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Paraguay: Extraño esa palabra que se escribe con amor: “Revolución…”

Heráclito de Éfeso entiende que “El fundamento de todo está en el cambio incesante. El ente deviene y todo se transforma en un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa”. (http://www.frasesypensamientos.com.ar/autor/heraclito.html).

 

«En los mismos ríos entramos y no entramos, [pues] somos y no somos [los mismos]» Heráclito de Éfeso

Interrelacionando en las redes sociales en medio de un acalorado debate sobre la convulsión social y política en Paraguay, catalizado por el tratamiento en el senado sobre la propuesta del proyecto de ley de desbloqueo de las listas sábana, finalmente aprobada, se concluye que es otra farsa más de las tantas, en ese instante y en ese contexto escribí “Extraño esa palabra que se escribe con amor: Revolución…”.

Mi amiga y colega docente Zuny González, me preguntó inmediatamente “¿Por qué?” Respondí:  Porque ya nadie habla de revolución, es como que están descorazonados de un cambio benéfico de la sociedad…revolución significa transformar todo lo podrido de hoy y construir una nueva sociedad basada en la justicia social”.

La corrupción es el dato indiciario de los gobiernos, salvo excepciones.

Esa oleada de renovación social que la humanidad conoció, por ejemplo en la década de los años 1960 y 1970, insatisfacción social sobre estructuras mentales e institucionales perimidas y obsoletas que ya no funcionaban, más que para frenar el progreso de nuevas ideas y avanzar hacia nuevas y vigorosas organizaciones socio-económicas, más libres, ello se proclamó con toda dulzura en el “Mayo francés”.

La humanidad anhelaba una transformación social que la sacara del conservadurismo y la corrupción política, de la hipocresía, de la desigualdad y del enojoso infortunio perenne.

Aquello no triunfó, vino entonces así, la oleada neoliberal en los años de 1990 y atacó lo cultural desmoronando toda esperanza de cambio social, trastocaron todo lo bueno, lo solidario, lo fraterno, lo cooperativo e impusieron la cultura “del no se puede”. Y la democracia comenzó a mostrar su lado más perverso: los políticos corruptos y vende-patrias.

Así ingresamos al siglo XXI, sin la palabra más real de la vida misma, “revolución” como sinónimo del cambio perenne, de la trasformación social del perfeccionamiento humano.

Se implantó nuevos vocablos, ya era ser antiguo decir “pueblo”, se debe decir “gente”, no se debe decir “revolución”, se debe decir “cambio”. Cambiar para que nada cambie, ya lo sabemos.

Pero volvamos un instante a una etapa singular de la historia, cual fue denominada “Revolución industrial”, en concreto en Inglaterra, allí en esas tierras se desenvolvieron las manufactorías expoliadoras, y que empujaron a miles y miles de hombres, mujeres y niños al despojo de sus vidas. Allí en esa “revolución capitalista”, desde sus entrañas, surgiría la más noble de las organizaciones, las cooperativas, como reacción ante tanta injusticia.

Aquel slogan “Haga el amor, no la guerra” surgido contra la guerra de Viet Nam en la década de los 60, propuso la revolución del amor, que en verdad sedujo a millones de jóvenes que anhelaron otro mundo, un mundo sin odios, ni burócratas estructurados.

Miguel Angel Angueira Miranda, en el año de 1965 sorprendió en Argentina con su libro “Carácter revolucionario del cooperativismo”, de allí, extraemos una cita corta pero categórica, a nuestro entender: “La abolición del lucro y del asalariado, la programación progresiva de la libertad, el lento pero seguro desplazamiento de las formas patronales autoritarias o paternalistas del capitalismo benefactor, esto es, la esencia y sustancia de la revolución social misma, están íntegramente contenidos en el andamiaje de la revolución cooperativa.».

Y hasta el Papa Francisco se suma a hablar de revolución, a restaurar esta palabra, cuando dijo, «El Hijo de Dios, en su encarnación, nos invitó a la revolución de la ternura».

