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Trump, Israel y la complicidad del Partido Demócrata

Por: Roberto Montoya

La comunidad internacional se rasga las vestiduras: Trump ha reconocido a Jerusalén como capital del Estado de Israel. ¿Fue una decisión personal del nuevo emperador, o la medida cuenta desde 1995 con el apoyo aplastante de republicanos y demócratas?

“El presidente Trump reconoció que Jerusalén ha sido la capital eterna del pueblo judío por más de 3.000 años, y que Estados Unidos, bajo su Administración, finalmente aceptará el mandato del Congreso de reconocer a Jerusalén como la capital unificada del Estado de Israel”. Esta frase no corresponde a una noticia de días pasados sobre la decisión de Trump que se convirtió en portada de medios de todo el mundo y se hizo viral en las redes.

La frase es del 25 de septiembre de 2016 y corresponde al comunicado de prensa del equipo de campaña electoral del entonces candidato presidencial Donald Trump. Fue emitido poco después de terminar el encuentro privado del magnate republicano en su Trump Tower de Nueva York con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Como muchas de las promesas y exabruptos de su campaña no fue tomada en cuenta… salvo por los palestinos.

Y como muchas de sus otras promesas electorales subestimadas en su momento, ésta también se cumple. Trump en definitiva es menos imprevisible de lo que algunos sostienen.

Bastaba con leer a fondo su programa electoral y analizar quiénes eran sus principales apoyos económicos y asesores políticos para poder prever que,de llegar a la Casa Blanca,la paz mundial, el medioambiente y las libertades democráticas sufrirían nuevos, inesperados golpes y fuertes retrocesos.

LOS DEMÓCRATAS YA VOTARON LA MISMA MEDIDA CON CLINTON EN EL PODER 

Cuando Trump prometía a Netanyahu en 2016 que “finalmente” se cumpliría con la decisión del Congreso estadounidense estaba recordando que, efectivamente, el 23 de octubre de 1995, durante la Administración de Bill Clinton, se aprobó la conocida como Ley de la Embajada de Israel (Jerusalem Embassy Act) por la que se reconoció a Jerusalén como capital de Israel.

“Jerusalén debe ser reconocida como la capital del Estado de Israel, y la embajada estadounidense en Israel deberá establecerse en Jerusalén no más tarde del 31 de mayo de 1999”. Por esa ley se reconocía a Jerusalén como ciudad “unida e indivisible” bajo la autoridad de Israel.

En 1995, durante la Administración de Bill Clinton, se aprobó la Jerusalem Embassy Act por la que se reconoció a Jerusalén como capital de Israel

Copiaba así casi literalmente la Ley de Jerusalén aprobada el 30 de julio de 1980 por el Parlamento israelí, que hablaba de una Jerusalén “entera y unificada” como capital de Israel.

Salvo unas escasas excepciones todos los congresistas y senadores estadounidenses del entonces gobernante Partido Demócrata votaron a favor de la ley, al igual que los del Partido Republicano.

En el Senado hubo 93 votos a favor y solo cinco en contra, y en la Cámara de los Representantes 374 a favor y 37 en contra. Bernie Sanders fue uno de los cinco senadores que votó en contra… aunque años después votaría lo contrario.

Paradójicamente, semejante aprobación por el Congreso de EE UU no solo violaba flagrantemente los acuerdos internacionales sobre la soberanía de Jerusalén sino que se producía nada menos que dos años después de que Bill Clinton recibiera en su casa vacacional de Camp David (¡nombre imparcial!) a Isaac Rabin y Yasir Arafat tras firmar en Washington días antes los Acuerdos de Oslo entre israelíes y palestinos.

Aquel acuerdo reconoció la autonomía de la Autoridad Nacional Palestina sobre Gaza y Cisjordania en materia de educación, cultura, salud, turismo, bienestar social, tributación directa y policía local, y fue presentado al mundo como un hecho histórico que daría inicio al fin del conflicto.

Sin embargo, el mismo día de la firma de los Acuerdos, Rabin dejó clara la postura de Israel: “Jerusalén es la antigua y eterna capital del pueblo judío”. Rabin rechazó explícitamente el veredicto de la ONU.

A pesar de su estrecha relación con el lobby judío-estadounidense y el abrumador apoyo del Congreso a la Ley de la Embajada de Israel en 1995, Clinton no se atrevió a concretar la mudanza de la embajada de Tel Aviv a Jerusalén. Influyó en esa decisión —que nunca le perdonó Israel a pesar de su gran fidelidad— el hecho de que el Tribunal Supremo recordara que tal decisión no era competencia del Congreso sino del presidente, por afectar a la política exterior y a la seguridad nacional de EE UU. Por ello Clinton hubiera tenido que firmar expresamente una Orden Ejecutiva para que fuera efectiva. No lo hizo.

Tanto George Bush junior como Barack Obama siguieron los pasos de Clinton en la no aplicación de la Ley de la Embajada de Israel

Medio Oriente vivía momentos convulsos en aquellos años de post Guerra Fría y EE UU no quería crearse más enemigos en el mundo árabe y musulmán. No había logrado la caída del ayatolá Jomeini a pesar de los ocho años de guerra que fomentó. Sadam Husein había pasado de ser un gran aliado a ser un archienemigo y la Guerra del Golfo se cerró en falso. Al Qaeda ya había empezado sus atentados contra intereses estadounidenses, y Clinton necesitaba también la ayuda de los países árabes musulmanes para apoyar en los Balcanes a la Armija en su guerra por la independencia de Bosnia-Herzegovina.

