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Guatemala: Niño de 5 años muere por bala perdida derivado del conflicto que mantienen pobladores de Ixchiguán y Tajumulco

Niño de 5 años muere por bala perdida derivado del conflicto que mantienen pobladores de Ixchiguán y Tajumulco

Un niño perdió la vida por una bala perdida que le impactó derivado del conflicto que mantienen Tajumulco e Ixchiguán.

Actualmente se mantiene una tensión entre los municipios de Tajumulco e Ixchiguán, San Marcos, debido al conflicto por los límites territoriales.

Actualmente se mantiene una tensión entre los municipios de Tajumulco e Ixchiguán, San Marcos, debido al conflicto por los límites territoriales.

Esto ha dejado consecuencias, ya que ha habido quema de viviendas, disparos al aire y personas heridas.

Ahora ha dejado una familia en luto, luego de que un niño 5 años muriera a causa de una bala perdida en la comunidad de Tuichán, Ixchiguán.

El niño fue identificado como Adrián Enrique Ratzian López, quien sufrió una herida por proyectil de arma de fuego al parecer en la cabeza.

Esto ha dejado consecuencias, ya que ha habido quema de viviendas, disparos al aire y personas heridas.

Ahora ha dejado una familia en luto, luego de que un niño 5 años muriera a causa de una bala perdida en la comunidad de Tuichán, Ixchiguán.

El niño fue identificado como Adrián Enrique Ratzian López, quien sufrió una herida por proyectil de arma de fuego al parecer en la cabeza.

 

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Estados Unidos: De la censura a la quema de libros: las campañas que avanzan en EE. UU. para evitar que en las escuelas se lea sobre racismo, sexualidad y diversidad

De la censura a la quema de libros: las campañas que avanzan en EE. UU. para evitar que en las escuelas se lea sobre racismo, sexualidad y diversidad

Cecilia González

En el «país de la libertad» queman y prohíben libros. Sí, en pleno siglo 21.

¿Quién lo hubiera dicho? La añeja y persistente propaganda que presenta a EE.UU. como el modelo a seguir suele esconder las falacias y contradicciones de un país en el que los grupos conservadores, que suelen ser muy poderosos, hoy están inmersos en un intenso lobby para evitar que sus hijos (y si pudieran, la población en general) tengan acceso a libros donde se hable del racismo que nunca ha dejado de existir; de la sexualidad y de la diversidad de géneros y de muchos otros temas que, consideran, dividen a la sociedad.

Todo vale. A principios de febrero, Greg Locke, un pastor de Tennessee, quemó los libros de Harry Potter y Crepúsculo. «Son influencias demoníacas», advirtió en la transmisión en vivo que hizo en Facebook para publicitar su campaña contra «la brujería y las cosas malditas».

Pobre Harry. Se ve que no lo quieren mucho en ese estado. Ya en 2019, a Escuela Católica St. Edward de Nashville había retirado de su biblioteca los libros de la popular saga por recomendación de exorcistas que aseguran que contiene «hechizos reales» que invocan «al maligno».

Entre la censura y la quema pasaron tres años. En el medio, el Consejo Escolar del condado de McMinn, también en Tenesse, prohibió Maus, relato de un superviviente, una novela gráfica ganadora del Premio Pulitzer en la que el historietista Art Spiegelman, cuenta con singulares y potentes imágenes la historia de su padre, quien fue víctima del Holocausto.

Podrían resultar anécdotas aisladas de uno de los tantos estados conservadores que hay en EE.UU., pero no. En este lapso, las campaña para retirar obras literarias de escuelas se propagaron por todo el país. Y en algunos casos la censura ya llegó al Poder Legislativo porque es promovida por congresistas locales y, por supuesto, republicanos.

Peligros

Así lo viene documentando PEN América, una centenaria organización no gubernamental que defiende la libertad de expresión con eje en la literatura y los derechos humanos.

En reportes recientes advierte que, desde enero de 2021 se presentaron 156 proyectos de ley en 39 estados para limitar en escuelas de educación básica, media y superior públicas y privadas la actuación de las y los docentes con la intención de evitar que hablen de raza, racismo, genero y sexualidad. Si abordan el comunismo, marxismo o socialismo, tienen que advertir que son «un peligro». ¿Enseñar sobre la esclavitud, cuestionar las políticas supremacistas todavía vigentes? ¿Para qué?

Las reformas censoras ya fueron aprobadas en 10 estados, pero siguen avanzando en el resto del país. La situación se agrava porque, en varios casos, las legislaciones propuestas o aprobadas contemplan sanciones para los maestros y los centros educativos. Y no sólo eso. También exigen que las escuelas publiquen los títulos y autores de todos los materiales curriculares en un sitio web de acceso libre, ya que eso les permitirá a los padres y a las madres excluir a sus hijos de lecturas, tareas y clases que consideren inadecuadas. La meta es, directamente, sacar esa bibliografía de las instituciones educativas.

Los caminos de la censura son variados. En noviembre del año pasado, el gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó la imposición de «estándares estatales contra la pornografía» y «contenido obsceno» en las escuelas públicas. Como ejemplo, citó (defenestró) los libros Genéro queer: una memoria, de Maia Kobabe, y En la casa de los sueños, una obra de Carmen María Machado que aborda relaciones abusivas entre personas del mismo sexo.

Ambos libros han sido multipremiados, de la misma forma que muchos otros títulos que están acosados por la prohibición. Y por las llamas, porque los objetores ansían mandarlos a la hoguera (al igual que a muchos de las y los autores).

Por más desolador que parezca este exitoso ataque a la cultura y a la libertad de expresión, en realidad no sorprende. Basta con conocer la historia de un país que sigue alardeando que es el mejor del mundo pero que suele esconder la pobreza, el clasismo, la desigualdad, el racismo, la xenofobia y la discriminación, que son estructurales en su sociedad.

