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¿Por qué el feminismo no es uno solo?

Por: Sofía García-Bullé

 

Para entender el proceso que llevó al feminismo a ser lo que es el día de hoy, es crucial entender los temas centrales de las cuatro olas del feminismo.

El 8 de marzo es un día para rememorar y reflexionar sobre el progreso social obtenido y el camino que falta aún para lograr una estructura social más justa para las mujeres. Pero ¿qué significa eso hoy en día? Más allá de las injusticias sociales que afectan a las mujeres, pareciera que el feminismo también intenta explicar quién, cómo y porqué una persona es mujer. ¿Son cuestionamientos que caben dentro del movimiento o son preguntas sin las cuales el cuestionamiento ya no puede entenderse?

Si una mujer es blanca, negra, musulmana, trans, o si pertenece a la clase media, alta o baja, se ha vuelto un aspecto trascendental para entender su postura dentro de un contexto feminista. No todas las posturas dentro del movimiento son iguales, algunas son tan diferentes que no parecen provenir del mismo movimiento, en varios casos no es así. Pero para comprender esto necesitamos tener claros dos parámetros importantes que dan significado al feminismo: las cuatro olas del feminismo y la interseccionalidad.

En términos generales, se divide al feminismo en cuatro olas. Se dice que estamos en un periodo de transición hacia esta última, pero ese es un tema en el que no hay consenso completo. El acto de abogar por la existencia digna, la capacidad e inteligencia de las mujeres, precede a la formación del feminismo como movimiento organizado, y se pueden encontrar ejemplos de esto en la Antigua Grecia, la Europa Medieval y hasta el Japón Feudal. Fueron estas instancias, aisladas pero constantes, las que dieron una base teórica e intelectual para solventar un movimiento organizado.

Primera Ola: el derecho al voto y a la educación

La primera ola del feminismo se concentró en demoler el rol femenino como subordinado y subsirviente del masculino, y los objetivos políticos para lograrlo eran claros: conseguir el derecho al voto, lo que les daría el poder para acceder a una educación igualitaria, así como libertad física y financiera de sus tutores varones.

La agenda de esta primera ola se consolidó en 1848, con tan solo 300 mujeres y hombres dentro de las filas. En este momento histórico había un vínculo significativo con la intención antiabolicionista y sufragista que dio foro a activistas como Sojourner Truth y Paulie Murray. La primera ola entendía la igualdad de derechos como la admisión de las mujeres en los espacios políticos y económicos, pero una existencia plena consta de más aspectos, por eso no podemos decir que el solo hecho de conseguir el derecho al voto y a la educación el feminismo se volviera igualitario desde un punto de vista jurídico, o que había triunfado de nuevo y sobrevivido su utilidad.

Segunda Ola: la radicalización y la revolución sexual

La década de los 60 y 70  se desenvolvió dentro de un marco de movimientos anti-guerra, desconfianza hacia el Estado, el movimiento de derechos civiles y una creciente conciencia acerca de las minorías sociales que no eran de sexo o raza. Si bien, el pensamiento radical dentro del movimiento ya existía desde la primera ola, este se normaliza y se adopta como parte fundamental del proceder feminista. Voces como las de Gloria Steinem, Angela Davis o Dolores Huerta se vuelven representativas del movimiento. La pieza central de esta fase se centra sobre los derechos reproductivos y sexuales, el empoderamiento femenino, el anticolonialismo y el inicio de un enfoque interseccional.

Con presencia de mujeres en más espacios fuera del hogar, ya no se trataba solo de las mujeres como un solo grupo. El feminismo comienza a abarcar más temas: las mujeres y los derechos civiles, las mujeres y el trabajo, las mujeres y su rol en el campo, entre otros. Es en estos años en los que se consolida como una corriente social y política de alcance mundial. Para la década de los 90, que vio los años finales de la segunda ola y los albores de la tercera, había surgido otro marco conceptual que vendría a cambiar cómo entendemos el feminismo de base y a diversificarlo aún más: la teoría queer.

Tercera Ola: interseccionalidad y teoría queer

La década de los 80 fue especialmente dura para la comunidad LGBT, la respuesta pública ante la epidemia de SIDA dejó clara la necesidad de crear organizaciones que abogaran por la dignidad humana de las personas no heteronormadas. El género y la sexualidad comenzaron a ser tema de coyuntura tanto del feminismo como del movimiento LGBT. La consecuencia epistémica de este momento espacio-tiempo es la teoría queer.

El término fue acuñado por Teresa de Lauretis en 1991 en un diario de estudios culturales feminista. El término abarca tres aspectos: no dimensionar la heterosexualidad como el único ejemplo de la sexualidad; desafiar la creencia de que los estudios de la sexualidad lesbiana y gay son una sola cosa; y la visibilización de cómo la raza y la etnicidad influyen sesgos sexuales.

