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«Necesitamos un grado de confianza mínimo en la ciencia»

«Necesitamos un grado de confianza mínimo en la ciencia»

Entrevista a Alfredo Caro Maldonado sobre el COVID-19

Por Salvador López Arnal

“Necesitamos un grado de confianza mínimo en la ciencia, por más problemas que esta tenga en su práctica. Lo contrario es la sinrazón y el caos”

Alfredo Caro Maldonado es biólogo con máster y curso de doctorado en inmunología. Es doctorado en muerte celular, postdoctoral en Inmunología y metabolismo y con segundo postdoctoral en cáncer. Desde hace algo más de tres años lleva la plataforma de divulgación científica Ciencia mundana.

Fechemos la entrevista si te parece, 24 de marzo. ¿Qué es un virus? ¿Por qué son tan peligrosos para nosotros, los seres humanos?

Un virus es una entidad biológica que está entre lo vivo y lo inerte. Más complejo que un prión pero mucho más “simple” que una bacteria. No se pueden replicar de manera autónoma, necesitan de la infección, del secuestro de una célula (sea bacteria o célula eucariota) para poder multiplicarse.

Son peligrosos porque cuando infectan una célula generalmente la terminan matando, y a menudo el virus tiene una eficiencia tan alta en saltarse el sistema inmune y en transmitirse que puede ser muy letal. Pero cuanto más letal es un virus menos se expande. Con el tiempo, la mayoría de los virus se adaptan a ser menos letales, aquellas variantes más letales se transmitirán peor seleccionándose negativamente.

Por otro lado, los virus son fuente de variabilidad y motor de la evolución. Así que también estamos aquí por “ellos”.

¿Qué características singulares tiene el nuevo virus? ¿Es un “virus chino” como a veces se ha afirmado? ¿Más peligroso que otros?

Pues una de sus particularidades es precisamente su novedad, o sea, que nuestro sistema inmune no se ha enfrentado antes con él. Es un virus zoonótico, proviene de un animal, y como no ha estado en contacto con el ser humano nuestro sistema inmunológico está poco adaptado, y por otro lado tiene un par de mutaciones o variantes que lo hacen más infectivo que sus predecesores.

Los virus no entienden de nacionalidades ni de fronteras, como estamos viendo. Los nuevos virus vendrán de zonas con naturaleza salvaje, algo que no existe en Europa, por ejemplo.

¿Cómo deberíamos llamarle hablando propiamente? ¿Coronavirus, COVID 19, SARS COV-2?

Lo han bautizado SARS-CoV-2 (aunque también lo he visto en artículos científicos como hCoV-19). Pero en todos lados se le conoce como Covid-19.

¿Cuál es su origen? Algunos analistas de izquierda han hablado de un virus artificial ideado-construido en agencias imperiales con el objetivo de atacar y doblegar a China. ¿Tienen algún fundamento estas afirmaciones?

Claramente procede de animales, no está claro aún si de murciélagos o del pangolín. Ambos tienen coronavirus con mucha analogía en su secuencia genética. Pero falta un eslabón perdido, un animal más cercano tanto desde el punto de vista biológico como, digamos, sociológico, que esté en contacto con el ser humano.

El gran filósofo Santiago Alba Rico ha escrito un texto magnífico [1] donde reflexiona sobre la necesidad del ser humano de buscar explicaciones “humanas” a hechos naturales para luchar contra sus miedos atávicos, o para negar que no puede controlar la naturaleza. En mi opinión, en la situación de crisis sistémica en la que estamos, fomentar o divulgar ese tipo de complots atenta contra las libertades. Necesitamos un grado de confianza mínimo en la ciencia, por más problemas que esta tenga en su práctica, porque lo contrario es la sinrazón y el caos.

Hace poco se publicó una revisión en Nature Medicine [2] donde se sintetizan las distintas pruebas que existen y que demuestran el origen natural de este virus.

¿Es posible una síntesis de ese trabajo?

Muy sintetizado: 1) La “columna vertebral” genética del virus no se parece en nada a los que se utilizan en el laboratorio. 2) La mutación que permite al virus unirse y penetrar la célula es impredecible por ordenador. De hecho, la estructura “inteligente”, diseñada por bioinformática, es mucho más efectiva. Solo el azar está detrás de esta estructura, y la selección natural. 3) Otra mutación permite al virus incorporar unos glicanos, unos azúcares complejos, que lo ocultan parcialmente del sistema inmune. Esta estructura tampoco puede venir de un diseño humano. Pero está más y mejor desarrollado en este artículo: “¿COVID-19 se originó en laboratorio?”

https://rebelion.org/covid-19-se-origino-en-laboratorio

Gracias. ¿No nos han afectado muchos virus estas últimas décadas? ¿Representa una novedad esto que señalo?

Parece que sí. En las últimas décadas, en las regiones menos industrializadas se han dado cambios profundos en la agricultura, que se ha hecho intensiva. En África los planes de ajuste estructural, y en Asia el “desarrollo” han desplazado a las comunidades rurales hacia el bosque o la selva. Para que un virus se “humanice” se tiene que dar un contacto, un intercambio, constante y frecuente.

Por otro lado estaría el transporte. Millones de personas se desplazan local o internacionalmente a diario, algo que no pasaba hace apenas 20 años.

¿Existen posibilidades reales, como a veces se afirma, de una vacuna (inmediata, en muy pocos meses, 8, 9 meses) que nos libre de “este mal” de una vez por todas (como algunos sostienen)?

Lo que es la vacuna en sí, su fórmula, no tardará en desarrollarseSe llevan décadas detrás de dos tipos de vacunas para los coronavirus, la clásica, a partir de generar inmunidad frente a proteínas de la superficie del virus; y otra más novedosa que aún tiene que ponerse en práctica que es una vacuna de DNA/RNA. En definitiva será más de una, más de un tipo y origen seguramente. Pero una vez tengamos la fórmula, se tienen que resolver varios inconvenientes.

¿Cuáles?

Su efectividad y seguridad. La vacuna es un medicamento biológico -cada una es única- que tiene que montar una respuesta inmune lo suficientemente fuerte como para generar memoria, pero no tanto como para que genere el síntoma o efectos secundarios. Existen situaciones donde la vacuna al interaccionar con otro antígeno similar genera una fuerte inflamación. Esto requiere que se sigan las distintas fases de los ensayos clínicos: efectividad y seguridad. Ya tenemos ejemplos de vacunas ineficientes que dan mucho dinero pero poca protección.

Por otro lado, está su distribución y precio. Una vacuna no sirve si no se pone. ¿Cuánto va a costar? ¿Quién la va a producir? ¿En qué regiones se va a distribuir? Lo que no puede pasar es como con el sarampión: la vacuna no llega a África y mueren miles de personas.

Se han alzado diversas voces críticas contra el papel que juegan las grandes farmacéuticas en la salud mundial. Concretando en nuestro tema, ¿cuáles son esas críticas? ¿No investigan estos asuntos porque no son rentables para sus cuentas?

Entre la academia y la sociedad en general existe un dogma que da por hecho que las farmacéuticas son las que tienen que desarrollar, y sobre todo fabricar y distribuir, los medicamentos. Pero no tiene por qué ser así. Y la crisis sanitaria actual nos demuestra que no tendría que ser así. Lo sanitario no es solo los medicamentos, sino todo lo necesario para que un hospital funcione: que haya suficientes medios para el  diagnóstico y de manera importante que existan medios y formación suficientes para la protección del personal sanitario, el más expuesto al contagio.

Las críticas que me vienen a la cabeza son las que se refieren a que las farmacéuticas no invierten en aquellos productos que no dan beneficios a corto plazo, y que después del SARS del 2002 no se ha vuelto a invertir para desarrollar medicamentos o vacunas. Sin embargo, no comparto estas críticas.

¿Por qué?

Los coronavirus se conocen muy bien, el SARS-CoV-2 se ha secuenciado muy rápidamente por muchos grupos independientes. Se ha cristalizado, y conocemos su estructura tridimensional. Enseguida se han comenzado a probar antivirales de otras enfermedades como el VIH. Hay decenas de ensayos en marcha. Pero no podemos hacer ensayos clínicos de enfermedades que no existen.

Cuando más conozco a la farma-industria por dentro, menos de acuerdo estoy con esas teorías. Sí invierten en malaria, en dengue, chagas, tuberculosis, etc. Estoy casi seguro de que las farmacéuticas emplazadas en España inviertan más en investigar una cura contra la malaria que todos los laboratorios de parasitología juntos.

El problema de esas enfermedades -me atrevería a decir en la mayoría de los casos- es de justicia social y distribución de recursos, no de vacunas o terapias. Aunque no quiero decir con esto que no sean necesarias.

Lo hecho en estos últimos años en investigación (tú estás directamente implicado) y en salud pública, hablo de España concretamente, ¿no nos está pasando factura? Algunas personas  aseguran que si la política sanitaria de esos años hubiera sido otra y hubiera puesto mayor énfasis en lo público, nos habría cogido en una situación mejor, con más medios (camas, materiales), con más capacidad de resistencia. ¿Es un prejuicio, es un ideologema lo que acabo de afirmar, o tiene algún fundamento? ¿Habrá pasado lo mismo en cualquier circunstancia?