Además de sus reportes cotidianos, el PEN América ya publicó un informe más completo cuyo título en más que elocuente: «Órdenes de mordaza educativa: restricciones legislativas sobre la libertad de leer, aprender y enseñar».

El exhaustivo análisis advierte que, al tratar de silenciar las críticas basadas en la raza o el género de la sociedad y la historia de EE.UU., con el pretexto de que dividen a la sociedad, estos proyectos de ley afectan de manera desproporcionada los derechos de libertad de expresión de estudiantes, educadores y capacitadores que son mujeres, personas de color y LGBTIQ.

«Se debe reconocer que el movimiento detrás de estos proyectos de ley ha puesto un enfoque único en la supresión del contenido y las narrativas de y sobre las personas de color específicamente, algo que no se puede separar del papel que la raza y el racismo aún juegan en nuestra sociedad», señala el documento.

Justificación

Deborah Caldwell-Stone, directora de la Oficina para la Libertad Intelectual de la Asociación de Bibliotecas de EE.UU., ha confirmado que las impugnaciones y pedidos de censura de determinados libros crece cada año. En 2020 fueron 273, pero en los primeros nueve meses de 2021 la cifra ya era de 330.

Por eso denunció que hay una peligrosa, intensa y pública campaña para eliminar libros.

Así lo demuestra, por ejemplo, No Left Turn in Education («No gire a la izquierda en educación»), una web que enlista todos los libros que deberían prohibirse en las escuelas y que agrupa en tres secciones: teoría crítica de la raza, antipolicial y educación sexual.

«Estos son los libros que se utilizan para difundir ideologías radicales y racistas entre los estudiantes. Degradan a nuestra nación y sus héroes, revisan nuestra historia y nos dividen como pueblo con el fin de adoctrinar a los niños en una ideología peligrosa. Hay un montón de estos libros para cada nivel de lectura y grado. Si encuentra otros, háganoslo saber y los agregaremos aquí», convoca la fundadora Elena Fishbein.

Sobre la iniciativa censora, explica que la creó al ver que sus hijos se estaban «contaminando» en la escuela pública con «el revisionismo histórico, la corrección política y el rechazo absoluto de los valores» que, según ella, caracterizan a su país.

Para mala suerte de Fishbein, policías blancos asesinaron al afroamericano George Floyd en mayo de 2020 y el mundo entero volvió a discutir el añejo y persistente racismo que hay en EE.UU. y en las escuelas se reforzaron los programas sobre raza y desigualdad. Lo consideró insoportable y decidió que sus hijos no participaran en esas clases.

Meses después, convocó a un debate en redes sociales al que se unieron padres y madres preocupados, como ella, por el «adoctrinamiento» de la «ideología progresista» y la «agenda izquierdista» que está decidida a «apoderarse del país» y a «envenenar las mentes» de niños y jóvenes.

Bajo estos temores, no tuvieron mejor idea que promover la censura de libros. Y, junto con muchas otras organizaciones, lo están logrando, ya que en algunas escuelas o estados ya se vetaron libros de Toni Morrison, Premio Nobel de Literatura en 1993; de Malala Yousafzai, la activista pakistaní Premio Nobel de la Paz 2017; y, sobre todo, de autores y autoras afroamericanos.

Por más desolador que parezca este exitoso ataque a la cultura y a la libertad de expresión, en realidad no sorprende. Basta con conocer la historia de un país que sigue alardeando que es el mejor del mundo pero que suele esconder la pobreza, el clasismo, la desigualdad, el racismo, la xenofobia y la discriminación, que son estructurales en su sociedad. Y en donde poderosos sectores son capaces de censurar literatura con tal de no ahondar en temas «incómodos» o, simplemente, de derechos humanos. Siempre, claro, en el nombre de su Dios.

Fuente de la Información: https://actualidad.rt.com/opinion/cecilia-gonzalez/420852-campanas-censura-eeuu-racismo-sexualidad-diversidad

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Italia: “Un mundo de huérfanos”. El Papa Francisco se encuentra con los sacerdotes en este tiempo post Covid. Y les pide que no se aíslen

“Un mundo de huérfanos”. El Papa Francisco se encuentra con los sacerdotes en este tiempo post Covid. Y les pide que no se aíslen

“Una de las características cruciales de nuestra sociedad ‘red’ es que abunda la sensación de orfanato”. Esta observación del Papa Francisco en la apertura del Simposio Internacional “Por una Teología Fundamental del Sacerdocio”, promovido por el Card. Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos, y del Centro de Investigación y Antropología de las Vocaciones, en marcha en el Aula Pablo VI hasta el 19 de febrero.

“Conectados con todo y con todos, nos falta la experiencia de pertenencia, que es mucho más que una conexión”, denuncia Francisco, según quien “con la cercanía del pastor es posible convocar a la comunidad y favorecer el crecimiento del sentido de pertenencia”. “Si el pastor se pierde, se va, también las ovejas se dispersarán y estarán al alcance de cualquier lobo -advierte el Papa-. Esta pertenencia, a su vez, será el antídoto -explica- contra una deformación de la vocación que nace precisamente del olvido de que la vida sacerdotal se debe a los demás: al Señor y al pueblo a él confiado. Este olvido está en la base del clericalismo y sus consecuencias. El clericalismo es una perversión, y uno de sus signos, la rigidez, es también otra perversión, porque se construye sobre la distancia, no sobre la proximidad”.

En su discurso, en gran parte improvisado, Bergoglio insiste en la dimensión espiritual del ministerio sacerdotal, explicando que “perseverar en la oración no significa sólo permanecer fiel a una práctica: significa no huir cuando es la oración la que nos lleva al desierto . El camino del desierto es el camino que conduce a la intimidad con Dios, con tal de no huir, de no encontrar caminos para escapar de este encuentro”.