Tanto George Bush junior como Barack Obama siguieron los pasos de Clinton en la no aplicación de la Ley de la Embajada de Israel. Lo hicieron a través de una ‘Presidential Waiver’ , una prerrogativa del presidente para no implementar temporalmente una ley por cuestiones de seguridad nacional, que se ha venido aplicando desde octubre de 1998.

EL VOTO INESPERADO DE BERNIE SANDERS 

A pesar de que durante su campaña electoral había prometido reconocer la capitalidad israelí de Jerusalén, el 1 de Junio de 2017 Trump mantuvo la tradición, firmó la Presidential Waiversemestral, aunque prometió que sería la última que firmaría. Muchos creyeron que era un farol, una promesa para seducir al lobby judío pero que no cumpliría.

Pero para Trump era solo cuestión de cuadrar su agenda. Pocos días después, el 5 de Junio, el Senado estadounidense votó la simbólica Resolution 176, celebrando el 50º aniversario de la “reunificación de Israel”; reafirmó solemnemente la Ley de la Embajada de Israel, y reclamó al presidente Trump que esta vez diera su autorización para que entrara en vigor.

La Resolution 176 no solo fue aprobada por abrumadora mayoría como en la votación de la Ley de la Embajada de Israel de 1995; en esta ocasión fue unánime. El voto de Sanders había cambiado, votó a favor. Votaron 47 republicanos, 41 demócratas y dos independientes, el total de los miembros de la Cámara Alta presentes.

Seis meses después tocaba renovar la ya tradicional Presidential Waiver para no implementar la ley, pero ya nadie dudaba que Trump haría finalmente el anuncio. Y no defraudó.

Paradójicamente, tras las abrumadoras críticas de líderes de todo el mundo al anuncio que hizo Trump el pasado 6 de diciembre, Sanders valoró en su cuenta Twitter de las negativas consecuencias que la decisión podía tener para el proceso de paz. Ya era tarde.

Cuando Julian Assange se hizo eco en su cuenta de Twitter del voto que había hecho Sanders en la votación del 5 de junio, reproduciendo la lista donde el nombre del senador progresista figuraba en la lista de todos los que habían votado unánimemente ese día, hubo un aluvión de sus seguidores que reaccionaron críticamente contra Sanders, no pocos de ellos con ataques rayanos con el antisemitismo.

Bernie Sanders along with 90 other Senators unanimously voted to move the U.S. embassy to Jerusalem in June #Zionismhttps://t.co/RZxoOkffNcpic.twitter.com/nHCHip2Hky

— Julian Assange 🔹 (@JulianAssange) 9 de diciembre de 2017

A pesar de que durante su campaña electoral Sanders no se distinguió por tener un programa alternativo global en política exterior, fue el único candidato que criticó públicamente la política de Netanyahu y los asentamientos judíos y le dio plantón al primer ministro israelí cuando este pronunció un discurso ante el Congreso en marzo de 2016.

“La paz en Medio Oriente también implica seguridad para cada palestino”, dijo Sanders en un discurso público aquellos días, “implica conseguir la autodeterminación, los derechos civiles y la seguridad económica del pueblo palestino”.

Sanders también defendió el Pacto Nuclear con Irán y, siendo el único candidato presidencial judío en las primarias del Partido Demócrata, fue el único de los cinco candidatos que todavía había en ese momento que se excusó de no participar en la reunión anual del AIPAC, el más poderoso lobby judío de Estados Unidos. La bendición del AIPAC es considerada imprescindible para cualquier candidato.

Resulta difícilmente comprensible y será difícil de borrar de su biografía el polémico voto de Sanders aquel 5 de junio de 2017, aunque aquella resolución del Senado no fuera vinculante

Por ello resulta difícilmente comprensible y será difícil de borrar de su biografía el polémico voto de Sanders aquel 5 de junio de 2017, aunque aquella resolución del Senado no fuera vinculante.

Fue en realidad uno de los pocos senadores y congresistas que criticaron la decisión de Trump. Muchos de ellos tienen doble nacionalidad, estadounidense e israelí. Chuck Schumer, el líder del Partido Demócrata en el Senado, fue uno de los primeros en alabar la decisión de Trump.

El presidente dio en definitiva un paso que en principio no cambia de por sí la ya tradicional política pro israelí de los gobiernos tanto republicanos como demócratas anteriores que ha tenido Estados Unidos, pero tiene un gran simbolismo que tendrá previsiblemente consecuencias políticas y que va a obligar a retratarse a muchos líderes mundiales.

Fuente: http://elsaltodiario.com/el-lado-oculto-de-la-noticia/trump-israel-y-la-complicidad-del-partido-democrata-sanders

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Conflicto en Sudán del Sur golpea duramente a los niños, Unicef

Sudán del Sur/01 de Enero de 2018/Tele Sur

Uno de cada cinco niños falleció antes de cumplir los cinco años, arrojó el informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó que el conflicto en Sudán del Sur pone en peligro la vida de millones de niños y compromete el futuro del país.

Uno de cada cinco niños falleció antes de cumplir los cinco años, arrojó el informe de ese organismo Infancia bajo ataque, agregó que la mayoría de esos fallecimientos ocurrieron en acciones violentas o enfrentamientos.

Fuente: EFE

El reporte añadió que estos menores son atacados y asesinados por su origen étnico o por la afiliación política de sus familiares o miembros de la comunidad.