Existe una correlación directa entre la mortalidad en esta epidemia y el número de camas disponibles por habitante. Así que sí. Una de las razones de las diferencias entre la mortalidad de Alemania e Italia es el número de camas. He dicho una, hay más.

¿Cuáles? ¿Los medios para la investigación por ejemplo?

La cuestión de la investigación es un tema más complejo. No veo cómo más inversión iba a prevenir esta epidemia. El CRG de Barcelona está hoy donando kits de diagnóstico al Hospital del Mar, ¡hoy! Los Ministerios de Sanidad y Ciencia deberían estar coordinados para que los investigadores en biomedicina y sus infraestructuras pudieran ser utilizadas a nivel sanitario. Sin improvisación ni voluntarismos.

Así que no, no habría pasado lo mismo en cualquier circunstancia. Han pasado un par de semanas donde las únicas medidas (seguro que necesarias) han sido coercitivas, mientras los hospitales se quedaban sin materiales y se decidía no diagnosticar masivamente en contra de la opinión de la OMS.

Desde un punto de vista, quizás demasiado “filosófico”, ¿lo que está sucediendo no demuestra nuestra fragilidad? ¡Un virus, un solo virus, paraliza, atemoriza y pone patas arriba a toda la humanidad! ¿Lo que está sucediendo no es indicio también de nuestros límites  y también de nuestros excesos, de que priorizamos en demasía la producción por la producción, la economía del capital en el puesto de mando, el “siempre adelante” sea como sea?

Somos frágiles como especie, sí. ¿Es el virus el que paraliza… o un virus en un sistema ya renqueante? China no es ni de lejos mi sistema ideal, pero su capacidad para poner en cuarentena a millones de personas (garantizando comida y servicios), paralizar la producción, movilizar a miles de médicos, hospitales, diagnóstico, etc. y lo que vamos a ver en las próximas semanas en EEUU o UK, o estamos viendo en Italia, demuestran que el neoliberalismo está contra la vida. Como vienen indicando compañeras, el ecofeminismo también es una salida al covid-19.

¿Quieres añadir algo más? Por mi parte una sugerencia que sé que es casi un abuso: ¿te importaría que conversáramos semanalmente mientras dure la situación que estamos viviendo?

Pido a los lectores que no consuman ni distribuyan bulos o desinformación. Que sean pacientes, que la información es un derecho, pero no todo el mundo puede saber de todo. Conocer el nombre del receptor por el que entra el virus no te hace entender la biología de una infección.

Necesitamos recuperar la confianza, prudente y crítica, en los profesionales (ya sea sanitarios o científicos) porque no dejaré de insistir en que la democracia se deshace por los bits de las cadenas virales de WhatsApp.

Sigamos hablando de ello, es importante.

Notas

1) https://rebelion.org/apologia-del-contagio/

2) https://www.nature.com/articles/s41591-020-0820-9

Fuente de la Información: https://rebelion.org/necesitamos-un-grado-de-confianza-minimo-en-la-ciencia/

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Irton Silva: «Los límites existen en los oídos de quien oye y no en las manos de quien toca»

El músico brasileño ha creado «Batuqueiros do Silêncio», un grupo formado por personas sordas e inspirado en una metodología de educación musical a través de recursos luminosos

Por Danilo Adriano Marinho

El proceso de enseñanza y aprendizaje en una escuela bilingüe para personas sordas en la ciudad de Recife, en Brasil, dio la oportunidad a Irton Silva, músico y educador, de experimentar y desarrollar nuevas técnicas y soluciones.

El resultado de todo esto fue una verdadera innovación educativa, con el surgimiento de Batuqueiros do Silêncio, un grupo de percusión formado por jóvenes con sordera total o parcial, con edades entre 15 y 29 años de la región nordeste de Brasil. Así pues, Irton Silva nos invita a abrir los oídos con una nueva forma de aprender y enseñar a través de la música.

Metrónomo musical-visual

¿Cómo surgió la idea de “Som na Pele”? ¿Por qué?

Nací y crecí en el barrio de Casa Amarela, en la zona norte de la ciudad de Recife. Conocí desde niño el sonido fuerte de las alfaias (tambores) de las naciones de maracatu, los bombos y cajas de las escuelas de samba y de los bloques de frevo, otros tantos tambores utilizados en los grupos de coco de roda y ciranda, entre muchos otros ritmos tan contagiosos que hacen de nuestro país uno de los más ricos en diversidad cultural.

Siempre percibí que sentimos el sonido de los tambores por varias partes de nuestro cuerpo, y no solos por nuestros oídos. Viendo un vecino sordo, empecé a pensar si sería posible que él también sintiera la vibración de los tambores y, quién sabe, ejecutar algunos ritmos. Crecí con esta idea de que a través de los instrumentos de percusión podría trabajar una musicalidad hasta entonces desconocida: la musicalidad de los sordos.

Viviendo en São Paulo, casado y enseñando los primeros batuques a mi hijo en el año 2008, asistí a la película “O Resto é Silêncio”, de Paulo Halm. Esta película muestra que algunas personas sordas tienen curiosidad en relación a las sensaciones que la música provoca en nosotros, oidores, y uno de los personajes de esta película utiliza recursos luminosos para tener una referencia de ritmo para bailar. Este fue el “start” que yo necesitaba para iniciar mi búsqueda musical en la comunidad sorda.

«Crecí con la idea de que a través de los instrumentos de percusión podría trabajar una musicalidad hasta entonces desconocida: la musicalidad de los sordos»

¿Cómo funciona el metrónomo músico-visual?

El Metrónomo Visual es una tecnología usada en la educación musical brasileña, que consiste en un secuenciador electrónico de cuatro canales. A través de ellos son compuestas frases rítmicas utilizando lámparas de colores y tamaños variados.

Con las lámparas pequeñas es posible trabajar las semínimas y mínimas, con las lámparas grandes trabajamos las corcheas y semicorcheas y con los colores es posible trabajar la intensidad del sonido (color “x” tocar fuerte o color “y” tocar flojo). Actualmente estoy estudiando programación en lenguaje arduino para actualizar el Metrónomo Visual y construir frases más complejas, pues a través del arduino es posible multiplicar los cuatro canales actuales a dieciséis.

¿Explica cómo es la  metodología música-signos?

Todo empieza con un ejercicio de percusión corporal para identificar habilidades como la percepción, atención, concentración, coordinación motora, etc. En la secuencia, presentamos el alfabeto MusiLibras, en el que cada figura de tiempo musical se corresponde con un señal visual para representarlas.

Con este alfabeto musical visual, introducimos nociones de teoría musical e iniciamos la ejecución de algunas frases y dictados rítmicos. Posteriormente, iniciamos las prácticas de conjunto utilizando el Metrónomo Visual.

En este contexto de innovación, ¿como explicarías la importancia de la tecnología en la educación de esos jóvenes?

Estamos viviendo un momento irreversible en la historia de la humanidad, la tecnología está cada vez más presente en nuestras vida y para la formación de una sociedad que sepa convivir con nuevos conceptos que la tecnología trae, como ciudades inteligentes, economía circular o Internet de las cosas, es fundamental que la tecnología esté presente en los procesos educacionales.

Ya existen aplicativos que ayudan a minimizar los límites del lenguaje entre sordos y oyentes, tales como el Pro Deaf o Hand Talk, entre otros, aparte de recursos que pueden ser construidos por los propios alumnos sordos utilizando tecnología de bajo coste y atendiendo directamente a sus necesidades. Los smartphones son una herramienta fundamental en la socialización de personas sordas con la familia, amigos y también un portal abierto para trabajar la educación.

La MusiLibras en breve estará disponible en formato digital en los móviles de los sordos del mundo entero que quieran ejercitar su musicalidad y encontrar una nueva manera de comunicarse y expresarse a través del arte.

«Siempre percibí que sentimos el sonido de los tambores por varias partes de nuestro cuerpo y no solos por nuestros oídos»

¿Es posible valorar el impacto de “Som na Pele” en la vida de los jóvenes?

Sí, con certeza. A lo largo de estos 8 años de proyecto hemos recogido varias historias que siempre compartimos con los nuevos alumnos que llegan, pues estos jóvenes empiezan a ser subestimados por la familia, después por la escuela y por ultimo por toda una sociedad todavía bastante excluyente.

Una de estas historias es la de Iara Videres Sena, que, a parte de su sordera, también tiene baja visión. Dentro de la comunidad sorda sufría discriminación por el hecho de no ver la señalización que otro sordo hacia a cierta distancia y también por el hecho de necesitar apoyarse en alguien cuando salía de noche, haciendo de ella una persona introvertida y poco sociable.

Después de algunos años tocando en varias presentaciones con nuestro grupo Batuqueiros do Silêncio, recibiendo aplausos de personas que ella no conocía y principalmente de su familia, que pasó a acompañarla en las presentaciones del grupo y hasta en los ensayos, ella reveló en una entrevista a una emisora de televisión local que se sentía una persona mucho más feliz, que no sabía que era posible que alguien sordo tocara un instrumento tan bien como una persona oyente y que ahora el tenía el deseo de ser profesora de música para sordos.

