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Una menor de la red de explotación declara que las relaciones eran «consentidas»

Una menor de la red de explotación declara que las relaciones eran «consentidas»

Una de las menores víctimas de la red de prostitución infantil desarticulada en enero ha relatado ante la jueza que instruye el caso y ante sus supuestos proxenetas sus inicios en el mundo de la prostitución después de que fuera enganchada a la droga, si bien ha declarado que las relaciones eran «consentidas» salvo una de ellas en la que habría sido forzada por uno de los líderes de la trama.

Se trata de una de las testigos clave en la investigación, por lo que ha sido la primera en comparecer ante la jueza de Instrucción número 8 de Madrid. La joven es una de las cinco menores que residían en centros tutelados de la Comunidad de Madrid. El próximo viernes, comparecerá otra de las víctimas.
La exploración se ha realizado en el salón de actos de los juzgados de Plaza de Castilla, lugar donde estaban los investigados, tanto los que están en prisión como los que están en libertad. Cada uno en un lado. La víctima ha declarado tras un biombo para evitar la confrontación visual con sus agresores.
Esta comparecencia se realiza así debido a que el testimonio de la chica quedará recogido como prueba preconstituida de cara al juicio que se celebre y evitar así que comparezca de nuevo. La prueba preconstituida permite al investigado escuchar el testimonio para evitar cualquier riesgo de nulidad de actuaciones. Se realiza en delitos de tratas de personas con fines de explotación sexual.
Según el sumario, esta joven fue encerrada a instancias de uno de los líderes de la trama, apodado ‘El Kalifa’, varios días en la casa de la que se conoce como ‘La Negra’ hasta que fue rescatada. ‘La Negra’ es una de las pocas españolas detenidas en la ‘Operación Sana’.
RELACIONES «CONSENTIDAS» MENOS UNA
En la declaración, la chica ha detallado que ejercía la prostitución de la mano de tres de los cabecillas de la trama, entre ellos ‘Metralla’ y ‘Kalifa’, con quien mantuvo una relación durante un año, de los 14 a los 15. Fue casi al final de su relación cuando la engancha a la droga conocida como base, un derivado de la cocaína.
Según su versión, empezó a ejercer a cambio de que la dejasen dormir en las casas y más tarde, a cambio de droga. «Eran chicos fuertes, con músculos, y tenían casas de lujo. Me gustaba hacerme fotos en esas casas tan grandes», habría manifestado la joven, según han apuntado fuentes jurídicas presentes en la exploración y en lo que se desprende que habría cambiado su versión.
«Me engancharon a la droga y, al necesitar droga y dinero, accedía a acostarme con ellos», ha dicho. Solo ha relatado una agresión sexual en el piso de ‘El Metralla’, uno de los presuntos líderes.
Según el sumario, su padre ofrecía a su hija a cambio de droga, un extremo que la chica ha negado manifestando que su progenitor no sabía que ejercía la prostitución.
SE DESVINCULAN DE LA TRAMA
Varios de los investigados han llegado a primera hora a los juzgados acompañados por sus letrados para asistir a esta diligencia. Algunos han querido reconocer a preguntas de los periodistas haber acudido a puntos de venta y consumo de droga frecuentados por los trama pero niegan pertenecer a la misma.
Según los investigadores, estos narcopisos eran controlados presuntamente por miembros de la banda latina de los Dominican Don’t Play. Por este motivo, todas las víctimas están acogidas a un programa de Testigos Protegidos.
«Yo no encerré a nadie. Solo acudía a consumir», ha manifestado uno de los jóvenes a su llegada a los juzgados, un chico que sí reconoce conocer al ‘Kalifa’, uno de los cabecillas del entramado corrupto de prostitución. Niega pertenecer a bandas latinas.
RUEDA DE RECONOCIMIENTO
El próximo viernes se repetirá esta misma exploración con otra de las menores. Además, se ha fijado para el lunes una rueda de reconocimiento, diligencia que fue suspendida hace unas semanas por falta de falsos sospechosos parecidos a los detenidos.
La trama de prostitución destapada en el marco de la ‘Operación Sana’ se saldó con 33 detenidos, ingresando ocho de ellos en prisión preventiva. Entre los arrestados figura el rapero Saymol Fyly, un conocido ‘youtuber’ que presuntamente captaba a las menores utilizando su música.
El rapero junto con otros miembros de la trama sexual, algunos de bandas latinas, las enganchaban al consumo de cocaína base para «venderlas a toxicómanos» en narcopisos y chabolas. La red operaba en el sur de la capital, en Vallecas, San Cristóbal y Villaverde.
El fiscal del caso solicitó hace unas semanas a la jueza que las víctimas de esta mafia declaren como prueba preconstituida con la finalidad de que su testimonio sea válido para el futuro juicio que se celebre.
En el caso de la exploración de las menores, la ley permite que su testimonio quede recogido como prueba antes de la apertura de juicio oral para evitar lo que se conoce en el argot judicial como ‘doble victimización’.
En cuanto a las ruedas, esta diligencia consiste en un reconocimiento visual por parte del testigo y se realiza a través de un cristal unidireccional con cinco o seis ciudadanos parecidos, entre los cuales se coloca a un sospechoso. Si el testigo no le reconoce, sus posibilidades de salir absuelto aumentarán bastante.
ABUSOS SEXUALES
Según los investigadores, al menos diez menores habrían sufrido los abusos sexuales de esta red de prostitución infantil que operaba en Madrid, principalmente en el barrio de San Cristóbal de los Ángeles, en Villaverde.
Las chicas comparten lo que se conoce como el síndrome de las ‘cadenas invisibles’, propio de la explotación sexual de mujeres que consiste en la necesidad de permanecer junto a sus verdugos pese a no tener un impedimento físico que les impida romper con ese camino.
La edad de las víctimas, entre 13 y 18 años, y el hecho de pertenecer a familias desestructuradas refuerza esta dependencia, esta especie de ‘síndrome de Estocolmo’ común a todas ellas independiente de fugarse de su casa o de centros de menores (5 de ellas).
El sumario de la causa expone cómo las chicas eran enganchadas a la droga, principalmente al consumo de cocaína base, para después ser obligadas a prostituirse. Muchas se escapaban de los centros de menores y regresaban con enfermedades de transmisión sexual.
«Todo ello sumado a la situación de falta de higiene, sueño y alimentación, con todo lo que ello conlleva», señalan las actuaciones judiciales.
Las jóvenes sienten «un miedo atroz» a muchos de los arrestados, entre ellos algunos miembros de la banda latina de los Dominican Don’t Play, motivo por el que todas las víctimas están acogidas al programa de Testigos Protegidos.
«El terror generalizado por las circunstancias expuestas, unido al hecho de que los varones detenidos se mueven por el entorno de las bandas latinas, muchos de ellos con antecedentes violentos a sus espaldas, genera esas ‘cadenas invisibles’ que mantienen a las víctimas cercanas a los investigados», recogen las diligencias.
Fuente de la Información: https://madridpress.com/art/301473/una-menor-de-la-red-de-explotacion-declara-que-las-relaciones-eran-consentidas
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Perú: Alumnos y docente de la UTP fueron reconocidos en el Huawei ICT Competition Network Track Perú 2021-2022