Con esta última pieza, el feminismo define los temas principales con los cuales se les asocia en la búsqueda de justicia y equidad: sexo, raza, etnia y clase económica, sexualidad y género. Fue esta diversidad de temas lo que hizo necesaria la intersección como ejercicio básico del movimiento. Esto permite cubrir más áreas de desigualdad, pero de la misma forma, crea disonancias epistémicas importantes dentro del feminismo. Nos invita a cuestionar ¿de qué se trata realmente? ¿Tenemos un punto común si hay diferencias tan marcadas en distintos sectores del feminismo? ¿Cómo se puede decir que personas pro vida y pro derechos reproductivos pertenecen al mismo movimiento? ¿Cómo suponer lo mismo de personas que reconocen los espectros de género y la transexualidad y personas que no lo hacen?

Cuarta Ola: un feminismo diverso

Los anteriores cuestionamientos forman parte del marco teórico de la cuarta ola del feminismo iniciada a principios de los 2000, cuyos temas centrales son el acoso sexual, el estándar de belleza física (bodyshaming) y la cultura de la violación. No estamos hablando de temas sencillos pero tampoco nuevos. El feminismo ha tenido que resignificarse constantemente desde sus inicios. Dentro de este proceso siempre hay ideas y perspectivas que fueron “normales” o “positivas” en un contexto temporal específico pero ya no lo son en el siguiente.

Paulie Murray, quien sentó las bases legales para el fin de la segregación racial, defendió el uso de la de la palabra negro en los años 40; Gloria Steinem, una de las líderes más prominentes del feminismo de la segunda ola firmó una carta que ayudó a validar la tolerancia del discurso transfóbico en 2020. Si bien compartió una perspectiva diferente dos años después, firmando otro mensaje público en favor de los derechos de las personas transgénero en 2022, el proceder de Steinem proceder deja claro que el feminismo no está escrito en piedra, no está exento de crítica, nuevos aprendizajes y evolución. Y si es algo cambiante hasta para una misma persona al pasar de los años, lo es aún más para los millones de personas que se entienden a sí mismas como feministas.

¿Esto quiere decir que el feminismo como tal ya no existe o que perdió su dirección y propósito? ¿Que por eso ya no es efectivo o necesario? En absoluto, el feminismo como movimiento social ha sobrevivido el tiempo suficiente y se ha integrado a la fibra social de tal manera que lo que necesita no es desaparecer, sino establecer métodos, críticas y lineamientos concretos. Definir no solo para quién es, sino para quienes, como respuesta a todas las demás áreas de desbalance social a las cuales el feminismo se dirige actualmente. Organizarse, agendar y dirigirse a los temas planteados en esta última ola con los aprendizajes obtenidos en el contexto social y político actual, sin aferrarse a aquellos que en su momento sí representaron un avance pero que hoy son anacrónicos.

Fuente de la información e  imagen: https://observatorio.tec

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El rol de las bibliotecas en la pandemia

Por: Sofía García-Bullé

A pesar de un decremento en la inversión pública las bibliotecas siguen creciendo en popularidad como espacios de normalidad frente a la pandemia.

A dos años del inicio de la pandemia, las bibliotecas han experimentado cambios en sus servicios y propósitos. En artículos anteriores hemos hablado acerca de su capacidad para reinventarse, así como su potencial de ser lugares de aprendizaje y facilitadoras para la creación de comunidades estudiantiles. Ante el inminente cierre de muchas y la limitación de actividades para otras, los bibliotecarios han tenido que mantenerse creativos para adaptarse a una normalidad que sigue sin permitir la presencialidad pre-pandemia.

La renta de libros y los eventos en línea, el préstamo de libros sin contacto, las actividades al aire libre con los protocolos y medidas de prevención se han vuelto la base de la supervivencia de las bibliotecas, sino de las comunidades que apoyan. Para quienes realizan el trabajo dentro de estos edificios es claro que la labor ya no solamente se trata de conservar y prestar colecciones de libros, ni siquiera de compartir conocimiento, sino de ofrecer una semblanza de normalidad social y cognitiva que no esté ligada al consumo. Las bibliotecas son uno de los pocos espacios públicos a los que se puede acceder sin la expectativa de de un gasto, por eso es tan importante asegurar su continuidad en un panorama pospandemia. ¿Cómo se está logrado esto?

Los aprendizajes obtenidos desde el inicio de la pandemia le han dado a los bibliotecarios las herramientas para abrir el espectro a más actividades didácticas y sociales. Las mejores bibliotecas hoy en día cuentan con laboratorios computacionales, cuartos de conferencias, estudios para grabar podcast y editar videos, cafeterías, experiencias educacionales para niños, y hasta cocinas para aprender sobre culturas diversas a través del proceso de hacer platillos típicos.

Aún con el cierre o disminución de de las actividades públicas que ha provocado la variante Omicron, la biblioteca mantiene servicios como los préstamos sin contacto. Una persona puede pedir un libro en línea y recoger la copia física en un casillero, dentro de un área segura con poco aforo dentro de las instalaciones.

