Page 5 of 10
1 3 4 5 6 7 10

El método de análisis que permitió descubrir la pedagogía cooperaria

El método de análisis que permitió descubrir la pedagogía cooperaria
José Yorg
Rebelión
“Grandes descubrimientos y mejoras implican invariablemente la cooperación de muchas mentes.” 
Alexander Graham Bell.

“El investigador sufre las decepciones, los largos meses pasados en una dirección equivocada, los fracasos. Pero los fracasos son también útiles, porque, bien analizados, pueden conducir al éxito. Y para el investigador no existe alegría comparable a la de un descubrimiento, por pequeño que sea…” 

Sir Alexander Fleming.

Se ha dicho que la empresa cooperativa es un producto de la naciente sociedad industrial capitalista, toda vez que, precisamente, surge como consecuencia y efecto de la llamada Revolución industrial y las desavenencias que implicó para las grandes mayorías.

La organización de la producción industrial empujó a los capitalistas a conformar sus compañías de una manera adecuada a esa nueva realidad, puesto que era prácticamente imposible que el propietario encare todas las actividades que requiere tal asunto y prontamente se abocaron a formar personal en cuestiones técnicas de control, organización y dirección empresarial que ayuden al capitalista.

Estos entes al servicio de maximizar ganancias a como dé lugar estaban libres del control del Estado en lo referente al asalariado y sus derechos no reconocidos, así, bajo esa lógica de funcionamiento del mercado y la supremacía empresarial, los escribas interpretaron esa realidad, reflejo del poder empresarial, las leyes del mercado que los mismos impusieron, las leyes de la economía que lo elevaron a categoría científica, desacertadamente.

Anotado, de manera rápida y muy sintéticamente, podemos, sin embargo, constatar y generalizar, por ejemplo, que el hecho es anterior al derecho, es decir, el legislador interpreta lo que se presenta a su vista y lo plasma en ley.

Este rodeo es para ambientar el procedimiento de dar a conocer las etapas seguidas por nosotros para descubrir la pedagogía cooperaria. Estudiamos tal y cómo se nos presenta la empresa cooperativa, sus valores, principios, su Doctrina y luego la cotejamos con el método de enseñanza del cosmos liberal, nos percatamos que algo no cerraba, algo no era correspondiente.

Ese algo, ese asunto no correspondiente, es la aplicación de la pedagógica liberal en la enseñanza del cooperativismo. De tal modo, también, este artículo busca interrogar sobre cuestiones históricamente poco o nada estudiada: La pedagogía y didáctica cooperaria.

El cooperativismo tuvo un largo camino histórico para llegar a la actualidad, momento epocal en que es hora histórica de revisar ese desajuste, esa no correspondencia.

El profesor alemán Heinz Dieterich nos dice que “para entender (este) juicio de la ciencia crítica nos tenemos que detener un momento en las razones que la fundamentan. La ciencia nos ha hecho entender los misterios del universo al darnos explicaciones sobre el porqué de las cosas”

Ahora… ¿Cuál fue el método de análisis que permitió descubrir la Pedagogía cooperaria?

Observar detenidamente las características de la empresa cooperativa- bajo la lupa del método de análisis de las ciencias sociales-indagar sus atributos organizativos, morales, éticos, sociales y cooperativos, implicó descubrir su naturaleza sui generis, su origen contestatario al régimen industrial capitalista.

En los denominados socialistas utópicos, Robert Owen, Saint-Simon, Francois Marie Charles Fourier y otros, pesa sobre ellos esa categorización porque-se alude- no partió de un análisis y método científico para desentrañar las profundas causas estructurales de la sociedad y en especial la influencia de las empresas en los infortunios en que desembocó para las mayorías el naciente capitalismo industrial.

A nuestro entender, sus observaciones estaban impregnadas de un gran sentimiento humano, sensibilidad social, las reflexiones partieron desde sus doctrinas, motivados a encontrar y formular soluciones teóricas e idealistas de construcción de una sociedad justa, anteponiéndose así a la realidad, a la sociedad injusta capitalista. La sociología aún no poseía la fuerza que tendría muchos años venideros, por tanto, los escritos y discursos fueron los medios que permitieron un arraigo a las ideas socialistas y posterior impulsor de las cooperativas.

Por su parte, el llamado socialismo científico, inicia su examen munido de un método crítico que devela y explica las leyes que imponen determinadas relaciones de producción y las condiciones materiales existentes en la sociedad y que están estructuradas en función al orden dominante capitalista.

Sin poner en cuestión ambas corrientes de pensamiento y acción porque compartimos y consecuentemente repetimos al unísono con Paul Lambert desde su libro La Doctrina Cooperativa cuando señala que “La ciencia explica lo real, la doctrina juzga y propone diversos cambios para mejorar lo real.

“Esta distinción entre ciencia y doctrina no implica preferencia hacia una u otra: ciencia y doctrina son complementarias y tienen una importancia similar para el destino de los hombres”.

Así fue nuestra observación, nuestra indagación, conforme fuimos trabajando en muchas y variadas experiencias, diálogos, realización de dictados de cursos para docentes, debates sobre pedagogías en sus diversas corrientes, a la luz de la ciencia y de la doctrina. La pedagogía cooperaria es fruto de ambas. Así seguimos el método de análisis que permitió descubrir la Pedagogía cooperaria.

La pedagogía liberal que se inculca en los institutos pedagógicos oficiales se contrarresta con la pedagogía cooperaria porque no la puede contener y no la contiene porque el marco liberal promueve el individualismo, la competencia, la mezquindad.

