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Cisco: «Se necesita que los profesores se apropien de la tecnología»

Perú/ 12 de mayo de 2016/ Fuente: La república

Ricardo Santos, gerente de la división de educación de Cisco, es brasileño; pero su visión de la educación va más allá de su lugar de origen. Habiéndose desempeñado varios años como docente, explica a La República que no sólo los alumnos se benefician con la participación de la tecnología en este campo sino también los profesores.
¿Cuál sigue siendo el principal problema de la educación en Latinoamérica? 
En el uso de tecnología, yo diría que hoy día el problema principal es acceso. El conocimiento existe y está súper disponible, pero no llega a todos los puntos en América Latina. La calidad de la educación es resultado de esta falta de acceso.
¿Por qué todavía no hay ese acceso?
Estamos retrasados en términos de implementación de infraestructura de banda ancha y de conectividad en todas las ciudades. Cuando eso se compara a Estados Unidos o algunos países de Asia, nuestra realidad es otra; sin embargo, no significa que estamos totalmente retrasados y ya. Hace cinco años estuvimos retrasados. Yo considero que hace tres años para acá hay un nivel de inversión extraordinario y nuevas tecnologías han ayudado mucho.
¿Se está haciendo un correcto traslado de los conocimientos a las plataformas digitales? 
Ese es otro punto: cómo se está preparando contenidos educativos para el mundo digital. Porque aprender es una actividad, no un lugar. Antes para aprender dependías de ir a una escuela y ahora no. Esto cada vez está más fuerte como concepto para preparar contenidos. A la velocidad que estamos, sí vamos en un buen progreso. Debemos tener en cuenta que el mundo globalizado también en educación y todo lo que hay en otros continentes también hay aquí.
¿Qué país en la región está avanzado en ello?
En Brasil, la universidad de Campinas, tiene un centro de video y colaboración para educación a distancia. Es lo más avanzado del mundo. Estamos en una velocidad de adopción y a mí no me gusta mirar a América Latina como una cosa generalizada que está retrasada o avanzada y nunca será así porque somos emergentes. Hay lugares, barrios, ciudades que son como cualquier lugar que se compara con Nueva York.
Pero lo ideal es que fuera regular…
Esa es la definición de una economía emergente: una economía que quiere ser regular.
¿Tiene que ver con quiénes lideran el proceso? 
Esto está cambiando para que no sea más así.  Parcialmente, sí. La cantidad de personas que yo he conocido y no sólo en gobierno, sino en el sector privado. Las universidades y colegios que han contratados CEO’s que vienen de grandes industrias. Se está reemplazando los líderes que no tenían una visión de tecnología que vienen de otras industrias y eso está creando otra percepción.
¿También en Perú?
Yo sé que en algunas universidades como la UTEC que es un cliente de años de Cisco ya se está haciendo. Nos comentaron que han llegado a un nivel de sofisticación que la tecnología es ahora un pilar fundamentales para toda la estrategia de visión educacional de la universidad. Cualquier cosa que van a hacer lo hacen junto con la tecnología. Cuando llegamos a este punto, significa madurez del mercado.
¿Y cómo masificamos esa experiencia? 
Tenemos que humanizar la educación a distancia. Ahora ya no se discute más si es a distancia o presencial. Sino se busca un punto medio.
El problema de la educación a distancia aquí es el abandono…
Si estamos en un camino de control, estamos equivocados. Pero si pensamos en qué herramientas y procesos puedo utilizar para tornar esta situación más motivacional, más interesante para uno que está lejos del campus, las cosas son diferentes. Hay muchas técnicas para presencial, pero no hay tantas técnicas para a distancia. ¿Será que tecnología puede ayudar? Por ejemplo, si una de las cosas que preocupan es el nivel de abandono. Hay tecnologías que ayudan a evitar eso.
Nómbreme algún ejemplo.
Una que me parece una super mega tendencia que es el analytics. Básicamente mientras está en tres semanas en un curso, te están tomando varias mediciones de criterios para analizar si vas a abandonar el curso en qué semana. Son indicadores predictivos y preventivos pero es interesante. No sólo te dice eso, sino que te dice si aprenderá o no. Ahora, como te decía, esto de distancia y presencial es viejo. La tendencia es de semipresencial y ya. Dependiendo de temas, usamos una segunda opinión y llamo de alguna forma y busco un experto para complementar y luego se va.
¿Y cómo preparamos a los maestros para este cambio en la pedagogía?
Se necesita que los profesores se apropien de las tecnologías. Por ejemplo, tú ya no escribes más, otras generaciones un periodista tendría que estar escribiendo…Un profesor tiene un montón de pequeñas técnicas que debe apropiarse. Un profesor que llega y que sus alumnos ya estudiaron y sólo debaten. ¿Qué pasa? Un profesor en vez de estar desmotivado podrá hacer su función noble que es el debate. Contar su experiencia de vida…
Todo este proceso lo entiendo para una educación superior. ¿Pero en niveles de educación primaria o secundaria?
Masomenos, se debe adaptar la tecnología. Hay una cantidad enorme de software gratuitos de varios proveedores para la educación de los niños de cosas que estímulos cognitivos, storytelling, creatividad que son fantásticos. Hay congresos internacionales dedicados a analizar este punto. Un punto a nuestro favor es que los niños que no tiene resistencia a usarla.
¿Cómo hacemos entender a un gobierno que esa es la solución?
A través de resultados y ejemplos prácticos de cómo se puede mejorar la calidad de los procesos, de cómo aprender más de cómo enseñar mejor. Que se han usado en otros lugares similares. Con estos ejemplos cuando se tiene con una educación de calidad superior, qué impactos generó en la sociedad. A través de buenos ejemplos podemos sensibilizar a muchos
Pero aquí en Perú se ha mostrado varios…
Lo que falta son metodologías de cómo transformar estos ejemplos en cosas prácticas de implementación. Nuestra visión como Cisco es traer las buenas prácticas donde se implementó estos buenos ejemplos y cómo llegaron a este resultado. Si me pregunta, estamos en un buen avance. Y yo creo que si me entrevistas de acá  un año, estaremos en una realidad diferente.

El gerente de la división de educación de Cisco explica los cambios que ha generado la tecnología en este campo. Además, habla de los pasos que deben seguir las economías emergentes para el beneficio de sus estudiantes.

Fuente: http://larepublica.pe/educacion/766889-cisco-se-necesita-que-los-profesores-se-apropien-de-la-tecnologia

Imagen: http://cdn7.larepublica.pe/sites/default/files/styles/img_620/public/imagen/2016/05/12/foto-Noticia-766889.jpg

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La Escuela en Democracia: Entrevista a Pedro García Olivo, para el periódico anarquista “El Amanecer”

PEDAGOGÍA TRÁGICA, EDICIONES OCASO Y RATA NEGRA EDICIONES CONVERSANDO CON PEDRO GARCÍA OLIVO

Ediciones Ocaso, Pedagogía Trágica y Rata Negra Ediciones, colectivos de la Región Chilena, estuvieron conversando con Pedro García Olivo sobre la cuestión de la Escuela y su reforma en el contexto de las nuevas y viejas democracias.