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

Autor: José Yorg

Fuente de la Información: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=255283&titular=extra%F1o-esa-palabra-que-se-escribe-con-amor:-%93revoluci%F3n%85%94-

 

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Los condicionantes del capitalismo al cooperativismo

“Y, sin embargo, todo esto apunta a una confusa revelación de la verdad: que el hombre moderno vive bajo la ilusión de saber lo que quiere, cuando, en realidad, desea únicamente lo que se supone (socialmente) ha de desear. Para aceptar esta afirmación es menester darse cuenta de que saber lo que uno realmente quiere no es cosa tan fácil como algunos creen, sino que representa uno de los problemas más complejos que enfrentan al ser humano”.
Erich Fromm
 
“La dificultad especial que existe en reconocer hasta qué punto nuestros deseos —así como los pensamientos y las emociones— no son realmente nuestros sino que los hemos recibido desde afuera”.
Erich Fromm

 

Una y otra vez volvemos sobre la misma temática: análisis del capitalismo. ¿Por qué? Porque vivimos en sociedades capitalistas que nos joroban con sus mentiras y falacias estructurales y cuerpos de creencias que nos hacen creer que somos libres cuando que en realidad vivimos en jaulas invisibles a los ojos profanos.

Por ejemplo, la creencia de las bondades de vivir en sociedades republicanas y democráticas… ¿Qué son los poderes ejecutivo, legislativo y judicial? Se aprende en las facultades de derecho las maravillas jurídicas que regulan la vida en sociedad, el respeto a las propiedades privadas, al libre mercado, la seguridad jurídica al capital, entre otros muchos.

¿Y el derecho de la humanidad? ¿Y el derecho a enseñar y aprender cooperativismo? Los partidos políticos, herramientas del libre juego de la democracia se han convertido en corporaciones de buenos negocios, lo sabemos todos, no hace falta abundar.

Entonces, el ciudadano de a pie, el que trabaja como nos dice claramente José Larralde “el que dobla el lomo pa que otro doble sus bienes”, se encuentra ante una verdadera maraña de postulados bonitos de sus derechos pero….”a consecuencia de la crisis económica se ajustan presupuestos sociales”…un eterno engaño…al decir del gaucho argentino “como pa ganar al truco con un juego de ese modo”.

Pero, por si aún estamos cortos de argumentos que develen las consecuencias de los postulados capitalistas como la mezquindad, el egoísmo, el individualismo, que son verdaderos chips defectuosos de nuestras conciencias, y que hacen que seamos idiotas útiles al propio verdugo capitalista, puesto que cuesta pensar que es perfectamente superable y avanzar hacia una sociedad mejor, una sociedad más sana, una sociedad cooperativa, pues bien, pondremos otra referencia.

Recurrimos al tango Cambalache, esa obra monumental cuya letra y música es de Enrique Santos Discépolo (1901-1951) elegimos la última prosa:

“El que no llora no mama y el que no afana es un gil. ¡Dale, nomás…! ¡Dale, que va…! ¡Que allá en el Horno nos vamo’a encontrar…! No pienses más; sentate a un lao, que ha nadie importa si naciste honrao…Es lo mismo el que labura noche y día como un buey, que el que vive de los otros, que el que mata, que el que cura, o está fuera de la ley…”

Entender el capitalismo no es tarea fácil, desentrañarlo por completo es aún más laborioso, pero es imprescindible hacerlo si queremos librarnos de su nefasta acción condicionante sobre nuestra condición humana. “es menester darse cuenta…”, nos dice Erich Fromm.

La estructura de las sociedades capitalistas es muy compleja y donde quiera que uno se encuentre, las personas razonan liberal-capitalistamente, pero aún en esa condición, conservan rasgos de humanidad la inmensa mayoría, no se despojan de cierta moral religiosa, de moral y ética, de solidaridad, de fraternidad y resisten a los embates propagandísticos y acciones de los neoliberales que pretenden cambiar esos valores.

Entonces, en ese contorno, las ideas del noble cooperativismo también aportan lo suyo, aporta ideales frescos y vigorosos que promueven otra forma de producción que a su vez genera otro tipo de pensamiento y acción colectiva, más humana.

El cooperativismo transformador tiene que lidiar todos los días con los impugnadores, detractores y desalentadores, que nos quieren convencer que la competitividad es lo mejor, que realizar buenos negocios y ganar buena plata a costa de cualquier cosa, debe ocupar nuestros tiempos y energías y olvidarnos de la cooperación. Dan risa y lástima. Se enfrentan a la perseverancia y la constancia de la búsqueda de lo justo y equitativo, verdad perenne… “Dios concede la victoria a la constancia”, dijo Simón Bolivar.

