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La brecha digital en la educación ante el COVID-19

Por : Pluma Invitada

Ante la denominada pandemia generada por el virus COVID-19, la suspensión de clases presenciales en todos los niveles educativos es una realidad, las actividades académicas a distancia son una variante y se convierten en una alternativa en diferentes sistemas educativos; en México no es la excepción, el trabajo a distancia es la única opción y las posibilidades de dar cumplimiento a los planes y programas de estudio ahora son parte de una acción compartida entre la escuela y los padres de familia, ante dicha estrategia el proceso de enseñanza y aprendizaje ahora es divergente ante un mismo objetivo una educación social, con equidad, promoviendo la calidad o excelencia de la educación.

El uso de la tecnología como una alternativa educativa ante el problema de sanidad a nivel mundial permite evaluar el cumplimiento de ciertas políticas educativas; de acuerdo al documento Metas 2021 (OEI), generado en la cumbre de 2008 en la ciudad de San Salvador y publicado en el 2010, los distintos ministros de educación en su momento, consideraron la necesidad de cerrar la brecha digital en Iberoamérica dando cumplimiento a diferentes metas entre los que se resalta; fomentar la igualdad de oportunidades y compensar las desigualdades sociales, ampliando la dotación de computadoras en las escuelas y la alfabetización tecnológica del alumnado; favorecer el aprendizaje de los alumnos mediante la incorporación de las TIC en el proceso de enseñanza y aprendizaje; lograr que los docentes incorporen su apropiación tecnológica al proceso de enseñanza y aprendizaje, lo que posibilita un uso pedagógico de las TIC y garantizar la existencia de recursos y contenidos digitales adaptados y de calidad, necesarios para la integración y el uso de las tecnologías en el ámbito educativo.

El cumplimiento de las políticas internacionales genera un compromiso mayúsculo y necesario destacar, de acuerdo al extinto INEE en el ciclo escolar 2007-2008 la mitad de las primarias contaba con una computadora para uso educativo; para el 2013-2014 este porcentaje se redujo a 39.6%, y para el ciclo 2015.2016 llegó a 40.4%. En la educación secundaria, en el ciclo escolar 2007-2008, 71.5% del total de estas escuelas tenía una computadora para uso educativo; en el 2013-2014 el porcentaje bajó a 68.4% y se recuperó  en el 2015-2016, al llegar a 70.1%. De acuerdo a los datos las condiciones en las escuelas no son las viables y ahora generar propuestas educativas haciendo uso de las TIC es todo un enigma que tendrán que resolver maestros, alumnos y padres de familia.

De acuerdo con el INEGI (2019) 18.3 millones de viviendas (52.7% del total en México) cuentan con acceso a internet. La mayoría de viviendas que no cuentan con acceso (16.4 millones) corresponde a la sociedad con menores recursos, ubicada en los estados de Chiapas, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Oaxaca, Puebla y Veracruz.

El impacto de la tecnología en las escuelas depende del manejo que se haga de ellas; la brecha digital no se cierra dotando a las escuelas de computadoras, ni capacitando a los docentes con propuestas innovadoras haciendo uso de la tecnología. Un ambiente digital se construye con procesos integrales en los que demande una práctica educativa acorde a las condiciones digitales del contexto de los alumnos.

Si bien el cumplimiento de la política educativa es una condicionante que permite atender la brecha digital en los procesos de enseñanza y aprendizaje; el financiamiento, monitoreo, capacitación, conectividad y renovación de los equipos destinados a las escuelas, es una muestra de las condiciones que se tienen para enfrentar los desafíos de problema de sanidad a nivel mundial.

Anunciado el confinamiento por el COVID-19, el trabajo escolar en casa ha generado una serie de comentarios entre la sociedad, los cuales reflejan la inestabilidad en las acciones que realiza la escuela y el compromiso social que tiene la familia con la educación. Será necesario reflexionar sobre cuál es el papel de la escuela en tiempos de contingencia, y valorar la importancia de una educación integral buscando diversas formas de enseñar para optimizar el aprendizaje. Necesitamos buscar alternativas para atender y aprender de las condiciones sociales, ni tenemos la infraestructura, ni utilizamos los recursos, ni buscamos áreas de oportunidad; sin embargo, cuestionamos todo lo que se platean y no valoramos lo que tenemos, opinamos sobre lo bueno y lo malo, pero no proponemos una solución, evaluamos evidenciando los errores y no argumentando nuestros saberes.

Referencias

INEE. (23 de Marzo de 2020). Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. Obtenido de Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación: https://www.inee.edu.mx/

INEGI. (29 de Diciembre de 2019). Instituto Nacional de Estadistica y Geografía . Obtenido de Instituto Nacional de Estadistica y Geografía : https://www.inegi.org.mx/temas/educacion/

OEI. (2010). Metas 2021. Madrid, España: OEI.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-brecha-digital-en-la-educacion-ante-el-covid-19/

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Coronavirus: de la crisis sanitaria a la educativa

Algunas “pistas” para abordar la cuestión en educación media.

Celsa Puente

_ Este texto nació del intercambio valioso que mantengo a diario con muchos colegas, pero es necesario señalar especialmente que la profesora Valeria Di Píramo ofreció con mucha generosidad varias de las ideas aquí presentadas._

El 13 de marzo Uruguay ingresó a los países que debieron tomar medidas con respecto a la pandemia mundial del coronavirus. Hasta esa fecha, todos los uruguayos vivimos como si estuviéramos mágicamente exonerados de la cuestión mundial. Es una actitud que tenemos con más frecuencia de lo que podemos asumir conscientemente. Habitualmente nos sentimos diferentes del resto del mundo, incluso de quienes son muy parecidos a nosotros, como ocurre con los ciudadanos del otro margen del Río de La Plata. Tenemos cierta jactancia de nuestra condición. Es cierto que somos pocos, que tenemos un país pequeño y hay algo de la dimensión de lo humano que, a pesar de los pesares, siempre nos hace sentir que podremos sobrellevar con dignidad las desgracias más definitivas.

Hasta el 13 de marzo –ese viernes inolvidable– todos creíamos que estábamos salvados en una suerte de inmunidad “a la uruguaya”, pero la realidad se encargó de mostrarnos que no somos tan especiales como creíamos, ni permaneceremos al borde de la ruta que el coronavirus inició a fines de diciembre, con intenciones claras de atravesar el mundo.

Ese fin de semana sirvió para tramitar el estado de estupefacción en el que algunos quedamos y comprender que aunque el epicentro de la enfermedad estuviera durante los meses de diciembre y enero en China –espacio exótico a nuestros ojos, en el punto geográfico opuesto al nuestro–, el virus se venía trasladando. A fines de febrero, el epicentro geográfico pasó a ser Italia y luego España. Esa cercanía debió alertarnos, pero no reaccionamos, y el lunes siguiente a la aparición de los primeros casos en Uruguay, las preguntas empezaron a surgir en forma desbordada. ¿Qué haremos los educadores sin poder asistir a los centros educativos a menos de 15 días de iniciados los cursos? ¿Cómo sostendremos una práctica pedagógica a distancia para cuidar la salud de todos, pero aprovechando el tiempo de estar en casa en condiciones de confinamiento?