Alumnos y docente de la UTP fueron reconocidos en el Huawei ICT Competition Network Track Perú 2021-2022

En la competencia participaron universidades de todo el país.

Los estudiantes del Campus UTP Lima Centro, Elías García, de la carrera de Ingeniería de Telecomunicaciones, y Álvaro Estrada, de Ingeniería de Redes y Comunicaciones, lograron el tercer lugar en el Huawei ICT Competition Network Track Perú 2021-2022.

En la competencia participaron universidades de todo el país que forman parte del Huawei ICT Academy, como la UTP. El evento tuvo por objetivo promover el desarrollo de jóvenes talentos en las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), además de apoyar a la industria y a la educación.

Antes de participar en la competencia, los alumnos llevaron el curso de Huawei “Protocolos de Enrutamiento” con Ramiro Hernández, docente y coordinador de la carrera de Ingeniería de Telecomunicaciones del Campus UTP Lima Centro. Ramiro recibió el reconocimiento como Best Motivator Instructor Prize de Huawei, al ser uno de los instructores más destacados de esta materia de todas las universidades participantes a nivel nacional.

En la primera fase de la competencia, los participantes tuvieron un examen individual con preguntas teóricas en temas de IP technology: Datacom, Security y WLAN. La fase final fue grupal y las preguntas fueron en base a casos reales. La duración de ambas etapas fue de 90 minutos cada una.

“Este premio me va a servir mucho, ya que he sido uno de los ganadores de un concurso realizado por una gran empresa como Huawei. En un futuro, me estoy proyectando a aprender sobre la fibra óptica y seguir capacitándome en cursos de mi carrera porque las tecnologías cambian continuamente”, comentó Álvaro Estrada, alumno de UTP.

Por su parte, Elías García también contó que este reconocimiento le va a beneficiar laboralmente. “Actualmente en mi centro de trabajo también están implementando tecnología Huawei, así que mi supervisor me dijo que como ya tengo los conocimientos, voy a liderar nuevas funciones”.

Finalmente, Elías recomendó a sus compañeros llevar estos cursos de certificación que brinda la UTP con Huawei y que aprovechen las oportunidades, con el objetivo de buscar soluciones en beneficio de la sociedad.

Fuente de la Información: https://larepublica.pe/empresa/2022/02/24/alumnos-y-docente-de-la-utp-fueron-reconocidos-en-el-huawei-ict-competition-network-track-peru-2021-2022/

 

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España: La izquierda y la España que dejó de ser problema

La izquierda y la España que dejó de ser problema

El otro relato olvidado de una transición ejemplar

Al principio fue una aspiración colectiva: ser como ellos, poner fin a una historia de guerras civiles, de golpes de Estado y de una dictadura eterna. España era el problema y Europa la solución. Fue la consigna, se malinterpretó a Ortega, pero no importaba. Sutilmente, el acento se puso en Europa: ella nos salvaría. Nuestro europeísmo fue una huida de España y de sus problemas. La nueva generación política que llegó al gobierno con Felipe González fue más lejos: España no era capaz de autogobernarse, tendría que hacerlo un Mercado Común que pretendía ir hacia una mayor y superior integración europea.

Ni el ingreso en el Mercado Común ni la integración en la OTAN eran elementos de una política exterior a la altura de los tiempos. Era algo más profundo, más sustancial. Puesto que no éramos capaces de autogobernarnos; puesto que, de una u otra forma, llevamos siglos intervenidos por las grandes potencias, era necesario un anclaje en estructuras de poder externas que consolidaran el poder de las clases económicamente dominantes en España y que impidieran, de una u otra forma, que la correlación real de fuerzas fuese cuestionada. Las bases norteamericanas no bastaban, había que alinearse claramente con una potencia hegemónica que estaba derrotando al “imperio del mal”. La OTAN era la definición precisa de donde y con quién estábamos. Lo del Mercado Común era algo más complejo; les pasaba igual a todas las economías del sur de Europa: problemáticas económicamente, ingobernables socialmente y con aspiraciones políticas demasiado avanzadas.