La pedagogía cooperaria posee, despliega y pone en acción un método de estudio basado en grupos cooperativos que impulsan el desarrollo de lo categorizado como inteligencia múltiple, consistente, entre otros, en lo organizativo, moral, solidario, análisis y debate enmarcado en un recurso didáctico dinámico que conjuga lo teórico con lo práctico: La cooperativa escolar.

Las particularidades técnica-pedagógicas de la pedagogía y didáctica cooperaria la abordaremos próximamente en otro artículo.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

Autor: José Yorg

Comparte este contenido:

El método de análisis que permitió descubrir la pedagogía cooperaria

El método de análisis que permitió descubrir la pedagogía cooperaria
José Yorg
“Grandes descubrimientos y mejoras implican invariablemente la cooperación de muchas mentes.” 
Alexander Graham Bell.

“El investigador sufre las decepciones, los largos meses pasados en una dirección equivocada, los fracasos. Pero los fracasos son también útiles, porque, bien analizados, pueden conducir al éxito. Y para el investigador no existe alegría comparable a la de un descubrimiento, por pequeño que sea…” 

Sir Alexander Fleming

Se ha dicho que la empresa cooperativa es un producto de la naciente sociedad industrial capitalista, toda vez que, precisamente, surge como consecuencia y efecto de la llamada Revolución industrial y las desavenencias que implicó para las grandes mayorías.

La organización de la producción industrial empujó a los capitalistas a conformar sus compañías de una manera adecuada a esa nueva realidad, puesto que era prácticamente imposible que el propietario encare todas las actividades que requiere tal asunto y prontamente se abocaron a formar personal en cuestiones técnicas de control, organización y dirección empresarial que ayuden al capitalista.

Estos entes al servicio de maximizar ganancias a como dé lugar estaban libres del control del Estado en lo referente al asalariado y sus derechos no reconocidos, así, bajo esa lógica de funcionamiento del mercado y la supremacía empresarial, los escribas interpretaron esa realidad, reflejo del poder empresarial, las leyes del mercado que los mismos impusieron, las leyes de la economía que lo elevaron a categoría científica, desacertadamente.

Anotado, de manera rápida y muy sintéticamente, podemos, sin embargo, constatar y generalizar, por ejemplo, que el hecho es anterior al derecho, es decir, el legislador interpreta lo que se presenta a su vista y lo plasma en ley.

Este rodeo es para ambientar el procedimiento de dar a conocer las etapas seguidas por nosotros para descubrir la pedagogía cooperaria. Estudiamos tal y cómo se nos presenta la empresa cooperativa, sus valores, principios, su Doctrina y luego la cotejamos con el método de enseñanza del cosmos liberal, nos percatamos que algo no cerraba, algo no era correspondiente.

Ese algo, ese asunto no correspondiente, es la aplicación de la pedagógica liberal en la enseñanza del cooperativismo. De tal modo, también, este artículo busca interrogar sobre cuestiones históricamente poco o nada estudiada: La pedagogía y didáctica cooperaria.

El cooperativismo tuvo un largo camino histórico para llegar a la actualidad, momento epocal en que es hora histórica de revisar ese desajuste, esa no correspondencia.

El profesor alemán Heinz Dieterich nos dice que “para entender (este) juicio de la ciencia crítica nos tenemos que detener un momento en las razones que la fundamentan. La ciencia nos ha hecho entender los misterios del universo al darnos explicaciones sobre el porqué de las cosas”

Ahora… ¿Cuál fue el método de análisis que permitió descubrir la Pedagogía cooperaria?

Observar detenidamente las características de la empresa cooperativa- bajo la lupa del método de análisis de las ciencias sociales-indagar sus atributos organizativos, morales, éticos, sociales y cooperativos, implicó descubrir su naturaleza sui generis, su origen contestatario al régimen industrial capitalista.

En los denominados socialistas utópicos, Robert Owen, Saint-Simon, Francois Marie Charles Fourier y otros, pesa sobre ellos esa categorización porque-se alude- no partió de un análisis y método científico para desentrañar las profundas causas estructurales de la sociedad y en especial la influencia de las empresas en los infortunios en que desembocó para las mayorías el naciente capitalismo industrial.

A nuestro entender, sus observaciones estaban impregnadas de un gran sentimiento humano, sensibilidad social, las reflexiones partieron desde sus doctrinas, motivados a encontrar y formular soluciones teóricas e idealistas de construcción de una sociedad justa, anteponiéndose así a la realidad, a la sociedad injusta capitalista. La sociología aún no poseía la fuerza que tendría muchos años venideros, por tanto, los escritos y discursos fueron los medios que permitieron un arraigo a las ideas socialistas y posterior impulsor de las cooperativas.

Por su parte, el llamado socialismo científico, inicia su examen munido de un método crítico que devela y explica las leyes que imponen determinadas relaciones de producción y las condiciones materiales existentes en la sociedad y que están estructuradas en función al orden dominante capitalista.

Sin poner en cuestión ambas corrientes de pensamiento y acción porque compartimos y consecuentemente repetimos al unísono con Paul Lambert desde su libro La Doctrina Cooperativa cuando señala que “La ciencia explica lo real, la doctrina juzga y propone diversos cambios para mejorar lo real.

“Esta distinción entre ciencia y doctrina no implica preferencia hacia una u otra: ciencia y doctrina son complementarias y tienen una importancia similar para el destino de los hombres”.