“Eres sacerdote si eres capaz de dejarte llevar por el desierto: los guías espirituales, cuando acompañan a los sacerdotes, deben ayudar a hacerse esta pregunta y respuesta: ¿eres capaz de dejarte llevar por el desierto, o no? vas a la televisión inmediatamente?”. “Un sacerdote -recomendación del Papa- debe tener un corazón suficientemente ‘agrandado’ para dar cabida al dolor del pueblo que le ha sido encomendado y, al mismo tiempo, como centinela para anunciar la aurora de la gracia de Dios que se manifiesta precisamente en ese dolor Abrazar, aceptar y presentar la propia miseria en la cercanía al Señor será la mejor escuela para poder, poco a poco, hacer lugar a todas las miserias y dolores que encontrará a diario en su ministerio, hasta llegar a ser él mismo como el corazón de Cristo”.

Aquí se inserta una consideración del Papa sobre el celibato que para Francisco es “un don que la Iglesia latina guarda, pero es un don que, para ser vivido como santificación, requiere sanas relaciones, relaciones de verdadera estima y de verdadero bien que encontrar sus raíces en Cristo”. “Sin amigos y sin oración, el celibato puede convertirse en una carga insoportable y en un contra testimonio de la belleza misma del sacerdocio”, señala el Papa, que añade: “Llego a decir que donde funciona la fraternidad sacerdotal hay vínculos de verdadera amistad, allí también es posible vivir la elección del celibato con más serenidad”.

Fuente de la Información: https://www.farodiroma.it/un-mundo-de-huerfanos-el-papa-francisco-se-encuentra-con-los-sacerdotes-en-este-tiempo-post-covid-y-les-pide-que-no-se-aislen/

 

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Uruguay: Un escenario infantil y un cuento para adultos

La fiesta es un tópico muy rico, porque concentra expectativas. Desde la dramaturgia y la dirección, Bruno Acevedo Quevedo (1997) utiliza un caso real y le da un formato de falso registro. ¿Todos los nombres fueron cambiados? ¿Qué hay de arquetípico, cuánto de específico en esta celebración malograda?

“La pregunta me remite a un pasado (no tan reciente), donde tomar casos reales y reconstruirlos a través del arte podría devenir en problemas no sólo legales, sino también éticos y morales”, responde el responsable de Castillo inflado, que estrena el miércoles. “Parte de mi escritura está atravesada por tristes cumpleaños o eventos condenados a terminar en un acto solemne (Otro cumpleañosRuido¿Cuál es tu veneno?). Para desarrollar esta narrativa tomo un disparador que no es mío y un dolor que no me pertenece. Un caso que fue mediatizado al extremo sensacionalista, que le da un cimbronazo a una familia que quería justicia, que quería ‘que se sepa la verdad’. Mi texto no trae ninguna verdad, brinda un abanico de matices a problematizar en torno a una sociedad globalizada y consumista, que reproduce actos de barbarie a través de sus celebraciones”.

A la vez, el artista desnuda su pasado como animador de fiestas (“trabajé sin seguridad social y comencé a hacerlo siendo menor”, reconoce). Allí no hay corrimiento. “Eso hay de específico. El esperpento de un ‘yo’ de 20 años queriendo revelar ‒cual rollo fotográfico‒ un negativo de prácticas y costumbres que ve pasar ante sus ojos todos los fines de semana (durante tres años). Un ‘yo’ con el que tal vez hoy en día no me sienta tan identificado, pero que sigue resonando como ese caso que no me sorprendió, porque me podría haber pasado a mí. De arquetípico está el padre borracho, la madre perfeccionista, las jefas avariciosas, la niña hiperactiva y el niño desplazado. Hay más personajes que sostienen la narrativa y los nombres son sólo una excusa tipográfica”.

Con base en la sinopsis se podría pensar en un vodevil, en un misterio al estilo Agatha Christie, hasta en grotesco criollo… pero lo definen como drama contemporáneo, como un sostén de varios géneros y signos. “Mientras que el código actoral escénico oscila entre el expresionismo y lo grotesco, el código audiovisual aborda un extremo naturalista. Este diálogo se pauta ya en el texto dramático, en cuya trama conviven tintes de comedia satírica y comedia lacrimosa con mojones de suspenso policial. Las didascalias [indicaciones escénicas] conciben un universo narrativo y se resuelven en la voz de un narrador omnipresente que pareciera estar contando un cuento para adultos antes de irse a dormir. El mismo narrador puede llegar a servir de perito judicial, de locutor publicitario o de ingeniero de alimentos. Este recurso es explotado por Rogelio Gracia, quien confió su trabajo en nuestro equipo creativo y en un punto de partida que tenía múltiples posibilidades de lectura. Uno de mis objetivos primarios al desarrollar este tipo de acotaciones fue crear un objeto literario que funcionara por fuera de una partitura escénica”, indicó el autor.

