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Des..pa..ci…to … Mercancía y performance de la industria cultural

Por: Luis Bonilla-Molina 

Dedicado al amigo Sergio Quiroz, Director del Instituto Peter McLaren de Pedagogía Crítica de México, quien en estos momentos libra una nueva batalla, en este caso por su salud. Adelante hermano, camarada y amigo.

  1. La música como mercancía de la industria cultural

La humanidad desde sus orígenes es una especie rítmica. La música en consecuencia, ha estado presente por siempre, en la cotidianidad de nuestros actos, casi como una “cuestión natural” del ser social. Para quienes nos inscribimos en el paradigma de la evolución de las especies, es lógico pensar que música y lenguajes tienen orígenes e historias compartidas. Aprendimos a comunicarnos con el cuerpo, las ideas, las imágenes, la sonoridad y el movimiento construyendo formas de organización social y de diálogo, más allá del lenguaje formal, a partir de las cuales la dicotomía poder/resistencias se han expresado y adquirido formas concretas.

La música acompañó los encuentros pero también fue expresión de las singularidades de esos encuentros.  Cada pueblo construyó una sucesión de sonidos que los expresaban, les dotaban de identidad. El ritmo, la sonoridad, las claves musicales fueron adquiriendo sinuosidades singulares que convirtieron a las melodías en rostros de los pueblos. Esta identidad se convirtió en elemento subversivo y expresión de resistencias para el modo único de entender la cultura del capitalismo neoliberal globalizado del siglo XXI. La industria cultural “acompañó” este proceso, intentando construir una cultura única, que suprimiera  lo singular como anormalidad anti sistema.

Pero este movimiento no fue uniforme, sino expresaba la lucha de clases en los distintos momentos históricos. Por siglos la música osciló entre la elaboración para el gusto de unos pocos y el disfrute colectivo, eso si dentro de la rítmica que le daba identidad. En ese contexto emergieron expresiones como “baja” o “alta” cultura, que pretendían distinguir los gustos de clases sociales no solo distintas sino antagónicas.  Ello generó un discurso del ascenso social asociado a los “gustos” culturales, y en este caso de estudio, a los “gustos musicales”. Se podía ser de origen social proletario, pero  se “evidenciaba” deseos de ascender en la escala social, si por lo menos tenía simpatía por la música que disfrutaba la clase social en el poder. En lo opuesto, ser de la clase dominante y ser “atraído” por ritmos musicales populares era visto como debilidad, excentricidad o falta de compromiso con su clase social.

Visibilizar esta realidad no implicaba -ni implica-  una aceptación de la división de clases sociales en la producción, socialización y uso de lo musical, sino una necesaria distinción de los mecanismos y teleología de  su desarrollo, para poder entender la dominación cultural y las resistencias que en este contexto se generaron y emergen.

Cuando pueblos con orígenes territoriales y culturales diferenciados se encontraban, se producían fusiones, mezclas y hasta nuevos ritmos que expresaban la autentica multiculturalidad en construcción, independientemente que el encuentro fuera por sometimiento, alianza o movimientos migratorios.

Hasta la imposición del capitalismo neoliberal globalizado, las expresiones musicales eran tan múltiples como la diversidad de pueblos y culturas existentes en el planeta. Aunque el capitalismo siempre ha promovido la homogenización cultural,  el neoliberalismo con su mundialización cultural y globalización económica, ha significado una renovada ofensiva en este proceso de construcción de una sola cultura, la planetaria. Para el capitalismo, la diferencia es problemática y en consecuencia procura la homogenización cultural, para unificar patrones de consumo que posibiliten la producción en serie y a gran escala de mercancías.

El capitalismo eleva a una dimensión planetaria la cultura de masas. Para ello requirió de un especial desarrollo científico, tecnológico y comunicacional. La radio, la prensa, la televisión y ahora la internet, posibilitan esta ruta de homogenización cultural. Para lograr este propósito estratégico a sus fines, desarrollan un vasto complejo industrial cultural, el cual es poco analizado en el presente desde la educación, la formación docente y los sistemas escolares

La uniformidad epistémica que promueve el capitalismo para su teleología de dominación  -de una minoría (los ricos. los dueños del capital, la burguesía transnacional) sobre aquellos que no poseen medios de producción de mercancías (los trabajadores, los profesionales)-  demanda la eliminación de cualquier frontera entre lo público y lo privado.   La última frontera de lo “privado” es el cerebro y los pensamientos, por ello buena parte de la investigación científica del siglo XXI está referida al cerebro, a su comprensión como órgano de captación de mensajes y comunicación, más allá del habla, la visión y la expresión corporal.  La apropiación y control de los procesos de cognición humana para los fines subalternos del gran capital, ha revalorado la psicología, impulsado la neurociencia y avanzado en la despedagogización de los procesos educativos.  Precisamente la música entra en el abanico de los nuevos campos de trabajo para el desarrollo de una cognición humana que apunte a la homogenización cultural.

En este contexto de cultura de masas, la música juega un papel estelar.  La industria cultural tiene la tarea de garantizar que la cultura que se homogenice sea aquella que mantiene el orden de la producción global, que elimina resistencias y que moviliza adeptos para producir cambios o reingeniería de gobernabilidad, allí donde el sistema se ve amenazado. Por esa la música del siglo XXI no son solo notas y melodías, sino todo un performance comunicacional que promueve abierta o de manera disimulada, la reconfiguración de la ética, la estética y las relaciones sociales conforme lo requiere el modo de producción capitalista del presente.

Para ello la industria cultural se apropia de rítmicas que expresan las fusiones multiculturales por regiones, para lograr producir mercancías materiales e inmateriales para las cuales sonidos, letras, imágenes, bailes y confecciones de vestuarios, se integran para hilar una estética, ética y narrativa, la cual repetida una y otra vez, como gusto y necesidad inducida, refuerzan o construyen un fragmento de la verdad que forma parte del calidoscopio de la dominación. Esta nueva forma de ver el mundo, impulsado por la industria cultural, reconfigura las relaciones sociales, creando nuevos horizontes para entender las clases sociales, pero también para rutinas como el amor, la amistad, el sexo o el mundo laboral.

Rimas y claves musicales como producto de masas, que procuran generar empatía cognitiva y emocional que posibilite -en una temporalidad breve- desarrollar una narrativa que induzca a las mayorías a un modo de vida, donde felicidad, éxito y alegría esconden que el ser humano vive la tristeza, el despecho y la derrota como caminos posibles. Claro está que en el sentido de este trabajo,  las nociones de alegría, felicidad y éxito que se promueven a través de la industria cultural dominante, refuerzan la cultura inherente al mundo capitalista.  Estas son las canciones exitosas que se nos imponen, como gusto programado para modelar nuestra realidad ideal.

  1. Los videoclips como ritmo visual que estereotipa las conductas

Con el desarrollo del modelo de televisión por cable y satelital en la década de los ochenta del siglo XX se inicia la consolidación del videoclip como “música visual” que complementa las notas musicales y las melodías.  El videoclip no solo se torna en un importante elemento de hegemonía estética, sino también en un ariete de la socialización cultural del capitalismo neoliberal.

Por ejemplo, el canal MTV comienza a trasmitir en 1981 recorriendo ese camino de música para los ojos  -como puerta para el control de la cognición y los imaginarios culturales-   haciendo que ahora la humanidad, no solo escuche la letra y rítmica de una canción cientos y miles de veces, sino que la imagen estandarizada de esa música sea vista una y otra vez.  Son nuevas producciones, nuevas mercancías culturales que se difunden como letanía que “entra” por repetición, ya no sólo por el oído, sino por la visión. Los significados se  resemantizan al ser “vistos” con una ética, estética y entorno social distinto al que habíamos aprendido o, reforzando determinados formas de apropiación de la realidad, que crean “inéditos” imaginarios respecto a nuestro rol en el mundo.

El problema con este proceso, es que dados los limitados estudios al respecto desde el campo de las pedagogías, el capitalismo logró construir una percepción de los productos de la industria cultural como “espectáculo” inocuo para la distracción, el disfrute del tiempo libre y la recreación; no como mercancías para el consumo cognitivo.  Por ello, es que incluso en las escuelas se les dice a los niños “espero que este fin de semana vayan a cine a distraerse” pero casi nunca se analizan en clase estos films que ven nuestros niños y adolescentes; o los padres nos quedamos tranquilos si nuestros muchachos están en casa frente al televisor o escuchando música, como si se estuvieran distrayendo “sanamente” y no consumiendo mercancías culturales. La obesidad mental surge como un nuevo síndrome de la arterioesclerosis cognitiva que promueve el modelo ideológico cultural del capitalismo neoliberal del siglo XXI.  Es urgente retomar estudios para la compresión de la producción de mercancías que genera el complejo industrial cultural y su impacto en los sistemas escolares . Ello nos exigiría revisar la formación docente que se requiere para el ejercicio magisterial en las escuelas, liceos y universidades para poder develar este fenómeno que tiende a “naturalizarse”.

El experimento de MTV funcionó tan bien en el territorio y lenguaje de la capital imperial (EEUU),  que el gran capital de la industria cultural decidió abrir un capítulo de esta empresa en su patio trasero; en el año 2004 presenciamos el lanzamiento de MTV Latinoamérica.  Otros canales de este tipo como HTV (1995) y HTV Latinoamérica (1997) le habían seguido en la orientación inicial e incluso, “colonizado” primero el territorio extra imperial.  Una pléyade de canales musicales se lanzaron en las últimas tres décadas, como componente especializado del complejo industrial cultural, encargados de generar “música visual”.

Estos canales de “música para los ojos” entienden la llamada cultura underground como un insumo base para expandir el control de masas.  Mientras los sistemas escolares ignoran esta arista de la realidad, la industria cultural logra construir narrativas y discursos para el consumo masivo a partir de los contenidos que surgen de los márgenes, de lo emergente del neo folklor popular,  dotando a sus mercancías de algunas pinceladas de rebeldía, para ocultar que son producciones con lugar de enunciación desde el poder.  Este ocultamiento respecto a las mercancías culturales como recipientes de la lógica del capital, procura elevar su utilidad como instrumento para atrapar, engañar o desviar las resistencias, posibilitando la consolidación de la dominación que impulsa un deseo sin ser, un placer sin destino, un hacer sin libertad autodefinida.  Es una nueva dominación con rostro de rebeldía, con imagen underground de “libertad” que se convierte en moda viral.

Así como la industria cultural capitalista genera letras, ritmos y estética novedosas, las mercancías culturales requieren de unos “vendedores” actualizados, que no son otros que las llamadas “celebridades” artísticas. La mayoría son efímeras para evitar la construcción de liderazgos sociales que no puedan controlar. Otros son duraderos, aquellos que expresan en su vida y cotidianidad periodística, modos de demostrar el triunfo y el éxito en la cultura burguesa triunfante.   La triada ritmos y letras, música visual y celebridades se convierten en componentes de las melodías como mercancías culturales.

Por ello decimos, que basta con ver un videoclip, en función de programación “mute”,  sin recurrir a acabados procedimientos metodológicos o conceptuales, para entender claramente que lo que se está trasmitiendo es un contenido visual, con carga ideológica, que muchas veces no tiene nada que ver con las letras de las melodías que acompaña. Y si analizamos las  letras y ritmos, podemos valorar la direccionalidad y público al cual quieren impactar. Finalmente, los/as intérpretes, como celebridades que reflejan una estética, ética y moda, se convierten en modelos que trasmiten, mediante mensajes culturales, la ideología capitalista en cada coyuntura histórica.

La idea que impulsamos en este y otros trabajos afines, es el reaprender desde las practicas pedagógicas y el ejercicio de la profesión docente, a analizar las letras, ritmos e imágenes que vemos y escuchamos a diario, las cuales en realidad son mercancías que consumimos, producidas por la industria cultural capitalista.  Hagamos un vuelo rasante sobre una de ellas, como apertura a análisis en profundidad al respecto.

  1. Maluma, Wisin Ozuna, J Balvin, Daddy Yankee, entre otros

Señalaba Foucault que la biopolítica es el momento en el cual consideramos como natural nuestro papel en la dominación. Es el instante, cuando normalizamos nuestros roles dentro de un sistema de opresión/control en el cual la auténtica libertad es una anormalidad. Entendiendo libertad como el instante en el cual nuestra conciencia crítica, construida en la disputa entre dominación y liberación, nos incita a recorrer caminos no experimentados ni recomendados. Es en esa ruta de ir a la búsqueda de lo desconocido, de lo prohibido por los otros, cuando la libertad se realizar como expresión del ser que se construye de manera contingente, sin guiones establecidos.  Es el momento en el cual la emancipación misma es un obstáculo en la construcción de nuestra autentica libertad.

Por ello, entendemos a las estrellas que promocionan y construye la industria cultural como seres asumidos en la lógica de la biopolitica del poder.  En consecuencia, no los valoramos como seres que van contra la más noble ética humana, sino que los entendemos en el proceso de asumirse a sí mismos, dentro de los códigos, parámetros y expresiones  de la moral del amo.  Por ello, nuestros cuestionamientos no son a personas, sino a las mercancías que son ellos mismos, así como también a los procesos que convierte a las llamadas “celebridades” en vendedores de una ideología, la dominante.  Mercancías que objetivan y reconfiguran en cada momento histórico la dominación capitalista.

En consecuencia, artistas del “hot ranking 2017” como Maluma, Wisin Osuna, J Balvin, Daddy Yankee, Madonna, Lady Gaga, Luis Fonsi, Shakira, no los valoramos como autores, sino como productos en sí mismos de la industria cultural del siglo XXI.  Ya sea como intérpretes o como compositores, sus producciones son expresiones de un modo dominante de entender la sociedad, pero a la par son también constructores de imaginarios, ideas, conceptos que mantienen actualizado el software de la dominación. En nada se diferencian estos interpretes de la cultura dominante, de un vendedor de anillos o relojes de una tienda comercial, solo que su rol es mas publicitado y mejor pagado porque construyen conceptos de alegría, felicidad, tristeza, éxito, derrota,  triunfo y expectativa en el dominado.

En ese contexto ubicamos a algunas de las celebridades del Top musical de este tiempo.  Cantantes como Maluma (1994-     ) expresan las ideas más conservadoras con performance de avanzada, difundiendo letras misóginas, machistas, a la par que relatan el “secreto a voces” de millones de jóvenes quienes exploran nuevas formas de sexualidad, placer y relaciones de pareja.  Los valores conservadores del capitalismo se fusionan con las prácticas underground de las juventudes.

Por ello el éxito de melodías como  “Felices los 4” (2017)https://www.youtube.com/watch?v=t_jHrUE5IOk , o “escápate conmigo” (2017) de Wisin Ozuna (fdn/d)https://www.youtube.com/watch?v=3X9wEwulYhk , ó  “Si Tu Novio Te Deja Sola” (2016) de J Balvin (1985-    )   https://www.youtube.com/watch?v=Km4BayZykwE  o, los conflictos de pareja del presente con letras como “El amante” de Nicky Jam (fdn/d) https://www.youtube.com/watch?v=YG2p6XBuSKA ó Niki Milanj (fdn/d) con “Anaconda” (2014).

Como señalamos, estas celebridades son en sí mismas mercancías de la industria cultural, que a partir del estímulo a la híper sexualidad construyen narrativas, estética e imaginarios sociales que le resultan útiles al capitalismo del siglo XXI, en su propósito de promocionar el individualismo, el consumo compulsivo incluso del cuerpo, y la idea -para quienes no pueden acceder a un puesto laboral-  que el trabajo es una maldición y la diversión es el verdadero motivo de vivir, haciendo lo que sea necesario para obtener recursos que posibiliten poder comprar mercancías.

  1. El Reggaetón como construcción latinoamericana y caribeña. Prohibir o resemantizar

El Reggaetón se parece a la imagen con la cual se nos suele definir a quienes estamos en la teoría crítica.  “O te aman o te odian, no hay término medio“.  Por ello, mientras unos lo defienden otros quieren incluso prohibir su difusión en medios de comunicación. Esto no es fortuito, sino que se debe a “nuestra”  herencia ideológica que genera opiniones modeladas por prejuicios de “alta cultura” respecto a los ritmos musicales que le dieron origen.

El Reggaetón tiene sus orígenes en fusiones de Reggae jamaiquino, hip hop panameño y una dosis de percusión salsera puertorriqueña.  Es decir, el Reggaetón es el resultado de fusiones de ritmos que expresaban procesos migratorios en el triangulo caribeño, centroamericano y puertorriqueño (este último como territorio colonial del imperio).

En ese sentido, el Reggaetón es fundamentalmente un ritmo pegajoso cuya ruta de inserción social tiene como lugar de enunciación sectores pobres, marginados y desplazados en Latinoamérica y el Caribe, como parte de una realidad que viven los explotados en la región.  La rítmica del Reggaetón posibilita la divulgación de contenidos, ya que su sonoridad empalma con los gustos de rítmica y baile de los caribeños y latinoamericanos.  Por ello, rápidamente se populariza en diversos países, incluso en aquellos que reivindican tener marcadas diferencias culturales y lingüísticas, respecto a sus hermanos de la región. Un elemento central en la apropiación de esta fusión por parte del complejo industrial cultural, consiste en el sustantivo hecho que antropológicamente hablando, sus notas invocan el “Ethos” de resistencias ante la cultura dominante de los poderosos, al ser los ritmos de origen expresiones de identidad y oposición a las formas de ver el mundo, por parte de los opresores.

Desde una mirada de “alta cultura”, que ni distingue ni valora el capital cultural de los dominados, invisibilizando las expresiones de resistencias a  la ideología dominante que surgen entre los sectores populares, se suele acusar al Reggaetón de tener letras atrasadas y contrarias a derechos fundamentales de género, sexo diversidad, entre otras.  Teniendo una base de certeza esta afirmación, lo que pierde de vista esta “perspectiva de análisis”, es que la letra misma de muchas de estas canciones, ya desde los orígenes de cada una de las fuentes del género musical, expresan la realidad de vida de los marginados,  develando expresiones concretas de la hegemonía cultural propia de la dominación capitalista que afecta a amplios sectores de la población.