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Recogemos, a continuación, los primeros desarrollos de la entrevista:

LA ESCUELA EN LA DEMOCRACIA
Perspectivas para la denegación de toda forma de Escuela
(Pedagogía Trágica, Ediciones Ocaso y Rata Negra Ediciones conversando con Pedro García Olivo)
Entrevista para el Periódico Anarquista “El Amanecer”
Colaboran : Pedagogía Trágica, Ediciones Ocaso y Rata Negra Ediciones
Junio 2015 / Región Chilena
Pregunta núm 1
Universidad y Anarquismo

Siendo la Universidad un campo de concentración, donde circulan tanto amos como esclavos (académicos y estudiantes), estos últimos aún insisten en recurrir a ella como una salida o bien como un punto de encuentro: talleres, foros, encuentros, actividades, etc.
Usted también ha sido partícipe de ella, sea desde el espacio académico de formación y más tarde como un odiador (…).
Cabe preguntarse lo siguiente: ¿Es válido hacer desde allí un daño al aparato educativo y cómo ve usted esta enorme contradicción de seguir recurriendo o buscando en ella una especie de movilidad social o si, lo prefiere, una especie de concientización de masas?
En mi opinión, las demandas de educación pública, de calidad y gratuita, son un signo de la postración contemporánea del pensamiento crítico y de la praxis antagonista. La escuela pública, universal, como pretendido “derecho”, es una exigencia clásica del Capitalismo consolidado. El Sistema requiere escuelas, o bien estatales o bien para-estatales (privadas, concertadas, semi-públicas,…), con una preferencia creciente por los proyectos no-directivos, a menudo de inspiración libertaria… Acabo de participar en la Semana de las Educaciones Alternativas de Bogotá, evento sufragado con fondos públicos, desde los aparatos políticos y las cuotas de poder de la izquierda, de la socialdemocracia, del progresismo reformista. Se evidenció allí un interés mayúsculo de las administraciones, siguiendo pautas emanadas del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional, de la Unesco y de cierta tecnocracia educativa muy influyente a escala global (pensemos en E. Morin, con su celebrado y siniestro manifiesto: “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro”) y de los modelos propuestos por las potencias hegemónicas, en “reformar” la Escuela, en alejarla de los prototipos autoritarios clásicos, que ya no sirven para reproducir el Sistema, y en organizarla desde las pautas de “lo alternativo”, lo “no-directivo”, lo “activo y participativo”, lo “dialógico”, lo “democrático”, lo “asambleario”, etc.

La “Escuela alternativa” por la que se clamaba en ese encuentro (que se inscribe en una larga seria de eventos semejantes, en todos los continentes) será mañana la “Escuela oficial”, y de hecho ya lo es hoy en parte de Europa: es la Escuela por fin readaptada a una fase del Capitalismo que ya no requiere, sin más, “obreros dóciles y votantes crédulos”, sino “ciudadanos asertivos, emprendedores, organizativos; gentes creativas, imaginativas, asociativas” siempre —y este es el aspecto crucial— desde la aceptación franca de lo dado, desde la instalación plena en el sistema o, al menos, desde el deseo irrefrenable de acomodación. Para este nuevo perfil demandado por la máquina política y económica ya no sirve la escuela tradicional; se precisa una Escuela Renovada, y hay un interés mayúsculo, en las agencias económicas y en los poderes políticos, en promoverla.

Pero, como aconsejaba Maquiavelo, tal “exigencia del Sistema” no ha de ser meramente impuesta: conviene que sea el pueblo, la ciudadanía, el común de las gentes, quienes la demanden, quienes “luchen” por ella, movilizándose, llenando las calles, enfrentándose incluso con la policía, recibiendo golpes y padeciendo cárceles, soñando “conquistarla”. Cuando el clamor popular sea notable, y todo el mundo aspire a la reforma, el Príncipe, en un gesto de sensibilidad social y de amor a sus súbditos, “concederá” aquello que, desde el principio, deseaba “decretar”. No habrá “impuesto” nada: se dirá que ha cedido ante una aspiración ciudadana, o que la ha atendido al menos.
Este es nuestro caso: las demandas de Educación Pública Universal, de Escuelas Renovadas, de Pedagogías Aternativas, de Reformismo Metodológico, etc., son alentadas hoy por los poderes establecidos, aunque se permitan el guiñol de una represión de los demandantes, aunque encuadren frente a ellos policías y otras escuadras brutales. Estamos, aquí, en el ámbito de la “conflictividad conservadora”, de la “desobediencia inducida”, de lo que Foucault llamó “ilegalismo útil”, política e ideológicamente rentable.
Un mínimo punto de radicalidad en el cuestionamiento del dispositivo de enseñanza conduce a no aceptar la estatalización de la educación; a no tolerar la figura “demiúrgica” del Profesor, la hipóstasis del “encierro formativo” y el discurso anestésico-narcótico de las pedagogías todas, incluidas las nominalmente libertarias.
La segunda parte de vuestra pregunta plantea una cuestión compleja, que no tengo resuelta de un modo satisfactorio… Como “cementerio del espíritu”, que decía A. Artaud, es muy poco lo que cabe esperar de la Universidad para la crítica no sobornable y los anhelos de transformación. Pero cabe discutir el alcance de ese “muy poco”….
Yo nunca he simpatizado con las estrategias “entristas” o “de infiltración”, que hablaban de la necesidad de “tomar” progresivamente los centros de poder, para de algún modo desnaturalizarlos y volverlos contra su funcionalidad originaria. He visto ahí meras racionalizaciones del deseo de instalación, de la voluntad de acomodo. Los profesores de la Escuela de Frankfürt, con Adorno y Horkheimer a la cabeza, nos han ilustrado tristemente sobre la misera de dicha táctica: aspirar, decían, a la “pequeña desviación”, a la “diferencia mínima”, desde los mismos aparatos del Estado, incluida la Universidad, como refugio último de la esperanza emancipatoria.

Un gran radicalismo verbal se conjugaba en ellos con la completa adaptación a la maquinaria política y cultural capitalista (de ahí su asentamiento en la Universidad, su éxito académico, su poderosa estructura editorial, sus confortables viviendas, su aburguesamiento existencial,…). Detesto esa suerte de cinismo, esa división esquizoide entre el pensamiento y la vida; y no me parece sincera su apuesta por una ingresión rebelde en el sistema universitario… En España, hemos tenido los casos, quizá aún más lamentables, de celebrados “anarcofuncionarios”, empoltronados en la Universidad, viviendo de su enemigo declarado: el Estado. El anarquista que trabaja para el Estado, dando clases por ejemplo, encarna la máxima contradicción concebible, el cinismo más vergonzante: no se engaña en absoluto, no es víctima de una ilusión, de una mentira interior (si fuera presa de un auto-engaño, en el sentido de Nietzsche, si “creyera” en su oficio, aún le cabría cierta disculpa), pues lo sabe todo, sabe para quién se vende, a cambio de qué se le paga, la ignominia de su ocupación y de su vida, y sigue no obstante adelante…

En “El carácter destructivo”, W. Benjamin ofrece una descripción que se hace cargo admirablemente de la psicología de estos sucios personajes… En efecto, en un texto quizás ambiguo, este frankfürtiano díscolo describió un tipo de carácter, una estructura de la personalidad, que, en mi opinión, halla entre los “profesores izquierdistas” de nuestros días no pocos exponentes: el “carácter destructivo”. Esta psicología, que termina anegando el pathos destructivo en la conformidad y hasta en la reacción, que encuentra su referente social en la pequeña burguesía descontentadiza (o en los sectores revoltosos de la clase media, por utilizar otra expresión), y que también caracteriza a un segmento de la clase empresarial, se distingue por la insistencia en el rechazo visceral y en las propuestas demoledoras desde un cierto acomodo, desde una inocultable seguridad, desde un estar a salvo de las consecuencias previsibles de aquel rechazo y de aquella demolición.

El “carácter destructivo” aboga por una conmoción en la que no arriesga personalmente nada, unos trastocamientos que en nada afectan a su mundo. No se compromete verdaderamente, no se involucra hasta el fin, en las luchas que proclama, en los conflictos que suscita, en las convulsiones a que asiste. Su beligerancia, su radicalismo, su disconformidad, es, exactamente, de índole ritual, escenográfica, y tiene que ver, por un lado, con cierta “subida del telón” profesional y, por otro, con una particular conformación de su carácter —con un desdoblamiento de su psicología que reconcilia, como decía, la sed de crisis con el conservadurismo secreto, el apetito de infierno con el amor de Dios, los gestos de la negación insobornable con el soborno de una afirmación no-declarada.

En tanto “carácter destructivo”, el universitario progresista se incapacita para la verdadera praxis transformadora, disuelve e inoculiza su aparente insumisión en una parafernalia de ritos catárticos, en una gesticulación simbólica de hombre que niega las cosas de este mundo porque no peligra su bienestar en este mundo y que parece amar el desorden por el exceso mismo del orden que ha instaurado sobre los asuntos de su vida. Ritual y casi hipócrita, la ‘destrucción’ por la que suspiran muchos profesores contestatarios vale lo mismo que una consigna de rebelión escrita en la arena de la playa por un hombre desocupado que toma el sol entre bostezos: no es sincera, y la borrará cualquier pequeña ola…

Pero me ha parecido también que, en situaciones concretas, puede resultar interesante desatar discursos críticos, anti-escolares, anti-universitarios, en la misma Institución. Por un lado, el pensamiento des-sistematizado sale así, de alguna manera, de su gueto natural, de sus circuitos a veces sectarios, y alcanza a receptores, a públicos, en los que puede realmente “estallar”. Se trata de una cierta transgresión del orden del discurso, que se da raras veces, y en la que yo gusto de involucrarme.