Ganador de una mención en los Premios Onetti 2019 por este texto, que además cierra una muestra de obras nacionales organizada por el Instituto Nacional de Artes Escénicas, es válido consultarle a Acevedo Quevedo cómo inscribiría este espectáculo dentro de la nueva dramaturgia uruguaya. “Los cimientos de este texto que hoy es espectáculo se desarrollaron en el marco del último semestre de la primera generación de la Tecnicatura Universitaria en Dramaturgia. Precisamente en un curso práctico a cargo de Gabriel Calderón. Si bien fue mutando a través de los años (comencé a escribirlo en 2018, justo después de estrenar Ruido) hay mucho de ese primer boceto. Para mí fue un espacio formativo fundamental dentro de mi desarrollo como escritor. Allí no sólo conocí voces autorales extranjeras y nacionales, textos clásicos y contemporáneos, mecanismos de producción y de resistencia, sino que también tuve la posibilidad de crear y compartir la escritura con compañeras y compañeros de generación a quienes admiraba y hoy puedo considerar colegas (Leonor Courtoisie, Sebastián Calderón, Lucía Trentini, Federico Puig, Vanesa Cánepa, entre otras y otros). Si bien manejamos estéticas bastante distintas, considero que, de una u otra manera, trabajamos aspectos performativos en torno a nuestra biografía y el diálogo que genera con la ficción. Intuyo que muchas veces escribimos desde una pulsión distinta a la que moviliza a otras generaciones (a pesar de que entre nosotras y nosotros compartamos una brecha generacional)”, aclara, citando también a Agustín Luque y Camila Diamant, “que transitan improntas fuertes y casi inexploradas”.

Foto: Difusión

Como compañía móvil, Implosivo tiende al cruce de disciplinas y en este caso se utilizó un doble casting, dos directores, con desafíos que van más allá de lo técnico. “A través de Ximena Echevarría y de mi formación en Implosivo Artes Escénicas, aprendí a usar el teatro como un lienzo más entre otros tantos lenguajes que puedan llegar a convivir en simultáneo. A su vez, cuento con estudios en comunicación, lo que genera en mí una pulsión innata hacia el desarrollo audiovisual. Sin embargo, le quise confiar este trabajo a Manso Films (el material es dirigido por Claudio Quijano), ya que desde hace años se dedican tanto al teatro como al cine. Entonces, en este cruce, sostienen una visión idónea entre el diálogo de la escena con la plataforma cinematográfica”, adelanta sobre este híbrido que buscan construir. “Los personajes que aparecen son desdoblados audiovisualmente. Es así que, como un reflejo deformado de la realidad, nos abocamos hacia un trabajo de investigación actoral que conecta a dos personas distintas en la búsqueda de una misma voz. Este lenguaje [cinematográfico] convive con un dispositivo de mapping, generado por María Victoria Parada, mediante el cual no sólo importa el producto audiovisual sino también los múltiples lienzos en donde se proyecta”.

Fuente:  https://ladiaria.com.uy/cultura/articulo/2022/2/un-escenario-infantil-y-un-cuento-para-adultos/

 

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Así nació la enseñanza concertada

Javier González Moreno

España difiere del resto de países europeos en un aspecto fundamental: mientras en Europa la educación privada generalmente apenas sobrepasa el 10% del sistema educativo, en España alcanza el 30%. Además, en España esa educación privada recibe grandes cantidades de dinero público. ¿Qué hechos históricos han llevado a esta situación? Un breve recorrido histórico nos permitirá también comprender qué es la educación privada concertada y desechar algunos mitos.

Las subvenciones empiezan en el tardofranquismo

En el siglo XIX la fuerte influencia de la Iglesia en España impidió que el Estado asumiera la educación y formara un sistema educativo nacional como en el resto de Europa. Las escasas escuelas existentes siguieron siendo en su mayoría propiedad de la Iglesia y el analfabetismo campó a sus anchas hasta principios del siglo XX. La II República trató de solucionar esta situación pero la Guerra Civil truncó cualquier avance. El franquismo entregó a la Iglesia toda la educación en pago por su apoyo en la Guerra Civil y durante décadas persistió la desescolarización endémica.

En los últimos años del franquismo, organismos internacionales como la UNESCO presionaron a España para que hiciera mayores esfuerzos en educación. Fruto de esto, en 1970 se declaró gratuita y obligatoria la educación entre los 6 y los 14 años de edad (la famosa EGB).

Sin embargo, en aquel momento existía un gran número de centros privados que venían impartiendo estas enseñanzas, en su inmensa mayoría propiedad de la Iglesia católica. Tras esta declaración de gratuidad y obligatoriedad, estos centros privados presionaron al Estado para obtener subvenciones aduciendo que era la única manera de garantizar esa gratuidad para los alumnos que escolarizaban. Con el Ministerio de Educación dominado por fuerzas afines a la Iglesia, muy pronto las subvenciones se multiplicaron sin control.

Mención especial merece el fraile presidente del sindicato vertical de enseñanza franquista, convertido en patronal de la enseñanza en la Transición. Su estrategia para las subvenciones fue conseguir primero unas ayudas a la gratuidad en unos pocos centros, luego unas subvenciones al 30%, luego al 50%, etc. Era la estrategia de la “mancha de aceite”, que una vez que cae sobre la tela se extiende sola.

La Transición y el miedo a una guerra educativa

Los intentos de estatalización de la enseñanza de la II República habían constituido una de las causas de la Guerra Civil. Y la izquierda de la Transición no deseaba repetir ninguna guerra, por lo que la estatalización de todo el sistema educativo quedaba descartada de antemano.

En 1978 se promulgó nuestra Constitución, que es una de las más extrañas de Europa respecto a la educación. Aunque se proclama un derecho a la educación y se encomienda al Estado la organización de la escolarización, no se atribuye al Estado la responsabilidad de su prestación. También se proclama la libertad de enseñanza al mismo nivel que el derecho a la educación y se incluye una referencia a las subvenciones públicas a los centros privados. La Constitución, y las sentencias del Tribunal Constitucional de 1981 y 1985, son muy favorables para los intereses de la enseñanza concertada.

El gobierno socialista pacta los conciertos con la Iglesia

En 1982 llega al gobierno el PSOE de Felipe González. La prioridad para el PSOE era la “modernización”: en educación había que superar la “historia de escasez, inhibición del Estado, politización y ardor ideológico” y centrarse en lograr una escolarización a niveles europeos. Para ello había que promulgar una ley de escolarización que fuera a durar, es decir, que fuera aceptada por todos los actores políticos, incluida la Iglesia.