El entorno y las condiciones que establece el capitalismo, hoy financiero, es condicionante para su benéfico desenvolvimiento del cooperativismo transformador, pero en modo alguno lo detendrá. El capitalismo financiero está viejo y caduco, en cambio, el cooperativismo está vigoroso.

El capitalismo está en nuestras cabezas y nos llenó de miedo al cambio, sin embargo, debemos cambiar, debemos transformarnos para mejor y así transformar el mundo en bien de todos/as. Construir el mundo cooperativo.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

Autor: José Yorg

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Los condicionantes del capitalismo al cooperativismo

José Yorg

“Y, sin embargo, todo esto apunta a una confusa revelación de la verdad: que el hombre moderno vive bajo la ilusión de saber lo que quiere, cuando, en realidad, desea únicamente lo que se supone (socialmente) ha de desear. Para aceptar esta afirmación es menester darse cuenta de que saber lo que uno realmente quiere no es cosa tan fácil como algunos creen, sino que representa uno de los problemas más complejos que enfrentan al ser humano”.
Erich Fromm
 
“La dificultad especial que existe en reconocer hasta qué punto nuestros deseos —así como los pensamientos y las emociones— no son realmente nuestros sino que los hemos recibido desde afuera”.
Erich Fromm

Una y otra vez volvemos sobre la misma temática: análisis del capitalismo. ¿Por qué? Porque vivimos en sociedades capitalistas que nos joroban con sus mentiras y falacias estructurales y cuerpos de creencias que nos hacen creer que somos libres cuando que en realidad vivimos en jaulas invisibles a los ojos profanos.

Por ejemplo, la creencia de las bondades de vivir en sociedades republicanas y democráticas… ¿Qué son los poderes ejecutivo, legislativo y judicial? Se aprende en las facultades de derecho las maravillas jurídicas que regulan la vida en sociedad, el respeto a las propiedades privadas, al libre mercado, la seguridad jurídica al capital, entre otros muchos.

¿Y el derecho de la humanidad? ¿Y el derecho a enseñar y aprender cooperativismo? Los partidos políticos, herramientas del libre juego de la democracia se han convertido en corporaciones de buenos negocios, lo sabemos todos, no hace falta abundar.

Entonces, el ciudadano de a pie, el que trabaja como nos dice claramente José Larralde “el que dobla el lomo pa que otro doble sus bienes”, se encuentra ante una verdadera maraña de postulados bonitos de sus derechos pero….”a consecuencia de la crisis económica se ajustan presupuestos sociales”…un eterno engaño…al decir del gaucho argentino “como pa ganar al truco con un juego de ese modo”.

Pero, por si aún estamos cortos de argumentos que develen las consecuencias de los postulados capitalistas como la mezquindad, el egoísmo, el individualismo, que son verdaderos chips defectuosos de nuestras conciencias, y que hacen que seamos idiotas útiles al propio verdugo capitalista, puesto que cuesta pensar que es perfectamente superable y avanzar hacia una sociedad mejor, una sociedad más sana, una sociedad cooperativa, pues bien, pondremos otra referencia.

Recurrimos al tango Cambalache, esa obra monumental cuya letra y música es de Enrique Santos Discépolo (1901-1951) elegimos la última prosa:

“El que no llora no mama y el que no afana es un gil. ¡Dale, nomás…! ¡Dale, que va…! ¡Que allá en el Horno nos vamo’a encontrar…! No pienses más; sentate a un lao, que ha nadie importa si naciste honrao…Es lo mismo el que labura noche y día como un buey, que el que vive de los otros, que el que mata, que el que cura, o está fuera de la ley…”

Entender el capitalismo no es tarea fácil, desentrañarlo por completo es aún más laborioso, pero es imprescindible hacerlo si queremos librarnos de su nefasta acción condicionante sobre nuestra condición humana. “es menester darse cuenta…”, nos dice Erich Fromm.

La estructura de las sociedades capitalistas es muy compleja y donde quiera que uno se encuentre, las personas razonan liberal-capitalistamente, pero aún en esa condición, conservan rasgos de humanidad la inmensa mayoría, no se despojan de cierta moral religiosa, de moral y ética, de solidaridad, de fraternidad y resisten a los embates propagandísticos y acciones de los neoliberales que pretenden cambiar esos valores.

Entonces, en ese contorno, las ideas del noble cooperativismo también aportan lo suyo, aporta ideales frescos y vigorosos que promueven otra forma de producción que a su vez genera otro tipo de pensamiento y acción colectiva, más humana.