Así fue nuestra observación, nuestra indagación, conforme fuimos trabajando en muchas y variadas experiencias, diálogos, realización de dictados de cursos para docentes, debates sobre pedagogías en sus diversas corrientes, a la luz de la ciencia y de la doctrina. La pedagogía cooperaria es fruto de ambas. Así seguimos el método de análisis que permitió descubrir la Pedagogía cooperaria.

La pedagogía liberal que se inculca en los institutos pedagógicos oficiales se contrarresta con la pedagogía cooperaria porque no la puede contener y no la contiene porque el marco liberal promueve el individualismo, la competencia, la mezquindad.

La pedagogía cooperaria posee, despliega y pone en acción un método de estudio basado en grupos cooperativos que impulsan el desarrollo de lo categorizado como inteligencia múltiple, consistente, entre otros, en lo organizativo, moral, solidario, análisis y debate enmarcado en un recurso didáctico dinámico que conjuga lo teórico con lo práctico: La cooperativa escolar.

Las particularidades técnica-pedagógicas de la pedagogía y didáctica cooperaria la abordaremos próximamente en otro artículo.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

Autor: José Yorg

Comparte este contenido:

Enfoques cooperativos; Hoy: Reflexionar la historia de las instituciones educativas cooperativas escolares en Formosa: aportes para su re-significación.

Enfoques cooperativos; Hoy: Reflexionar la historia de las instituciones educativas cooperativas escolares en Formosa: aportes para su re-significación.

Experiencias innovadoras pedagógicas y de gestión.

 

Por José Yorg, el cooperario.

 

El valor final de todas las instituciones es su influencia educativa”. John Dewey.

“Educar a la mente sin educar el corazón no es educación alguna.” Aristóteles.

 

Pretendemos destacar en este artículo la importancia que para  el presente tiene la Historia de la Educación, y en especial la educación cooperativa escolar desde la perspectiva institucional que permitió su desenvolvimiento en distintos momentos históricos y con diversas improntas. Se intenta hacer una re-significación  reflexiva de sus características peculiares y distintivas.

Siguiendo algunas conceptualizaciones que ocupa Sebastián Perrupato, Profesor de la Universidad Nacional de Mar del Plata, en su trabajo “Pensar la historia de las instituciones educativas en la Argentina: aportes para el debate”, en cuanto a que “la historia de las instituciones educativas en la Argentina ha sido tradicionalmente asociada a paradigmas manidos de investigación histórico-educativa. Recién en las últimas décadas comienzan a resurgir estudios que entienden la necesidad de realizar análisis institucionales que entrecrucen lo educativo y lo histórico. En este sentido, se hace necesario un replanteo serio sobre los métodos y las formas de hacer y de pensar esta historia que trascienda los lineamientos de la tradición positivista”.

Puesto así las cosas, se desprende que hay, cuanto menos dos maneras de abordar la reconstrucción educativa cooperativa escolar, una es colocando la mirada desde la educación que conlleva a describir a su órgano institucional de aplicación, su personalidad jurídica, sus actores, su programa, su contexto histórico. La otra mirada, la presente, se aborda desde lo orgánico-institucional y consecuentemente su acción educativa, pero también involucra describir su estructura, sus actores, su programa, su contexto histórico, así, sin embargo, ambos se condicionan y complementan mutuamente

Por  ello, en primera instancia, coincidimos con quienes postulan a la  Historia Social y Cultural de la educación  en que se constituye en una formidable  herramienta  capaz de re-construir nuestra memoria e identidad formoseña y desde ese punto, los  hallazgos impulsan el encuentro sin tiempo entre el pasado reciente y el presente.

Desde lo anotado más arriba pretendemos, entonces,  reflexionar sobre los aportes que realiza la obra “Historiografía de la educación cooperativa escolar de Formosa” para una segunda mirada, que denominamos al efecto como la  “Historiografía  de los organos-institucionales de educación cooperativa escolar de Formosa”, desde el campo de la Historia Social y Cultural de las instituciones de la educación, a partir de los estudios sobre el desempeño de ellas, en orden cronológico; Comisión de Educación Cooperativa Escolar; Gabinete de Cooperativismo Escolar y ProDeCoop-Escolar.

Asumimos que la segunda mirada del trabajo le otorga a los y las docentes e investigadores un marco metodológico para comprender la historia educativa cooperativa escolar provincial formoseña desde una perspectiva institucional que cobija lo educativo.

Las instituciones y su tiempo.

 “El trabajo de un educador es enseñar a los estudiantes a ver la vitalidad en sí mismos.” Joseph Campbell

La ley N° 26206 en su título 2 del sistema educativo nacional capítulo 1 disposiciones generales de educación nacional define en su artículo N° 14. — “El Sistema Educativo Nacional es el conjunto organizado de servicios y acciones educativas reguladas por el Estado que posibilitan el ejercicio del derecho a la educación. Lo integran los servicios educativos de gestión estatal y privada, gestión cooperativa y gestión social, de todas las jurisdicciones del país, que abarcan los distintos niveles, ciclos y modalidades de la educación.”

Por su parte, el artículo N° 90 de la misma ley dice: “El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología promoverá, a través del Consejo Federal de Educación, la incorporación de los principios y valores del cooperativismo y del mutualismo en los procesos de enseñanza-aprendizaje y la capacitación docente correspondiente, en concordancia con los principios y valores establecidos en la Ley Nº 16.583 y sus reglamentaciones. Asimismo, se promoverá el cooperativismo y el mutualismo escolar”.