Casi 11 millones de niños en Sudán del Sur son afectados por la crisis mientras crecen en un ambiente de violencia y miedo, hambre y enfermedades, «el mundo les roba su infancia», señalan en el informe.

Desde el comienzo de la guerra, más de 1.200 casos de violencia sexual fueron reportados: el 99 por ciento de las víctimas eran niñas pero las cifras pueden ser mucho mayores pues muy pocos sobrevivientes de los abusos cuentan los hechos o buscan ayuda, agregó el documento.

El dato: Sudán del Sur es azotado por una guerra debido al conflicto político entre el presidente Salva kiir y el exvicepresidente Riek Machar.

Fuente: EFE

Entre las violaciones más graves también figura el reclutamiento de menores de edad, 19.000 niños fueron forzados a combatir y unos 3.200 fueron secuestrados.

A esto se añaden las precarias condiciones sanitarias y de salubridad: el 51 por ciento de los casi 20 mil casos de cólera registrados en 2017 eran niños.

Casi tres millones de infantes padecen inseguridad alimentaria severa y más de un millón sufre desnutrición aguda. El 72 por ciento de los niños en edad escolar no está en la escuela, esto representa la tasa más alta de todo el mundo, alertó el Fondo.

El organismo instó a las fuerzas combatientes a poner un fin inmediato a todas las violaciones graves de derechos humanos contra los niños y liberar a los menores de edad de las filas de combate.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/Conflicto-en-Sudan-del-Sur-golpea-duramente-a-los-ninos-Unicef-20171226-0003.html

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Kenia: Teachers speak on rigour of marking answer sheets

Kenia / 31 de diciembre de 2017 / Fuente: http://www.nation.co.ke/

Shocking details of how the marking of this year’s KCSE exam papers could have been compromised emerged Friday.

Interviews by the Saturday Nation team reveal that the teachers who marked the scripts worked under intense pressure.

The markers also said that some marking schemes had errors and that no moderation of the results was done.

Some of those interviewed also said the assessors never had a chance to review the work of the markers and therefore missed the opportunity to deal with any mistakes that may have occurred.

POOR RESULTS

The results of the Kenya Certificate of Secondary Education examination (KCSE) were released on Wednesday by Education Cabinet Secretary Fred Matiang’i.

This year, the examination recorded worrying levels of failure.

At least 350,000 candidates got D grade and below yet only 142 candidates scored A.

Out of the 611,952 candidates who sat the exam, just 70,073 scored C+ and above and therefore qualified for university admission.

The markers gave an account of the depressing conditions under which they assessed the scripts, raising fears about the credibility of the results.

The examination was marked in a record 10 days.

ERRORS
Sources said there were errors in the marking schemes but these could not be corrected because there was no time to do it.

The emphasis appears to have been on the teachers to finish marking and have the results released in record time.

However, in an interview on Friday, Dr Matiang’i said that traditionally, marking of examinations is usually completed before Christmas and that the rest of the time before the results were released in February was spent “massaging” them.

Markers drawn from various regions, among them Nairobi, Nakuru, Kakamega, Vihiga, Laikipia and Migori counties and parts of the Coast, narrated how they were made to mark for long hours.

EXHAUSTION

Marking started at 6am and ended at 10pm every day, meaning that the markers worked for 16 hours each day.

In some centres, the marking started at 4am and ended at 10pm. Ideally, the marking should start at 7am and end at 7pm each day.

Examiners who handled English Paper 3, one of the most taxing exams, worked from 4am to 10pm.

The paper was handled by 1,400 examiners. There were few breaks in between, and this led to widespread fatigue.

Ordinarily, markers require time to rest, review their work as and when necessary, including making adjustments if need arises.

“Right from the beginning we were reminded that the marking would be fast-tracked,” one teacher said.

“First we had been told we would begin marking on December 6 only to be called abruptly on December 3 to report to the centres and start working.”

MARKING SCHEME
But it was while at the centre that the real problems started.

Traditionally, the examiners are required to take two days to familiarise themselves with the marking scheme by going through dummies.

This time round, the familiarisation only took half a day.

At Moi Girls School in Nairobi where History Paper 2 was being marked, teachers realised that one question had the wrong answer.

However, nobody cared to do the correction as the push was to finish marking as quickly as possible.

Usually, after all papers have been marked, the examiners take time to review them to ascertain the validity of the marks.

EXAM MODERATION

Most importantly, moderation is carried out because raw answers may not reflect the validity of the test.

The marking error is -2/+2 and if an examiner goes beyond this margin, he is forced to remark the entire script. This year, this was not done.

During marking, examiners are put in a pool of seven with a team leader.

For every 10 scripts they mark, the team leader has to review at least two, which are picked randomly to verify if they have been marked well.

According to multiple sources, this process was skipped this year.

STRICTNESS

Unlike previously when the chief examiners were teachers, this time round, they were officials sent by the Kenya National Examinations Council.

Some of these officials were not familiar with marking.

“The decision led to us being overworked and made to mark extra scripts. I am sure several errors may have spilled to the final results,” one examiner said.

“Throughout the marking period there was no permission to get out of the centre. Even when an individual needed medical attention, it would be given within the marking centre,” another said.

Another examiner said that he and his colleagues were subjected to poor diet, which he said may have compromised their health and morale.

“We took the same meal almost throughout our stay at the marking centre — sukuma wiki and ugali. Nobody was allowed to go out of the marking centre and take their preferred meals,” the examiner said in an interview with the Nation team.