“Este año ha sido una montaña rusa. Hubo innovación constante y tratamos de encontrar maneras de servir a la gente lo mejor que pudiéramos”, comentó Megan Allen, Directora de Bibliotecas en Quincy, Massachusetts para The Boston Globe. Gracias a la inventiva de los profesionales del rubro las bibliotecas no sólo han permanecido activas, se han vuelto más populares. A pesar de este progreso, el capital invertido para mantener estos desarrollos así como un sueldo digno para los bibliotecarios no ha sido proporcional a los esfuerzos realizados.

En Estados Unidos, el gobierno no ha podido respaldar por completo las bibliotecas públicas en 27 años, el 86 % de los fondos provienen de las arcas locales. En la última década, el presupuesto total de Inglaterra para mantener sus bibliotecas bajó un 25 %, mientras que en Canadá los recortes del estado han sido tan severos que en algunas instancias han alcanzado el 50 % del presupuesto.

La oferta y la demanda para los servicios que ofrecen las bibliotecas existe, el problema que podría poner en riesgo su continuidad no es la digitalización, ni una disminución de las copias físicas de libros, ni siquiera la pandemia; es la falta de disponibilidad de fondos públicos para asegurar que continúe como un recurso gratuito. Este momento, en el que las bibliotecas son un bastión del acceso al conocimiento y de las actividades que cuidan la salud social y mental del público, es tiempo idóneo para evaluar las aportaciones de estas instancias y hacer lo posible por conservarlas en la forma que las conocemos.

¿Has visitado tu biblioteca local este año? ¿Qué programas maneja? ¿Te has beneficiado de alguno? ¿Cuál es tu postura con respecto a las bibliotecas, su rol dentro de la pandemia y a futuro? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx

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¿Qué son los chatbots y cómo se usan en la educación?

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Los chatbots pueden liberar a los maestros de las tareas mecánicas y administrativas para enfocarse en los aspectos más elaborados del aprendizaje.

Las tecnologías de comunicación han avanzado a pasos agigantados en la última década. En el caso de las conversaciones en línea, nuevas herramientas han surgido para optimizar el diálogo con usuarios y la atención a clientes. Estos recursos creados en el rubro comercial han dado el salto para mejorar también la experiencia educativa. Hablamos de los chatbots, que serán el tema principal de nuestro próximo webinar.

El próximo martes 22 de febrero a las 16:00 horas (tiempo de la Ciudad de México) tendremos una nueva edición de los Webinars del Observatorio IFE bajo el título: Chatbots en la educación, comunicando humanos con robots. Nos acompañará la profesora Reyna Martínez quien explicará cómo los chatbots pasaron de ser una herramienta de especialidad para mercadólogos a una plataforma de comunicación masiva, aplicable para la educación. Para entender mejor el temario que se discutirá durante la transmisión, primero tendríamos que explicar: ¿Qué es un chatbot?

Los chatbots, son programas que simulan o procesan una conversación humana, estos permiten a los usuarios interactuar con dispositivos digitales como si fueran una persona. Son impulsados por Inteligencia Artificial, reglas preprogramadas, procesamiento de lenguaje natural y machine learning. Estos atributos funcionan en conjunto para proveer al chatbot de la capacidad de ofrecer respuestas automatizadas pero certeras a solicitudes de las personas que interactúan con ellos.

En un inicio se crearon para garantizar un servicio rápido y eficiente a clientes con preguntas frecuentes, liberando a los agentes humanos para dirigirse a problemáticas más complejas y específicas de los clientes. Eventualmente, los chatbots aprendieron de los patrones de lenguaje y contenido de los usuarios de tal manera que hoy en día pueden ser utilizados para propósitos más elevados, como la educación. ¿Cómo aprovechar los chatbots para fines didácticos?

Los chatbots pueden ser facilitadores del material educativo, así como refuerzo para disipar dudas básicas a través de una conversación automatizada. Solicitudes simples como pedir la bibliografía de la que se compondrá una lección, o datos cortos y simples sobre lo visto en clase. De esta forma, el docente podría liberarse de las tareas mecánicas del proceso de enseñanza para guiar a los alumnos en aspectos más contextuales y de fondo con respecto a su aprendizaje.

La profesora Reyna Martínez cuenta con una amplia experiencia en docencia en nivel medio superior, así como en proyectos en los que intersectan la tecnología de inteligencia artificial y las instancias educativas. En este webinar no solo explicará las definiciones básicas para entender lo que son y cómo funcionan los chatbots sino que compartirá ejemplos de su uso dentro del rubro académico. El webinar se realizará en español, pero si no eres de habla hispana y buscas saber más de las aplicaciones educativas de los chatbots te recomendamos los siguientes textos en inglés, que puedes consultar en Google scholar y Springer Open.