Fortalece la debida ejecución del servicio educativo cooperativo escolar su propio, genuino y específico financiamiento educativo por imperio de la Ley nacional N° 23427/ 86  (Fondo para educación y promoción cooperativa) y las correspondientes de adhesión provincial, en el caso de Formosa es la Ley N° 744/88.

Como antecedente  orgánico-institucional encontramos la puesta en marcha en ámbitos del Ministerio de Educación nacional  la creación de la “Comisión de Cooperativas Escolares” en el año de 1954:

“Expediente N° 22.562/49. (Actualizado). Buenos Aires. 28 de enero de 1954.VISTO: Los objetivos I V. G. 14 .Y IY_ E. 8 del Segundo Plan Quinquenal referentes a cooperativas escolares y, CONSIDERANDO, Que los mismos determinan en el 1 V. G. 14 «difusión de los principios del cooperativismo y la constitución de cooperativas escolares y estudiantiles serán auspiciadas por el Estado a fin de contribuir a la formación de la conciencia nacional cooperativista y prestar servicios útiles a los alumnos'» y en el IV. E. 8 En el quinquenio 1953/ 57 se desarrollará una activa campaña para lograr en 1957 la existencia de cooperativas escolares o estudiantiles en todos los establecimientos educacionales del Estado”.

Sin dudas, la falencia grave de no continuidad de las políticas públicas nacionales y provinciales, provocan  una ruptura y continuidades permanentes de esfuerzos por parte de actores y docentes comprometidos con esta modalidad educativa a impulsar la creación y puesta en funcionamiento organismos especializados en cooperativismo escolar dentro de los Ministerios de educación de cada provincia.

En este punto tropezamos con un vacío de material académico sobre la historia orgánico-institucional, trabajo sistemático y riguroso que registre en sus páginas tales organismos encargados del servicio educativo cooperativo escolar en Argentina.

Así pues, nos abocamos a inventariar los órganos-institucionales históricos de la Provincia de Formosa como aporte al trabajo investigativo señalado:

Comisión de Educación Cooperativa Escolar; Gabinete de Cooperativismo Escolar y ProDeCoop-Escolar. La gestión pedagógica y la estructura organizativa de las tres experiencias se basaron  en un órgano compuesto por tres docentes a fin de responder a los roles y las funciones esenciales y específicas de las mismas.

Es importante resaltar que la memoria institucional del cooperativismo escolar de Formosa, amén de sostenerse sobre documentaciones oficiales, se construyó sobre la base sólida de las memorias guardadas y expuestas por los propios actores.

Sólo nos resta resaltar los distintos momentos históricos en función a que los tiempos políticos producen vaivenes, iguales impactos producen las reformas educativas,  y ello es evidente cuando uno se pone a pensar sobre ello, y que nos lleva a destacarlos en cada órgano-institucional cooperativo escolar transitó, y que, sin embargo, evidencia la potencia de sus impulsores.

La Comisión de Educación Cooperativa Escolar creada por el Decreto N° 496/71 en pleno proceso de gobierno militar, con sesgo desarrollista y productivista, en especial la algodonera. No pudo consolidarse por muchas razones, entre las cuales resultó del proceso de formación de los/as docentes que requiere de tiempos y de decantaciones actitudinales y procedimentales para el abordaje educativo, y además las necesarias adecuaciones institucionales tropezaron con actitudes burocráticas conservadoras.

El Gabinete de Cooperativismo Escolar creado en el seno del ex Consejo General de Educación-CGE-,mediante las Resoluciones  Nº 405/85.-009/86, y 010/86 . Poco tiempo después de la recuperación institucional democrática, pero con vientos neoliberales acechando. Pese a sus acciones iniciales en capital de Formosa e interior, decae por falta de apoyo político-institucional.

El ProDeCoop-Escolar creado por las Resoluciones N° 511/95-, y  N° 1892/01 ministerial. Inició su acción educadora atravesando las políticas públicas neoliberales, y sobre todo la reforma educativa de neto corte economicista que trajo aparejada actitudes burocráticas, renuentes a aceptar  alternativas pedagógicas innovadoras que demostraron su eficacia teórico-práctica. Se pudo, no sin grandes esfuerzos y perseverancias, incluso  trasladar su ejercicio  a la Universidad Nacional de Formosa-ProDeCoop-Universitario-, pero no sobrevivió.

El hilo conector entre estas tres experiencias, que cabe subrayarlo, es ascendente en su alcance, extensión y producción, porque se supo recoger tales experiencias desde el primero, valorándola, sólo faltó rescatar y plasmarlo en un documento, cuestión resuelta.

Concluimos que la obra en análisis  “Historiografía de la educación cooperativa escolar de Formosa” nos hace pensar que  posee todas las cualidades pertinentes para acogerla desde el Ministerio de Cultura y Educación de la Provincia de Formosa como bien patrimonial porque-entre otros-rescata desde una perspectiva histórico-institucional sus organismos especializados en la temática  educativa cooperativa.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

 Autor: José Yorg

Comparte este contenido:

Enfoques cooperativos; Hoy:  Llenar de cooperación las aulas.

Enfoques cooperativos; Hoy:  Llenar de cooperación las aulas.

 

Por José Yorg, el cooperario.

 

«Educad para la convivencia. Educad para adquirir conciencia de la justicia. Educad en la igualdad para que no se pierda un solo talento por falta de oportunidades». Voltaire

“La función de la sociología, a partir de todas las ciencias, es revelar lo que está oculto.” Pierre Bourdieu.