DEMORALISED
It also emerged that some of the marking centre managers were too harsh on examiners and subjected them to constant ridicule.
“The marking centre manager at (one school in Nairobi) was harsh and humiliated teachers from upcountry, reminding them that the institution where they were was a national school,” an examiner said.

According to the teachers who spoke to the Saturday Nation, the constant pressure and ‘harsh’ conditions may have affected the quality of the final result.

The Kenya Union of Post Primary Education Teachers (Kuppet) has come out to complain about the quality of the marking and grading of the exams.

Laikipia branch executive secretary Ndung’u Wangenye faulted the examination council for subjecting the examiners to unfavourable conditions that, he said, may have compromised the integrity of the results.

BAD CONDITIONS
Kuppet’s executive secretary for the Migori Branch, Mr Samuel Jasolo, said the pressure under which the markers operated was not conducive for productivity.

“We cannot guarantee credibility of the results,” he said.

“The conditions under which the marking was done was bad and we cannot continue like that.”

Mr Jonathan Wesaya, an education expert, noted:

“With no room for standardisation and moderation, many teachers went for volume of scripts since payment is based on the number of scripts marked.”

CREDIBILITY
Kuppet Busia Executive Secretary Moffat Okisai said without moderation and standardisation, the results are questionable.

However, some teachers from Kakamega and Vihiga defended the results, noting that all the scripts had been marked by Friday last week.

But they pointed out that the moderation system used during the marking, as well as the grading, were different from what schools use.

Fuente noticia: http://www.nation.co.ke/news/education/Teachers–Our-pain-in-marking-KCSE-answer-sheets/2643604-4239528-9euiplz/index.html

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Tres de cada 10 niños en Egipto sufren pobreza multidimensional, alerta Unicef

Egipto/24 diciembre 2017/Fuente: Informe 21

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó hoy que tres de cada diez niños en Egipto sufren pobreza «multidimensional».

En un informe conjunto con el Ministerio egipcio de Solidaridad y la agencia oficial egipcia de estadísticas, CAPMAS, se apuntó que diez millones de niños por todo el país no tienen acceso al agua potable, no tienen educación o viven en condiciones insalubres en su vivienda, entre otras carencias.

El informe lanzado hoy fija ocho dimensiones por las cuales han medido la pobreza, como la nutrición, el acceso a agua potable y residuales, la protección infantil o educación, entre otros.

Según las tres entidades, el 31,2 por ciento de los niños afectados se encuentran en las provincias septentrionales de Egipto, mientras que el 31,8 en las meridionales, y el 28,6 en las zonas situadas en las fronteras del país.

«Los menores de cinco años son los niños más desfavorecidos, con un 37% de ellos multidimensionalmente pobres. La situación
de los niños menores de cinco años exige acciones multiespectrales adecuadas, que incluyan la salud, nutrición, protección y educación para acabar con la pobreza», aseguró en un discurso

ial, armonizar las políticas sociales entre el Gobierno y la sociedad civil y mejorar la integración con otros servicios para ayudar a lograr un impacto positivo en la pobreza multidimensional infantil».

Fuente: https://informe21.com/actualidad/tres-de-cada-10-ninos-en-egipto-sufren-pobreza-multidimensional-alerta-unicef

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¿Trabajadores o freelancers?

Por: Luz Rodríguez

Apuntes sobre el trabajo en las plataformas digitales

El pasado 30 de noviembre iba a celebrarse el primer juicio en España para dirimir si las personas que vemos en nuestras ciudades montadas en bicicleta y entregando comida a domicilio son trabajadores de Deliveroo o, por el contrario, autónomos o, en terminología muy en boga, freelancers . Este juicio no se celebró porque hubo un acuerdo entre las partes , cosa que, pese a algunos titulares de prensa un tanto tendenciosos, es bastante común en un proceso, como el laboral, que solicita hasta dos veces a las partes en conflicto que traten de llegar a un acuerdo que evite que la disputa sea resuelta por el juez. En cualquier caso, la no celebración del juicio nos privó a los estudiosos de este tema de la que hubiera sido la primera sentencia en nuestro país al respecto de la relación jurídica existente entre los riders y la plataforma online de trabajo Deliveroo.

No es mi intención terciar en este debate, supliendo con este artículo una solución que solo le corresponde a los jueces. No voy, por tanto, a pronunciarme sobre si los riders de Deliveroo son trabajadores o autónomos. Pero sí quiero avanzar algunos apuntes que ayuden a la comprensión de lo que está sucediendo en relación con las denominadas plataformas online de trabajo.

Lo primero es el nombre que estamos dando a este fenómeno. La Unión Europea elaboró hace un tiempo una denominada Agenda para la economía colaborativa , consagrando con este nombre de “economía colaborativa” el fenómeno que consiste el poner bienes y servicios en el mercado mediante plataformas online . Creo, sinceramente, que esta denominación puede inducir a un error de apreciación sobre el significado que tienen estas plataformas. No me cabe duda de que en algunas plataformas pueden encontrarse rastros, en efecto, de una colaboración desinteresada y altruista entre ciudadanos, pero la gran mayoría de ellas son empresas en forma de plataforma online cuyo negocio, muy lucrativo por cierto, consiste en conectar la demanda de bienes y servicios con la oferta de ellos mediante la propia plataforma.

