra persona, a sentir con, a sentir lo que es la empatía con otra persona.

En el mundo de las ciencias sociales es necesario problematizar también. Las ciencias sociales construyen una narrativa que cuenta un poco los grandes logros que hizo la humanidad, pero sobre todo cómo los hizo, no quien los hizo.  Quienes han ahondado las historias de los reyes, saben de qué estoy hablando.  La enseñanza sobre las transformaciones sociales, contadas teniendo como punto de partida lo qué hacía la gente, cómo se producían esos cambios, a través de quienes los hicieron es lo que nos permite que aprendamos cómo funcionan las sociedades, como las sociedades fueron progresando, como resolvieron problemas.  La manera que conocemos como las sociedades fueron enfrentándose a toda clase de explotaciones, los que fueron los pueblos sometidos y sus realidades, y sobre todo el papel de las clases más populares son las que nos dan un sentido crítico del mundo. Y en el mundo de las artes ocurre lo mismo, es donde te van a enseñar a mirar, a desarrollar todo el mundo de la creatividad y todo ese tipo de situaciones.

Claro, si yo sólo desarrollo desde la escuela, un tipo de personalidad propia del mundo de las ciencias experimentales y el mundo de las matemáticas, pues lo que estaré haciendo es especializar, no conocer.  En la escuela, dependiendo de la perspectiva que se trabaje, podemos desarrollar personas, con conocimientos, que bien los pongan al servicio de la humanidad -y sobre todo de los más desfavorecidos-  o seres quienes se dediquen a los grandes negocios que necesita en este momento la burguesía. Ello no es un tema menor, sino por el contrario clave, pues estos negocios tienen que ver con la vida en todos los campos, ya sea en el desarrollo de ciencias como las biotecnologías, las ingenierías de la vida, las ingenierías de la farmacéutica, de la guerra y todo eso. Allí es donde están los grandes negocios y la escuela tiene que formar para una valoración crítica de sus actividades.

 En este momento en las escuelas no estamos viendo el gran debate alrededor de las industrias farmacéuticas, las patentes y como hay medicamentos que curan gran cantidad de cosas, pero al cual sólo un pequeño grupo de personas pueden acceder,  porque son muy costosas; todo ese tipo de cuestiones.

Entonces estamos claros, que la formación integral de la cual hablamos, tiene que ser desarrollada sobre una buena base científica, una buena base humanística y una base tecnológica. Significa, promover que las personas en los distintos actos de su vida, piensen en cómo ello afecta a los demás, como cada decisión tiene efectos en los demás.

Las ciencias sociales le van a permitir, por ejemplo,  ver la perversidad de un tipo de medicina, cuando eso se aplica de una forma determinada o, la perversidad de desarrollar ciertas líneas de investigación que sólo favorecen a un grupito muy reducido de la población, quienes tienen problemas, por ejemplo, de obesidad; cuando la mayoría tienen el otro problema mucho más grave, como lo es el hambre.

Pues, claro, esa es la cuestión problemática de una escuela, que desde la perspectiva del capital desarrolla un tipo de personalidad, sin capacidad de reflexión. Y encima, si te cercenan los contenidos de esas áreas de conocimiento o, pasan a ser lo menos importante y, encima te escolarizan con tus iguales, lo que ocurre es que a ti te desaparecen de la mente cantidad de gente. Pero no sólo te la desaparecen –porque ojalá desaparecieran, porque en el momento en que aparecieran tendrías por lo menos la curiosidad de saber quiénes son-  sino no al revés, te van a meter los mitos de que los otros son los culpables de lo que les acontezca y, que ya vivimos en una “sociedad donde hay igualdad de oportunidades” y, por lo tanto, que si hay personas pobres o lo que sea, es por culpa de ellos mismos, por lo tanto tú no tienes la culpa de nada.

Está la dimensión también neocolonizadora del mundo, porque sólo el llamado primer mundo puede llevar el ritmo de la vida que lleva.  Su ritmo de vida es el producto de la explotación de una clase rica del país donde vives respecto a los otros, tu nivel de vida es el resultado de lo que se hace para explotar a gente de otros países. Nosotros en Europa, podemos comprar prendas de ropa a un precio ridículo, pero hay alguien que lo está pagando más en otros lugares del mundo, no sólo en precios sino en sobreexplotación laboral.