La pedagogía cooperaria es una corriente educacional nacida de nuestras experiencias e indagaciones,así como de nuestras teorizaciones respectivas, y que tratamos de poner a consideración, naturalmente que ese proceso, de ganar espacios, implica exponerse a serias resistencias de aquellos/as docentes formados en Institutos bajo la concepción de la pedagogía liberal que piensan que ella es la única forma de enseñanza y aprendizaje.

Esa inevitable disputa contracorriente con los/as conservadores, surge inmediatamente ante el planteamiento innovador dado que se pone en tensión y discusión a concepciones rígidas muy arraigadas en estructuras del proceso de educación.

La pedagogía cooperaria impacta y  perturba los argumentos de la educación tradicional porque devela las contradicciones que se expresan en la sociedad y se trasladan y afincan en la escuelas causando desazón con problemas sociales que la docencia no puede resolver.

El sistema educativo enfrenta su crucial contradicción porque simplemente ya no asume su rol fundamental: Dar conocimientos socialmente benéficos para desarrollar humanidad, capacidades, destrezas y habilidades que promuevan su integralidad personal y social.

Estos temas sociales contradictorios entre pobreza y riqueza, entre capital y trabajo, que instauran conflictos e infortunios irresolutos, generaron la reacción en pensadores y trabajadores en plena Revolución industrial a buscar en la cooperación primero amparo a sus necesidades y luego proclamar  una diferente forma de organización social. Resolvieron las fundamentales contradicciones entre trabajo y capital porque reemplazaron el antagonismo existente entre esos dos factores de la producción por el mecanismo de unidad y complemetariedad en las mismas manos de los trabajadores.

De la interpretación de esa acción  cooperativa transformadora pusimos en marcha la edificación de la teoría pedagogía cooperaria inmediatamente después que constatamos en experiencias concretas, verificamos cuán efectivas y positivas  resultan en las relaciones escolares la cooperación porque promueven el aprender con otros/as, trabajar con otros, enmarcados en una herramienta didáctica formidable: Las cooperativas escolares.

Entonces, no tenemos más remedio que remarcar la contradicción  pedagógica que se da dentro del mismo seno  de docentes cooperativos que llevan adelante planes o proyectos educativos cooperativos bajo el rigor de la pedagogía liberal, que por cierto, abren fisuras donde se instalan focos infecciosos que contaminan y debilitan la concepción, doctrina y principios cooperativos genuinos.

Precisamente, Pierre Bourdieu resalta en sus obras de sociología, enfocado  a brindarnos herramientas conceptuales y procedimentales para comprender qué sucede al interior del sistema oficial de enseñanza, el curriculum oculto,la transmisión de modos de pensar y ver el mundo,reflejado en la violencia simbólica que se ejerce sobre el educando.

La desigualdad social atraviesa la escuela, la reproduce y justifica pero el ojo profano no lo identifica, no lo percibe, no devela, con intensidad esa situación, es la observación de la sociología, como la de Bourdieu quien nos brindó un sistema explicativo, científicamente.

La corriente pedagogía cooperaria es reflejo del hecho cooperativo histórico emergente en la época del capitalismo industrial naciente, y por tanto, contestatario a ese sistema productivo, económico y financiero depredador y porque sus fundadores miraron con ojos críticos, juzgaron perjudicial  a ese orden industrial y sus derivaciones negativas para los trabajadores, y en respuesta propusieron otro modo de vivir y producir,el modo cooperativo.

 Técnico-pedagógico.

¿Cuáles son los contenidos cooperarios? ¿Cuál es su método? ¿Cómo se compativilizan los contenidos cooperativos y su método en la estructura educativa oficial?

El cuerpo teórico, doctrina y principios cooperarios son inmensos y abarcan todas las disciplinas científicas, nos referimos a que podemos mencionar el derecho cooperativo, la economía cooperativa, la filosofía cooperativa, etc.

Sin embargo, desde el punto de vista técnico-pedagógico estructural, la pedagogía y didáctica cooperaria debe, necesariamente, adecuarse a ciertos formatos que exigen protocolarmente las autoridades educativas para que compatibilicen con los otros saberes curriculares.

Así que, tales adecuaciones parten de contenidos y saberes que el cooperativismo oferta tradicionalmente y que son presentados-al igual que los otros saberes como matemáticas, geografía, etc.) en ejes: Historia y Doctrina; Orgánico-institucional y legal; Conocimientos generales funcionales a los dos ejes anteriores.

El método cooperario es asambleario, participativo, productivo, de debate y de estudio en equipos intercambiables. Asumen roles y funciones en la cooperativa escolar, lo que equivale a decir que metodológicamente es teórico-práctico.

Sin embargo, pretender llenar de cooperación las aulas implica también en los hechos superar obstáculos y dificultades administrativas que ponen la instituciones, algunas son simplemente prejuicios, otras tantas, actitudes conservadoras y resistencias burocráticas.

Como señalan Adriana Puiggrós y Roberto Marengo en su libro Pedagogías: Reflexiones y debate: “Un tipo de saberes socialmente productivos son los saberes del trabajo, a los cuales han sido renuentes los sistemas escolares  tradicionales de América Latina, excedidos de enciclopedismo e improductividad”. Valga como ejemplo para describir el dilema educacional.

Busca, por tanto, la pedagogía cooperaria al ingresar en las aulas, alterar la lógica individualista, mezquina, desajustada, porque ello produce distancia entre compañeros, la  cual  es inocula por la educación liberal ya que conlleva otra concepción, como la competencia y la supremacía . La cooperación en las aulas no es tan sólo cuestión de altruismo, la cual la ennoblece, sin dudas, se trata de saberes que aporten al paso cualitativo hacia una nueva civilización mejor.

