Por: Internacional de la Educación/17-02-2016
El tan elogiado y promocionado «Pacto de excelencia» está siendo objeto de escrutinio por parte de los sindicatos de docentes ya que, en su opinión, el esfuerzo por mejorar la educación en la región francófona del país dañará el sector de la formación profesional e incrementará todavía más la carga de trabajo de los docentes.
Si bien la Ministra Schyns declaró que «entendía las preocupaciones» expresadas con respecto del Pacto, insistió en el hecho de que «la situación actual es insostenible».
CGSP-Enseignement: «¡No! Pero…»
La Central General de Servicios Públicos – Educación (CGSP-Enseignement) se opuso al Pacto el pasado 27 de enero y exigió una serie de aclaraciones y garantías, especialmente sobre el apoyo al empleo de los docentes, y finalmente optó por un «no, pero…» como respuesta al Pacto.
El Presidente comunitario de la CGSP, Joseph Thonon, insistió sobre el hecho de que «hay buenas ideas, pero no podemos aceptar todas las conclusiones. Todavía quedan demasiadas preguntas y dudas para avanzar, para decir que estamos listos para implementar las conclusiones del Pacto».
Si bien el sindicato comparte muchas de las iniciativas del Pacto, Thonon ha declarado que los docentes critican la falta de claridad del documento.
Además, las medidas relacionadas con el empleo han levantado la alarma entre el personal docente. La reforma prevé ampliar un año el plan de estudios común. Una vez que el Pacto de excelencia se pusiera en marcha, los estudiantes tendrían que elegir entre la opción general y la de formación profesional al final del tercer año de la educación secundaria, en lugar hacerlo en el segundo año, como es el caso actualmente. Esto significaría que la formación profesional se reduciría un año.
«Es lógico que los docentes estén preocupados por sus empleos», explica Thonon, «pero también por el futuro de sus escuelas».
La CGSP también ha calculado que 1 500 empleos desaparecerían en el sector de la formación profesional, en la educación especializada (el objetivo es limitar al máximo posible el número de estudiantes en el futuro) y en los centros especializados en cuestiones psicológicas, médicas y sociales. Si bien el Pacto menciona un periodo de transición antes de eliminar estos puestos de trabajo, la CGSP considera que no está suficientemente detallado. Sus afiliados también temen que la implantación de un plan de estudios común y la supresión del 7º año de formación profesional reduzcan considerablemente el número de estudiantes en algunas escuelas, que incluso podrían sufrir cierres. Además, también están muy preocupados por la ausencia de un compromiso claro sobre la reducción en el número de estudiantes por clase.
«Si finalmente se hace caso omiso a estas preocupaciones, será a riesgo de aquellos que quieren presionar la aprobación del Pacto…» ha declarado Thonon como advertencia al gobierno. También ha recordado que los «docentes son actores claves en las escuelas. Si los docentes no están de acuerdo con el Pacto, nunca funcionará».
CSC-Enseignement: «No, a menos que…»
«En la situación actual, la CSC-Enseignement no está de acuerdo», ha anunciado el Secretario General de la Confédération des Syndicats Chrétiens de l’Enseignement (CSC-Enseignement), Eugène Ernst.
El pasado 8 de febrero, el Comité Comunitario de la CSC se pronunció a favor del «no, a menos que…», apoyado por un 78 % de los miembros de la CSC-Enseignement con respecto de la versión actual del Pacto.
Ernst ha reconocido que «la CSC-Enseignement aprueba la voluntad de hacer evolucionar la escuela de manera sistémica, los objetivos de lucha contra la repetición de cursos escolares, la lucha contra el abandono escolar y el refuerzo de la educación infantil, e insiste en la importancia de un verdadero proyecto de diversidad social en nuestras escuelas».
Su sindicato ha planteado sus condiciones y espera que las autoridades públicas adopten compromisos claros, especialmente en lo relativo a los empleos, el futuro de las escuelas y los establecimientos amenazados por los cambios estructurales anunciados, el plan de estudios común, las condiciones de aprendizaje y de trabajo, el trabajo colaborativo y la formación inicial de los docentes.
Además, la CSC-Enseignement considera que el gran interés que esta consulta ha despertado «brinda una oportunidad real con respecto de los retos de nuestras escuelas».
SLFP-Enseignement: No a un proyecto tan vago
Incluso a pesar de que el 64 % de los miembros delSyndicat Libre de la Fonction Publique-Enseignement (SLFP-Enseignement) ha desaprobado las conclusiones del Pacto, la Presidenta Masanka Tshimanga ha declarado que su sindicato desearía «seguir participando en los debates, ya que tendrán una importancia vital en el futuro de nuestra enseñanza y en la carrera profesional de los docentes».
El sindicato teme que el Pacto, en su forma actual, obligue a los docentes a llevar a cabo «más tareas pero sin ayudas suplementarias».
Lamenta profundamente que este gran proyecto de reforma que tendría que implementarse para 2030 sea «tan vago» y su financiación tan «opaca y probablemente insuficiente». Asimismo, lamenta las pérdidas de empleos programadas en la formación profesional y la falta de información sobre la formación inicial de los docentes.
Tras consultar a sus miembros, el Appel-CGSLB y el Syndicat des enseignants de l’enseignement libre subventionné también decidieron rechazar el proyecto de Pacto el pasado 8 de enero.
Fuente: https://www.ei-ie.org/spa/news/news_details/4279