LUIS BONILLA-MOLINA: Lo que tú planteas reconfigura el ejercicio de la profesión docente en el presente?

JURJO TORRES SANTOMÉ: Claro, todo eso va incidir en la profesión docente como la ven los organismos económicos hoy. Hoy la labor de la escuela es valorada por el sistema a través de pruebas estandarizadas de aprendizajes, de los aprendizajes que requiere el modelo económico global del siglo XXI. Ello incide en el ejercicio de la profesión docente, porque un docente que no se le haya formado en pensamiento crítico de la realidad, puede terminar enseñando, claro, pero para pasar esas pruebas. En los sitios donde hay test, donde hay pruebas de ese tipo  -como en España en este momento-  hay un desconcierto enorme y, los estudiantes y profesores están muy nerviosos. ¿Por qué? Porque este año entran en vigor dos tipos de pruebas: las reválidas al finalizar la escolaridad obligatoria y la reválida para entrar a la universidad. El nerviosismo es en qué van a consistir.

Claro, porque en los exámenes anteriores, por ejemplo, donde se hablaba de selectividad, ya vimos como distorsionó el último año de lo que era el bachillerato. Si en el segundo año de bachillerato, yo tengo que hacer a final una prueba para entrar a la universidad, lo que ello implica en términos prácticos, es que ese año lo dedicare casi exclusivamente a preparar y entrenar en “trucos” al alumnado, para pasar satisfactoriamente ese tipo de pruebas específicas. En consecuencia, te responden ante tu interrogante ¿y este tema? Este tema la vamos a explicar de esta forma, vamos a tratarlo de otra forma, porque esto es la forma con la podéis aprobar.  Entonces, toda prueba externa lo que hace es obligar, a que en la práctica, a que se  diseñen estrategias que permitan pasar esa prueba. El aprender pasa a ser condicionado por la prueba externa.

Si esta es la misión fundamental de la escuela hoy, ello afectará a la formación y la práctica docente. En la formación del profesorado, aunque no hay un programa específico que subordine su trabajo a las pruebas, el hecho que casi todo el mundo está hablando de ello, con los mismos lenguajes de evaluación, calidad educativa, eficacia escolar, etc., estas mismas materias van a comenzar a aparecer como importantes en la formación profesional.

LUIS BONILLA-MOLINA: La universidad sigue siendo una referencia para los sectores populares y una alternativa para el llamado “ascenso social”?

JURJO TORRES SANTOMÉ: Pero hay otra dimensión que sigue creciendo de manera casi imperceptible, que yo creo la mayoría de la gente no tiene consciencia de ello.  Y es que, la universidad sigue siendo empujada a su privatización; y si no la privatizan ¿qué hacen?, pues convertirla en algo que no merece mucho la pena. En este momento en España, es muy significativo, por ejemplo, como los hijos e hijas de las clases sociales más altas ya abandonaron las universidades españolas.  Si tú miras por origen de clase social quienes están en las universidades, ya empiezas a ver cómo –por supuesto, ya no sólo las carreras de humanidades, letras, magisterio, lo que es el mundo de la educación- quienes ahí están son cada vez más las clases populares.  Por supuesto que no han marchado en su totalidad, sino que amplios sectores están empezando a abandonar la universidad española, para irse a universidades extranjeras o a centros privados especiales, que se están haciendo en colaboración con fábricas que luego, a su vez, los recolocan.

Tú ves los grandes bancos, los grandes medios de comunicación, están ofertando títulos que con los que luego seleccionan a la gente que van a trabajar con ellos. Entonces, para mí, resulta muy peligroso el crecimiento que se está dando de las universidades privadas.  Éste es un crecimiento asombroso que se hace sobre otra base material, como lo es el recortar los presupuestos de la universidad pública.