¿Qué implica llenar de cooperación las aulas?

La idea fundamental de la cooperación en el aula es brindar otra mirada del quehacer educativo, generar un clima que estimule la predisposición humana tendiente a la educabilidad  y desarrollar relaciones entre pares de respeto, de concordia y solidaridad.

Es en el estudio grupal que se establece en el aula la dinámica del esfuerzo propio y la ayuda mutua, que luego se traslada a todo lo institucional con proyección social. Tal esfuerzo de aprender colectivamente significa estímulos y entusiasmos que contaminan virtuosamente. En consecuencia, estamos hablando de una metodología diferente, alternativa e incluyente.

La vida orgánica y empresarial que reclama la cooperativa escolar en su administración y gestión organizacional productiva significa desafíos motivadores y de utilización de todas las áreas disciplinares: Se requiere una buena redacción de Actas, informes, circulares y otras, así mismo una buena lectura y explicación. Se aprende a valorar las diversas opiniones y se ensayan argumentos diversos.

La vida económica, productiva, financiera y social de la cooperativa escolar implica resolver problemas y dificultades diarias en que los algoritmos matemáticos encuentran cause en la contabilidad, sólo por dar ejemplos de dos áreas.

En lo personal y grupal de los alumnos, llegados a este punto de la exposición afirmamos que  el impacto de la solidaridad, fraternidad y preocupación por la comunidad moldean sus conductas y enriquecen sus conocimientos universales desde una mirada humana a las diversas disciplinas aúlicas.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

Autor: José Yorg

Comparte este contenido:

Enfoques cooperativos; Hoy: Los gobiernos que adopten  al cooperativismo como sistema educativo, apuestan al desarrollo..

Corriente pedagógica cooperaria.

 

Por José Yorg, el cooperario.

 

“Dondequiera que sea posada nuestra mirada encontraremos sistemas educativos en decadencia, obsoletos que en vano proclaman modernidad y calidad educativa porque al fin no se desprenden de las pedagogías individualistas, he allí el meollo de la cuestión: Los gobiernos que adopten  al cooperativismo como sistema educativo, apuestan al desarrollo socio-económico, buscan el buen vivir de sus pueblos en razón a las bondades pedagógicas del cooperativismo». José Yorg

  

Este artículo adelanta parte de un trabajo académico de mayor profundidad sobre la temática, próximamente a ser publicado en España.

El pensamiento pedagógico cooperativo inaugurado por Robert Owen (1771-1858)  parte de la profunda convicción de que el “hombre y la mujer” pueden mejorar humanamente.

Esta convicción nos ilustra que tal afirmación proviene de un análisis de la sociedad industrial tal y como se le presentó, es decir, sociedades injustas que promovían la desigualdad social. Tal situación enojosa, contraria al mejoramiento humano, prosigue en la actualidad.   

El industrialismo, etapa segunda del capitalismo, produjo enorme infortunio a los trabajadores, hombres, niños y mujeres, y se construyó sobre esa base el esquema educativo patriarcal y disciplinador, profundamente individualista.

Owen con mirada crítica alentó  la reforma de esa sociedad, cuyo producto era contrario a lo humano, por tanto, debía ser transformado y sentenció que “Esa transformación de un orden en otro es impuesta por una tremenda necesidad que hasta ahora ha producido padecimientos suficientes para estimular la búsqueda de un alivio y esforzarse en alcanzar la felicidad que todos los seres vivientes anhelan”.

No necesitamos extremar nuestro análisis sobre esa sentencia humanizadora y traerla a la actualidad en que campea el neoliberalismo, la decadencia institucional, frágil sistema democrático y tendencia a la opresión social.

En dondequiera que sea posada nuestra mirada encontraremos sistemas educativos en decadencia, obsoletos que en vano proclaman modernidad y calidad educativa porque al fin no se desprenden de las pedagogías individualistas, he allí el meollo de la cuestión: Los gobiernos que adopten  al cooperativismo como sistema educativo, apuestan al desarrollo socio-económico, buscan el buen vivir de sus pueblos en razón a las bondades pedagógicas del cooperativismo.

Está claro para quien quiera comprender que, históricamente, la educación es un instrumento, es un reflejo reproductivo del modelo de sociedad que nace desde la concepción de mundo, del hombre, de la empresa que el poder real dominante y sus gobiernos títeres sostienen pese a la crisis civilizatoria desatada y que es irreversible.

Por ello, el cooperativismo es un movimiento socio-económico contestatario al capitalismo. Y su modelo educativo expresa su concepción transformadora de las sociedades individualistas.

“Esa transformación hará que desaparezcan las disputas entre los individuos y las naciones acerca de aquello que es misterioso y naturalmente no descubierto; ni habrá discusiones en torno a las leyes humanas, cuando las leyes de naturaleza definida, fija e inmutable, se orienten a asegurar el bienestar y la máxima felicidad del hombre”, nos ilustra Owen.

Organización de cooperativas escolares.

http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL003538.pdf

Se alude muy frecuentemente que en la Argentina el proceso político del movimiento peronista y su impronta transformadora socio-económica, fue un proceso de revolución inconclusa.

De allí la importancia de rescatar de ese proceso transformador social el rol que se le asignara en el Plan estratégico Quinquenal del Estado peronista a la educación cooperativa escolar.