El cooperativismo transformador tiene que lidiar todos los días con los impugnadores, detractores y desalentadores, que nos quieren convencer que la competitividad es lo mejor, que realizar buenos negocios y ganar buena plata a costa de cualquier cosa, debe ocupar nuestros tiempos y energías y olvidarnos de la cooperación. Dan risa y lástima. Se enfrentan a la perseverancia y la constancia de la búsqueda de lo justo y equitativo, verdad perenne… “Dios concede la victoria a la constancia”, dijo Simón Bolivar.

El entorno y las condiciones que establece el capitalismo, hoy financiero, es condicionante para su benéfico desenvolvimiento del cooperativismo transformador, pero en modo alguno lo detendrá. El capitalismo financiero está viejo y caduco, en cambio, el cooperativismo está vigoroso.

El capitalismo está en nuestras cabezas y nos llenó de miedo al cambio, sin embargo, debemos cambiar, debemos transformarnos para mejor y así transformar el mundo en bien de todos/as. Construir el mundo cooperativo.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

Fuente de la Información: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=256537&titular=los-condicionantes-del-capitalismo-al-cooperativismo-

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Argentina: El papel del cooperativismo en la superación del subdesarrollo y dependencia.

Por: José Yorg
“El desarrollo es un banquete con escasos invitados, aunque sus resplandores engañen, y los platos principales están reservados a las mandíbulas extranjeras” Eduardo Galeano

“El desarrollo económico es una de las bases de la soberanía, es que afirmamos que ese programa no es el de un partido o del gobierno. Es un programa nacional. Una política nacional es la que consulta los ideales e intereses de todo el país frente al mundo del que forma parte indivisible. Esos ideales e intereses se concretan en su soberanía. La soberanía de una nación no significa aislamiento o antagonismo frente a otras, sino interdependencia en términos de igualdad”
Arturo Frondizi

Asumimos nuevamente esta temática en el actual contexto argentino, signado esta vez por la contienda electoral, se puede auscultar el temor a la implosión económica y financiera, a la que los decisores políticos tratan de salvar y navegar hacia “aguas seguras” ¿Lo lograrán?

La democracia representativa ha sido desbordada por la situación de inequidad social por efectos de las políticas públicas ajustadas a los designios externos que la colocan en la dependencia económica, se pierde soberanía política y la justicia social no existe.

Así, la llamada “grieta” social está constituida por los sectores políticos y sus intereses y por el otro lado, el pueblo y su infortunio perenne: La pesada herencia, el ajuste, crisis eterna que lo margina del buen vivir.

Es este el modelo socio-económico mundial. El capitalismo financiero arrasa el crecimiento y desarrollo económico donde quiera. El subdesarrollo y dependencia económica y la falta de soberanía política, lo reiteramos, es el dato indiciario del capitalismo financiero actual.

En el presente análisis queda claro que la gestión que los Gobiernos de los países subdesarrollados están severamente condicionadas por estar ancladas como economía subsidiaria de otra economía dominante, todo ello mediante una alianza de agentes externos e internos, éstos últimos denominados “cipayos”.

Para nosotros, miembros de TECNICOOP, los factores de dependencia económica externa, ligadas por medio de la deuda externa, dan por resultado la falta de soberanía política, son la explicación concreta de la miseria social y de ninguna manera las “supuestas” equivocaciones e incluso las incapacidades de crear líneas políticas de crecimiento y desarrollo productivo y económico de los Gobiernos.

¿Y entonces? ¿Y la corriente progresista? Evidenciaron sus límites.

Todo lo expuesto, por cierto, de manera muy sintética, muestra que el espacio del accionar cooperativo está acotado. Su contribución al desarrollo económico y a la elevación social está limitada por los estrechos muros del subdesarrollo económico.

Salir de la situación objetiva de la categoría de país subdesarrollado y dependiente, implica, entre muchos, la elaboración y puesta en marcha de un plan tendiente a revertir esta situación y para ello debe enamorarse al pueblo con esa idea-fuerza para que el pueblo se asuma como protagonista o sujeto principal de la reconstrucción socio-económica. En nuestra opinión si no se promueve de esta forma, es otra farsa electoral más.

Hablar de cooperativismo es hablar de desarrollo, es hablar de un modelo productivo que quiebra la expoliación porque transforma la relación de dependencia y subyugación, promoviendo una relación equitativa, profundamente humana. He aquí el papel del cooperativismo en la superación del subdesarrollo y dependencia de las naciones.