En la universidad pública llevamos una década que nos pegaron unos recortes brutales y siguen pegando esos recortes brutales. Claro, con lo cual la calidad del servicio y lo que ofertas, se tiene que resentir de alguna forma.  Aunque es justo reconocer que hay un compromiso ético en el profesorado de hacer todo lo mejor posible. Pero claramente no podemos obviar que tenemos limitaciones serias para dotar bibliotecas, laboratorios, porque los fondos se redujeron de una forma escandalosa. La posibilidad de contratar al profesorado está super reducida, nos aumentaron el número de horas de dedicación a todos. Ahí tienes un problema muy grande.

Adicionalmente en esa introducción de las universidades privadas en el mundo educativo actual, también empiezan a aparecer ya como en otros países   -por ejemplo en los Estados Unidos- las grandes fundaciones  -en las cuales están metidos esos personajes que todos conocemos, Bill Gates por ejemplo-   y los grandes Bancos, quienes están creando centros para formar ellos a la gente. Y claro, en cada uno de ellos, son evidentes los negocios que ellos ven,  por ejemplo en la formación del profesorado.  Las fundaciones “filantrópicas” y los Bancos se están metiendo en eso. Si yo estoy formando ese ser humano empresarial y estoy reduciendo el mundo de las ciencias sociales, las humanidades y artes, en consecuencia necesito también un modelo de gestión de ese centro y de la docencia para que todo lo que se haga en ese centro, responda a otro tipo de filosofía.

LUIS BONILLA-MOLINA: ¿Qué nos dice el sistema con ello?

JURJO TORRES SANTOMÉ: ¿Qué nos están diciendo? Que los centros educativos funcionan mal porque están mal dirigidos y, en ese slogan es en el que están.  Nos dicen que los centros educativos funcionan mal porque el problema está en la gestión de esos centros y, por lo tanto necesitan una dirección de centro que dirija de manera más vertical.

De hecho uno de los artículos que introduce la ley LOMCE, es que la elección del director del centro educativo y del equipo que gestiona el centro,  no se hace de forma democrática, escuchan a los integrantes del centro, pero quien toma la decisión es la administración, ellos eligen a quienes la darán la conducción. Y ello tiene implicaciones serias, fundamentalmente en la formación, porque lo que procuran es incorporar el modelo del máster business a la dirección de centros, el modelo de la dirección de empresas que se están impartiendo en las facultades económicas y en las escuelas de business privadas para pasarlo también al sistema educativo.

Esa es una forma de incidir sustantivamente en el tipo de gestión con menor interés en otras dimensiones; y mucho menos, en la dimensión de educar esa ciudadanía, educar esa personalidad.

LUIS BONILLA-MOLINA: ¿que significa educar en ciudadanía?

JURJO TORRES SANTOMÉ: Educar a la ciudadanía significa educarnos a todos siendo conscientes que somos ciudadanos. Es decir, tomar consciencia que somos seres interdependientes, que dependemos unos de otros y, que las decisiones que tomamos a título individual repercuten en los demás; eso es importante.

Ahora pasamos de ser ciudadanos a ser clientes. Claro, el cliente con una lógica económica. Tú eres cliente y, por lo tanto, recibes servicio y tienes derechos asociados a tus recursos económicos. El concepto de ciudadanía que veníamos manejando nos decía que todos somos iguales, que tenemos todos los mismo derechos.  Ahí se está produciendo una fractura.

LUIS BONILLA-MOLINA: Ante este panorama terrible de ataque a la educación pública   -porque en el fondo todo ello es un ataque a la educación pública-  nos gustaría que nos conversaras sobre las resistencias. Escuchamos hablar de un Foro de Sevilla, de cómo se reconfiguró el Foro por la Otra Política Educativa y también de la resistencia del sector magisterial, del sector sindical, de los padres y representantes. Cuéntanos de las otras alternativas y de las resistencias a estas políticas.