Se pretendió la cooperativización de la producción como base y sustento del inicio de una nueva civilización argentina justa, libre y soberana post-segunda guerra mundial ya que ese acontecimiento bélico implicaba un nuevo orden mundial.

Fijó Perón:

«El Cooperativismo tiene su forma de  resurgimiento  universal mejor  sentadas en la República Argentina. ¿Por qué razón?  Porque el Estado propugna ahora el  cooperativismo”, fijo Perón.

«Asimismo el Estado, mediante todos sus centros de enseñanza, promoverá la formación de una nueva conciencia nacional  agraria hacia el cooperativismo”.

“El sector  cooperativista forma así el puntal más importante en la organización del pueblo.»

“Deseo al sector cooperativista organizado no  sólo para las  actividades de la producción sino también para «todas las actividades».

«La reforma económica  que vamos realizando  es la base  del  cooperativismo”.

Para llevar adelante este formidable programa de educación y desarrollo cooperativo escolar- ProDeCoop-Escolar-se creó por  “Resolución  Ministerial  del 28/1/1954, la Comisión de Cooperativas Escolares,  integrada por tres inspectores de enseñanza -uno por cada una de las Direcciones  Generales de Enseñanza- y un inspector administrativo de la Dirección General de Administración, tendrán a su cargo la dirección superior de las actividades cooperativistas que se desarrollen en los establecimientos de enseñanza”.

Es dable concluir que, para retomar esa épica transformadora peronista, que es  imprescindible, por cierto, ante la debacle neoliberal y a fin de no repetir fórmulas políticas públicas ya perimidas e inútiles para el pueblo, concluimos que los gobiernos que no adopten como sistema educativo al cooperativismo, apuestan al statu quo, al quietismo, a la mediocridad educativa.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

 

Autor: José Yorg

Comparte este contenido:

Paraguay: Extraño esa palabra que se escribe con amor: “Revolución…”

Heráclito de Éfeso entiende que “El fundamento de todo está en el cambio incesante. El ente deviene y todo se transforma en un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa”. (http://www.frasesypensamientos.com.ar/autor/heraclito.html).

 

«En los mismos ríos entramos y no entramos, [pues] somos y no somos [los mismos]» Heráclito de Éfeso

Interrelacionando en las redes sociales en medio de un acalorado debate sobre la convulsión social y política en Paraguay, catalizado por el tratamiento en el senado sobre la propuesta del proyecto de ley de desbloqueo de las listas sábana, finalmente aprobada, se concluye que es otra farsa más de las tantas, en ese instante y en ese contexto escribí “Extraño esa palabra que se escribe con amor: Revolución…”.

Mi amiga y colega docente Zuny González, me preguntó inmediatamente “¿Por qué?” Respondí:  Porque ya nadie habla de revolución, es como que están descorazonados de un cambio benéfico de la sociedad…revolución significa transformar todo lo podrido de hoy y construir una nueva sociedad basada en la justicia social”.

La corrupción es el dato indiciario de los gobiernos, salvo excepciones.

Esa oleada de renovación social que la humanidad conoció, por ejemplo en la década de los años 1960 y 1970, insatisfacción social sobre estructuras mentales e institucionales perimidas y obsoletas que ya no funcionaban, más que para frenar el progreso de nuevas ideas y avanzar hacia nuevas y vigorosas organizaciones socio-económicas, más libres, ello se proclamó con toda dulzura en el “Mayo francés”.

La humanidad anhelaba una transformación social que la sacara del conservadurismo y la corrupción política, de la hipocresía, de la desigualdad y del enojoso infortunio perenne.

Aquello no triunfó, vino entonces así, la oleada neoliberal en los años de 1990 y atacó lo cultural desmoronando toda esperanza de cambio social, trastocaron todo lo bueno, lo solidario, lo fraterno, lo cooperativo e impusieron la cultura “del no se puede”. Y la democracia comenzó a mostrar su lado más perverso: los políticos corruptos y vende-patrias.

Así ingresamos al siglo XXI, sin la palabra más real de la vida misma, “revolución” como sinónimo del cambio perenne, de la trasformación social del perfeccionamiento humano.

Se implantó nuevos vocablos, ya era ser antiguo decir “pueblo”, se debe decir “gente”, no se debe decir “revolución”, se debe decir “cambio”. Cambiar para que nada cambie, ya lo sabemos.

Pero volvamos un instante a una etapa singular de la historia, cual fue denominada “Revolución industrial”, en concreto en Inglaterra, allí en esas tierras se desenvolvieron las manufactorías expoliadoras, y que empujaron a miles y miles de hombres, mujeres y niños al despojo de sus vidas. Allí en esa “revolución capitalista”, desde sus entrañas, surgiría la más noble de las organizaciones, las cooperativas, como reacción ante tanta injusticia.

Aquel slogan “Haga el amor, no la guerra” surgido contra la guerra de Viet Nam en la década de los 60, propuso la revolución del amor, que en verdad sedujo a millones de jóvenes que anhelaron otro mundo, un mundo sin odios, ni burócratas estructurados.

Miguel Angel Angueira Miranda, en el año de 1965 sorprendió en Argentina con su libro “Carácter revolucionario del cooperativismo”, de allí, extraemos una cita corta pero categórica, a nuestro entender: “La abolición del lucro y del asalariado, la programación progresiva de la libertad, el lento pero seguro desplazamiento de las formas patronales autoritarias o paternalistas del capitalismo benefactor, esto es, la esencia y sustancia de la revolución social misma, están íntegramente contenidos en el andamiaje de la revolución cooperativa.».

