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Un pensamiento desconectado de la realidad

Por: Emir Sader
La separación entre teoría y práctica fue algo que acompañó a la izquierda a lo largo de casi un siglo. Quedaron atrás los momentos en que los grandes dirigentes políticos de la izquierda eran, a la vez, grandes intelectuales. Marx, Lenin, Trotsky, Rosa Luxemburgo, Gramsci, fueron ejemplos determinantes de aquel momento en que teoría y práctica se imbricaban mutuamente.

A partir de la estalinización de los partidos comunistas y del abandono por parte de la socialdemocracia del anticapitalismo, la teoría pasó o en el mejor de los casos tendió a quedar recluida en las universidades y centros de estudio, sin tener ninguna relación con la realidad, teorías sin trascendencia práctica. Mientras que la práctica política se fue amoldando a las estructuras existentes de los sistemas políticas, sin análisis más profundos de la realidad y sin capacidad de diseñar futuros alternativos.

Latinoamérica tiene una larga tradición de pensamiento crítico, que tiene en Mariategui, con su capacidad creativa de captar nuestra realidad en sus particularidades, en el marco del marxismo, a su fundador. En este siglo, la intelectualidad crítica vivió nuevos desafíos frente a la ola neoliberal, no solamente como proyecto económico, sino como modelo hegemónico renovador del capitalismo.

En un primer momento se trató de resistir a la ofensiva neoliberal, defendiendo las empresas públicas de las privatizaciones, los derechos de los trabajadores, las regulaciones estatales, la soberanía externa. Ello exigió solamente firmeza de principios. Pero incluso en el seno del Foro Social Mundial hubo quienes -especialmente intelectuales europeos- optaron por criticar al Estado desde el punto de vista de la sociedad civil, rindiéndose a tesis de carácter liberal. En lugar de proponer procesos de democratización del Estado, han preferido caracterizar al Estado como reaccionario, conservador, adversario de los movimientos sociales. Pero han sido posiciones minoritarias, que no han sobrevivido con fuerza al surgimiento de los gobiernos antineoliberales en América Latina.

En un segundo momento -después de haber participado activamente en los foros sociales mundiales desde la dirección de CLACSO-, fue el tiempo de construcción de gobiernos alternativos al neoliberalismo, con protagonismo de los nuevos liderazgos (Chávez, Lula, Néstor y Cristina, Pepe Mujica, Evo, Rafael Correa). Solamente una parte de la intelectualidad latinoamericana ha comprendido el carácter profundamente antineoliberal de esos gobiernos, que respondían concretamente a los desafíos de construir alternativas al neoliberalismo.

Otros han mantenido puntos de vista críticos y distancias, cuando no oposición frontal. Unos, afirmando que esos gobiernos no eran distintos a los gobiernos neoliberales que los habían antecedido y a los cuales se oponían. No veían cómo la Venezuela de Chávez era radicalmente distinta a la que él había heredado. Ni como el Brasil de Lula era absolutamente distinto, comparado con el país que Cardoso le había dejado. Ni que la Argentina de Menem era un país frontalmente diferente al que los Kirchner habían reconstruido. Ni que los gobiernos del Frente Amplio uruguayo habían cambiado radicalmente la sociedad del país. Ni que entre los gobiernos anteriores y el de Evo Morales había un abismo de diferencias. Ni tampoco que el Ecuador de Rafael Correa era otro país respecto a los gobiernos anteriores.

Otros han tratado de descalificar a esos nuevos gobiernos, caracterizados como modelos primario exportadores, dilapidadores de la naturaleza, sin darse cuenta de las trasformaciones económicas, sociales y políticas que esos países han tenido, por ejemplo, en comparación con países como Perú y México, que habían mantenido políticas neoliberales. Son intelectuales que se han alejado de la ola progresista que se había producido en el continente, no logrando ningún tipo de apoyo popular y tampoco logrando proponer alternativas de gobierno, consiguiendo que las alternativas a esos gobiernos hayan estado siempre a la derecha, como la crisis posteriores a esas administraciones han demostrado.