¿Has oído hablar sobre los chatbots? ¿Has estado en instituciones educativas que los usen? ¿Cuál ha sido tu experiencia con ellos? Si eres docente, ¿ayudan a aligerar la carga de los procesos simples al momento de enseñar? Si eres estudiante, ¿te han sacado de dudas o ayudado en tu camino al aprendizaje? ¿Cuál es tu postura con respecto al uso de la inteligencia artificial en la educación? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/webinar-chatbots

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Una conversación sobre la divulgación histórica

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Los medios digitales y la creación de contenido han cambiado las reglas del juego para la divulgación, la responsabilidad ética no puede quedarse atrás.

El pasado 18 de enero una serie de comunicaciones en Twitter sobre la responsabilidad de mantener un estándar de ética y veracidad en el trabajo de los divulgadores del conocimiento histórico y científico, nos mostraron una vez más que esta red social no es el espacio más idóneo para el intercambio respetuoso de ideas, La situación se salió de control. Por seguridad de los participantes varias publicaciones fueron borradas y cuentas de usuarios tuvieron que cerrarse al acceso público por el volumen de agresiones recibidas, razón por la que no republicaremos lo que transpiró en estas interacciones. Pero sí nos dirigiremos a preguntas serias que la conversación generó.

¿Cómo debe realizarse la labor de divulgación? ¿Cuál es la responsabilidad ética al momento de divulgar o de compartir información producida por divulgadores? ¿El entretenimiento está peleado con la educación? Y si no ¿Cómo hacer la educación entretenida sin faltar al compromiso ético que implica? El programa de Interruptus prestó arena para poner estos cuestionamientos en la mesa con el fin de un aprendizaje conjunto sobre los cómos y porqués de construir y comunicar la historia.

En el debate participaron Alejandra Hernandez Vidal, historiadora y profesora de Historia; el arqueólogo Omar Espinosa (Libreta Negra); Mario E. Fuente Cid, historiador y docente de la ENAH; la historiadora de arte y conductora del programa “El foco”, Veka Ducan y TK generador de contenido para TikTok y creador del canal y podcast “Historia para tontos”.

Si bien tanto los invitados como sus canales y contenidos son de habla hispana, el interés y la necesidad por una divulgación de calidad es universal. Mario Fuente habló de un problema fundamental sobre la construcción histórica de México y de muchos países del continente americano.

Para Fuente, la historia está ligada a la formación de la identidad de los estados, a su vez, la forma en que se enseña Historia hace que las personas liguen su propia identidad cultural a la de estos estados. Por esto la indagación histórica se vuelve un asunto sensible. Cuando el público pregunta al historiador algo sobre el pasado histórico que no puede responder, hay un enojo e inconformidad consecuente, dado que esa pieza faltante de la historia equivale a un hoyo dentro de la identidad cultural del público.

El vínculo entre el pasado histórico y la identidad nacional y cultural, así como el nacionalismo, es un tema que hemos tratado en artículos anteriores, donde se comentó acerca del culto a los monumentos vs. la conciencia histórica crítica o la resignificación de eventos pasados trascendentales. Bajo este contexto, Fuente propuso un postulado atrevido. La verdad histórica no existe, existe la perspectiva histórica. Lo que entendemos como la verdad acerca de nuestro pasado histórico es una serie de recuentos que pueden estar influenciados por diversos factores, como la experiencia de vida, punto de vista o intenciones de quien escribe los registros que los historiadores investigan.

Es por esto que la precisión, y el estudio profundo de las fuentes es indispensable para una divulgación ética y responsable. Como sostuvo Alejandra Vidal: “No hay buena divulgación si detrás no hay buena investigación”, la también creadora del podcast Historia de mujeres mexicanas en el siglo XX, hizo un llamado a la comunidad de divulgadores y comunicadores de la historia a hacerse las preguntas difíciles antes de publicar: ¿Estamos siendo precisos con nuestro contenido? ¿Nosotros como divulgadores estamos haciendo una buena investigación de fondo? 

Para Vidal, el fondo de la investigación es algo de importancia crítica que no tiene que estar peleado con la capacidad para hacer un tema ameno o hasta chistoso si es eso lo que  ayuda a conectar con el estudiantado, pero desde de su punto de vista estos son recurso o herramientas para facilitar el aprendizaje de los conceptos. Si el profesor, comunicador o divulgador no tiene un buen manejo de los conceptos, no importa qué tan eficiente sea en hacer llegar el mensaje, el mensaje es un pasado histórico erróneo.

Se entiende así que la intención de llegar mejor a un mayor público sin poner la misma atención y cuidado en el fondo y calidad de los contenidos que se van a comunicar es una acción irresponsable y poco ética, y es, sin duda, un excelente punto a favor de una educación histórica de calidad y una formación sensible de la identidad cultural. Pero, ¿y si eso es lo que despierta el interés? ¿Qué pasa si esta información equivocada provoca que el alumno llegue con las preguntas que generen una conversación en clase? Si bien puede crear una dificultad mayor en corregir datos y contextos históricos incorrectos y hacer más complicado el trabajo de los maestros, ¿no es también una opción para que los alumnos se involucren en el proceso de aprendizaje de la Historia? ¿Sería este un reto que los maestros estarían dispuestos a cubrir tomando en cuenta el peso ya presente en su labor?