El Tratado de Maastricht fue la salvación: perder soberanía a cambio de ganar estabilidad macroeconómica para disciplinar a un movimiento obrero demasiado fuerte; subordinar a unas izquierdas que no habían interiorizado que el muro cayó y que el tiempo del reformismo terminó. Fue la “gran audacia” del PSOE de González: gobernar la globalización neoliberal e impulsarla sin reservas en estrecha alianza con los grandes poderes. Con un poco de suerte y algo de habilidad se podría conseguir que los trabajadores alemanes terminaran financiando nuestro incipiente y débil Estado de Bienestar.

España, por fin, dejaba de ser un problema. Su futuro ya no dependía de ella. Estaba sólidamente determinada por una alianza política armada y por una integración europea que empezaba a dirigir de facto nuestra política económica. El futuro de España era dejar de ser un Estado y convertirse en una “comunidad autónoma” de una forma-dominio político esencialmente no democrática y bajo el control de unas élites que conseguían institucionalizar las reglas jurídico-económicas neoliberales. Eso sí -paradoja de las paradojas- bajo la hegemonía del poderoso Estado alemán.

La otra parte del relato se empezó a escribir desde aquí. La vieja cuestión nacional-territorial que siempre estuvo ahí, volvió a emerger. Las burguesías nacionalistas vasca y catalana -Galicia siempre fue otra cosa- acompañaron entusiásticamente el diseño de unas políticas que, de una u otra forma, garantizaban la economía capitalista, la democracia liberal y, sobre todo, la integración supranacional militar, económica y política. La idea era simple pero clara: puesto que el Estado español era una entidad a desaparecer en el marco de una Europa federal, había que apostar decididamente por su desmantelamiento y por una Cataluña y una Euskadi, primero regiones y luego Estados. Más Europa significaba menos España soberana e –inevitablemente- menos España democrática. El demos decidía muy poco en la política real y la democracia se cuarteaba entre la impotencia y la dictadura de una oligarquía omnipresente. El 15M fue la consecuencia, en gran parte fallida, de todo esto.

La operación era, al menos, curiosa. Se negaba el concepto de soberanía como antigualla en un mundo felizmente globalizado. A la vez, se reafirmaba la soberanía originaria de Euskadi y Cataluña y, finalmente, se apostaba por una Europa estatalmente organizada. Por decirlo de otro modo, se reconocía como hecho positivo que España era una democracia limitada; se aceptaba que la UE era el futuro y, coherentemente, se apostaba por su desmantelamiento. Lo que decían realmente los nacionalistas vascos y catalanes es que preferían ser regiones de la UE que comunidades autónomas de un Estado español condenado a la extinción. El paso al independentismo fue su consecuencia lógica. Algunos creyeron que se podía romper el Estado español sin que nada pasase y con el apoyo de una Unión Europea todopoderosa. Los resultados están a la vista: ruptura de la comunidad política catalana, emergencia de un nacionalismo español de masas y giro a la derecha en los aparatos del Estado en un proceso de automatización todavía no desvelado del todo, pero que se deja sentir cada vez con más fuerza.

Hablar de izquierda en serio: veracidad y radicalidad

De nuevo se habla de (re) fundar la izquierda. De abrir un debate de masas sobre su futuro, de escuchar mucho e iniciar una conversación sincera entre política y ciudadanía, entre política y clases trabajadoras en un mundo que cambia y no sabemos muy bien hacia dónde. Yo quisiera contribuir a este dialogo desde la realidad, intentando que esta no sea ocultada en los frondosos bosques de la retórica y, mucho menos, negada en el cotidiano quehacer del gobierno.   Por eso he querido comenzar por este “otro relato” conocido y casi siempre eludido: España es una democracia limitada, parte del dispositivo político-militar norteamericano en Europa, que no decide, desde hace años, sobre su política de seguridad y defensa; parte de la Unión Europea, que no decide, desde hace años, sobre su política monetaria, económica y fiscal. La que ya no tiene “derecho a decidir” es España. El otro lado de la contradicción es la crisis del Estado español; es decir, su cuestionamiento sustancial por dos movimientos nacionalistas que hacen del independentismo identidad y programa, en un proceso ampliado de desintegración y desarticulación espacial puesto en evidencia por las demandas de eso que se ha dado en llamar oblicuamente la “España vaciada”.

Quizás la primera cosa que habría que reivindicar es una visión crítica del pasado reciente. Venimos de una refundación y vamos hacia otra en apenas cinco años. ¿ Qué se hizo mal?; ¿qué se hizo bien?; ¿dónde poner los acentos y qué instrumentos reivindicar?. Además, se está gobernando: ¿algún balance?; ¿cambió la Unión Europea de paradigma? Los fondos europeos, ¿se orientan a transformar realmente el modelo productivo? ¿Este gobierno está reforzando efectivamente el Estado social, democratizando la economía, asegurando el futuro de las pensiones y poniendo freno al poder omnímodo empresarial en la relaciones colectivas e individuales del trabajo?