Aun la parte de la intelectualidad que se ha identificado con esos mandatos, en general, no ha tenido una participación activa en la formulación de las políticas antineoliberales, que han sido más mérito de los líderes de esos procesos. Gran parte de la intelectualidad de esos países ha votado por esos gobiernos, pero bajo la forma de un consenso pasivo -los han preferido a los de derecha o de ultraizquierda-, pero sin participar activamente en la construcción de las nuevas políticas y muchas veces sin siquiera participar en el intenso debate ideológico.

Un tercer período fue el del retorno de la ofensiva conservadora y crisis de gobiernos progresistas, sustituidos en varios casos -Argentina, Brasil, Ecuador- por gobiernos de restauración neoliberal o sometidos a duras ofensivas de la derecha, como en los casos de Venezuela, Bolivia e incluso Uruguay.

En este período, la distancia entre la práctica intelectual y los desafíos políticos concretos de la realidad latinoamericana ha sido más evidente. Los líderes políticos de la izquierda, los partidos y los movimientos populares no cuentan, en general, con contribuciones de intelectuales que puedan ayudar a hacer balances, ubicar las debilidades, apuntar hacia su superación y comprender el nuevo período político que tenemos por delante; estos líderes y colectivos tienden a sufrir el aislamiento respecto a la intelectualidad, a sufrir la falta del debate de ideas pertinentes con los desafíos concretos y los nuevos horizontes a dibujar y a encarar.

Una tendencia a encierro en las universidades, centros de estudio, instituciones, con los correspondientes procesos de despolitización, de burocratización en los medios intelectuales. Rasgos típicos de épocas de reveses, de repliegue de la izquierda, de pérdida de iniciativa y de ofensiva de la derecha. En el período actual es notoria la falta de participación de la intelectualidad en los debates públicos, la pérdida de perfil de la presencia de gran parte del pensamiento social latinoamericano, mostrando un período de retroceso en la creatividad teórica y el compromiso político.

Las tendencias críticas, que no valoran las conquistas de este siglo, tienden a predominar; el alejamiento de partidos y movimientos populares, la adhesión a otras alternativas. Pero, principalmente, la despolitización, el refugio en temas e intercambios académicos, lejos de las prioridades y las urgencias políticas de sus países, del continente y del mundo. Las críticas a los partidos y liderazgos de izquierda vuelven a encontrar espacio, a veces de forma muy coincidente, con las de la derecha, después de haber prácticamente desaparecido en los años de auge de los gobiernos progresistas, frente a los cuales habían perdido su discurso.

Es muy significativo que Álvaro García Linera, que fue considerado el más importante intelectual latinoamericano, reciba manifestaciones de rechazo en el medio intelectual del continente. Que Rafael Correa no sea reivindicado también por el medio intelectual, como si él no fuera, además de gran líder político, un importante intelectual latinoamericano, señales de que la contraofensiva conservadora hace sentir sus efectos, de forma directa o indirecta, también en la intelectualidad del continente.

Solamente la comprensión de la perspectiva histórica en que se ubica Latinoamérica, la naturaleza de los problemas que enfrenta la izquierda, el carácter de los reveses actuales, la dimensión de los nuevos retos, los elementos de continuidad con la lucha antineoliberal y los elementos nuevos, que exigen readecuaciones por parte de la izquierda, permiten un nuevo ciclo de compromiso de la intelectualidad latinoamericana con la historia contemporánea de nuestro continente. No caben más iniciativas que no se traduzcan en contribuciones concretas, en nuevas interpretaciones de lo que vivimos.

La intelectualidad del pensamiento crítico latinoamericano necesita más profundidad, creatividad, trabajo colectivo, compromiso político, ideas, acercamiento a los movimientos y partidos populares. Agregar a la resistencia al neoliberalismo la participación concreta, con análisis y propuestas, en la recuperación de las fuerzas antineoliberales, más allá de lo cual, la teoría se volverá a apartar de la práctica, se perpetuará como ideas sin trascendencia respecto a la realidad concreta y se facilitará la ofensiva política e ideológica de la derecha.