Por otro lado, quién está cada vez más cerca de ser el primer educador sordo habilitado con la metodología MusiLibras y apto para despertar la musicalidad sorda para el mundo entero es Anderssom Lima, un joven que nació sordo, como su hermano gemelo. No obstante, a diferencia de su hermano, siempre tuvo interés en la música, tocando en bandas de equipos de fútbol, escuelas de samba y hasta en la iglesia, donde tuvo la oportunidad de aproximarse a la música, fuera con el instrumento que fuera.

Él estaba allí cuando llegó al Proyecto «Som da Pele», luego mostró interés en apropiarse de las técnicas y herramientas pedagógicas innovadoras que desarrollé y en poco tiempo ya escribía sus primeras composiciones y hacía arreglos junto con otros integrantes. Él está en el equipo que monté para actuar conmigo en un proyecto que realizaremos con la comunidad sorda de São Paulo en 2018.

¿Cuál es la importancia de la música en el proceso de aprendizaje de esos jóvenes?

La práctica musical trabaja la memoria, la percepción, la coordinación motora, el raciocinio, la concentración, etc. Estos campos son fundamentales para el desarrollo cognitivo de cualquier persona, pero siendo una persona sorda estos factores ayudan también por el hecho de tener que transitar en ciudades que no están adaptadas para ellas. A parte de eso, la música es matemática pura y, para mi sorpresa, descubrí que las personas sordas tienen cierta facilidad con los números.

En el cortometraje producido por Dani Neves, Irton Silva presenta el proyecto y explica cómo surgió el Som da Pele y los Batuqueiros do Silêncio.

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Fuente: http://www.aikaeducacion.com/entrevistas/irtonsilvalimitesexistenenlosoidosdequienoyeynoenlasmanosdequientoca/
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Marina Subirats: «Esta crisis nos puede traer más conciencia de comunidad y menos individualismo»

  • La socióloga Marina Subirats atribuyó a una ‘utopía disponible’ el gran aumento del apoyo al independentismo que se ha vivido en Catalunya los últimos años. No ve, sin embargo, ninguna ‘utopía disponible’ a la que pueda recurrir la ciudadanía ante el shock social que está causando la epidemia de este coronavirus

¿Qué repercusión tendrá la pandemia del Covid-19 en nuestra sociedad, tanto en cuanto a mentalidad individual como colectiva? Queremos analizar su impacto a través de la opinión de analistas con reflexiones interesantes a aportar.

La socióloga Marina Subirats atribuyó a una ‘utopía disponible’ el gran aumento del apoyo al independentismo que se ha vivido en Catalunya los últimos años. No ve, sin embargo, ninguna ‘utopía disponible’ a la que pueda recurrir la ciudadanía ante el shock social que está causando la epidemia de este coronavirus.

Estamos ante una situación inédita para las generaciones recientes. Millones de afectados, miles de muertes por un virus que desde China se extendió a todo el mundo. Los gobernantes imponen a la ciudadanía que se quede en casa y sólo salga en ocasiones excepcionales e imprescindibles. No nos lo habían dicho nunca. ¿Están nuestras sociedades preparadas para digerir esta situación?

Si hablamos desde el punto de vista sanitario, se ha demostrado que no. No era previsible que esto tomara esta dimensión. Es normal que no estuviera a punto. No había modo de responder muy rápidamente. Uno de los problemas más graves es que faltan mascarillas, guantes…, que parecen cosas relativamente baratas y sencillas. Sanitariamente estábamos seguramente más preparados que otros muchos países pero no lo suficiente.

Si hablamos desde el punto de vista personal, la mayoría de la gente está respondiendo bien. Se demuestra que hay un nivel de civismo relativamente elevado y que ante una pandemia, una situación que tensa mucho todo el sistema y que es angustiosa, la mayoría de la gente está respondiendo con civismo. Es cierto que nos encontramos con personas que no reaccionan así y que cuesta entender porqué se comportan así. Este es un problema diferente, que no afecta a los otros, los forasteros, los pobres, los jóvenes… Nos afecta a todos. Desentenderse es absurdo.

Políticamente, la respuesta que está dando España y su gobierno está a buen nivel. No soy médico y no puedo opinar de los aspectos técnicos de cómo se está atendiendo la sanidad pero viendo cómo está respondiendo el gobierno, dando la cara, preocupado… Si lo comparamos con Estados Unidos, da la impresión de que aquí los poderes públicos han respondido mejor.

Cuando esta pesadilla pase ¿todo volverá a ser igual que antes o prevé cambios en la mentalidad individual y colectiva?

De una manera inmediata todo seguirá igual. La globalización se ha desarrollado a ritmos diferentes dependiendo de los ámbitos. Se ha desarrollado muy rápidamente en la economía. No se ha dado en la política, o mucho más lentamente. Y culturalmente no sólo no se ha dado sino que ha generado un repliegue nacionalista o localista. En muchos casos, vemos expresiones de extrema derecha que van en esta línea.

La gente tiene miedo de perder identidad y la extrema derecha lo aprovecha. Se puede producir un inicio de cambio cultural en el sentido de que la gente entienda que esto nos afecta a todos, que lo que ocurre en un lugar tiene importancia global. Tenemos el fenómeno del calentamiento global que ya estaba produciendo esta sensación. La reacción ante la pandemia va en este mismo sentido. La gente se va dando cuenta de que la deforestación de Brasil también nos afecta aquí. Se empuja así una conciencia global que estaba muy retrasada respecto a la economía y se necesita porque, si no, hay un desequilibrio enorme.

¿Es previsible que la globalización que hemos vivido los últimos años encalle o retroceda por miedo a nuevas pandemias como esta? ¿Veremos una globalización diferente?

Cuando vemos que ya no hay invierno, que llueve de una manera diferente, esto difunde la idea de que la Humanidad está haciendo algo mal respecto a la naturaleza. Con esta pandemia, lo mismo. Vemos las guerras pero decimos que suceden lejos. Veíamos el virus Ébola pero decíamos que pasaba en África, donde son muy pobres y viven muy mal. Cuando esto toca al centro del mundo occidental, Estados Unidos, Europa, vemos que lo que pasa en China nos afecta plenamente. El mundo se ha hecho muy pequeño, todos participamos de todo y un problema generado en un lugar repercute en otros lejanos. Esto nos llevará a esta conciencia global que hasta ahora no se ve.

Hablamos mucho de globalización pero los afectados y los muertos nos impresionan más cuanto más cerca los tenemos. Los países actuales, las fronteras vigentes ¿siguen siendo la forma más acertada de organizar las comunidades humanas?

Cambiarán, pero no al día siguiente. La tendencia será ir hacia poderes supranacionales y a la vez poderes locales. Las fronteras que hemos conocido, que nos parecían inamovibles -España, Francia, Italia, etc.-, se irán diluyendo e irán apareciendo las de tipo Unión Europea por un lado y las de poderes locales, por otro, una descentralización, sea a escala de países, como Catalunya, o a nivel municipal. Las grandes ciudades están tomando una personalidad propia en el mundo. Iremos hacia un nivel más grande y uno más pequeño y el intermedio tenderá a diluirse. No se puede decir ni cuándo ni cómo porque hay muchos intereses en mantenerlo todo tal como está.

En la crisis de 2008 se llegó a decir que había que cambiar el sistema capitalista que la había gestado. No se ha hecho. ¿Esta nueva crisis la digerirá también el capitalismo sin problemas?

Esta crisis no cambiará el capitalismo. El capitalismo está en una etapa muy tóxica y muy negativa para la Humanidad. Crece la conciencia de que está en la base de los desastres que vemos (no en el caso del coronavirus, probablemente, pero sí en el ecológico y la desigualdad). Al mismo tiempo, no tenemos recambio y eso impide que desaparezca o que vaya extinguiéndose. Nos hemos quedado sin recambio. Durante una época había el equilibrio del terror. Los que querían huir del capitalismo iban al socialismo y al revés. Había una ‘utopía disponible’. Ahora tenemos utopías pero disponibles, no. Son utopías que alguien inventa pero no suficientes para que la gente crea que son posibles. Si tienes un vestido viejo y no tienes ninguno nuevo no te lo quitarás, aunque esté roto o hecho un asco. Esto es lo que está pasando con el capitalismo. Seguramente pasará mucho tiempo hasta que tengamos una manera de organizarnos diferente no sólo con ideas sino con un funcionamiento al que la gente se vaya adhiriendo. El capitalismo no desaparecerá de forma inmediata. Otra cosa es que cada vez hay más gente que piensa en su recambio.

Después de un derrumbe de estas proporciones, ¿tambaleará nuestro sistema de valores? ¿Cambiarán nuestras prioridades sobre lo que es importante en la vida y lo que no?

En general, no. La gente no vive demasiado bien quedarse en casa con la familia. Necesitamos rutinas y mucha gente está deseando volver a las rutinas. No sientes decir que la gente está contenta de poder estar con los hijos. Más bien, se quejan. Por lo tanto, cuando esto acabe, los niños volverán contentos a la escuela y los padres y las madres volverán contentos al trabajo y lo recordarán como algo que nos pasó una vez. No nos hará cambiar en cuanto a vida personal. Al día siguiente no haremos cosas diferentes de las que hemos hecho siempre. Lo que sí es cierto es que cada vez hay más conciencia de que podemos acabar con la vida sobre la Tierra.