TK, creador de Historia para tontos, reconoció la importancia de los procesos no solo para producir conocimiento sino para comunicarlo, pero también habló de las limitaciones de los formatos que maneja para hacer divulgación certera. TikTok solo permite producir videos de 3 minutos, es imposible cubrir todas las implicaciones y mencionar todas las fuentes citadas  con esa limitante de tiempo. Debido a esto, el también estudiante de Relaciones Internacionales, invita constantemente a sus seguidores a investigar y leer más sobre el tema, consultar con expertos y hablar con sus maestros sobre los contenidos que ven en su canal.

“El éxito del divulgador es dejar la semilla de interés a la persona a la que tú les estas ofreciendo esta información”. TK reafirmó que su intención como comunicador no es dar clases de Historia, ni ser educador, sino ser un complemento de lo que se ve en la aulas. Su idea es compartir lo que aprende y generar en sus seguidores un deseo por aprender, lo cual él hace junto con ellos. El éxito de su canal, que tiene hasta hoy 5.9 millones de seguidores, y que recientemente ganó el premio TIkTok en la categoría Fav del conocimiento, pone en evidencia una de las áreas de oportunidad más importante en la comunidad de productores de conocimiento, no solo de Historia, sino de todos los rubros. “No hemos encontrado la manera de comunicar las ideas de manera clara”, declaró Omar Espinoza. El arqueólogo comentó que para los historiadores, las áreas laborales mejor entrenadas son la investigación y la educación, no propiamente la comunicación.

Cualquier historiador en México que quiera ser un divulgador efectivo en la era digital tiene que formarse doblemente, y tras su primera carrera en historiografía, dedicarse a adquirir la habilidades para crear contenido, saberlo colocar y promocionar, esto pone a los productores de conocimiento en una desventaja notoria frente a quienes dominan las herramientas para llegar a las masas; generadores de contenido como “Historia para tontos”, Bully Magnets y Extra Credits, si hablamos de historia, o Hank Green si hablamos de ciencias y otras áreas epistémicas.

El auge de generadores de contenido educativo ha creado una separación innecesaria entre productores de conocimiento y productores de contenido, cuando en su lugar podrían crear alianzas o formar a los productores de conocimiento para generar contenido de alto alcance. Veca Duncan ofrece una perspectiva única en el tema gracias a su formación como historiadora de arte. La curaduría ofrece un conjunto de recursos epistémicos invaluables para la divulgación: “Un curador […] investiga selecciona y exhibe, para hacer eso hace un guión”. Durante este proceso, explica Duncan, deben definirse los estándares de la investigación con rigor, definir porqué el tema escogido es relevante, conectarlo con el público al que se interesará este contenido y crear una narrativa cohesiva alrededor de este. En su caso, el tema son objetos artísticos pero aplica también para el conocimiento histórico, matemático, lingüístico, etc.

Duncan se refiere a los curadores como reductores de complejidad, que es justamente la misión final de todo divulgador, comunicador o maestro, cada uno desde su trinchera, con su formación, recursos y formatos escogidos. No es plausible no equivocarse nunca en la jornada, y la comunidad de historiadores que criticó el trabajo de “Historia para tontos” no pretende que jamás se equivoque y siempre tenga los datos precisos y correctos. Pero sí convocaron a una intención por aprender no solamente sobre historia, sino los procesos que la construyen así como las herramientas para distinguir entre las fuentes, líneas de investigación y calidad de las mismas, sugerencias por las cuales TK se mostró por demás interesado, entendiendo su posición como poseedor de una plataforma enorme para la comunicación de la historia.

De la misma manera, los moderadores de Interruptus Radio, Karla Motte (UNAM), Misael Chavoya, (ENAH) y Emiliano Canseco (Instituto Mora) exhortaron a la comunidad de Twitter a salir de las limitaciones impuestas por 280 caracteres, y hacer conciencia de que hay personas detrás del teclado, haciendo imperativa la necesidad de una conversación civil y libre de violencia. Intención que en el Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación compartimos firmemente.¿Habías escuchado hablar de “Historia para tontos”? ¿Sigues su contenido? ¿Qué piensas de este? ¿Puede ser complementario a la educación formal de la Historia? ¿Qué recursos utilizas en clase para facilitar la educación del pasado histórico? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/debate-divulgacion-historica

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¿Qué es la neuroeducación?

Por: Sofía García-Bullé

Cada aprendizaje abre un camino cognitivo nuevo, y la manera en que aprendemos está determinada por las conexiones neuronales que abren estos caminos.