Las señales no se hicieron esperar y la reacción de un conjunto de docentes fue inmediata. Se pusieron en marcha en forma espontánea mecanismos variados, echando mano de la amplia variedad de herramientas que están disponibles, con la intención inicial de cuidar el vínculo con los estudiantes.

La suspensión de la posibilidad de concurrir a los centros educativos abrió el desafío de sumergirnos en el vínculo educativo virtual. Sin lugar a dudas pesaron en esta reacción inmediata del profesorado los antecedentes memorables del trayecto realizado por Plan Ceibal, no sólo porque desde 2007 en Uruguay se realiza el reparto de dispositivos de uso personal a escolares, liceales y docentes, sino porque –incluso– algunos liceos cuentan con dispositivos de uso institucional (notebooks y tablets) que ofician como instrumentos fundamentales. Plan Ceibal también incursionó en la formación de los docentes y propuso desde siempre que la tecnología debía estar al servicio de la pedagogía, y aunque muchos docentes venían postergando la incursión al mundo de la virtualidad como complemento del trabajo en clase, la idea ya estaba sembrada en nuestras cabezas y nuestros corazones. Esta aseveración no pretende negar que existen quienes resisten con fortaleza y desmerecen el trabajo en línea por múltiples causas, que pasan por su propia resistencia a actualizarse, a pensar en lo nuevo, a repensar su rol en un “espacio” diferente al del aula material, y también, en una lectura desde el campo profesional de quien escribe, por el temor siempre vigente y más propio de un libro de ciencia ficción que de la realidad: ser sustituidos por las máquinas. Hoy estamos frente a una situación límite, Plan Ceibal hizo su tarea formidable y esa labor muestra sus efectos en una circunstancia como esta.

Uruguay tiene una condición adicionalmente buena para los vínculos virtuales: es un país con fuerte conectividad a internet. Tenemos internet disponible en forma gratuita en los espacios públicos, en plazas y centros educativos. El problema que se suscita ahora es fundamentalmente la restricción de circulación y la imposibilidad de trasladarse a esos espacios. Sin embargo, inmediatamente se abrió la posibilidad de contar con cinco gigas gratuitos en los celulares que dependen de la empresa estatal Antel como forma de dar una respuesta rápida que facilitara el uso de los dispositivos móviles.

Es necesario puntualizar que, aun con las buenas condiciones enunciadas, con el excelente trabajo previo llevado adelante por Plan Ceibal y con conectividad disponible, la presencialidad es un rasgo indiscutible a la hora de pensar en las relaciones pedagógicas, sobre todo con niñas, niños y adolescentes, y si bien es cierto que hay algunas experiencias muy valiosas de ofrecimientos educativos sostenidos en la virtualidad –o al menos en la semipresencialidad–, en su gran mayoría están dirigidos a la población adulta.

El escenario de la llegada de la covid-19 a nuestro país pone en jaque esa tradición presencial en las aulas y propone un aislamiento físico que pretendemos que no se traduzca en aislamiento social y mucho menos pedagógico, pero que debe resolver el aprendizaje de los y las adolescentes sin que medien, al menos por un tiempo, las instancias presenciales.

La Semana de Turismo ha oficiado como bisagra entre las primeras semanas del año lectivo en que se suscitó el surgimiento de propuestas virtuales a la manera de un volcán, en el que cada docente hizo uso de los soportes y mecanismos que conocía y que le parecieron más adecuados para mantener las actividades de clase, y una situación que parece extenderse inexorablemente por lo menos durante este primer semestre del año. Deberán, por tanto, existir coordenadas claras y una buena planificación pensando escenarios familiares variados, así como una comunicación eficaz que oriente a las familias y que permita prevenir el peor efecto que toda esta situación seguramente generará si no se trabaja con mucha planificación y mensajes definidos: la desvinculación estudiantil.

Algunas consideraciones imprescindibles

El primer aspecto es el que refiere a la comunicación: comunicar claramente a través de los medios masivos toda la información relacionada al funcionamiento y organización que tendrá el desarrollo de los cursos durante este primer semestre del año. Para ello consideramos necesario usar todos los medios masivos, como los canales de televisión abierta, las radios y la prensa en general, a los efectos de asegurar la llegada a todas las familias. Si no se trabaja con eficacia es inevitable que la desvinculación de los estudiantes sea la característica de este año educativo. Uruguay ha hecho un recorrido muy importante en la última década en relación al desarrollo conceptual de la educación media como derecho humano fundamental; es imprescindible rescatar y reforzar el trabajo que se viene haciendo y recordar el compromiso de Estado de que todas las personas de hasta 17 años deben estar incluidas en algún centro educativo. El primer paso es, entonces, informar para erradicar la confusión inicial y brindar información de calidad que oriente tanto a las familias como a niños, niñas y adolescentes. Muchos adolescentes aún no han incursionado en las plataformas educativas ni han tenido vínculos de ningún tenor con sus centros educativos y sus profesores. Es imprescindible salir a recuperarlos, y el camino del regreso se realiza con comunicación clara que no admita dobles interpretaciones.

Para complementar los mensajes a través de los medios masivos, es necesario armar “mesas de ayuda” destinadas a aclarar dudas de las familias. Pensamos en equipos receptores de consultas por medio de correo electrónico y de líneas telefónicas en días y horarios definidos. Estas deberán ser atendidas por el personal liceal: funcionarios administrativos, secretarios y todo el personal de docencia indirecta (adscriptos, preparadores de laboratorio, profesores orientadores bibliográficos, etcétera). Para que funcionen correctamente es necesario instruir a la población a través de campañas en los medios. Cada persona que realice su consulta debe contar con los datos precisos que resultan imprescindibles: nombre completo del alumno, cédula de identidad y grupo. También es necesario que exprese con claridad y brevedad su problema, por ejemplo: “No tengo conexión a internet”, “Mi hija tiene la ceibalita rota”, “No sabemos cómo acceder a las plataformas”, “No ha podido conectarse con sus profes”.

Surgirán seguramente los problemas relacionados con el hardware, por lo que será necesario disponer del préstamo de todas las ceibalitas que están asignadas a los centros educativos y que, en este momento, están inutilizadas, y ofrecer temporariamente otras de las que el propio Plan Ceibal pueda disponer. También es imprescindible generar una alianza entre la Facultad de Ingeniería y Plan Ceibal y la propia Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información para reparar con rapidez todos los equipos que no funcionan o que puedan tener fallas.

Dar respuestas claras, generar un marco de acción común, cuidar la desvinculación y salvaguardar a nuestros estudiantes de la soledad y la endogamia familiar parecen ser hoy imperativos que no admiten demora.

Pero es claro que, si bien los aspectos materiales son significativamente importantes, es necesario organizar la gestión y la práctica pedagógica. Hemos perdido por ahora la contextura edilicia, pero la educación es mucho más que lo edilicio. En el caso de los liceos, hay que retornar a las coordinaciones –que ya muchos centros realizan– en días y horarios que ya estaban establecidos por medio de alguna de las plataformas que habilitan a muchos participantes (como el caso de Zoom), por una parte porque restablecer el contacto con colegas es siempre necesario, pero además hay que generar espacios para evacuar dudas y planificar actividades en equipo. La virtualidad suele dejarnos cierta sensación de soledad que hay que erradicar provocando el encuentro con colegas. En el caso del trabajo por asignatura, consideramos que realizar salas virtuales por zonas y/o centros educativos, con el liderazgo de la inspección de cada uno de los campos del saber, permitirá sistematizar experiencias valiosas y recoger los modos de trabajo que cada profesional va descubriendo. Dejar en cualquier caso los canales de comunicación abiertos siempre: correo electrónico, líneas telefónicas específicas, Whatsapp, etcétera.Es necesario señalar que nada podrá prosperar si no existe una redefinición clara de objetivos en relación al curso y cada una de las asignaturas, sin desconocer que el gran objetivo transversal en esta situación es sostener el vínculo con los estudiantes.