Plantear, por ejemplo, con toda rotundidad, sin medias tintas, un discurso desescolarizador en la propia Universidad, ante estudiantes desprevenidos, de cuya formación se han excluido sistemáticamente tales perspectivas (dos o tres línea concedidas a la figura de I. Illich, como máximo, en las clases de pedagogía), puede resultar conmocionante y puede lanzar a muchos jóvenes tras la pista de textos y experiencias que ni se imaginaban. Ya sabéis que yo abandoné hace años la enseñanza, mi propia condición de “educador mercenario”, experto en pedagogías alternativas que encantaban por cierto a las autoridades educativas y a la propia Inspección, procurando vivir de unos huertos en el medio rural-marginal, dando la espalda progresivamente al mercado y al Estado, en una experiencia terminal de la libertad posible. Por ese lado di el culo a la Universidad, y procuré soltar un pedo en su rostro… Pero, como mi autosuficiencia no es aún absoluta, y hay alimentos que no puedo producir, más el gasto de esta conexión mínima a Internet que me permite hablar con vosotros y con los amigos, para no volverme loco de soledad, a fin de cuentas, por esta imposibilidad temporal de la autarquía, decía, de vez en cuando me dejo contratar por alguna Universidad para desatar en su seno, como pedradas contra lo establecido, discursos anti-escolares.

Los vínculos que he ido estableciendo con estudiantes que me escucharon asombrados y empezaron a replantearse alguna cosas, me hace creer que esa esporádica transacción (no me ocurre más de una o dos veces al año) arroja también unos “efectos colaterales” que son dignos de atender. También es posible, amigos, que me esté auto-engañando en este momento; y, de hecho, no tengo claro este asunto, lo confieso.

A veces determino no pisar nunca más una Universidad, no volver a dar charlas incluso, en ninguna parte, recuperando el ideal de Antístenes el Quínico: “Esconde tu vida”, “borra tus huellas”, “prescinde de todo público”… Pero, en otras ocasiones, me seduce más la beligerancia de Diógenes el Perro, su discípulo, con sus espectáculos provocativos, disgregadores, su necesidad (¿patética?) de auditorio… Oscilo de un extremo a otro, porque no hay medio camino practicable. Me callo por meses, y luego hablo demasiado —también en Universidades.
Tiendo, en conjunto, a negar la practica docente en la Universidad, si se alientan fines antagonistas; pero no me cierro en banda a la utilización selectiva, circunstancial, de sus espacios, en la medida en que se preserve la autonomía e independencia de los convocantes y de los convocados…

Fuente de la entrevista: http://pedrogarciaolivo.blogspot.com/

Fuente de la imagen; http://images.ara.cat/2015/11/01/societat/dels-que-del-perque-no_1459664116_25150359_1447x963.jpg

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Aprender inglés: consejos de un experto en enseñanza de idiomas

Colombia/09 de mayo de 2016/ La periodista de Uniandes Andrea Linares Gómez

El “aprendizaje basado en tareas” es la manera más efectiva de aprender inglés, según el doctor en educación neozelandés Rod Ellis

En el marco del evento Five Decades of Rethinking ELT Practices, desarrollado el 12 y 13 de abril por el Departamento de Lenguas y Cultura de la Universidad de los Andes (Uniandes), fue invitado Rod Ellis, doctor en educación doctor en educación y jefe adjunto del Departamento de Lingüística Aplicada y Estudios del Lenguaje en la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda.  En esta nota te compartimos sus principales recomendaciones y reflexiones en cuanto al aprendizaje de inglés:cuál es la mejor manera de estudiarlo y qué deben hacer las instituciones para fomentarlo.

En una entrevista concedida a la periodista de Uniandes Andrea Linares Gómez, Ellis aseguró que el éxito a la hora de aprender esta lengua es hacerlo a través de un “aprendizaje basado en tareas”, donde se aborda al lenguaje como una “herramienta de comunicación” y no un conjunto de palabras y estructuras gramaticales que el estudiante debe memorizar y repetir.

Por este motivo, los docentes deben asignar tareas que estén estrechamente relacionadas con el contexto, el nivel y los intereses de los estudiantes. El principal objetivo, según Ellis, es tratar a la lengua inglesa “de la misma forma que los niños tratan su lengua materna”: como una vital herramienta de vinculación con el entorno. Describir elementos, hablar de sus hobbies o lugares favoritos y seguir instrucciones para construir un objeto son algunas de las tereas que nombra el catedrático, ya que implican la escucha, la lectura y el habla a la vez y logran que el aprendizaje se derive de la realización de esta.

No obstante, Ellis admite que se trata de un proceso lento y gradual: “si aprender la lengua materna puede tomar de 4 a 5 años, ¿cómo va a ser posible aprender un segundo idioma en apenas un par de meses?”. El doctor en educación afirma que si se imparte el lenguaje no como un conjunto de reglas, si no como una herramienta de comunicación, se convertirá en un proceso más natural, donde menos niños se sentirán excluidos por no lograr comprender las normas.

Por fuera del aula, el educador recomienda que el proceso de aprendizaje continúe: “escucharlo y leerlo de manera extensiva, todo el tiempo, a través de la música, los programas de televisión, las películas, las conversaciones, la lectura de libros, de periódicos y de textos digitales”. En lo posible, el estudiante debe exponerse a estos recursos durante más de tres horas al día, así como buscar la interacción frecuente con alguien que hable el idioma.

 

No hablar en español

Para Ellis, que también enseña en la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghai, se desempeña como catedrático TESOL (Teaching English to Students of Other Languages) de la Escuela de Posgrado de Educación de la Universidad de Anaheim, y es director y consultor de siete revistas internacionales sobre la enseñanza del idioma, uno de los peores errores que cometen los docentes de lengua es “pasar la mayor parte del tiempo hablando en español, pues los estudiantes no tendrán la oportunidad de escuchar el inglés o el francés”.

Según el experto, el lograr que los alumnos comprendan lo que dice en la lengua extranjera es una habilidad que “diferencia a un buen profesor de uno malo”.

En cuanto a qué políticas públicas deberían implementarse en Colombia, Ellis remarca que se debe fomentar esta enseñanza natural, formando alumnos que se sientan seguros al comunicarse en inglés, sin hacer tanto énfasis en que su pronunciación o gramática sea perfecta.

¿Qué tipo de tareas son útiles en este proceso?

En el aprendizaje de un segundo idioma es necesario que el estudiante, desde el nivel de principiante, comience con ejercicios que impliquen escuchar, leer y hablar: por ejemplo, describir objetos que aparezcan en láminas, encontrar y explicar las diferencias entre dos imágenes, hablar de sus hobbies o de sus lugares favoritos, seguir instrucciones para construir un objeto… En síntesis: el lenguaje está inmerso en cada tarea y su aprendizaje se deriva de la realización de la misma. Hay que ir más allá de enseñar el presente simple o el presente continuo. La prioridad del aprendizaje basado en tareas es desarrollar las habilidades comunicativas necesarias para usar el idioma.

¿Los colegios bilingües son una alternativa acertada en el aprendizaje de una segunda lengua?

Es otra manera de aprender que también resulta efectiva. Este tipo de inmersión en un segundo idioma, donde se dictan diferentes asignaturas en inglés (matemáticas, ciencias, sociales), permite a los estudiantes aprender el lenguaje a través de contenidos específicos. Volvemos al mismo punto: el inglés es tratado como un vehículo de comunicación, para transmitir diferentes conocimientos, y no existen reglas gramaticales. Los niños no sufren y comienzan a ser fluidos en el uso del idioma.

¿Cómo lograr que los niños y jóvenes vean un segundo idioma como una herramienta educativa y no una asignatura más?