En este sentido Luc Ferry tiene toda la razón en su libro La revolución transhumanista (páginas 113 a 154) cuando critica abiertamente las tesis de Rifkin sobre el fin del trabajo, subrayando que estas plataformas están ganando fortunas con cosas aparentemente gratuitas. De ahí que, a fin de evitar equívocos con denominaciones como economía colaborativa o sharing economy , yo proponga llamar a las cosas por su nombre y hablar de platform economy o economía de las plataformas, de forma que nos evitemos calificativos que puedan tener un impacto positivo o negativo en el ideario colectivo sobre lo que hacen o dejan de hacer estas empresas online. Por cierto, permítanme recomendarles un libro sobre esta clase de empresas; su autor es Nic Srnicek y su título Platform Capitalism.

La segunda llamada de atención que quiero hacer se refiere a lo que ha pasado en otros países europeos cuando han tenido que enjuiciar la relación existente entre los “prestadores de servicios” contratados por las plataformas online y estas mismas plataformas. En el caso de Uber ya ha habido dos sentencias en el Reino Unido afirmando que los conductores de esta plataforma son trabajadores y, por ello, deben aplicárseles los mismos derechos que al resto de los trabajadores en dicho país. Sin embargo, en el caso de Deliveroo también hay ya dos pronunciamientos en Reino Unido y en Francia ( Court D’Appel du Paris, Arret du 09 novembre 2017 ) que afirman que los riders no son trabajadores sino freelancers .

No voy a entrar en los indicios que han manejado estos pronunciamientos para declarar la existencia (Uber) o inexistencia (Deliveroo) de una relación laboral entre los “proveedores de servicios” y las correspondientes plataformas. Es un tema demasiado jurídico y quizá tedioso . Pero me sirven ambos para poner de relieve otro apunte sobre este tema. No todas las plataformas son iguales ni actúan de la misma manera. Que haya pronunciamientos dispares sobre la existencia o inexistencia de un contrato de trabajo en las plataformas online es suficientemente ilustrativo de que la forma de “trabajar” para unas no tiene que coincidir con la forma de “trabajar” en otras (y aquí la preposición no es baladí). De ahí que los operadores jurídicos que deban analizar la clase de relación que existe entre la plataforma y los prestadores de los servicios que la misma ofrece al público deban guiarse por los hechos que se producen en cada una de las plataformas y no por un juicio pretendidamente universal sobre cómo se “trabaja” en ellas.

Esos hechos son los que siempre han servido a los laboralistas para afirmar o negar la existencia de un contrato de trabajo, y aquí enlazo directamente con el Derecho del Trabajo, el español y el europeo, y con el tercer apunte que quiero realizar. En Derecho del Trabajo no se analizan los nombres de los contratos, ni la intención que tuvieron los contratantes, ni siquiera el régimen de Seguridad Social en que están registrados. Lo que importa en Derecho del Trabajo, español y europeo, es la realidad de los hechos . Así que da lo mismo que las partes se llamen o se consideren trabajadores o freelancers , porque serán lo que a la postre se derive de los hechos que envuelven su relación, esto es, de la forma y el modo en que realmente una presta sus servicios para la otra. O mejor dicho, de si esa forma o modo responde o no a lo que los laboralistas denominamos ajeneidad y dependencia.

No se preocupen, que no voy a explicarles en qué consisten ambos conceptos desde una perspectiva jurídica, pero sí quiero contarles que sobre ambos se construyó hace tiempo una frontera. Estar en un lado de la frontera (porque los hechos confirman que existen la ajeneidad y la dependencia en la forma en que una persona presta un servicio para otra) significa ser trabajador ; estar en el otro lado de la frontera (porque los hechos confirman que no existe ajeneidad o no existe dependencia) significa ser autónomo o, en terminología más moderna, freelancer . Los derechos que tienen las personas prestadoras de trabajo en un lado y otro de la frontera son diferentes; los costes económicos para el empleador de una u otra figura también; y también distintas, muy distintas, las prestaciones de Seguridad Social. Quiero decirles que esa frontera fue desde un principio excluyente, porque no incluyó (ni incluye todavía) dentro de la categoría “trabajadores” a quienes no reciben remuneración a cambio de su prestación de servicios. Lo que desde el principio excluyó a millones de mujeres que “trabajaban” y aún “trabajan” cuidando de sus familias y sus hogares sin recibir ninguna remuneración a cambio (trabajo reproductivo o trabajo de cuidados, en terminología feminista).

Hoy es nuevamente esa la frontera en disputa cuando se analiza el trabajo en las plataformas y si los riders son o no trabajadores. Es verdad que, al menos en España, hay una tercera figura o forma de “trabajar”, la del trabajo autónomo económicamente dependiente . Pero el debate sobre si la persona que presta sus servicios a través de una plataforma online es trabajador o autónomo (aunque lo sea en términos de dependencia económica) no deja de ser el definitivo. Y aquí es donde quiero introducir mi cuarto apunte. En este debate hay veces que parece que tuviéramos que decidir entre estar en un lado de la frontera donde reina el confort y la seguridad y el otro lado donde reina la desprotección y la inseguridad. Ello no es enteramente así. El lado del trabajo asalariado se ha vuelto muy diferente después de la crisis económica y la sucesivas reformas laborales que se han producido. Basta con mirar los datos sobre temporalidad y salarios para darse cuenta de que la zona laboral ha dejado de ser una zona de confort y seguridad para muchos trabajadores. Lo mismo sucede del otro lado de la frontera, donde conviven autónomos que, según un informe del profesor Rodríguez Cabrero, multiplican por tres el riesgo de pobreza con respecto a los trabajadores, con freelancers con niveles de ingresos y autonomía en la forma de prestar sus servicios nada desdeñables.