Por otra parte, cada centro debe contar con figuras responsables por liceo de todo lo referido a la tecnología y sus usos, para que canalicen dudas y vehiculicen la comunicación entre estudiantes y docentes a los efectos de organizar el trabajo. En el caso de los liceos dependientes del Consejo de Educación Secundaria (CES), contamos con el Profesor Orientador en Informática y Tecnología Educativa (POITE). En su perfil, aprobado por el CES el 13 de noviembre de 2014, se establece que una de sus funciones esenciales es constituirse en un “facilitador” para acercar la tecnología al resto de la comunidad educativa, para promover su uso y colaborar en los desafíos pedagógicos que implican su incorporación al aula. Investigará y asesorará al resto de los actores institucionales sobre el uso de los distintos recursos digitales existentes, las potencialidades que tienen y las habilidades que requiere su uso (CES, Resolución del Expediente 3/15662, 13/11/2014). Hoy su lugar ha tomado un valor especial, pues muchos colegas educadores necesitan de la presencia de estas figuras para recibir orientación en relación al uso de plataformas y otras herramientas posibilitadoras del encuentro con el grupo.

De la experiencia espontánea nacida de la buena disposición de los docentes en estas primeras semanas se confirmó que, si no se organizan los encuentros, pueden acumularse múltiples demandas para los estudiantes, y se corre el riesgo de provocar el efecto contrario al deseado, pero también de sobrecargar de tareas a los educadores. Creemos que es imprescindible posibilitar el contacto virtual con frecuencia semanal para generar hábitos, completar explicaciones o aclarar pautas y consignas de los trabajos propuestos en un horario bien planificado. Pensamos en un espacio en el que hacer devoluciones, socializar dudas, inquietudes y avanzar en algún contenido que sea esencial para continuar proponiendo actividades para la semana siguiente. Por eso aconsejamos respetar el horario de clase. En caso de lograr el encuentro sincrónico con los estudiantes, por medio de alguna plataforma que habilite el encuentro a la manera de una “presencia virtual”, sería deseable que la grabación quedara habilitada al menos 48 horas después de la clase para posibilitar que aquellos estudiantes que por problemas técnicos o imposibilidad de contar con un dispositivo para acceder al contacto cuenten con el tiempo adecuado para acceder a la clase. Es necesario pensar en todos y dejar de tener discursos que sólo vayan orientados a niños, niñas y jóvenes de clase media. Se hace imprescindible incorporar en los diseños con sensibilidad la situación de muchos estudiantes de clases bajas que están acuciados por infinidad de problemas; la conectividad, la disponibilidad de un espacio en el hogar y la propia pobreza formativa de los adultos que los rodean son apenas una aproximación a las grandes problemáticas que deben asumir cotidianamente. “La piola se corta siempre por el lado más débil”, expresa un famoso dicho popular, y todos sabemos que el lado débil de la piola siempre es el de la educación, máxime en estas condiciones. Por lo tanto, si nos proponemos abordar todo el abanico de situaciones diversas de nuestros jóvenes y tener claro que nada debe impedir que todos los estudiantes uruguayos estudien, debemos tener en cuenta que si se agotaron los caminos por medio de la tecnología, ya sea porque no se pudo resolver la conectividad en el hogar; la conectividad es limitada y son muchos miembros en la familia; no hay suficientes dispositivos, o cualquier otro impedimento, es necesario recurrir a métodos más tradicionales. Quizás pueda implementarse una modalidad en papel, armando “paquetes” con actividades fotocopiadas que puedan ser entregados quincenalmente. Cada paquete debe tener las mismas actividades o equivalentes a las que los otros integrantes del grupo hacen en línea.

Entre el 16 de marzo y el 5 de abril hemos visto muchos videos motivadores realizados desde los centros educativos. Algunas de estas producciones fueron hechas por los profesores y equipos de directivos y adscriptos para convocar a los estudiantes y mitigar la soledad. “Estamos contigo”, repiten los protagonistas de una de estas producciones, como frase que se reitera para dar lugar a la presencia adulta aunque parezca invisible. Otros fueron un poco más explícitos, de discursos más largos y forjados desde la aclaración de la situación, dando indicaciones para adherirse a los nuevos formatos y soportes educativos. Asumir “lo que toca”, dice un video argentino que se viralizó, “ya sabemos que no es justo”, “nunca es un momento propicio para lo que toca […] por eso decimos que “toca” porque te embate, te embiste, te trastoca […].

La situación parece más compleja aún con un Codicen que no termina de conformarse y unos consejos desconcentrados aún sin nueva integración, en los que las autoridades salientes parecen “congeladas” y las entrantes, aún no nombradas, no tienen investidura para actuar. Esto se constituye en un obstáculo importante. La rapidez a la hora de dar directivas puede ser determinante para aprovechar el caudal que los docentes ya demostraron tener, para así organizar un semestre de trabajo que sea fértil y permita sostener el sistema educativo a pesar de la pandemia. Aun cuando se maneje en el discurso el regreso a clases presenciales en las localidades rurales –que tampoco se constituyen en un universo uniforme, pues hay centros con pocos alumnos y otros con muchísimos–, la realidad es que esta pandemia aún no da tregua y pasará mucho tiempo antes de que podamos habitar el aula como solíamos hacerlo. Dar respuestas claras, generar un marco de acción común, cuidar la desvinculación y salvaguardar a nuestros estudiantes de la soledad y la endogamia familiar parecen ser hoy imperativos que no admiten demora. La gestión, los mensajes claros y el aprovechamiento de la capacidad tecnológica del país, junto con el compromiso de los educadores, parecen constituir un escenario excelente si se actúa con la rapidez y la precisión que las circunstancias reclaman.

Celsa Puente es profesora de Literatura y fue directora del Consejo de Educación Secundaria.

Fuente: https://ladiaria.com.uy/articulo/2020/4/coronavirus-de-la-crisis-sanitaria-a-la-educativa/

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El sistema educativo, desprotegido ante la pandemia

Laura Pineda

Soy una maestra más. Una entre los y las miles que luchamos cada día por tirar adelante un sistema educativo obsoleto. La crisis sanitaria, social y económica que estamos viviendo a nivel global no hace más que poner de manifiesto las carencias que nuestro sistema siempre ha presentado pero que ahora se hacen más patentes.

Podría hablar de manera infinita sobre estas carencias. Pero solo hablaré del campo que conozco en más profundidad y que me afecta de manera directa: la educación. El sociólogo Bauman decía que vivimos en una sociedad líquida en la que los cambios se producen a tanta velocidad que no podemos dar por sentado que lo que hoy es vigente mañana siga siéndolo.