El inglés suele ser visto como una asignatura aburrida porque tradicionalmente se enseña desde las reglas gramaticales y la conjugación de verbos. Al introducirlo de esta manera, comienza a crearse en el salón de clases un ambiente que privilegia a los estudiantes aparentemente ‘más pilos’ en la comprensión de dichas reglas; en cambio, cuando los niños se acercan a un segundo idioma como lo hacen con su lengua materna, desaparece la clasificación de buenos y malos, inteligentes y menos inteligentes, dado se trata de un proceso natural. Aunque no todos los estudiantes van a sentirse motivados en aprender otro idioma, habrá una oportunidad mayor de interesarlos si se hace con naturalidad.

¿De qué manera se afianza mejor el aprendizaje de un segundo idioma fuera del salón de clase?

Lo primero que debo decir es que un segundo idioma no se aprende en tres meses, como lo hace ver la publicidad. Se trata de un proceso lento y gradual; piense usted: si aprender la lengua materna puede tomar de 4 a 5 años, ¿cómo va a ser posible aprender un segundo idioma en apenas un par de meses? Pero, ¿qué da buenos resultados? Bueno, escucharlo y leerlo de manera extensiva, todo el tiempo, a través de la música, los programas de televisión, las películas, las conversaciones, la lectura de libros, de periódicos y de textos digitales. No bastan tres horas al día; la exposición al segundo idioma debe ser constante, y en lo posible debe involucrar la práctica con alguien que lo hable. En el caso de los adultos es aún más necesario hacerlo de forma recurrente, no solo en el salón de clase.

¿Cuáles son los errores más frecuentes que comenten los profesores hacen cuando enseñan un segundo idioma?

El error más obvio es pasar la mayor parte del tiempo hablando en español, pues los estudiantes no tendrán la oportunidad de escuchar el inglés o el francés. Algo que diferencia a un buen profesor de uno malo es la habilidad de lograr que sus estudiantes comprendan lo que les dice en inglés o en francés; esto implica no hablar muy rápido, parafrasear, repetir si es necesario y asegurarse de que sus estudiantes le entienden, de manera que puedan establecer una comunicación efectiva.

¿Qué debe privilegiar una política educativa al momento de incorporar la enseñanza de un segundo idioma?

El reto más importante para un ministerio de educación es diseñar currículos que propendan por la enseñanza natural de un segundo idioma, llámese inglés o francés para el caso de Colombia. Aquí es importante definir qué quiere como país: formar estudiantes que se sientan seguros al comunicarse en otro idioma o estudiantes que obtengan buenos resultados en los exámenes internacionales que miden su conocimiento, pero sin la habilidad para hablarlo ni comunicarse. Es importante tener en cuenta que ningún sistema educativo va a lograr que sus ciudadanos hablen ese segundo idioma como lo hacen los nativos del mismo; hay que preocuparse menos por la precisión en su pronunciación, y más por la seguridad y fluidez al momento de hablarlo, a pesar de ciertos errores.

 

Fuente: http://noticias.universia.net.co/educacion/noticia/2016/05/09/1139170/aprender-ingles-consejos-experto-ensenanza-idiomas.html

Entrevista completa: http://www.uniandes.edu.co/noticias/ciencias-sociales/el-ingles-no-puede-ser-el-coco-del-aula-de-clases

Imagen: http://www.ices.fudan.edu.cn/_upload/article/a8/45/1aacb20e4c9087b99948d65ac5e5/24c35582-1766-4267-9394-cf81d25d261d.jpg

 

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Mexico: Obispo propone invertir más en la educación que en seguridad.

www.lajornadaguerrero.com.mx/09-05-2016/Por: Arturo de Dios Palma

Salvador Rangel Mendoza sugiere también que se considere dialogar con el crimen organizado

Chilpancingo, 8 de mayo. El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, propone algunas opciones para sacar a Guerrero de la crisis que atraviesa a consecuencia de la violencia generada por el narco: aplicar políticas públicas que denoten el desarrollo en los pueblos; que en lugar de invertir en más militares y policías se hagan escuelas, clínicas, caminos; que el gobierno recupere los espacios en los que el narco lo sustituyó; que no se cancele la posibilidad de dialogar con la delincuencia organizada.

Rangel Mendoza llegó a Guerrero hace ocho meses a dirigir a la iglesia en uno de los territorios más violentos del estado: Chilpancingo y su crisis de empresarios hostigados por el narco; Chilapa, con el rastro de los 100 desaparecidos debido a la disputa entre Los Rojos y Los Ardillos; la Sierra y su amapola que es el imán que ha atraído la violencia y que al mismo tiempo no logrado sacar a los campesinos de la pobreza.

El obispo habla de los principales problemas de Guerrero: narcotráfico y pobreza.

–La semana pasada bajaron a protestar cultivadores de amapola de la Sierra, a pedir que les cambien amapola por proyectos productivos, ¿qué opina?

–Yo lo he dicho siempre: el hambre es la madre de todas las guerras. Podemos soportar muchas cosas, pero no comer no lo podemos soportar. La realidad de la Sierra es que son campesinos miserables. El drama de ellos es que han encontrado en el cultivo de la amapola una opción, un dinero fácil, para nosotros será un dinero fácil, pero para ellos es algo esencial. A través de esta comercialización, ellos han podido avanzar un poquito.

“El grito de ellos son dos peticiones: Una de ellas es que se haga un programa de desarrollo en la Sierra. Que en vez de invertir en tanto Ejército, en tanta Marina, en tantos cuerpos de seguridad, que se empleé eso en planes de desarrollo. Creo que es justo lo que están pidiendo: caminos, fuentes de trabajo, no simplemente quitarles la amapola, sino darles otra opción. El otro grito es que no quieren que suban los soldados. Hace como dos meses, subió el Ejército y destruyó muchos plantíos y cuál fue la reacción de esto: se encareció el gramo de la goma de opio y ahora es más buscado. Debemos de entender que ellos solo son cultivadores, campesinos de la amapola. Habrá otros que trafiquen, habrá otros que comercialicen la droga, pero a ellos realmente les pagan muy poco por su trabajo. Y es lo básico para ellos”.

–¿Ve cómo una alternativa la legalización de la amapola con fines medicinales?

–Yo le he platicado al gobernador (Héctor) Astudillo. Todos sabemos de dónde sale la heroína. Y en Estados Unidos y en Alemania, los laboratorios Bayer desde 1974 la convirtieron en medicina. Yo no soy científico, pero si hubiera la posibilidad de convertirla en medicina, de cierta manera legalizar la siembra de esta droga, pudiera ser una de las salidas. Yo sospecho que en los grandes niveles de todas formas la comercializan y la convierten en medicina. Pero es una sospecha solamente la mía.

“Yo siempre he dicho: Guerrero está en manos de los narcos. En particular mi diócesis, que está en Chilpancingo y Chilapa, esto es una realidad. Ciertamente la autoridad oficial ha sido sustituida por la autoridad de los narcotraficantes o las autodefensas. Aquí hay una cuestión social muy particular que las gentes, las personas, están mucho más contentas y mucho más seguras con este régimen de los narcotraficantes. Por ejemplo en la Sierra no se oye de asaltos, de asesinatos, de levantones, de secuestros, incluso no permiten que los muchachos se droguen. Ahí es donde yo veo el gran peligro. Ellos han aceptado que ese régimen de los narcotraficantes es mucho mejor que las autoridades oficiales”.

–¿Pero unos están contentos con ese régimen y otros no?

–Yo les decía que dependen del lugar, así es el narcotráfico o los secuestros que se dan muchos o asesinatos, pero he llegado a la conclusión de que hay auténticos narcotraficantes, que vamos a decir son más pacíficos, y hay pandillas delincuenciales que trafican la droga y esos son más peligrosos. Es donde el Ejército y la Policía Estatal o Municipal deberían poner más atención. Por ejemplo, Acapulco donde hay más problemas, porque ahí hay narcomenudeo, porque hay gente, turistas que lo consumen, hay problemas de bandas que son narcomenudistas y ponga el (cobro) del derecho de piso, pero en realidad no son narcotraficantes, son pillos que se aprovechan de la situación.

“La policía, el Ejército, el sistema de inteligencia debe detectar a esos grupos que son los que realmente hacen mal. Ahora quienes son los asesinatos, los muertitos. Yo decía porque hacen los ajustes de cuenta: alguien que no dio bien las cuentas o se robó la mercancía o el dinero, van y lo arreglan según ellos, o cuando invaden territorio bandas rivales y de ahí vienen los asesinatos. Desde hace cinco, seis meses en lo que es mi diócesis Chilapancingo-Chilapa percibo que está más tranquila la situación.