La solidaridad entre personas y comunidades, la fraternidad humana y territorial ¿saldrá fortalecida o debilitada de este episodio?

Seguramente se establecerá una solidaridad mayor a nivel más local. Las salidas al balcón a las ocho de la tarde para aplaudir a los sanitarios o a golpear cacerolas contra el Rey, la gente que se ocupa de los vecinos que están solos y les llevan comida…, esto puede ayudar a romper las barreras psíquicas. Ahora casi no preguntábamos por la vida de nuestros vecinos. El nivel de solidaridad de la comunidad, de la escalera, de la calle, aumentará. Las personas hablarán más entre ellas a partir de ahora. Al menos, durante un tiempo. A nivel global, no. China está dando una lección. Ha pasado su enfermedad y trata de ayudar a los demás, les lleva material, técnicos… En Europa, solidaridad poca, y la Unión Europea tampoco ayuda a que se establezca esta solidaridad.

Que la dureza con que la dictadura china respondió al estallido de la epidemia se haya mostrado eficaz para contenerla ¿hará que la gente pierda confianza en los sistemas democráticos para hacer frente a emergencias como la que estamos viviendo?

No. Nadie quiere volver atrás y perder libertades. Se ha estimulado mucho el individualismo en el mundo occidental. Creemos que tenemos derecho a todo. Los derechos conllevan deberes y de los deberes no se habla nunca. En China han tenido durante mucho tiempo pocos derechos y muchos deberes. Es una población muy disciplinada. El tamaño de esta población es tal que o son disciplinados o no saldrían adelante. Hace falta que vayamos adquiriendo la idea de globalidad, que adoptemos otra actitud, pero eso no quiere decir que queramos una dictadura sino que pasemos del individualismo a una idea más comunitaria. Con una decisión voluntaria más que impuesta.

¿La dicotomía público/privado se reordenará después de esta experiencia? Ha quedado claro que la vida de las personas depende de la sanidad pública

Espero que sí. La privatización de la sanidad en Madrid y los recortes en Catalunya estamos viendo el desastre que significan. Menos mal que tenemos muy buena gente y muy dedicada en el mundo sanitario. La gente no está fallando. Está fallando la infraestructura. Esto tendrá un impacto político. Pedro Sánchez, en su discurso en el Congreso medio vacío, volvió a nombrar elementos socialdemócratas. Habló de reforzar la socialdemocracia, cuando había quedado arrinconada durante los últimos años. Se ha ido desmontando el estado del bienestar, atacándolo, poniéndolo en duda, poniendo en duda las pensiones… Es muy posible que la idea socialdemócrata vuelva a aparecer y sea una apuesta importante con el apoyo de la gente. La idea de que puedes ser un individuo que va por su cuenta y hace lo que le da la gana se aguanta pensando que todo funciona muy bien y que si hay algún problema alguien lo resolverá. Cuando vemos que esto no es así, que el sistema tiene debilidades, debemos preocuparnos más para que funcione. Quizás habrá una cierta retirada del individualismo y una exigencia mayor por reforzar lo público y las políticas socialdemócratas.

Las distancias entre personas acomodadas y vulnerables, entre países ricos y empobrecidos ¿aumentarán después de este episodio?

Esta dinámica viene del capitalismo. Mientras al capitalismo no le encontramos un sustituto no lo cambiaremos. Necesitamos una izquierda que dé otro tipo de mensajes y plantee otros escenarios. Entonces, tal vez la gente la apoyará y se podrá pasar a otro nivel. Mientras no sea así hay unos grupos poderosos que tienen las palancas del capital. ¿De qué se ha hablado estos días? De los aspectos médicos y de los económicos. Nadie ha hablado del miedo a que nos quedemos sin suficiente población o de otros problemas posibles. La pérdida de clases por parte de los niños y de los estudiantes se ve como un problema secundario. La gran preocupación es la economía. Sigue mandando la economía y está en manos de esta clase corporativa. A corto plazo no cambiará.

¿Necesitamos más que nunca unas Naciones Unidas potentes que tengan un peso determinante en las decisiones que afectan al conjunto de la Humanidad, como las relacionadas con el control y lucha contra esta pandemia o es una aspiración inútil, utópica? La Organización Mundial de la Salud ha declarado la pandemia pero las decisiones para combatirla parecen ser cosa de cada Estado por su cuenta

Las Naciones Unidas están en manos de estos grupos financieros. Nunca es directamente pero están sometidas a los grupos dominantes y, además, de manera creciente. Yo he ido observando los temas de feminismo y mujeres porque tuve relación con Naciones Unidas hace 25 años por esta cuestión y ha ido a peor. Lo que se hizo de feminismo en Naciones Unidas entre 1975 y 1995 hoy no se puede hacer por cambios en el punto de vista político. Naciones Unidas no es independiente, como tampoco lo es la Unión Europea. ¿Quién manda allí? ¿Quién tiene la fuerza para imponer unas directrices? Hay gente que pide una autoridad mundial. Para mí, no. La autoridad más mundial que tenemos en estos momentos puede ser el presidente de Estados Unidos y ya vemos qué tipo de desastre es. Con una autoridad mundial las imposiciones y las desigualdades probablemente crecerían. Mientras no haya una democratización real de la población y más criterios políticos, reforzar los grandes organismos es correr el riesgo de empeorar.

Lo mismo ocurre con la Unión Europea, que, en este momento, podría haber dado un salto adelante y en cambio se está deslegitimando ante la población. Al final, ha aprobado unos pequeños cambios económicos pero la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha sido decepcionante. Estas grandes organizaciones dependen mucho de en qué manos están y mientras estén en las de los gerentes del capitalismo no podemos esperar que se pongan al frente de mejoras para todos.

No hay ‘utopías disponibles’…

Utopías hay, pero disponibles, no. Hablé de ‘utopía disponible’ al hablar de la independencia de Catalunya. De alguna manera, este tema ha estado inscrito en la historia catalana desde la Renaixença. Es una idea subyacente, que aparece en muchos momentos y en los últimos tiempos se había hecho más visible. Cuando baja el impulso de la izquierda como utopía, en el caso de Catalunya surge esta otra. Que estaba disponible significa que estaba en la mente de mucha gente y que se vendió como si fuera rápidamente posible. No tenemos una utopía disponible de recambio del sistema económico y del capitalismo. La gente lo vive con angustia. Pedro Sánchez dijo el otro día que tenemos que revisar todo el sistema sanitario. Ya sería mucho si, a partir de ahí, sale reforzado el sistema sanitario y se crea esta conciencia de comunidad más elevada. Por otro lado, no tenemos unos objetivos colectivos entusiasmantes que puedan hacer que todo esto desemboque en una mejora.

¿2020 será un año muy importante en la historia de la Humanidad a raíz de esta pandemia?

No creo. Todo va tan deprisa que una cosa borra otra. En 1918 fue lo que se llamó ‘gripe española’ (que parece que de española no tenía mucho), murió muchísima gente y alguna vez se hace referencia a ella pero ese año se recuerda más por el fin de la Guerra Mundial. Cuando se derrumbaron las Torres Gemelas en Nueva York pareció que sería la fecha del siglo, que todo el mundo lo recordaría siempre pero el paso del tiempo no lo ha confirmado.

Personalmente, recordaremos estos días diferentes, en los que hemos roto las rutinas. Los niños y niñas recordarán aquellos días que estaban en casa y tenían a los padres a su disposición. Cuando salgamos de esto habrá las elecciones catalanas, cambiaremos de tema y volveremos a los temas de siempre. Y luego habrá otra cosa. Y así sucesivamente. A menos que esta pandemia sólo sea un primer episodio y se vaya repitiendo. Entonces sí marcaría mucho. Si ahora pasa y en dos o tres meses se liquida, dentro de un año lo recordaremos pero tampoco será muy fuerte.

¿Personalmente, qué la está impresionante más de esta crisis?

Yo hago una vida bastante de estar por casa trabajando, supongo que como toda la gente que nos dedicamos a escribir y leer. Necesitamos nuestro espacio. Se han suspendido los compromisos de viajes, conferencias, no voy al cine, no salgo a la calle… Me interesa ver cómo va reaccionando la gente. Los sociólogos no podemos hacer pruebas en los laboratorios. Si queremos estudiar la sociedad, situaciones como esta son experimentales, muy interesantes.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/03/26/esta-crisis-nos-puede-traer-mas-conciencia-de-comunidad-y-menos-individualismo/

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Luz Martínez Ten: «El impacto educativo del virus también tiene clases sociales»

Por Rodrigo Santamaria

Luz Martínez Ten se considera una «optimista impenitente». Por ello ve el momento actual como una oportunidad única en distintos frentes. A corto plazo, asegura, el cierre escolar podría aumentar la brecha social del alumnado, pero cuando todo pase, la Pública saldrá fortalecida. En su opinión, el confinamiento va a servir, además, para seguir extrayendo de la tecnología todo su potencial innovador e igualitario.