Si extrapolamos esta interpretación a la educación nos damos cuenta de que se trata de un hecho axiomático. Si la sociedad no estaba preparada para este batacazo, mucho menos lo está el sistema educativo.

A los maestros se nos pide disponibilidad 24 horas, se nos pide dominio de las nuevas tecnologías, se nos pide, de la noche a la mañana, afianzar una teledocencia, computable, evaluable.

Esta situación me abre muchas incógnitas. ¿Alguien se ha parado a pensar que la educación a nivel estatal no está preparada para tal desafío? ¿Alguien se ha dado cuenta de que llevamos 20 años trabajando de manera obsoleta? ¿Alguien se ha dado cuenta de que no disponemos de herramientas o plataformas para la docencia digital? ¿Alguien se ha dado cuenta de que a la mayoría de docentes nos falta formación, en muchos aspectos, pero, sobre todo en el campo tecnológico?

La utópica legislación educativa nos obliga a aplicar una docencia competencial, en la que no llenemos a nuestros alumnos y alumnas de conocimientos, sino de capacidades para resolver situaciones reales. Pero seguimos trabajando con fichas, con cuadernos, con libros, sin TIC. ¿El motivo? Bajo mi punto de vista ahora está saliendo a la luz. A la Administración le ha importado bien poco nuestro trabajo. No nos han dotado de herramientas ni de formaciones para poder generar ese cambio tan necesario. Y ahora es preciso realizarlo deprisa y corriendo porque los niños y niñas “no pueden perder” tres meses de clase.

Hablemos de los protagonistas de todo esto: los niños y niñas. ¿Qué situación tienen en sus casas? ¿Se encontrarán bien? ¿Habrán sufrido alguna pérdida? ¿Su familia habrá sido sometida a un ERTE? ¿Su familia seguirá trabajando pese al riesgo a contagiarse? ¿Tendrán ordenador, tablet o conexión a internet? ¿Tendrán, acaso, las necesidades básicas cubiertas?

Estamos viviendo un momento que formará parte de nuestra historia. Es una situación excepcional y hay que actuar acorde a ello. No podemos pretender que aquí no ha pasado nada y que vamos a seguir con nuestras clases con toda normalidad, pero telemáticamente. ¡Me importan un pepino los contenidos y la evaluación! Prioricemos la salud emocional de nuestros jóvenes, prioricemos el ayudar a las familias a salir de este bache, aprovechemos todos los aprendizajes que a nivel social y ecológico está dejando esta pandemia.

No queremos agobiar a las familias con las tareas escolares, no queremos que la brecha social y el reparto desigual de los recursos cree aún más distancia en los niños y niñas más desfavorecidos.

Nuestro trabajo como docentes de la escuela pública es garantizar la equidad y la calidad de la enseñanza y, en estas condiciones, no podemos hacerlo.

Las maestras y maestros seguiremos al pie del cañón, proponiendo actividades para mantener el rendimiento cognitivo de nuestros alumnos y alumnas, para que se sientan acompañados en estos días de soledad, miedo e incerteza. Pero no nos pidan lo imposible. Nadie más que nosotros quiere realizar un cambio, pero no a este precio, no con este tempo.

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Home office durante el coronavirus ¿Estás preparado?

Por: Irvin Tapia

El mundo se encuentra combatiendo la pandemia del coronavirus y México no ha sido la excepción. Para hacerle frente los especialistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), han sugerido el distanciamiento social como una de las estrategias más efectivas para aminorar la propagación del virus. Este distanciamiento social y su impacto en el cierre de las escuelas en el país, ha ocasionado que el home office se convierta en una nueva modalidad de trabajo entre los profesionistas de la educación.

Tras el anuncio del gobierno federal sobre la suspensión de clases del 23 de marzo al 17 de abril en todas las escuelas del sistema educativo mexicano, se generó la preocupación de las autoridades educativas, de que la interrupción de clases dos semanas antes y muy probablemente las dos semanas después del periodo vacacional, según los expertos nacionales en epidemiología, pueda ocasionar un serio rezago educativo.

Inicialmente, la Secretaría de Educación Pública habló de extender el periodo vacacional. Sin embargo, en días recientes las autoridades han hecho hincapié en que las dos próximas semanas de suspensión de clases, no deberán ser de esparcimiento. Por tanto, en las escuelas sobre todo del nivel medio superior y superior, se ha generalizado la implementación de estrategias educativas a través de herramientas educativas a distancia. Esto implica que tanto docentes cómo profesionistas de la educación, sigan activos laboralmente a través del home office.

El término home office de origen inglés, se traduce prácticamente como trabajo desde casa. De acuerdo con la Ley Federal del Trabajo en su artículo 311, define al trabajo a domicilio como “el que se ejecuta habitualmente para un patrón, en el domicilio del trabajador o en un local libremente elegido por él, sin vigilancia ni dirección inmediata de quien proporciona el trabajo”. Sin embargo, llevarlo al cabo en realidad implica una serie de condiciones necesarias para los que probablemente no están preparados los profesionales de la educación.

Realizar el trabajo desde casa implica romper el paradigma del trabajo in situ, por ello las personas deben tener la capacidad de organizar sus tiempos y agenda de trabajo durante el día, esto permitirá evitar situaciones de ansiedad o de estrés.  Un aspecto fundamental es contar con el equipo necesario para llevar al cabo el trabajo a distancia. Lo anterior, nos llevaría a reflexionar si todos los docentes cuentan con una computadora con acceso a internet en casa. Aunado a lo anterior, en casa suelen existir imprevistos, tales como fallas en la corriente eléctrica o en el servicio de internet, en los centros trabajos normalmente existen áreas encargadas de dar solución a este tipo de eventualidades.

Si bien al home office se le han atribuido ciertos beneficios sobre todo en reducir gastos de traslado en los trabajadores. También se han identificado algunas desventajas. Por ejemplo, la salud, se ve diezmada si no se cuenta con buenos hábitos alimenticios o de ejercicio, lo cual puede mantener o aumentar los niveles de sedentarismo y detonar en consecuencia enfermedades crónicas degenerativas. Otra desventaja, tiene que ver con la capacidad de concentración que puede llegar a tenerse en casa. Si tenemos presente que, ante la suspensión de clases millones de hijos de guarderías y en educación preescolar, básica y secundaria se encuentran en casa, muy seguramente los docentes se encuentran expuestos a múltiples distracciones e interrupciones constantes.

Para concluir, OCC Mundial ofrece en: https://www.occ.com.mx/blog/que-es-el-home-office-te-gustaria-trabajar-desde-tu-casa/, algunas recomendaciones para realizar el home office de manera productiva, como lo son:

1.- Establecer horarios para comer y para trabajar. Inicia el día desayunando y destina tiempo para realizar actividad física.

2.-. Define tu lugar de trabajo, debe estar cómodo, iluminado y ventilado. La cama o el sofá pueden ser lugares muy atractivos, pero puede dañar nuestra salud.

3.- Evita distracciones como la música, la televisión o las redes sociales.

4.-. Prepara todas tus herramientas necesarias para que evites perder tiempo buscando algo o instalando algún programa.

5.- Avisa a tus conocidos y familia que estás laborando desde casa y que no estás en la oficina.