Por ello, buena parte de su narrativa musical es la propia de los sectores desclasados o inmigrantes que hacen de supuestas “novedades” discursivas,  mediadas por la ideología del capital, una identidad. Pero en los ritmos musicales originales también encontramos narrativas de resistencias.  con letras que expresan diversos grados de conciencia respecto a cómo se sitúan nuestros pueblos en la lucha de clases en cada momento histórico. Por ello decimos que cuestionables narrativas de machismo, violencia, lógicas de sobrevivencia en muchas letras presentes en los ritmos de origen y que se prolongan en el Reggaetón, no logran opacar la presencia de hermosas y numerosas piezas de poesía alternativa, que si reflejan esas otras resistencias anticapitalistas en construcción.

Por ello, me sitúo entre quienes defienden la presencia del Reggaetón como expresión musical que refleja un momento de la lucha de clases en el continente, pero también lo considero una oportunidad para develar su manipulación por parte de la industria cultural capitalista, para convertirlo en mercancía a consumir por la cultura de masas dominante.

Lo anterior no impide que señale, sin ningún tipo de preocupación académica, que cada vez que escucho la rítmica del Reggaetón  -como caribeño y latinoamericano  que soy-  me siento invitado a bailar.  Mi esfuerzo por problematizar sus narrativas y presentación como mercancía capitalista, desde una perspectiva de resistencia anticapitalista, no limita para nada que como caribeño mis caderas, pies, brazos y ritmo corporal quieran sumarse al deseo colectivo de hacer de la fiesta, un espacio de resistencia a la moral del amo.

  1. Despacito: como caramelo visual

Veamos por ejemplo que nos quiere decir el videoclip, de una de las canciones del Reggaetón más populares en Latinoamérica, durante el primer semestre de 2017:Despacito, en su versión cantada entre Luis Fonsi (1978-    ) y Daddy Yankee (1977-  ).   Les invito a que me acompañen a escuchar con los ojos, durante los tres primeros minutos de un video que tiene una duración de 4 minutos cuarenta segundos.

Las imágenes del videoclip oficial de “despacito” (https://www.youtube.com/watch?v=kJQP7kiw5Fk ) se suceden una a la otra, con tal velocidad, que de manera consciente nos cuesta entender la lógica narrativa que subyace detrás de aparentes “simples secuencias” de planos fotográficos. Les invito a que ustedes, al finalizar la lectura de esta parte del artículo, lo complementen con sus interpretaciones y análisis, para generar una mirada compartida. más completa e incluyente.

Lectura de 88 planos del videoclip oficial de la canción

  1. Aparece el mar (imagen): el mar para los caribeños tiene una connotación de sensualidad, de libertad, de disfrute, de búsqueda del amor. Es decir, de entrada el videoclip nos dispara conexiones, sinapsis con ideas de felicidad, placer y recreación. 
  1. Un niño entra corriendo a agarrar unos gansos (Imagen):aquí se procura romper prejuicios de vulgaridad. La “inocencia” representada por el niño, es usada como ruptura con la noción de “vulgaridad” para disminuir resistencias y generar mayor empatía.  Este es un tema que “hasta los niños lo saben y lo entienden” pareciera decir esta imagen. Pero a su vez,  es el inicio de un nuevo esfuerzo del gran capital para la normalización de esta visión del mundo y la sexualidad en los más chicos.  Es la construcción de deseo inducido en la cultura de masas.

 

  1. Una virgen en la entrada de un callejón en cuyo fondo se divisa una dama que viene caminando (imagen) Se procura aclarar que el videoclip es respetuoso de las tradiciones, pareciera decir “exploramos pero no negamos lo que ustedes nos enseñaron. No se preocupen seguiré siendo cristiano pero esta es la realidad de la fe en el presente“.

 

  1. Aparece el cantante (Luis Fonsi) con sonrisa y un tatuaje en su brazo izquierdo (imagen).  El cuerpo como expresión y actor en permanente construcción del arte. La estética del cuerpo como lugar de enunciación de “novedosos” conceptos visuales de lo bello y lo feo. El tatuaje como identidad de las nuevas generaciones. Yo soy uno de los tuyos, pareciera decir en esta pose el cantante. Se reafirma la idea, respecto a la cual el deseo emerge en la estética de la piel como lienzo, más allá de los viejos conceptos de flagelación.  Esto que aparece pincelado en mi piel es una muestra de quien soy, de mi ser interiorcomo lo son los tuyos.  Es la generación de empatía más allá de un “rostro bonito“.

 

  1. La playa como paisaje de fondo (imagen). es la reafirmación de la búsqueda, del cambio, de esa otra mirada del mundo que me trae cada ola.

 

  1. Una morena caminando en la playa (imagen): la negritud -aunque presentada como mestizaje con una morena de rasgos blancos- representa el deseo y los placeres insaciables propios del estereotipo sexual de la negra/negro,  entrando ya en el tema central del videoclip. Aunque aún no lo hace como cuerpo pleno de deseo, la morena se convierte en anatomía, síntesis “multicultural”, de un imaginario caribeño de sensualidad. Se refuerza el modelo de “belleza” anoréxica con swing latino  Es la “caminadora” que mueve los sentidos de quienes la ven.  Es lo femenino como lugar de enunciación de la provocación del placer, no del placer en sí mismo.  Es el deseo que se provoca con el movimiento. Es el reforzamiento de lo femenino como objeto sexual, pero que también quiere ser reconocida -la mujer- como ser sexuado a realizarse en el goce del cuerpo.

 

  1. Poca ropa de la modelo, pelo rizado que se lo recoge al caminar (imagen): Mientras el varón se recoge la manga para empezar la faena, la mujer lo hace recogiéndose el cabello. Es la “caminadora” que esta “activa”.

 

  1. Un barrio humilde/clase media cerca de la playa (imagen):En la lógica de la cultura de masas, este videoclip tiene como target de trabajo las mayorías. En Latinoamérica y el Caribe esas mayorías viven, habitan en barrios populares, que tienen una “lógica comunitaria” de convivencia, expresada en las celebraciones compartidas, en la calle como espacio de encuentro y la casa como prolongación de la vereda. Aquí se procura conectar la canción con lo cotidiano, como si el lugar de enunciación de la misma fuera donde tu vives.

 

  1. el grafiti como arte urbano que pinta de colores los muros que bordean la playa (imagen): lo popular, las expresiones de arte popular de las nuevas generaciones como forma de conexión visual con esos otros segmentos de “chamas/os” que escucharán la canción y para oír con los ojos.

 

  1. La chica recostada sobre la pared mientras sabanas multicolores se baten con el viento del mar (imagen): El calor y el viento son complementos en el Caribe. Son la representación de lo masculino y lo femenino en interacción. Este encuentro se produce frente al lugar de los cambios permanentes, de las aperturas y cierres: el mar. Si a ello le añadimos el movimiento sinuoso de las sábanas multicolor es el emerger de la sensualidad. Lo multicolor remite a la construcción de puentes de conexión con todas y todos, independientemente del color que da identidad a cada uno de quienes lo ven. Ello es complementado con la imagen femenina en reposo, que se convierte en la representación de “la disposición” de lo femenino a la espera de la “propuesta” de lo masculino, en el imaginario patriarcal hegemónico.

 

  1. el cantante (Fonsi) en la playa, con casas al fondo en su mayoría pintadas de azul y otras de un ocre suave (imagen):El uso de estos colores y tonos de fondo equilibra el cambio con el orden. Hace de lo nuevo una adaptación, no una ruptura. Aún cuando los colores y las casas de fondo se presenten con cierto desenfoque, ello no implica ruptura sino posibilidad de encuentro, si se reconocen los unos a los otros (los más jóvenes y los mayores).

 

  1. La fuerza de las olas como preámbulo a la imagen de la chica moviéndose con un fondo de sabanas multicolores (imagen):Movimientos seductores y mar picado, construyen una imagen de sensualidad en desarrollo.

 

  1. la mano de la chica recorriendo sensualmente la madera de la entrada de una casa de playa (imagen): es la caricia que emerge junto a la sensualidad. Es preludio amoroso en construcción. Es la madera como representación fálica del placer, que debe ser despertado.

 

  1. la chica camina sensualmente por una playa sola, entre un mar picado, grafitis y escombros (imagen): De la sensualidad comienza a hacerse la transición al erotismo del cuerpo femenino en movimiento. Es la mujer como objeto del deseo. Mujer sola que invita a que quien la acompañe seas tú. El mar sigue siendo la representación del cambio, de lo que va y viene, en este caso con fuerza. El contraste entre grafitis y escombro aparecen como la representación de lo nuevo frente al pasado. Ahí están las dos opciones, hacer lo que hicieron las generaciones precedentes o atreverse a empalmar con tus contemporáneos. Ambos tienen dos visiones diferentes sobre el “Ethos” erótico representado en este caso por la mujer como objetivación del deseo.

 

  1. la chica con una blusa ajustada y que deja ver parte de sus “atributos”, se toca delicadamente el cabello (imagen): Es una representación que fusiona sensualidad, erotismo y ternura. Es la imagen edípica en movimiento sobre la cual se construye la noción de placer, deseo y goce.  Se disparan y desactivan los inhibidores de la sexualidad como materialización posible de la fusión que representa.

 

  1. un niño en bicicleta que pasa a un lado,  le permite a la chica darse una vuelta para mostrar su cuerpo (imagen): la fusión de sensualidad, erotismo y ternura no se desconecta de la inocencia como atractivo del encuentro, tan propia del relato machista. Pero es también la exhibición del cuerpo femenino como objeto del deseo masculino.

 

  1. aparecen los dos cantantes en una calle, con gente de color y mujeres de fondo (imagen): Es lo cotidiano, es tu inserción en el discurso visual, es el momento en el cual tú te sientes actor de esa realidad en construcción. El color de la piel es asociado a mayorías, a sentir colectivo. Es decir, tus emociones no son singulares sino forman parte de un movimiento colectivo que toca tu realidad.  Lo femenino sigue siendo el disparador del deseo, es la Afrodita, la Eva de la tentación moderna.

 

  1. la chica en movimiento sensual, con un short corto, abre sus brazos para el encuentro con un niño (imagen): El uso de los colores, sus combinaciones disparan conceptos, ideas, sensaciones, emociones. La combinación de azul y morado claro sobre la piel “en tentación” procuran equilibrar orden y caos, pasión y “decencia”.  Los tonos de azul y verde como marco de la “inocencia” (niño) remiten al orden y la vida como propósito final de la pasión.  Es necesario destacar la idea de la inocencia representada por un niño, por lo masculino emergiendo que es tocado como pre-iniciación  por la tentación.

 

  1. inocencia y sensualidad se fusionan en un beso en la frente que le da la chica al niño (imagen): Es la primera aproximación de lo femenino con lo masculino, que coloca a la mujer como provocación en movimiento, y el deseo masculino aún no despierto.

 

  1. los cantantes reaparecen. En la calle un “tonel” emanando humo evidencia la presencia de fuego interno, mientras al fondo una chica baila sensualmente de espalda, mientras otra flexionando sus piernas recibe el asedio de un caballero en su espalda. (imagen):  Niños a la izquierda y derecha mantienen la mezcla de sensualidad e inocencia. Fuego, humo, cuerpos femeninos en movimiento y masculinos casi en observación. Para que el deseo se pueda realizar plenamente la mujer debe mostrar sus “cualidades” y “potencialidades”.  El susurro al oído desde la espalda de la chica, puede ser interpretado como la irrupción de lo “obsceno” masculino o el desarrollo de una petición androcéntrica respecto a cómo poder expresar mejor el “erotismo femenino”.

 

  1. Uno de los cantantes (Daddy)señala con el dedo índice(imagen): como diciendo “esto es contigo”, “vive esto”

 

  1. La chica vestida de morado y azul sonríe mientras al fondo el niño se aleja corriendo (imagen): la “inocencia” corre en dirección opuesta al placer

 

  1. Los cantantes en la calle, y en el fondo, en medio de ellos y de perfil, baila una mujer negra (imagen): es la reproducción del mito del sexo insaciable de la negritud como disparador de la sexualidad y el deseo. Es una imagen que confirma la intención de la melodía de presentar el orgasmo femenino como un desafío y teleología de toda aproximación que sea  despacito.

 

  1. Nuevamente aparece el cantante en primer plano, mientras al fondo las chicas toman la iniciativa del baile sensual. Se multiplican las aproximaciones corporales para ambos sexos, teniendo como destino los lugares del cuerpo  emancipados para el placer (imagen): poco a poco se desarrolla la transición del discurso visual de la sensualidad al erotismo.

 

  1. Nuevamente el niño se sigue alejando corriendo (imagen): A partir de este momento, los niños como representación de la “inocencia” procuran “suavizar” el creciente erotismo del videoclip. La protección de lo infantil como camino para introducir un discurso visual marcadamente adulto.  

 

  1. Aparecen en la misma calle los dos cantantes, mientras al fondo una mujer blanca y otra de piel negra bailan (imagen):la sensualidad como cuestión universal, más allá del color de piel. Es decir, esto es con y para todas/os.

 

  1. Reaparecen los dos cantantes en la calle mientras se multiplican la cantidad de cuerpos que en el fondo bailan la melodía (imagen): se hacen más colectivos el placer, el goce y el deseo.  Es una evocación a lo Dionisiaco, al mundo de Baco sobre el placer.

 

  1. Aparecen en el escenario cuatro adultos mayores, de color, con canas en el pelo y los bigotes, alegres, jugando una partida de dominó mientras al fondo una mujer se hacen cargo de la comida y a un niño pequeño le cortan el cabello(imagen): Lo cotidiano como construcción de identidad, de vinculo con el discurso visual que narra esos otros encuentros aún no totalmente aceptados.

 

  1. Aparece un anciano dialogando con un joven de color.  Su brazo sobre el reproductor y sobre su pecho varias cruces(imagen): La música como espacio de encuentro intergeneracional. La fe no es presentada como obstáculo para el “ritual cultural” que desarrolla la melodía.

 

  1. Vuelve a aparecer la chica frente al mar, de perfil, en posición de estar esperando (imagen): Lo femenino dispuesto y a la espera de la propuesta de lo masculino.

 

  1. Reaparece uno de los cantantes (Fonsi) quien hace un gesto sensual con su brazo derecho (imagen): Para que no quede dudas de lo que se está comunicando, el cantante hace un movimiento con el brazo derecho,  que en “lenguaje popular” es el gesto de “a coger“.

 

  1. Reaparecen los dos cantantes en la calle, con un fondo de parejas felices bailando en medio del humo que bordea sus cuerpos (imagen): Es el vapor del fuego que comienza a rodear los cuerpos. Es la continuación de la transición entre sensualidad y erotismo.  Es lo privado que ya no puede ocultarse al público. Es el ser social reconociéndose a sí mismo.

 

  1. reaparecen los viejos jugando dominó, mientras en el fondo los jóvenes se divierten bailando la música (imagen): “Cada quien disfruta u goza según su edad, No sean envidiosos dejen que los jóvenes disfruten a su manera“, pareciera decir esta fotografía.

 

  1. Aparecen en primer plano dos chicas (una blanca y una negra) bailando, mientras sus parejas permanecen muy pegadas a su espalda.  Otra pareja parece conversar la transición entre bailar o caminar (imagen): el ritmo musical, la melodía comienza a calzar abiertamente con la letra explícita.

 

  1. El foco ahora son dos parejas bailando. La del encuadre izquierdo se mueve mientras coloca su mano abierta sobre el muslo del chico haciendo una especie de arrime corporal; en la otra pareja, el hombre hace un reconocimiento visual por detrás de la pareja y ella se muestra coqueta (imagen): Es el preludio del encuentro de pieles al ritmo de la melodía, procurando que los cuerpos adquieran un solo compás de movimientos, firmes pero de transición despacita.

 

  1. el niño a quien le cortan el pelo reaparece, mientras mira a los jóvenes bailar (imagen): En muchos sectores populares el corte por completo del cabello marca la transición entre la niñez y la adolescencia, es decir, es la habilitación de la “inocencia” para entrar abiertamente en el torrente del deseo, placer y goce. Es el niño que es y mira a quien pronto será. Así los más chicos asumen la melodía como propia de su presente y futuro social.

 

  1. Reaparece el cantante en la calle (Daddy) mientras al fondo la chica negra baila muy pegada subiéndole la franela a su pareja (imagen): nuevamente se alimenta el mito de la negritud como sexualidad plena. En ese sentido es a la par construcción de imaginario de “trabajador/a sexual, que así como se relaciona laboriosamente con la tierra lo hace en su sexualidad (lo negro como subalterno, hábil para aquello que no requiere muchas ideas y pensamientos); pero también una idea de sexualidad construida desde la negritud que opera como discurso de resistencia a la dominación, al señalar que por muy amo que sea el blanco, el negro es superior a él en materia de sexualidad.  Es también la bestialización del negro por parte del poder, hecho que se vincula al sexo como instinto animal y no como construcción humana amorosa. Esta contradicción y dualidad interpretativa emerge permanentemente en la dicotomía latinoamericana y caribeña entre dominación/resistencias, opresión/liberación, amo/esclavo cimarrón ser humano/bestia, que intenta ser domesticado para los fines de la industria cultural.

 

  1. Los dos cantantes en el centro de la imagen junto a tres niños sentados en la acera, mientras cuatro parejas con distintos colores de piel bailan al unísono, manteniendo sus cinturas muy pegadas. (imagen): Es el discurso visual de la canalización del deseo enfatizando en los jóvenes y niños. La presencia de los mayores se convierte en aceptación pasiva.