Las personas cuentan. Pablo Iglesias combinaba radicalidad verbal al servicio de un reformismo a ras del suelo. La agresividad cobarde de las derechas; unos medios de comunicación controlados por los poderes económicos, construyeron una figura-símbolo que concitaba grandes rechazos y significativos consensos. Decidió que había que aliarse con el PSOE de Pedro Sánchez para poder gobernar; es decir, con su principal rival electoral y, él lo sabía muy bien, con el auténtico partido del Régimen. La clave, según él, era dejar atrás a una izquierda que teme gobernar, que no está en disposición de asumir riesgos y mancharse las manos con la política de cada día; una izquierda que prefiere la comodidad de la oposición al duro quehacer para mejorar la vida de las gentes. Se aceptó como inevitable la pérdida de más de millón y medio de votos y la reducción a la mitad del grupo parlamentario. Menos fuerza social y electoral, pero más poder; las cuentas salían o lo parecía. Gobernar desde el BOE y gestionar con pericia las relaciones con los medios, esa era la política ganadora.

Había que ser realista. Negociar un programa de gobierno de verdad no era posible dadas las diferencias (reales o imaginarias) entre el PSOE y UP. La dirección de la coalición lo que hizo fue presentar una plataforma social y económica acompañada con sus mecanismos de financiación, centrando sobre ella la negociación. Los llamados “temas de Estado” nunca estuvieron en la agenda, solo declaraciones generales. Se dejaron en manos del PSOE la definición y la gestión exclusiva de todo lo referente a la política exterior, defensa y seguridad en momentos donde los cambios geopolíticos se aceleraban y, hay que subrayarlo, la crisis político-militar entre los EEUU y China se hacía presente con toda su importancia. Se aceptó que Pedro Sánchez se responsabilizara de todo lo referente a una Unión Europea obligada a diseñar nuevas políticas y se fue asumiendo la idea de que esta estaba cambiando de paradigma. Los fondos europeos eran la señal inequívoca de las nuevas orientaciones que, se decía, ponían fin a las etapas de austeridad.

Lo más sorprendente fue que nada se propusiese realmente para intentar resolver los variados problemas de la llamada “crisis territorial” más allá de las conocidas apelaciones al dialogo, a las buenas formas y a los consensos democráticos básicos. Cuestiones decisivas como democratización sustancial de la justicia, la reforma en profundidad de las administraciones públicas o de la urgente necesidad de organizar y diseñar nuevas estructuras para la gestión estatal de las políticas sociales, fueron dejadas prudentemente a un lado. La transición energética y ecológica, tema central, se asumió al modo PSOE; es decir, respetando el control del sector que tienen los grandes oligopolios. Se podía continuar. O se aceptaba este tipo de acuerdo o no habría gobierno de coalición posible. De camino, se clausuraban debates esenciales y se eludían otros: OTAN, bases militares, la Unión Europea del euro y el alineamiento férreo con los EEUU en su lucha existencial para mantener su orden y poder contra una China cada vez más fuerte, en alianza con Rusia, devenida, una vez más, en el “Imperio del mal”.

La salida de Pablo Iglesias del gobierno y, por ahora, de la política hubiese sido un buen momento para hacer un balance de los resultados de la coalición PSOE-UP. No se hizo así y lo que es peor, nombró a una “heredera” que, como era natural, hizo todo lo posible por separarse de quien le designó. ¿Qué tenemos? Un gobierno de coalición que no es capaz de dar un mensaje en positivo de cambio, una oposición hegemonizada por el discurso de la extrema derecha y un bloque que hizo posible el gobierno de Pedro Sánchez compuesto por nacionalistas e independentistas catalanes, vascos y gallegos que no acaban de sintonizar con las políticas que se promueven. En pocos días habrá elecciones en Castilla y León y parece que en primavera llegarán las andaluzas. Todo esto en un contexto presidido por la pandemia y una recuperación que arranca con menos fuerza de lo esperado y con una inflación que amenaza el crecimiento económico futuro.

La esperanza se ha ido depositando en Yolanda Díaz. Por ahora los medios la tratan bien. Su estilo reposado, dialogante y educado sintoniza con una parte significativa de la ciudadanía. Su gestión está bien valorada y sus políticas han significado, no sin una fuerte discusión, avances en determinados aspectos laborales y en mejoras económicas. Desde fuera se tiene la impresión que hay una complicidad personal fuerte entre ella y Pedro Sánchez que periódicamente tiene que ser renovada ante los conflictos recurrentes en el gobierno. El debate sobre la reforma laboral sigue abierto. Aquí, como en otros temas, los grandes calificativos acaban por oscurecer los avances reales. Más allá de las palabras, ¿se ha conseguido derogar la reforma laboral del PP? A mi juicio, no. ¿Los avances son positivos? Sí. Entre otras cosas porque la reforma laboral del PP estaba relacionada íntimamente con la reforma previa del PSOE. Queda por ver si la “reforma de la (contra)reforma” produce o no el fortalecimiento del poder contractual de las clases trabajadoras que siempre fue la clave de la negociación. De ello depende la mejora de los salarios, el fortalecimiento del sindicalismo y la estabilidad en el empleo. Veremos.

No me equivoco mucho, creo, si afirmo que el proyecto de la Vicepresidenta segunda del gobierno tiene un carácter fundacional; es decir, pretende abrir una página nueva más allá de lo que hoy es Unidas Podemos. No habría que dejarse confundir: todo proyecto nuevo, en cierto sentido, es transversal ya que pretende ir más allá de los alineamientos políticos establecidos y crear un mapa electoral sustancialmente diferente al actual. La palabra clave es autonomía: político-programática frente al PSOE y estratégico-organizativa frente a los partidos políticos que componen Unidas Podemos. Esta última cuestión no será fácil. Sin las organizaciones que componen Unidas Podemos no es posible construir algo nuevo; con ellos puede haber dificultades. La clave es gobernar el proceso, crear dispositivos que amplíen las alianzas, que sumen colectivos sociales, personas independientes, cuadros y militantes.