Y hasta el Papa Francisco se suma a hablar de revolución, a restaurar esta palabra, cuando dijo, «El Hijo de Dios, en su encarnación, nos invitó a la revolución de la ternura».

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

Autor: José Yorg

Fuente de la Información: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=255283&titular=extra%F1o-esa-palabra-que-se-escribe-con-amor:-%93revoluci%F3n%85%94-

 

Comparte este contenido:

Los condicionantes del capitalismo al cooperativismo

“Y, sin embargo, todo esto apunta a una confusa revelación de la verdad: que el hombre moderno vive bajo la ilusión de saber lo que quiere, cuando, en realidad, desea únicamente lo que se supone (socialmente) ha de desear. Para aceptar esta afirmación es menester darse cuenta de que saber lo que uno realmente quiere no es cosa tan fácil como algunos creen, sino que representa uno de los problemas más complejos que enfrentan al ser humano”.
Erich Fromm
 
“La dificultad especial que existe en reconocer hasta qué punto nuestros deseos —así como los pensamientos y las emociones— no son realmente nuestros sino que los hemos recibido desde afuera”.
Erich Fromm

 

Una y otra vez volvemos sobre la misma temática: análisis del capitalismo. ¿Por qué? Porque vivimos en sociedades capitalistas que nos joroban con sus mentiras y falacias estructurales y cuerpos de creencias que nos hacen creer que somos libres cuando que en realidad vivimos en jaulas invisibles a los ojos profanos.

Por ejemplo, la creencia de las bondades de vivir en sociedades republicanas y democráticas… ¿Qué son los poderes ejecutivo, legislativo y judicial? Se aprende en las facultades de derecho las maravillas jurídicas que regulan la vida en sociedad, el respeto a las propiedades privadas, al libre mercado, la seguridad jurídica al capital, entre otros muchos.

¿Y el derecho de la humanidad? ¿Y el derecho a enseñar y aprender cooperativismo? Los partidos políticos, herramientas del libre juego de la democracia se han convertido en corporaciones de buenos negocios, lo sabemos todos, no hace falta abundar.

Entonces, el ciudadano de a pie, el que trabaja como nos dice claramente José Larralde “el que dobla el lomo pa que otro doble sus bienes”, se encuentra ante una verdadera maraña de postulados bonitos de sus derechos pero….”a consecuencia de la crisis económica se ajustan presupuestos sociales”…un eterno engaño…al decir del gaucho argentino “como pa ganar al truco con un juego de ese modo”.

Pero, por si aún estamos cortos de argumentos que develen las consecuencias de los postulados capitalistas como la mezquindad, el egoísmo, el individualismo, que son verdaderos chips defectuosos de nuestras conciencias, y que hacen que seamos idiotas útiles al propio verdugo capitalista, puesto que cuesta pensar que es perfectamente superable y avanzar hacia una sociedad mejor, una sociedad más sana, una sociedad cooperativa, pues bien, pondremos otra referencia.

Recurrimos al tango Cambalache, esa obra monumental cuya letra y música es de Enrique Santos Discépolo (1901-1951) elegimos la última prosa:

“El que no llora no mama y el que no afana es un gil. ¡Dale, nomás…! ¡Dale, que va…! ¡Que allá en el Horno nos vamo’a encontrar…! No pienses más; sentate a un lao, que ha nadie importa si naciste honrao…Es lo mismo el que labura noche y día como un buey, que el que vive de los otros, que el que mata, que el que cura, o está fuera de la ley…”

Entender el capitalismo no es tarea fácil, desentrañarlo por completo es aún más laborioso, pero es imprescindible hacerlo si queremos librarnos de su nefasta acción condicionante sobre nuestra condición humana. “es menester darse cuenta…”, nos dice Erich Fromm.

La estructura de las sociedades capitalistas es muy compleja y donde quiera que uno se encuentre, las personas razonan liberal-capitalistamente, pero aún en esa condición, conservan rasgos de humanidad la inmensa mayoría, no se despojan de cierta moral religiosa, de moral y ética, de solidaridad, de fraternidad y resisten a los embates propagandísticos y acciones de los neoliberales que pretenden cambiar esos valores.

Entonces, en ese contorno, las ideas del noble cooperativismo también aportan lo suyo, aporta ideales frescos y vigorosos que promueven otra forma de producción que a su vez genera otro tipo de pensamiento y acción colectiva, más humana.

El cooperativismo transformador tiene que lidiar todos los días con los impugnadores, detractores y desalentadores, que nos quieren convencer que la competitividad es lo mejor, que realizar buenos negocios y ganar buena plata a costa de cualquier cosa, debe ocupar nuestros tiempos y energías y olvidarnos de la cooperación. Dan risa y lástima. Se enfrentan a la perseverancia y la constancia de la búsqueda de lo justo y equitativo, verdad perenne… “Dios concede la victoria a la constancia”, dijo Simón Bolivar.

El entorno y las condiciones que establece el capitalismo, hoy financiero, es condicionante para su benéfico desenvolvimiento del cooperativismo transformador, pero en modo alguno lo detendrá. El capitalismo financiero está viejo y caduco, en cambio, el cooperativismo está vigoroso.

El capitalismo está en nuestras cabezas y nos llenó de miedo al cambio, sin embargo, debemos cambiar, debemos transformarnos para mejor y así transformar el mundo en bien de todos/as. Construir el mundo cooperativo.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

Autor: José Yorg

Comparte este contenido:
Page 5 of 10
1 3 4 5 6 7 10