Las negociaciones con la Iglesia y la derecha parlamentaria fueron muy duras porque estos actores no renunciaban a sus posiciones maximalistas: que el Estado financiara la enseñanza privada sin contrapartidas, incluso absteniéndose de construir centros para no hacerles la competencia. La pretensión de los representantes de los obispos era que el Ministerio de Educación siguiera bajo su influencia como durante el franquismo. De hecho, en la primera reunión con el ministro socialista, presentaron sus propios decretos con el objeto de que fueran firmados y publicados en el BOE, como había venido siendo habitual.

El resultado fue la Ley Orgánica del Derecho a la Educación de 1985 (LODE), que establecía el siguiente pacto entre Iglesia y Estado (uno más de los pactos de la Transición): la Iglesia conservaba su sistema escolar y recibía subvenciones más estables y cuantiosas, pero a cambio sus centros debían comportarse como centros públicos, es decir, escolarizar sin discriminaciones y gratuitamente. Un concierto es un contrato que ambas partes deben cumplir, se da una financiación pública para prestar un servicio en unas condiciones.

Hay que destacar que el pacto se hizo principalmente para aplacar a la Iglesia y evitar cualquier atisbo de guerra escolar que pusiera en peligro al nuevo régimen político. Todo cuanto se ha dicho de que los conciertos nacieron porque el Estado no tenía dinero para crear suficientes colegios es prácticamente un mito. Y esto se demuestra en que, cuando los obispos se negaron a firmar los conciertos porque consideraban inaceptables las mínimas contrapartidas que se les pedían para recibirlos, el ministro socialista afirmó que la mayoría absoluta socialista en el Congreso aprobaría un crédito extraordinario para inundar España de colegios públicos. Los obispos firmaron los conciertos y esperaron a otros gobiernos que desarticularan los mínimos controles que se habían establecido.

El efecto de los conciertos en el sistema educativo

Realmente los conciertos de la LODE no fueron un invento socialista: se inspiraron en la los artículos 94 y 96 de la Ley General de Educación franquista de 1970. Estos dos artículos preveían un sistema de conciertos con centros privados, pero la falta de voluntad política y la inestabilidad de la Transición provocaron que durante años se funcionara con un sistema “provisional” de subvenciones sin control.

Con la LODE y su sistema de conciertos la educación quedó como un servicio público “impropio”, de segunda categoría, prestado por una “red integrada” de centros privados concertados y centros públicos. Esto significa que ambos tipos de centros son parte integrante del sistema educativo español. Así lo afirma la vigente LOE-LOMLOE en su artículo 108.4: “La prestación del servicio público de la educación se realizará a través de los centros públicos y privados concertados”. En tanto la mayoría de estos centros concertados son propiedad de la Iglesia, se puede afirmar que en España la Iglesia forma parte del Estado en educación.

Según la ley, ambos tipos de centros son responsables de la escolarización de todos los alumnos del país, sin discriminaciones y gratuitamente. La realidad es otra, principalmente por las famosas “cuotas voluntarias” que en la práctica son obligatorias en muchos casos y que sirven de filtro para no escolarizar a mucho alumnado con dificultades socioeconómicas. Además, la concertada no está obligada legalmente a establecerse en lugares de difícil cobertura (mundo rural, barrios conflictivos, etc.). Con todo esto se ha pervertido el sistema y se ha conseguido que la subsidiaria sea la pública. La afirmación en la LOMLOE de que “la educación pública constituye el eje vertebrador del sistema educativo” es mera retórica sin efecto legal (apenas se menciona en el preámbulo de la ley) y un magro reconocimiento para los centros públicos, que son los únicos garantes reales del derecho a la educación en todos los rincones de España y para todos los ciudadanos.

Una pregunta final

Han pasado ya 47 años desde la implantación del sistema de conciertos educativos, que constituye una anomalía en Europa. El gobierno socialista de entonces pactó con la Iglesia que sus centros educativos recibirían fondos públicos y estos se comportarían como públicos, escolarizando sin discriminaciones y gratuitamente. En aras de la calidad democrática y de la eficacia en la gestión de los recursos públicos debemos hacernos esta pregunta y actuar en consecuencia: ¿Se ha cumplido el pacto?

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Más de 750 escuelas han sufrido daños desde el inicio del conflicto de Ucrania

UNICEF pide que las instalaciones educativas sean un espacio seguro donde los niños y niñas puedan estar protegidos.

Más de 750 escuelas han sufrido daños desde el inicio del conflicto en el este de Ucrania, un día después de que el Ejército ucraniano acusara a los rebeldes de atacar una guardería en Lugansk, ha denunciado este viernes el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Según UNICEF, los ataques a guarderías y escuelas han sido una «triste realidad» para los niños del este de Ucrania durante los últimos ocho años, lo que ha interrumpido el acceso a la educación de miles de menores a ambos lados de la línea de contacto.

Por ello, la agencia de Naciones Unidas ha hecho un llamamiento a todas las partes para que respeten la Declaración sobre Escuelas Seguras y protejan a los niños y a sus cuidadores de los ataques, independientemente de las circunstancias en las que se encuentren.

«Las instalaciones educativas deben seguir siendo un espacio seguro donde los niños puedan estar protegidos de las amenazas y las crisis y un refugio en el que puedan aprender, jugar y desarrollar todo su potencial», ha señalado, remarcando que «el derecho de los niños a la educación no puede salvaguardarse en situaciones de conflicto si antes no se protege la educación».

Por otro lado, el conflicto ha causado estragos en el bienestar psicosocial de toda una generación de niños que crecen en el este del país. Además, estos niños viven en una de las zonas del mundo más contaminadas de minas antipersona. Todos los días viven, juegan, van y vienen de la escuela en zonas plagadas de estos artefactos, munición sin explotar y otros restos explosivos de guerra.