6.-. A pesar de trabajar desde casa siempre debes tener un buen aspecto en dado caso de que surja alguna reunión virtual de emergencia. La vestimenta contribuye a mejorar tu estado anímico.

Si eres maestra, maestro o profesionista de la educación y tienes que trabajar en casa durante el periodo de contingencia de salud, es importante reflexionar ¿Qué tan preparados estás para realizar de manera adecuada el home office?

Fuente: http://www.educacionfutura.org/home-office-durante-el-coronavirus-estas-preparado/

Imagen: https://pixabay.com/photos/home-office-apple-inc-business-569359/

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Competencias profesionales, innovación y otras iniciativas que surgen por el coronavirus

Competencias profesionales, innovación y otras iniciativas que surgen por el coronavirus

Lourdes González

Ante la suma de voces por la situación apurada, que atraviesa Europa para sumar  especialistas de la salud para detener la pandemia de coronavirus (Clarín.com I Internacional, 2020a). El tema de las competencias forma parte del modelo educativo de nuestros días, las cuales se conforman por el conocimiento, por el hacer y el ser- convivir, y una competencia indispensable que se trabaja durante la formación escolar, es la colaboración, también necesaria en las competencias profesionales para dar respuesta a los retos que ponen en riesgo la sostenibilidad, es decir se valoran los contenidos curriculares que convienen para proceder con las acciones y colocar el conocimiento a disposición de la humanidad (González, 2020; Santos, 2010).

Educar para los valores y preparar para la vida, nobles tareas de la educación, retos que se ven cristalizados por los trabajadores de la salud en Europa que hacen frente a la crisis sanitaria y en ello, trabajan turnos de hasta 12 horas o más, pese a que también inesperadamente perdieron colegas, parientes, amigos y pacientes, tratando de sobreponerse y les ayuda mucho las muestras de afecto o ánimo que reciben por su labor (BBC News Mundo, 2020).

Aristóteles afirma que el ser humano necesita a la sociedad y la cultura que le aporta para realizarse, con las capacidades que le son propias. Por ello, la cantidad de especialistas de la salud solidarizados, para resolver quizás, la etapa más difícil que han afrontado durante toda su preparación escolar y profesional. Y paralelamente rodeados de notas periodísticas con mensajes de urgencia y de necesidad y otras con respuestas esperanzadoras y ofertas de sumarse al llamado a colaborar para el logro de los retos en la salud, tanto desde el interior del país, como fuera del mismo para detener el avance y evitar la propagación del coronavirus.

Si bien es cierto, como dejó escrito Hölderlin, donde está el peligro, crece también la salvación. Es así, que en España, ciudadanos y personal médico voluntario se apuntaron al llamado para apoyar, lo mismo en Italia, especialistas en la salud de China y de Cuba arriban para ofrecer los servicios y con el aviso de su llegada e incorporación muchos son los mensajes de admiración y afecto que les expresa la población (Ayuso, 2020; Clarín.com I Internacional, 2020b; Nova, 2019; UnoTV.com, 2020).

A lo anterior, se suman los testimonios de personas que contrajeron coronavirus, expresan su sentir, los motivos para cuidarse y cuidar de otros, y comparten calma (Infobae, 2020). Importante, para pasar de una consciencia ingenua a una crítica, como decía Freire. Y con ello, se da muestra de que la escuela no es el único espacio que alberga los procesos educativos. El grado del problema en México es diferente, desde el escenario de la buena salud, es preventivo.

A lo anterior, los recursos tecnológicos se suman, es así que a través de las redes sociales circulan imágenes, textos, videos e ideología con más velocidad que el coronavirus. Tal es el caso, que por redes sociales se convocó a los ciudadanos de España a participar desde sus hogares con aplausos para reconocer a médicos, médicas, enfermeros, enfermeras, administrativos, administrativas, camilleros, camilleras, personal de limpieza, a los investigadores que trabajan sin cesar para sanar y acabar con el contagio, el resultado fue “conmovedor”…palabra con la que se describe desde el título (La Voz, 2020).

Podría decirse que es una evaluación auténtica, reconocimientos de todos sin importar ideologías y posturas, con unanimidad, algo que pasa poco en las pruebas, y en este caso además la valoración no queda entre dos personas, sale de las aulas y la ciudadanía hace parte en la misma. Es así, el reconocimiento con aplausos por parte de la ciudadanía para quienes trabajan para la salud, por sus desvelos, por su tenacidad para detener el coronavirus. Hacer el bien solo por la preocupación de los unos por los otros. Actos cotidianos que ante la situación de alerta sanitaria, hacen historia. Acciones bondadosas en su máxima expresión, y que se espera tendrán influencia en los estudiantes que están en casas para que se sientan atraídos a solidarizarse con acciones en favor de la humanidad.

De igual manera, acciones meritorias de parte de los profesionales y los investigadores de la educación para evitar fracturas en el proceso educativo de las y los estudiantes. Al respecto, es por demás interesante la gran cantidad de experiencias innovadoras que se están poniendo en marcha por todo el mundo. La humanidad ante el cuidado de sí mismos, desde la perspectiva de Foucault es una actitud con respecto a sí mismo, con respecto a los otros y con respecto al mundo. Cómo hemos llegado a ser lo que somos? pregunta fundamental y parte de sus investigaciones.

Es así, que se tiene otro caso, el de Cristina Marín, cirujana en España quien lanza la iniciativa de escribir cartas para que las y los enfermos por coronavirus ingresados y asilados en los hospitales lleven mejor su recuperación (Cortés, 2020). Gestos de humanidad y de solidaridad con la oportunidad de rescate de comprender la importancia de los conocimientos que parten desde las formación en las aulas, tales como escribir cartas, que sin duda requieren de conocimientos del campo formativo lenguaje y comunicación en sus dos aspectos oral y escrito, y de las emociones para enfocarlo a un bien para la humanidad como es el calmar y animar en tiempos de dificultad en la salud.

Al respecto, evaluar los conocimientos de otra manera y con las cartas, que no solo se limite a la perspectiva que cumplen para la ciencia porque es una limitación censurable.

Y sin duda, reconocer que en el ámbito educativo la innovación se plantea permanentemente, es un término que resurge como un argumento común cuando de cambio se trata. Ahora, que el partido más relevante es por la salud, la cancha cambio de lugar, de los colegios a los hogares. Con ello las estrategias de formación y se agregaron nuevos integrantes las madres, los padres o tutores y otros recursos dentro del hogar.

La razón del cambio es bien sabida, el distanciamiento social. Es así que académicos en México por la salvaguarda entre colegas y de su comunidad educativa ofrecen la formación en línea o a través de otras estrategias por ejemplo grupos de WhatsApp donde las y los docentes envían las actividades a las y los alumnos para que las analicen, pregunten y realicen y todos hagan su parte, para no fracturar el proceso educativo.

Ahora que desde los colegios se van compartir actividades para casa, es decir que se sale de las aulas a los contextos sociales, se coloca el conocimiento al servicio de la humanidad. Es deseable que con los espacios y actividades cotidianas del hogar se generen actividades educativas, por ejemplo durante los tiempos de comida es posible partir de preguntas, o con anécdotas, detectar contenidos curriculares en lo que se dialoga o ingiere se involucra el saber y lo que se siente, con comunicación oral y escrita, las pausas activas que se les recomienden con hacer en el hogar, los docentes pueden aprovechar que tienen más que una banca e involucrar materias con las actividades cotidianas de casa y en ello puede ser que la casa no resulte aburrida y que descubramos más, en su interior.