–Pese a esas particularidades, hay un problema de fondo que es la pobreza la marginación, ¿Cree que hay alguna solución?

–A nivel nacional o estatal que se metiera un programa de desarrollo integral, darle oportunidades a estas personas, simplemente de qué sobrevivir, de qué mantenerse, te quito los sembradíos de amapola, pero te voy a dar esto. Vale la pena hacer este plan de desarrollo. También es importante la formación de las personas: la cultura, la escuela, si estas personas no tiene gran formación, difícilmente terminan la primaria o primero o segundo de secundaria, y ya se meten dónde pueden ganar dinero más fácil, en cultivo de la amapola.

“La otra sería la legalización de la amapola. No sé qué tan fácil sea legalizar la heroína o la amapola. No lo sé, pero valdría la pena. Para mí serían las soluciones para detener el narcotráfico. Pero ahora hay otro problema: cómo llenar ese vacío de poder de las instituciones. Unos dicen que hay un vacío de poder, lo que pasa que fue suplantado. Entonces como ir cambiando que las instituciones, instituciones honestas que quieran de verdad trabajar en favor de la gente, pero mientras siga este ambiente de que no se les tiene confianza a los políticos ni a las instituciones, la gente no les tiene confianza, y como se van a ganar esa confianza, pues trabajando, estando junto a esas personas.

“Para que no se me pase: yo siempre he dicho que tenemos que dialogar. Para hacer la paz con mis vecinos tengo que platicar, para hacer la paz con el enemigo nos tenemos que sentar a dialogar. Yo estuve seis años en Israel trabajando, recuerdo a Isaac Rabin, que quería hacer la paz con los palestinos dijo: esta ha sido la decisión más difícil de mi vida, sentarme a dialogar con los palestinos, pero es la única salida. Yo siempre les he dicho que si puedo ayudar como obispo, estoy dispuesto a dialogar. De hecho ya lo estoy haciendo: ya estoy hablando con muchas personas que simplemente les digo no asesinen, no secuestren, que no haya terceros perjudicados. Porque si no ponemos como lo boxeadores en nuestras esquinas y cuando nos encontramos es para echar trancazos, no vamos a llegar a ningún lado.

–¿La iglesia puede ser ese puente?

–Siempre lo ha sido.

–¿Pero cree que haya voluntad de las partes?

–Depende de ellos, yo no puedo meterme en la mente y en el corazón de estas personas. De parte del gobierno dicen: no podemos dialogar con los delincuentes, pues dónde está esa norma. Porque hablar de buenos y malos, como diciendo no podemos hablar con los malos, pero yo les pregunto: ¿Quiénes son más malos?

Fuente de la imagen: http://www.educando.edu.do/portal/documentos-de-educacion-basica-de-la-jornada-de-capacitacion-verano-2015/

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Azurena Molina: Ser maestro, una labor que va más allá del aula

Azurena Molina Molas recibirá el galardón Maestro Distinguido 2016 otorgado por la Segey, por su labor durante 36 años.

La maestra Azurena Molina Molas recuerda con mucha alegría aquellos años en los que le tocó estar en sitios en donde no había servicios públicos, como luz y agua, pero sí convivencia muy estrecha entre maestros con alumnos, padres de familia y la comunidad en general, a tal grado de sentirlos como su segunda familia. (José Acosta/Milenio Novedades)

El esfuerzo constante reflejado en 36 años de labor docente de la maestra Azurena María del Socorro Molina Molas será premiado mediante el galardón de “Maestro Distinguido 2016”, reconocimiento que cada año es entregado por la Secretaría de Educación del Estado de Yucatán (Segey).

Comenzó su ejercicio docente a los 17 años, pues le tocó ser parte de la generación de “normalistas”, es decir, personas que egresaban de la secundaria y posteriormente estudiaban en la Escuela Normal “Rodolfo Menéndez Peña”.

Sin embargo, el título que recibió a su corta edad no fue suficiente, ya que años después ingresó a la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) en donde egresó como Licenciada en Educación Básica, pues el deseo de Azurena ha sido siempre ser una mujer preparada y capaz de lograr las metas personales y como profesionista.

Fue la primera mujer en su familia en obtener títulos universitarios, ya que para la época en la que le tocó desarrollarse se creía que las mujeres no podían salir de casa y que sólo los hombres tenían derecho de acudir a una universidad; no obstante agradece en demasía el apoyo de sus padres y de sus hermanos, quienes no se opusieron en el camino de alcanzar sus sueños.


“Me tocó desarrollarme en tiempos difíciles”, dice Azurena María del Socorro, ahora con una sonrisa en los labios, pues tras años de haber enfrentado diversos obstáculos hoy se siente dichosa y plena en todas las áreas de su vida.

Comenzó la “aventura” en la docencia en diversas comunidades rurales del estado de Yucatán, sitios que atesora en sus recuerdos por todas las enseñanzas que ella recibió durante este período aproximadamente de siete años, antes de que obtuviera un lugar en alguna escuela de Mérida.

Siempre buena estudiante, salió de la Escuela Normal con mención honorífica y este ahínco le permitió continuar sus estudios aún cuando se volvió madre.

Azurena recuerda con mucha alegría aquellos años en los que le tocó estar en sitios en donde no había servicios públicos, como luz y agua, pero sí convivencia muy estrecha entre maestros con alumnos, padres de familia y la comunidad en general, a tal grado de sentirlos como su segunda familia.

En las comunidades, ella describe que el mejor material educativo que tuvo a su alcance fue la naturaleza, pues para impartir la materia de Ciencias Naturales, sólo salía de las aulas con sus alumnos y tenían todo el panorama para hablar sobre árboles, plantas, oxígeno, agua, animales y lo importante que es cuidar todo el entorno.

Su pasión por esta asignatura se volvió tal que estudió posteriormente la licenciatura en Ciencias Naturales en la Escuela Normal Superior de Yucatán.

Madre de tres hijos, confiesa que no fue una labor fácil combinar las actividades, pues atender el plano personal y laboral no siempre van de la mano, pero con el esfuerzo, el esmero continuo y el amor por los suyos, la llevó a decir hoy en día: lo he logrado.

En algunas ocasiones la confianza con los padres de familia de las comunidades se consolidó tanto que mientras atendía  a sus hijos, como alumnos dentro de las aulas, ellos le cuidaban a sus hijos.

Aunque esta medida no fue necesaria siempre, se siente agradecida por las buenas personas que ha tenido en su camino.

Tuvo el apoyo incondicional de su familia, quienes también contribuyeron en el cuidado de sus hijos, quienes ahora ya cuentan con carreras profesionales y posgrados.

Hoy en día, uno de los motivos por los que Azurena sigue frente a grupo es porque siente en el pecho la misión de formar buenos ciudadanos, conscientes y responsables del mundo en el que habitamos.

Perfil
  • Nació en Mérida, Yucatán, el 14 de octubre de 1959.
Trayectoria
  • Estudió en la Escuela Normal “Rodolfo Menéndez de la Peña”.
  • Estudió en la Universidad Pedagógica Nacional, en donde obtuvo el título de Licenciada en Educación Básica.
  • Estudió Licenciatura en Ciencias Naturales en la Escuela Normal Superior de Yucatán.
  • Obtuvo el grado de Maestría en Educación: Campo de Desarrollo Curricular
  • Obtuvo el grado de Maestría en la Especialidad de Ciencias Naturales.
  • Estudia el doctorado en el Colegio de Tlaxcala, con el título Desarrollo Regional con la Especialidad en Planeación Educativa.
  • Ha dado clases en nivel básico, medio superior, superior y posgrados.

Fuente: http://sipse.com/milenio/proyecto-vida-entrevista-azurena-maria-molina-molas-maestro-distinguido-2016-203596.html

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Entrevista a la maestra que escribió la carta al Ratón Pérez

Maia Guiu/ La Izquierda Diario/Jueves 5 de mayo de 2016

La Izquierda Diario entrevistó a Betty Jouve, docente y escritora rosarina que escribió la enternecedora carta al Ratón Pérez para un alumno. La carta se viralizó por redes sociales y tuvo repercusión internacional.

Vos acostumbras a llevar adelante acciones como la que ahora se reconoce y valora, ¿por qué crees que esta vez tuvo tanta trascendencia?