La gran mayoría de los métodos didácticos se basan en la comunicación entre maestro y alumno, las diferentes facetas de la relación entre ellos, o en la jornada del estudiante a través de de su propio aprendizaje. Sin embargo, corrientes didácticas más recientes se centran en la relación entre el funcionamiento cerebral y su intersección con el acto de aprender.

El Instituto Superior de Estudios Psicológicos define la neuroeducación como una disciplina que promueve la integración entre las ciencias de la educación, la neurología, psicología y ciencia cognitiva para producir mejores métodos de enseñanza y programas didácticos. La pregunta principal que la neuroeducación se plantea es, ¿cómo aprende el cerebro? Para entender esto, necesitamos abordar algunos conceptos básicos.

Plasticidad cerebral: músculo del saber

La palabra plasticidad se refiere a la propiedad que tiene un material de ser moldeado o trabajado para cambiarlo de forma. De la misma manera, la plasticidad cerebral es la capacidad del sistema nervioso para cambiar su estructura y funcionamiento a lo largo de la vida, como reacción a la diversidad del entorno en el que vive una persona.

Representa la facultad del cerebro para recuperarse y reestructurarse en caso de lesión o enfermedad, como lo haría cualquier músculo de nuestro cuerpo, pero también de adaptarse y funcionar con la adopción de conocimientos nuevos, entendimientos, conductas y patrones. Esto último es crucial para el proceso didáctico. Cada vez que un aprendizaje nuevo se asienta en la mente de una persona, este deja una huella, creando nuevas conexiones y sumando al todo de la red neuronal de un individuo.

La neuroeducación examina los rastros que los procesos educativos dejan en nuestro cerebro y busca visualizar las relaciones entre estos datos y el modo como nos comportamos. Su aproximación al estudio del aprendizaje es primordialmente científico.

Emoción, atención y neurodivergencia

Los anteriores aspectos suenan más como el tipo de investigación que se realizaría en un laboratorio, ¿cómo traducimos este enfoque al salón de clases? ¿Qué criterios sirven para aprovechar lo que conocemos acerca del funcionamiento de las redes neuronales y cómo se comunican?

La emoción es uno de los criterios más importantes. De acuerdo a la neuroeducación, ningún entendimiento se da sobre vacío, las experiencias y emociones propias de la persona que está aprendiendo le dan contexto y significado a lo que asimila. La capacidad de atención el tiempo en el que un estudiante puede ejercerla en su máxima capacidad también es importante.

La neuroeducación tiene como prioridad tener presente los períodos en los que una persona puede centrar su atención en un canal de información sin distraerse ni fatigarse, para sacar lo mejor de la experiencia didáctica. Esto tomando en cuenta aspectos atenuantes, como por ejemplo, si se trata de una persona con Trastorno por déficit de Atención (TDAH), depresión o alguna neurodivergencia, explica Arturo Torres, Máster en psicología social por la Universidad de Barcelona y colaborador para la revista virtual Psicología y Mente.

Bajo el esquema propuesto por la neuroeducación, no hay solo una forma de aprender, hay muchas, todas relacionadas a cómo funciona el cerebro del estudiante, cómo traza caminos cognitivos y qué factores afectan o favorecen este proceso. Aquí entramos a otro pilar de la neuroeducación: la neurodiversidad, que consiste de la intención de visualizar y promocionar la inclusión de personas neurodivergentes, parte de la idea de que la educación es un bien común, un derecho básico, al cual todos deben tener acceso, independientemente de la forma en que su cerebro les permita aproximarse al aprendizaje.

¿Has escuchado hablar de la neuroeducación? ¿La has aplicado en clases? ¿Has estado en alguna clase donde el docente haga uso de este enfoque? ¿Qué piensas sobre la influencia de las conexiones neuronales y las emociones sobre la forma en que aprendemos? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx

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¿Qué es el metaverso y cómo se relaciona con la educación?

Cada aprendizaje abre un camino cognitivo nuevo, y la manera en que aprendemos está determinada por las conexiones neuronales que abren estos caminos.

El rol de la tecnología para la educación a distancia, las clases en línea, la realidad virtual con fines didácticos y otros recursos similares, han crecido a pasos agigantados debido a las condiciones impuestas por la pandemia. El metaverso, es el siguiente paso en este proceso, hablaremos de cómo se integra el Campus Virtual del Tec a este nuevo campo de la realidad el miércoles 8 de diciembre a las 16:00 (hora CDMX) en nuestro siguiente webinar titulado: “Tec Virtual Campus, Metaverso para experiencias académicas y vida estudiantil”. Para poder aprovechar al máximo los temas que se verán en esta transmisión, primero deberíamos tener en claro lo siguiente: ¿Qué es el metaverso?