 

  1. La chica (modelo central) reaparece frente a un callejón, recostada a una pared sonriendo, mientras en primer plano reaparecen las parejas bailando (imagen): El discurso de “amigos con derechos”, “peor es nada”, “resuelve”, entre otras expresiones es alimentado por estas imágenes de transición entre la sensualidad, el erotismo y el goce del cuerpo, utilizando como pretexto la fiesta, la música, el baile.

 

  1. en primer plano las pelvis de las parejas en baile se juntan, en una transición rítmica sensual, que despierta la imaginación de lo que sería con menos ropa (imagen):  Es la explosión de sexualidad que lleva implícito el mensaje de aspiración del goce compartido,  que pasa porque el encuentro sea firme pero despacio. Es también una apertura a mostrar el sexo salvaje masculino y  el supuesto deseo de lo violento por la mujer dominada.

 

  1. Aparece el cantante con el mar rebotando contra las rocas a la espalda del cantante (Luis Fonsi) (imagen): es la invitación a acelerar el cambio

 

  1. Aparece nuevamente la chica a la entrada del callejón, sonriendo de manera sensual, mientras en las escaleras del pasillo oscuro una gallina picotea el musgo. (imagen): Es la invocación al placer sin restricciones, es el goce machista propio de la sexualidad “oscura”, de la sexualidad “sucia” sin limitaciones, que ocurre en el callejón de este o aquel pueblo, donde el amor es una mercancía a precio del mercado. Pero esta también una asociación misógina y patriarcal, que coloca en un mismo plano a la mujer con la gallina, evocando que esta última siempre está dispuesta para el gallo. Pero en este caso, también se cuestiona la brevedad del encuentro entre el gallo y la gallina, porque lo que se pide a gritos es que el encuentro sea ….despacito.

 

  1. Nuevamente aparecen los dos cantantes vestidos de negro, en el centro de la calle, mientras detrás de ellos y a los lados, cinco parejas bailan al ritmo despacito (imagen): Es la multiplicación del deseo, es reconocerse como parte de un movimiento que quiere desear y sentir placer hoy, sin la carga cognitiva de pensar el mañana. Vestidos de negro con ése fondo multicolor, también puede interpretarse como un hecho dado que las “celebridades” son “los dueños del circo”;  “esta fiesta se da porque nosotros queremos que se dé“. Es la lógica de los mensajes de los “pranes” de los “capos” de los “señores del capital delincuencial”, tan popular en muchos sectores populares. Lo negro como centralidad del poder asociada al goce y el deseo libres,  como representaciones de las posibilidades del placer al margen de la ley.  Es ese meta mensaje de la delincuencia como opción para obtener y consumir las mercancías disponibles, claro está es esa delincuencia que es funcional al sistema y no expresa resistencia alguna al orden dominante.

 

  1. Aparecen los bailarines en el centro de la calle, mientras todos danzan alrededor de la mulata de short corto(imagen): Nuevamente, es el reforzamiento del ideal de sexualidad, la negritud como identidad caribeña de la potencia sexual.  Un meta mensaje se consolida, el hombre no se debe “apurar”  porque la mujer es fuerte y prologa el momento del éxtasis de su placer.

 

  1. Aparece nuevamente el cantante (Fonsi) frente al mar(imagen): se reafirma el cambio, la novedad, como invocación e invitación a que seas parte de esta ola.

 

  1. La chica camina por el callejón que la llevará hasta donde está el santuario de la virgen con camándula (imagen): La joven y la “virgen” se juntan en el enfoque de cámara, colocando a la chica como trofeo para el imaginario masculino de la virginidad.

 

  1. Los cantantes aparecen en la mesa jugando dominó con los ancianos sonrientes (imagen): Se puede estar en dos mundos, el nuestro del placer centrado en el cuerpo y el de los mayores que se basa en el encuentro y la diversión a través de juegos de mesa y consumo de alcohol. Es el reforzamiento de lo lúdico masculino, el dominó como un juego de hombres en la cultura popular.

 

  1. El cantante reaparece frente al mar o con el mar detrás de él(imagen): Pareciera reafirmar una y otra vez, déjate llevar por esta ola y disfruta.

 

  1. La chica emerge del callejón, separando de su rostro la ropa que cuelga en la entrada, colocada allí (imagen):Nuevamente es la combinación de calor y viento caribeño el que permite que las ropas mojadas que nos quitamos se sequen rápidamente al sol. No hay “daño” permanente, el clima tropical borra rápidamente cualquier huella. Ella no tiene problemas con tocar la ropa húmeda colgando porque sabe que en un momento será cosa del pasado.

 

  1.  Reaparecen los cantantes en otra calle más estrecha.  Dos de las bailarines en compañías de sus parejas están, la una sentada sobre el capó del carro y la otra apoyándose en él. El capó del carro y sus alrededores, que pueden ser vistos detrás de los cantantes, comienzan a ser escenarios del baile(imagen): Para esta explosión de sensualidad cualquier territorio es bueno.  Además el carro como una típica demostración de virilidad y potencia.  Detenido es  lo opuesto a velocidad y la representación del anhelo a alcanzar el ritmo adecuado para que “despacito” se pueda alcanzar el máximo placer orgásmico.

 

  1. Reaparece el anciano de las cruces sobre la camisa, ya no hablando con el joven moreno sino sumándose rítmicamente con el cuerpo a la melodía que sale del reproductor (imagen): Es una especie de pregunta al unísono que señala ¿vas a esperar ser viejo para vivir? ¿para disfrutar?

 

  1. Ahora son los mayores, los jóvenes y las señoras quienes acompañan con las palmas el baile de la joven que ha sido el centro del video (imagen): es el momento de la legitimación del cambio, de la aceptación lugareña de una nueva forma de ser, sentir, amar y gozar.

 

  1. Aparecen los cantantes en el centro de la calle mientras las parejas bailan en el encuentro de cuerpos y pieles (imagen):No olvidemos que todo comienza con saber bailar y llevar el ritmo. El baile como preámbulo del encuentro de pieles. Si sabes llevar el ritmo en el baile lo sabrás hacer en la cama.

 

  1. El “pipote” en la calle continua botando humo como indicador que en su interior flamea el fuego (imagen): La “cosa esta prendida”, pareciera decir esta imagen, aludiendo al inicio del ritual de encuentro a través del baile.

 

  1. Los cantantes aparecen nuevamente con los mayores, junto a la mesa de dominó. Los más jóvenes bailan alrededor y sobre el carro estacionado en una estrecha calle. (imagen): Ya todo el mundo lo acepta sin escandalizarse. Ya no somos anormales.

 

  1. La chica vuelve a ser el centro del video, sonriendo, bailando de manera segura y sensual (imagen): nuevamente es la mujer como objetivación del deseo masculino.

 

  1. El baile continua en la calle con las cinco parejas (imagen):es el placer aún no conquistado, pero mostrado como desafío.

 

  1. La modelo central se acerca a la mesa donde -ahora- juegan los cantantes contra dos adultos mayores (imagen): es asumir que hay variadas formas de entender el amor y el deseo, que son tan importantes tanto una como las otras, en el marco de este proceso de homogenización. En consecuencia, lo que hay que atreverse es apostar duro a favor de lo novedoso, en este caso lo que refleja -en materia de sexualidad- los valores del capitalismo neoliberal del siglo XXI.

 

  1. la chica le quita el sombrero a uno de los jugadores mayores, moviendo suave y de manera melodiosa su cuerpo  (imagen):La representación del deseo, el placer y el goce se acerca a los mayores, es decir es posible ese encuentro intergeneracional, para que los mayores se liberen de sus “tabúes”. El encuentro y fusión de moralidades es visto como tabúes que se derriban.

 

  1. Pasan a un cantante (Daddy) sonriendo y luego, el otro (Fonsi), hace un ademán con los dos brazos como señalando “ya está listo” (imagen): Es el momento de pensar en la posibilidad de construcción de hegemonía discursiva, ya lo “viejo” no se resiste a lo “nuevo”.

 

  1. La chica sonríe en una esquina de la mesa de dominó mientras la partida continua y al fondo siguen bailando las parejas jóvenes (imagen): El concepto y narrativa de placer se abre paso con pocas resistencias.

 

  1. El jugador a quien la chica le quito el sombrero hace un ademán con su brazo derecho como diciendo “lo tengo”, “lo logre” (imagen): El dominó expresa el terreno de lo inesperado, la suerte, la apuesta en el arte amatorio. El que gana se lleva lo mejor de la partida. Por ello, atreve a apostar, pareciera decir este cuadro.

 

  1. la chica le besa en la frente con cariño (imagen): Es el agradecimiento por la aceptación de la nueva moral, de los nuevos rituales de construcción societal en materia de sexualidad.

 

  1. Aparece un jugador y un cantante (Daddy) con un gesto de alegría y satisfacción en los rostros (imagen): es la satisfacción del inicio de un nuevo ciclo del encuentro humano. Es bueno porque te hace feliz.  Es la felicidad como seudo concreción de logro en la cultura del capitalismo hedonista del siglo XXI.

 

  1. Aparece el otro cantante nuevamente con el mar picado a la espalda (imagen): el cambio no se detiene, súmate a la ola del presente.

 

  1. La chica con el sombrero en la cabeza baila seductoramente, con movimientos de la pelvis, mientras otro de los jugadores de edad mayor con sus expresiones corporales y en el rostro la animan a continuar (imagen): nuevamente se trata de buscar puntos de encuentro intergeneracional en la narrativa y el discurso visual de esta melodía.

 

  1. Aparece uno de los cantantes (Fonsi) sonriendo, sentado en la mesa y animando con las palmas de la mano (imagen): El pasado desaparece como categoría visual y se fusiona con el presente.  Lo importante es lo que hagamos hoy, más allá de lo que dicta el continuo histórico, respecto a lo “bueno” o lo “malo”.

 

  1. Ahora el mismo cantante (Fonsi) aparece nuevamente en la playa, de espalda al mar picado (imagen): el cambio es inevitable, súmate a la ola.

 

  1. La chica, con el sombrero caído a la altura de los ojos le sonríe a uno de los señores mayores (imagen): la felicidad de la libertad sexual es para todos y todas, independientemente de la edad.

 

  1. Aparecen los cantantes en la calle con el auto estacionado y detrás en el vehículo, las escaleras y la calle todos se contagian del ritmo especialmente con movimientos de cintura (imagen): Es el momento en el cual se trabaja en el “inconsciente colectivo” la explosión de sexualidades, placeres, goces y deseos. Todos, todas y en cualquier lugar, visto como escenario para el encuentro efímero pero placentero, para el momento sin historia, para vivir hoy y olvidar mañana.

 

  1. el erotismo del baile de los jóvenes se extiende. En una barda los más chicos observan y siguen el ritmo (imagen): Es la imagen de la apertura, de la evolución de la inocencia a la experiencia para construir conciencia. Es la pre adolescencia que observa su mañana, donde serán protagonistas centrales, por ello hoy tienen que saber qué hacer en su momento.

 

  1. Cuatro chicos, una joven y una señora sonríen mientras siguen en el ritmo desde unas graderías de cemento que comunican con otra calle (imagen): Es el ritmo como dinámica unificadora de distintas generaciones, en el camino de la felicidad a través del placer del cuerpo.

 

  1. Una pareja de jóvenes bailan sobre el capó del carro y frente a él, mientras los más chicos los observan (imagen): Es el modelamiento intergeneracional. Es la imagen del hermano mayor, del vecino o el amigo con unos pocos años mayores que muestran a los chicos lo que hay que saber y hacer para disfrutar y ser “felices”.

 

  1. Luego de calentar la calle, el video migra a un “antro” como locación. (imagen): La luz del día como espacio abierto para la apertura de una melodía de más larga duración, que en un segundo momento, en un lugar más privado, con ambiente nocturno, llega al climax de su realización, en este caso en el “antro”.

 

  1. La modelo central con un vestido ceñido al cuerpo hace una rítmica y sensual entrada al lugar (imagen): Es la sensualidad en cualquier ropaje. El placer, la sensualidad, el deseo, el goce son como camaleones que independientemente que cambien de ropaje y territorio continúan expresando la necesidad de lograr el encuentro de pieles como meta, como logro, como razón final de la diversión.

 

  1. Los mayores y los más jóvenes están ahora en el antro en un ambiente nocturno   (imagen): El disfrute no es solo en el espacio cotidiano, sino en cualquier lugar. Los lugares con menos inhibidores del goce en libertad aparecen en la narrativa discursiva en presentación de “antro”. No se trata de hacerlo solo de día, sino que la iluminación tenue, con imitaciones de velas y luces de baja tonalidad, convierten a la noche en la ruta para construir el climax del encuentro.

 

  1. el cantante (Daddy) con la mano derecha hace la imagen de una pistola, como expresión “vamos a matar” en sentido figurado o doble sentido (imagen): En lenguaje popular “matar” es sinónimo de encuentro sexual. Se trata de desahogar el placer, eso sí despacito para que todos y todas puedan disfrutar.

 

  1. La chica entra nuevamente al lugar donde están tomando en el “antro” la cámara la enfoca de espalda mientras se contornea de manera sensual (imagen): el goce no es sólo en el punto “G”, el placer aparece localizado en toda la geografía del cuerpo.

 

  1. La morena de perfil mueve sus caderas al lado del cantante (Daddy) (imagen): La rítmica más firme y en aproximación de “posiciones sexuales” continúa trabajando el imaginario de negritud como máxima expresión de “fortaleza” en lo sexual.

 

  1. El cantante (Daddy() con las dos manos invita a incorporarse a la fiesta (imagen): Ya no es cosa de los actores que aparecen en el video, es el momento en el cuál tu que miras el videoclip te conviertes en actor del placer desencadenado.

 

  1. “los tiros van para todos lados pareciera decir el cantante (Daddy) con el movimiento de sus manos (imagen): por eso todos vamos a “matar”

 

  1. Sobre la barra una pareja baila con el énfasis en las caderas que se encuentran y desencuentran (imagen): el discurso visual entra en un proceso de repetición de intencionalidad, con distintas imágenes que reafirman la narrativa que han venido construyendo

 

  1. Entra el otro cantante (Fonsi) atrayendo la mirada de la modelo blanca (imagen): es el climax de la narrativa visual en la cual el “trofeo femenino” comienza a ser logrado por el cantante blanco.

 

  1. el cantante en el centro del “antro” mientras las y los jóvenes bailan con un movimiento de caderas y cintura hacia adelante (imagen): imágenes distintas reafirman la narrativa.

 

  1. La bailarina negra acaricia suavemente sus piernas mientras baila (imagen): se sigue reafirmando el discurso visual, de los tomas analizadas antes.

 

  1. El cantante (Fonsi) baila con una de las chicas, haciendo chocar suavemente sus pelvis varias veces mientras el torso se inclina hacia atrás  (imagen): Aquí el cantante reafirma corporalmente, que el encuentro debe ser firme pero despacio

 

  1. Los dos cantantes retoman el centro de la pista mientras detrás se confunden bailarines(as) y músicos de percusión(imagen): escogimos esta imagen como cierre del análisis porque en la cúspide del desarrollo de la narrativa visual, los dos cantantes aparecen juntos, rodeados de cuerpos en movimiento, como una ratificación de sus roles de celebridades que facilitan una construcción narrativa.
  1. Los restantes segundos son sensualmente mucho más explícitos. (imagen):  pero a partir de este momento les invito a ver el resto del videoclip, registrar las imágenes y completar el análisis.
  1. La letra de “despacito” y crisis de diálogo inter generacional

Despacito en su letra no solo se atreve a conectarse con los imaginarios de placer, goce y diversión de las nuevas generaciones sino también con su temporalidad de un presente continuo.  No existe un ayer ni un mañana como proyectos de vida, las alusiones al pasado y el futuro solo sirven para confirmar el presente. A cada quien le toca lo suyo pareciera decir y lo nuestro es lograr hacerlo sin prisa.  En su narrativa que no rompe con el machismo, con el hombre como iniciador del ritual si visibiliza la exigencia femenina de realizarse en el placer y no solo ser u catalizador del mismo.

Mientras los sistemas escolares no se atreven a conectarse a través de la educación de las sexualidades (Ver mi artículohttps://luisbonillamolina.wordpress.com/2017/07/11/educacion-de-las-sexualidades/ ) con esta realidad de los más jóvenes, la industria cultural capitalista lo dota de una supuesta novedad visual y narrativa, de discurso underground, para convertir estos anhelos, el deseo, en objeto de consumo.  Por ello, la mercancía que produce expresada en esta melodía y su videoclip es tan popular, porque reafirma una necesidad de búsqueda, con una sobredosis de hipersexualidad. Incluso para las/os jóvenes más conservadores/as la exageración implica una apertura, una aceptación social de las pulsiones de sus instintos.

Sin embargo, al considerar uniforme todas las expresiones del deseo, el goce y el placer se adentra en el terreno de la generación de necesidades inducidas, de normalización de estas necesidades.  Esta normalización, esta promoción de la uniformidad que invisibiliza las singularidades es indispensable para la producción de mercancías inmateriales y materiales, del consumo cultural que requiere el capitalismo del siglo XXI, ya no sólo como ideología sino como elemento dinamizador de la economía con la promoción de la compra de los productos o mercancías que forman parte de esta nueva estética.  Este es el doble papel del complejo industrial cultural en el siglo XXI.

Consultando con varias/os jóvenes nacidos desde los noventa, respecto a cómo leían la narrativa de la letra y el discurso visual de la canción, ellos me ayudaron a construir un relato más explícito, que llena los “vacios”, que explica los “dobles sentidos” y que le imprime un giro ético a su comprensión como parte de la realidad del siglo XXI. Pareciera que “el problema” está en la confrontación no declarada entre dos morales diferenciadas, propias de los nacidos antes de 1985 y los “mayores” que nacimos en décadas anteriores. La vieja moral juzga los comportamientos y aspiraciones de los más chicos y estos últimos sienten una especie de cansancio/lastima por la forma de ser visto en la actual realidad por parte de las generaciones precedentes.  Sin embargo, este es un tema que resulta esquivo para las tesis e investigaciones sobre ética de los postgraduados y mucho más en los pregrados de formación docente.  Les dejo a continuación esa otra narrativa a varias manos.