Habría que aprender de errores pasados. La forma dominante actual de hacer política no creo que pueda servir para construir una fuerza alternativa de la izquierda. Lo normal hoy es que una fuerte personalidad política se reúna con un grupo de notables y se relacione con la población a través de los medios de comunicación. Luego viene la construcción de un grupo parlamentario homogéneo y, desde ahí, disputar el gobierno. Esto no ha funcionado ni creo que funcione en el futuro, insisto, para una fuerza que pretende ser alternativa; es decir, comprometida con la defensa de los derechos sociales, la democracia económica, el fortalecimiento del poder de las clases trabajadoras y la defensa intransigente de la soberanía popular.

No se debería confundir a una ciudadanía cansada de engaños y falsas promesas. Una cosa es construir una fuerza alternativa de la izquierda y otra, digamos que diferente, un partido bisagra aliado estratégico del PSOE y con la misión de hacerlo girar a la izquierda. Para esto no haría falta construir algo nuevo; basta con tirar con lo que hay, potenciar la imagen de la Vicepresidenta y fomentar relaciones públicas ampliadas y desarrolladas. Para una fuerza alternativa con voluntad de mayoría y de gobierno, la esperanza tiene que ser organizada, convertida en compromiso político, sólidamente enraizada en el territorio, en los lugares donde se trasforma el sentido común y se potencia imaginarios críticos y rebeldes. La condición previa es la POLÍTICA entendida como proyecto de país, con mayúsculas y a lo grande.

Una propuesta nada modesta

Tres conceptos: proceso, consenso y programa en sentido fuerte. Repito lo ya dicho, una fuerza alternativa de la izquierda no se puede construir con las mismas formas y métodos que las de derechas. Hace falta dispositivos políticos que fomenten la (auto) organización, la pertenencia y la identidad. Los viejos partidos de integración de masas tienen que ser reformulados, adaptados a un tipo de sociedad que ha cambiado radicalmente para cumplir un papel imprescindible: crear poderes sociales, movilizar a la población y organizar la participación política.

Proceso para ir de menos a más, consenso en torno a los métodos organizativos y programa como construcción de un proyecto de país. Lo primero, definir una dirección política del proceso. No quiero entrar en temas delicados. Hace falta un núcleo político-organizativo que dirija el proceso, que tome decisiones y que promueva la idea de equipo, de colectivo dirigente. Se es grande cuando se cabalga a hombros de gigantes. Lo segundo, preparar a fondo una conferencia que apruebe un manifiesto-político dirigido al país y, lo tercero, ir a una constituyente para una nueva formación política.

Me quiero centrar en el tipo de conferencia política. El objetivo es aprobar un manifiesto que exprese un análisis veraz de las grandes transformaciones en curso y un conjunto de ideas-fuerza que promuevan un imaginario alternativo que dé cuenta de un proyecto de país. Lo normal sería un decálogo claro, preciso, transformador que impulse el debate público, el compromiso político y la organización. Programa, sujeto y organización están muy unidos. El método podría ser en dos fases: una conferencia que aprobara un borrador de manifiesto político; este sería discutido territorial y sectorialmente en un debate público lo más amplio posible que podría durar 3 o 4 meses. En la segunda fase se aprobaría y se convertiría en la base del programa de una nueva fórmula electoral.

Este manifiesto político tendría que definirse y decidir sobre algunas cuestiones fundamentales mal resueltas en Unidas Podemos y que fundamentarían una propuesta autónoma formulada en positivo. Estas deberían ser las siguientes: a) posición sobre los cambios geopolíticos y caracterización del orden multipolar en gestación. b) Plantearse con rigor una política de defensa y seguridad que supere a la OTAN y que consolide una política internacional al margen de la dependencia de EEUU. c) Caracterización de la UE, de su política económica centrada en el euro; su relación con la soberanía popular y el constitucionalismo social. d) Definición de lo que se entiende aquí y ahora por Estado federal en el marco de una propuesta constituyente. e) La democracia económica como consolidación y ampliación del Estado social, como democratización de los poderes económicos y revitalización del poder de las clases trabajadoras.

Se podría continuar. Esta (in)modesta proposición trata de propiciar el debate y la polémica. No acepta que la conversación con los ciudadanos sea solo a través de los medios de comunicación y eludiendo los debates básicos. Hay que aprender de las derechas y de las derechas extremas. Esperanza Aguirre, la señora Ayuso y el señor Abascal hacen de lo que ellos llaman el debate cultural, el núcleo duro. Cada día hablan más de ideología, proyecto, programa. La respuesta usual de la izquierda es eludir la ideología y centrarse en las medidas concretas; es decir, oponen tecnocracia a la política. Esta estrategia es perdedora, les deja la iniciativa a las derechas, sitúan a la izquierda a la defensiva y se entra en el territorio de la post verdad. La clave es la de siempre: ideas, proyecto que suscite compromiso político y que promueva la organización y la movilización social.

Fuente: La Casamata.

Fuente de la Información: https://www.elviejotopo.com/topoexpress/izquierda-y-espana-que-dejo-de-ser-problema/

 

 

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México: Egresados normalistas toman oficinas centrales de la SEE

Egresados normalistas toman oficinas centrales de la SEE

Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Esté viernes egresados normalistas tomaron las oficinas centrales de la Secretaría de Educación en el Estado (SEE) con la intención de exigir la contratación, otorgamiento de plazas y pago de adeudos.

Cerca del medio día los manifestantes que simpatizan con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) del grupo de Poder de base o rojos, arribaron para tomar la dependencia estatal.