Me parece que es una combinación de factores. Pero sin dudas, las redes sociales producen el fenómeno de la viralización. Además, me parece que hay una profunda necesidad social de escuchar otras noticias. Eso se veía reflejado en la cantidad de mensajes de agradecimiento que me iban llegando desde distintos lugares del país, y también desde el extranjero.

¿Con qué realidad se encuentra una docente en la actualidad? ¿Qué vida viven los chicos que van al colegio?

Los docentes nos encontramos día a día con realidades muy difíciles. Son muchas las problemáticas que atraviesan a las infancias. Los niños y las niñas de los sectores más empobrecidos de la población cargan con situaciones de muchas carencias, agravadas por situaciones de violencia que se ven agudizadas por el ingreso del narcotráfico a nuestros barrios.
Pero tampoco la tienen fácil los niños y las niñas de sectores medios, por ejemplo. Muchas veces se ven arrojados al encierro y a la soledad frente a la tele, la compu o la play mientras sus padres enfrentan largas jornadas laborales. Esto produce un verdadero empobrecimiento en los vínculos.
Todas estas situaciones hacen caja de resonancia en las aulas y en los patios, exigiéndonos miradas cada vez más atentas y respuestas para las que no siempre nos sentimos preparados.

¿Qué rol crees que juegan hoy las docentes como vos en una sociedad con una profunda crisis social?

El rol de los docentes es sumamente complejo. No es lineal. Por un lado intentamos resistir, producir cambios, quiebres que cuestionen el orden establecido. Y por el otro nos encontramos muchas veces con situaciones que nos exceden. Porque la escuela sola no puede, no cura, ni remedia los males que ella no ha generado.
De todas maneras, creo que como docentes no podemos renunciar a hacer de la escuela un lugar mejor, más humano. Donde podamos mirar y reconocer a nuestros alumnos, respetando sus lugares de procedencia, su cultura, sus creencias, sus saberes. Para desarrollarlos y complejizarlos, pero tendiendo puentes desde lo que ellos traen, sienten, piensan.

¿Cómo repercutió entre tus alumnos de la escuela, en especial en Ignacio, y entre tus alumnos del profesorado la exposición mediática de esta acción puntual tuya?

La verdad es que lo vivieron con mucha alegría. La escuela se hacía famosa… Ignacio con muchísima naturalidad, muy tranquilo y muy feliz. Lo más gracioso: todos los días los chicos de primer grado me buscan para decirme que tienen algún diente flojo. O los más grandes me preguntan: – Seño, ¿cómo va tu fama hoy? Y bueno, por supuesto, nos reímos.
También las compañeras estaban muy movilizadas, creo que se sintieron incluidas en este reconocimiento, en primer lugar de la comunidad, al trabajo que venimos haciendo todos los días en esta escuela pública de barrio.
Con los alumnos del profesorado fue una oportunidad para conversar acerca de muchas cuestiones, sobre todo de la relación entre la teoría y la práctica. En una de las clases de pedagogía de los institutos donde trabajo, yo les decía que como docentes sacamos cosas de la galera todos los días. Por eso lo importante es saber qué le ponemos a la galera. Y ahí es donde no puede faltar la formación, la sensibilidad, la reflexión crítica sobre nuestras prácticas.

Además de docente, sos escritora. Pero esto no es una suma de dos términos, sos una docente que escribe o quizás una escritora docente que transmite encantadora, dolorosa, dulce, comprometida y críticamente las postales de los patios y los salones de las escuelas. ¿Qué te gustaría lograr con tu «militancia literaria», es decir con todo lo que escribís cotidianamente?

Yo no sé si llamarla “militancia literaria”. La verdad es que he atravesado por distintas etapas desde que empecé a escribir hasta ahora. En un primer momento tenía que ver con una forma de resistir y desnaturalizar las situaciones de pobreza y de dolor que vivía junto a mis alumnos allá por los noventa en una escuela muy pobre de la ciudad. Después, estuvieron muy atravesadas por el espacio radial en el programa de Carlos Del Frade, donde tenía una columna a la que llamaba “Urgente Escuela”. La última etapa es una versión más literaria de las historias que pueblan las aulas y los patios.
De todos modos, el hilo conductor de esta escritura es la de hacer crónica del mundo escolar: mostrar, hacer visible, desnaturalizar. Pero también tomar la palabra. Y animar a otros docentes a que también lo hagan. Que no sean sólo los técnicos los que escriben sobre la escuela, sentados desde sus escritorios.

Los medios buscan muchas veces oponer la imagen de una maestra dedicada con la de sindicalistas rutinarias y desaprendidas. Sin embargo, junto con ser una docente responsable y preocupada por lo pedagógico, tenés una participación gremial. ¿No crees, que a pesar de lo que a veces intentan instalar los medios y los gobiernos, la vida gremial docente puede ir acompañada por una profunda reflexión pedagógica y un compromiso real con la tarea escolar?

En realidad creo que no sólo PUEDE… también DEBE. Creo que la lucha por las condiciones de trabajo de los docentes es la misma que la lucha por las condiciones de aprendizaje de nuestros alumnos. En ese sentido, no son dos tareas, sino una sola.
Por otro lado, históricamente la vanguardia pedagógica era también vanguardia gremial. El movimiento escuela nueva, sin ir más lejos, tenía profundas raíces sindicales. Ni qué decir de la vanguardia de fines de los sesenta y comienzos de los setenta con el SINTER (Sindicato de Trabajadores de la Educación de Rosario) . Creo que como docentes críticos no podemos ceder el espacio de la producción intelectual.

Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/Entrevista-a-la-maestra-que-escribio-la-carta-al-Raton-Perez

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Entrevista a Jacques Rancière: La Nuit Debout es la transformación de una juventud de luto en una juventud en lucha»

Entrevista a Jacques Rancière: La Nuit Debout es la transformación de una juventud de luto en una juventud en lucha»

Francia / mayo 2016 /Autor: Europa constituyente./ Fuente: http://anarquiacoronada.blogspot.mx/

¿Cuál es su opinión sobre el momento/ movimiento Noche en Pie?

Primero digamos que mi punto de vista es estrictamente limitado: es el de un observador externo que simplemente reacciona a lo que para él representan los temas y las formas de este movimiento. A primera vista, uno puede captar en este movimiento una especie de versión francesa en miniatura del «movimiento de las plazas» que surgió en Madrid, Nueva York, Atenas o Estambul. Es un movimiento tolerado en el espacio que ocupa, más que invade. Pero comparte con estas ocupaciones la preocupación por devolver a la política su dimensión de subversión material efectiva de un orden dado de espacios y de tiempos. Ha costado que esta práctica llegase a Francia, donde toda la «política» se reduce hoy a la lucha de los competidores por la presidencia de la República. A la Noche en Pie le cuesta creer en sí misma y, a veces se asemeja a una «ocupación a medias». Pero sí que pertenece a aquellos movimientos que han llevado a cabo una conversión de la forma manifestación en la forma ocupación. En este caso, ello se ha traducido en el paso de una lucha contra determinadas disposiciones de la Reforma laboral en una oposición frontal a lo que algunos llaman «uberización» del mundo del trabajo, una resistencia contra esta tendencia, que querría suprimir todo control colectivo sobre las formas de vida colectiva.

Más allá de las medidas específicas de la ley El Khomry, es de hecho lo que está en juego. La Reforma laboral fue concebida como la culminación de todo un proceso de privatización del espacio público, de la política, de la vida… ¿El contrato de trabajo es algo que se negocia para cada individuo, lo que significa volver a la situación del siglo XIX, antes del nacimiento de las formas modernas  de lucha obrera, o bien defendemos una sociedad basada en control colectivo y la discusión colectiva tanto de la vida como del trabajo?

La Noche en Pie apareció en este contexto, como una reducción a escala francesa de algo singular que podría llamarse un deseo de comunidad. Conocimos una época en que nos encontrábamos en poderosas estructuras colectivas dentro de las cuales se reñían batallas, ya sea en la universidad o en la empresa. La lucha entonces oponía en un mismo lugar dos formas de hacer comunidad. Pero hemos llegado a final de una gran ofensiva, que algunos llaman neoliberal, y que yo llamaría más bien la ofensiva del capitalismo absoluto, que tiende a la privatización absoluta de todas las relaciones sociales y a la destrucción de los espacios públicos donde dos mundos se enfrentaban.