Es esta una entrevista que iba a tener lugar en persona y tuvo que realizarse por teléfono. Que en principio iba a abordar, con motivo del 8-M, los temas predilectos de Luz Martínez Ten (feminismo e interculturalidad) y tuvo que ampliar el espectro para no parecer una burbuja fuera del tiempo y del espacio.

Nacida en Madrid en 1960, Martínez Ten ha consagrado su carrera al ideal de la igualdad. De derechos reales entre hombres y mujeres. De oportunidades sin importar el origen social. En el respeto a herencias culturales diversas. Caminos convergentes donde la escuela pública -ha insistido en tantos escritos e iniciativas- debe ser siempre el asfalto que permite acelerar y rodar firme.

La madrileña ocupa desde 2015 la Secretaría de Mujer y Políticas Sociales en la Federación de Empleados/as Públicos/as de UGT.

Escuchando algunas opiniones, parece que el 8-M fue el origen de todos los males, que estamos como estamos porque la gente salió ese día a la calle a manifestarse. ¿Hay machismo en esta fijación?

Para sectores de la derecha supone una justificación perfecta para atacar al movimiento feminista, sin necesidad de admitir que no creen en la igualdad.

¿Se tenían que haber cancelado las manifestaciones?

¿Y todos los actos y contactos sociales que tuvieron lugar esos días? ¿Estaba el país cerrado? Era difícil prever que en una semana el brote iba a ser tan virulento.

Sabemos que la gran desigualdad educativa se origina fuera de la escuela. ¿Va a aumentar el confinamiento la brecha entre los alumnos con mejores y peores condiciones para el aprendizaje?

Es evidente. Las situaciones en casa son muy distintas, a nivel material y cultural, la costumbre de leer, etc.Y más teniendo en cuenta que muchas de las personas a las que no les queda otra que moverse trabajan en ayuda a domicilio, en residencias, en limpieza… Sus hijos e hijas van a tener más dificultades para ser atendidos en el hogar. El impacto educativo del virus también va a tener clases sociales.

¿Cuáles deben ser las prioridades educativas?

Hemos de aprender de entornos, como el rural, donde el aislamiento ya había obligado a poner en marcha iniciativas muy enriquecedoras de educación a distancia. Y no se trata de impartir clases teóricas a través de la pantalla, sino de proponer metodologías que pongan en manos de los alumnos la capacidad de investigar, analizar, crear, generar redes de discusión. Estamos ante una oportunidad de avanzar hacia la innovación.

Algunas empresas de enseñanza online ya se han apresurado a proclamar que, con o sin coronavirus, la institución de la escuela presencial se estaba quedando obsoleta. Los autores de Clase disruptiva vislumbraban en 2010 un futuro sin aulas físicas en un periodo de 20 años.

En absoluto hay que sustituir el espacio físico por el virtual. Pero sí tenemos que enseñar a los alumnos a utilizar internet para crear sociedad, y no obviar que quienes tienen identidades físicas y virtuales miméticas. Hay que explorar las posibilidades para crear una pedagogía realmente activa desde la convivencia presencial y también desde la virtual. Pienso, además, que este es un buen momento para avanzar hacia la igualdad de oportunidades entre el alumnado con alguna discapacidad o que esté en zonas rurales.

¿Temes que cuando volvamos a la normalidad se utilicen las consecuencias económicas como coartada para recortar en educación?

Sí, mucho. Pero aquí se está produciendo un doble discurso. Por una parte, probablemente estemos en la antesala de una crisis económica, y el mercado podría aprovecharla para restar derechos en la enseñanza pública. Al mismo tiempo, se está poniendo encima de la mesa la importancia de tener administraciones públicas que cuenten con cimientos de equidad. Hay una conciencia creciente de que, sin estos servicios públicos fuertes que hemos ido construyendo entre todos, nos habríamos ido al más allá. Solo si unimos esfuerzos y cedemos al colectivo conseguimos afrontar situaciones como esta.

No deja de ser curioso que ese esfuerzo colectivo demande que permanezcamos, más que nunca, aislados, atomizados, al menos físicamente. ¿Podría ahondar esta crisis en las tendencias individualistas de las sociedad occidentales?

Soy una optimista impenitente, por naturaleza. Y por eso soy sindicalista, porque creo en lo colectivo como la mejor forma de cambiar las cosas. Lo que observo estos días es la búsqueda de los demás, que es lo que hacemos cuando salimos a los balcones a aplaudir. Ayer mismo me dejaron una nota debajo de la puerta las vecinas preguntándome si necesitaba algo. Los seres humanos tenemos esta capacidad de responder de manera solidaria en situaciones de crisis. Y se echaba de menos esto. El neoliberalismo nos ha vendido que solos podemos sobrevivir; ahora nos hemos dado cuenta de que no.

Hay también algo de paradójico en que el confinamiento personal y la búsqueda de lo colectivo se estén retroalimentando.

Y también mucho de épico, que es lo que emerge en situciones de crisis. La necesidad de creer que juntos podemos solucionarlo es lo que ayuda a salir adelante. Épico es lo que está haciendo el personal sanitario, pero también las cajeras de supermercado, quienes limpian las calles, o atienden las farmacias. En estos momentos puede salir lo peor y lo mejor de nosotros, y creo que en España, por fortuna, tenemos un germen solidario muy positivo.

Hagamos un esfuerzo por abstraernos del monotema. Volviendo a uno de tus campos predilectos, te pido un ejercicio de máxima síntesis para destacar lo mejor que se está haciendo en la amalgama de iniciativas hacia una educación no sexista.

Es muy interesante que cada vez se analice con más detenimiento por qué sigue existiendo un fuerte sesgo de género, por ejemplo, a la hora de elegir o no opciones STEM. Un fenómeno sobre el que abundan las investigaciones, muchas enfocadas a la propia estructura curricular. O por qué muchas chicas frenan sus carreras a pesar de haber sido excelentes estudiantes. También hay muy buenos ejemplos de campañas de prevención de la violencia de género desde edades tempranas, aunque aún sigan teniendo casi siempre un papel marginal, poco sistemático. Sería importante también que empezáramos a enfocar el problema desde lo positivo, enseñando a amar bien. Los chavales ya saben lo que está mal, pero la razón y la emoción no siempre coinciden. Deberíamos trabajar desde la emoción para enseñar a querer bien.

Volvemos a la dicotomía bien/mal del ser humano, y a que determinadas condiciones favorecen que emerja lo uno o lo otro.

La investigación nos dice que niñas y niños no son racistas ni sexistas ni homófobos. A partir de cierta edad, aprenden a serlo absorbiendo lo que les dice el entorno y empezando a calificar. Hay que educar en valores desde las primeras edades, y en las etapas críticas, durante la adolescencia, cuando aparece el primer amor, etc. hay que enseñar qué son los buenos tratos y a amar en positivo.

Se habla cada vez más de educar en valores, de cultivar la dimensión psicoemocional del alumno, pero al mismo tiempo parece que la educación vive una deriva utilitarista en el peor sentido, de corte economicista ortodoxo.

De alguna forma, la educación se está convirtiendo en un servicio de mercado, y es terrible. Hay cadenas internacionales de centros para élites, como un Burger King escolar, que venden a las familias que sus hijos van a tener un situación económica privilegiada, cuando tendríamos que educar, ante todo, ciudadanos, y ahí se incluye, claro, una vida profesional acorde con nuestros intereses y motivaciones. Deberíamos retomar una educación humanista con principios como los que estuvieron activos durante la Segunda República, cuando la escuela buscaba el desarrollo integral de la persona, que trabaja pero también ama, disfruta de la vida… Si todo está orientado al mercado, estamos educando jóvenes enormemente desgraciados y desgraciadas, empujándoles a elegir profesiones exitosas, aunque no les gusten.

Antes hablabas, en esa elección del futuro profesional, del sesgo de género en las opciones STEM. ¿No acaban de funcionar los programas para atraer a más chicas?

Marina Subirats, que ha estudiado mucho este tema, plantea que vamos adquiriendo los roles y esterotipos de género desde los primeros años. Y que -como ahora sabemos gracias a la neurociencia- el cerebro es increiblemente dúctil en cuanto al aprendizaje por reproducción. Si vamos dirigiendo a los niños a juegos de lógica y espaciales, y a las niñas a los cuidados, esto va configurando tanto la propia capacidad de aprendizaje, como tu mayor seguridad en campos donde te resulta más fácil moverte. Y, al final, influye tanto en las elecciones concretas como en la relación entre proyección vital y profesional. A los 6-7 años, normalmente las niñas ya se ven trabajando y formando una familia con hijos, mientras que los chicos imaginan solo su vida profesional. De nuevo, si queremos una auténtica educación en igualdad, hay que empezar antes.

Parece que en algunos sentidos vamos para atrás. Por ejemplo, las presión creciente que sufren las chicas, desde la primera adolescencia, en términos de imagen: maquillaje en cuanto salen de casa, obligación de ir monas a todas horas… Ocurre también entre los chicos, pero percibo una intensidad infinitamente mayor entre las chavalas.