Por ejemplo, el preparar algo saludable, tener horarios, con lo que se tenga en casa. Con ello se involucran el ser, el convivir, varias asignaturas, el lavado de manos, ciencias naturales, matemáticas, español con la charla que descubran lo que implica ser y convivir en casa desde actividades con ciencia y con conciencia. Aquí es oportuna una de las frases del Dr Santos Guerra, “en los mares de las teorías, los ríos de las prácticas”. De igual manera, estar atentos a los tiempos, a los recursos y a los nuevos integrantes que se sumaron para que sea flexible, con impacto en el aprendizaje y conveniente. Ya que todos trabajamos en la misma cancha, hacerlo atractivo y de impacto para el aprendizaje, evitar meter autogol.

Y en ello se consideran, las fortalezas y las necesidades del alumno, las características de la comunidad escolar, utilizar los recursos didácticos disponibles y tienen en cuenta el contactar con el alumnado y con sus familias.

A colación del punto anterior, en torno a la estrategia de ofrecer la preparación en línea o por canales de televisión a las y los estudiantes a partir de la iniciativa de China ante el cierre temporal de sus operaciones presenciales para salvaguardar a su población de contagios y avances en la sostenibilidad (Rus, 2020). No hay mal que por bien no venga, han florecido iniciativas en todos lados, la cuestión es que tampoco es un tema simple, todas las propuestas vienen condicionadas por las experiencias institucionales, por los recursos, entre otras.

Así que probar algunas iniciativas o adaptaciones en las mismas, sin duda se trata de un reto difícil, pero el hacer nada, empeora la situación y quizás comenzarán a pasar cosas interesantes dentro de la escuela más que fuera de ella. Es deseable ser una escuela que paulatinamente prepare al ciudadano para la era digital, en esta ocasión, la acción fue inmediata por motivos ajenos, y fue para evitar fracturas. Y ya que la tecnología forma parte ¿La escuela comprende los consumos culturales nuestros jóvenes que hoy están sentados en las aulas? ¿La escuela se está haciendo estas preguntas?

¿Hay necesidad de incorporar elementos novedosos al funcionamiento una vez que regrese a las operaciones normales? Por ejemplo otra iniciativa más, es la menciona en conferencia el investigador, el Dr. Barriga (2020) en torno, a que en todos los planes de estudio existen materias en las que las y los estudiantes reportan alta dificultad y elevado índice de reprobación y que la tecnología puede apoyar a generar los contenidos curriculares en formatos que entienden y les gustan a los jóvenes para les apoyen a la comprensión de los contenidos y probar otras estrategias que surgen por el cambio para analizar que puedan revertir la dificultad.

Sin duda, por las medidas para mantener la salud que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) las y los docentes que son presenciales usan recursos de comunicación que habían explorado como accesorios y que ahora por la necesidad sanitaria de acuerdo a la estrategia se vuelven la principal forma para trabajar, pero que así surgen innovaciones.

Al respecto, reconocer al profesorado e investigadores que ofrecen la formación presencial por la organización y estructuración curricular, por determinar la formación de comunicación en función a los criterios, a los y las protagonistas, atendiendo algunas veces a los escasos recursos, escenarios de permanencia en el hogar y la incorporación de las madres, los padres o los tutores en la formación y se implementó con un tiempo limitado por la urgencia de poner en marcha el distanciamiento social y se espera la comprensión de las familias.

Historias verdaderas e inspiradoras que favorecen a las experiencias formativas que articulan el profesionalismo, la vocación, la ética, historia, civismo suman a lo propositivo lo efectivo y con impacto en las competencias de los estudiantes. El coronavirus está demostrando la cara más solidaria de la población donde el entorno familiar es fundamental para mejores logros, y para la formación pues nos han puesto a cuidarnos y a cuidar de otros y a valorar la ciencia y la vida por encima de cualquier otro interés (Rueda, 2020).  Lo que resta es atender a las indicaciones, colaborar desde nuestro encierro, y paciencia inmensa para favorecer la paz en la casa con los demás en familia.

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Ayuso, A. (21 de marzo de 2020). Voluntarios: el otro ejército de españoles que se moviliza contra el Covid-19, EL INDEPENDIENTE, 1, p. 1. Recuperado de https://www.elindependiente.com/vida-sana/2020/03/21/voluntarios-el-otro-ejercito-de-espanoles-que-se-moviliza-contra-el-covid-19/

Barriga, A. [UATX: RECTORÍA]. (2020, marzo 16). Educación a distancia: Nuevos retos en los modelos educativos. [Archivo de video]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=ZSKcXCY566A&t=616s

BBC News Mundo (19 de marzo de 2020). Coronavirus en Italia | «La sala de emergencias se está derrumbando»: la dramática situación que deben enfrentar los médicos que atienden a pacientes con covid-19 en el país europeo. BBC News Mundo, 1, p. 1. Recuperado de https://www.bbc.com/mundo/noticias-51919561

Clarín.com I Internacional (13 de marzo de 2020a). Coronavirus: la OMS declara que Europa “se convirtió en el epicentro” de la pandemia, Clarín INTERNACIONAL, 1, p. 1. Recuperado de https://www.clarin.com/mundo/coronavirus-oms-declara-europa-convirtio-epicentro-pandemia_0_go2okkvp.html

Clarín.com I Internacional (19 de marzo de 2020b). Coronavirus en Italia: Cuba manda 53 médicos y enfermeros para ayudar en Lombardía, Clarín INTERNACIONAL, 1, p. 1. Recuperado de https://www.clarin.com/internacional/coronavirus-italia-cuba-manda-53-medicos-enfermeros-ayudar-lombardia_0_85VJJAUaz.html

Cortés, N. (18 de marzo de 2020). Coronavirus: Cartas para que los pacientes lleven mejor su aislamiento en el hospital. ConSalud.es, 1, p. 1. Recuperado de https://www.consalud.es/pacientes/especial-coronavirus/coronavirus-cartas-pacientes-lleven-aislamiento-hospital_76071_102.html

González, L. (12 de enero de 2020). Contribuir al tránsito de la estrategia por la paz, Educación Futura, 1, p. 1. Recuperado de http://www.educacionfutura.org/contribuir-al-transito-de-la-estrategia-por-la-paz/?fbclid=IwAR3ILJt3ElpwM7xSp272YW3KAnMBaviS6_zU5vz7v4DfkyNuUJ3CoGIqrUI

Infobae (21 de marzo de 2020). El crudo mensaje de una paciente joven con coronavirus a los que piensan que nunca se contagiarán. Infobae, 1, p. 1. Recuperado de https://www.infobae.com/america/mundo/2020/03/21/el-crudo-mensaje-de-una-paciente-joven-con-coronavirus-a-los-que-piensan-que-nunca-se-contagiaran/

La Voz (19 de marzo de 2020). Conmovedor aplauso en Córdoba y el resto del país para el personal de salud, La Voz, 1, p. 1. Recuperado de https://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/conmovedor-aplauso-en-cordoba-y-resto-del-pais-para-personal-de-salud