Contra esta privatización e individualización vimos nacer, y se sentía muy intensamente en «Occupy Wall Street», un deseo más bien abstracto de comunidad que ha encontrado para materializarse el último lugar disponible: la calle. La ocupación tenía antaño por lugar privilegiado la fábrica, en la  que la comunidad obrera afirma su poder sobre el lugar y el proceso en el que sufría el poder patronal, haciendo así de ese lugar privado un espacio público. En la actualidad, la ocupación se practica en las calles y plazas, que son los últimos espacios públicos en los que se puede estar en común; discutir y actuar en común.

En la Noche en Pie se invoca a menudo la Revolución Francesa, la Comuna o mayo del 68. ¿Qué opinas de esta movilización de la historia revolucionaria, que algunos consideran más paródica que real?

Los Amigos de la Comuna tienen su puesto en la Plaza de la República. ¿Significa esto que nos encontremos por ello en la continuidad de una gran tradición histórica? Debe quedar claro que la ofensiva del capitalismo absolutizado vino acompañada de una intensa contrarrevolución intelectual, de una ofensiva revisionista contra todas las formas de la tradición de izquierda, sea esta revolucionaria, comunista, anticolonialista o resistente. Esta contrarrevolución intelectual se ha esforzado por reducir a la nada o incluso criminalizar todos los aspectos de esa tradición. La Revolución de 1917 quedó reducida a los campos de concentración estalinianos, la Revolución Francesa al Terror, el anticolonialismo al inútil «sollozo del hombre blanco» y, por último, la Resistencia a los excesos de la purga. Ha habido un gran cancelación de todo un pasado, llevada a cabo por personas que, por otra parte, no cesan de gemir por la «transmisión» perdida.

Este deseo de volver a conectar con el pasado es, pues, importante, aunque pueda parecer formal y simbólico. Estos recuerdos de una historia de lucha y de contradicciones también pueden actuar como contrapeso frente al riesgo de disolución de la política en una especie de fraternidad «New Age», en un movimiento como el de Noche en Pie, que ya no se sitúa, como el de  Mayo del 68, sobre un trasfondo garantizado de creencia marxista en la lucha de clases y los conflictos obreros.

¿Cuál es su lectura de la exigencia tan horizontalista, sin representantes ni líderes, que defiende la Noche en Pie?

Hay que situar esta exigencia dentro de un contexto que es el del creciente horror que puede inspirar la política oficial: para el 15M en Madrid, el gran lema, dirigido a aquellos que estaban haciendo campaña electoral en aquel momento, fue: «No nos representan». Pero también corresponde a un descrédito de las vanguardias políticas revolucionarias que eran todavía muy fuertes en 1968. Las asambleas actuales reaccionan contra aquellas  asambleas que conocimos, en mayo del 68 y posteriormente, manipuladas por grupúsculos. Hay que entender este recordatorio de lo que puede significar la igualdad, incluso en sus formas más materiales. Pero más allá de eso, lo problemático es la ideología de consenso, que parte de la idea de que todo el mundo debe estar de acuerdo y la fetichización de la forma asamblea, que sería sólo el lugar donde todo el mundo debe poder hablar.

Esta es una preocupación compartida también por muchas personas que participan en el movimiento: una asamblea popular no debe ser sólo una asamblea en la que cada cual viene a expresar por turnos su  problema o su rebelión y a defender su causa militante predilecta. La Noche en Pie, al igual que todas las ocupaciones de este mismo tipo,  reúne por un lado individuos deseosos de volver a crear lo común, pero también esa multitud de militancias parciales, especializadas, que se han desarrollado en el mismo contexto de privatización de la vida pública y de rechazo de las «vanguardias». Es importante que se afirme el derecho de todas las voces, pero una asamblea debe poder decidir sobre algo  y no limitarse a proclamar que «todos somos iguales».

Una asamblea debe, pues, manifestarse mediante decisiones y luchas y no sólo con una figuración formal de la igualdad. No cabe duda de que es importante plasmarla espacialmente. En 1848, hubo una propuesta de asamblea en la que los representantes estaban abajo, y encima de ellos, miles de personas comunes para supervisarlos. El aspecto propiamente material de la política igualitaria es importante. Sin embargo, el actuar de la libertad y la igualdad no puede limitarse a tomar la forma de una asamblea en la que todo el mundo tiene su  libertad de palabra. La igualdad es un proceso de verificación, un proceso de invención, no es sólo una fotografía de la comunidad.

Sigue existiendo el problema de inventar acciones y consignas para que la igualdad se ponga en marcha.

Una asamblea igualitaria no es, pues, una asamblea de consenso, incluso si la idea de consenso está en el corazón de todos los movimientos que ocupan plazas. Recuerdo la conmoción que experimenté una vez cuando me invitaron a hablar en una universidad ocupada por los estudiantes en Amsterdam ante una gran pancarta que proclamaba: «Consensus. No leaders«. La lucha contra las jerarquías es una cosa, la ideología del consenso es otra. Desafiar a los líderes y la jerarquía, por supuesto, pero eso no quiere decir que todo el mundo esté de acuerdo y que solo se haga algo si todos están de acuerdo.

¿Quiere  decir esto que hay que redefinir lo que entendemos por democracia,  cuando se ha visto con el incidente de Finkielkraut que había división sobre el contenido de este término: consenso o conflicto?

El episodio Finkielkraut ha descalificado a la Noche en Pie en entornos en los que, de todos modos, ya estaba descalificada de antemano. ¿Qué hubiera pasado si Finkielkraut se hubiese marchado sin que nadie se fijara en él ? Joffrin, Onfray y otros, en lugar de denunciar el totalitarismo, se habrían burlado: «¡mirad a los terribles revolucionarios, que ni siquiera se han atrevido a desafiar a Finkielkraut! Todo esto no tiene mucha importancia. El problema está en otra parte.

La democracia significa que dentro mismo del pueblo democrático existan posiciones que estén en conflicto entre sí y no sólo la sucesión al micrófono de una persona que viene a hablar del marxismo, de otra que discurre sobre los derechos de los animales y de una tercera que recuerda la situación de los migrantes. Se necesitan  varios tipos de asambleas: asambleas donde cada uno pueda decir lo que quiera, ya que también puede surgir algo inesperado, pero sobre todo asambleas en las que uno de pregunte: «¿qué estamos haciendo aquí y qué es lo que queremos?». El problema de la democracia es llegar a constituir la voluntad de un pueblo. ¿Conforme a qué consignas se decide que se va a «hacer pueblo», que se puede construir un colectivo democrático?

Actualmente, se tiene la sensación de estar en una especie de espacio de subjetivación, pero sin que se instaure realmente una subjetivación colectiva. Esto supondría sin duda que existan en otro lugar fuertes movimientos sociales y, en particular, que todos los jóvenes que viven como al margen de la comunidad nacional constituyan a su vez colectivos para decir lo que quieren. En la década de 1980, hubo aquella Marcha por la igualdad en la que participaron jóvenes procedentes de la inmigración, que luego fue recuperada, manipulada, aniquilada, al igual que todas las energías engullidas por la mentira «socialista». Hoy es muy difícil volver a poner en marcha la igualdad. No tengo más imaginación que otros, pero creo que es ahí donde está el problema. A menudo seguimos teniendo la idea de que cuanto mayor es la opresión, más resistencia hay. Sin embargo, las formas de opresión que nos gobiernan no crean resistencia, sino desánimo, asco de uno mismo, la sensación de que uno es incapaz de hacer nada. Así que podemos decir que la Noche en Pie funciona en el vacío y vive de ilusiones, pero salir del desaliento sigue siendo fundamental.

¿Qué piensa usted de esta temática de escribir una constitución y preparar una asamblea constituyente?

El desinterés por las formas de de la vida pública institucional en nombre de un supuesto radicalismo revolucionario ha contribuido sin duda a la desmovilización de las energías. Es importante, por lo tanto, reiterar hasta que punto el estado en que nos encontramos es una consecuencia de la desastrosa Constitución de la V República y de la anestesia de toda vida política y de la podredumbre de los espíritus que ha producido a largo plazo. Un movimiento anti-V República, o anti-Presidencia es, por consiguiente, una necesidad. Y, del mismo modo, el recuerdo de algunas verdades provocadoras acerca de la democracia, como el sorteo y lo que este implica: la desprofesionalización de la vida política.