Aún está ausente en los discursos proselitistas el papel que le otorgan al cooperativismo, y ello preocupa en verdad, porque es el síntoma más fuerte de la mentira institucionalizada de que los que vienen a gobernar, vienen a mejorar la vida de las personas de carne y huesos. Pongamos el acento en este detalle mayúsculo.

Concluimos que, si los políticos quieren servir al pueblo deben servir a las cooperativas porque éstas son el pueblo.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

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Argentina. Enfoques cooperativos; Hoy: El apoyo profesional, una interacción virtuosa de actores de la economía social.

Por José Yorg, el cooperario.

“El apoyo, y la solidaridad emanadas hacia quien las necesita, son los elementos claves del éxito.”

La interacción profesional-sea cual fuere el campo del conocimiento- es una costumbre muy arraigada desde hace lejanos tiempos y ha evidenciado sus resultados ampliamente benéficos, sana relación de intercambio mutuo, en verdad.

Ahora, específicamente, en el ámbito de la economía social existen diferentes actores y diversos profesionales, que se desenvuelven en instituciones, también diversas y que realizan sus tareas bajo amplitud de criterios.

Los profesionales de la economía social  pueden y deben construir puentes o redes de  comunicación entre sí, pese a las innumerables trabas que existen. Ellos y ellas conocen, mejor que otros/as, las fortalezas, las oportunidades, pero también las debilidades y las amenazas que acechan a la economía social en sociedades regidas por el capitalismo y sus nefastos efectos. El Apoyo de profesionales que puedan brindarse para avanzar hacia los objetivos del desarrollo de la educación cooperativa escolar, es vital.

Así, puestas las cosas, el propósito aquí es presentar un claro ejemplo de interacción y apoyo profesional, genuinamente benéfica que se abre para auscultar sus potencialidades y complementariedades:

                                   Desde Francia, cuna del cooperativismo escolar
                      Profesional valora trabajo de docentes cooperativos formoseños.

La Prof. Dra. Patricia Toucas-Truyen, investigadora de la historia de la economía social, y escritora de la ciudad de La Rochelle- Francia, emitió su evaluación en términos elogiosos sobre el trabajo académico de los docentes cooperativos Ana María Ramírez  y José Yorg, luego que le elevaran a su consideración.

Transcribimos la amable misiva  enviada por  la profesional:

Francia, abril de 2019

Estimado Profesor  José Yorg:

Leí el documento- « Primeras aproximaciones a la Historiografía de la Educación Cooperativa Escolar en Formosaa través de instrumentos oficiales”, me resultó muy interesante, ello versa sobre el experimento educativo realizado en Formosa-Argentina-, en ámbito de la educación pública.

De mi parte, no soy especialista en  Historia de la educación cooperativa escolar, sin embargo, puedo afirmar  que el movimiento cooperativo escolar reconoce como fundante de su especificidad a un educador Francés, el Prof. Barthelemy Profit  (1867-1946),  inspector de escuelas primarias, luego que finalizara la primera Guerra Mundial entre los años de 1914-1918. Tales cooperativas se fundaron inicialmente en respuesta a la escasez de material pedagógico durante la guerra. Los niños realizaron algunas pequeñas tareas remuneradas para comprar instrumentos docentes. Al mismo tiempo, ellos aprendieron a gestionar las asociaciones cooperativas de manera democrática y también adquirieron un sentido de responsabilidad. Esto motivó el mantenimiento y el desarrollo de las cooperativas escolares después de la guerra.

Los educadores franceses respondieron positivamente al estímulo de Profit y se avocaron a desarrollar las ventajas de la asociación cooperativa introducidas en las escuelas. Los asombrosos resultados alentaron a maestros de todo el mundo. Tengo noticias que llegó a la Argentina en los años de 1920, desde entonces se enraizó en lo educativo, cultural y productivo.

Existe-aquí en Francia- la Oficina Central para la Cooperación Escolar, (OCCES) creada en 1929 por la Federación Nacional de Cooperativas de Consumidores (FNCC).

Creo que toda la enseñanza debería organizarse en el modo cooperativo, pero en Francia, al igual que toda Europa, está envuelta en la turbulencia neoliberal que trastoca valores solidarios en su educación, lo que dificulta tal enfoque. Como siempre, las Américas aparecen como territorios de esperanza, desde donde la educación cooperativa escolar y sus resultados pedagógicos altamente positivos, como es el caso que analizamos, pueden motivar nuevas experiencias.