Pues bien, dado que en los dos lados de la frontera hoy podemos encontrar situaciones asimilables, tal vez no esté de más recordar por qué se fijó la misma. No se hizo para elaborar sin más una taxonomía de las distintas clases de trabajo existente, sino con una finalidad muy precisa con respecto a ellas. En hermosas palabras del Tribunal Constitucional, en una sentencia de sobra conocida por todos los laboralistas , la finalidad de aquella frontera era la de equilibrar o compensar mediante el reconocimiento de una serie de derechos, procedimientos y garantías la desigualdad o debilidad de las personas dentro de la relación de trabajo . Así pues, si esa situación de desigualdad o debilidad hoy la podemos encontrar en ambos lados de la frontera, más que seguir empeñándonos en saber en qué lado de la misma se está produciendo a fin de aplicar o no una determinada protección, sería a mi entender más inteligente (y probablemente más justo) establecer un mínimo de derechos, procedimientos y garantías que equilibraran o compensaran la situación de desigualdad o debilidad con independencia del estatuto jurídico laboral de la persona que presta un servicio para otra.

Hay derechos como la protección de la salud, la prohibición de discriminación o la protección de datos, por poner solo algunos ejemplos, que deben estar por encima del estatuto jurídico que tenga la persona que realiza una prestación de “trabajo” y que, por tanto, deben protegerse con independencia de que esa persona sea un trabajador o un freelancer . Elaboremos un común de derechos aplicables al trabajo en cuanto género, especialmente en relación con la protección social que deban tener los prestadores de servicios, y el combate en la frontera será menos trascendente, porque, se sea trabajador o autónomo, se tendrá un mínimo de derechos, procedimientos y garantías que compensen la desigualdad o debilidad en su relación con el empleador, incluido cuando el empleador es una plataforma online.

Luz Rodríguez es profesora de Derecho del Trabajo en la UCLM.

Fuente: https://www.infolibre.es/noticias/luces_rojas/2017/12/06/trabajadores_freelancers_apuntes_sobre_trabajo_las_plataformas_digitales_72746_1121.html

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El futuro de los medios populares depende de una internet ciudadana

Por: Aram Aharoiam

Nos sorprende hasta a nosotros, dinosuarios anteriores a la llamada “revolución” tecnológica digital, pensar cómo funcionaríamos sin celular, sin redes ni correo electrónico, sin guglear, mientras nos intentan seducir con la comodidad del mundo tecnológico, con un robot que haga la limpieza de la casa y nos avise si entran ladrones…

Todo este seductor avance tecnológico esconde el fin de la seguridad, la vigilancia sin límites, la recolección indiscriminada de nuestros datos personales para enriquecer a megaempresas, la pérdida masiva de puestos de trabajo con la robotización y automatización. Y ni siquiera podemos echarle la culpa a algún fulano, sino que la tienen los algoritmos –que no tienen nada de transparentes ni de equitativos.

Hoy debemos analizar la integración vertical de proveedores de servicios de comunicación con compañías que producen contenidos (por ejemplo, ATT&T compra HBO y Times-Warner), la llegada directa de los contenidos (informativos, recreativos) a los dispositivos móviles, donde la televisión pasará a ser una pantalla más, la trasnacionalización de la comunicación y sobre todo de los temas de vigilancia, manipulación, transparencia y gobernanza en Internet. Ah, y del video como formato a reinar en los próximos años.

Hoy cinco de las 10 empresas de mayor cotización en la bolsa son del sector tecnológico y las tres del podio son Apple, Google y Microsoft . Sí, el problema es la concentración oligopólica: por el lado gráfico, 1.500 periódicos, 1.100 revistas, 9.000 estaciones de radio, 1.500 televisoras, 2.400 editoriales, están controlados por apenas seis trasnacionales.

Los riesgos de este modelo concentrador de las tecnologías digitales van mucho más allá de lo que ahora conocemos como Internet. En diversos sectores de la economía y la gestión político-social, se están produciendo cambios internos facilitados por la agregación y el análisis de datos (lo que se conoce como big data ). Son solo las grandes entidades (empresas transnacionales, gobiernos poderosos) que tienen la capacidad de almacenar y procesar tal cantidad de datos y de transformarlos en algoritmos, que son la base de la inteligencia artificial.

Nuestros datos se han convertido en el principal insumo de la nueva economía digital, dado que Internet se ha convertido en el sistema nervioso central de la economía global, así como del conocimiento, la información, la política y la vida sociocultural de la humanidad, lo que significará, de no producirse cambios en la gobernanza de la red de redes, en nuevas dependencias de nuestros países.

Es que cuando se trata de sistemas internacionales, no existe ningún organismo facultado para normar muchos aspectos de los flujos de datos, y mucho menos para supervigilarlos. Los nuevos monopolios digitales están explotando este vacío de regulación y supervisión para consolidar aún más su poder, y negocian a puerta cerrada las regulaciones que decidirán el futuro de la red, con muy poca o ninguna incidencia real de la ciudadanía.

Internet y el ciberespacio son el escenario de disputas de poder, donde las grandes potencias y corporaciones trasnacionales protagonizan una pugna mundial por conquistar y dominar esta nueva dimensión, integrándola en el marco de los conflictos geopolíticos, geoeconómicos y militares. Por eso, es un reto urgente de nuestras sociedades rescatar la Internet ciudadana, antes de que sea tarde.

 

Y las decisiones sobre estas cosas no son técnicas, sino políticas: es imprescindible mantener el carácter abierto y descentralizado de la red mundial de computadoras, discutir privacidad y protección de datos en un mundo en que no sólo las personas, pero las cosas (coches, heladeras, aviones, casas) están y estarán cada vez más interconectadas.