Sin embargo, por un lado, el llamamiento a la Asamblea Constituyente se acompaña a menudo de ideologías «ciudadanistas» de poco calado y de ideologías «republicanas» algo rígidas. Pero sobre todo no hay que imaginar que vamos a salir de la podredumbre oligárquica actual limitándonos a escribir una buena constitución. Redactar una constitución es importante cuando lo hacen personas a las que no se les pidió que lo hicieran, que no tienen «calidad» para hacerlo. Pero también esto es importante cuando se integra en un proceso de lucha donde las palabras no son recetas para la felicidad futura, sino armas del presente. Estaría bien, por ejemplo, que estas constituciones «redactadas por los ciudadanos» se enmarquen en procesos de lucha efectivos contra el orden constitucional vigente, que sirvan por ejemplo para «montar lío» en las famosas «grandes primarias democráticas». Las personas allí presentes denunciarían la negación de la democracia, pero ello daría lugar a una discusión sobre el propio significado de la palabra democracia que podría ser útil.

El fondo del problema es que hay que imaginar formas de vida política, que, a la vez, sean totalmente heterogéneas con respecto a esta vida política oficial totalmente confiscada por una clase de profesionales que se reproduce indefinidamente – una situación que ha alcanzado en Francia un nivel sin precedentes en Europa occidental – y que sean capaces, sin embargo, de enfrentarse a ella conforme a sus propias formas y su propia agenda.

¿Qué le parece el reproche de homogeneidad sociológica que se hace a  la Noche en Pie?

Inicialmente, mayo del 68 fue un movimiento de un pequeño grupo de estudiantes «pequeño burgueses». Y trajo consigo la dinámica de la huelga general que transformó al propio movimiento, con la convergencia en la Sorbona de múltiples formas de lucha que estallaban aquí y allá. Hay que recordar el papel de modelo que desempeñó para la propia ocupación de la Sorbona la huelga con ocupación y secuestro que llevaba desarrollándose durante varias semanas en el taller de Sud-Aviation en Nantes. La Noche en Pie llega después del juicio simbólico que condena a penas de prisión sin fianza por el mismo delito a trabajadores de Goodyear. Se presenta en un contexto de la deslocalización de empresas, de cierres de fábricas, de derrotas obreras y de criminalización de las formas de resistencia. No puede beneficiarse de la dinámica social que se conoció en mayo del 68. Claro que harían falta movimientos de tipo Noche en Pie o de otro tipo en todas partes y en especial en los barrios que se rebelaron en 2005.

Es fácil reprochar a la gente que está en la Plaza de la República que sean estudiantes de secundaria, jóvenes precarios o personas que no se representan más que a sí mismas. Pero es el estado general de lo que se llama política lo que hay que tener en cuenta aquí. En una Francia que se ha vuelto amorfa por la llamada ofensiva neoliberal, la superchería socialista y la intensa campaña intelectual contra toda la tradición social militante, uno no puede darse por satisfecho reduciendo la Noche en Pie al hecho de que este movimiento no representa gran cosa sociológicamente.

Para que este movimiento vaya más lejos, tendría que poder inventar consignas, que lo hagan estallar más allá de sí mismo. Puede que exista la posibilidad de aprovechar la situación preelectoral para crear no unas “primarias de la verdadera izquierda», sino una muy fuerte movilización contra el sistema presidencial. Cabría imaginar que ese movimiento no sólo condujese a las declaraciones en el sentido de que nunca más vamos a votar socialista, sino a algo así como un movimiento por la no-presidencia o por la supresión de la presidencia de la República.

¿Pueden permitir las Nuits Debout salir del clima plomizo posterior a los atentados de noviembre,  simbolizada por una plaza de la República reocupada por la palabra y la lucha, cuando se había convertido en un mausoleo?

No hay que pedirle demasiado a este movimiento. Es cierto, sin embargo, que una de sus características importantes es la transformación de una juventud de luto en una juventud en lucha, aunque esa transformación no es fácil. Cuando uno va a la Plaza de la República, vemos cómo muy lentamente alrededor de la estatua los símbolos de la lucha colectiva se superponen a las expresiones de dolor. Es difícil darle forma a esto debido a la contrarrevolución intelectual que logró separar a los jóvenes de toda una tradición de lucha social con un horizonte político. La característica de todos los movimientos de las plazas ha sido la dificultad de identificarse como portadores de una potencia de futuro y  de determinar subjetivaciones colectivas, identidades que hay que trabajar y transformar contra las identidades impuestas, como ha podido ser el caso de los colectivos de trabajadores o de los colectivos de mujeres.

Esto es aún más cierto en Francia, debido al clima ideológico plomizo creado por la contrarrevolución intelectual. En Grecia hay poderosos movimientos autónomos, que han creado espacios de vida, de saber o de cuidados. En España, en torno a la lucha contra los desahucios, ha convergido un grupo que ahora ocupa el Ayuntamiento de Barcelona. No existen en Francia movimientos ni formas de organización a esta escala, y el movimiento Noche en Pie está huérfano de las bases de lucha que han podido movilizarse en otros lados.

¿Incluso si persiste la impresión de que que con la Noche en Pie pasa algo que pone de manifiesto una potencia de invención que renueva ciertas formas de pensar de la izquierda radical?

No sabemos exactamente lo que tienen en la cabeza las personas que se mezclan entre sí en la Plaza de la República. Allí nos encontramos con un montón de cosas dispares. Pero es cierto que hay una exigencia democrática que se opone a la vieja cantinela de la «democracia formal» como mera apariencia que cubre la dominación económica burguesa. La exigencia de «democracia real ya» tiene el mérito de romper con la lógica de la denuncia que dice ser radical, pero en realidad produce una especie de quietismo, en última instancia reaccionario, del tipo: de todas formas, el capital es el causante de todo, y aquellas personas que se agitan en nombre de la democracia sólo enmascaran su dominación y fortalecen su ideología. Pero, obviamente, lo ganado se echa a perder si reducimos la democracia a la forma asamblea. La democracia es una cuestión de imaginación.

¿Es importante la circulación de la palabra, la escritura, las historias en las Nuits Debout?

En realidad, hay una gran cantidad de palabras que circulan, aunque no siempre son de una riqueza inolvidable. Hay gente que viene a leer sus poemas, pero no suele ser una poesía que impacte por su novedad. Al mismo tiempo, vemos personas que nunca han hablado y que se atreven a hablar en este lugar y por eso esto es importante, incluso si por lo que podemos comprender de ella, esa circulación de la palabra es menos rica de la que percibimos en mayo del 68. Por un lado, la forma asamblea permite que venga más gente a contar su historia. Por otro lado, parece que estamos por debajo del florecimiento de consignas y de imágenes múltiples que, en muchas manifestaciones recientes, había sustituido a las pancartas unitarias de antaño. Más profundamente, se trata de que el deseo de una comunidad igualitaria no ponga freno a la potencia de invención igualitaria.

Los promotores de la Noche en Pie quieren converger con los sindicatos para el 1 de mayo ¿Cómo ve usted esa propuesta? 

La «Convergencia de las luchas» parece una versión del sueño de mayo del 68, la unión entre los estudiantes y los trabajadores. En aquel momento esto se materializó en cortejos estudiantiles en dirección de Billancourt. Billancourt hoy está arrasado y la Sorbona es un lugar donde solo se entra con una tarjeta. Se debatió así en el pequeño espacio que separa la Plaza de la República de la Bolsa del Trabajo, sobre la preparación de las manifestaciones del 1 de mayo. En cualquier caso, la cuestión de la convergencia de las luchas depende de la cuestión de la naturaleza de estas luchas

Fuente: http://anarquiacoronada.blogspot.mx/2016/05/la-nuit-debout-es-la-transformacion-de.html

Fuente de la imagen: https://1.bp.blogspot.com/-m23JLSiFAmU/Vye7TIQdZeI/AAAAAAAALM0/PLG7N5qAbuc4uXs6KsFCVh3fMt0E9LhSQCLcB/s1600/le-monde-ok-680×365.jpg

Traducción del francés de Juan Domingo Sánchez Estop.

Socializado por: Carlos A. Bracho León

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