Nova, I. (19 de marzo de 2020). Coronavirus: España refuerza su plantilla sanitaria con 50.000 voluntarios. Redacción médica, 1, p. 1. Recuperado de https://www.redaccionmedica.com/secciones/ministerio-sanidad/coronavirus-espana-refuerza-su-plantilla-sanitaria-con-30-000-voluntarios-4235

Rueda, E. (19 de marzo de 2020). Empatía viral, separados pero más unidos que nunca. enlace judío, 1, p. 1. Recuperado de https://www.enlacejudio.com/2020/03/19/empatia-viral-separados-pero-mas-unidos-que-nunca/

Rus, C. (17 de febrero de 2020). Ante el cierre de las escuelas por coronavirus China ha abierto una enorme escuela online y hasta emite clases por televisión, xataka, 1, p. 1 Recuperado de https://www.xataka.com/…/cierre-escuelas-coronavirus-china-…

Santos, M. (2010). Una pretensión problemática: educar para los valores y preparar para la vida. Revista de educación351, 23-47.UnoTv.com (13 de marzo de 2020). Coronavirus en Italia: especialistas chinos llegan a Roma con ayuda médica, UnoTv.com, 1, p. 1. Recuperado de https://www.unotv.com/noticias/portal/internacional/detalle/coronavirus-italia-especialistas-chinos-llegan-roma-ayuda-medica-626194/

 

Fuente de la Información: http://www.educacionfutura.org/competencias-profesionales-innovacion-y-otras-iniciativas-que-surgen-por-el-coronavirus/

Autor: Lourdes González

Pluma Invitada

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La Educación en un mundo de Pandemia ¿INCLUSIVA O EXCLUSIVA?

JUAN C. PALOMINO PAREDES

El coronavirus no sólo trae consigo miles de afectados y contagiados en todo el mundo, sino que además ha generando 850 millones de estudiantes en sus hogares en situación de cuarentena, esta cifra es según el último reporte de la UNESCO, quien ha presentado además una lista de herramientas tecnológicas y diversas plataformas virtuales para que los distintos gobiernos puedan aplicar sin las previsiones del caso una modalidad conocida como educación a distancia o clases online, generando en los docentes y padres de familia preocupación y stress. ¿Qué hacer cuando no están preparados?.

La educación virtual y el teletrabajo ingresa a los distintos hogares del mundo con expresiones propias como streaming, learning, módulos y plataformas virtuales exigiendo una mayor acción mediadora de los padres en tiempos del virus.

Otros padres de familia tienen su propio proceso de «enseñanza y aprendizaje», ya que por motivos económicos y laborales se enfrentan a problemas colaterales al coronavirus, con daños a la salud mental (ansiedad, stress, depresión), y es el nuevo shock en los actuales países declarados en estado de emergencia.

Por lo tanto, las clases online no reemplaza a la escuela presencial. pues sólo es una modalidad complementaria que va de la mano con el Internet y el uso de las Tics, que ha propiciado el desarrollo de los denominados “nativos digitales” en una “educación digitalmente competente” (Prensky, 2018).

Pero la realidad es otra en los diversos países de latinoamericana, en Perú por ejemplo las cifras oficiales del INEI (Instituto Nacional de Estadística) nos dice que de 100 hogares, solamente 34 tienen acceso a una computadora, a ello se suma los bajos salarios a los docentes y el bajo presupuesto designado a educación pública.

La modalidad de educación a distancia y su entorno virtual se convierte en nuestros países, en otra muestra de la inequidad y desigualdad social, puesto que no todos los hogares urbanos y rurales tienen Internet, ni el soporte, ni la estabilidad laboral para salir de esta crisis con pandemia viral.

A pesar de medidas dictadas para los colegios públicos y privados de la educación básica regular, los docentes, sabrán contextualizar y guiar el aprendizaje de sus estudiantes desde otros escenarios ajenos a la escuela.

Los padres de familia notarán en sus hijos la competencia de autonomia para resolver sus propias tareas escolares en el hogar, por ello el aprendizaje autónomo es necesario, y hay que identificarlo como un proceso por el cual el estudiante toma conciencia de sus propios procesos cognitivos (Martínez, 2005).

Sin duda, una de las acciones más importantes en estos días de cuarentena en casa, es preparar a los niños para que puedan filtrar con criticidad tanta información existente hoy día, ya sea por televisión, periódico o Internet, y que a su vez, puedan transformarla en nuevos saberes, de forma que el estudiante se vaya convirtiendo gradualmente en entrenador de sí mismo para el logro permanente de su aprendizaje, los grandes cambios se vienen dando,estemos preparados en tiempos difíciles, requiere el apoyo solidario de todos, «El bien común, es el bien propio a la vez» (Ubuntu).

Referencias Bibliográficas.

Argüelles, D. (2011). Tesis: Modelo para la generación de competencias genéricas a partir del e-learning fundamentado en aprendizaje autónomo. España: Universidad de Nebrija.

López Rodríguez (2005). Venezuela: Grao, S.L.

Prensky,M. (2010). Nativos e Inmigrantes Digitales

Fuente: enviado a la redacción de OVE por su autor

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Lo que nos hace humanos y lo que significa para el aprendizaje

Por: Miguel Morales Elox

Un chimpancé está frente a dos tazones volcados boca abajo y sabe que, en uno y sólo uno de ellos, está escondida una fruta. Tú, un humano, sabes cuál tazón es y lo señalas con tu dedo índice. El chimpancé nota que estás señalando, y su mirada se posa sobre el tazón en cuestión, pero no se dirige hacia él. En cambio, tan pronto haces el gesto de correr hacia el tazón, el chimpancé sabe que es el que esconde la fruta y se esfuerza por ganártela. Michael Tomasello ha diseñado éste y muchos otros ingeniosos experimentos para investigar los alcances y los límites de la cooperación en homínidos. Según su interpretación de este experimento, lo que el chimpancé no entiende cuando señalas el tazón es tu intención de ayudarle a obtener la fruta. “No se les ocurre que el humano esté tratando de brindarles información útil—puesto que los simios se comunican siempre en imperativos—y, por eso, se quedan perplejos cuando señalas hacia uno de los tazones”. [1, p. 52]

Un propósito central de la investigación de Tomasello es develar cuáles predisposiciones son únicamente humanas y cuáles son comunes con nuestros parientes más cercanos, los homínidos (es decir, chimpancés, orangutanes, bonobos y gorilas). Ellos son capaces de realizar tareas complejas que requieren razonar y hacer inferencias sobre el mundo físico, de un modo similar a como lo hacen los niños humanos. En cambio, según ha encontrado Tomasello, incluso los niños humanos de 3 años de edad son capaces de cooperar entre sí de formas que los otros homínidos nunca desarrollan.