Además, tu documento muestra que tales proyectos deben ser dirigidos por activistas muy comprometidos como vos y  tu colega. Esto es la primera paradoja de la economía social: Destacamos el proyecto colectivo, pero el devenir histórico muestra que al principio, el éxito depende del compromiso de algunas personalidades más proactivas.

La secunda paradoja es que la economía social se presenta como una alternativa, pero siempre necesita el apoyo jurídico, normativo y financiero del Estado.

En resumen, el trabajo sobre la educación cooperativa escolar de Formosa es un documento histórico de mucha valía porque aporta experiencias relevantes y replicables, toda vez que marcan claramente una trayectoria educativa, cuya riqueza pedagógica y didáctica evidencian su valor en lo organizativo, moral, auto-disciplina, trabajo en equipo, empresarial. Incentiva en los niños/as destrezas, capacidades y habilidades para el mejor aprendizaje personal e inter-personal.

De manera elocuente demuestra en el campo tecno-pedagógico que la educación cooperativa escolar se ensambla perfectamente con la educación oficial, de manera encomiable, cualidad digna.

Te agradezco mucho la amabilidad de haberme enviado este apreciable documento y que seguramente será meritado también por otras personalidades e instituciones, dado que difundiré y compartiré de buen agrado.

Saludos cordiales y cooperativos.

Patricia Toucas-Truyen

Brevísimo curriculum de la Prof. Dra. Patricia Toucas-Truyen:

Soy historiadora, especialista de la historia de la economía social. Mi campo de investigaciones principal es el papel de la mutualidad en el sistema de protección social, pero también las cooperativas.

Soy autora de varios libros. Especialmente:

  • Mesurer et analyser l’économie sociale. L’apport de l’ADDES depuis 1980, L’Arbre bleu, 2018.
  • Guide IV du chercheur en histoire de la protection sociale (1945-1970), Comité national d’histoire de la Sécurité sociale, 2017.
  • Guide III du chercheur en histoire de la protection sociale des travailleurs salariés (1914-1945), Comité national d’histoire de la Sécurité sociale, 2011.
  • Le fraternel rapprochement. Le secours mutuel en Charente-Maritime du 19e siècle à nos jours. Le Tiers-Livre, 2007.
  • Les coopérateurs, deux siècles de pratiques coopératives (Michel Dreyfus dir.), Les Editions de l’Atelier, 2005.
  • L’identité  mutualiste, éditions ENSP, collection Contrechamp, 2001.
  • Histoire de la mutualité et des assurances, l’actualité d’un choix, Paris,  Syros,  1998.
  • La mutualité au sein des populations littorales en Charente-inférieure, 1850-1945, Librairie de l’Inde, 1998 (tesis doctoral).

 

Trabajo para la revista RECMA, revue internationale de l’économie sociale. Esta revista fue fundada por Charles Gide en 1921. Estoy encargada de abrir la revista a los autores extranjeros y de escribir varias secciones. Me parece que esta revista interdisciplinaria es la más antigua en el mundo sobre la economía social. ¡En 2021 celebraremos el centenario!

En 2015, coordiné un numero especial sobre la economía social en América Latina.

Enseño también la Historia de la Economía Social a los estudiantes, los mutualistas y los cooperadores.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

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Pensamiento crítico, agotamiento social

Por: José Yorg

“Si quieres entender a una persona, no escuches sus palabras, observa su comportamiento «
Albert Einstein

 

Innumerables e importantes artículos es posible leer sobre la percepción de los acontecimientos relevantes en el mundo, entre ellos, el avance de la cultura autoritaria, vía neoliberalismo financiero.

Otro factor relevante es el fracaso de los gobiernos denominados “progresistas” en América Latina, dado por agotamiento, por sus límites y fatiga de su estructura orgánica funcional carente de mecanismos de ruptura de lo vetusto, que permita inaugurar lo nuevo.

Mientras tanto, la ciudad de Buenos Aires como escenario del Primer foro mundial del pensamiento crítico, convocado por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales-CLACSO-con la consigna “Las luchas por la igualdad, la justicia social y la democracia en un mundo turbulento”, contando con el aporte intelectual de muchas personalidades.

Tal vez sea el agotamiento social sobre un modelo de vida ya irremisiblemente insustentable o quizás la ausencia de nuevos y vigorosos pensamientos que cautiven y encausen la energía contenida del pueblo, lo cierto es, como dijo el sabio, “Sin embargo se mueve”.