Un tratado sobre las corporaciones digitales debiera ser claro y plenamente aplicable a las empresas que operan en el mundo en línea, y preservar el derecho democrático de los pueblos a tomar las decisiones de política pública, que debe reconocer que son entidades globales, que deben estar sujetas a normas globales, lo que exige contar con un mecanismo para hacer cumplir estas normas globales.

Pero las megaempresas tienen capacidad de cooptar a los Estados. Las negociaciones de los tratados bilaterales y multilaterales de libre comercio TPP, TPIP y TISA, del Mercosur-UE, reducirán la capacidad de los Estados periféricos para proteger la privacidad y otros derechos ciudadanos.

Según los últimos cálculos, en el mundo hay unos 10 zetabytes de información (un zetabyte es un 1 con 21 ceros detrás), y la única manera de interpretarlos es con máquinas. El DeepLearning es la forma como se hace la Inteligencia Artificial: son redes neuronales que funcionan de manera muy similar al cerebro, con muchas jerarquías. Apple y Google y todas las Siri en el teléfono, todos lo usan.

Hoy el control emerge de la conjunción de medio, transporte y contenido. Los que controlan los sistemas de difusión, cada vez más inalámbricos, satelitales, eligen, producen y disponen cuáles serán los contenidos. El Big Data permite a la información interpretarse a sí misma y adelantarse a nuestras intenciones, y preocupa lo fácil que está siendo convertir la democracia en una dictadura de la información, haciendo de cada ciudadano una burbuja distinta.

Está de moda hablar de las noticias falsas, que en realidad son prácticas milenarias, que hoy son mucho más poderosas por su velocidad, potencia y bajo costo de producción. Son como el cáncer de la web que nacen como consecuencia de los modelos de negocios de Google, Facebook, Twitter y los miles de sitios que cada día intentan captar la atención en un mundo de concentración informativa y crisis del periodismo.

Las llamadas fake news es información falsamente descriptiva que busca manipular a la audiencia sin importar su propósito. Pero hasta que se creó la web, el acceso a audiencias masivas estaba monopolizado por quienes concentraban el poder político o los dueños de diarios, radios y canales de TV. La llegada de las redes sociales multiplicó el alcance de los internautas exponencialmente, dinamitando ese control primario de la información.

Ante el desastre producido por los terremotos el presidente mexicano Peña Nieto instó a los ciudadanos‘‘no dejarse engañar ni confundir por la desinformación o noticias falsas de las redes sociales.

Aquella metáfora, en el filme The Truman Show, por la cual un hombre es sólo parte de un reality show dentro del cual cree haber nacido y vivido toda su existencia, según un guion ajeno que desconoce, nos plantea si no seremos un sueño inventado por los medios masivos de comunicación,

El negocio de la televisión y el cine está experimentando un cambio rápido a medida que el streaming de video gana terreno sobre los modos tradicionales de visualización. En los últimos años, el proveedor de cable Comcast compró a NBC Universal y DreamWorks. Disney compró a Marvel, Lucasfilm, e invirtió en el servicio de streaming MLB Advanced Media. Verizon compró a AOL y Yahoo para alimentar sus propias ambiciones de contenido y publicidad.

Todas esas megaempresas de Internet acumulan información sobre cada uno de nosotros cada vez que utilizamos la web, que ellos comercializan vendiéndola a otras empresas o a la Agencia de Seguridad Nacional de EE. UU. Una sociedad conectada es una sociedad espiada y una espiada es una sociedad controlada.

Hoy más que nunca, la dictadura mediática, cada vez en manos de menos generales de las corporaciones, busca garantizarse hegemónicamente la imposición de imaginarios colectivos, narrativas, discursos, verdades e imágenes únicas. Es el lanzamiento global de la guerra de cuarta generación a los usuarios digitalizados del mundo. ¿Será el inicio de la guerra de quinta generación?

A veces pienso que en esta guerra ideológica nos llevan a combatir en escenarios de batalla equivocados o perimidos, mientras ellos desarrollan sus estrategias, tácticas, ofensivas en nuevos campos. Todo cambia, mientras nosotros, desde el campo popular parece que estuviéramos anclados, aferrados, a los mismos reclamos y reivindicaciones.

¿De qué estamos hablando cuando reclamamos la democratización de la comunicación y de la información? ¿Para qué queremos nuevos medios, nuevas frecuencias si no contamos y sumamos nuevos contenidos que tengan que ver con nuestras idiosincrasias, nuestras luchas, nuestros anhelos, nuestra memoria?, preguntan unos. ¿Cuándo vamos a construir nuestra propia agenda y dejar de ser reactivos a la agenda del enemigo? ¿Cómo vamos a romper esta ilógica lógica comunicativa desde organizaciones verticales? La horizontalidad ayuda a construir unidad, en procesos de organización, con movilización, señalan desde los movimientos sociales.

Lo cierto es que la vieja caja de herramientas ya no nos sirve. La academia poco nos ha ayudado en los últimos 40 años y no ha sumado teoría a la praxis elaborada por nuestros pueblos. De eso es de lo que debemos hablar: cómo y con qué herramientas luchar en estos nuevos campos de batalla.