JURJO TORRES SANTOMÉ: La resistencias son muy fuertes. La prueba es que, fíjate, esa ley, la LOMCE,  si bien la aprueba el Parlamento, por primera vez es una ley educativa que sólo la aprueba un partido político, que es Partido Popular.  El PP que tenía mayoría absoluta logró sacarla él solo, pero nadie más la aprobó. Por el contrario, los restantes partidos parlamentarios llegaron a un acuerdo, consistente en que cuando cambiase el gobierno lo primero que harían sería suprimir y anular la LOMCE; imagínate eso.

Y eso se logró porque hubo una movilización enorme y en esas movilizaciones de repente, las protestas en educación llegaban con uniforme, por así decirlo. Por ejemplo, tenemos una camiseta verde con un slogan que dice: “Por una escuela pública de todos y para todos y todas” la cuál es utilizada por muchos de quienes nos opusimos a la LOMCE.  Esto estuvo enmarcado en protestas sociales por ajustes en diversos campos.  Ello fue importante cuando coincidía con el movimiento del 15M.  En ese momento se nos conocía por eso, con el nombre de las mareas. La marea verde era cuando veías una manifestación que iban todos de verde, con esa camiseta y decían: esos son todos docentes, profesorado o familias que están protestando por la educación. Ese mismo modelo se fue extendiendo a todos los otros cuerpos del Estado y administraciones del Estado.

Hoy día sabrás, que en España había manifestaciones de las mareas blancas,  que eran similares a las que llevaban una camiseta verde, ahora llevaban una camiseta blanca. ¿Y quiénes eran? Todo el personal de medicina, enfermería, médicas, médicos, todo ese tipo de personas y personas comprometidas con la sanidad; y así cada administración tuvo su capítulo de resistencia, de rebeldía. Los de justicia tienen otro color, los de económico tenían otras y hasta los estudiantes que eran extranjeros tenían otro color.

Fuimos viendo eso, que el ataque no era sólo a educación, sino que era todo un nuevo modelo, toda una nueva filosofía que se estaba implantando  y nos estaba afectando a todos. Es decir, no sólo era para lo de educación o para las familias que tienen niños y niñas en edad escolar, no, no, no. Tú ¿qué eres?, ¿paciente?, ¿enfermero?, bueno ponte una de la sanidad –la sanidad estaba teniendo el mismo proceso-; los profesionales de la medicinas están teniendo los mismo ataques y el mismo deslucimiento de las posiciones que tiene el profesorado. Los de la justicia, lo mismo. Así en todos los campos.

Los servicios sociales se destrozaron, se eliminaron por completo, porque todo el dinero fue para recuperar a los Bancos con su propia insignia. Pues claro, la cuestión fundamental es eso, esas resistencias se fueron plasmando. Y en educación, lo que fuimos haciendo todos, los sindicatos, los partidos políticos, diversos colectivos, fue a partir de que “como ya teníamos claro que había que derrotar esta ley”, argumentar y dar razones, que identificaran donde estaba la perversidad de esta ley por un lado; y, por otro lado, generar una alternativa.

Yo pertenezco a un colectivo que se llama el Foro de de Sevilla que es un grupo de profesionales, de personas que estamos así reflexionando y publicando sobre el mundo de la educación, quienes somos de todas las partes del Estado español y nos reunimos -en este caso-  en Sevilla, para analizar cómo se podía hacer frente a todo esto.  Construimos argumentos más sólidos para proponérselos a la ciudadanía, que develaran la perversidad de este tipo de leyes.  Ahí se hicieron una serie de documentos y, a partir de ellos se fue extendiendo la negociación de las resistencias e implicando a todos los colectivos habidos y por haber.  Se formó un gran movimiento que se llama “Por otra política educativa” y tenemos un portal que todos lo pueden ver que se llama http://www.porotrapoliticaeducativa.org . Si entras allí, puedes ver todos los documentos (documentos base, documentos alternativos) que se fueron haciendo, las propuestas de cómo se tiene que hacer otra ley.  Insistimos mucho en las propuestas alternativas  –incluso ahora-   que permitan frenar esto.