Sin teoría, la práctica se vuelve impotente. Sin práctica, la teoría se vuelve inocua.

*Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=250733

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La derecha latinoamericana dijo a qué vino

Por: Emir Sader
Después de años duros, en que parecía que el neoliberalismo había venido para quedarse en Latinoamérica, fuerzas populares lograron construir programas de gobierno antineoliberales, ganar elecciones y protagonizar los años más virtuosos de nuestra historia, en algunos de nuestros países.

Pero la derecha, aun derrotada, no ha dejado de maniobrar para intentar frenar a esos procesos, que representan el desenmascaramiento de todo lo que la derecha había dicho que era nuestro destino inevitable. Planteaba distintas cosas, pero su política económica siempre era el viejo modelo centrado en los ajustes fiscales, como medicamento en contra la enfermedad de los gastos estatales.

Después del período de gobiernos posneoliberales, la derecha ha vuelto a la carga, conquistando el gobierno en Argentina mediante elecciones, retornó a Brasil mediante un golpe. Y tuvo la posibilidad de decir a qué vino, porque peleó tanto, con todas sus fuerzas, legales e ilegales, para retornar al gobierno. ¿Qué es lo que tiene que proponer y realizar en América Latina?

En verdad, no fue necesario aguardar ese retorno. Porque podemos saber lo que la derecha latinoamericana tiene que proponer para la situación de países como México, por ejemplo, gobernado desde hace tantas décadas por la derecha, con su modelo neoliberal ya hace por lo menos dos décadas y media. El favoritismo de López Obrador para convertirse en el próximo presidente de México es el resultado directo del fracaso de los gobiernos del PRI y del PAN, que se han alternado en el gobierno, sin cambiar la política económica neoliberal, y llevando México a una situación catastrófica, desde todos los puntos de vista.

El país que iba a marcar la senda para los otros países del continente, habiendo sido el primero en firmar un tratado de libre comercio con EEUU (y también con Canadá, en este caso) representa, al contrario de lo propuesto, la falencia de esos tratados y de esas políticas. Los dos partidos de derecha sumados no tienen las preferencias de López Obrador, que aparece como la ruptura con la corrupta oligarquía tradicional en México.

Pero el retorno de la derecha al gobierno en Argentina y en Brasil podría significar una actualización de las propuestas de la derecha. Sin embargo, en los dos países se ha aplicado el mismísimo modelo que ya había fracasado en los años 1990. El mismo diagnóstico de que los problemas de nuestras economías son los gastos excesivos del Estado tuvieron el mismo tipo de respuesta: la centralidad del ajuste fiscal. Con las desastrosas consecuencias aparejadas: profunda y prolongada recesión, desempleo récord, desindustrialización de la economía, fuga de capitales, alza del déficit público.

¿A eso vinieron las derechas en Argentina y en Brasil? ¿Es eso lo que prometen? Por ello han luchado tanto en contra de los gobiernos populares, valiéndose de acusaciones falsas, de campañas de mentiras, de cerco a los gobiernos desde los medios y desde los capitales especulativos.

Esta es la demostración, para México, Colombia, Bolivia, y para otros países que están o van a entrar en procesos electorales, lo que pueden esperar de los partidos y candidatos de la derecha en Latinoamérica, cualesquiera que sean sus promesas. En Venezuela, se llegó a prometer la dolarización de la economía del país. En Brasil se privatiza los mejores patrimonios nacionales, los de Petrobras. En Argentina, se vuelve a la entrega a los brazos del FMI, volviendo a comprometer el futuro del país.

Las alternativas de retomar el desarrollo económico con distribución de renta suponen la ruptura con el modelo neoliberal, lo cual solamente gobiernos de izquierda pueden hacer, como se ha demostrado en este siglo. De la capacidad de la izquierda de volver a unificarse dónde está dividida, de superar los obstáculos jurídicos donde la derecha se vale de ellos en contra de líderes de izquierda, de reformular los proyectos que han dado resultados, adecuándolos a las condiciones internas y externas actuales, de rescatar los valores solidarios, cooperativos, humanistas, depende una solución positiva de la crisis actual que afecta a todo el continente.