Desde el comienzo de la guerra, UNICEF ha estado sobre el terreno en todo el este de Ucrania, proporcionando ayuda psicosocial y educación sobre el riesgo de dichas minas a más de 180.000 niños, jóvenes y cuidadores. UNICEF, que ha garantizado con las comunidades afectadas para proporcionarles el apoyo humanitario necesario, también apoya la reparación de escuelas y guarderías dañadas, además de distribuir suministros de educación vitales, como kits de enseñanza, mobiliario y material deportivo.

Fuente: https://www.europapress.es/internacional/noticia-mas-750-escuelas-sufrido-danos-inicio-conflicto-ucrania-20220218152508.html

 

 

 

 

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Gustavo Suárez Pertierra, presidente de UNICEF España “La educación es la principal herramienta que existe para salir de la pobreza”

El cambio climático, las hambrunas, el inexistente acceso a vacunas o medicamentos y la falta de higiene son algunas de las muchas causas que han llevado a millones de familias a la pobreza más extrema. Según Gustavo Suárez Pertierra, presidente de UNICEF España, la educación es el único mecanismo que existe para que los niños y niñas sean capaces de acabar con la trampa que esta pobreza supone. Por ello, la educación es el corazón de UNICEF, una organización que, desde hace ya 75 años, vela por los derechos y la supervivencia de la infancia más vulnerable.

En los últimos dos años, y a raíz de la pandemia de la COVID-19, hay 100 millones más de niños y niñas en el mundo sumergidos en la pobreza, lo que equivale a un aumento del 10% desde 2019.

De hecho, y según el informe ‘Evitemos una década perdida: Hay que actuar ya para revertir los efectos de la COVID-19 sobre la infancia y la juventud’, presentado por UNICEF el pasado mes de diciembre, la COVID-19 está poniendo en peligro décadas de progreso en cuestiones fundamentales para la infancia como la pobreza, la salud, el acceso a la educación, la nutrición o el bienestar mental. Una situación sin precedentes a la que se debe hacer frente de manera inmediata.

Durante esta entrevista con Soziable.es, Gustavo Suárez Pertierra, presidente de UNICEF España, incide en la importancia de actuar de forma rápida y eficaz para hacer frente a todas estas desigualdades que afectan gravemente a la humanidad en general, pero a la infancia en particular.

– ¿De qué manera ha afectado la pandemia de la COVID-19 a la infancia?

La pandemia ha causado un impacto extraordinario sobre toda la humanidad en general, sobre la infancia en particular y sobre la infancia más vulnerable de una manera especial. Ha tenido un gran costo en vidas humanas, ha producido un efecto del que tendremos que aprender a salir, porque corre el peligro de paralizar, o al menos revertir, ciertos procesos que estaban consiguiendo que el bienestar de la infancia se asiente en nuestras sociedades, pero, sobre todo, la mayor consecuencia que va a producir es que va a generar unas enormes desigualdades en el mundo.

La pandemia es una crisis que comienza siendo sanitaria y acaba siendo económica y social, pero que se distingue de otras crisis porque es una crisis global. Quiere decir esto que afecta a todo el conjunto de los países, a todo el conjunto de los pueblos, a toda la humanidad, en definitiva.

El impacto de la pandemia no es el mismo en aquellas ciudades más ricas y en las sociedades más pobres. Las posibilidades o los recursos que tienen las sociedades para superar el impacto de la pandemia tampoco son los mismos. Por tanto, la combinación entre impactos y posibilidades de superación de la crisis va a producir unas desigualdades extraordinarias en el mundo.

Tendremos que encontrar la senda de salida. Pero ¿cómo tendremos que hacerlo? Pues, en primer lugar, procurando que las medidas sanitarias lleguen a todas partes. Las vacunas, fundamentalmente, tienen que llegar a los países de rentas bajas porque, si no llega a todos, la pandemia no puede resolverse. Pero, además, hay que invertir en educación, en saneamientos, en mecanismos e instrumentos que permitan adaptarse a los tiempos que vienen, que van a ser muy dificultosos.

– ¿Qué entendemos por pobreza infantil?

Hay muchas clases de pobreza. Hay una pobreza severa, que afecta a aquellas sociedades que viven en la miseria, pero hay otra que llamamos pobreza moderada, que afecta a sociedades más desarrolladas y que se mide a través de la media de ingresos de una familia tipo: dos adultos y dos menores, por ejemplo.

Pero ¿qué significa ese tipo de pobreza? Significa que los hogares que la padecen no pueden acudir a satisfacer un gasto que de repente se presenta, porque se produce una necesidad educativa, por ejemplo, actividades extraescolares; porque sube el precio de la luz por encima de lo que estaba previsto; porque se presenta una necesidad producida por una determinada catástrofe o por un determinado impacto social; o por un hecho propio del clima.

Esta es una pobreza moderada que, en España, lamentablemente, afecta a entre un 27 y un 28% de loa niños y loa jóvenes, lo cual no se corresponde con nuestra entidad como cuarta potencia económica dentro de la Unión Europea, ni tampoco con el puesto que tenemos en la Unión Europea, ya que estamos muy atrás, estamos en la cola de los países que están padeciendo la lacra de la pobreza infantil.

– Por lo tanto, no nos referimos a lo mismo cuando hablamos de pobreza infantil en España y cuando lo hacemos refiriéndonos a países del tercer mundo, ¿verdad?

Los países de rentas medias y bajas no tienen los mismos problemas que tienen los países más desarrollados en el mundo, donde también hay pobreza, ese tipo de pobreza de hogares que no pueden llegar a fin de mes, que no pueden garantizar la calefacción en invierno o que no pueden garantizar unas vacaciones razonables.