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La letra de la canción “despacito” nos remite casi de manera automática a la aspiración de los amantes de alcanzar una larga noche, plena de placeres y artes amatorias. Es una queja colectiva contra el riesgo de una culminación “precoz” de la aventura amatoria. Relación que no tiene antecedentes, que no tiene historia, sino que se inicia en el “antro”, en la discoteca, en el lugar habilitado para bailar al ritmo de la canción del momento.

Por ello, el aprendiz de amante increpa a la persona  que ha llamado su atención señalando “Sí, sabes que ya llevo un rato mirándote, Tengo que bailar contigo hoy, Vi que tu mirada ya estaba llamándome, Muéstrame el camino que yo voy.  Es decir, la indiferencia, el largo coqueteo y la cita no forman parte de las posibilidades. No se trata de dialogar, no se trata de construir un mañana, sino de vivir el presente. Por ello, te digo “Tú, tú eres el imán y yo soy el metal, Me voy acercando y voy armando el plan, Solo con pensarlo se acelera el pulso (Oh yeah)“.

 No se trata de hablar de amor, sino de abrirse al placer.  Será éste, el placer,  quien decida si allana el camino hacia otros sentimientos de más larga duración, ya sea la amistad con derechos, el reconocimiento de afinidades o el amor. Por ello, por el momento sólo te puedo decir que “Ya, ya me estás gustando más de lo normal, Todos mis sentidos van pidiendo más”.  Por ello, no temas, no quiero decepcionarte, no quiero ser otro más de esos que se realizan a sí mismos sin pensar en ti, no lo dudes entiendo que, “Esto hay que tomarlo sin ningún apuro” para que ambos lo podamos disfrutar.

No tengas dudas, puedes darte de cuenta de mis intenciones con solo sentir que “Despacito, Quiero respirar tu cuello despacito“.  Sé que te gustaría que te diga cosas que no te han dicho, palabras prohibidas que abran la caja de pandora de tu pasión. No te vistas de tímida, Deja que te diga cosas al oído, Para que te acuerdes si no estás conmigo. No me parezco a nadie que hayas conocido, “Despacito, Quiero desnudarte a besos despacito

Yo no te escribiré cartas, ni mensajes por watshap, no te molestaré con recuerdos de este instante enviándote notas ni imágenes por facebook .  Yo haré solo lo que tú quieres hoy, no tengas dudas que sin prisa “Firmo en las paredes de tu laberintopara  “hacer de tu cuerpo todo un manuscrito“. No esperes más, “Sube sube, Sube, sube, sube”  “Quiero ver bailar tu pelo

No lo dudes un instante, no me adelantaré pero tampoco te dormiré, rápido y furioso es una película y yo soy el compás que sigue a tu melodía, “Quiero ser tu ritmo“. Libérate, dime lo que gustaría que te hiciera, muéstrame tus fantasías,quieroQue le enseñes a mi bocatodos y cada uno de “tus lugares favoritos (Favorito, favorito baby)”  No seré como los otros, no se trata de lanzar la flecha al centro del blanco, no se trata de tensar el arco para que la diana tiemble al dar en el centro. Yo quiero acompañarte en tu aventura a lo inexplorado,Déjame sobrepasar tus zonas de peligro, Hasta provocar tus gritos, Y que olvides tu apellidopara querer ser yo, para que seas mía, para que hagas tuyo mi apellido. Es la invitación a olvidar tu identidad, tus raíces.

Por ello, “si te pido un beso ven dámelo, Yo sé que estás pensándolo, Llevo tiempo intentándolo. Ya ha pasado mucho tiempo, han pasado un par de horas y no hemos avanzado.  Eso sí mami esto es dando y dándolo“. ¿Crees que no me doy cuenta? Me basta con mirarte, tu muy bien “Sabes que tu corazón conmigo te hace bom bom, Sabes que esa beba está buscando de mi bom bom

            Te lo susurro al oído y te lo mostraré con mi cuerpo. No temas que mi hermano es el precoz y le consume la brevedad. Ven prueba de mi boca para ver cómo te sabe,  quiero, quiero, quiero ver cuánto amor a ti te cabe,  Yo no tengo prisa yo me quiero dar el viaje, Empecemos lento, después salvaje, Pasito a pasito, suave suavecito

            No te quiero pura, sino fiera con firmeza. Nos vamos pegando, poquito a poquito,  cuando tú me besas con esa destreza, Veo que eres malicia con delicadezaTu y yo, pasito a pasito, suave suavecito, Nos vamos pegando, poquito a poquito,  Y es que esa belleza es un rompecabezas,  Pero pa montarlo aquí tengo la pieza, (oye)” No lo dudes “despacito , quiero respirar tu cuello despacito,  Deja que te diga cosas al oído,  Para que te acuerdes si no estás conmigo“.  Si aún lo dudas te lo digo             “despacito, Quiero desnudarte a besos despacito, Firmo en las paredes de tu laberinto, Y hacer de tu cuerpo todo un manuscrito Ven mami, sube, sube, sube, sube, sube”  

Les invito a que ahora sean ustedes, queridos lectores, quienes construyan oraciones que le doten de “su sentido” interpretativo a la letra de esta melodía.  Sean ustedes co-autores de este articulo.  Ahí les dejo el resto de la letra:

            “Quiero ver bailar tu pelo,  Quiero ser tu ritmo,  Que le enseñes a mi boca,  Tus lugares favoritos (Favorito, favorito baby)” “Déjame sobrepasar tus zonas de peligro,  Hasta provocar tus gritos,  Y que olvides tu apellido“.  “Despacito ,  Vamos a hacerlo en una playa en Puerto Rico,  hasta que las olas griten Ay Bendito,  Para que mi sello se quede contigo

            “Pasito a pasito, suave suavecito,  Nos vamos pegando, poquito a poquito,  Que le enseñes a mi boca,  Tus lugares favoritos (Favorito, favorito baby)”            “Pasito a pasito, suave suavecito,  Nos vamos pegando, poquito a poquito, Hasta provocar tus gritos, Y que olvides tu apellido” “Despacito, Pasito a pasito, suave suavecito,  Nos vamos pegando, poquito a poquito (ehh ehhh)”      “Pasito a pasito, suave suavecito,  Nos vamos pegando, poquito a poquito (ehh ehhh)

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  1. Cruce de discurso escrito y visual

Si analizamos por separado la narrativa del texto escrito respecto al discurso visual, es evidente que la mayor cantidad de los contenidos que trasmite el complejo industrial cultural con este videoclip/melodía, vienen en imágenes.  La mayor potencia comunicacional del mensaje viene dado por el videoclip.  Es que una imagen de 3 segundos puede decir mucho más que en un verso cuya lectura y canto implique cuatro veces su tiempo.  Por ello difícilmente las melodías que hoy escuchamos y son populares, se comunican sin un videoclip.

Las limitaciones comunicativas del poema son sustituidas por conectores cognitivos en formas de imágenes, colores, movimientos, sombras, luces, entre otros. Esta realidad esta moldeando la cognición de los más jóvenes.  Ahora los jóvenes hablan con palabras que conectan con la referencia a imágenes y/o escriben entrecortado, ante la carencia de imágenes con la cual se están acostumbrando a leer/ver la realidad en la combinación letra musical/videoclip.  Por ello, el tema de la relación melodía/videoclip no es una cuestión menor en el análisis de los sistemas educativos y en el abordaje de la enseñanza-aprendizaje en los sistemas escolares.

En el caso que analizamos en este trabajo, incluso las imágenes   -contradictoriamente- hacen más explícito el contenido, y dada la calidad de las transiciones entre una y otra imagen, paradójicamente suavizan los contenidos problematizadores de la letra. De lo contrario, la “lirica” de la melodía podría fácilmente ser catalogada de vulgar.  Las imágenes convierten el discurso “ofensivo” para algunos,  en categorías emergentes que visibilizan “novedades”, “nuevos rituales”, modas sociales en construcción.  Las “letras vulgares” se convierten en narrativa underground, mientras que las imágenes parten de la cultura situada en los márgenes para hacer digerible y asimilable contenidos que expresan incluso “otra moral”.

Este ejercicio de análisis separado entre discurso visual (videoclip en “mute”) y narrativa tanto oral como escrita de la canción, nos permiten redimensionar la importancia del análisis semiótico, epistemológico, teleológico y funcionalista de las imágenes en el siglo XXI.

  1. Industria cultural y educación popular

El estudio de las dinámicas del complejo industrial cultural representan un novedoso desafío para la educación popular. Dinámica que pasa incluso por la actualización del concepto de lo “popular”, como clara diferencia con cultura de masas. Pero también, la incorporación del estudio del impacto de las mercancías materiales e inmateriales que genera la industria cultura en la constitución consciente del poder popular.  Hoy no basta con la reapropiación de la cultura propia y la auto organización consciente de los oprimidos; se requiere una agenda de estudio, análisis y construcción contra hegemónica de contenidos para ampliar las  narrativas populares en los campos visuales, sonoros, digitales e incluso de la llamada realidad virtual.   En el presente el territorio comunal y el virtual se cruzan.

Lo popular como resistencia anticapitalista demanda un repensar sus procesos en el marco de la cuarta revolución tecnológica y el modelo de cyber sociedad que impulsa el capitalismo neoliberal en el 2017. No se trata de renunciar a las conquistas y experiencias que han configurado el corpus teórico y la praxis de la educación popular; al contrario se trata de afinar la mirada, la acción y la interpretación de las tareas en el presente.  Sobre ello volveré en otro artículo.

  1. A breve modo de cierre

Retomar el estudio de las mercancías, de los productos que genera la industria cultural está en el centro de la construcción de resistencias anticapitalistas desde la educación. No hacerlo y aferrarse a un discurso contestatario del pasado es convertirse en elemento funcional del sistema.  Pero ello demanda un esfuerzo especial en la reconfiguración de la formación docente.

Casi todos los cambios, las propuestas de reformas educativas dejan para un último momento la transformación de la formación docente, en una especie de pensamiento de alquimista que pareciera indicar que los maestros pueden emprender una ruta distinta en el hecho educativo, sin haber sido formados previamente para ello. Desde mi punto de vista la formación continua, de los docentes en servicio, es complementaria y subsidiaria de una adecuada y radical transformación de la formación inicial de los docentes.

Dentro de esta línea de trabajo, el análisis del discurso, narrativa, imaginarios e impacto económico de la industria cultural, debiera ser una materia permanente en cada semestre o año de la formación inicial, con el debido correlato en la formación permanente. Sólo así los sistemas escolares podrían entenderse en el marco de la dominación y las resistencias al capitalismo del siglo XXI. De lo contrario profundizaríamos la incomprensión respecto a las “disonancias” que surgen como resultados de las tensiones entre cotidianidad y desafíos, a los que se somete a la escuela y la profesión docente, en el presente.

Sería en ese momento en el cual podrían intentar desencadenarse, los restantes elementos de propuestas de cambio educativo.  Eso sí, teniendo al docente en el centro de la estrategia, no como problema ni culpable, sino como el sujeto central para la operación del cambio educativo.

20 de julio de 2017

[i]  Melodía del cantante puertorriqueño Luis Fonsi presentado al público el 12 de enero de 2017. Fue escrita por la cantante panameña Erika Ender, y el propio Luis Fonsi. La versión que analizamos cuenta con la colaboración del cantante de música urbana Daddy Yankee. El video de la canción en sólo seis meses superó la cifra de 2500 millones de vistas, convirtiéndose según muchos analistas en el mayor fenómeno de música visual en la historia musical hasta la presente.

*Fuente: https://luisbonillamolina.wordpress.com/2017/07/22/des-pa-ci-to-mercancia-y-performance-de-la-industria-cultural/

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La Asamblea Nacional Constituyente en clave de Educación Universitaria, ciencia y tecnologías para la consolidación del poder popular

Por: Luis Bonilla-Molina

A continuación publico un articulo colectivo, en cuya elaboración participé y con el cual estoy en un 100% de acuerdo.


Desde todos los lugares y en cada uno de los territorios de la patria de Bolívar y Chávez, millones de jóvenes estudiantes, profesores, trabajadores, personal que coadyuva al hecho educativo, tecnólogos, científicos y académicos, expresamos de viva voz, nuestro compromiso con la transformación radical de la sociedad y la educación venezolana. Al unísono dijimos ¡¡¡Presentes¡¡¡ cuando el Presidente Maduro decidió convocar al proceso constituyente para seguir haciendo revolución permanente en nuestro país.

Desde 1999 la revolución Bolivariana tiene rostro de pueblo trabajador, juventud, mujeres, indígenas, sexo diversos, adulto mayor, empresarios nacionalistas, afrodescendientes, tecnólogos populares, innovadores, científicos y, por ello, en una segunda oportunidad se nos convoca a pensar, debatir y elaborar la redacción de una Carta Magna que exprese la nueva realidad nacional y construya el marco jurídico que fundamente el pacto social del presente. Todos los universitarios vamos decididos a participar en la elección de nuestros constituyentes, la elaboración colectiva de su agenda ciudadana y la redacción del texto que regirá el destino colectivo de todos y todas.

Esta es una oportunidad, sólo posible gracias al legado del Comandante Chávez, al heroico compromiso transformador de la alianza cívico-militar que hoy dirige nuestro presidente constitucional Nicolás Maduro Moros y al ímpetu rebelde de nuestro pueblo. En consecuencia iniciamos una discusión abierta, respetuosa, tolerante y comprometida con el destino nacional para que en el texto constitucional que emane de la Asamblea Nacional Constituyente queden reflejadas los avances conceptuales y la experiencia de toda la academia en la perspectiva de construir una patria libre, soberana, independiente y productiva.

Una primera sistematización de aspiraciones que recogen el anhelo de hacer una revolución universitaria

En una primera recolección de ideas, propuestas, expectativas y aspiraciones de la sociedad en su conjunto y de los actores del sector, hemos construido una agenda temática que posibilite la apertura del debate. No es una agenda cerrada, por el contrario, estamos conscientes que son muchos los temas y propuestas que surgirán en el debate que redimensionaran lo que aquí se les presenta hoy.
Entendemos este esfuerzo, no como iniciativas para colocar visiones individuales, sino como una dinámica para construir consensos republicanos respecto a la universidad, la ciencia y la tecnología que necesitamos para seguir avanzando en la revolución Bolivariana. Estas ideas, en permanente construcción, nos permiten hoy delinear algunas líneas gruesas para el sector de la educación universitaria, la ciencia y la tecnología asociadas al poder popular, de cara a los próximos años. Estas son:

Generales:

  1. Ratifiquemos la autonomía universitaria responsable, como filosofía de una universidad que sirve de cobijo a un proyecto colectivo de independencia nacional, soberanía económica y productiva, así como de autodeterminación desde la democracia participativa que emana del poder popular.
  2. Demos rango constitucional a la aspiración ciudadana de un Consejo Nacional de Educación como máxima expresión colegiada de la política para el sector universitario, ciencia y tecnología. Consejo que sería presidido por los Ministros del sector y que tendría en igualdad de condiciones a las máximas autoridades de nuestras casa de estudio universitarios, a los lideres de los centros de investigación existentes en el país, a representantes de los poderes existentes, incluidos del poder popular y, voceros del mundo productivo. Este Consejo no sólo delinearía las políticas públicas del área sino que ejercería la contraloría social de una de sus herramientas fundamentales: los planes decenales de educación universitaria, ciencia y tecnología.
  3. Plasmemos el 9% del PIB y el 25% del presupuesto público nacional como mínimo para la educación en Venezuela, dentro de cuyo cálculo se incluyan las misiones educativas.
  4. Una de las aspiraciones ciudadanas más sentidas es la obligación del sector universitario, ciencia y tecnología de impulsar una ambiciosa política pública detransparencia de gestión, pasa por la divulgación en la plataforma digital y en tiempo real de todo acto administrativo y las decisiones que se tomen en cada institución del sector. Ni una caja negra mas en el sector. Ello pasa por el profundización de la democracia participativa y la contraloría social en el sector, mediante la trasmisión en vivo en la Web de las sesiones de cada uno de los consejos universitarios, órganos de co-gobierno institucional y de las propias reuniones de las organizaciones académicas y gremiales.
  5. En un momento en el cual es urgente relanzar el mundo productivo en una apuesta por un socialismo actualizado del siglo XXI, es urgente que se contemple con rango constitucional que todo proyecto productivo debe ser rentable y sus ganancias deben ser repartidas al menos en un 50% entre los actores que participen directamente en su ejecución. La mentalidad socialista se construye en la gestión compartida y el control colectivo del destino de las ganancias. No podemos seguir permitiendo el desarrollo de proyectos que solo arrojen saldos rojos y no enseñen con el ejemplo la importancia del trabajo productivo.
  6. A casi cien años de la reforma de Córdoba necesitamos pensar una nueva universidad para el siglo XXI. Ello pasa por abrir un debate en el marco de la constituyente respecto a temas como 1) Universidad con origen en la docencia expresadas en carreras ó Universidades que se funden a partir del trabajo de centros de investigación? 2) Necesidad de un modelo de planificación de las carreras, basado en las necesidades del país y posibilidades de desarrollo profesional y laboral de los egresados, que contemple no solo la apertura sino también el momento de cierre de cada de ellas; (3) Avanzar a un modelo de financiamiento, que como lo señala el Banco Mundial en su mas reciente informe, pueda contemplar impuestos para aquellos que más tienen recursos para garantizar su sostenimiento ; (4) la revisión del concepto de universidades nacionales propio de los siglos precedentes; hoy la democratización de la información y el conocimiento con expresiones territoriales concretas pareciera apuntalar la idea de un modelo de universidades pequeñas, universidades de la ciudad como paradigma del siglo XXI. Las universidades nacionales y extra territoriales se corresponden a un modelo de instituciones para el siglo XIX y XX. Las universidades del siglo XXI se deben y justifican en relación con sus comunidades directas.
  7. Uno de los grandes desafíos del debate educativo mundial está asociado a la calidad educativa. Nuestro proceso Bolivariano tiene un concepto de la calidad educativa vinculado al desarrollo integral de la personalidad, la construcción de ciudadanía y la pertinencia social de la formación profesional; en oposición al modelo de calidad basado en competencias desarrollado por los organismos económicos globales.Para desarrollar un monitoreo permanente de nuestro modelo de calidad educativa, se plantea la urgencia de contemplar, con rango constitucional, la creación del Instituto Nacional de la Calidad Educativa.Tenemos que evaluar el impacto y los resultados de lo que hacemos en el sector.