Lo significativo de ese periodo fue el debate que se instaló ahí. Yo no conozco en este momento, ningún sindicato que no firmase eso, que no firmara.  Y no es que firmaran por firmar, sino que entraron en el debate. El documento final fue un documento muy costoso de negociar; porque cuando tú negocias con toda la gente esto hay que matizarlo aquí, esto así, esto aquí.  Eso fue un proceso y, es un proceso muy largo que nos llevó, así, dos años de mucha intensidad. Y ese ahora, es el documento base. Lo firmamos todas esas personas que aparecen ahí, sobre todo organizaciones; por lo tanto son las organizaciones quienes la firmaron, que son todas, y las más progresistas claro. Me imagino que la FAES no lo va a firmar. La FAES es la fundación que preside José María Aznar; pero las demás si lo hicieron. Yo creo que esa dinámica fue muy importante como también el  fenómeno de las mareas. En este país, si tú conoces una persona y a esa persona le hablas de lo que son las mareas verde y te dice que no sabe lo que son, duda que esa persona viva en este país.

LUIS BONILLA-MOLINA : Jurjo, para ir cerrando esta entrevista, nos gustaría que les dirigieras un mensaje a los maestros, a las maestras, a los profesores que en distintos países están enfrentando la agenda neoliberal en la Educación Pública y están resistiendo en defensa de la Educación pública.

JURJO TORRES SANTOMÉ: Pues, yo creo que es un aprendizaje de cual uno va siendo consciente poco a poco. Si vivimos en un país globalizado y las políticas son globales, necesitamos hacer resistencias globales; eso está clarísimo. Y por eso, lo que estamos viendo en este momento, es un país que está en plena efervescencia y lucha educativa como lo es México, por ejemplo. Todo el movimiento magisterial que vemos allí es de un compromiso muy activo; hay increíbles movilizaciones en las que están pagando hasta con su vida profesores, padres de familias y madres de familias, personas, estudiantes.

Por desgracia los muertos son demasiados, aunque sólo fuera uno siempre es demasiado.  Han resultado desaparecidos estudiantes como los de las escuelas normales de Ayotzinapa y otros más recientes. Lo que estamos viendo son luchas que forman parte de un mismo fenómeno de resistencia. En España yo explico  –porque México es un país que visito con alguna frecuencia – que está pasando igual que aquí. Y claro, si tenemos el mismo Ministerio de educación del planeta tierra, que es la OCDE, entonces los gobiernos, en la medida se tornan en conservadores o neoliberales, se convierten en auténticos títeres, ellos son quienes le hacen los trabajos, los programas, y los gobiernos de turno lavan la cara.

Los programas, lógicamente, se lo hacen estas grandes organizaciones. Lo que está detrás son estas grandes organizaciones los que las guían. Y la prueba s que si tú miras en Estados Unidos o en cualquier otro país, más  o menos, están viendo las mismas dinámicas; las políticas son las mismas.

Y las resistencias están ahí.  Existe una Internacional de la Educación, portales cada vez más mundialistas como puede ser http://www.otrasvoceseneducación.org. Es decir, cada vez es mayor el número de espacios, de instituciones y de organizaciones que montamos y resistimos con una cara internacionalista, como fue siempre la izquierda.  Cada día somos más quienes resistimos con una mirada internacionalista en educación y creemos que la mejor defensa es que cada uno, active desde su sitio y se relacione con quienes en otros países hacen lo mismo.

No podemos olvidarnos del internacionalismo y, en este caso es mucho más claro, porque vemos que la peculiaridad de la reforma en este país es que no es distinta a la de los otros. Puede cambiar alguna condición, pero las medidas y la filosofía de fondo, lo que se busca, es privatizar ese sistema.

La prueba PISA dentro publicó los últimos resultados de PISA, pero  como verán son los mismos. Pero no con otras materias, por ejemplo de ciencias sociales, en artes; estas pruebas no te van a decir nada de eso, si tienes una buena formación en filosofía o en nada. Esas menciones no te las van a evaluar nunca.

Eso es peligroso porque es generar una especie de amnesia colectiva. En el fondo es generar la amnesia histórica, porque la idea es llegar a eso que decía Fukuyama “el fin de la historia”. El fin de la historia,  quieren hacernos ver que es este sistema político que vemos hoy, mediante el cual nos están gobernando a la mayoría, de corte neoliberal,  es el único posible y es posible porque dicen que los demás son imposibles o que son sueños utópicos.