Texto publicado originalmente en Alainet.org

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Para Cristina, desde Brasil

Por: Emir Sader

Querida Cristina

Desde Brasil, desde una nueva Caravana de Lula, esta vez en Río de Janeiro, te escribo para agradecerte.

Agradecerte porque he vivido en Argentina, dirigiendo a Clacso, y pude ver tu capacidad de dirigir al país, rescatarlo, junto a Néstor, de la peor crisis de su historia. Pude convivir con el orgullo recuperado de los argentinos, que volvían a creer en su país porque veían cómo el potencial de Argentina se trasformaba en realidad.

Agradecerte porque pude ver cómo una mujer que ha perdido a su querido compañero supo recobrar fuerzas y mostrar cómo un país en manos de una mujer de valor tiene a su pueblo cuidado, tiene su soberanía garantizada, tiene la justicia social protegida. Pude ver cómo una Presidenta logra conversar todo el tiempo con el pueblo, oírle y hablarle con la razón y con el corazón.

De repente veo que los chacales no soportan tu éxito, no soportan que hayas sido una Presidenta amada por el pueblo. Que hayas recuperado el país que ellos habían llevado a la quiebra.

Les duele demasiado que haya sido una mujer la que ha hecho respetar a la Argentina en el mundo. Que haya sido una mujer quien ha logrado que Argentina tuviera excelentes relaciones con los países vecinos y hermanos.

Los chacales no soportan que tengas el amor del pueblo argentino y te acusan de todo con tal de teñir tu imagen en la opinión pública, mediante medios monopólicos que siguen teniendo miedo de que sean democratizados los medios de comunicación.

Los chacales quieren quitarte la libertad por haber defendido los intereses de Argentina, acusándote de traición a la patria. Creen que defender los intereses de Argentina es traicionar al país. Ellos, que entregan todos los días el pais a los grandes pulpos especulativos internacionales.

De Brasil te mando el abrazo fraternal y solidario de tantos brasileños que, como yo, te admiran y están junto a ti también en estos momentos injustos, que sabrás superar con dignidad, como superaste tantos otros momentos.

Fuente original: https://www.pagina12.com.ar/81151-para-cristina-desde-brasil

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Prostíbulos del capitalismo

Por: Emir Sader
Los mal llamados paraísos fiscales funcionan como prostíbulos del capitalismo. Se hacen allí los negocios turbios, que no pueden ser confesados públicamente, pero que son indispensables para el funcionamiento del sistema. Como los prostíbulos en la sociedad tradicional.

Conforme se acumulan las denuncias y las listas de los personajes y empresas que tienen cuentas en esos lugares, nos damos cuenta del papel central y no apenas marginal que ellos tienen en la economía mundial. “No se trata de “islas” en el sentido económico, sino de una red sistémica de territorios que escapan a las jurisdicciones nacionales, permitiendo que el conjunto de los grandes flujos financieros mundiales rehuya de sus obligaciones fiscales, escondiendo los orígenes de los recursos o enmascarando su destino.” (La era del capital improductivo, Ladislau Dowbor, Ed. Autonomia Literaria, Sao Paulo, 2017, pag. 83)

Todos los grandes grupos financieros mundiales y los más grandes grupos económicos en general están tienen hoy filiales o incluso casas matrices en paraísos fiscales. Esa extraterritorialidad (offshore) constituye una dimensión de prácticamente todas las actividades económicas de los gigantes corporativos, constituyendo una amplia cámara mundial de compensaciones, donde los distintos flujos financieros ingresan a la zona del secreto , del impuesto cero o algo equivalente y de libertad con respecto a cualquier control efectivo.

En los paraísos fiscales los recursos son reconvertidos en usos diversos, traspasados a empresas con nombres y nacionalidades distintas, lavados y formalmente limpios. No es que todo se vuelva secreto, sino que con la fragmentación del flujo financiero, el conjunto del sistema lo vuelve opaco.