Juventud estudiantil

  1. Para Chávez y Maduro los jóvenes han sido y son, el centro de la atención y la preocupación social. Venezuela ha vivido enormes alegrías de su generación de oro en deporte, producto del esfuerzo en democratizar el acceso al deporte y focalizar la formación deontológica en los más talentosos. Esta experiencia debe tener diversas expresiones y adquirir rango constitucional. Por ello se recoge la aspiración: (a) que cada joven profesional egresado universitario, tenga derecho a una asignación mensual equivalente a un salario mínimo, una vez obtenido su titulo, mientras es asignado a un puesto de trabajo en el sector público o privado; (b) la creación del plan nacional de investigadores e innovadores juveniles que posibilite que miles de venezolanos y venezolanas, con inclinación por la investigación, sean aprendices de científicos consagrados recibiendo como apoyo becas trabajo mientras dure su periodo de formación acompañada;
  2. Venezuela ha dado un salto cualitativo en su soberanía comunicacional. Los dos satélites en circulación y los otros programados abren posibilidades de democratizar la información para el desarrollo productivo, industrial y educativo. Por ello, se propone que quede plasmado con rango constitucional, que toda innovación tecnológica, comunicacional y productiva, tenga una expresión de su desarrollo en las universidades y centros de investigación

Docentes y trabajadores del sector

  1. Una sociedad que se revoluciona para lograr la suprema felicidad tiene en la educación y la investigación su eje vertebrador central. Por ello, la labor de los docentes en general y de los universitarios en particular resulta sustantiva en una estrategia de pedagogía política colectiva. Por ello, se propone que tenga rango constitucional la aspiración ciudadana que sus educadores tengan el reconocimiento en sus condiciones de trabajo propias de la digna labor que realizan. En este sentido, se recoge la aspiración de contemplar, con rango constitucional, que (1) un 5% del PIB, dentro del que corresponde al sector de educación, sea destinado a garantizar salarios dignos y condiciones de trabajo conforme a la labor que realizan los docentes e investigadores del sector; (2) la asignación de una alícuota del 10% de todos los impuestos al lujo, gastos suntuarios y ganancia, para garantizar un mejora permanente de las condiciones salariales de los trabajadores del sector educación, ciencia y tecnología.

Estas son solo algunas ideas en proceso de construcción para alcanzar un Venezuela en paz y con justicia social para todos y todas.

*Fuente:https://luisbonillamolina.wordpress.com/2017/07/19/la-asamblea-nacional-constituyente-en-clave-de-educacion-universitaria-ciencia-y-tecnologias-para-la-consolidacion-del-poder-popular/

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Educación de las Sexualidades

Por: Luis Bonilla-Molina 

Elementos para una reflexión pedagógica en el marco de los sistemas escolares sobre educación de las sexualidades

  1. ¿Educación sexual o educación de las sexualidades?

Casi todos los manuales y definiciones curriculares sobre la materia hacen mención al tema de la educación sexual en singular. ¿Es correcta esta denominación? Precisamente inicio este artículo problematizando al respecto. En un primer momento, la educación sexual en singular se asocia al concepto de sexo único masculino, el hombre como modelo de sexo perfecto. Adonis, Apolo, Jesús, Mahoma, Buda, Samael Aun Weor, Shiva, entre otros son la cúspide de la creación con rostro y anatomía masculina. El “falo” o pene es la expresión de la sexualidad perfecta. Desde esa perspectiva andro céntrica “lo femenino” es la imperfección sexual, es el hombre no culminado, es el momento en la creación en la cual faltó tela, barro o arena para construirla. Lo “femenino” es la creación hecha con una parte del “molde perfecto”, la costilla del hombre.

En los fundamentos de esa educación unisexual, el clítoris era la expresión anatómica de esta imperfección. Era un “no lugar” del mundo femenino que evidenciaba el medio camino entre el “ser femenino” y la “perfección masculina”. Por ello, la vagina, como introspección de lo masculino, era vista sólo como receptáculo para la reproducción humana. En la educación sexual, las llamadas ETS son vistas como riesgos para la salud que impiden la “tarea fundamental” de los órganos sexuales que “son para la reproducción”. Todo aquello de lo que no se habla, es lo oscuro, lo obsceno, lo pervertido; en esa esfera queda todo aquello cuyo lugar de enunciación en la sexualidad no es la simple y directa reproducción humana. Lo obsceno se “masculiniza” como perversión, es decir se atribuye al hombre a quien se le dota de manera indirecta, de una facultad intrínseca de ver el sexo con otras “inconfesables” funciones. Es la disputa y la dualidad machista permanente a la que se ve sometida la consciencia humana, entre Dios y el Demonio, ambos dos machos. Una antropología misógina construida desde una episteme patriarcal expande y multiplica exponencialmente este enfoque desde los sistemas escolares

La sexualidad es vista como habilitación para reproducir la obra de la creación. Por ello la llamada educación sexual (mono sexuada) se concentra en la prevención del embarazo adolescente y las llamadas enfermedades de transmisión sexual (ETS). Lo que se debe enseñar es a tener relaciones sexuales con una pareja del otro sexo que estemos seguros/as que no tiene una enfermedad de transmisión sexual -el temor como anticipo de las sexualidades- y aprender que el sexo tiene una función vinculante con la reproducción. Por supuesto que se debe enseñar a prevenir las ETS, pero no como el terror de lo que puede ocurrir, sino como posibilidad cierta que ocurra en un marco de disfrute natural de la actividad sexual. Los grandes ausentes en la educación sexual son el placer, el goce y el deseo; solo nombrarlos se “asume” como intención de pervertir la “inocencia” del ser. El sexo no aparece como consciencia en construcción.

De hecho, el deseo y el placer, cuando aparecen en las narrativas proto educativas, suelen hacerlo desde una cierta concepción biomédica, localizados inicialmente en el “pene” y la “vagina”; el primero como actor principal. Incluso algunos relatos religiosos que han permeado a narrativas científicas, hablan del “prepucio” como “lo femenino” a ser eliminado, para borrar todo vestigio de “imperfección” en el hombre. El placer también intenta ser enunciado desde un lenguaje masculinizado con expresiones como “el hombre hace suya a la mujer”; difícilmente escuchamos “la mujer llevó a la cama al hombre y lo hizo suyo”. Aunque en realidad, en el placer sexual liberador, ambos se realizan en el encuentro con el otro, no como dominación del uno sobre el otro, no como “propiedad amatoria”. La sexualidad no escapa a la dicotomía capitalista presente en todos los espacios, consistente en dominar o ser dominado/a. Por ello, por siglos, conceptualmente el goce fue un privilegio masculino, por el hecho de gozar éste de un pene, lugar de enunciación del placer, algo que no le había sido dado a la mujer.

En consecuencia, para esta episteme y literatura patriarcal, la mujer que “no deseaba” ni “disfrutaba” placer sexual alguno, por tener un “pene inacabado”, era y es vista como “objeto de placer” del hombre. El papel activo sexual era del hombre y el pasivo de la mujer. La narrativa machista asociada a esa perspectiva señala que “el hombre propone y la mujer dispone“. Esta mirada patriarcal es alimentada por religiones, expresiones de la pintura, la literatura y el arte en general. Aunque es necesario destacar que en cada época emergieron visiones subversivas que resistieron a ese modo dominante de interpretar las sexualidades.

Desde la antigüedad y especialmente desde los tratados griegos aparece el “pene defectuoso” de la mujer: su clítoris, como lugar “no realizado” del placer. Para Gil, Daniel (1997, Sigmund Freud y el cinturón de castidad, Editorial Trilce, Uruguay), más allá de la polémica entre Falopio, Bartolino y Colón, es este último, Renaldo Colón, quien en 1552, aparece como el primero -en la literatura médica- que define al clítoris como espacio de placer, al referirse a éste como “principalmente la sede del deleite de las mujeres …(y) … como nadie ha discernido esta protuberancia ni su uso, si es permisible poner nombre a cosas descubiertas por mí, que sea llamada amor o dulzura de Venus” (Gil, p.50. op.cit). Es decir, desde el siglo V.A.C. hasta el siglo XVIII, en la literatura médica y en términos sociológicos, existía un solo sexo que se realizaba en el placer: el masculino.

El “descubrimiento” en las ciencias médicas del clítoris como lugar de placer posibilita un emerger de la sexualidad femenina, eso sí en buena medida mediada por la epistemología machista. Lo sexual pasa a ser definitivamente heterosexual, pero ahora el placer aparece condicionado por la posibilidad y capacidad del hombre de dárselo a la mujer, si ella acepta ser su objeto de deseo y fantasías sexuales. Aunque parezca diferente, el deseo, goce y placer abierto -para y desde la mujer-  a pesar de ser reconocida su existencia, ahora aparecen condicionado por su encuentro con el hombre. La seducción y la histeria aparecen como rasgos distintivos de la sexualidad femenina, casi como elementos problémicos del nuevo ser sexuado. Recordemos todas las narrativas policiales respecto a la culpabilidad de la mujer cuando se las viola, dada su “coquetería” y “capacidad automática de seducción”, sobre el “incontrolable” deseo masculino. La seducción femenina jugaría un papel protagónico en narrativas como la de Sade (1740-1814), mientras que Simone de Beauvoir (1908-1986), escribió abundantemente respecto al reconocimiento pleno del segundo sexo.

Los sectores más conservadores de la sociedad, profundamente patriarcales, aunque públicamente puedan aceptarlo, en realidad siempre se han negado a reconocer a la mujer como ser sexuado y con capacidad de iniciativa en el placer, el goce y el deseo. Por ello, han garantizado una educación sexual que aunque hable de dos sexos tenga una epistemología andro céntrica. En todo caso esta “visión” de la “educación sexual” entiende a la reproducción como lo fundamental en materia de sexualidad. Si en el camino de la reproducción de la especie se disfruta, bienvenido sean el placer, el goce y el deseo, pero de ello no se habla para evitar caer en la inmoralidad. Aun reconocida la existencia de un segundo sexo, ello no implica la desaparición de seudo conceptos respecto a la vagina como pene introspectado, como “masculinidad invaginada”, porque para los sectores conservadores expresados en esa educación sexual, la mujer no es igual al hombre sino que sigue siendo una versión suya inmejorada.

Para estos sectores el rol pasivo de la mujer en el sexo tiene como propósito garantizar la reproducción de la especie humana y la salud sexual del macho. Por ello, los preservativos eran fundamentalmente masculinos, porque era la mujer la depositaria de las ETS y el hombre era quien debería protegerse de ellas. El origen del contagio en ETS “era debido a hombres que visitaban lugares donde “mujeres libertinas” ofrecían sus favores”, es decir el origen de las “enfermedades” de transmisión sexual estaba en lo femenino pecaminoso que cedía ante el placer masculino.

Una primera ruptura de esa episteme patriarcal al respecto, lo constituye hablar de educación de las sexualidades donde lo femenino y lo masculino son diferentemente iguales. Es decir, el sexo visto fundamentalmente como goce, deseo y placer pasa por el reconocimiento de lo femenino como sexualidad propia y diferenciada de lo masculino. En ese sentido, la reproducción misma se redimensiona con el protagonismo central de la mujer y no como depositaria del semen del sexo masculino perfecto. En consecuencia, la mujer adquiere el estatus real de ser, capaz de gozar, reproducirse y criar sin la tutela del otro y, cuando lo hace, es por decisión propia. La propias nociones de goce, deseo y placer se ven redimensionadas en esta perspectiva de educación de las sexualidades.

Hablar de la perfección de uno o de otro -del hombre o de la mujer- es no entender la naturaleza contingente y en permanente evolución de la especie humana. La imperfección emerge entonces como una motivación y razón de ser para la auto construcción permanente de sí mismo, en cuya orientación la exploración y el auto conocerse, constituyen un desafío del ser contingente en cada momento histórico. Esa búsqueda sin reglas y sin pre conceptos sociales pasa por entender que todo el cuerpo es escenario de placer y que el cuerpo es un territorio de liberación cognitiva y sensorial. El encuentro con la otra/otro puede estar precedido por el goce individual, la satisfacción del observarse, tocarse y encontrarse a sí mismo(a), no como un acto pecaminoso sino como una búsqueda de seguir construyéndose como ser contingente y en permanente aprendizaje.

En un segundo momento, la educación sexual se concibe como discurso de la heterosexualidad, vista esta como normalidad de lo sexual. Desde esa perspectiva solo es admisible la sexualidad morfológica de hombre y mujer. Ya sea como hombre representación del poder y mujer representación del dominado, o desde la perspectiva del feminismo como política de género. Recordemos que hasta los setenta del siglo XX, en buena parte del planeta, hablar de gays, lesbianas, travestis, queer,  era referirse a la anormalidad del plano psíquico que no encontraba una contraparte biológica, morfológica, en la realidad del cuerpo. Incluso la izquierda estalinista hizo de ello un devocionario.

El concepto de los LGTBQ como anormalidades excluidas de la educación sexual, tenía mucho que ver la consideración del sexo como preámbulo de la reproducción. Todo placer sexual que no discurriera por los canales morfológicos de la reproducción era perversión, era placer enfermizo. Pero, a pesar que el cuerpo en su totalidad disfruta, goza, desea, siente y da placer, la educación sexual se niega a reconocerlo, porque ello implicaría también el reconocimiento de formas y expresiones del placer, sin el otro o en contacto con otros “distintos”. La visibilización de la piel, la boca, el ano, los senos y las tetillas, las manos y dedos, el olfato, los ojos, las piernas, la espalda, el cuello, las orejas como lugares de placer no reproductivo conflictúa una educación sexual basada en la reproducción. Por ello, la educación sexual se concentra en la localización del placer en el pene y la vagina-clítoris. Una educación de las sexualidades considera al cuerpo en su totalidad, no como acompañante anatómico del frenesí del placer, sino como lugar de enunciación de todo placer, goce, deseo y conciencia.

Pero, el deseo no es solo un producto biológico, es una construcción cultural que se abre a distintas búsquedas de placer y goce en cada momento histórico. En las dos primeras décadas del siglo XXI, es innegable el deseo no reproductivo, sino basado en la búsqueda de goce y placer multiforme, por parte de millones de seres humanos. Conceptos como “poliamor”, “parejas abiertas” o “relaciones difíciles de explicar”, “parejas swinger” expresan movimientos sociales que sólo es posible entender de manera incluyente, desde una perspectiva de educación de las sexualidades, lo cual implica un reconocimiento de la existencia de más de dos sexos y de temporalidades diferenciadas de asumir uno o varios roles.

Ello implica también, en el presente, una revalorización de los conceptos de salud y enfermedad, cruzados por perspectivas de género amplias (más de dos sexos). Desde este punto de vista, por ejemplo, el SIDA dejaría de ser una “culpa” y “cuestión” homosexual para valorarse como propio de las sexualidades intervenidas por las disputas del capital. Además que el SIDA no puede ser una nueva cárcel que frene legitimas expresiones de goce, deseo y placer. Desde esta narrativas podríamos indagar y explicar los posibles orígenes del SIDA como arma biológica de construcción “humana”.

Desde una perspectiva no patológica, la educación de las sexualidades, viene desarrollando el concepto de IES (infecciones de transmisión sexual) como superación del concepto bioclínico de ETS, vista esta ultima como estado de postración, de negación de salud. Las infecciones disminuye el terror, al colocar el tema en el plano de otros procesos que se resuelven con distintas medicinas, desde la química pasando por las homeopáticas hasta llegar a las ancestrales, sin descartar ninguna gama que vincula conocimientos científicos con saberes ancestrales, respecto a una práctica humana de siempre.

La educación de las sexualidades se fundamenta en la convergencia indivisible deseo, placer, goce, reproducción y construcción de conciencia sobre el ser, vinculados con salud física, mental y espiritual, al ser las sexualidades un desarrollo consciente en el encuentro con los otros pero enunciado desde cada una/o. En cada uno de los casos, cada uno de los componentes se complementan y tienen sus propias expresiones. En esa ruta toda la piel deja de ser asexuada, para convertirse en lienzo de la realización liberadora del cuerpo que se resiste a ser simplemente emancipado, para ser un ser liberado de todo proyecto de vida externo a sí mismo, conforme a su realidad histórica. Y es la piel, son las sensaciones las que rompen las cadenas epistémicas que no permiten entender, ni atreverse a los encuentros plurales y los disfrutes sin otra restricción que la moral que de manera contingente construyen quienes participan en el encuentro.

En ese camino, la educación de las sexualidades posibilita el reconocimiento de las otredades, las otras formas de encuentro y placer. En esa perspectiva el encuentro entre miembros de un mismo sexo, el deseo de ser el otro o la experimentación permanente de una o distintas sexualidades, pasa a ser una opción individual libremente aceptada, que problematiza el concepto de anormalidad, porque nadie es perfecto, todos nos estamos construyendo en el encuentro con nosotros mismos y con los otros.