Los modelos de ser mujer van cambiando con la historia. En estos momentos, la producción en torno a la imagen y la hipersexualización del cuerpo femenino son mecanismos del mercado. La ausencia de una formación en ética y autocuidado nos lleva a que se comercialicen estos espacios para traducirlos en dinero. Habría que enseñar a aceptar y querer nuestros cuerpos; quizá entonces chicas y chicos dejarían de intentar emular ideales, de pedir por ejemplo un aumento de pecho al terminar la universidad. Me da mucho miedo ese estímulo permanente del deseo de tener cuerpos inexistentes.

¿Resulta difícil introducir estas cuestiones en la escuela? No pocos dirán que aquí hablamos de elecciones libres y personales. Incluso, retorciendo cierto argumentario feminista, que la mujer siempre divina en realidad está «empoderada».

Todo forma parte de un sistema capitalista que ha logrado confundir deseos con derechos, poner al deseo por encima del propio bienestar. Aquí surgen cuestiones éticas y posibles límites al mercado. ¿Es ético que una chica de 16 años se opere el culo para tenerlo de tal forma? ¿Debemos permitirlo? Hay que pararse y reflexionar, en la escuela y en otros ámbitos, para que las nuevas generaciones puedan analizar e identificar esa manipulación que transforma derechos en deseos. Sin esa reflexión consciente -y con el bombardeo constante de publicidad, los likes en las redes sociales etc- resulta muy difícil escapar a estas presiones.

Has escrito mucho sobre cómo abordar conjuntamente interculturalidad e igualdad de género. Me surge una duda recurrente: ¿Cómo aunar ambos objetivos cuando la tolerancia y el respeto por otras culturas colisiona con patrones claramente machistas?

Desde una pedagogía feminista, el relativismo cultural tiene sus límites cuando choca con la dignidad de las mujeres, del ser humano en general. Por suerte, en este país tenemos un marco legislativo que establece esos límites. Pero esto no es incompatible con algo evidente: la igualdad se aprende. Desde el respeto, la convivencia y la igualdad de oportunidades. Cuando yo era pequeña, mi madre llevaba velo para ir a la iglesia. Y en mi casa, cuando mi padre (que era un hombre estupendo) hablaba, todos nos callábamos. Poco a poco, en mi familia fuimos aprendiendo a cambiar a través de la reflexión y la conquista de derechos. En ese aprendizaje, la escuela actual, donde conviven chicos y chicas con diversas herencias culturales (algunas con elementos machistas, españolas o de fuera), se antoja un entorno muy positivo. Sobre todo, ahora que hemos pasado de la llegada a la ciudadanía. Al principio, cuando las aulas españolas empezaban a ser interculturales, se celebraban jornadas tipo el día del chino, el día del africano… Y no se trata de eso, sino de trabajar la igualdad de derechos en la diversidad, construyendo identidades seguras.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/03/24/el-impacto-educativo-del-virus-tambien-tiene-clases-sociales/

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Reshma Saujani: “La programación es tan importante como las Matemáticas o la Historia”

Por: Laura Román.

 

Reshma Saujani es la fundadora Girls Who Code, una organización que ayuda a las mujeres a adentrarse en el mundo de la programación tratando de reducir la brecha de género que sigue latente en este ámbito. Pero además, Saujani es activista y fue la primera mujer india-americana que se postuló para el Congreso de los Estados Unidos.

En la colección publicada por Edebé (‘En código amigas’, ‘Equipo de amigas. Carrera hacia la meta’ y ‘Música, luces y a programar’) las protagonistas son cuatro niñas que empiezan a programar. Uno de sus objetivos es que las estudiantes se vean reflejadas en niñas como ellas, a las que les interesan los mismos hobbies pero que ven en la programación un proyecto de futuro con el que resolver problemas de la vida real.

Pregunta: En esta colección, un grupo de amigas están apuntadas a un club de programación en el colegio. ¿Cuáles son los valores y conceptos relacionados con esta materia que aparecen en estas historias?

Respuesta: Estos relatos se centran en enseñar a las niñas lo mucho que pueden hacer aprendiendo código. Cuando les enseñas a codificar, les enseñas a resolver problemas y también valentía. Y van a ser capaces de adquirir esas habilidades y usarlas en todas las áreas de su vida.

P: ¿Qué pueden aprender las estudiantes leyendo estos relatos?

R: Sobre codificación, pero también sobre hermandad entre mujeres y sobre representación. En ‘Girls Who Code’, siempre decimos que no puedes hacer lo que no puedes ver. Así que es muy importante que las chicas tengan libros en los que vean a otras chicas utilizando código para resolver problemas. Y las chicas de estas historias trabajan juntas, eso es hermandad. Nuestros programas están construyendo una hermandad internacional de mujeres y niñas que se levantan y se apoyan mutuamente. Eso es lo que las mantiene en la disciplina y estos relatos muestran eso.

Reshma Saujani
Girls Who Code Founder and CEO Reshma Saujani is photographed with participants at the IAC building in New York, NY on July 25, 2018. Photo: Carey Wagner

P: Las cuatro amigas deciden aprender programación porque les ofrece respuestas a sus propios problemas en la vida real. ¿Se podría considerar Aprendizaje Servicio?

R: Absolutamente. Las chicas aprenden a codificar y van a cambiar el mundo. Lo vemos todos los días. Estas chicas están aprendiendo a resolver problemas y usan sus habilidades de codificación para averiguar cómo resolver lo que les afecta a ellas y al mundo que les rodea.

P: ¿Cómo se puede utilizar esta obra en el aula para fomentar el acercamiento de las materias STEAM a las estudiantes?

R: Los personajes, que se parecen a ellas y que están interesados en el ámbito STEAM, pueden enseñar a las chicas que esta industria es para ellas. Necesitamos más representación de jóvenes interesadas en la tecnología, en los libros o en las películas y este es un gran primer paso.

«Nuestros programas están construyendo una hermandad internacional de mujeres y niñas que se levantan y se apoyan mutuamente»

P: ¿Qué se debe cambiar en las escuelas para que las alumnas tengan interés por aprender a programar? ¿Y entre el profesorado?

R: Hay que cambiar la cultura en torno a la programación. Tenemos que combatir los estereotipos sobre quién puede ser programador. Y eso tiene que suceder en nuestras escuelas, en los libros, en los medios de comunicación… También hay que formar al profesorado para evitar los prejuicios en torno a la informática de forma que animen a todos los estudiantes a conocerla y no sólo a los chicos que se encuentran en el aula.

P: ¿La programación debería convertirse en una materia curricular?

R: Tiene que estar en el plan de estudios para todos los estudiantes. Es tan esencial como las Matemáticas y la Historia. Ayuda a preparar a los estudiantes para nuestro mundo tecnológico y les enseña a resolver problemas.

En Girls Who Code abogamos para que los centros escolares incluyan la informática en sus escuelas y para que se registren los datos de los estudiantes que están realizando estos cursos. Sin embargo, las asignaturas extraescolares de programación también pueden ser útiles para las chicas si las clases de informática en horario lectivo solo están llenas de chicos. Por eso ofrecemos ‘Clubes de Chicas que codifican’, para que las estudiantes se animen a  aprender a programar y puedan construir una hermandad.

P:  ¿El futuro de la programación será de las mujeres?

R: En Girls Who Code buscamos acabar con la brecha de género y asegurarnos de que todo el mundo tenga acceso a esta industria. Es importante que la tecnología sea construida por un equipo diverso y que piense en cómo impactará en las comunidades de todo el mundo. Así que necesitamos más mujeres para así lograr una representación igualitaria cuando miramos a los trabajadores o a los líderes tecnológicos.

P: ¿Qué te llevó al mundo de la programación?

Empecé con Girls Who Code sin saber cómo codificar. Me postulé para un cargo público hace casi una década y visité muchas escuelas durante la campaña. En cada escuela, noté algo. Frente a cada fila de ordenadores, había una fila de chicos, pero no había ninguna chica.

Sabemos que la tecnología tiene algunos de los trabajos mejor pagados y de más rápido crecimiento y yo sabía, incluso entonces, que si las chicas no aprendían programación en el colegio, tenían pocas o ninguna posibilidad de entrar en la industria. Así que empecé con Girls Who Code. Compré la URL, le pedí prestado una oficina a un amigo y recluté 20 estudiantes para el primer programa de verano que hicimos.

P: ¿Qué te sugieren estas tres palabras? STEAM, alumnas y robótica

R: Todas estas palabras me recuerdan el futuro. Estamos entrenando a nuestros estudiantes para construir la tecnología del mañana. Y estos estudiantes, especialmente las chicas, me impresionan cada día. Son hábiles en codificación, pintura, actuación o construcción. Y todo eso va a tener un impacto en la tecnología que vamos a usar dentro de 10 años.

Fuente de la entrevista: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/programacion-tan-importante-como-matematicas-historia/

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La decepción de Europa del Este: Entrevista a Ivan Krastev

Por: Claudia Detsch

Los países de Europa del Este abrazaron acríticamente el capitalismo liberal occidental. Hoy, asisten a la crisis profunda de ese modelo y hay quienes aprovechan para llevar agua al molino autoritario. ¿Qué pasa en esa parte de Europa a la que nunca se le presta la suficiente atención? Ivan Krastev, reconocido politólogo e intelectual búlgaro, analiza la situación política de Europa del Este en esta entrevista.