El pensamiento transformador

Es interesante en este punto lo que canta José Larralde “Como Pa’ echarse a opinar”… “ A veces duele el cerebro por razón de razonar, y a veces el alma duele y uno ni sabe ande está”.

Así, de este modo campechano, y por la ilación que tiene la temática, rememoramos nuestra presentación de ponencia en los “Foros por una nueva independencia” Foros impulsados desde la Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, organismo dependiente del Ministerio de Cultura de la Nación Argentina en el año de 2014.

Anunciábamos en nuestra ponencia “Pensamiento cooperativo nacional y Latinoamericano. Persuadir o dejar hacer, dejar pasar”, que “Nos proponemos, más que cualquier otra cosa, reflexionar sobre la pertinencia de exponer- a nuestro juicio-la necesidad de abrir el debate sobre qué tipo de cooperativismo requiere la Argentina y Latinoamérica, es decir, cuáles deberían ser las actualizadas y vinculadas concepciones sobre la sociedad, el hombre y la empresa que reanimaran a estas entidades. Asumimos que el Primer Foro por la Nueva Independencia es un ámbito propicio”.

En este entendimiento, el pensamiento crítico provee de suficientes argumentos a favor de la vida, del buen vivir, de la preservación de la naturaleza en la urgente necesidad de reconstituir el dañado tejido social, las condiciones óptimas de un mundo sustentables. Un mundo basado en una organización socio-económica de coexistencia amigable. Pero esos argumentos sólidos chocan con la constitución de poderes que poseen otros proyectos absolutamente diferentes. ¿Entonces?

Es de esta manera que encontramos que el pensamiento crítico es deudor del agotamiento social. Nos preguntamos ¿Cuánto más soportará la situación de sufrimiento el pueblo? Un funcionario gubernamental ha dicho sobre el ajuste “Esto nunca se había hecho en Argentina sin que caiga el Gobierno”.

¿Cuánto más se agravará la situación de penuria social? No podemos responder certeramente, mientras tanto, el pueblo es seducido por ideas neofascistas, son experiencias ya vividas por la humanidad.

Como siempre, de lo que se trata es de aportar a develar los currículum ocultos de la educación capitalista, ahora en su etapa financiera. El pensamiento transformador puede explicar con amplitud y profundidad lo que nos pasa y porqué nos pasa, y de tal modo, enamorar el despertar de la conciencia de que un mundo mejor es posible e imperativo, en este preciso punto, los ideales cooperativos y su práctica se presentan imprescindibles para la subjetividad que habrá de objetivar ese mundo.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=249341&titular=pensamiento-cr%EDtico-agotamiento-social-

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El pensamiento cooperativo Latinoamericano debe ser un pensamiento crítico y situado

Por: José Jorg

“El subdesarrollo no es una etapa del desarrollo. Es su consecuencia. El subdesarrollo de América Latina proviene del desarrollo ajeno y continúa alimentándolo. Impotente por su función de servidumbre internacional, moribundo desde que nació, el sistema tiene pies de barro. Se postula a sí mismo como destino y quisiera confundirse con la eternidad.”

Eduardo Galeano

Luego de una atenta lectura, sobre todos los aspectos que consideramos cruciales emitimos nuestra opinión, tales como el objetivo de la V cumbre Cooperativa de las Américas de: “Fortalecer social y empresarialmente a las organizaciones cooperativas, en diálogo con toda la economía social y solidaria, como actores para promover la defensa del planeta y la construcción de un sistema financiero al servicio del desarrollo sostenible”.

“La V Cumbre invita a trabajar en tres ejes. Dos de ellos son desafíos globales sobre los cuales debemos construir una visión común que potencie los esfuerzos de cada organización: la defensa del planeta y la construcción de un sistema financiero al servicio del desarrollo sostenible. El tercero es el debate sobre los nuevos caminos de la integración cooperativa, un debate que resulta estratégico para fortalecer y dinamizar al movimiento. Todas las cooperativas están afectadas por la crisis ambiental, y todas pueden ayudar a superarla. Todas las cooperativas forman parte o dependen del sistema financiero para cumplir sus objetivos. Todas las cooperativas pueden innovar en la forma de integrarse, para dar respuesta a estos desafíos que nos trascienden como organización.”