Incluso la cooperación del tipo más simple—dos individuos trabajando conjuntamente tras un fin común—requiere de habilidades que sólo se observan en humanos: la capacidad de comunicarse para brindar información y no sólo para dar órdenes, la capacidad para tomar la perspectiva del otro y ayudarlo a jugar su papel con éxito, y la tendencia por compartir de forma justa el beneficio del trabajo compartido. Los otros homínidos, en cambio, carecen de estos mecanismos que hacen sostenible la cooperación. Por ejemplo, en su hábitat natural, algunos chimpancés cazan en grupo a otros monos más pequeños. Aunque los chimpancés trabajan con roles diferenciados, el que captura la presa se queda con la mayor parte y, si algún chimpancé no obtiene nada, es menos probable que colabore en lo sucesivo. Los niños humanos desde 3 años, en cambio, tienden a persistir en las metas que han acordado conjuntamente y a dividir equitativamente la recompensa. Estas observaciones son especialmente interesantes porque, antes de esta edad, los niños aún no desarrollan un sentido de las normas sociales. Se trata, según Tomasello, de conductas innatas que son invariantes a través de las culturas y que apuntan, probablemente, a una fase temprana en la evolución del Homo sapiens.

Interdependencia para la sobrevivencia

La hipótesis de Tomasello es que, al diferenciarse de nuestro ancestro común con los demás homínidos, los humanos primitivos comenzaron a cazar y recolectar de forma esencialmente colaborativa. Fue en este contexto y bajo la presión por mantener la subsistencia del grupo que surgieron las habilidades cooperativas distintivamente humanas mencionadas arriba. Poco a poco, los humanos comenzaron no sólo a colaborar con otros durante la caza y la recolección, sino también a preocuparse por el bienestar de sus compañeros en todo momento, bajo la lógica de: “Si mañana vamos a salir a recolectar y mi mejor compañero está hambriento hoy, tengo que ayudarlo para que mañana esté en la mejor forma posible.” [1, p. 50]

Esta motivación por apoyarse mutuamente generó una interdependencia cada vez más fuerte entre individuos humanos, y la colaboración resultante jugó un papel en que ciertos grupos y especies sobrevivieran mientras otros se extinguían. La evidencia fósil señala, por ejemplo, que los Neandertal no colaboraban en grupos mayores que la familia extendida. En contraste, los Homo sapiens con quienes compartían el territorio eurasiático tendían redes de apoyo mutuo que incluían individuos de múltiples familias y que abarcaban miles de kilómetros cuadrados.

Desde luego, los humanos no son los únicos animales que forman colonias y se organizan socialmente de formas complejas. Pero, al menos en los demás homínidos, esta colaboración encuentra pronto sus límites. Los chimpancés, por ejemplo, forman “tropas” que comparten y defienden un territorio. Pero nadie ha observado a dos tropas vecinas de chimpancés colaborando para conseguir sustento en las fronteras de sus territorios. En cambio, sí se ha observado a machos solitarios de una tropa ser emboscados y asesinados por machos de tropas rivales. En resumen, “Los chimpancés no pueden hacer lo que sí hacen los humanos recolectores: acumular obligaciones sociales con sus vecinos como un seguro para los tiempos de vacas flacas”. [2, p. 68]

Los humanos son los únicos homínidos capaces de enseñarse mutuamente

Incluso antes de crear culturas y lenguajes convencionales (idiomas), los humanos primitivos adoptaron un estilo de vida fuertemente cooperativo. Según Tomasello, para entender qué nos hace humanos debemos comenzar revisando estas formas pre-culturales de cooperación. Experimentos como el que narramos al inicio muestran que los homínidos no humanos entienden comunicaciones—incluso gestuales—cuando tienen una función competitiva o imperativa; su comunicación es esencialmente competitiva. En contraste, nuestros ancestros humanos emprendieron una forma de vida tan fuertemente cooperativa que la comunicación imperativa resultaba insuficiente. Para colaborar exitosamente con un compañero durante la caza de un animal mayor—no digamos para tender redes extensas de colaboración—es necesario poder transmitir al otro información útil para él, tomando su perspectiva y anticipando cómo él podría interpretar esta información.

Los homínidos no humanos son capaces, por ejemplo, de aprender a romper nueces con una piedra luego de observar a otro simio ejecutar la misma acción. Pero ningún investigador ha observado a un simio enseñarle a otro una habilidad. Tomasello cree que la situación de enseñanza más elemental que uno puede imaginar—un individuo enseñando a otro una destreza útil para el receptor—es impensable en homínidos no humanos, porque ellos carecen de las bases mismas de las conductas de enseñar (la disposición de compartir información relevante para el receptor, desde su perspectiva) y aprender socialmente (la disposición del receptor por percibir esta información como dirigida a él, para su beneficio).

La posibilidad de aprender a través de otros tuvo consecuencias dramáticas para la forma humana de pensar. Como escribe Tomasello, “Tan pronto como los humanos primitivos comenzaron a vivir de forma colaborativa, tuvieron que entender e intercambiar las perspectivas de sus compañeros mediante la comunicación… y, de esta forma, los humanos adquirieron una forma de pensar inusitadamente flexible y poderosa. Ahora, en lugar de sólo tener su propia visión del mundo, los humanos modernos podían ver el mundo, al mismo tiempo, desde la perspectiva del otro. A diferencia de los simios, que sólo tienen la perspectiva ‘desde aquí’, los humanos primitivos tenían las perspectivas simultáneas ‘desde aquí y desde allá’” [1, p. 78, 79].

Y la escuela, ¿cómo puede aprovechar todo esto?

Así que tenemos buenas razones para creer que nuestra capacidad de cooperar entre nosotros es una característica que nos define como humanos. Gracias a esta capacidad, nos hemos adaptado exitosamente hasta colonizar casi cada rincón de la Tierra. Sin embargo, quienes trabajamos en la educación no podemos evitar cuestionarnos: ¿por qué, entonces, es tan difícil realizar el trabajo colaborativo en las escuelas? ¿Por qué, en los salones de clase y en los sistemas educativos, la colaboración es la excepción en vez de la regla? La paradoja es que nuestra capacidad de colaborar colectivamente nos lleva a crear instituciones reguladas de forma tan estricta que lo que ocurre dentro de ellas no siempre es colaborativo.

Desentrañar esta paradoja escapa los alcances de este texto. Pero sí aplaudiremos que la Escuela Nueva Mexicana reconozca que es posible y necesario brindar una formación que integre lo intelectual, lo emocional y lo social. Un reto pendiente es brindar las condiciones para realizar esta anhelada educación integral. El reto es urgente, porque las capacidades colaborativas únicas del humano no florecen sino en la presencia de un ambiente social colaborativo, y porque nuestro futuro como especie puede estar en juego.

Realizar ambientes colaborativos en la escuela no sólo brindaría a nuestros estudiantes una oportunidad óptima de desarrollar un pensamiento “inusitadamente flexible y poderoso”, sino también los equiparía con las herramientas sociales para navegar un futuro incierto en el que el destino de todas las especies quizá dependerá de decisiones tomadas colectivamente por humanos.

Cada escuela donde se realice el aprendizaje colaborativo será, en últimas cuentas, un espacio donde se rescate la humanidad presente—y, con suerte, futura—de sus estudiantes.

Referencias

[1] Tomasello, M. 2014. A Natural History of Human Thinking. Harvard University Press.

[2] Flannery, K. & Marcus, J. 2012. The Creation of Inequality. How Our Prehistoric Ancestors Set The Stage For Monarchy, Slavery, And Empire. Harvard University Press.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/lo-que-nos-hace-humanos-y-lo-que-significa-para-el-aprendizaje/

Imagen: https://pixabay.com/photos/mammal-primate-ape-animal-wildlife-3147635/

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