Usted llama los 30 años posteriores a la caída del muro de Berlín la «edad de la imitación», cuando los Estados nacionales de Europa central y oriental se suponía que debían imitar a las democracias liberales de Occidente en lugar de seguir su propio camino. ¿Cómo habría sido un verdadero modelo de desarrollo de Europa del Este?

Al finalizar la Guerra Fría, el capitalismo democrático se convirtió en sinónimo de modernidad, por lo que no tiene nada de extraño o equivocado que las sociedades de Europa del Este decidieran imitar las instituciones y los estilos de vida occidentales. Lo que me parece preocupante es que nos hayamos sorprendido tanto de que se haya producido una reacción contra la política de imitación precisamente cuando el modelo liberal entró en crisis en el propio Occidente y, al mismo tiempo, las sociedades de Europa del Este tuvieron la sensación de que se las trataba como discípulos que nunca podrán graduarse.

¿Cuánto peso tuvo la política de Occidente en el rumbo tomado por Europa central y oriental y cuánto se debe a factores endógenos? ¿Hubo una suerte de engaño o estaban realmente ansiosas por convertirse en Estados y sociedades de estilo occidental?

Sería injusto culpar a Occidente del fracaso de las democracias de Europa del Este. Pero sí podría culparse a Occidente por la falta de curiosidad ante la compleja transformación que vivió esta región de Europa. Incluso los analistas occidentales más empáticos parecen no darse cuenta de que la crisis democrática en lugares como Rumania o Bulgaria es en gran medida resultado de la decepción popular con las democracias occidentales y los sistemas que anteriormente estos países habían admirado e intentado emular.

Cuando el primer ministro albanés, en medio del debate del Brexit, comentó por televisión que la Cámara de los Comunes le recordaba al Parlamento bosnio, intentaba transmitir la idea, compartida en toda la región, de que la desarticulación simultánea de las normas e instituciones democráticas en el Este y el Oeste son expresiones de la misma crisis subyacente.

¿Aprendieron la lección los liberales arrogantes de antaño?

Hoy la mayoría de los liberales están enojados o asustados. Se sienten traicionados por la historia o, para ser más precisos, por la idea del «fin de la historia». A fin de aprender la lección, deben estar preparados para reconocer que no todo lo que sus críticos dijeron estaba errado.

¿Es definitivo el fracaso del liberalismo en Europa del Este, teniendo en cuenta que el éxodo de personas jóvenes y formadas perjudica las posibilidades de los partidos liberales?

Los temores demográficos desempeñaron un papel fundamental en el surgimiento de los regímenes políticos antiliberales de la región. En las sociedades del Este, que envejecen y se reducen demográficamente, muchos jóvenes están convencidos de que si quieren vivir en un país democrático, lo mejor que pueden hacer es irse al extranjero en lugar de luchar por cambiar el gobierno.

Pero, al mismo tiempo, sería un error hablar del fracaso definitivo del liberalismo en la región. Lo que presenciamos es el resurgimiento de un nuevo liberalismo pospopulista, como resultado de la experiencia de sociedades que viven bajo paradigmas populistas. Este liberalismo es diferente del liberalismo imitativo de los años 90. Por ejemplo: el presidente de Eslovaquia y el recién electo alcalde de Budapest no hablan inglés; hablar idiomas extranjeros era uno de los símbolos del nuevo liberalismo de Europa del Este.

¿Por qué el fantasma de la inmigración masiva es un relato tan poderoso para los líderes populistas de Europa del Este, mientras que probablemente la mayor amenaza para sus sociedades es la emigración masiva?

Como George Steiner escribió una vez, «los árboles tienen raíces, mientras que la gente tiene piernas», y la gente usa sus piernas para irse a lugares que le parecen mejores, donde cree que podrá vivir una mejor vida. Los europeos del Este somos muy conscientes de esto porque somos migrantes. Paradójicamente, la hostilidad de los europeos orientales hacia la inmigración es producto del trauma provocado por la huida de muchos de sus compatriotas que decidieron abandonar el país, y del temor a la diversidad étnica presente en el ADN de los Estados de Europa oriental. Ese temor se originó con la desintegración de los imperios continentales multiculturales de Europa –Habsburgo, Otomano y Soviético.

En el siglo XX, las revoluciones, las guerras mundiales y las olas de limpieza étnica cambiaron el mapa étnico de Europa. Todos estos traumas y trastornos dejaron atrás una Europa cuyos Estados y sociedades son más homogéneos étnicamente, y no menos. En el siglo XX, la homogeneidad étnica se pensó como vía para reducir las tensiones, aumentar la seguridad y fortalecer las tendencias democráticas. Las minorías eran vistas con desconfianza.

La homogeneización étnica es particularmente visible en Europa central y oriental. En 1939, casi un tercio de la población de Polonia no eran polacos étnicos: había importantes minorías alemanas, judías, ucranianas, entre otras. Hoy en día, los polacos étnicos representan más de 95% de los ciudadanos polacos. En este rincón de Europa, muchos consideran que la homogeneidad étnica es esencial para la cohesión social.

Sin embargo, el siglo XXI está aportando más diversidad. Si el siglo XX fue en Europa el siglo de la pureza, el siglo XXI es el de la mezcla étnica. Detrás del desafío de la migración al que los países de Europa central y oriental se ven enfrentados, existe un desafío intelectual: para hacer frente con éxito a la migración, estas sociedades tendrán que desaprender lo que muchas de ellas todavía ven como la principal lección del siglo XX: que la diversidad étnica y cultural es una amenaza para la seguridad.

La reputación del liberalismo en la región nunca se recuperó de la crisis de 2008. ¿Podría una reforma integral del capitalismo quitar el viento en las velas populistas, o ya zarpó el barco?

Cuando terminó la Historia y comenzó la Era de la Imitación, en 1989, el Este se enamoró del Oeste. Simultáneamente, y en parte como resultado, el Oeste se enamoró de sí mismo. Halagados por el deseo del Este de rehacerse según el modelo de Occidente, los legisladores occidentales perdieron toda perspectiva crítica sobre las deficiencias de sus propias sociedades.

Ahora quedó claro que el cambio de modelo económico es una condición previa para restablecer la confianza de los ciudadanos en la democracia liberal. En la segunda mitad del siglo XX, la democracia logró domar al capitalismo; en el siglo XXI no ha podido hacerlo. Pero el cambio de modelo económico no va a significar el retorno de las políticas económicas del periodo socialdemócrata clásico. La nostalgia no es tan poderosa como para volver el tiempo atrás.

¿Sigue siendo optimista respecto del proyecto europeo, o lo hemos echado a perder?

Lo que optimistas y pesimistas comparten es una visión determinista de la historia. Ser optimista o pesimista implica pretender saber lo que vendrá en el futuro. Para mí el futuro es la invasión de lo desconocido, así que no soy optimista ni pesimista. Estoy preocupado pero esperanzado: preocupado porque creo que la desintegración de la Unión Europea es una opción realista, pero también esperanzado porque no quisiera vivir en una Europa post-Unión Europea.

Ivan Krastev es investigador del Instituto de Ciencias Humanas de Viena. Escribe regularmente en The New York Times. Ha escrito numerosos libros sobre la democracia, el liberalismo y la Guerra Fría.

Traducción: Rodrigo Sebastián

Fuente e imagen:  https://nuso.org/articulo/europa-este-crisis-liberalismo-politica/

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Aminta Navarro: “En la medida en que hay más desesperanza por la educación pública, más se da la apertura para el lucro en la educación”

Por: Thais Iervolino.

 

En entrevista a la CLADE, la coordinadora del Foro Dakar Honduras llama la atención sobre la importancia de la protesta y la movilización social, como forma de demandar al Estado el derecho a la educación pública y gratuita

La lucha por una educación pública y gratuita, la privatización del sistema educativo, la criminalización y represión contra la protesta social, leyes educativas y la calidad de la educación en Honduras, fueron algunos de los temas abordados durante entrevista de Aminta Navarro, coordinadora del Foro Dakar Honduras, a la CLADE. 

Aminta Navarro: “No hay mecanismos para que te escuche el director de la escuela, o te escuche el Ministro, y para que lo que expresan los profesores o la sociedad civil se tome en cuenta. Por lo contrario, hoy eso es motivo de encarcelamiento, persecución contra profesoras/es y estudiantes.

En la ocasión, Aminta llamó la atención sobre la importancia del derecho a la protesta social como estrategia fundamental para demandar al Estado una educación de calidad, pública y gratuita para todas y todos. “No tenemos hoy en Honduras el derecho a la movilización y la protesta. Entonces, si no se cumple [el derecho a la educación], no se lo puede exigir haciendo una marcha, por ejemplo. Pero, tampoco hay mecanismos para que te escuche el director de la escuela, o te escuche el Ministro, y para que lo que expresan los profesores o la sociedad civil se tome en cuenta. Por lo contrario, hoy eso es motivo de encarcelamiento, persecución contra profesoras/es y estudiantes, aunque la ley diga que hay un claro derecho a la educación pública y gratuita”, explicó.

Lee la entrevista completa.