Es de recordar que en días pasados se reunieron con la titular a nivel federal de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (Usicamm), Adela Piña Bernal con quien habrían acordado una mesa de trabajo para la próxima semana, de acuerdo a lo referido por el líder del sindicato, Benjamín Hernández Gutiérrez.

Fuente de la Información: https://mimorelia.com/noticias/educacion/egresados-normalistas-toman-oficinas-centrales-de-la-see

 

 

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Guatemala: Verificamos por Usted: ¿El gobierno ha remozado más de 4 mil escuelas?

Verificamos por Usted: ¿El gobierno ha remozado más de 4 mil escuelas?

El presidente Alejandro Giammattei se jactó de haber remozado durante su gobierno más de 4 mil escuelas. Sin embargo, el gobierno no ha detallado cuáles son estos centros educativos ni dónde se ubican.

En diversas ocasiones los funcionarios del Ministerio de Educación (Mineduc) han sido cuestionados por diputados del Congreso de la República por no haber aprovechado los últimos dos años de pandemia, mientras los estudiantes no acudieron a las aulas, para remozar las escuelas que tenían daños en su infraestructura.

Fuente de la Información: https://www.prensalibre.com/pl-plus/guatemala/politica/verificamos-por-usted-gobierno-ha-remozado-mas-de-4-mil-escuelas/

 

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Colombia: Pedagogía de los tiempos en la materialización de los acuerdos

Pedagogía de los tiempos en la materialización de los acuerdos

Después de la firma de los acuerdos 2021 entre Fecode y el Ministerio de Educación, la política del gobierno ha sido la de dilatar los tiempos establecidos en el acta para no materializar lo pactado, ante los medios dicen que cumplen, pero en la práctica no hay concreción de los acuerdos.

El 06 de agosto de 2021, fue firmada el acta de acuerdo colectivo entre la Federación y el Gobierno Nacional, con tiempos establecidos en cada uno de los acuerdos para así dar cumplimiento a lo allí pactado, esto teniendo en cuenta la prioridad y urgencia de los puntos acordados.

Carlos Rivas, Secretario de Asuntos Jurídicos de Fecode: “Cuando usted establece un acuerdo lo hace entre partes, y las partes tienen la obligación de no perder la confianza legítima, sin embargo, los docentes hemos perdido la confianza en el gobierno porque dice mentiras, porque en todo momento es con marrullas y porque no cumple lo pactado, pese a que el decreto 106 de negociación colectiva establece que lo que se acuerda con el estado se vuelve de aplicación y cumplimiento forzoso, pero aquí, el gobierno lo que ha venido haciendo es tomándonos del cabello convocando y convocando a reuniones con Fecode, para salir a decir que sí se ha reunido con nosotros pero a la fecha continúa sin dar soluciones”.

Ahora bien, en el trabajo de postacuerdo que comprende la materialización de los puntos firmados, el Ministerio de Educación junto al Ministerio de Hacienda y la Función Pública no vienen cumpliendo con los tiempos establecidos al cancelar, retrasar o postergar las reuniones de las mesas programadas, sobre temas fundamentales como: El estatuto de la profesión docente mesa que debía activar el trabajo en un término no mayor a un mes después de la firma de los acuerdos y a la fecha aún no presenta avance; el manual de funciones mesa que tenía un tiempo máximo de dos meses para terminar su trabajo, pero hasta hoy continua en construcción donde Fecode sigue defendiendo el no detrimento de la jornada laboral de los maestros y la financiación de la educación estatal, mesa que en un plazo de cinco meses a su reactivación debía consensuar el proyecto de acto legislativo para reformar el sistema general de participaciones, pero todavía no avanza impidiendo dicha materialización.

Carlos Rivas, Secretario de Asuntos Jurídicos de Fecode: “un caso concreto es lo que tiene que ver con los cursos de los 8.000, donde ya llevábamos más de dos años sin que el gobierno hubiese convocado pero lo acaba de hacer, esto en razón a que sabe que los maestros nos podemos ir a un paro, ósea, que hay que presionar para el gobierno cumpla con lo pactado, cuando es un derecho de los maestros, y a esto se suma lo que tiene que ver con el ascenso y la reubicación docente, la cual había quedado que se haría cada año, pero hoy van cuatro de estar congelado el escalafón”.

Ante esta situación Fecode es enfática en exigirle al gobierno nacional que honre lo pactado y que deje de un lado su política de dilación con los trabajadores, porque todo se va en reuniones y diálogos, pero de materialización poco o nada. por ello, avanzar en la implementación de todos los puntos acordados en 2021 como: el fortalecimiento de la educación estatal, la escuela de presencialidad, la salud y las prestaciones sociales del magisterio, entre otros, será primordial para el bienestar de la educación y el magisterio colombiano.

Fuente de la Información: https://www.fecode.edu.co/index.php/pedagogia-de-los-tiempos-en-la-materializacion-de-los-acuerdos.html

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España: despedido por sindicalista: un motivo que no reconocen las empresas

Por: Guillermo Martínez

La Plataforma de Represaliadxs Sindicales reúne a trabajadores a los que, según denuncian, no se les permitió luchar por sus derechos.

Un despido antes las elecciones sindicales en la empresa. Un patrón que infunde temor a la plantilla que desee organizarse. Subcontratas como correa de transmisión del capitalismo más depredador. Indefensión laboral continua. Todos y cada uno de los miembros de la recién nacida Plataforma de Represaliadxos Sindicales aseguran conocer bien estas prácticas. En torno a esta organización se aglutinan personas con diferentes siglas detrás pero unidas por un denominador común: los despidieron por exigir sus derechos en su centro de trabajo.