Claro, para que sirven las utopías, si llegamos al fin de la historia, para nada; ya que según ellos llegamos al fin de las historia. Las ciencias sociales son para indicar que estamos vivos y que la realidad la podemos modificar en función de cómo la analicemos y cómo hagamos intervenciones sobre ella. Pero sin nos convencen de que esto es lo hay y que no hay otra salida, que lo único importante, es lo que diga la  OCDE, ese es su idea del fin de la historia. Por lo pronto, la OCDE promueve que la educación nos lleve al mundo de los negocios, que parece ser la etapa de la historia en la que estamos en el mundo actual.

Claro, eso es funcional para los que están bien.  Para los ricos del mundo es fenomenal, pero para los demás es una desgracia. Por tanto, ahí vemos como estamos peleando, resistiendo. Pero de fondo, en materia educativa lo que promueve la OCDE es construir la amnesia histórica, quitarnos toda la historia de todas las luchas y eso ya lo intentaron, cuando las historias la narraban los vencedores. Sólo en las últimas décadas empezamos conocer resistencias cada vez más poderosas y decir colectivamente: ¡Cuidado, que aquí faltamos muchísima gente en esta escena ¡

LUIS BONILLA-MOLINA: Conversamos hoy desde España con Jurjo Torres Santomé, Jurjo, como le decimos cariñosamente es uno de los académicos que más ha escrito y reflexionado en últimos tiempos, sobre el impacto de las reformas neoliberales en nuestro sistema educativo. Gracias Jurjo por tus comentarios, por tus aportes, a La Otra Mirada Educativa.

JURJO TORRES SANTOMÉ: Gracias a ti. Un placer igual

 

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Entrevista a Samanta Biosca: “Hay mucho machaque al profesorado, parece que son responsables de todos los problemas”

17 febrero 2017/Fuente: Insugencia Magisterial

Samanta Biosca cambió el aula por las casas de los chicos. Empezó como maestra en una escuela privada “un tanto especial” en la que acogían “todos los casos que nadie quería”. Adolescentes conflictivos o niños con TDAH o Asperger fueron su día a día durante 15 años hasta que, crisis mediante, la escuela cerró. Como quería seguir esa línea de trabajo se hizo coach personal, esa figura cada vez más común en España que tutela o acompaña a un menor (o a un adulto o a toda la familia) en un proceso de búsqueda de objetivos personales, cambiar comportamientos, etc. Desde su experiencia, Biosca habla de “padres perdidos” respecto a la educación de sus hijos y cómo relacionarse con ellos.

¿Por qué dice que están perdidos los padres?

 Hemos pasado de una educación muy dirigida por los padres autoritarios a una educación totalmente permisiva sin ningún tipo de responsabilidad u obligación de los chicos. Hablamos de estos padres súper controladores, toda la responsabilidad es suya. Y esto es una hecatombe brutal porque tienes adolescentes irresponsables, sin compromiso.

Hay cantidad de información en el mundo de educación, pero los padres no se cuestionan realmente qué tipo de educación quieren dar a sus hijos. Están perdidos. Hoy prueban una cosa, mañana otra, al tercer día otra. Y te dicen: “He probado todo, pero nada funciona”. Seguramente no con la constancia necesaria para marcar ese hábito. Quieren tener autoridad, pero también ser sus colegas. Quieren ser pedagogos, pero luego sale un dictador. Hay muchas incongruencias. La escuela donde van nuestros hijos marca unas pautas, igual no estamos de acuerdo con ellas. Será importante escoger el colegio para saber qué van a enseñar a tu hijo para reforzarlo en casa. Veo a los padres que están muy perdidos y cometen errores muy tontos que son muy fáciles de rectificar. A mí también me pasa como madre. En casa del herrero, cuchillo de palo.

¿Se desentienden las familias de la educación y le dejan el marrón a los colegios? O, incluso, ¿trabajan a veces ‘contra’ los colegios?