¿Existe alguna legislación que aborde el tema de la privatización educativa o del lucro en la educación en Honduras?

Aminta Navarro – No hay legislación tácita. O sea, lo que dice la ley es que el derecho a la educación privada existe, pero el rector es el Ministerio de Educación como representante del Estado. Hay una asociación de instituciones privadas educativas en el país, que actúan desde la educación inicial.

De hecho, el Estado sólo te garantiza un año de educación preescolar, siendo los otros años de preescolar ofrecidos por el sector privado. Así mismo, está en manos del sector privado la educación bilingüe, que es altamente cara.

Las leyes del país no regulan el lucro, pues no dicen hasta cuánto se puede cobrar en matrículas o mensualidades, lo que hoy se regula por la libre oferta y demanda. Así mismo, los padres y madres son libres para enviar sus hijos e hijas al sistema que quieran: público, privado o privado religioso.

¿Usted cree que la legislación nacional fomenta o favorece el lucro en la educación en detrimento de una educación pública y gratuita?

Aminta Navarro – Es ambiguo, pero hay como un claro desprestigio, digamos, de la educación pública, mientras hay una tendencia a destacar las supuestas bondades de la educación privada.

“Al desprestigiar cada día más la calidad y la pertinencia de la educación pública, se obliga a los padres y madres a prácticamente trabajar para pagar por la educación de sus hijos”

Al desprestigiar cada día más la calidad y la pertinencia de la educación pública, se obliga a los padres y madres a prácticamente trabajar para pagar por la educación de sus hijos, para mandarlos a la escuela privada, porque esa “tendría mejores profesores y mejor acceso tecnológico, además de ofrecer clases de un segundo idioma”.

También hay mecanismos o políticas que excluyen estudiantes que frecuentaban la escuela pública del ingreso a las universidades porque muchas veces el sistema básico público “no responde a las exigencias de la educación superior universitaria”, lo que abre el espacio de la universidad pública para solamente el ingreso de estudiantes que vienen de la escuela privada.

En la práctica, ¿falta regulación a la actuación del sector privado en el país?

Aminta Navarro – Creo que no solamente hay falta de regulación, sino que la ley hondureña posibilita las transferencias de fondo público al sector privado sin fines de lucro. También se establece la renuncia fiscal del sector privado que actúa en el área educativa y las instituciones privadas gozan de exoneración de impuestos.

Además, bajo el modelo de centralización del Estado, hay una modalidad de contratación directa por servicios. Entonces el Estado, si quiere, puede contratar un centro educativo privado para la educación de los niños y niñas, que es lo que se hace también con la salud pública, y se llama tercerización de los servicios.

Sin embargo, hay un fuerte movimiento de los profesores, las profesoras, los trabajadores y las trabajadoras de la salud y la educación para impedir que se aplique esta normativa.

Respecto a la formulación de las legislaciones en su país, ¿destacaría algún actor o proceso particularmente determinante, o con gran influencia?

Aminta Navarro – Creo que hay toda una cuestión de construcción de imaginarios, que inclusive toma las mismas banderas del movimiento que defiende la educación pública y gratuita, para justificar la privatización. Por ejemplo, el Estado puede decir que, para garantizar el derecho humano a la educación, con calidad y pertinencia, necesita contratar instituciones privadas, las cuales “tienen mejores profesores, más eficientes y que coordinan mejor su trabajo”.

Es algo que se dice de manera constante en el país, como que para que la sociedad lo vaya aceptando de alguna forma. Es sutil el mensaje, pero cada vez más te dicen que la educación pública no sirve y que el Estado debe tener resultados, siendo que la gestión por resultados solo te puede garantizar una institución privada.

¿Y la privatización en la educación nacional ha aumentado en los últimos años, es una tendencia?

Aminta Navarro – Yo diría que el movimiento de profesores, profesoras, trabajadoras y trabajadores de la salud del país se ha unido y ha logrado, digamos, frenar esta intencionalidad del gobierno. Pero, no quiere decir que las medidas hacia la privatización no se implementarán.

La definición ‘organizaciones sin fines de lucro’ varía según el país. En Honduras, ¿considera que estas organizaciones actúan con coherencia a esta nomenclatura?

Aminta Navarro – Hay en el país las fundaciones de empresarios. Son llamadas fundaciones sin fines de lucro, y en ese sentido pueden captar recursos del Estado para desarrollar sus proyectos.

Pero, entendemos que estas fundaciones debilitan la sociedad civil que hace un trabajo por la educación pública y gratuita, porque el Estado les transfiere recursos. En el caso de la educación inicial, se les transfiere fondos a fundaciones que no son lucrativas, pero nadie evalúa los resultados de la educación que estos centros ofrecen, o sea, no hay un control por parte del Estado.

¿Existen brechas en la legislación actual de Honduras, que estimulen la práctica lucrativa en la educación?

Aminta Navarro – Yo creo que sí. El sistema posibilita la libertad de la educación privada y que el padre o madre es libre para matricular sus hijos e hijas en la educación pública, la privada, o inclusive la religiosa privada. Mientras tanto, se hace todo un desprestigio de la educación pública, con pruebas para medir resultados de aprendizaje, las cuales apuntan a que los niños y niñas del país no saben leer, escribir, ni comprender. Eso sustenta y apoya el sector privado y el lucro en la educación.

Hay una oferta [de educación privada] y los padres y madres que pueden pagar por una escuela, aunque no tengan casa, prefieren pagar por la educación de uno o dos hijos, que comprar una casa.

En el sistema privado no hay huelgas de docentes y las escuelas privadas suelen ser bien equipadas. Pero, el Estado no equipa, no mejora las condiciones de las escuelas públicas, incluyendo el acceso a la Internet, no cumple [con sus deberes], mientras que la educación privada sí ofrece estas condiciones. Además, lo puede hacer porque no paga impuestos.

Son incentivos para el sector privado y el lucro porque, en la medida en que hay más desilusión, desesperanza por la educación pública, más apertura hay para la actuación de empresas con fines de lucro en la educación.

Respecto al marco legislativo vigente en su país, ¿hay algún ajuste que deba hacerse para consolidar la educación como un derecho humano fundamental?

Aminta Navarro – En la ley de educación que se aprobó en el 2012, queda reflejada la educación como un derecho humano. Creo que lo que hay es una debilidad del sector educativo y de las condiciones de trabajo de los maestros y maestras de la educación básica inicial.

“No tenemos hoy en Honduras el derecho a la movilización y la protesta social. Entonces, si no se cumple [el derecho a la educación], no se lo puede exigir haciendo una marcha, por ejemplo. Pero, tampoco hay mecanismos para que te escuche el director de la escuela, o te escuche el Ministro, y para que lo que expresan los profesores o la sociedad civil se tome en cuenta. Por lo contrario, hoy eso es motivo de encarcelamiento, persecución contra profesoras/es y estudiantes”

Así mismo, no tenemos hoy en Honduras el derecho a la movilización y la protesta social. Entonces, si no se cumple [el derecho a la educación], no se lo puede exigir haciendo una marcha, por ejemplo. Pero, tampoco hay mecanismos para que te escuche el director de la escuela, o te escuche el Ministro, y para que lo que expresan los profesores o la sociedad civil se tome en cuenta. Por lo contrario, hoy eso es motivo de encarcelamiento, persecución contra profesoras/es y estudiantes, aunque la ley diga que hay un claro derecho a la educación pública y gratuita. Infelizmente, el sector público no te garantiza la gratuidad.

¿Qué recomendaciones haría a las organizaciones de la sociedad civil que actúan contra la mercantilización de la educación y en defensa de la gratuidad educativa?

Aminta Navarro – Yo creo que, más que presionar por cambios legislativos, la sociedad civil debe exigir la aplicación de la legislación que ya existe para la garantía de la educación pública. En el país, lo que vivimos es una total desaplicación de la justicia y la ley.

La norma establece que en el país la educación es pública, gratuita y un derecho humano. La ley fundamental de educación retoma la educación como un derecho fundamental, y además establece que la educación debe darse en español, inglés y que los pueblos originarios tienen derecho a ser educadas/os en su lengua materna, teniendo el español como segunda lengua. Sin embargo, esta legislación no se aplica.

¿Y en relación al derecho a la movilización? ¿Usted cree que si las y los estudiantes y profesoras/es tuvieran garantido su derecho a la protesta, la educación estaría mejor?

Aminta Navarro –  La Constitución del país sí asegura el derecho a la protesta y que este no puede ser violado. Ya es una garantía constitucional, pero una cosa es lo que dice la constitución y la ley, y otra es la práctica cuando estás en un país y un momento como el nuestro, donde no se cumplen las normas.

Estamos en un gobierno centralizador, con limitados esfuerzos democráticos. Incluso, se está discutiendo una propuesta de prohibir a los profesores y profesoras que salgan a las manifestaciones en el país. Eso sería inconstitucional porque estaría violentando el derecho a la protesta establecido en la Constitución de la República.

Fuente de la entrevista: https://redclade.org/noticias/aminta-navarro-en-la-medida-en-que-hay-mas-desesperanza-por-la-educacion-publica-mas-se-da-la-apertura-para-el-lucro-en-la-educacion/

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