Álex León solo es un nombre propio como el de tantos que conforman la plataforma. Su historia, también la de sus compañeros y compañeras, ilustra quiénes son y lo que han venido a hacer: «En mi empresa, el año pasado dos chicas preguntaron sobre el paro de dos horas por la huelga del 8 de marzo y al mes siguiente las despidieron. España tiene que saber que aquí se reprime al trabajador organizado». León, de la CGT, es secretario general de la sección sindical de Marktel.

La compañía, que se dedica al telemarketing, tiene unos 1.600 trabajadores en su centro de operaciones en Madrid. «Después de pensar una estrategia, creamos la sección sindical sabiendo lo que podía ocurrir. Pusimos muchas denuncias por incumplimiento del convenio, como horas de trabajo que no nos pagan, y también acudimos a Inspección de Trabajo. En diciembre de 2021 me echaron, y eso que mi nombre consta en el envío de la constitución de la sección como secretario general», narra este canario de 32 años afincado en la capital. Según denuncia, le despidieron porque la empresa a la que en última instancia prestaba sus servicios, CaixaBank, supuestamente los presionó. Es decir, que «externalizaron el despido», tal y como él lo denomina.

El pasado sindical de la empresa tampoco propicia que un trabajador pueda defender sus derechos sin miedo al despido. Según dice León, en 2011 la empresa despidió a 15 de los 21 delegados sindicales. En la actualidad son cuatro los representantes sindicales en el centro de trabajo, que tal y como denuncia el ahora despedido, «no dan ningún tipo de información a la plantilla y continúan con la opacidad generalizada de la empresa». Hasta cuatro decenas de trabajadores conforman las filas de CGT en la corporación. León asegura que no lo tienen nada fácil: «Cuando saben que estás afiliado, la empresa intenta reprimirte cambiando tus condiciones laborales, lo que produce mucha incomodidad y no deja de ser una forma de acoso».

Motivos del despido sin justificar

Los despidos se suceden en Marktel, compañía que, al estar el caso judicializado, prefiere “esperar al resultado del procedimiento judicial correspondiente para emitir una opinión al respecto”. Con contratos generalizados por obra y servicio a todos aquellos que lleven menos de tres años en la entidad, las salidas forzosas, según León, son constantes. «Alegan bajo rendimiento, pero no lo prueban en ningún momento. Saben que si se denuncia, lo que el trabajador conseguirá será un despido improcedente, pero en ese lapso de tiempo en el que se llevan a cabo los trámites judiciales, la empresa intenta negociar pagando menos de lo que finalmente podría salir en la sentencia pero asegurando que lo abonará en el momento, por lo que en ocasiones llegan a un acuerdo», narra el cegetista.

Sara ni siquiera quiere dar sus apellidos. A sus 33 años, trabajaba desde 2018 en un tanatorio de Huelva como recepcionista. Servisa es otra de las empresas que ilustran esta historia. De baja por ansiedad, la trabajadora interpuso una demanda declarativa de derecho exigiendo que la empresa le dejara vestir igual que sus compañeros varones, es decir, sin la obligación de portar falda y tacones. Cansada de que la compañía no atendiera sus reclamaciones, en la demanda también solicitó el calendario laboral y una reclamación económica, ya que no les abonaban el plus de nocturnidad. Sara, igual que León en su empresa, sabía lo que podía ocurrir: «Me incorporé a mi trabajo el 1 de febrero de 2021, y ese mismo día envié un burofax a la empresa declarando un preaviso de elecciones sindicales. Ellos ya tenían mis datos como candidata», explica la ahora despedida.

Paralizar la actividad sindical a toda costa

Exactamente 25 días después, Sara se quedó sin trabajo. Tan solo quedaban cinco días para la celebración de las elecciones: «Está claro que querían que no me presentara, ni que saliera elegida. Yo era la única candidata», apostilla. Al final, fue UGT quien se hizo con la representación de los trabajadores. La batalla judicial tan solo había comenzado: «Ahora luchamos por el despido nulo por garantía de indemnidad [derecho del trabajador a no sufrir represalias sindicales] y hemos impugnado las elecciones judicialmente», explicita la antigua recepcionista de Servisa, que asegura que tuvo que llamar a la Policía local el día de los comicios para poder impugnarlos, pues desde la empresa no le dejaban acceder al interior de las instalaciones.

«Después de mi despido, Servisa envió dos burofaxes al sindicato diciendo que yo no podía ejercer mi actividad sindical porque no soy una sección legalmente constituida», relata esta mujer. Es ella misma quien concreta que «la jurisprudencia recoge que hasta que ese despido no sea declarado procedente o nulo, la actividad sindical no debe paralizarse». Así llegó la tercera demanda que interpuso por vulneración de derechos fundamentales, entre los que está la libertad de sindicación.

Algo más de 30 trabajadores desempeñan sus funciones para Servisa en Huelva. A nivel nacional, la entidad puede tener a más de tres millares en sus filas, calcula Sara. «Un compañero al que vieron hablando conmigo le suspendieron de empleo y sueldo, y otros que se han negado a hacer las horas extras que no les pagaban también han sido sancionados. Están con el látigo», denuncia Sara. Por el momento, las denuncias interpuestas ante la Inspección de Trabajo le dan la razón a la trabajadora, tal y como ella misma afirma.