La pobreza en los países que llamamos en desarrollo, en los países con rentas más bajas, tiene unas características mucho más incisivas. Pensemos que en estos países hay, en este momento, del orden de 5 millones de niños al año, 14 mil niños al día, menores de 5 años, que mueren por falta de un remedio que está en nuestras manos proporcionarles, por ejemplo, vacunas. No me estoy refiriendo ahora al caso de la pandemia de la COVID-19, me estoy refiriendo a las vacunas de las enfermedades que todavía no están erradicadas en el mundo, que se llevan por delante muchas vidas de niños menores de 5 años.

Bien es verdad que, hace tres décadas, esta cifra era el doble. Por tanto, vamos en la buena dirección, pero hay que darse cuenta de que esta es la realidad que tenemos en muchas partes del mundo.

– ¿Cómo afecta la pobreza a los niños y niñas?  

La pobreza es algo que, lamentablemente, envuelve la vida de los seres humanos y, por supuesto, de los niños.

¿Qué significa la pobreza para los niños? Significa que no pueden ser niños, que no pueden manifestar, como única preocupación, la preocupación de ser niños y hacer lo que hacen los niños, porque tienen otras preocupaciones.

La pobreza se manifiesta en materia de trabajo infantil; en la falta de posibilidades de desarrollo; en la falta de acceso a la educación; en la nutrición; y en el propio movimiento y en la propia sociabilidad de los niños y de los jóvenes que necesitan moverse ampliamente y ser niños para poder desarrollarse.

Esa falta de ambiente que proporciona la pobreza, que va desde la manifestación de enfermedades hasta las carencias en la educación, cuando envuelve toda la vida de los niños provoca fenómenos muy importantes que están detectando las sociedades modernas, por ejemplo, de salud mental.

Así pues, uno de los primeros problemas que tiene planteados la humanidad en este momento es resolver los problemas del hambre, que afectan a muy buena parte del género humano y, por supuesto, al grupo social más vulnerable, que son los niños, las niñas y los jóvenes.

– La lucha contra el cambio climático es otro de los grandes retos a los que se enfrenta UNICEF. ¿Es esta problemática una de las grandes amenazas para la infancia?

El cambio climático es un factor fundamental para la infancia. Produce sequías y hambrunas, exige a las sociedades la incorporación de unos instrumentos que les permitan ir adaptándose al cambio de las temperaturas, produce el aumento del nivel de los océanos…

Todo eso, en aquellos espíritus más jóvenes que están en formación, como es el caso de los niños en edad temprana y de los adolescentes en edad ya madura, les afecta de múltiples maneras: provoca enfermedades, plantea problemas de nutrición, les limita la movilidad… El cambio climático es un elemento vital para garantizar no solo el desarrollo de los jóvenes, sino también su bienestar futuro. Por tanto, es algo a lo que debemos poner una enorme atención.

El primer problema que tiene la infancia es la supervivencia, algo que podemos resolver porque una vacuna cuesta 60 céntimos de euro. Luego hay que resolver los problemas de educación, de bienestar y sanitarios que puedan afectarles. Pero después hay que garantizarles un entorno seguro, algo que con la referencia climática solo es posible adelantándose con medidas de previsión como quieren, por otra parte, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que tienen en el cambio climático una de sus referencias fundamentales.

– La pandemia de la COVID-19 no solo ha comprometido nuestra salud física, sino que también está afectando a nuestra salud mental y, en especial, a la de los colectivos más vulnerables. ¿Perciben que la salud mental de la infancia se ha visto alterada, en mayor o menor grado, tras la irrupción del coronavirus?

La salud mental se ve afectada por la pandemia sin duda ninguna. Aquí se produce un efecto curioso: la salud mental es un elemento que, desgraciadamente, está muy presente en nuestras sociedades, para los niños y para los mayores, pero es un problema social sobre el que existe una especie de silencio, acordado por toda la sociedad, porque la concebimos como un estigma de las sociedades avanzadas.

Yo creo que la pandemia, y no quiero decir con esto que haya tenido ningún efecto bueno ni positivo, ha puesto en el escenario de las preocupaciones el problema de la salud mental y, especialmente, de la salud mental infantil. El confinamiento, la falta de sociabilización adecuada que provoca el cierre de las escuelas, que los niños no puedan, en un momento determinado, salir a la calle para poder socializar y desarrollar sus juegos genera un impacto extraordinario sobre la salud mental de los niños y los jóvenes.

Desde UNICEF lo hemos medido y existen datos que lo ponen de manifiesto. Hay, en estos momentos, un 13% de jóvenes, hasta 18 años, que se ven afectados por algún tipo de trastorno mental. Un 13% son muchos millones de niños en el mundo.

– ¿Se aborda esta problemática desde UNICEF?

Lo intentamos porque los sistemas públicos, quizá porque no es un elemento que esté presionando nuestras sociedades, atienden muy poco a la salud mental. Hablando en términos globales, que es como tenemos que hablar desde UNICEF, solo un escaso 2% de los presupuestos sanitarios se dedica en el mundo a la salud mental y esto es un presupuesto prácticamente insignificante.

Por tanto, tenemos que ayudar a resolver ese problema. UNICEF trabaja desde esa perspectiva en las sociedades desarrolladas procurando interesar sobre el problema a los ciudadanos y a las ciudadanas, sensibilizar y ofrecer a los poderes públicos las medidas adecuadas de carácter sanitario, pero también de entorno doméstico y social, para que se pueda salir al paso de los problemas de trastornos mentales que pueden plantearse.

En España, hemos colaborado en la parte infantil del desarrollo de la Estrategia de Salud Mental que se está empezando a poner en práctica. Por tanto, ya hay sensibilidad social suficiente como para que, desde el sistema público, se pueda atender ese problema.