Es decir, la educación de las sexualidades es la educación para que cada quien tenga la información y el acompañamiento que requiere en su búsqueda de quien se es, como ser sexuado. No es una educación normativa para cosificar y encarcelar el deseo, el placer y la búsqueda, sino para desatar todas las necesidades de auto conocerse. La educación de las sexualidades, es en consecuencia subversiva porque rompe el papel normativo de una concepción de dominación y emancipación desarrollada desde los sistemas escolares. La educación de las sexualidades es un salto de la emancipación domesticadora a la liberación revolucionaria del ser.

Pero como este debate es esquivo a la lógica de funcionamientos de los sistemas escolares, desde el preescolar hasta los pos doctorados, no por ello desaparece de la realidad social. Eso lo saben muy bien los aparatos y dispositivos del poder. Por ello, lo que procura ocultar el orden normativo, encuentra su expresión en la cotidianidad de la calle y es epicentro de la industria cultural del siglo XXI, es decir de los dispositivos del orden que dominan la rebeldía. Casi nadie quiere hablar de las narrativas propias de las educaciones sexuales, pero el cine, la televisión, los video clips, los textos masivos, las revistas y las rutinas de la cultura underground le abren espacios a nuevas expresiones que la maquinaria de dominación. Ante la carencia de conceptualizaciones de resistencia, la industria cultural capitalista la asume para sí, desarrollando estereotipos y prácticas sociales que castran la rebeldía propia de la liberación de las sexualidades.

  1. Por una educación de las sexualidades que rompa la matriz patriarcal capitalista

Es necesario repolitizar la educación de las sexualidades, entender que la forma de valorar  las distintas formas de sexo diversidad, incluida la heterosexualidad, debe ser vista en la lógica cultural, política y económica de dominación propia del capitalismo del siglo XXI. Dejarlo en el plano de las libertades individuales liberales, sería equivalente a esconder la lógica de dominación capitalista en permanente mutación y actualización. El capitalismo genera, a través de la industria cultural, formas de dominación que absorben parte de las propias resistencias a la dominación. Madonna, Lady Gaga, y la homosexualidad en lenguaje MTV, por ejemplo, desarrolladas como espectáculos Hollywoodenses, procuran canalizar para su propia lógica mercantil de consumo el tema de las sexualidades, dejando intactos los dispositivos conservadores y excluyentes de la educación sexual en los sistemas escolares.

Es necesario desarrollar diseños curriculares, que desde una perspectiva pedagógica aborden el patriarcado en todas las formas de relaciones humanas, como ideología que reproduce al capitalismo en la biopolitica del encuentro humano, convirtiéndonos en máquinas de ampliación del modelo dominante, desde la cotidianidad. Una política de género con amplio protagonismo de la narrativa feminista es urgente en esa redefinición de la educación para las sexualidades. Ello pasa también por el estudio y análisis del llamado “hembrismo” como versión “femenina” del discurso de dominación capitalista en las relaciones sociales.

Combatir la hipersexualidad mediática y el performance de los “monsters” como anormales asimilados al sistema de dominación, no significa cosificar ni domesticar los cuerpos, deseos y placeres. Desde la perspectiva de la pedagogía radical de las resistencias impulsamos una revisión crítica de la educación sexual, para reconfigurarla en educación de las sexualidades desde una perspectiva anticapitalista.

3.Enseñar a vivir juntos como columna vertebral de la educación de las sexualidades

Una educación de las sexualidades, abordada desde el paradigma de la pedagogía radical de las resistencias, entiende lo sexual como parte del encuentro humano, de la construcción de sociedad. Por ello trabaja de manera importancia el desarrollo en las aulas, de  habilidades comunicacionales que nos permitan hablar, pero sobre todo escuchar, que posibiliten resolver conflictos de manera proactiva, que logren apropiarse de la forma particular de caminos para encontrarnos, caminar juntos pero sobre todo para terminar en paz una relación de amistad, laboral, comunitaria o sentimental. Enseñar el encuentro implica trabajar las despedidas, las partidas, las separaciones. Y esto debe ser claramente percibido como parte sustantiva de las relaciones sexuales, de las sexualidades.

Pero no se trata de construir manuales de auto ayuda, sino de entendernos como seres humanos con origen social y capital cultural que nos determinan y construyen en nuestra forma de estar juntos, de convivir y entender las relaciones con los otros, incluidas las sentimentales y sexuales. Las rupturas de noviazgos, los divorcios, la separación de proyectos personales que nos llevaron a juntar o separar amistades o colegas, deben ser analizadas y trabajadas en sus especificidades por la educación de las sexualidades. Se trata de construir las propias herramientas dialógicas y de sociabilidad que hacen de la sexualidad un acto integral del ser humano, que demanda un amplio conocimiento de nosotros mismos, de nuestros límites y áreas de deseo, pero que entiende ello en armonía y respeto por los otros. Nuestros deseos tienen derecho a ser liberados y encontrarse con los de otras/os que así lo deseen y solo por el tiempo que ellos acepten.

Ello pasa ineludiblemente por una revaloración de la soledad cuando sea necesario recurrir a ella y dejar de verla como tragedia o fracaso. Los seres humanos nos encontramos y nos separamos; la calidad de los encuentros hará que las vivencias y el aprender juntos alimente nuestro mañana. La emancipación habla de adultos que realizan por si mismos el proyecto de las generaciones precedentes; la liberación nos permite construirnos diariamente en un proyecto de vida en la cual la palabra fracaso no existe, sino la experiencia. Se trata de una educación de las sexualidades para vivir con criterios de ecología política, amorosa y social.

4.Embarazo no deseado, autonomía cognitiva y libertad del cuerpo

Sólo desde una educación de las sexualidades, que valore el cuerpo como espacio personal y colectivo de liberación, pueden encajar debates y políticas para estudiar de qué opciones se dispone cuando se “tiene” un embarazo no deseado. Opciones no como tabú, sino como caminos a escoger con conciencia y libertad.

El embarazo no deseado es aquel que se desarrolla sin el consentimiento de la mujer, ya sea por concepción de manera forzada, porque fallaron los dispositivos biomédicos de prevención ó porque cambiaron las condiciones de contexto socio-económico y emocional para asumir la maternidad.

Obviamente, la defensa del derecho a la vida es inmanente a cualquier pensamiento de resistencia a la barbarie capitalista. Pero la vida está asociada a la construcción de conciencia, que tiene como asidero el cerebro humano. Mientras no se desarrolle el cerebro la vida como experiencia cognoscente humana no se ha desarrollado. Es hasta ese momento cuando se considera una opción de libre decisión de la mujer el abortar. Otra cosa es cuando el embarazo coloca en riesgo la propia vida de la madre o el bebe viene con malformaciones que la madre no está dispuesta a asumir, por limitaciones de diversa índole, en esos casos la mujer debe tener la opción de decidir independientemente de las semanas del feto. Si bien la decisión del aborto debería ser una opción de pareja, la última palabra la tiene la mujer.

Una educación de las sexualidades que asume la reproducción como uno de los cinco elementos de las relaciones sexuales (deseo, goce, placer, conciencia) construye las herramientas paradigmáticas para asumir individual y colectivamente, de manera menos traumática, la decisión de interrupción del embarazo no deseado. Pero ello es imposible, desde una episteme de educación sexual.

  1. la esquiva verdad para la pedagogía científica

La disputa paradigmática entre “educación sexual” y “educación de las sexualidades” está en el epicentro de la revalorización del carácter científico de las pedagogías, la docencia y la escuela. Los elementos propios de la ética religiosa -respetable pero que tiene lugar de enunciación en las iglesias- no pueden ser los que guíen la actuación y la manera de pensar de una institución como la escuela que es laica y científica por naturaleza.

Los sistemas escolares, orientados por una centralidad pedagógica con una perspectiva radical de las resistencias, están convocadas a trabajar las necesarias reformas que abran paso a la educación de las sexualidades. Estamos conscientes de los prejuicios y oposiciones que existen en nuestras sociedades para ello, pero la ciencias siempre han allanado el camino para la aceptación de sus premisas partiendo del beneficio que lo “nuevo” implicaría para el bienestar y la felicidad humana. Otra cosa es el uso instrumental, para su lógica de dominación, que le ha dado a las ciencias el capitalismo neoliberal del siglo XXI.

Finalmente, como diría mi amiga Indhira Libertad, “el órgano más importante para las relaciones sexuales es el cerebro y el más grande es la piel“. Trabajemos para una educación de las sexualidades que no desperdicie un minuto de nuestros vidas en la negación de todas estas posibilidades que nos plantemos de amar, sentir y ser.

Julio 2017

*Fuente:https://luisbonillamolina.wordpress.com/2017/07/11/educacion-de-las-sexualidades/

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Hablando de Formación Docente: Yo soy Sexo Diverso y ¿tú?

Luis Bonilla – Molina

Todos hablan de los derechos de los sexos diversos.  Ya casi nadie se atreve a hablar en público en contra de esta importante demanda social igualitaria. Aunque aún, los chistes homofóbicos siguen estando presentes en la cultura popular y, contradictoriamente,  ser LGTBQ es tema de creciente ataque en el mundo de la política.  Incluso algunos políticos –altos, medios y de base-  que se autodenominan “socialistas”, usan despectivamente el distintivo de “maricón” o “lesbiana”, cuando se refieren a sus opositores; la derecha ni para que mencionarlo, por esencia es discriminatoria de la sexo diversidad.  En realidad lo que ocurre, es que el discurso fanático religioso sigue hegemonizando la idea de diversidad sexual como problema, anormalidad o enfermedad, en el marco de los procesos de formación docente.

Pero ¿qué está pasando en la formación docente en este tema? El sistema educativo es el más grande sistema de gobernabilidad existente en nuestras sociedades.  No existe una comunidad que no cuente con un centro educativo, con un plantel escolar (desde la educación inicial hasta los estudios postdoctorales).  Y como el “conocimiento ilumina a los pueblos”,  es lógico pensar que las universidades, los centros de formación docente y los ministerios de educación estén formando a los futuros maestros y profesoras (desde el preescolar hasta la universidad) para incorporar el concepto de sexo diversidad al desarrollo integral de la personalidad y la construcción de ciudadanía crítica.  Desde esta perspectiva, el derecho a asumir plena y libremente una opción social permearía a todo el tejido social.

En ese contexto surge un debate sobre la externalidad de los procesos o la perspectiva desde adentro en los procesos de formación docente.  Quienes defienden la externalidad señalan que basta con mencionar que todos somos iguales y que a nadie se le niegue el derecho a la educación por su opción sexual; además que la objetividad es una mirada más científica que la subjetividad de actores de la sexo diversidad en la promoción de este derecho. Para quienes defendemos la perspectiva desde adentro, de educar con el ejemplo y desde la propia cotidianidad, consideramos fundamental preguntar: ¿Cuántos travestis, lesbianas, gay, bisexuales, reconociéndose abiertamente como tales, pueden y/o están estudiando en las universidades pedagógicas, los centros de formación docente o desde los programas que implementan los ministerios?  ¿La proporción de LGTBQ existente en la sociedad es la misma de LGTBQ que encontramos en estos centros de formación?   ¿Cuándo se coloca sexo del aspirante a entrar en programas de formación existe una denominación distinta a la de heterosexual?  ¿En los programas de formación docente existen ejemplos que incorporan la perspectiva LGTBQ a la resolución de temas pedagógicos?  ¿Cuántos profesores de los programas de formación inicial o permanente de docentes asumen abiertamente su condición de LGTBQ?  Allí es donde se evidencia, si en términos prácticos logramos avanzar en la igualdad de derechos de los LGTBQ respecto a los heterosexuales a ser parte de procesos de formación docente, tanto inicial como continua, sin que ello implique esconderse bajo una imagen de supuesta “normalidad”.

Las universidades pedagógicas, los centros de formación docente y los ministerios de educación en el siglo XXI, desde una perspectiva que rompa con la llamada “educabilidad del ser humano”  -como proceso normalizador y que sea capaz de entenderse en la perspectiva de desarrollo integral de la personalidad y la construcción de ciudadanía emancipada-   deberían resolver este tema abriendo sus puertas, sus procesos, sus perspectivas, a todas las expresiones de sexo diversidad, no como concesión graciosa de unos señores/as  “normales” sino como parte de un proyecto civilizatorio de nuevo tipo.

Sin embargo, la evidencia empírica, más allá de algunas honrosas excepciones, señala que son contados los casos en los cuales las universidades pedagógicas, los centros de formación docente o los ministerios de educación desarrollan una política abierta de incorporación de los LGTBQ a sus dinámicas.  Peor aún, ha surgido una epistemología del tema que señala que hay dos grupos de opción sexual, los Heterosexuales y los LGTBQ, según la cual unos representan la “normalidad” y otro la “anormalidad” a “incorporar progresivamente”.

Desde mi punto de vista la heterosexualidad es parte de la sexo diversidad. Todas las opciones sexuales liberadoras, no patriarcales, ni castradoras, son parte de la sexo diversidad. En formación docente deberíamos hablar de la compatibilidad de ser docente con el hecho de optar en lo personal por el derecho al goce y el placer y, fundamentalmente por entender el cuerpo como espacio de liberación.  Y en esa perspectiva nos unificamos como seres humanos, no para estandarizarnos sino para reconocernos como distintos hermosamente complementarios, diversos en un proyecto común de vida y sociedad, entendiendo que no importa nuestra opción como HLGBT (incorporando la H de heterosexualidad a la diversidad sexual que debe emancipar su sexualidad), pues al final todos somos hermanos que recorremos juntos un camino para ejercer en igualdad de condiciones para todos y todas la ciudadanía.  Por ello, digo Yo soy un docente sexo diverso ¿y tú como te defines?

Preguntas problematizadoras: ¿te consideras sexo diverso? ¿Por qué una u otra respuesta? ¿El centro del debate sobre la sexualidad está en la opción sexual o en el placer y el deseo como caminos de plena realización humana?  ¿Cuántos estudiantes de la carrera de educación conoces asumiendo abiertamente su sexualidad más allá de la heterosexualidad?  ¿Crees que alguien que se asuma LGTB tendrá las mismas oportunidades para conseguir empleo en la carrera docente que aquel que se define como heterosexual?

Fuente del Artículo: https://luisbonillamolina.wordpress.com/2017/04/04/hablando-de-formacion-docente-yo-soy-sexo-diverso-y-tu/

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Extrañas parejas: Ciencia y Teología / Escuela y Religión

Por: Luis Bonilla-Molina 

Conozco a miles de hermosos/as y comprometidos/as hombres y mujeres de fe, quienes han abrazado y hecho suya la causa de los pobres, los explotados y los marginados. Ellos necesitan comprender y compartir las ideas de las jerarquías religiosas para poder impulsarlas; si no las comparten incluso las desafían.  Por otro lado, las estructuras de poder religioso  -salvo honrosas excepciones-   se han comprendido como parte de los sistemas de gobernabilidad y han hecho suyas las causas de los instalados en el poder. Con los primeros recorro los caminos de las luchas y las resistencias anticapitalistas.  Con ellos, construimos otro mundo posible en el cual la fe y la ciencia puedan transitar juntos el camino de sociedades y hombres liberados.  Para enfrentar a los segundos escribí a este breve artículo, para esos que realizan su labor como una cuestión de poder, manipulando a sus feligreses para que las sociedades, aún en el siglo XXI, permanezcan en las tinieblas del conocimiento, con el propósito que hombres y mujeres recorran el mundo como zombis políticos.  El tema de la relación entre teología y ciencia, en el marco del surgimiento de fuertes tendencias autoritarias y oscurantistas en el mundo del siglo XXI,  adquiere una relevancia especial. No se trata de etiquetar y crear falsas lineas divisorias sino de construir encuentros diversos, plurales pero plenamente conscientes de la otredad.  Estoy profundamente convencido, que si existe un mañana para la humanidad, será expresión de una armónica fusión entre la espiritualidad atea y la religiosa, en un horizonte de hombres y mujeres liberados de las cadenas cognitivas del poder.

Lo General

Para muchos sectores de fe el modelo ideal de organización colectiva es un Estado Teológico. Gobiernos del mundo árabe, el Estado Islámico, la plutocracia protestante norteamericana, la Iglesia Católica, entre otros, cada cierto tiempo así nos lo recuerdan.  Augusto Comte hablaba de los tres estados en el tránsito de construcción de las sociedades: el teológico, el metafísico y el científico. Varios cambios en el modo de producción hicieron que el paradigma del Estado Teológico perdiera influencia, pero no por ello desapareciera, ni alcanzara el status comteano de científico.  Lo que ocurrió fue que las sociedades se abrieron a modelos de gobernabilidad, con divisiones de poderes, métodos de elección propios del sistema político de democracia burguesa -con paréntesis autoritarios para estabilizar el sistema-  que hicieron que las religiones fueran “relegadas” al plano de la fundamentación ideológica del status quo.

Tres de las causas de estas mutaciones fueron: (a) la aceleración del pensamiento y la racionalidad científico-tecnológica en la edad media y su vigorización con la llamada revolución industrial, (b) la multiplicación y fortalecimiento de los sistemas escolares fundamentados en la divulgación del saber científico y (c) el asumir una mentalidad laica en los asuntos de gobierno. Por supuesto que estos cambios eran el resultado de las necesidades de adaptación social, política y económica que requería el modelo de producción capitalista, tanto en su centro como en la periferia, para la construcción del sistema-mundo de dominación del capital sobre el trabajo.

Muchas escuelas tuvieron sus orígenes en agrupaciones clericales que las usaban para catequizar y contar con mano de obra barata; en las cuales la alfabetización y la lógica matemática eran vistas como iniciaciones a la fe. El auge medieval de la ciencia, la expansión colonial de los centros de poder que requerían construir hegemonía cultura y, el drástico cambio en el modo de producción con sus implicaciones en la relación capital-trabajo, favorecieron el impulso de la noción de sistemas escolares.