«Promover la defensa del planeta y la construcción de un sistema financiero al servicio del desarrollo sostenible, debemos construir una visión común que potencie los esfuerzos de cada organización: la defensa del planeta y la construcción de un sistema financiero al servicio del desarrollo sostenible”, etc.

Debatir este conjunto de categorías que señalamos en los párrafos anteriores, frente a la realidad actual del mundo, caracterizado por un severo avance del sistema financiero global del capitalismo, es decir, el estadio capitalista financiero, depredador internacionalizado, nos parece oportuno recordar que el cooperativismo surge como reacción y consecuencia de su visión pesimista sobre el capitalismo industrial.

Militamos en un movimiento global pero débil políticamente, incapacitado de influir o incidir ante los Estados, en el cual muy pocos dirigentes tienen una visión estratégica y táctica que exige la realidad, y sí muchos poseen ambiciones económicas que nos hacen el andar escarpado, por no decir obstruido, ponen, “palos en la rueda”.

En el sentido señalado arriba, nos hemos dado a la tarea de impulsar-mediante la crítica y el análisis-el pensamiento cooperativo del Siglo XXI, como modesto aporte para que se vuelva capaz de cumplir sus tareas de transformar al hombre y a la sociedad.

El pensamiento cooperativo histórico actual debe estar en discusión a tenor de la naturaleza y objetivo del capitalismo financiero. Lo hemos dicho en nuestro documento “Crítica a la Critica de la Subregión Sur”, integrada por; Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, y CICOPA- Américas, en torno al proyecto de la ACI “Para una década de las cooperativas”.

Repetimos ahora frente a la V Cumbre Cooperativa de las Américas: Nosotros desde TECNICOOP adherimos entusiastamente a este documento por considerar que recoge lo más genuino y autentico de los valores y principios cooperativos en su fundación: “Transformar las estructuras socio-económicas del mundo por sus propios medios”. La cooperación como proyecto de emancipación humana.

Nuestra critica a la crítica va en el sentido de que, sencillamente, para realizar esa proeza, de la “ perspectiva es que seamos constructores de un mundo nuevo” se requiere y no lo dice el documento, la renovación dirigencial. Se necesita que accedan aquellos hombres y mujeres con actitudes y aptitudes que posibiliten la construcción del Cooperativismo del Siglo XXI.

¿Desde dónde debe partir nuestros análisis, nuestras reflexiones? El pensamiento cooperativo Latinoamericano debe ser un pensamiento crítico, situado desde la realidad Latinoamericana de antes y de ahora, frente al embate neocolonial financiero. Somos un continente saqueado, sometido política, económica y financieramente, por tanto, somos un continente subdesarrollo, dependiente.

El neoliberalismo arrasó con todo, que dudas cabe, también se introdujo en la filas del cooperativismo, desvirtuándolo, paralizándolo, haciendo de sus valores y principios meras formulas esclerotizadas, valiéndose para tales vicios de organizaciones cooperativas y sus personeros filtrados en la actitud burocrática perversa.

Ese accionar cooperativo, lo dijimos también muchas veces, y lo repetimos ahora, no está expedito, al contrario está lleno de acechanzas y de intrigas, también de desvirtuaciones y vaciamiento doctrinario.

El cooperativismo que demanda el mundo es aquel cooperativismo transformador, aquel que surgió de las entrañas dolientes de la Revolución industrial y sus monstruosidades. Surgió para modificar desde los escombros a una civilización exhausta de tanta tragedia e infortunio.

Pero si el cooperativismo empresarista y burocrático se desinteresa de los principios y valores que conllevan una transformación del hombre para transformar la sociedad-y como alguien lo señaló muy certeramente -podrá ser un conglomerado de empresas de dividendos cooperativos, pero no será jamás un movimiento cooperativo genuino encauzado a consumaciones más armónicas con las necesidades de la humanidad proclamada por el propio Robert Owen.

El cooperativismo ya no puede seguir desarrollándose de manera marginal ante un mundo sediento de alternativa socioeconómica basada en la equidad y la humanización de las relaciones de producción. Ahora, desde luego, no es ésta una tarea sin dificultades; requiere partir de un amplio espíritu generoso, realista, científico incluso y de servicio incondicional a los valores y principios de la cooperación que claman otra orientación y dinámica.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=247611&titular=el-pensamiento-cooperativo-latinoamericano-debe-ser-un-pensamiento-cr%EDtico-y-situado-

 

 

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