Hay iniciativas para controlar en parte a ese flujo monstruoso de recursos, pero el sistema financiero es global, mientras las leyes son nacionales y no hay un sistema de gobierno mundial. Asimismo, si se puede ganar más invirtiendo en productos financieros, y encima sin pagar impuestos, es un negocio redondo.

“El sistema offshore creció con metástasis en todo el globo, y surgió un poderoso ejército de abogados, contadores y banqueros para hacer que el sistema funcione… En realidad, el sistema raramente agrega algún valor. Al contrario, está redistribuyendo la riqueza hacia arriba y los riesgos hacia abajo y generando una nueva estufa global para el crimen.” (Treasured Islands: Uncovering the Damage of Offshore Banking and Tax Havens, Shaxon, Nicholas. St. Martin’s Press, Nueva York, 2011).

El tema de los impuestos es central. Las ganancias son offshore, donde escapan de los impuestos, pero los costos, el pago de los intereses, son onshore, donde son deducidos los impuestos .La mayor parte de las actividades es legal. No es ilegal tener una cuenta en las Islas Caimán. “La gran corrupción genera sus propia legalidad, que pasa por la apropiación de la política, proceso que Shaxson llama de `captura del Estado’”(Dowbor, pag. 86).

Se trata de una corrupción sistémica. A corrupción involucra a especialistas que abusan del bien común, en secreto y con impunidad, minando a las reglas y los sistemas que promueven el interés publico, en secreto y con impunidad, y minando nuestra confianza en las reglas y sistemas existentes, intensificando la pobreza y la desigualdad.

La base de la ley de las corporaciones e, de las sociedades anónimas, es que el anonimato de la propiedad y el derecho a ser tratadas como personas jurídicas , pudiendo declarar su sede legal donde quieran e independiente del local efectivo de sus actividades, tendría como contrapeso la trasparencia de las cuentas.” (Dowbor, pag. 86) Las coimas contaminan y corrompen a los gobiernos, y los paraísos fiscales corrompen al sistema financiero global. Se ha creado un sistema que vuelve inviable cualquier control jurídico y penal de la criminalidad bancaria. Las corporaciones constituyen un Poder Judicial paralelo que les permite incluso procesar a los Estados, a partir de su propio aparato jurídico.

The Economist calcula que en los paraísos fiscales se encuentran 20 trillones de dólares, ubicando a las principales plazas financieras que dirigen estos recursos en el estado norteamericano de Delaware y en Londres. Las islas sirven así como localización legal y de protección en términos de jurisdicción y domicilio fiscal, pero la gestión es realizada por los grandes bancos. Se trata de un gigantesco drenaje que permite que los ciclos financieros queden resguardados de las informaciones.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/76493-prostibulos-del-capitalismo

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Temer con Trump, otro encuentro espurio

Por: Emir Sader

La capacidad de sobrevivir del gobierno de Temer confirma la podredumbre del sistema político brasileño. Basta que un presidente, llegado al gobierno por medio de un golpe, agrade en todo y por todo a los bancos privados, use a su gusto todos los recursos posibles para comprar apoyos en el Congreso y aparezca como alternativa al retorno de Lula al gobierno, para que pueda sobrevivir. No importa si cuenta con un apoyo mínimo –del 5% – de la población y con el rechazo de una mayoría aplastante–, no importa si todos saben que él es el jefe de una banda que ha asaltado el poder, no importa si ni siquiera gran parte de los medios – incluida la cadena Globo – ya no lo apoya. No importa si el presidente de Brasil es víctima de escarnios también fuera del país –entre ellos el apodo de Mr. Fuera Temer- -, que nadie más toma en serio el mandatario del país más grande de América Latina. Demuestra que se puede ser presidente del país corrompiendo al Congreso, contando con complicidades del Poder Judicial, valiéndose del dinero como forma de mantenerse en el poder. El gobierno de Temer se ha vuelto el mejor gobierno que el dinero puede comprar en Brasil, así como el Parlamento y el Poder Judicial, cómplices del gobierno más corrompido que el país haya conocido.