Y, en los países de rentas medias y bajas, UNICEF está desarrollando programas sobre el terreno en materia sanitaria y social. En materia sanitaria, procurando fortalecer los sistemas sanitarios de países que son menos favorecidos en lo que se refiere a salud mental y en otros aspectos sanitarios; y, por otra parte, trabajando en la construcción de entornos saludables que permitan a la infancia y a la adolescencia desarrollarse previniendo la posibilidad de que estos problemas puedan afectarles.

– ¿Es primordial garantizar una educación de calidad a todos los niños y niñas para hacer frente a las desigualdades y a la pobreza?

La educación es la principal herramienta que existe para salir de la pobreza. Se ha dicho que la educación es un ascensor social, el único mecanismo que puede garantizar que se rompa la trampa de la pobreza, que significa que las generaciones siguientes son más pobres o siguen siendo tan pobres como las generaciones anteriores. Y lo único que puede romper ese círculo vicioso es, precisamente, la educación, de ahí su importancia en esta materia.

La educación es el corazón de UNICEF. Los objetivos de nuestra organización tienden a la supervivencia de los niños y adolescentes, a garantizar su bienestar y a la protección, pero todo eso está envuelto por el corazón de UNICEF, que es la educación. La educación es un trampolín para el desarrollo personal y social.

– No hay nada perfecto, pero… ¿qué considera que debe tener la infancia para que su desarrollo sea adecuado y, sobre todo, ‘feliz’?

La infancia es, por definición, un grupo desvalido. Como la Convención de Derechos del Niño llega hasta los 18 años, hay mucha diferencia entre los niños más niños, los niños y niñas que ya no lo son tanto y los jóvenes o adolescentes ya que cada franja de población tiene su necesidad especifica.

La base es la posibilidad de encontrarse con un entorno familiar, doméstico y social que les permita formarse y desarrollar todas sus capacidades. Eso exige una atención social adecuada, la posibilidad de contar con una asistencia sanitaria suficiente desde una edad temprana y la posibilidad de acceso a la educación y a las capacidades de empoderamiento, sobre todo para las niñas, que son el grupo más desvalido dentro del grupo más desvalido de la sociedad. Todo esto es necesario como punto de partida y, a partir de aquí, vienen todas las necesidades que ofrece el sistema de bienestar al que nos asomamos los ciudadanos de los países en desarrollo.

Hay, en estos momentos, más conflictos bélicos abiertos que hace 30 años. Nos tenemos que poner a pensar en la influencia que tiene esto, no solo sobre los niños, sino sobre todos los hombres y mujeres, por ejemplo, obligándoles a desplazarse de sus hogares. Por tanto, la infancia necesita condiciones básicas de vida y de desarrollo posterior.

– Personalmente, ¿cree que estamos a tiempo de cumplir los ODS en la fecha prevista, 2030?

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible constituyen un programa de acción muy ambicioso. Hace unos pocos años, las naciones se pusieron de acuerdo para definir unos Objeticos de Desarrollo Sostenible, 17 Objetivos, con dos centenares de metas, y se diseñó una Hoja de Ruta que es la Agenda 2030.

Aquí hay que confiar en la capacidad de resiliencia del género humano y, especialmente, en la de los jóvenes, que es mucha. Hay que confiar en la capacidad de los estados que han adquirido consciencia de la necesidad de establecer un desarrollo sostenible para permitir que las sociedades sean más justas y proporcionen un mayor bienestar. Pero, además de ser optimista, hay que ser realista y decir que, en este momento, vamos por debajo de las previsiones de cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y, más todavía, porque no contábamos con el impacto de la pandemia.

Prácticamente todos los ODS tienen que ver con la infancia, porque son objetivos que afectan a la erradicación de la pobreza, al destierro y las hambrunas, a la educación… Por tanto, en todos los Objetivos está presente la referencia de la infancia y en todos tiene que trabajar UNICEF. Por eso, necesitamos una visión muy amplia en la que necesitamos, por supuesto, que nos acompañen las sociedades de los países pobres y ricos.

– ¿Cuáles son los retos y objetivos de UNICEF España para este año 2022?

Yo creo que necesitamos recuperar la senda de conseguir los objetivos de bienestar que nos habíamos planteado.

UNICEF cumple ahora 75 años: 60 en España, 75 UNICEF global. Tras la Segunda Guerra Mundial, UNICEF se planteó el objetivo de la supervivencia de la infancia, erradicar las enfermedades que se llevaban miles de muertos cada día, la educación como corazón de UNICEF, el bienestar en todas sus fórmulas y la erradicación de conductas que todavía están muy presentes en ciertas sociedades y que afectan a niños y a niñas, como es el caso del matrimonio infantil.

En todo este tiempo, en estos 75 años, se ha avanzado mucho en el cumplimiento de estos objetivos. El matrimonio infantil, por ejemplo, se ha reducido en un 15% en las tres últimas décadas. Pero el impacto de la pandemia sobre todos esos procesos que estaban en marcha y que estaban teniendo un cierto éxito sostenido ha sido, está siendo y va a ser enorme. Hay que recuperar esa senda de bienestar para el cumplimiento de unos objetivos que, lamentablemente, después de 75 años, todavía están vigentes.

Necesitamos actuar contra la pobreza infantil, en materia de salud mental y de fortalecimiento del sistema educativo, en temas de bienestar y sobre la sostenibilidad del clima en el que tenemos que movernos. En concreto, tenemos que erradicar determinadas prácticas como las que afectan a las políticas de género o que tienen que ver con el trabajo infantil y que están muy favorecidas por todo lo que trae consigo la pandemia, como el cierre de las escuelas.

Fuente: https://www.soziable.es/entrevista-gustavo-suarez-presidente-unicef-espana

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