Las escuelas, los sistemas escolares y los maestros -junto a los medios, los partidos políticos modernos y las sociedades científicas-  fueron algunos de los encargados de abrirle paso a este paradigma, que expresaba una ingeniera social para la dominación. Muy a pesar de los deseos de los diseñadores y promotores de este modelo, al ser implementado por maestros y personal que coadyuva al hecho educativo, siendo estos trabajadores, una clase explotada y dominada por los ricos,  hizo que los sistemas escolares desde su génesis tuvieran en su interior el germen de las resistencias anti sistema. La escuela se convirtió en escenario de profunda tensiones entre mentalidad laica, lógica religiosa y pensamiento social revolucionario.

En la segunda mitad del siglo XX, se produce un creciente fortalecimiento de los sistemas escolares, expresado en el acuerdo mundial por la masificación de la educación. La creación de la UNESCO y la masificación educativa son la expresión (a) de la imposibilidad de ocultar los logros soviéticos en materia de enseñanza-aprendizaje; (b) pero también de la esperanza de los ciudadanos del mundo, respecto a una educación que evitara futuras guerras y; (c) del consenso del capitalismo mundial expresado en el Tratado de Bretton Woods que creaba necesidades educativas concretas.

El capitalismo mundial necesitaba multiplicar la lógica del consumo, creando ciudadanos-consumidores a gran escala que quisieran y pudieran comprar sus mercancías  y, la creación de nuevas necesidades asociadas a novedosos productos del complejo industrial-militar-cultural; para ello los sistemas escolares en procesos de masificación educativa, les resultaban de especial utilidad.

La unificación del modelo de gobernabilidad del capitalismo post guerras mundiales, que se impulsa a través de las democracias burguesas representativas, solo era posible desarrollarla con la elaboración y socialización de una narrativa homogénea a través del múltiples estructuras de Estado, en cuyo epicentro aparecen los sistemas escolares.  Pero  ello no eliminó, ni limitó el surgimiento de múltiples resistencias desde la propia escuela.

Por el contrario, las escuelas se convirtieron en campo de batalla (a) entre los intentos de las religiones -especialmente la católica y protestantes existentes en ALC- por formalizar y hacer permanente, las materias de religión, que habían logrado introducir como formación opcional en los sistemas escolares, eso sí, atacando abiertamente la perspectiva científica, (b) un laicismo que solo se preocupaba por la construcción de mentalidad científica, desconectado de la lucha de clases y las resistencias desde el aula.  Un laicismo que se encerraba en lo local, perdiendo la vinculación con los contextos; (c) unas resistencias pedagógicas que no lograban vincularse a otras dinámicas internacionalista de luchas y al anticapitalismo. Por ello, las resistencias tienen dificultad para captar las líneas finas ni las tendencias impulsadas por el capitalismo desde los cincuenta del siglo XX, para generar un apagón pedagógico global.

En los setenta del siglo XX, buena parte de las resistencias pedagógicas migraron hacia el sindicalismo magisterial, presionadas, entre otras, por el impacto causado por las definiciones Althuserianas sobre los aparatos ideológicos, entre los cuales la escuela aparecía como reproductora del orden, invisibilizando las oposiciones que desde el aula se hacían contra las epistemologías del dinero.

En esta diatriba -al parecer-  la iniciativas de fe, coordinadas desde un mando central extraterritorial, cuya influencia abarcó toda la región, lograron los mejores resultados para su propio beneficio. Los sistemas escolares comenzaron a transitar el odioso camino de definiciones sin definición, es decir de anti ciencia. Así se comenzó a hablar de saberes, como opuesto a conocimiento científico, pedagogías de la ternura o el amor que no eran ni lo uno ni lo otro, sino una banalización de la actividad pedagógica.  Se comenzó a popularizar el discurso anti  disciplinas, para destruir la mentalidad científica en la interpretación de la realidad y la lucha de clases.

Lo particular

Las agrupaciones religiosas procuraron coaptar a los trabajadores de la educación para que “quedaran bien con Dios y con el diablo“, e intentaron convertirlos en una especie de caballos de Troya en la escuela y los sistemas escolares. Muchos/as maestras/os que se habían acercado al campo laboral de la educación, no por su mentalidad científica y laica, sino por sus necesidades de empleo, resultaron ser los más proclives a caer en la telaraña de destrucción de la mentalidad científica en los sistemas escolares.

Muchos/as prisioneros de un supuesto respeto por la diversidad de opiniones, como si la mentalidad científica no fuera respetuosa de otras formas de pensar; pero respetar no implica que cada cosa deje de llamarse por su nombre, lo cual sí molesta a los dogmáticos, quienes ven amenazadas sus supuestas certezas que no soportan el más mínimo contraste con la realidad histórica.  La escuela es por naturaleza un espacio anti dogmas, incluso para dudar de la invariabilidad de un conocimiento científico; pero la duda se argumenta y demuestra con datos empíricos, referentes teóricos y praxis replicable sobre cada tema.

La memorización y la repetición de verdades inamovibles, están en la epísteme de toda educación dogmática.  El dogma es el paradigma de la fe, pues no puede ser cuestionado por lo seres humanos como verdad “más allá del juicio divino”. Ahí surge el conflicto entre escuela laica y dogmas de fe.  Y desde diversos ángulos surgen narrativas, que con una seudo concreción científica, allanan el camino de la destrucción de la mentalidad científica en las escuelas.

El discurso posmoderno con su proclamado fin de la ciencia y de la escuela, su crítica a los métodos científicos y su promoción de la dictadura absoluta de la subjetividad sobre cualquier objetividad, abren el camino para una discursiva anti ciencia que desdibuja al conocimiento en general y al escolar en particular. Como lo señala Fredric Jameson, el discurso posmoderno es una expresión de la lógica cultural del capitalismo tardío, que angustiado ante la brecha creciente entre naciones altamente industrializadas y las dependientes, construye una perspectiva que implica la renuncia abierta a la igualdad social. El discurso posmoderno procura destruir la noción de lucha de clases, desconociendo que la ciencia destructiva y la objetivación de la vida, son en realidad resultantes del modo de producción capitalista. Es decir, el problema no es la ciencia, sino la perspectiva capitalista de la ciencia y su expresión en el modo de producción.  En el fondo y centro de la disputa entre ciencia y anti ciencia está la justificación de la permanencia de la división de clases versus la posibilidad de su superación mediante otro modo de producción y de relacionamiento de los seres humanos, el resto de la vida, el planeta y el universo.

Una caricatura de esta mentalidad metafísica, llevada hasta sus últimas consecuencias, lo constituye la llamada “transmodernidad” como superación de la modernidad, la posmodernidad y el pensamiento crítico de la escuela de Frankfurt, cuya dinámica, debemos esperar para comprenderla a que la termine de elaborar su mesías teológico. Pero sobre ello volveremos cuando trabajemos las narrativas poscoloniales y el proyecto de otro mundo posible.

Los sistemas escolares al introducir pedagogías científicas y activas, comienzan a trabajar el conocimiento como “proceso” y no como “producto inamovible”.  La realidad social deja de ser el resultado del destino o un poder supremo, para ser entendida y valorada como expresión de la correlación de fuerzas en una sociedad de clases, según cada momento histórico. Las diferencias entre ricos y pobres dejan de ser un designio divino o un karma metafísico, para ser entendidas como el resultado de un sistema de explotación económica, de estratificación social, de hegemonía ideológica y de dominación política. La tecnología emerge en las escuelas como posibilidad para generar equidad y justicia social. La escuela a pesar de todas las mediaciones ideológicas de dominación, no ha perdido del todo su teleología justiciera. Por ello, potenciar su mentalidad científica no es un tema academicista sino profundamente político, eso sí, de orientación anticapitalista.

La escuela científica  -o moderna como la definía a comienzos del siglo XX Ferrer i Guardia-  cumple un papel esclarecedor al respecto. Temas como bienestar social, libertad, solidaridad, desarrollo humano, justicia, revolución, adquieren desde la perspectiva socialista de la escuela una dimensión liberadora. Esa escuela que encuentra su especificidad en lecturas como las de Simón Rodríguez, Mariátegui, Fals Borda, entre otros, tiene en el conocimiento, una posibilidad cierta de abrir camino a revoluciones paradigmáticas, pero también sociales.

Los sistemas escolares al incluir las ciencias y los métodos científicos como referentes, están convocados a considerar a todo conocimiento como sujeto a cambio, al ser impactados por los nuevos descubrimientos y avances científicos-tecnológicos de cada momento histórico. En esa “nueva lógica” epistémica que masifican los sistemas escolares,  el mundo es una realidad que vamos descubriendo, más allá de la “semana de creación”.  La verdad del púlpito, del templo, se ve asediada por la verdad científica de la escuela[i].  Por ello, el ataque a la escuela es disimulado por sectores confesionales, con argumentaciones contra las ciencias, los métodos científicos y la comprobación empírica de toda verdad. La masificación de la catequesis seglar es una respuesta a la ampliación de la escolarización secular, que siembra dudas sobre la eficacia de la escuela laica como bien social.

Por décadas, el dogma intenta perforar la concepción laica de la escuela, introduciendo la catequesis en los espacios educativos.  Para ello, van logrando y legitimando, horas de “enseñanza de la fe” en las escuelas públicas, o introducen un peso curricular –oculto o especifico-  de formación para la fe –no científica- en las instituciones escolares regentadas por las fe religiosas.  Por ejemplo, hace algunos años al visitar una escuela pública, dirigida por un feligrés perteneciente a la religión más importante en la región, encontré que el Himno Nacional solo era entonado los lunes y viernes, mientras dos oraciones eran repetidas por todos los alumnos y profesores, como ritual inicial a la primera hora de cada día de esa escuela. En esa misma escuela, el comedor escolar estaba repleto de carteles que daban gracias “al Señor” por la comida que recibían, la cuál era financiada en un 100% por el Estado, negando con estos carteles el deber de educar sobre derechos ciudadanos. Pero estos carteles son también, un ataque vedado al principio constitucional de laicismo escolar. En este caso particular, la política de los carteles que colocan en manos de la fe la posibilidad de comer, lejos de enseñar ejercicio de la ciudadanía,  mediante el pleno control social del derecho a la alimentación, terminan enseñando una especie de “Dios proveerá”, que no contribuye a la creación de ciudadanía critica, a partir de la actividad en los centros educativos.

Lo concreto

En mi experiencia como docente de primaria, respetuoso como he sido de las religiones y los valores de los otros, cada vez que se me acercaba un religioso a demandar una hora semanal de enseñanza de la Fe, amablemente le proponía intercambiar una hora de enseñanza religiosa en el aula, por una hora de enseñanza sobre ciencia en el púlpito de su iglesia, por parte de maestros.  Por supuesto la respuesta era de asombro y negativa.

Un debate similar ocurría con docentes pertenecientes a religiones, quienes argumentaban que dar religión en el aula era una decisión potestativa de las familias o los padres, como si un grupo de ciudadanos pudieran legalmente reunirse para violentar preceptos constitucionales como la educación laica, sin que ello no solo implicara un delito sino la ruptura de un pacto social que hace de la escuela un lugar laico.

Algunos de los protocolos de destrucción de la escuela laica y científica se expresan en acciones aparentemente ingenuas y supuestamente desconectadas como las oraciones implementadas cual rutinas escolares, los oficios religiosos en efemérides de fe (confirmaciones, primeras comuniones), sermones teológicos en la celebración de conquistas sociales como los programas escolares alimentarios, las dotaciones de tecnología y de textos escolares a los estudiantes; y, hasta en el otorgamiento de los títulos doctorales o de  Magister Scienceratum.  En cada uno de estos casos se presenta la tensión entre la comunicación de logros como conquistas sociales o como el resultado de una bendición divina.

Cuando las organizaciones religiosas logran penetrar el laicismo escolar,  proceden a potenciar el uso de los rituales de fe para anteponerlos a la ciencia.  Y todo ello, termina en ataques al supuesto monismo metodológico, los métodos científicos, la comprobación empírica, el carácter científico de las pedagogías. Cuando este ataque a los docentes laicos se realiza de manera indirecta, se hace cuestionando la objetividad científica o la carencia de bases “espirituales” de las/os maestras/os. Cuestión que es falsa, pues la espiritualidad científica en fundamental para el desarrollo de la ética científica. Al atacar a las pedagogías, la formación docente y promover el ejercicio de la docencia por parte de cualquier profesional con lógica teológica o catequizadores, las corporaciones de fe hacen su aporte al Apagón Pedagógico Global (APG).

Las educaciones populares

En Tipologías de las Educaciones Populares  (https://luisbonillamolina.wordpress.com/2017/05/18/hacia-una-tipologia-de-las-educaciones-populares/) caractericé una variante regresiva de éstas educaciones populares, que se atrinchera en los saberes, para atacar los sistemas escolares, las escuelas, los métodos científicos.  Esta variante, muy influenciada por sectores teológicos, se aprovecha de las educaciones populares para destruir a su oponente histórico en términos de influencia de masas: la escuela. Pero esta caracterización, de una variante en específico, en ningún momento le resta potencia y posibilidades a la educación popular como otro camino complementario al de los sistemas escolares.

Por ello, reivindicamos la perspectiva de Fals Borda que armoniza educación popular con investigación militante, ciencia y tecnologías (tradicionales y alternativas) en un horizonte de transformación radical de la sociedad.  En ese sentido, los saberes emergen como expresión de esa otra ciencia posible, alcanzada por la articulación entre memoria histórica, sabiduría popular, experimentación y réplica para la sobrevivencia y el buen vivir, abiertos al encuentro de los otros conocimientos derivados de otros métodos científicos.

Qué hermoso resulta el encuentro entre hombres y mujeres de fe con sus pares científicos en un recorrer juntos, caminos de encuentro que no se dejen controlar ni dominar, ni por los intereses de las jerarquías religiosas ni por los amos del capital. Las educaciones populares están llamadas a allanar caminos de hibridación entre saberes y conocimientos generados por los diversos método científicos.  Las educaciones populares no pueden convertirse en una tecnología de enseñanza para el control de los grupos religiosos, las sectas dogmáticas o los neo bufones del conocimiento, ni en un tanque móvil contra la apropiación, por parte de los más humildes, de los otros conocimientos científicos.

[i] Como siempre, salvo que aclare lo contrario, cuando me refiero a escuela lo estoy haciendo a su expresión institucional desde el maternal hasta los postdoctorados.

*Fuente: https://luisbonillamolina.wordpress.com/2017/05/23/extranas-parejas-ciencia-y-teologia-escuela-y-religion/

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Realidad, conocimiento científico y educación sexual en los sistemas escolares del siglo XXI

Por: Luis Bonilla-Molina.

Introducción

Históricamente hablando, por lo general cada generación tiene que enfrentar los paradigmas, fetiches y oscurantismos culturales de las generaciones precedentes.  Los debates suelen ser presentados como parte de dicotomías asociadas a tradición versus innovación, pasado versus presente, lo viejo versus lo nuevo; pero casi siempre las interacciones y las necesidades de comunicación han allanado los caminos y mecanismos para el esperado diálogo intergeneracional.  Necesariamente no toda nueva generación tiene la razón ni lo que procura instalar siempre es lo mejor para todos/as, pero al final las visiones suelen hibridarse, en una permanente evolución cultural de la humanidad.

La música y el baile han sido a través del tiempo campos de batalla cultural, entre pensamiento conservador y exploración para cambiar. En cada oportunidad el emerger de la sensualidad y la sexualidad explicita, en las letras de las melodías y el performance de los bailes han asustado a los mayores. Recordemos la crisis de nuestros abuelos ante el desembarco de Heartbreak Hotel  de Elvis Preasley y el llamado rock and roll; el “rey” con la invitación a mover con furia las caderas disparó todas las alarmas en las familias de los ´50 del siglo XX. Pero había pasado tan sólo una década, cuando los otrora jóvenes y ahora padres se escandalizaban ante el ritmo y las letras del Heavy metal; ahora eran ellos quienes decían “a donde va a para el mundo” con melodías como Sympathy For The Devil interpretada por  The Rolling Stones. Y en los setenta la Fania all Stars desataba el furor de los jóvenes del momento; el resurgir de la mini falda al ritmo de Héctor Lavoe o Celia Cruz hacía que muchos consideraran como un periódico de ayer que “el mundo estaba perdido”,.  A finales de los ochenta Kaoma con su Lambada hacía sonrojar a los padres y abuelos rebeldes de ayer. En las dos primeras décadas del siglo XXI uno de los mayores dolores de cabeza es el Reggaeton; Dadee Yankee, Wisin y Yandel con su tropa de benjamines escandalizan con su Noche De Entierro.  En cada oportunidad, el ritmo musical controversial es asociado -por los adultos conservadores del momento- como co-responsable del “libertinaje sexual” y hasta del “embarazo temprano” de los jóvenes; surgen en cada uno de esos momentos voces que piden censurar los temas o eliminar el ritmo musical.

A diferencia de otros momentos históricos, el desembarco de la revolución científico tecnológica ocurrida en las últimas tres décadas, la creciente influencia de una epísteme virtual,  el auge de la telaraña cibernética que impone imaginarios propios de una ruptura de la percepción clásica entre espacio y tiempo, están generando la mayor ruptura del diálogo inter-generacional del cual tengamos referencia desde la edad media. Cuando un nacido antes del año ochenta y cinco y otro nacido en años posteriores a esa fecha, estén hablando frente a frente, muy posiblemente lo que mencionen en sus diálogos describan realidades distintas en uno y otro caso. Uno de estos temas es el de la sexualidad, las relaciones sexuales y la educación sexual en espacios escolares.  El termino hipersexualidad se convierte en un mecanismo de ocultamiento del tema en debates, reflexiones e incluso textos académicos.

La única pretensión de este artículo, es el de contribuir a abrir un debate entre los docentes, los decisores de políticas públicas en educación y la sociedad en su conjunto respecto a la revisión de la utilidad y pertinencia de lo que venimos haciendo en materia de educación sexual.