El presidente golpista recibe en la residencia presidencial, en el silencio de la noche, a cómplices de todo tipo, desde miembros del Supremo Tribunal Federal hasta gente de su banda, incluso algunos que después rompen con él, denunciando los crímenes más graves que un presidente pueda cometer, incluyendo el recibimiento de valijas de plata, cargadas por uno de sus más estrechos aliados, destinadas directamente a él. Temer levantó la altura de la cerca de plantaciones de la residencia presidencial para hacerle más difícil a los medios saber a quienes recibe, a veces en plena madrugada, durante el fin de semana. Nadie sabe qué tipo de personas entran y salen de ahí, ni con cuántos recursos entran y salen y con qué tipo de intenciones y planes.

Es un gobierno que no gobierna hace meses, que apenas sobrevive, desde que fue herido de muerte por denuncias de sus propios aliados. Mientras tanto, da continuidad  a  la más antipodia política económica que Brasil haya conocido, que desmonta el patrimonio público, que atiende solamente a los grandes bancos privados, destruye el patrimonio público mediante privatización, de forma impune, empezando por Peroras y ahora avanzando hacia otras empresas estatales brasileñas.

Brasil tiene un presidente odiado por el pueblo, despreciado por sus mismos aliados, ridiculizado por los medios nacionales e internacionales, ahora se da el derecho, como gobernante que asumió el poder mediante un golpe de Estado, de reunirse  con presidente más peligroso del mundo  – Donada Trun – para articular un ataque a un gobierno elegido por el pueblo venezolano.

En el momento en que el continente vive problemas graves como el asedio del gobierno de ENE. en contra de México, de Cuba y de la misma Venezuela, en el momento en que gobiernos en manos de la banca como los de Brasil y Argentina entre otros, hacen que esos países retrocedan en el combate a la miseria y la exclusión social, en el momento en que gobiernos como los de Perú y Guate mala son duramente cuestionados en su legitimidad para  seguir gobernando a sus países, entre tantos otros problemas, Trun invita a Temer para hablar de acciones violentas en contra de Venezuela, y Temer, como político débil, a quien nadie recibe o visita, acostumbrado a la subalterno canina, acepta.

Brasil no puede aceptar que un presidente ilegítimo se preste a ese rol. El Congreso brasileño  tiene que protestar, reafirmar el poder soberano que el país ha conquistado de decidir sus destinos por su propia cuenta, afirmar para América Latina y para el mundo que en esa aventura tampoco Temer representa a Brasil. Brasil tiene una tradición de buenas relaciones con los países del continente, de respeto a la soberanía de cada país, de bregar por la solución pacífica de los conflictos entre países de la región: no puede ahora retroceder para servir de aliado servil a aventuras imperialistas en América Latina.

Todas las distintas expresiones de la voluntad popular en Brasil, en el Parlamento y en los medios independientes, de los movimientos sociales a los partidos políticos, tienen que decir al continente y al mundo que Temer no representa a Brasil, no representa al pueblo brasileño, cuando se reúna de forma espuria con  Trump, con objetivos violentos en contra un país del continente. Que Temer representa tan solamente al gobierno más impopular de la historia de Brasil, el más corrompido, el más rechazado, que por ello no puede hablar en nombre de Brasil, ni de su pueblo y de sus organizaciones populares y democráticas.

Rechazo, una vez más, afuera de Brasil, cuando llegue a los EE.UU. al Sr. Fuera Temer. Fuera Temer del choque violento de Washington contra Caracas, una razón más para que los brasileños y todos los que defienden la democracia y la paz en cualquier lugar del mundo sigan gritando: ¡Fuera Temer!

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/63589-temer-con-trump-otro-encuentro-espurio

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Lula: más pueblo, más acusaciones