Pero la historia no termina ahí: «Yo salí en muchos medios contando mi experiencia. Salía anonimizada, solo con mi nombre de pila. La empresa, como represalia, mandó burofaxes a los medios de comunicación exponiendo todos los datos personales», relata la afectada. De nuevo, otra denuncia hacia Servisa por cesión indebida de datos. Ahora, Sara espera la resolución de la Agencia Española de Protección de Datos para iniciar la vía civil. Afirma que este combate que está librando le provoca cierta ansiedad, pero confiesa que su única meta es recuperar su puesto de trabajo. «Yo voy a ir hasta el final», expresa esta afiliada a CGT.

Servisa, por su parte, afirma que “todas las trabajadoras pueden optar por falda o pantalón así como zapato de tacón o plano”. Pese a que desde la empresa en ningún momento aclara los motivos del despido disciplinario, sí añaden que este “tampoco guarda ninguna relación ni con la demanda declarativa de derechos interpuesta ni con la convocatoria de elecciones sindicales”.

El imperio de las subcontratas

Miquel Domínguez también conforma la Plataforma de Represaliadxs Sindicales. Él procede de Comisiones Obreras y trabajaba realizando repartos por parte de una subcontrata de Amazon en Barcelona. Se muestra claro: «Esta multinacional subcontrata de forma ilegal a las empresas, y no lo digo yo, sino Inspección de Trabajo. Así consiguen dividir a la plantilla, que las demás empresas compitan entre sí y suban y bajen rutas, lo que implica potenciar el trabajo temporal y mayores dificultades para que los operarios nos sindiquemos. En última instancia, si a Amazon le incomoda alguna organización sindical en la subcontrata, les rescinde el contrato y se acabó el problema».

Además de la Plataforma, Domínguez forma parte de la Asociación de Drivers Amazon España (ADAE). Asturias, Cantabria, Valladolid y Catalunya son algunas de las zonas en las que ya tienen implantación, y desde las que luchan «para hacer frente a la cesión ilegal de trabajadores y abusos que perpetra Amazon», dice este repartidor. Y así resume la forma de actuar por parte de las empresas subcontratadas por la multinacional ante el mínimo atisbo de organización laboral: «Cuando intentamos realizar una asamblea o convocar elecciones al comité, lo primero que hacen es despedir a toda la candidatura. Después llega la reducción de rutas, despidos de la plantilla y, en algunos casos, difamaciones y amenazas».

Esto último lo vivió él mismo en primera persona, una situación que terminó agravándose por el ERE que acometió Varzea Logistic. «Montamos una candidatura clandestina para evitar las represalias. Salimos a la luz al convocar elecciones sindicales, es decir, que ya estábamos protegidos legalmente. Aun así, al día siguiente despidieron a todos los candidatos bajo el pretexto de que habían bajado las rutas y se trataba de un despido objetivo». Pasados cuatro días, fueron readmitidos, pero ya habían trasladado un mensaje: «El de que cualquiera que se juntara con nosotros sería señalado». Algo de lo que se dieron cuenta con el tiempo. A partir de entonces, empezaron «las amenazas y las difamaciones». «Incluso un alto cargo de la empresa envió por el grupo de WhatsApp un vídeo de neonazis en el que deseaban la muerte a los rojos», sostiene Domínguez. Tras escribir al correo electrónico facilitado en sus datos fiscales, desde La Marea no hemos logrado una respuesta por parte de Varzea Logistic.

Cerrar la empresa antes que pagar según convenio

Con todo, decidieron seguir con la candidatura. Las presiones de la empresa de reparto consiguieron que uno de ellos se cayera de la lista. «La mesa, formada por compañeros proempresa, no nos dejó presentarnos, aunque manteníamos a más del 60% de los candidatos. Lo recurrimos y un juez nos dio la razón. Al final conseguimos sacar dos delegados de los cinco posibles», cuenta este barcelonés. Poco después, los 35 operarios de la plantilla se enfrentaron a un ERE que la empresa justificó al afirmar que tenía pérdidas. Domínguez lo aclara: «A nosotros nos presentaron unos beneficios en abril de 2021 de 70.000 euros y en mayo de 50.000. Las cuentas que expusieron en el ERE ni siquiera estaban auditadas, pero con el visto bueno de Amazon cerraron la empresa».

Este repartidor subraya como una de las irregularidades el hecho de que a «todas las subcontratas de Amazon se les aplica el convenio de mensajería, cuando en realidad debería ser el de transporte, lo que implicaría una subida media del salario al mes de 600 euros». «Entiendo que el empresario que se quedaba con ese dinero de cada trabajador al mes prefirió cerrar antes que mejorar las condiciones de la plantilla», conjetura. Las elecciones sindicales se celebraron el 6 de mayo y la empresa cerró el 28 de agosto. Ahora, el ERE se debate en los tribunales. «Pedimos que se declare nulo y que Amazon nos incorpore directamente a su plantilla por la cesión ilegal que realiza», completa Domínguez.

La Plataforma de Represaliadxs Sindicales aglutina este tipo de casos, en los que la maraña judicial, en ocasiones, no deja ver el trasfondo del asunto. Plantillas organizadas para defender y mejorar sus condiciones laborales terminan sufriendo acoso y, en último término, el despido. «Son casos continuos en diferentes partes del Estado, pero en luchas deslocalizadas», agrega Álex León, quien también tiene palabras para la modificación de la ley laboral: «Aunque se haya aprobado, la reforma mantiene estos mecanismos en los que las patronales quieren volver al siglo XIX, echando a los trabajadores a la calle si tratan de organizarse en un sindicato. Y cada vez lo vemos más».

Fuente de la información e imagen: https://www.lamarea.com

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