Hablar sobre el metaverso hoy, sobre cómo definirlo y lo que éste abarca, es algo muy similar a las conversaciones que se tuvieron entre los años setenta y ochentas con respecto a lo que hoy es el internet, que forma parte integral de nuestras vidas hoy en día, pero hubo un tiempo en que se trataba de un proyecto en construcción, una idea que potencialmente se convertiría en algo enorme que estaría entrelazado a las fibras más básicas de la experiencia humana y la visión del mundo. Si hablamos de metaverso, hablamos más de potencial que de cosas concretas.

Dicho esto, la forma que tenemos hoy de definirlo es… no definirlo. Lo que tenemos hoy son aproximaciones, el metaverso no se refiere a una tecnología en particular con un uso específico, se trata más bien de un amplio rango de tecnologías que podrían tener nuevos usos y propósitos nunca antes vistos. Eric Ravenscraft, escritor de producto para la revista Wired y generador de contenido para The New York Times  sugiere un ejercicio mental para ayudarnos a entender mejor esta idea. “Reemplaza mental mente el término metaverso con el de ciberespacio, noventa por ciento de las veces el significado será el mismo”. Ravenscract, explica que nos referimos al metaverso como una forma de tratar de nombrar o entender cuál será el siguiente paso en lo que conocemos como el ciberespacio o el conjunto de tecnologías de las que más dependemos y ayudan a forjar nuestra experiencia y la realidad que nos formamos.

El conjunto de tecnologías que conforman el metaverso incluye la realidad virtual (RV) y realidad aumentada (RA) donde existen mundos que permanecerán vigentes independientemente de si estamos presentes en ellos o no. De la misma forma, la RA y la RV no serán las únicas vías de acceso. Se podría entrar a realidades como la de Fornite o Second Life vía computadoras o consolas de juego, pero el siguiente paso de la experiencia estará en estos nuevos recursos. El metaverso también integra el aspecto de una economía digital interoperable, donde los usuarios pueden crear, comprar y vender bienes que cruzan plataformas. Como por ejemplo, comprar una camiseta en físico, o el código de esta, para poder usarla en un evento de realidad virtual a través de un avatar.

Muchas de las cosas de las que el metaverso se conforma ya existen. Ya usamos Facebook, ya existe un juego como Second Life, ya puedes ir a conciertos o reuniones virtuales, definir la imagen de tu avatar en estos eventos, etc. ¿Por qué no hablábamos del metaverso o por qué no existía antes como tal? Porque todas estas tecnologías han llegado a un punto en que pueden integrarse una con otras y potencializarse de formas que no habíamos visto antes. No ha pasado, pero va a pasar porque ya existe la capacidad, esa capacidad es el metaverso.

Una manera fácil de entender lo que implica este proceso y esta capacidad, es ver la historia de plataformas como Google y Facebook. El primero empezó solo como un buscador, el segundo como una red social. Hoy conforman las fibras de cómo buscamos y recibimos información, cómo nos comunicamos y conectamos con la gente. De la misma forma las tecnologías que tenemos hoy, la forma en que interactuamos con ellas y como interseccionan, van a ser parte importante de cómo forjaremos nuestro entorno de aquí en adelante.

¿Pero qué significa esto para el futuro de la educación? ¿De qué forma estas nuevas tecnologías pueden facilitar el trabajo de los maestros o mejorar la experiencia de los alumnos? ¿Pudieran hacer más que eso? Para orientarnos en este rubro nos acompañará Ursula Saldívar Dávila, psicóloga Clínica y maestra en Educación por el Tecnológico de Monterrey. Además de ser docente y psicóloga a nivel medio superior ha colaborado en el área de Innovación y Experiencia de Usuario, ayudando en la adaptación y acompañamiento en el proceso de Transformación Digital. Participó también en la generación de modelos de innovación abierta que permitan la transferencia de conocimiento. Actualmente es líder de Proyectos de Tecnología Educativa en el área de Mostla Laboratorio de Tecnologías Emergentes.

La Maestra Saldívar nos hablará sobre la migración hacia la vida online desde un contexto educativo, así como del Tec Virtual Campus, un mundo virtual en 3D creado por el Tec de Monterrey. Entraremos en detalle sobre el proyecto, que ofrece a los alumnos una experiencia estudiantil memorable que trasciende las barreras de un campus físico. Más de 6 mil estudiantes han tenido la oportunidad de interactuar, llevar clases y atender eventos en este espacio. Si quieres saber más, no te pierdas nuestro próximo webinar este miércoles 8 de diciembre a las 16:00 (hora de CDMX). Este se realizará en idioma español.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/metaverso-webinar
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Los perros como maestros de la empatía en el aula

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España es pionera en la terapia asistida por animales para la prevención del bullying.

El bullying es un problema serio en la comunidad educativa desde que la educación estandarizada existe. A pesar de su prevalencia, sigue siendo un tema infraestudiado en Latinoamérica. De acuerdo con la ONG Bullying sin fronteras, las estadísticas sobre el tema son escasas, las más recientes antes de las provistas este año por ellos mismos en colaboración con la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) datan de 1990.