Por: Emir Sader

A lo largo de tres semanas Lula protagonizó el más formidable proceso de movilización y de formación de conciencia política que el país había conocido, con su primera caravana, hacia el nordeste de Brasil. Un mar de pueblo lo recibió en todas las 9 provincias de su región originaria, la que más ha cambiado a lo largo de los 12 años de gobiernos del PT.
Además de las 28 ciudades previstas originalmente, la caravana de Lula -en la que tuve el privilegio de participar- tuvo que detenerse en más de otras 50 veces, en medio de las carreteras, para que él se encontrara con la gente aglomerada espontáneamente frente a la noticia que corría de que Lula pasaría por ahí. Fueron finalmente cerca de 80 localidades en las que Lula tuvo que hacer cerca de 80 discursos, agarrado por el pueblo que lo quería tocar, hablarle, oírlo, tomarse fotos con él. 8 de los 9 gobernadores de las provincias recorridas por la caravana fueron buscar a Lula. Otros tantos políticos de derecha se han pronunciado por él, dado que nadie que esté en contra de Lula podría elegirse en las próximas elecciones.
Mientras la prensa internacional informaba la consagración de Lula, la nacional censuró las fotos de Lula en medio de pueblo, porque no tenía qué decir, frente a su fracaso en destruir la imagen del expresidente. Lula terminó el viaje “cansado, pero feliz”, como él dijo. Pudimos constatar la felicidad con que él enfrentaba el asedio popular y las demandas para que hablara en todas las localidades.
Se podría esperar reacciones de la derecha, después de su desconcierto y silencio frente al éxito de la caravana. Han acelerado el juicio en segunda instancia en contra de Lula, ya condenado -sin pruebas, con base en convicciones e indicios- en primera instancia. Se dan cuenta de que Lula seguirá con sus caravanas, anunciando las próximas para Minas Gerais y Río de Janeiro, intentan condenarlo más rápidamente.
Ni bien había terminado la caravana, con inmensa concentración en la ciudad de San Luis, en la provincia de Maranhao, la derecha desató su nueva ola de acusaciones en contra de Lula. Acusaciones del hijo de la familia Odebrecht, así como del exministro de Lula, Antonio Palocci, que después de estar preso durante un año y con larga condena, ha resuelto inventar acusaciones como le demandaban los jueces, para reducir su pena. Los medios se valen de esas nuevas acusaciones para intentar borrar los ecos de los viajes de Lula, así como habían censurado las fotos y la cobertura de la caravana. Anuncian la muerte política de Lula, de nuevo sin pruebas, solo basados en acusaciones de gente presa hace mucho tiempo, que cambia una disminución de la pena por declaraciones solicitadas por los jueces.
Las alternativas radicales que se presentan a Brasil -consolidación del golpe o elecciones democráticas- definirán el futuro del país por mucho tiempo y afectarán los destinos del continente. Son 14 meses hasta la fecha prevista para las elecciones presidenciales.
Mientras tanto, Lula prepara las nuevas caravanas. Antes irá de nuevo a declarar frente al juez Sergio Moro, el 13 de septiembre. Un nuevo cara a cara que Moro intentó evitar, convocando a Lula para una declaración a distancia, dada la pésima experiencia que tuvo el 10 de abril, cuando por primera vez tuvo que encarar directamente a Lula. Pero este apeló a su derecho de declarar personalmente e irá de nuevo a Curitiba, acompañado por gran apoyo popular. Moro tendrá que encarar nuevamente la presencia, la fuerza moral, las palabras y los argumentos de Lula que, como siempre repite, ha probado su inocencia. Falta probar su culpabilidad a quienes lo acusan.
Fuente:https://www.rebelion.org/noticia.php?id=231354
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De vuelta al origen

Por: Emir Sader
Desde la fundación de PT Lula inauguró una modalidad típica de circular por el país: hacer caravanas, llegar a lugares nunca mencionados en los medios, hablar con gente cuya voz no es escuchada. Fue así como Lula sorprendió en las campañas electorales, cuando tenía muy poco tiempo para hablar en los medios.
Ahora Lula retoma las caravanas. Empieza por el Nordeste de Brasil, de donde salió, chico todavía, con su madre y los hermanos, huyendo de la sequía. Hace un viaje de 20 días, por 28 ciudades de las 9 provincias de la región, de bus. Empieza por Bahía, pasa por el interior de la provincia y por Salvador, la ciudad más lulista del país, la más negra también.