Hay de todo. Muchos padres delegan la educación de sus hijos en el colegio, cuando no debería ser así. En el colegio se enseñan conceptos y otro tipo de cosas. Para mí la educación se enseña en casa. Entonces están los padres híper protectores que están haciendo una mala educación. Están los padres autoritarios, que están haciendo una mala educación. Creo que hay un cambio en la educación, pero como no está definido vamos todos a la deriva. Por ejemplo, cuando hablamos de valores en la familia. Le pregunto al padre qué tres valores quiere transmitirle a su hijo. Y me habla de tres sin que la madre lo sepa. Y luego le pregunto a la madre. Me da otros tres diferentes. Si el padre transmite unos valores y la madre otros ya tenemos un problema. Todas estas cosas son tonterías, pero si se hablan en casa nos marcan una línea de educación.

¿No sabemos lo que queremos?

Creo que hay una sociedad que ha perdido los valores. Por ejemplo, el éxito sin esfuerzo. Es un valor que se propaga por todas partes. Sale en la televisión. En todas partes se les vende a los chicos el éxito rápido y sin esfuerzo. Esto es un cambio social que se está produciendo y tiene consecuencias. Por ejemplo, los niños nini. ¿Qué quieren? Salir por la tele, ser famosos, ganar dinero y ya. La cultura del esfuerzo y el sacrificio que tenían nuestros padres a nivel social no la tenemos ya. En cuánto algo supone un mínimo de sacrificio, lo abandonan. Ponles un puzzle, verás lo que tardan… en descartarlo, porque requiere un esfuerzo y una concentración. También hay otros valores que están aprendiendo, que son nuevos, que están muy bien. La flexibilidad, la resiliencia.

El ejemplo de nuestros padres es la educación más importante. Lo que vemos, no lo que dicen. Algunos tienen una incongruencia total entre el discurso y la acción. “No uses tanto el móvil” y luego se sienta tres horas con la tablet. Nos tenemos que cuestionar como padres o educadores qué modelo transmitimos. “No hables mal”, pero luego el padre no respeta a su madre. Esto lo veo mucho. Faltas de respeto brutales hacia el padre o la madre y luego se le pide al chico respeto. No lo va a hacer.

¿Es un trabajo integral entonces, no sólo con los jóvenes?

Sí, yo los hago pasar a todos. Es verdad que hay padres que no quieren. Digo: “Empiezo con el chaval, pero vamos haciendo sesiones con todos”. Alternamos, les damos pautas. Es verdad que hay padres que te dicen que no, entonces te vas. Cuando un adolescente se ha perdido, falla, una parte puede ser responsabilidad del adolescente, pero también es de otros, no sólo suya.

Usted ha sido maestra, ahora no trabaja con ellos formalmente, pero sí mantiene contacto. ¿Están formados los docentes para tratar con adolescentes conflictivos?

No. En nuestro colegio, que sólo recibíamos casos problemáticos, sí que teníamos una formación tremenda. Teníamos formación constante. Por eso he podido derivar hacia aquí. Podíamos hablar de cualquier conflicto de trastorno, una dislexia, un TOC, un Asperger… Pero normalmente no se da esta formación al profesorado; es más, pocas veces el profesorado es receptivo a recibir esta formación. No quiero generalizar pero, por ejemplo, veo a muchos profesores formándose en tecnología, etc., que está muy bien, pero en cuanto a inteligencia emocional, poca. Además, la teoría es muy poco práctica en estos momentos. Está muy bien, pero no es lo mismo que en el aula. Al psicólogo le decíamos: “Métete en el aula ocho horas con los niños y verás si una estrategia funciona o no”. Falta experimentación. Prueba, resultado. Hay teoría, pero es poco aplicable.

Pero entiendo que adolescentes conflictivos ha habido siempre.

Sí, pero antes se cortaba más de cuajo. Yo era una TDAH tremenda. Me han expulsado de cuatro colegios. Pero cuando yo estaba en el colegio no se contemplaba el trastorno. ¿Cómo se trataba? Pues torta tras torta. Y cuando llegaba a casa, más. Había adolescentes conflictivos, sí. Pero por el miedo a las represalias se coartaba. Ahora no hay este miedo -y yo lo agradezco-, pero nos hemos pasado a: “El niño hay que protegerlo, tiene derecho a todo”. Nos hemos ido al otro lado. Y aquí se nos pierden.