La educación sexual en los sistemas escolares y las resistencias de los sectores religiosos y conservadores

En distintos momentos de la historia de la humanidad se han alternado momentos de libertad de información y prácticas sexuales con otros de ruidoso silencio, en los cuales está vedado hablar explícitamente de lo sexual. El despertar del protagonismo mundial de las juventudes en los sesenta, la masificación de la pastilla y otros métodos anticonceptivos y las luchas por la igualdad de género, hicieron posible en los setenta del siglo XX, volver introducir iniciativas de educación sexual.

El emerger de propuestas de educación sexual para los sistemas escolares de América Latina y el Caribe, despertaron de manera inmediata reacciones iracundas de sectores políticamente conservadores y de algunas jerarquías religiosas. El embarazo temprano de las/os jóvenes y las enfermedades de trasmisión sexual que tienen una raíz en la falta de información, posibilitaron el mínimo de apertura para incluir la educación sexual más allá de las clases de biología humana y puericultura. La causa, una concepción que considera inapropiado hablar abiertamente de sexo en las escuelas y la sociedad; en fin, para estos sectores, la sexualidad es un mecanismo biológico fundamentalmente de reproducción que en consecuencia esta mediado por el matrimonio o la formalización de relaciones de pareja.

Desde ese momento, los debates lejos de orientarse a la valoración de la pertinencia epistémica y teleológica de la educación sexual, se movieron zigzagueantes y muchos veces de manera regresiva, entre mantenerla o no dentro del currículo escolar.  Por lo general, las construcciones discursivas tuvieron como lugar de enunciación los paradigmas de los mayores, quedando los jóvenes como infantes a quienes no se les consulta al respecto. Pero no por ello, los jóvenes -y los mayores- dejan de tener relaciones sexuales y explorar nuevas prácticas propias de cada momento histórico.

Juventud y sexualidad

La sexualidad del mundo real no es la de las hijas de Lot, el personaje bíblico a quien el Dios judeocristiano le asignó la tarea de poblar un territorio bendecido por él y, las pobres ante la muerte de la madre -en forma de estatua de sal-  y  para poder cumplir con tal designio divino, embriagaron al padre cometiendo uno de los incestos de más vieja data en la historia cultural de la humanidad. Cuando una pareja -o más- deciden hacer el amor, dudo que lo hagan pensando en la inminente posibilidad de reproducir la especie humana; lo hacen fundamentalmente por la búsqueda de los goces y placeres.

Pero ¿son lícitos los placeres y los goces en una perspectiva liberadora de la conciencia humana y generadora de nuevas relaciones sociales más justas?  Las pedagogías consideran  que la ruptura con el cordón umbilical familiar y con el colectivo social al que se pertenece, demandan pasar de la dependencia a la emancipación. La emancipación es  vista como el proceso de construirse cada uno en sí mismo, conforme al proyecto de vida, que han delineado esos “otros” -padres, adultos, maestros, cultura-   para cada uno de nosotros. La educación sexual centrada en la reproducción de la especie y la prevención de las llamadas enfermedades de trasmisión sexual (ETS), procura una emancipación cognitiva y sexual, según los cánones de la normalidad del sistema capitalista que se reproduce en la escuela, invisivilizando las resistencias anticapitalistas a esta castración del cuerpo, la conciencia y el ser social.

Para las pedagogías influenciadas por los pensamientos socialistas, el cuerpo es un espacio de liberación. La liberación vista como la ruptura con el ser emancipado, es una ruta para auto construirse a sí mismo de manera contingente, constituyendo ese acto el momento epistémico, paradigmático y teleológico en el cuál se decide nunca más ser la extensión del otro o de los otros para ser uno mismo enfrentando el desafío de un proyecto autónomo de vida. Es el ser que se libera de las cadenas epistémicas de la emancipación. En el caso de la educación sexual tiene un especial correlato en el momento en que liberamos nuestros cuerpos a los goces y los placeres como expresiones de felicidad y libertad. En consecuencia una educación sexual liberadora se organiza alrededor del estudio y comprensión de los placeres y los goces.  Temas como orgasmo,  diversidad sexual, número de integrantes de una pareja funcional, auto placer, experimentación sexual, parejas y sexualidad, etc. emergen como contenidos en otra educación sexual para el siglo XXI.

Sin embargo, si bien la escuela tiende a reproducir la cultura dominante sin que ello pueda evitar el surgimiento de resistencias, el capitalismo vive permanentes contradicciones en su accionar, que lejos de quebrarlo procuran invadir todos los espacios, desde la sumisión hasta la rebelión. Una contradicción permanente del capitalismo y su industria cultural, es que desarrolla sistemas escolares monásticos, conservadores, en los cuales el placer es tema exógeno, mientras promueve un cultura del consumo cultural basada en el hedonismo, la cosificación consumista del cuerpo y la hipersexualidad como seudo liberación y seudo emancipación, que ata la conciencia y el cuerpo, a una dependencia permanente con los designios del mercado. Productos culturales capitalistas como Madona o Lady Gaga,  expresan esa mercantilización e impulso del consumo desmedido del cuerpo, de los cuerpos, como objetos sin conciencia en los cuales solo el placer interesa.  “No pienses solo dale goce a tu cuerpo” pareciera ser la consigna que expresa el propósito de la maquina cultural capitalista, para evitar cualquier liberación de la conciencia y el cuerpo desde el placer.  Los mecanismos para comprender y analizar ese goce sin conciencia crítica, como proyecto de dominación de las mentes y los cuerpos por parte del capitalismo del siglo XXI, deben ser desarrollados como núcleo generador de una educación sexual con conciencia crítica en los sistemas escolares.

Por supuesto que distinguimos la progresividad conforme a la edad, estructura cognitiva y su referente ético, en su desarrollo curricular en los sistemas escolares; en consecuencia no son las mismas necesidades de información, formación y ampliación cultural para un niño/a, para un adolescente o para un adulto y eso, solo se puede desarrollar de manera adecuada desde la perspectiva científica de las pedagogías en auxilio con otros campos disciplinares convergentes para este tema, en una mirada transdisciplinaria.

Es posible pensar en otra educación sexual en los sistemas escolares

Recientemente, un amigo me contaba que como representantes de uno de sus pequeños hijos fueron invitados -él y su esposa-  a una charla en su escuela, la cual versaría sobre la educación sexual. Me confesaba que asistió a la cita con cierto prejuicio, pensando que sería una charla más sobre métodos anticonceptivos y adolescencia. Para su grata sorpresa  -señalaba mi amigo-  la facilitadora, entiendo que era una experimentada psicóloga, inicio la charla con las naturales referencias al desarrollo biopsicosocial de los jóvenes y la necesidad de recibir información de primera mano de sus padres.  Una información no invasiva, respetuosa de su ser, pero que le permitiera no solo saber que existen métodos anticonceptivos, sino conocer como se usan estos. Me contaba que en ese instante, un rumor generado por los padres recorrió el auditorio interrogándose respecto a qué eso significaba y cuáles eran los límites de ese “conocer como se usan”. Me narró como la psicóloga le explicó con el ejemplo de una botella vacía de refresco, que debían mostrar cómo se colocaba un preservativo de manera adecuada.  El rumor llego a niveles de paranoia colectiva, cuando por suerte para la facilitadora, un representante pidió la palabra, mencionando que era de profesión ginecólogo señalando la importancia de hablar muy claramente de éste y otros temas relacionados en la casa y la escuela. Me cuenta mi amigo, que a continuación el ginecólogo representante mencionó que uno de los temas de mayor recurrencia en visitas a su consultorio, era las hechas por jóvenes que querían más información sobre lo ocurrido y sus consecuencias como resultado de haber vivido el fin de semana encuentros furtivos, en los cuales la pasión era un tema de más de dos.  Es decir, los jóvenes estudiantes están experimentado y ampliando horizontes de cultura sexual, sin el acompañamiento de las familias, la escuela y la sociedad, lo cual si resulta dramático.

La sorpresa del auditorio, el silencio de la escuela y la mirada de avestruz de nuestros ministerios de educación al respecto nos llevan a plantear la urgente necesidad de reabrir el debate sobre una educación sexual científica, laica y respetuosa del ser humano que se atreva a reubicar el eje de este tema en el placer y la construcción de conciencia crítica en una perspectiva pedagógica liberadora. Ojala y los prejuicios no ahoguen este debate, para que por lo menos en este tema, la escuela vuelva a ser un lugar de luz para nuestros niños, jóvenes y ciudadanos en general.

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Hacia una tipología de las educaciones populares

Por: Luis Bonilla-Molina

No importan el problemas, importa la solución, me quedo con lo poco que queda, entero en el corazón, me gustan los problemas no existe otra explicación, esta si es, una dulce condena, una dulce bendición (Fabiana Cantilo, Dulce Condena. 

Las historias de las transformaciones sociales en América Latina y el Caribe, en las últimas cinco décadas,  están profundamente influenciadas por la educación popular y el impacto de la ampliación de la cobertura de los sistemas escolares.  Esto se debe fundamentalmente a que la educación de masas, de carácter popular, democrática y crítica es una conquista de los pueblos en lucha, en un contexto de construcción del capitalismo tardío en la región.  Conquista por cierto amenazada en el presente, por las tentativas de un Apagón Pedagógico Global impulsado por los organismos económicos mundiales.

Una franja importante de la educación popular aparece asociada a resistencias anti sistema, a construcción de organización ciudadana, a luchas por salarios dignos, la distribución de la tierra, la preservación de la vida, la ecología, la diversidad sexual, la recuperación de conocimientos ancestrales, en fin a los derechos democráticos y civilizatorios, más aún en el siglo XXI.  El Movimiento Sin Tierra (MST), Vía Campesina, los indígenas en toda la geografía de nuestra América, los okupas, el movimiento estudiantil, los misioneros seculares para la  alfabetización de los pobres y marginados sociales, entre otros,  han hecho suya la perspectiva de aquella educación popular que promueve la transformación radical de nuestras sociedades.

El encuentro de la educación popular con el mundo partidario, incluso de izquierdas, salvo honrosas excepciones, no ha sido tan feliz como con el de los movimientos sociales. Diversas razones han favorecido ese desencuentro, entre ellas el reiterado discurso y práctica de vanguardia esclarecida que conduce a las masas, por parte de una ortodoxia radical. Otro motivo, lo ha constituido la permeabilidad que han mostrado algunas variantes de la educación popular respecto al discurso anti partidos que impulsaron corrientes autonomistas, anarquistas de la izquierda pero también el neoliberalismo educativo desde los ochenta del siglo XX.

En esta dinámica han surgido intentos por subalternizar a la educación popular por parte de sectores organizados del capital nacional e internacional, quienes desarrollan una labor sistemática de coaptación de los movimientos de educación popular, pues temen el encuentro entre movimientos sociales y organizaciones políticas radicales, en un horizonte de cambios estructurales.

Una creciente despolitización del magisterio, los movimientos pedagógicos, los centros de formación docente y los propios sindicatos docentes, ha limitando la comprensión de un proceso tan complejo como lo es el desarrollo de perspectivas diferenciadas de educación popular. Desde un lugar de enunciación de defensa de la educación popular y de las iniciativas de construcción pos capitalistas, este debate recién se inicia, sabiendo cómo nos lo enseña la educación popular que en el dialogo fraterno, el debate constructivo y la praxis para el cambio, todos/as aprendemos y todos/as modificamos nuestras premisas iniciales, aprendiendo y construyendo juntos/as.  Hagamos este debate sin prejuicios y sin denominaciones peyorativas que condicionan la comprensión holística del fenómeno.

¿Por qué la necesidad de una tipología de la educación popular?

Cuando revisamos buena parte de la producción académica y de movimientos pedagógicos alternativos encontramos que en todos se hace mención a educación popular como si todos entendiéramos y trabajáramos la misma perspectiva.  No se trata de un debate sobre la polisemia del término sino sobre su teleología.  Es decir, hacía donde se orienta el trabajo de un colectivo, institución, gremio o individuo que se involucra en procesos de educación popular.

En un primer momento distinguimos una perspectiva instrumental, una conciliadora y otra de carácter radicalmente transformadora de la realidad social, política, económica, educativa y ecológica. Es decir, estaríamos hablando de tres “paradigmas” o perspectivas de la educación popular.

La primera perspectiva –instrumental– suele se impulsada por organismos económicos internacionales, instituciones de Estado y gobiernos locales que procuran mecanismos participativos de involucramiento ciudadano en la solución de problemas puntuales. Para ello, utilizan herramientas de la metódica popular, obviando todos aquellos elementos que procuren la generación de conciencia crítica.  Quizá la frase más acabada de esta perspectiva es “la comunidad determina la validez del conocimiento” como si lo comunitario no fuera un espacio de disputa ideológica.  Desde esta perspectiva el educador popular que se acerca a trabajar con la comunidad, es algo así como una simple herramienta aséptica de la comunidad, para resolver problemas específicos que le afectan en su cotidianidad y entorno. El horizonte aparece condicionado por lo que se haga en lo local, algo así como “yo cambio el mundo cambiando mi entorno”.  Esta narrativa de la educación popular no reconoce la lucha de clases, ni tiene una teleología de revolución social colectiva.  Su “otro mundo posible” se limita a una especie de sumatoria de experiencias de cambio “positivo” del entorno, presentado como el logro de juntarse y trabajar juntos, obviando la distribución inequitativa de las riquezas que genera condiciones materiales diferenciadas.  Esta seudo educación popular no tendría mayor importancia, sino fuera porque cuenta con una base concreta de desarrollo en la dinámica universitaria, de centros escolares y en propuestas de “democratización” de la función pública.  Desde esta mirada se suele hablar de responsabilidad ciudadana, co-responsabilidad o transferencia de competencias a los ciudadanos, cuando en realidad lo que se quiere es disminuir la responsabilidad del Estado e involucrar a los ciudadanos en la administración de la crisis, manteniendo el orden existente.

La segunda perspectiva  –conciliadora –tiene como lugar epistémico de enunciación la fe, el dogma religioso y por ende la consideración de la ciencia como su mayor problema. Consideran a la escuela y los sistemas escolares, como los principales responsables de la pérdida de influencia de la fe en las comunidades y la sociedad. Desarrollan y potencian un discurso que ve en la ciencia, uno de los mayores problemas de la humanidad; incorporando una noción etérea de los saberes como antagónico a la ciencia.  Por ello, al entrar a la disputa social, procuran que su influencia se concentre en una educación fuera de los sistemas escolares, fuera de las escuelas, fuera de las regulaciones de los Estados nacionales que hicieron suya la premisa de la educación laica. Y si trabajan en las escuelas, impulsan una “escolarización” fundamentada en los valores de la fe, la trascendencia del alma y la espiritualidad.  Para ellos, la ciencia es sólo una aproximación a la verdad contenida en DIOS,  por esto desarrollan un fuerte discurso contra la ciencia, el método científico y una creciente apelación a los “saberes” como alternativa a la ciencia.

Su modelo de escolaridad, tiene una valoración negativa de la docencia -laica y científica-  promoviendo en consecuencia, figuras no tituladas como docentes, muchas de ellas provenientes del movimiento seglar. El discurso aparentemente innovador y progresivo que señala que “cualquiera puede ser maestro” procura atacar la formación científica para la profesión docente, convirtiendo la figura del maestro en un dador humanista de clase. Las llamadas pedagogías de la ternura, del amor, el abrazo, entre otras, que se concentran en la fraternidad del encuentro educativo, pero que no tienen expresiones concretas en lo didáctico, evaluativo, curricular, en la planificación, el financiamiento, la supervisión y el acompañamiento pedagógico, entre otros componentes de la pedagogía, no tienen el status epistemológico para llamarse así, sino que tienen como teleología la despedagogización del hecho educativo. Aunque en muchos casos sus exponentes y defensores hablen y se comprometan con la erradicación de las injusticias y la explotación, su pensamiento y praxis está condicionada por la fe, a la cual pueden pertenecer por igual los obreros explotados y sus patrones.  Por ello caracterizamos a esta línea de trabajo como regresiva, porque se centra en el ataque al sistema escolar, la profesión docente, la ciencia.

La tercera perspectiva  –radicalmente transformadora– considera que la educación es una herramienta para la construcción de ciudadanía crítica y el desarrollo de pensamiento científico que vincule avances disciplinares con saberes populares, en una lógica transdisciplinaria. Esta perspectiva reivindica los saberes fundamentados en la experiencia no escolarizada, trabajando para colocarlos en interacción con los aprendizajes escolares, basados en praxis-teoría-reflexión.  En esta dinámica las nociones de ciencia y conocimiento ancestral de resistencia, resultan fundamentales y convergentes en la acción escolar de resistencia anticapitalista.

Desde esta tercera perspectiva la educación popular no es neutra, por el contrario, asume la narrativa Freireana que se fundamenta en una pedagogía del oprimido, que busca romper con la dominación de una clase sobre las restantes. Considera que si bien Freire es expresión de una mirada desde la fe, su adscripción al ala radical de la teología de la liberación le posibilita ubicar la educación popular en la lucha de clases.

Esta tercera perspectiva, deposita en los sujetos/actores sociales la posibilidad de cambio y no en mesías alguno o vanguardia esclarecida.  Incluso, si los/las educadores/as populares  forman parte de organizaciones altamente politizadas, su papel se convierte en subversivo al interior de la propia organización rebelde, en la medida que entiende el proyecto emancipador como construcción colectiva.

Para concluir es necesario destacar que avanzar  en una tipología de las educaciones populares posibilitará esclarecer el panorama y entender muchos de los estancamientos, retrocesos o derrotas parciales ocurridas.  Este es un debate que recién se inicia, que viene acompañado de otros debates subalternos pero no por ello son menos esclarecedores en el horizonte de liberación.

*Fuente: https://luisbonillamolina.wordpress.com/2017/05/18/hacia-una-tipologia-de-las-educaciones-populares/

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