Este texto es la introducción el tema de Medios, en Diálogos por una Internet ciudadana: NuestrAmérica rumbo al Foro Social de Internet, Quito 27 de setiembre de 2017.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=232173&titular=el-futuro-de-los-medios-populares-depende-de-una-internet-ciudadana-

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Lo que crece desigual se derrumba

Por: Fander Falconí

La publicación del Informe sobre la desigualdad global 2018 contiene cifras que marcan una tendencia mundial. Eso nos hace recordar algunos ejemplos que muestran que tal tendencia es histórica.

La caída del Imperio Romano no se produjo por falta de recursos. Roma era dueña de todos los recursos. Tampoco se enfrentaron los ejércitos romanos a una tecnología superior. Roma poseía la mejor tecnología de su época. Lo cierto es que el mundo mediterráneo del siglo V era un mar de desigualdades. En las colonias del Imperio (la mayor parte del territorio) no solo se mantenían las mismas estructuras esclavistas, sino que habían aumentado las desigualdades. Roma había nombrado a los anteriores reyes locales o a sus familias como recaudadores de impuestos. Ellos empezaron a cobrar más tributos a sus súbditos, para la nobleza local y para Roma, aumentando las desigualdades. En Italia, los ciudadanos romanos pobres veían a diario los excesos de los romanos ricos y la perversión de sus césares, mientras ellos se empobrecían.

Cuando las hordas asiáticas entraron a Europa en esos tiempos, las tribus germánicas huyeron hacia Occidente y se toparon con las legiones romanas. Al principio, fueron rechazadas (no les daban la visa, se diría hoy). La posición de las tropas imperiales en las colonias se sostenía por la colaboración con la población local, pero cuando esta población sintió que su situación económica era insostenible, optó por pactar con el enemigo. La Guerra de las Galias (recordando el libro de Julio César) se convirtió en una guerra civil, apoyada desde afuera. Las desigualdades habían llegado a ese extremo en el que los esclavos ya no tenían nada que perder, excepto sus cadenas.

La situación de desigualdad en el siglo XX también produjo cambios sustanciales en el mapamundi. La caída de Rusia en 1917 ocurrió por las desigualdades entre oficiales y tropas, entre aristócratas y campesinos, entre industriales y obreros. La rendición rusa, firmada por Trotsky en febrero de 1918, la utilizaron después los militaristas alemanes para inventar el mito de la invencibilidad germana. Los alemanes, a su vez, cayeron ante los aliados a fines de ese mismo año. El pueblo alemán se rebeló contra las desigualdades sociales que defendía su gobierno y eso produjo la rendición de alemanes y austro húngaros en la I Guerra Mundial.

En 1945, al concluir la II Guerra Mundial, Europa quedó devastada. La riqueza, en gran parte, se había nivelado en cero. Lo mismo había sucedido en Japón. En los Estados Unidos, la gente pobre empezó a exigir más bienestar, tal como había prometido Roosevelt si ganaban la guerra. Rusia ya vivía un socialismo con mínimas desigualdades y China iniciaba igual camino. Estados Unidos y Europa tendían a reducir las desigualdades. Eso cambió desde 1980.
Aquí empieza el informe. Un buen indicador de la desigualdad de ingresos es el porcentaje de la riqueza que percibe el 10% de los más ricos. En 2016 (hoy, se podría decir) es 37% en Europa, 41% en China, 46% en Rusia, 47% en Estados Unidos y Canadá. Pero es un 55% en África (excepto los países árabes, de Marruecos a Egipto), Brasil e India. En Medio Oriente, hay más desigualdad que en África: el 10% más rico acapara el 61% del ingreso de sus países.

Desde 1980, esta desigualdad ha aumentado rápidamente en Norteamérica, China, India y Rusia, pero en Europa ha crecido poco. Mientras Europa Occidental y Estados Unidos tenían cifras similares de desigualdad en 1980: la participación del 1% de mayor ingreso era un 10% en ambas regiones. Hoy es 12% en Europa Occidental, mientras en Estados Unidos se duplicó al 20%. La participación del 50% de menos ingresos de Estados Unidos era más de 20% en 1980, hoy es 13%. ¿Qué pasó en Estados Unidos? Una enorme desigualdad educativa, algo que debe hacernos reflexionar, y un sistema tributario cada vez menos solidario. Esto último lo comprueba el reciente anuncio de su presidente Donald Trump: la reducción de impuestos por 1,5 billones de dólares, favoreciendo a las grandes empresas y a las personas con mayores ingresos. Récord histórico que el diario español El País describe así: “el presidente ha enarbolado la bandera del neoliberalismo”. Es decir, aumentarán las desigualdades.

Desde 1980, la riqueza privada ha crecido bastante, mientras la riqueza pública ha disminuido en forma escandalosa. Los gobiernos ya no tienen medios para reducir la desigualdad. La fiebre de privatizaciones aumenta la desigualdad de ingresos y la concentración de la riqueza en pocas manos. El Informe presenta proyecciones de la evolución de la desigualdad de ingreso hasta 2050. Si las condiciones actuales se mantienen sin cambios, la desigualdad seguirá continuaría creciendo. Si todos los países siguieran el estilo de Europa Occidental, la desigualdad mundial podría reducirse, erradicando la pobreza.

Reducir la desigualdad implica primero dar educación de calidad a los más pobres. Luego mejorar los salarios de ese mismo sector y cobrar más impuestos al que más gana. Democratizar la dirección de las empresas también ayuda. Finalmente, hay que combatir a dos enemigos de la igualdad económica y de la justicia social: la evasión fiscal y la corrupción. Lo contrario hará estallar una bomba.

Fander Falconí Benítez, economista ecológico y académico ecuatoriano. Actualmente es el ministro de Educación de Ecuador.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=235642

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