¿Deberíamos preocuparnos o nos preocupamos demasiado por algo que ha pasado siempre?

Adolescentes problemáticos siempre ha habido. Pero los problemas de hoy, con toda la información que tienen, creo que son mayores. Por ejemplo, consumo de drogas, disparado. ¿Por qué? Porque el acceso es súper fácil. Porque los padres no le dan ningún tipo de importancia. “Sí, fuman porros y tal…”. Que un niño con 13 años pruebe los porros o la cerveza no lo veo un problema. Pero un consumo semanal sí es un problema. Hay una relajación con según qué temas… No hay educación de drogas, no hay educación sexual. En las escuelas no se está dando esta educación, pero es que en casa tampoco. Y se educan a través de internet, imagínate lo que les llega, sin filtros.

Ni en la escuela ni en casa. ¿A quién corresponde?

Yo creo que en casa primero. Los padres no hablan del tema porque creen que es propiciarlo. “Si no hablo de drogas no las van a probar”. Pero lo van a probar y va a ser peor. Están más informados que los padres.

Pero esto son tendencias difíciles de revertir…

Sí. Veo padres muy preocupados, pero tienen al niño delante de la televisión viendo cosas que no tocan.

¿Se preocupan más que actúan?

Exacto. Y, sobre todo, el empirismo. Probar, probar. ¿No funciona? Prueba otra cosa. Experimentar y perderle el miedo a la educación. Para llegar a un buen resultado hay que probar, corregir errores.

¿Cómo se trata con un adolescente que boicotea la clase?

Eso es el resultado de un malestar suyo, por tanto, hay que encontrar dónde está ese malestar. Si le das la opción de hacer las cosas bien, la toman. Puede ser que se pierda o que esté desmotivado. El profesor a lo mejor no puede detectarla, pero sí avisar en casa, al psicopedagogo. Nosotros aplicábamos lo que llamábamos la extinción. Ignoramos al chaval hasta que nos hable bien. Es difícil, yo creía que era inaplicable. Pero se consigue. El tiempo fuera viene muy bien, sacarlos a parte, nunca ridiculizarlos delante del grupo. Es un trabajo de chinos, pero da resultado. Ahora, es un esfuerzo tremendo por parte de todos.

Teníamos un grupo de psicopedagogía buenísimo. Algo que ha dejado de existir, hay grupos que no tienen psicopedagogo, y este refuerzo es importante. Las herramientas se van aprendiendo con la experiencia, pero el conocimiento teórico no se tiene al principio. En la universidad esto no te lo enseñan. El profesor está muy maltratado a nivel social. Te llegan los padres y te dicen: “¿Por qué has suspendido a mi hijo?”. Yo no he suspendido a tu hijo, tu hijo ha suspendido solo. “Es que no lo motivas”. Hay mucho machaque al profesorado, parece que son responsables de todos los problemas.

¿Se debería trabajar más la inteligencia emocional en las escuelas?

Todos hablamos de inteligencia emocional pero quién sabe lo que es. O cómo gestionar nuestras emociones. Esto no nos lo ha enseñado nadie. Sería una asignatura fenomenal. Toda la revolución que se está haciendo en el sistema está intentando aplicar esta inteligencia emocional. Creo, deseo y espero. Estamos en un cambio, como hubo la revolución industrial, que fue un cambio a nivel social brutal, creo que estamos en un momento parecido y por eso estamos tan perdidos. Nadie nos ha enseñado a gestionar las emociones y nos estamos dando cuenta de que es una de las partes más importantes del ser humano. El sistema educativo debe implantar la gestión de las emociones y la inteligencia emocional. Si una persona está sana emocionalmente, todo lo demás funciona.

Fuente:http://insurgenciamagisterial.com/hay-mucho-machaque-al-profesorado-parece-que-son-responsables-de-todos-los-problemas/

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