Cruza el río San Francisco en barco, pasa por las provincias de Sergipe, Alagoas, Pernambuco, Paraiba, Rio Grande do Norte, Ceará, Piaui y termina esa primera caravana en Maranhão. Visita a ciudades muy conocidas como Salvador, Recife, Fortaleza, así como otras poco conocidas incluso en Brasil, como Cruz das Almas. Estancia, Lagarto, Nossa Senhora da Gloria, Penedo, Arapiraca, entre tantas otras. De las 9 provincias de la región,

Apenas un gobernador no apoya a Lula, todos los otros lo recibirán en sus provincias. En varias ciudades habrá ceremonias de adhesión colectiva de líderes sindicales, estudiantiles, de mujeres, de negros, de jóvenes, al PT.

Es la región que más se ha trasformado a lo largo de los gobiernos del PT, porque siempre fue la más pobre, las más excluida. No por casualidad es aquella región que antes era el feudo controlado por la derecha y se ha vuelto la región donde Lula y Dilma tienen el más alto nivel de votación. En la elección presidencial de 2014, la derecha ha ganado con gran ventaja en el centro sur del país, pero Dilma ha tenido siempre más del 70% en todas las provincias del nordeste brasileño, lo cual le permitió salir victoriosa.

Lula empieza el viaje en el momento en que una nueva encuesta confirma su favoritismo para los comicios presidenciales del 2018, siempre en alza,así  como que el único adversario que tiene hoy es Bolsonaro, candidato de la extrema derecha. La misma Marina Silva, que mantenía cierto nivel de apoyo, ahora baja al 3%. Su supuesta “tercera vía” se ha desgastado con el apoyo a Aécio Neves en la segunda vuelta del 2014, así como con su respaldo al golpe contra Dilma.

La caravana sale como forma de empezar una precampaña presidencial, anticipando la campaña del 2018, como forma de pelear por la garantía de que las elecciones se van a dar y que Lula podrá ser candidato. En este momento Lula está condenado en primera instancia –aun sin ninguna prueba en su contra–, aguardando juicio en segunda instancia, que podrá confirmar o no esa sentencia. Un juicio que a lo mejor se dé recién en julio o agosto del 2019. Lula se aprovecha de ese tiempo para consolidar el apoyo popular e implantar el clima de campaña electoral, de forma que se vuelva insostenible que un líder con el apoyo que él tiene sea impedido de ser candidato. Aun si fuera condenado en segunda instancia, Lula tiene la posibilidad de presentar un recurso al Supremo Tribunal Federal.

Son dos carreras paralelas: la de los procesos -son 6 en total en contra de Lula- y la de las caravanas. Una semana después de que termine esta primera, Lula se presentará de nuevo a declarar en Curitiba, el día 13 de septiembre.

Esta es la primera de una serie de caravanas que Lula tiene planeada por todo Brasil. El sábado pasado, en el cierre del Congreso de la CUT (Central Unica de Trabajadores) de Río de Janeiro, en la cuadra de la Escuela de Samba Imperio Serrano, Lula se comprometió a hacer una caravana por la Bajada Fluminense, la periferia más popular de Río, así como ya había mencionado que hará otra caravana por las provincias del centro sur de Brasil.

Después de haber ido con Lula a la inauguración de la transposición del río San Francisco, en la región más árida del nordeste de Brasil, en Paraiba, tengo de nuevo el privilegio de volver al nordeste y participar de esta caravana. Será políticamente decisiva la caravana, pero a la vez, emocionante, por la identificación popular con Lula.

El viaje es parte del proyecto del PT de discusión y elaboración de un programa de reconstrucción nacional del país, después de los efectos económicos, sociales y políticos brutales de las acciones del gobierno de Temer. El día 6 de septiembre, cuando Lula retorne de ese viaje, el país ya no será el mismo, bajo el impacto de la caravana.

Los medios ya se ponen muy nerviosos, la comparan con la larga marcha de Mao o con la guerrilla de Fidel, aunque sea de característica totalmente distinta. Lula juega su fuerza distintiva, para fortalecer aún más su imagen y confrontar a los que les gustaría verlo fuera de la vida política y de la memoria de los brasileños.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/57016-de-vuelta-al-origen

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