México ha visto un gran aumento en las estadísticas de violencia estudiantil. Bullying sin fronteras sostiene que en los últimos tres años siete de cada diez niños sufrían acoso escolar, y recientemente esta cifra subió a ocho de cada diez, colocando a México en el primer lugar de bullying en el aula entre los países participantes de la OCDE. En Estados Unidos esta cifra es uno de cada cinco. Ante esta situación, el rubro educativo se ha concentrado en una posible solución a través de aliados que no hubiéramos imaginado antes: los perros.

La prevención tiene cuatro patas

En el 2017, la Fundación Affínity, en conjunto con la escuela Lleó XIII en Barcelona (Cataluña), lanzaron el programa piloto “Respétame”, que consiste en educación asistida por animales para combatir el acoso escolar. La iniciativa funciona como una asignatura más en el horario escolar. Dentro de este espacio se manejan terapias asistidas con perros que tienen como objetivo principal fomentar el respeto, prevenir el bullying y reforzar la inclusión entre los estudiantes.

“Desde un aumento de la autoestima, o de la tolerancia a la frustración, el reconducir conductas no adecuadas, el saber trabajar en equipo, algo que parece muy simple, pero que a ellos les cuesta”. Dice Maribel Villa, técnica de la fundación, refiriéndose a los estudiantes y los beneficios que el programa les otorga, esto en una rueda de prensa realizada en el 2018. Agrega que se pueden trabajar innumerables objetivos para mejorar la inteligencia emocional de los alumnos en un curso electivo como este.

Isabel Buil, directora de la Fundación Affinity, explicó durante el mismo evento la clave por la cual los perros son tan efectivos en el proceso enseñanza-aprendizaje de herramientas para fortalecer la salud emocional de los estudiantes y prevenir el bullying, entre otras cosas. Buil sostiene que los canes proveen un espacio seguro que es instrumental para que niños y jóvenes ejerzan la escucha y la empatía sin sentirse juzgados. Gracias a esta dinámica, niños y adolescentes pueden formar vínculos saludables con los animales de terapia y repetir estos patrones positivos en la relación entre el alumnado y personas fuera del aula.

Lo que hay detrás del perro

Existen otras instancias de prevención del acoso a través de la terapia con perros en España, como la asociación asturiana Entrecanes, que realizan diversas intervenciones asistidas con perros en ambientes como escuelas, universidades y empresas. En materia de educación, ofrecen planes para intervenir en las escuelas y reforzar el aprendizaje de las habilidades sociales necesarias para prevenir o reducir el acoso escolar.

“El objetivo es mejorar la convivencia en el aula, la cohesión grupal y trabajar aspectos como las emociones, la resolución de conflictos o la empatía”, expresa Oscar Bueno, portavoz de la asociación Entrecanes para El País. Reiteró que los talleres de intervención están dirigidos ya sea a la prevención de acoso o a su disminución en caso de que ya se haya presentado, agregando que es importante entender la diferencia al momento de trazar las metas. Destacó que los talleres y programas de esta naturaleza no se apoyan solamente en los perros, sino en profesionales de la psicología, la docencia y contenidos teóricos que ayudan a poner en contexto lo que se necesita que los alumnos aprendan para forjar vínculos positivos.

Una segunda oportunidad para los canes

El enfoque de la terapia o educación asistida con perros es la de ayudar a personas con problemas específicos de aprendizaje, comportamiento y manejo de emociones, pero un beneficio no declarado es la oportunidad de una vida útil y feliz para los perros que realizan estas tareas, especialmente en Latinoamérica donde el problema del abandono de mascotas es tan rampante. En México, el 70 % de los perros viven en situación de calle, colocando al país en el primer lugar de abandono canino en América Latina. Durante la pandemia, el abandono de mascotas aumentó un 20 % de acuerdo a la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT). El organismo sostiene que solo el 10 % de los animales en los albergues son adoptados.

México y el resto de Latinoamérica comienzan a ver las ventajas de rescatar perros para integrarlos a programas de terapia y acompañamiento de diversos propósitos. Ya sea para el apoyo de niños con autismo, manejo de duelo y educación asistida. Si bien no se cuenta en el continente con organizaciones con treinta años de experiencia en programas personalizados, como Affinity, lo que se puede encontrar son nuevas ideas y entusiasmo por aprender cómo potencializar esta vertiente de apoyo educativo y psicológico.

En México se formó la asociación de Terapeutas Caninos México AC, además de la comunidad de Perros de Terapia en México. Colombia también se ha sumado a la tendencia con organizaciones como LATIMOS, que incluye desde educación para perros hasta talleres de intervención con perros entrenados para dar terapia.

¿Habías oído hablar de la terapia asistida con animales en el salón de clases? ¿Has estado en alguna sesión de este tipo? ¿Cuál fue tu experiencia? ¿Conoces algún otro tipo de terapia con animales distintos a los perros? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/perros-contra-bullying

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